[Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Prólogo de River

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor Tanis » Jue Ago 28, 2014 10:23 pm

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Anochecía en Ciudad de Halloween y como siempre que no era el día señalado, los habitantes andaban enfrascados en los sempiternos preparativos para la gran fiesta. El contador del ayuntamiento pasó otro número con un sonoro clack! y eso hizo que los habitantes se afanaran aún más entusiasmados que cinco minutos antes. De vez en cuando estallaba alguna trifulca culpa de una broma, sin causar demasiado malestar porque, después de todo, era lo que tenían que hacer.

El ambiente era bullicio y emoción para todos.

Salvo para River.

La joven bruja llevaba días cada vez más deprimida por la creciente presión que el Clan ya iba ejerciendo desde que cumpliera los dieciséis años, para que se emparejara y engendrara hijos, hijas para ser más precisos. La matriarca del clan de brujas Nereid, Daling, ya le había dejado muy claro que era su obligación para con el clan, y que no podía evitarlo para siempre. Y aunque Goccia, su maestra, había intentando consolarla un poco esa semana, como siempre, finalmente la muchacha había solucionado, al menos por ese día, alejarse un poco de la familia para considerar su situación.

Ni siquiera había sentido ganas de estar con Ona.

Y allí estaba, pensando un poco en sus problemas, o intentando relajarse de ellos, sentada en el tejado de una de las casas que daban a la plaza de la fuente. Se había agenciado un puñado de uvas y se las comía de manera casi mecánica, inmersa en el ir y venir de los demás bajo sus pies. Y como siempre, terminaba tirando las pepitas a los viandantes que más cerca pasaban, sólo que esta vez... no se fijaba tanto a quién daba o no.

¡Ay!

La queja llamaría su atención, porque normalmente las pepitas no hacían daño y quedaban en una simple broma. Pero al asomarse hacia abajo, vería el cuerpo un tanto desmenuzado de un zombie joven, cuya cabeza había salido rodando calle abajo y a una chica momia bastante guapa, que dejaba sus bártulos en el suelo y trataba de ayudarle a recuperar sus partes caídas.

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¡Charlie! ¿Estás bien?, ¿qué ha pasado?

Por supuesto, el cuerpo no contestó, pero sí lo hizo la cabeza, que se había detenido al chocar contra una pared de la calle un poco más lejos.

¡Aaaay! ¡Algo me ha golpeado y me he resbalado. Coge la cabeeeeeza, Martha, marea mucho!

Algo. La pepita de River, seguro. Era la primera vez que alguien sufría un daño tan considerable, tendría que disculparse al menos. Mientras tanto Martha, la momia, empezó por recoger el brazo y el pie que se habían descuajaringado del zombie en su caída. La cabeza continuó pidiendo ayuda, desde el otro extremo de la calle.

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Bienvenida, soy Tanis y seré el master que lleve tu prólogo. Espero que te lo pases bien roleando en él, trataré de actualizar nada más lo hagas tú para que vaya fluído y puedas empezar a hacer encuentros y tramas.

Tienes libertad de actuación, sin límite de fecha y ante cualquier duda, estoy a tu disposición mediante MP.

¡Diviertete!
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor River » Jue Ago 28, 2014 11:35 pm

River llevaba todo el día sin pisar su hogar.

Había partido con las luces del alba, sigilosa como los fantasmas que habitaban el cementerio local. Como otras tantas noches, había dormido en casa de tía Goccia, la maestra curandera. Pese a llevar un mes entero instalada en su alacena, la médico jamás se había quejado. Y River se lo agradecía. Si la Vieja se enteraba que la ocultaba... ninguna de las dos saldría impune, eso seguro.

Ni siquiera se lo había dicho a Calabacita. Últimamente no pasaba mucho tiempo con la pequeña bruja. Simplemente quería estar sola, encerrada en una burbuja de silencio.

Jamás se había sentido así, y le daba miedo.

