28 de FebreroNadhia¿Estaba soñando? Eso pensé cuando supe dónde me encontraba. En las Islas del Destino, sentada en la palmera del pequeño islote que sobresalía. Donde crecían aquellos curiosos frutos con forma de estrella. Un bello atardecer iluminaba el archipiélago. Los destellos del sol que iban desapareciendo en el horizonte centelleaban junto al agua cristalina del mar. Jamás en mi vida había visto algo como aquello.
O no. Yo procedía de un mundo donde el atardecer no tenía fin. Y desde la Torre del Reloj se podía contemplar una vista sin igual de Villa Crepúsculo, la cual recibía su nombre, precisamente, por tal hermoso paisaje que nos otorgaba todos los días a sus habitantes.
¿Pero por qué estaba tan emocionada con el atardecer de las islas? Fuertes sentimientos crecían dentro de mí. Y extraños, no sabría decir qué significaba. Una lágrima surcó mi mejilla izquierda. Enseguida la limpié, atontada. ¿Qué ocurría? ¿Por qué era tan especial para mí?
Porque aquí comenzó todoDe nuevo aquella voz. Me resultaba tan familiar, a la vez que desconocida. No entendía nada. Sin embargo, no me asustaba su presencia. Me embriagaba. Como una amiga perdida que había hallado después de tanto tiempo... cuando en realidad, siempre había estado a mi lado.
─
¿Quién eres?─
Tú misma lo sabes muy bien, Nadhia.─
No, no lo sé ─admití, sintiendo un escalofrío al escuchar la voz tan cerca de mí, como si su propietaria se encontrara en ese instante a mis espaldas. Pero por alguna extraña razón, no era capaz de darme la vuelta para averiguar su presencia en el islote. Algo me lo impedía─.
Bueno, es que no entiendo nada. No sé ni por qué estoy aquí.─
Si te digo la verdad, yo tampoco lo sé ─dijo, dejando escapar una pequeña risa.
Pude sonreír, pero entonces me di cuenta de que su voz era...
─
¿Mi voz? ─musité, confundida─
¿Por qué hablas con mi voz?─
Tenemos muchas cosas en común, supongo ─respondió despreocupada, sin darle la mayor importancia.
Se hizo el silencio, salvo por una suave brisa que surcó mi rostro. Cerré los ojos y disfruté de aquel regalo que ofrecía la naturaleza isleña de aquel mundo. El aroma del mar, el sonido de las olas y las hojas de las palmeras. Y risas.
Niños que jugaban en la playa, aunque no podía ver desde allí su aspecto. Tan sólo sabía que estaban allí.
─
Es extraño.─
¿El qué, Nadhia? ─preguntó la desconocida a mis espaldas.
─
¿Por qué esas risas me resultan tan familiares? ¿Por qué las Islas son tan especiales para mí?La voz que se encontraba detrás mía tardó unos segundos en contestar.
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No lo son quizás para ti ─negó, pensativa─.
Pero lo son para mí.─
¿Para... ti?─
Así es. Si no hubiese conocido estas islas, quizás ambas no hubiéramos existido.Solté un grito ahogado que quise esconder, pero ella lo notó. Como si hubiese adivinado cual era la siguiente pregunta que le iba a cuestionar, se adelantó:
─
Existen muchos sucesos a lo largo de nuestra vida, conectados unos con otros. Como pequeños hilos que se entrelazan para formar un tapiz. A ese tapiz lo llamo destino.
>> Estas islas tienen un enorme significado para muchos como yo.─
¿Muchos como tú?─
Nadhia, tú y yo estamos conectadas ─la voz prosiguió, y yo escuché, atenta a cada una de sus palabras─.
Yo soy tú, y tú eres yo.─
¡Espera, espera! ─exclamé de pronto, haciendo que fuera quien fuera la dueña de esa voz, se sobresaltara─
Eso no tiene sentido.─
Puede que aquí no lo tenga. Pero de donde yo provengo sí.
>> Y no sólo te ocurre a ti. Todos tus Maestros, tus compañeros, aquellos que has conocido en el intersticio de los mundos... tu familia, el viejo Sendh. E incluso Evangeline y Cédric. Todos están conectados conmigo.No sabía qué decir ante aquello. ¿Acaso me encontraba con un ente poderoso, alguien que conocía nuestros destinos?
