Se sitúa después de la caída de Ansem, poniendo de caso que Kairi, Sora y Riku vuelven a estar juntos en la isla.

Carta en la espera

"Querida Deray:
Hoy ya hace un año que te encontré. Hace pocos meses que te fuiste. Finalmente me dejaste solo.
El corazón aún no ha aprendido a cerrar las heridas. Y yo creo que nunca podrá hacerlo. Porque fuiste como un rayo de luz que golpea la noche. Fuiste una eternidad. Con tus ojos llenos del vacío. Llenos de algo que no se pudo expresar.
Aún sigo sin entender cómo pudo merecer el mundo tus pisadas. Tus sonrisas y tus lágrimas. Este mundo tan corrupto de maldad... ¿Cómo pudo albergar el sonido de tu voz?. No entiendo como los ángeles no repararon antes en la radiante luz de tu mirada.
Y hoy... vuelvo a esperar entre las hojas del árbol del Paopu. Mirando el mar, el sol... simplemente esperándote a tí. Esperando en medio de la noche la canción que rompe el silencio. Aquella luz de tu voz.
No me importa que el frío de septiembre me arañe la piel. Ni que el calor se me vaya lentamente.
En completa quietud, respirando acompasadamente con el mar. Ese mar que te llevó para siempre, en medio del fuego, iluminando como una antorcha la noche. De luz inconsumible.
Y, en medio de la noche, la oscuridad vuelve a acosarme. Vuelve a decirme que la acompañe. Pero tu luz vuelve a disiparla.
Te fuiste aún comprendiendo cuanta gente te necesitaba. Sin saber lo que esperábamos de tu sonrisa...

No puedo decir realmente que haya vivido desde que me abandonaste. Sólo ha sido como un corazón que latía sin darse siquiera cuenta de ello. La carcasa que es ahora mi cuerpo, se ha ido vaciando con tu presencia incorpórea.
Pero lo sabes, ¿verdad? Te prometí que viviría. Si no era por mí, por tí. Por la vida que a tí se te había negado. El corazón inservible que tuviste desde un principio.
¿Sabes, Deray? Yo creo que tu corazón era demasiado pequeño para el amor tan grande que tenías. Querías que latiera por todos y cada uno de nosotros. Y al final, terminó cansado.
Pero no te culpo, Deray. Nos ayudaste a todos.
Como si los demás tuvieran envidia de tu vida, te la arrebataron. No conseguimos ayudarte.
Hoy ha sido un día como cualquier otro. Pero, a la vez, ha sido muy especial.
Aunque no lo admitieron ante mí, Kairi y Sora tenían reflejadas en el rostro sus emociones. Sonreían, pero con una sonrisa llena de tristeza. Porque hoy no era como todos los demás días. Y lo saben.
Hoy te encontré por primera vez. Y ellos lo recuerdan con dolor. Pero quizá ellos sean más fuertes que yo. Me da igual en estos momentos. Son MIS sentimientos.
Se volverán a colpasar las sonrisas, los corazones desgarrados sangrarán una vez más en un adagio al dolor.
Las bromas de siempre hoy han cambiado. Hoy no serán lo mismo. No para nosotros.
Deray, tu recuerdo hoy tiene más fuerza que nunca. Esa frágil y dulce sonrisa.

Y sigo aquí, en medio de la noche, helado de desesperanza. Esperando oir de nuevo tu voz.
Lo siento, sin tí no soy capaz de seguir.
Y la noche es fría.
Y no puedo oírte.
Pero soy un tonto. POr la mañana me despertaré, con los ojos empañados, el corazón roto. Y sin tí.
No volverás. Lo sé, pero no quiero admitirlo. Me duele demasiado el pensarlo.
Y sigo aquí, en medio de la noche. Contigo y sin tí.
Cuando salga el sol, volveré a intentar sonreír a mis amigos.
No sé si seré débil o cobarde. Me da igual, Deray. Soy Riku.
Y tu voz se alza solo en mi mente.
No vas a volver. no escucharé tu voz de nuevo.
Pero en mi alma... sé que ha llegado la hora de despertar. Te esperaré"