Lo que oculta la verdad.

Sora sonrio y cogio la Soul Eater, y con aquella sonrisa en la cara se atraveso con la Keyblade.
Todo estaba negro, Sora no veía nada, no pensaba, ni hablaba, solamente caía al vacío, y caía, simplemente eso. Un pensamiento le llego a la mente, ¿Y ahora que alfil consigo liberar a Kairi, ahora que tengo la oportunidad de salvar el mundo que va a ser de mi?
Escucho una voz, una voz desconocida, una voz que solo había oído una vez en su vida, y solo había sido un sueño, la misma voz del sueño que tuvo en Islas del Destino, antes de empezar su viaje contra los sincorazon.

Voz: Sora, tu serás el que abrirá la puerta hacia la luz. Sora no podía hablar, seguía cayendo y cayendo, hasta que al fin aterrizo en el mismo lugar del sueño que tuvo en las Islas, pero esta vez no estaban aquellos tres pedestales, estaba una enorme puerta, enorme, con un símbolo de un corazón. Sora se acecho a la puerta inconscientemente, le volvió la voz. Sora. ¿Dónde estoy? Empezó a escuchar voces, en una lengua extraña, Sora se figuro que era una lengua muerta, Sora también en el subconsciente la entendió, le decía que el, cuando llegase el momento sabría lo que hacer. Sora toco la puerta, el símbolo se ilumino, y poco a poco uno símbolos que había a su alrededor se iluminaron también en un color azul brillante, la puerta se abrió. Un resplandor intensísimo le llegaba desde el otro lado, traspaso la puerta. Apareció al otro lado de la misma, era una sala vacía, con un espejo en forma también de corazón, se acerco a el, se vio a si mismo, vestido con una túnica negra, encapuchado, el reflejo de Sora se quito la capucha, era el mismo igualito. Sora toco el espejo, no era sólido, lo traspaso, apareció al otro lado con la túnica, en una ciudad, era de día, no había visto aquella ciudad nunca, desde todos los lados parecía verse la torre del reloj, era enorme. El reloj empezó a correr rápidamente, pero el tiempo corría normalmente, se paro a las doce de la madrugada, ni un minuto más, ni un minuto menos.
Sora: ¡Mierda, me ha dado un límite de tiempo para salir de aquí! Sora llevaba la prometida en la mano. Llego a un callejón sin salida, apareció una chica, perecida a Kairi, agarro fuerte el llavero de la Prometida y salio corriendo.
Chica: ¡Espera por favor!
Sora: Lo siento, tengo prisa.
Chica: ¡Se como puedes salir de aquí!
Sora: OK, ¿Cómo te llamas?
Chica: Mi nombre es Naminé, tienes que llegar a la torre del reloj, o eso me dijo aquel tipo que te dijera.
Sora: ¿Que tipo?
Naminé: Si, era clavadito a ti, pero no llevaba esa túnica tan extraña, pero vestía de negro, con un arma parecida a la tuya, pero no igual, además era negra.
Sora: ¡Démonos prisa! Los dos chicos corrieron, Naminé le indicaba por donde debía de ir, Sora la hacia caso obedientemente. Al fin llegaron a la puerta de la torre, también tenia aquel símbolo del corazón, eran aun las once y media, tenía tiempo suficiente,
Naminé: Aquí termina mi camino.
Sora: ¡Naminé! Ya era tarde, la chica había desaparecido. Sora toco el símbolo, y, como anteriormente ocurrió, el símbolo se ilumino, y volvió a escuchar esa voz que le decía: Sora, estas tan cerca y a la vez tan lejos…
Sora entro, solo había escaleras, subió una y otra vez hasta que llego arriba del todo. Una persona le esperaba, era justo como dijo la chica, era como el.
Sora2: Me has hecho esperar mucho, ¿Sabes?
Sora: ¿Quién eres tú?
Sora2: Yo soy tu…
Sora: ¡NO, YO SOY YO! Sora se lanzo contra el, blandiendo la Prometida, el “clon” de Sora, con un ágil movimiento desenvaino la Oblivion, cruzaron las armas, Sora retrocedió un paso, su clon se abalanzo con rápidos movimientos de su keyblade, le dio a nuestro héroe en un brazo, sangraba, cayo al suelo. Escucho una voz familiar.
Riku: ¡Oh, vamos Sora, pensé que eras mas fuerte! Sora se levanto del suelo de un salto, su doble no dio un segundo, le ataco otra vez, pero Sora le esquivo, siguió lanzando golpes sin descanso, Sora se agacho, se levanto con sus brazos y se tiro contra el, atravesándolo en el centro del pecho, empezó a ponerse negro el clon de Sora, hasta que no fue mas que una pequeña sombra, que correteaba por la habitación.
Sora: Estas bromas, cada vez me hacen menos gracia. Se acordó del tiempo, salio por una pequeña puerta que daba a las agujas del reloj, le quedaban 5 minutos, había llegado a tiempo, no le dio tiempo a mas que a agarrar con fuerza su llavero predilecto, la Prometida.
Lo volvió a ver todo de color negro, apareció en la sala de la puerta, volvió a pasarla, estaba en bastión hueco, en la sala en la que había desaparecido, Sohar ya no recordaba nada de lo que había pasado.
Empezó a andar, se dio cuenta de que no era el, era un simple y pequeño sincorazon sombra, pero aun siendo un sincorazon noto que Kairi estaba allí. Siguiendo su instinto corrió hasta el vestíbulo, allí se habían arremolinado muchos sincorazon entorno a sus compañeros, Donald, Goofy, y por supuesto, Kairi. Los sincorazones notaron la presencia de un nuevo sincorazon en la sala, pero se dieron cuenta de que no era normal, se abalanzaron sobre el, pero por suerte, Kairi también se dio cuenta de que, aunque parecía un sincorazon normal, no lo era.
Kairi: ¡Sora!
Donald y Goofy: ¡Kairi no! Kairi corrió hacia los sincorazon, abriéndose paso entre ellos hasta Sora, lo abrazo con fuerza.
Kairi: ¡Esta vez, yo también luchare, esta vez seré yo quien te proteja a ti, Sora! Surgió una explosión, los sincorazon desaparecieron, y Sora volvió a su estado normal. Bestia, llego a la sala.
Bestia: ¡Vienen mas, corred! Corrieron hasta llegar a la nave, todos entraron, Sora se quedo mirando a donde estaba Bestia y suspiro.
Sora: Kairi, tu siempre has luchado a mi lado…

FIN