─
¿Tú... podrías ser...?Tragué saliva, intentando sonar convincente y menos temerosa. Aunque sin éxito.
─
¿Kingdom Hearts?─
¡Oh, no, no! ─exclamó el ente, y dejó escapar una sonora carcajada─
¡No podría compararme al mismísimo Reino de Corazones!─
Pareces saber mucho ─dije, entrecruzando los dedos de mis manos.
─
No te creas ─admitió. Por alguna razón, la imaginé frotándose la nuca─.
Puede que esté especialmente conectada a ti, pero eso no significa que pueda elegir tu destino a mi voluntad. ─
¿Acaso puedes... elegir por mí?─
N-No exactamente ─explicó la joven, algo más nerviosa que antes. Parecía que se estaba metiendo en un territorio muy delicado, y eso ya de por sí asustaba─.
Es cierto que muchas veces te he ayudado a tomar decisiones. Podríamos decir que controlo tus acciones, lo que vas a expresar en cada momento...─
Eso que acabas de decir es bastante tétrico ─admití, sin reparos.
─
Sin embargo, el mecanismo es más complicado de lo que parece ─musitó, absorta en sus pensamientos─.
Porque siento que a veces yo no soy más que una mera espectadora de lo que acontece. En muchas ocasiones has sido tú quien ha tomado las decisiones más difíciles.
>> Y las has sufrido en tus carnes. Todo cuanto te ha ocurrido es a ti y sólo a ti. Es injusto decir que he podido empatizar con tus sentimientos al perder a un amigo, enfrentarte a los sincorazón o temer los efectos del broche sobre ti.Puse los ojos en blanco.
─
Lo dicho, das miedo.No sé qué pasó en ese momento, pero ambas comenzamos a reír al unísono. Contemplé de nuevo el chocar de las olas en el islote.
─
Lo que quiero decir es que, a veces, tengo la sensación de que estás más viva que yo.Intenté darme la vuelta de nuevo, sin éxito. Pero por alguna razón quería llegar a ella, animarla.
─
Nadhia, es imposible verme. Formo parte de ti, y tú de mí. En realidad, ni siquiera sé por qué somos capaces de dialogar por primera vez. Esto se consideraría tabú.─
¿Tabú? ─pregunté, muerta de curiosidad.
─
Provengo de un mundo donde tú no existes, y a la vez sí. Yo existo aquí, a la vez que no, al igual que en cualquier otro mundo que conforme el intersticio. ─
¡Menudo lío!─
Sí ─admitió mi nueva amiga─.
Podríamos decir que provengo de... la Realidad.
>> Pero es injusto decir que yo provengo de la Realidad y tú de la Fantasía. Porque desde tu punto de vista, sería al revés: yo sería el ser ficticio y tú el real.─
¿Soy... un ser ficticio? ─pregunté. A aquellas alturas nada me sorprendería─
¿Formo parte de un libro?─
Podría decirse que sí, desde el punto de vista de muchos de mi Realidad ─explicó, esperando mi reacción. No supe qué decir─.
Pero, Nadhia, yo creo que eres mucho más. Eres especial.
>> Naciste dentro de mi corazón, y tomaste forma. Cobraste vida a través de finos hilos. ─
¿Entonces por qué dices que no puedes controlar del todo mi futuro? ─cuestioné, impaciente.
─
Ya te lo he dicho. No soy la única que disfruta de tus aventuras. Existen otras "personas", como yo, que habitan en nuestra Realidad, o en tu Fantasía ─la voz se detuvo por unos momentos, y, recuperada, prosiguió─.
Puede que yo sea capaz de ayudarte a realizar acciones, tomar decisiones, pero... otros son los que controlan el ambiente. ─
Definitivamente, estoy soñando.─
Puede... que incluso yo también.