Las horas habían pasado como habitualmente lo hacían, entre bromas y tomaduras de pelo. Pero ya no le hacían sonreír. Seguía ensimismada en sus problemas. Enfadada consigo misma.

Y así estaba ahora mismo. Sentada sobre el tejado de uno de los cochambrosos edificios de la Plaza de la Guillotina. Los habitantes de su ciudad preparaban su más querida y honrada fiesta, algo que a River se le antojaba cotidiano. En otro tiempo, incluso habría echado una mano. Después de todo, ¿a quién no le gustaba Halloween?

La adolescente comenzó a escupir las semillas de uva con más y más rabia. Odiaba aquella estúpida tradición de su Clan. Odiaba las normas. Odiaba a la Vieja. Odiaba a su Clan... pero no podía dejarlo. No era lo suficientemente valiente como para ser una renegada. ¿Y como podría dejar atrás a Ona, su Calabacita? No se lo habría perdonado nunca.

Aquella impotencia la frustraba enormemente. No podía controlar ni su propia vida.

Tan airada estaba que ni siquiera miraba adónde iban a parar sus pepitas. Ni siquiera recordaba de dónde había sacado el racimo. ¿Qué más daba? Nadie lo echaría de menos.

¡Ay!

Cuando oyó el grito, se asustó tanto que por poco se abalanzó al vacío. Agitó los brazos trazando circunferencias a sus lados, tratando de recuperar el equilibrio. Cuando lo consiguió, buscó furiosa al culpable. El pobre iba a ser víctima de toda la tensión que tenía acumulada, seguro.

Era un joven zombi, o... más bien los trozos del cuerpo de un joven zombi. Parecía que había explotado una bomba en su estómago: un pie por allí, un brazo por allá... Una auténtica masacre...

...causada por una semilla de uva.

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¡Charlie! ¿Estás bien?, ¿qué ha pasado?

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Una agraciada momia abandonó los cachivaches que soportaba entre sus brazos para ayudar al herido. La cabeza, unos metros a lo lejos, respondió:

¡Aaaay! ¡Algo me ha golpeado y me he resbalado. Coge la cabeeeeeza, Martha, marea mucho!

La furia de River se disipó. No le gustaba hacer daño a la gente, no era una persona cruel. Ahora sólo mostraba preocupación por el muchacho putrefacto. Bajó a ras del suelo con su bastón en la mano derecha y corrió calle abajo a por la cabeza perdida. La cogió con el máximo cuidado posible, intentando no mirarla directamente; la culpa (y el asco) se lo impedía.

¡L-Lo siento mucho! ¡N-No pretendía hacerle daño! Sólo... Sólo era una broma... se disculpó al llegar hasta Martha y el resto de Charlie. Sin embargo; se lo dijo a la momia, no al zombi. Jamás había hablado con un hombre, y les tenía cierto... pavor.

Tras escuchar una posible respuesta, se dispuso a colocar la cabeza en su sitio, con una combinación de cortesía y repelús.

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Muchas gracias por abrir mi prólogo, Tanis ^^. Tenía muchas ganas de empezar.
El nombre no lo pone en ninguna parte, pero he supuesto que es la Plaza de la Guillotina.
EDIT para los colores
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor Tanis » Vie Ago 29, 2014 3:07 pm

La cabeza del zombie adolescente conformó una agradecida expresión, un poco perturbadora por intentar ser risueña ante la perspectiva de recibir ayuda de la bruja.

¡Gracias, gracias! Pensaba que iba a caerme por el desagüe o algo... ¡Y no quería terminar en casa de Oogie! —Iba diciendo la cabeza de camino a su cuerpo—. Me da miedo hasta a mí...

