Re: [Castillo de Bestia] La noche es oscura y alberga horrores
Publicado: Dom Mar 30, 2014 6:12 pm
La seguí durante un buen rato intentando hacer el menor ruido posible. Fue inútil, pues ella sabía que la estaba siguiendo. Sus extrañas orejas se movían como la de un lobo, reaccionando al ínfimo ruido que hacían mis pies al pisar el suelo.
Me di cuenta que estábamos yendo en dirección al pueblo, ¿no sería apropiado ir a un lugar normalmente lleno de personas con esas extrañas orejas? A ella no parecía importarle en absoluto llamar la atención o ya estaba acostumbrada a las miradas extrañadas. Sin embargo corría el riego de que la condenaran a la horca.
Mire al cielo preocupado, al final ¿por qué la estaba siguiendo? No tenía ningún motivo de peso aparte de mi propia curiosidad. En un momento pensé en adelantarme e ir hacia mi casa, estaba seguro que ella no sospecharía nada.
Intenté acelerar los pasos, pero mi supuesto sexto sentido me aviso de que no le diera la espalda. Seguí manteniéndome atrás de ella. No tenía ninguna forma de comprobar que ella no me atacaría a la mínima oportunidad.
Al poco rato llegamos a las entradas del pueblo y yo aún no había tomado una decisión, ¿la continuaba siguiendo o me iba a casa? Pare en seco y luego cerré los ojos y me puse a pensar. Me acordé de la belleza de aquella joya, ¿qué sería y adonde había ido parar?, ¿habría alguna forma de obtener una? Por más que intentara pensar con racionalidad, la curiosidad hablaba más alto.
Al llegar al centro del pueblo la chica paró y dijo en voz alta.
—¿Vas a seguirme mucho más tiempo?—luego me miró—. Si vas a insultarme no conseguirás nada y si intentas atacarme no tendré piedad.
Me quedé paralizado en el sitio, ¿qué debería responder? Sujeté con fuerza el arco que aún estaba en mi mano.
—Emm…— mire al suelo nervioso —no pretendo atacarte, solo quería agradecerte lo de antes.
Improvise. La mire fijamente, y sin pensar en nada cogí una flecha y dispare. Algo en mi interior me decía que debía hacerlo.
Me di cuenta que estábamos yendo en dirección al pueblo, ¿no sería apropiado ir a un lugar normalmente lleno de personas con esas extrañas orejas? A ella no parecía importarle en absoluto llamar la atención o ya estaba acostumbrada a las miradas extrañadas. Sin embargo corría el riego de que la condenaran a la horca.
Mire al cielo preocupado, al final ¿por qué la estaba siguiendo? No tenía ningún motivo de peso aparte de mi propia curiosidad. En un momento pensé en adelantarme e ir hacia mi casa, estaba seguro que ella no sospecharía nada.
Intenté acelerar los pasos, pero mi supuesto sexto sentido me aviso de que no le diera la espalda. Seguí manteniéndome atrás de ella. No tenía ninguna forma de comprobar que ella no me atacaría a la mínima oportunidad.
Al poco rato llegamos a las entradas del pueblo y yo aún no había tomado una decisión, ¿la continuaba siguiendo o me iba a casa? Pare en seco y luego cerré los ojos y me puse a pensar. Me acordé de la belleza de aquella joya, ¿qué sería y adonde había ido parar?, ¿habría alguna forma de obtener una? Por más que intentara pensar con racionalidad, la curiosidad hablaba más alto.
Al llegar al centro del pueblo la chica paró y dijo en voz alta.
—¿Vas a seguirme mucho más tiempo?—luego me miró—. Si vas a insultarme no conseguirás nada y si intentas atacarme no tendré piedad.
Me quedé paralizado en el sitio, ¿qué debería responder? Sujeté con fuerza el arco que aún estaba en mi mano.
—Emm…— mire al suelo nervioso —no pretendo atacarte, solo quería agradecerte lo de antes.
Improvise. La mire fijamente, y sin pensar en nada cogí una flecha y dispare. Algo en mi interior me decía que debía hacerlo.