>> Es maravilloso que pueda estar hablando contigo, Nadhia. Tenía muchas ganas de conocerte, de esta manera.─
¿Pero no me conoces ya?─
Nadhia. Gracias.─
¿Eh? ─no entendía a qué se refería, y más con todo lo que me había explicado, estaba fuera de mi alcance─
¿Por qué deberías...?─
Por hacerme vivir un año repleto de aventuras. Por dejarme acompañarte, creciendo, conociendo a otras personas. Gracias a ti he conseguido revivir a esa persona que yacía dormida dentro de mí. La niña que quería seguir sonriendo, a pesar de las diferencias con respecto a la sociedad de mi alrededor. Quise evadirme de mi propia Realidad, cuando en cambio lo que conseguí fue... abrirme más a ella. Darme cuenta de que la vida hay que disfrutarla, por difícil que sea y los obstáculos que se interpongan en nuestro camino.
>> También he conocido a personas maravillosas. He reído, he llorado, he sufrido con algunos acontecimientos que me hicieron pensar si realmente tu existencia... valía la pena. Te pido perdón, Nadhia. Si te hubiese eliminado de mi vida, me hubiese arrepentido por el resto de mis días.─
Quedas perdonada, s-si eso te hace sentir mejor.─
Gracias. El atardecer estaba llegando a su fin. Ya se podía vislumbrar en el cielo el enorme manto de estrellas que iluminaba a falta de sol. Todos aquellos mundos en los que había vivido aventuras sin igual. Y las que me quedarían por vivir. Notaba que me invadía el sueño. Sin embargo, intenté mantenerme despierta.
─
¡Espera!─
¿Eh? ¿Nadhia?─
¡Si sabes sobre mí, sobre mi futuro, mis acciones...! ─exclamé, porque sentía que su voz se alejaba. Sonaba como un eco en las montañas. No quería despedirme de ella─
¿¡Sabes si llegaré a ser Maestra!? ¿¡Salvaré a Ragun!? ¿¡Sabes sobre Evangeline y Cédric!? ¡Por favor, dímelo! No entendí como, cerrando poco a poco mis ojos, pude contemplar por fin una figura, la cual, aun borrosa, me resultaba excesivamente familiar. A pesar de no haberla visto nunca.
Con un enorme jersey, una falda que dejaba entrever unas graciosas medias y unas cómodas botas, junto a un cabello sedoso, más oscuro que el mío y distribuido a ambos lados, la joven se dio la vuelta para contemplarme. Una joya con forma de llave colgaba de su cuello. A la luz de las estrellas, sus ojos castaños y su tímida sonrisa se quedaron grabados en mi corazón, para siempre.
─
Eso es algo que tendremos que descubrir juntas.─
¡Sé como te llamas! ─exclamé de pronto, tonta de mí. ¿Cómo había podido olvidar...?─
¡Eres ----!Mareada y aturdida, no pude aguantar más y me dejé llevar por el sueño, como la marea de las islas cuando llegaba a la orilla de la playa. Sin embargo, tenía la sensación de estar subiendo a la superficie.
Feliz cumpleaños, Nadhia* * *v Off-RolHoy, oficialmente, cumplo un año en el foro. Y quería celebrarlo de la mejor manera posible. Fue como a partir de ese deseo de compartir con todos vosotros lo feliz que me siento al seguir formando parte de esta comunidad cibernética el que haya escrito este pequeño relato, simulando un encuentro usuario/personaje. Además, me parecía correcto que Nadhia cumpliese años el 28 de Febrero, mismo día que decidí dar el paso de unirme al foro.
¿Qué puedo deciros que no sepáis ya? Muchas gracias a todos por hacerme formar parte de esta gran familia. Por todas esas risas, por los encuentros, los eventos, concursos, incluyendo también nuestras paridas por chatango y demás. ¿Quién me iba a decir que acabaría con más de 1600 mensajes al año siguiente? ¿Con tantos amigos y experiencias? ¿Ganando de sorpresa algunos de los tan conocidos Awards de KHWorld? ¿Que me eligiríais, incluso, para presentar relatos a los JJOO de Interforo? Y lo que es más, el equipo de rol decidió darme el cargo de Game Master, algo que considero un gran honor a día de hoy y espero seguir ofreciendo mis servicios como tal hasta cuando el tiempo me lo permita.
Repito. Muchas gracias a todos, de corazón.
Atentamente,
Espe
PD: Oh, y siento el doble post, pero es que nadie usa el libre, parece ser xDD