La disculpa de la joven bruja caló en la chica momia, que alzó las cejas y empezó a desenrollar un poco de la venda de su brazo derecho, para ayudar a River a mantener la cabeza de Charlie en su sitio. Martha contestó:

No te preocupes, nos gustan las bromas, ¿verdad, Charlie? —Martha sonrió, haciendo lo mismo con el pie y el brazo—. Ya verás como pronto estás como nuevo, vasija de mi corazón ~

Charlie sonrió un poco azorado ante el apodo deliberadamente romántico de Martha y miró a River. Había notado su poca disposición a dirigirse a él y parecía intrigado. Culpa de las vendas de Martha, ahora Charlie parecía un poco más momia que zombie.

Estoy bien, tranquila. Es que, ya ves, me deshago con facilidad —Con una risa un poco bobalicona (y algo espeluznante porque se le veía parte de la boca sin piel) extendió la mano de cuyo brazo no se le había caído antes en señal de amistad—. Me llamo Charlie, y ella es Martha, ¿y tú?

Claro, querían saber su nombre. Por supuesto. Un zombie educado. A pesar de que River ya había oído los nombres, como casi todo el mundo por la plaza debido al incidente, había decidido presentarse formalmente. Martha además añadió:

¡Ya sé! Como compensación, ¿por qué no nos ayudas? Íbamos a manchar con sangre algunas tumbas del cementerio, y parte de los muros, ¡así terminaremos antes y podremos hacer otra cosa! ¡Vamos!

Martha recogió su caja de materiales y echó a andar hacia el dichoso cementerio, dejando atrás a su... amigo, y a la bruja. La verdad era que la perspectiva de entretenerse un poco con eso podía ayudarla a relajarse, y ellos parecían simpáticos. Pero, ¿cómo hacerlo cuando era justamente el chico el que continuaba con esa mano medio pútrida extendida hacia ella con cordialidad mientras la feliz momia ya iba camino del cementerio?


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Efectivamente es la plaza de la Guillotina, perdona la ausencia de nombre concreto XD
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor River » Dom Ago 31, 2014 2:43 pm

River intentó ser lo más gentil posible (después de todo, aquella precaria situación la había originado ella), pero no pudo evitar estremecerse al ver la expresión del joven. Lo disculpó pensando que simplemente quería mostrarse agradecido. Aquella idea fue refutada cuando la cabeza dijo a continuación:

—¡Gracias, gracias! Pensaba que iba a caerme por el desagüe o algo... ¡Y no quería terminar en casa de Oogie! Me da miedo hasta a mí...

River le comprendía. Jamás había visto en persona al temible fantasma que habitaba en la misteriosa mansión, pero había escuchado historias, al igual que todos. Y en ninguna parecía demasiado amable.

Mientras remendaban a su amigo, la momia llamada Martha quitó hierro al accidente acontecido:

—No te preocupes, nos gustan las bromas, ¿verdad, Charlie? Ya verás como pronto estás como nuevo, vasija de mi corazón. ~

La bruja alzó las cejas ante la expresión que había utilizado la joven para referirse a Charlie. Ya se le había ocurrido un apodo para él, sin duda alguna.

Habían empleado parte del vendado de Martha para sujetar los miembros y la cabeza del zombie al tronco, así que ahora parecía un híbrido de muerto viviente y momia. River no pudo evitar una sonrisa burlona ante su rostro abochornado. No obstante, la desintegró en cuanto él la miró, dirigiendo la vista a la punta de sus marrones botas.

Estoy bien, tranquila. Es que, ya ves, me deshago con facilidad —Seguramente había entendido el rechazo al contacto visual como un efecto de la culpa. Alzó la mirada y se topó con media sonrisa (una parte estaba desprovista de piel) un tanto estúpida y una mano extendida hacia ella—. Me llamo Charlie, y ella es Martha, ¿y tú?

¡Ya sé! Como compensación, ¿por qué no nos ayudas?Martha la salvó de las garras del silencio incómodo. River se volvió hacia ella, tratando de ignorar al chico—. Íbamos a manchar con sangre algunas tumbas del cementerio, y parte de los muros, ¡así terminaremos antes y podremos hacer otra cosa! ¡Vamos!

Dicho esto, recogió sus enseres y marchó hacia el hogar de los muertos que no se habían levantado, dejándoles a solas. Él, con el brazo aún en el aire; y ella, inmóvil como la guillotina que daba nombre a la plaza. La adolescente forzó su cuerpo para quedarse frente a Charlie sin temblar. Estudió enmudecida su mano, observándola fijamente. En el Clan, cualquier contacto con un varón era premiado con una reprimenda. Jamás había dirigido más de dos frases seguidas a un hombre, obediente a la Vieja.

Se había cansado de obedecer.

Soy Riverse tragó su miedo y lo encerró entre sus costillas. Con algo parecido a valor, chocó las cinco con la mano podrida (no muy fuerte, no quería que se desmembrara)—. Mucho gusto, Sr. Vasijita~terminó la frase con el mismo tono que había empleado Martha. Si aquel sobrenombre no le gustaba, podía optar por Cabeza rodante; pensó mientras soltaba una risita nerviosa.

Ahora la cuestión era si acompañarle al cementerio o no. Le extrañaba la confianza que habían depositado en ella en un abrir y cerrar de ojos; no sabía si en su lugar hubiera sido capaz. Además, no se habían mostrado ni por asomo ofendidos por la mala pasada que les había hecho; después de todo, la culpa de todo era suya. ¿Y si tras todo aquel afecto se estaba tramando una venganza?

O puede que simplemente estuviese cansada. Se había levantado demasiado temprano; últimamente no se tomaba el lujo de dormir bien. En otro tiempo, se levantaba escasas horas antes del mediodía; así que la falta de sueño le pasaba factura: se mostraba más desconfiada de lo habitual, y hasta que no pasaba un rato lo único que salía de su garganta eran gruñidos y bufidos de frustración.

Definitivamente, madrugar era malo para su salud, o al menos así lo veía ella.

Movida por esta reflexión, River decidió que se estaba dejando llevar por la paranoia, y que no había nada malo en echarles una mano. Tal y como había oído decir a Martha, se lo debía. Además, cuando su palma tocó la del zombie, se sintió rebelde. Jamás había cometido una falta tan grave; los castigos de la Vieja eran debidos a simples travesuras, como coger sin permiso alguna copa de vino en la cena. Y le gustaba esa sensación, le parecía que con cada afrenta a sus obligaciones era un poco más libre, que se alejaba unos pasos de su aborrecido destino.

Así que apremió a su nuevo amigo (era la primera vez que utilizaba esa palabra en masculino, se dijo a sí misma) a seguir a la Sra. Vasijita. Hacia las tumbas.
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor Tanis » Dom Ago 31, 2014 10:34 pm

Charlie sonrió, o al menos lo hizo parte de su cara, en cuanto River chocó los cinco con él de esa forma. Aunque se le borró un poco en cuanto oyó a la bruja denominarle así, con ese tono de voz. Retirando la mano bastante avergonzado, empezó a balbucear.

Oh, ah... hmmm... el gusto es mío...

Casi parecía que deseara que le tragara la tierra, lo cual en él habría sido muy propio. Quizá el joven zombie aún no estaba muy acostumbrado a sobrellevar esa relación, o simplemente oír ese tipo de apodos, pero no reprochó a River, por llamarle de esa forma ya que a su modo de ver, también tenía algo de gracia.

Haciendo caso del apremio de River, Charlie se encaminó con ella hacia el cementerio, siguiendo los pasos adelantados de Martha a la cual oían silbar gracias al pequeño eco de las calles. El zombie no era demasiado hablador, pero sí que mostró estar contento con cómo se habían desarrollado las cosas tras el incidente. River podía pensar quizá a raíz de eso que el no-muerto no tenía demasiados amigos, o algo parecido, y que agradecía que aquello hubiera sido eso, una simple broma.

¿Quién era el que decía que los zombies no podían ser simpáticos?

Una vez llegaron al cementerio, Martha dejó la caja en el suelo junto al montículo central dormido y repartió frascos llenos de un líquido oscuro, que seguramente era esa sangre de la que hablaba, entre los tres.

¡Muy bien! Si nos separamos iremos más rápido. Yo iré por ahí —La momia señaló la parte derecha.

Yo podría ir por la izquierda —concordó Charlie, tomando sus frascos entre los brazos.

La luz del crepúsculo se iba tornando cada vez más en noche y luz de luna y las farolas de la calle cercana empezaron a encenderse de forma titilante, nada perturbadora para ellos. A lo lejos graznaron algunos cuervos y el revoloteo de los mismos susurró entre las tumbas. Con el mismo silbido de antes, Martha empezó con la tarea de manchar las tumbas y muros de su parte de sangre, secundada esta vez de forma animada por Charlie, su novio zombie que todavía parecía una mezcla entre ultratumba y sarcófago.

A River le tocaba la parte trasera, un poco más allá del montículo del cementerio, que de vez en cuando se movía tenuemente como si quisiera estirar el gran tentáculo de tierra. Suponía que no le quedaba más remedio, además... Cuánto antes terminaran, quizá podían hacer algo aún más divertido, y River poder continuar sintiendo esa libertad que hasta entonces le había sido por completo vedada.

Entonces, entre los tarareos de sus repentinos y nuevos amigos, el aleteo de los cuervos y el ulular de algún búho, se oyó un ruido, uno que River no logró identificar al instante, pero que claramente había sonado cerca, en el cementerio, tras las tumbas del fondo. Sin embargo, ni Charlie ni Martha parecían haberse percatado de ello y continuaban con los manchurrones. River oiría también, de pronto y sin aviso, un correteo juguetón por el mismo sitio, arañando la tierra.

¿Qué demonios había ahí atrás?
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor River » Vie Oct 03, 2014 11:20 pm

La sonrisa de Charlie se transformó en un balbuceo al escuchar la burla sin maldad de la bruja. A River le pareció muy gracioso aquel comportamiento, aunque no entendiera exactamente el por qué; no comprendía del todo bien los entresijos de las “relaciones”. Después de todo, jamás había tenido ninguna; no de ese tipo. Y aunque en su Clan no hubieran hombres, ella sí sabía un poco acerca del asunto de los "novios" y las "parejas".

Los dos oyeron los silbidos de Martha mientras seguían sus pasos hacia el camposanto. La adolescente percibió que el Sr. Vasijita no era un libro abierto precisamente. Tal vez el mote le hubiera sentado mal, o simplemente fuera tímido. River lo observó todo el trayecto, sin saber qué pensar del chico; ni qué decir. Notó alegría en él, quizás estuviese por cómo habían terminado las cosas entre ellos (si alguien te hacía “perder la cabeza” literalmente, al menos consolaba que hubiera sido por accidente). Parecía simpático, y ella no era una persona que juzgara por el aspecto. Tal vez por eso mismo no tuviera muchos amigos. Le sonrió, y apretó el paso.

La Sra. Vasijita depositó la caja en el pavimento y comenzó a repartir frascos de “sangre” entre los tres. La chica observó uno de ellos a contraluz, con expresión satisfecha. Aquello iba a ser divertido.

¡Muy bien! Si nos separamos iremos más rápido. Yo iré por ahí Martha indicó el ala derecha del cementerio.

Yo podría ir por la izquierdaanunció el muerto viviente, sujetando los tarros.

Bueno, pues yo iré a la parte de atrás. ¡A ver quién acaba antes!exhortó a la pareja. Tuvo la sensatez de evitar chistes de muertos vivientes y de cementerios.

Anocheció en Ciudad de Halloween. El crepúsculo dio paso a la Reina de la Noche y a sus súbditas, las estrellas; cuyo esplendor trataban las farolas de imitar. Cuervos graznaron y revolotearon junto a la reanudada canción sin letra de la momia, que pintaba las paredes y las lápidas con el líquido rojo. El zombie se sumó a ella entusiasmado, en la otra punta del cementerio.

Tal y como había dicho, a River sólo le quedaba una zona: la trasera. Así que se dirigió hacia ella, con los recipientes y su bastón entre sus brazos; pasando el tenebroso montículo central junto al cual la caja reposaba. Se descubrió coreando los silbidos mientras abría uno de los tarros tras dejar los demás en el suelo y manchaba uno de los muros. Escribió frases espeluznantes sobre ellos. Era divertido, y la bruja decidió que cuando terminaran esto podría enseñarles algunas de sus bromas “marca de la casa”. Las convencionales estaban bien, pero lo que verdaderamente amaba era crear las suyas propias.

Mientras escribía la palabra pesadilla, entre los silbidos y el sonido de las aves, la joven oyó algo. Algo que no identificó. Se volvió hacia sus nuevos amigos, pero ninguno pareció alarmado. Una vez había conseguido convencerse que eran imaginaciones suyas y había vuelto a su tarea, escuchó un correteo y arañazos.

River depositó el tarro al lado de los demás y trató de distinguir algo entre la penumbra nocturna. Si allí había algo, quería cogerlo por sorpresa. Asiendo su bastón de magia, contó hasta tres y saltó sobre el lugar origen de los murmullos.

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Perdón por el repentino parón, entre las clases y el momentáneo cierre del Rol se me ha descontrolado el tiempo un poco.
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor Tanis » Dom Oct 12, 2014 2:21 pm

Justo cuando River saltó tras la tumba, para averiguar qué era lo que estaba haciendo ese sospechosos ruido, una criatura pequeña y rechoncha rodó sobre sí misma para apartarse de los pies de la bruja. Al ponerse de nuevo en pie, emitió un ladrido juguetón y saltó de un lado a otro. River pudo verlo bien entonces.

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Se trataba de un pequeño perro de color verde, bastante extraño y un poco monstruoso, que a River no le sonaría haber visto nunca por la ciudad. Tampoco se parecía en nada a lo que hubiera visto antes con su Clan, era algo... desconocido para ella. Pero, espera, ¿no se parecía un poco a las criaturas que de vez en cuando aparecían por la ciudad. No recordaba cómo las habían llegado a llamar, pero si hacía memoria, al menos recordaría que eran inofensivas. Tenía la prueba delante de ella. El pequeño perro únicamente correteaba junto a sus pies, rodaba sobre sí mismo y se levantaba para mirarla, con la lengua fuera hasta emitir un simpático ladrido que podía hasta parecer adorable.

Casi era como si quisiera que ella jugara con él. ¿De quién sería, de dónde había salido?

¿River? ¿Qué estás haciendo?

La voz de Charlie sonó entonces cerca de ella, quizá un poco nerviosa, y el joven zombie apareció junto a River, con los dedos todavía manchados de sangre. Al ver al perrito abrió mucho los ojos, que parecieron a punto de salirse de sus cuencas.

¡Oh, un perro! —El tono nervioso se transformó en uno encantado y alargó la mano hacia él, para acariciarlo.

Sin embargo, el animalito interpretó eso como una señal de juego y, tras saltar dos veces de lado a lado otra vez, se lanzó en pos de la mano de Charlie y tiró, tal como si le hubieran ofrecido una pelota. El zombie profirió un quejido, más asustado que dolorido, cuando el perro le arrancó la mano de cuajo, con vendas y todo, con tal facilidad que fue un visto y no visto.

Ay, no, ¡espera, perrito! —Charlie alargó el muñón hacia la criatura, la cual echó a correr hacia el muro, rodeando las tumbas con un correteo loco. El zombie intentó seguirlo, pero se tropezó con una piedra y cayó de bruces—. Ay...

La criatura ladró como si se riera, infantil, y se coló por un agujero del muro llevándose la mano de Charlie. En ese momento apareció Martha, alertada por los ladridos y gritos.

¿Qué ha pasado? —preguntó preocupada, mirando a River, para luego agacharse junto a su novio—. ¿Estás bien, Charlie?

Sí... un perro se ha llevado mi mano.

¿Que un perro se ha... ? ¿Otra vez? —Martha suspiró y volvió a mirar a River—. ¿Puedes ir a buscarla, por favor... ? No quiero dejarle solo...

La momia compuso una expresión apenada y suplicante, mientras le pedía ese favor a la bruja. Realmente tal parecía que el elemento dominante de la pareja era la chica, que cuidaba y sobre-protegía al muchacho zombie como si fuera oro en paño.
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor River » Sab Nov 01, 2014 8:32 pm

River se sobresaltó al ver un pequeño ser rodar lejos del lugar donde sus pies habían aterrizado. Después, al fijarse mejor, vio que se trataba de un pequeño perrito de color verdoso, juguetón y saltarín. Tenía un aspecto estrafalario que a la bruja le pareció adorable.

Pero también intrigante. Jamás había visto una criatura así, ni en la ciudad ni en el Clan. Aunque... ¿no había escuchado a algunas de sus hermanas conversar sobre unas extrañas e inofensivas bestias que aparecían sin saber de dónde?

Pese a sus esfuerzos, la chica no logró recordar cómo eran llamados. River se agachó para acariciar la cabecita del animal, que la miraba con sus pequeños y vivarachos ojillos.

¿De dónde has salido, pequeño? —Él ladró, como si respondiera a la pregunta.

¿River? ¿Qué estás haciendo?

La chica notó un leve nerviosismo en la voz del zombie (empezaba a pensar que era su estado permanente) que se acercaba. Cuando surgió de entre las lápidas con los dedos “ensangrentados” y vio al perro; pareció que le iba a dar un ataque.

¿Estás...? —River se asustó al ver la expresión del muchacho; con los ojos casi saliendo de sus órbitas.

¡Oh, un perro!

¿... bien?

Charlie parecía encantado con la criaturita, incluso acercó la mano para tocarlo. Éste, con ganas de jugar, saltó de lado a lado y... ¡le arrancó la mano a Charlie! El chico gritó al ver su mano, con vendas incluidas, atrapada en las fauces del animal.

¡Perrito malo! ¡Suelta eso! —River trató de convencerlo, pero parecía que no quería dejar su nuevo juguete tan fácilmente.

Ay, no, ¡espera, perrito!— el Sr. Vasijita trató de recuperar su miembro con el brazo mutilado, pero la traviesa bestia escapó bordeando las lápidas, en dirección a uno de los muros. El pobre adolescente, al intentar perseguirlo, lo único que consiguió fue acabar en el suelo—. Ay...

River corrió a socorrer a su amigo. El ladrón de extremidades ladró, burlón, y se zambulló en un agujero, atravesando el muro. Y la mano de Charlie con él.

Martha no tardó en aparecer, asustada tras oír todo aquel escándalo.

¿Qué ha pasado? —preguntó, mirando a la bruja. Después, se arrodilló junto a su pareja—. ¿Estás bien, Charlie?

Sí... un perro se ha llevado mi mano.

¿Que un perro se ha..? ¿Otra vez? —la momia suspiró. A River le pareció extraño que, habiéndole pasado ya, hubiera confiado en el can— ¿Puedes ir a buscarla, por favor... ? No quiero dejarle solo... —pidió a River, adquiriendo un semblante desolado (que demostró un gran talento teatral por su parte).

La bruja sopesó la situación. Si no le ayudaba, no ganaría su aprecio precisamente; además, le apenaba mirar al pobre Sr. Vasijita, a quien sólo le sucedían desgracias. Y si hubiera reaccionado de otra forma, tal vez hubiera podido atrapar al ladronzuelo.

Claro, no tengo ningún problema en echaros una mano —asintió River. Al decir las últimas palabras, le tembló un poco el labio superior. A veces las bromas le salían sin premeditarlo.

Así, tras dejar al pobre muerto viviente bajo los atentos cuidados de su novia, la bruja se dirigió hacia el muro por donde había desaparecido el juguetón animal.

Una pena, le habría encantado adoptarlo como mascota.

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EDIT: Guiones largos :3
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor Tanis » Jue Nov 13, 2014 11:35 pm

Más allá del muro River pudo oír todavía los ladridos ahogados del pequeño perrito verde. Al atravesar el agujero de la pared se encontró con la explanada que se extendía entre el cementerio y el bosque, en las afueras de la ciudad. Una enorme luna llena brillaba en el cielo, amarillenta, por encima de las copas muertas de los árboles, todavía en ascensión. Lejos de las farolas su luz era suficiente como para alumbrar por dónde se pisaba.

A lo lejos, todavía visible, la criatura correteaba de forma extraña, no en línea recta ni siguiendo ningún patrón claro. Con la mano de Charlie en la boca aún, trotaba en círculos, rodaba sobre sí mismo, saltaba... Aunque cada vez más iba acercándose al lindero del bosque. Una vez incluso se detuvo para mirar hacia atrás, como si esperase que alguien le siguiera.

Fue justo en ese momento, justo cuando el pequeño perro miró a River, que resonó un aullido monstruoso, que debió de oírse también en la ciudad y, por supuesto, en el cementerio. Una bandada de pájaros, cuervos negros que graznaron asustados, echaron a volar de entre las ramas secas de los árboles del bosque al paso de una criatura cuyas zancadas casi tronaban al arañar la tierra. El perro verde echó de pronto a correr, esta vez, hacia River, como si huyera del mismísimo Oogie Boogie.

El crujido de un tronco seco tronó y en el lindero apareció a la carrera algo que River sí que no había nunca.

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Desbocado, se acercaba dientes y garras por delante, a toda velocidad hacia River, el perrito y el muro del cementerio. Gruñía y aullaba como mil demonios, al parecer con toda la intención de desgarrar cualquier cosa que encontrara en su camino.
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor River » Dom Nov 23, 2014 5:55 pm

Una vez atravesó el muro, la bruja se encontró con una gran planicie ante ella. La Luna, amarilla y grande, brillaba en el cielo; recortada por las copas de los árboles podridos que formaban el bosque, más allá.

Un simple vistazo me bastó para ver al travieso perrito, trotando por la explanada.

¡Ahí estás! Quitarle la mano al Sr. Vasijita no ha tenido gracia… ¡Serás malo!

River se acercó hacia él con las mano extendidas. Le parecieron curiosos los movimientos del animalillo: parecía estar realizando una extraña danza, un baile del cual había olvidado la mitad de los pasos. No parecía seguir ninguna mecánica, simplemente se movía.

Entonces, el pequeño se giró, expectante. River ya casi había llegado hasta él, cuando un aullido horripilante, procedente del bosqué, se oyó. Todo el vello del cuerpo de la adolescente se erizó, de la cabeza a los pies. Una bandada de cuervos huyeron de las ramas de los árboles. Escuchó unos pasos que parecían de gigante, golpeando el suelo con rabia. El perro corrió hacia ella, atemorizado.

River corrió a recoger el animalillo, estrechándolo hacia sí. Entonces, surgió del bosque una figura. La bruja ahogó un grito al ver sus ojos amarillentos llenos de locura.

La bestia comenzó a correr, como un caballo salvaje, hacia la aterrada chica. Ella no se hizo esperar y dio media vuelta, dirigiéndose, a la carrera, hacia la obertura de la pared por la que había llegado allí.

Deseó con todas sus fuerzas llegar a tiempo y que el muro detuviera a aquel monstruo. Una parte de ella se preguntaba de dónde podría haber salido, pero el resto estaba demasiado asustado como para permitirle pensar.

Si salía viva de aquello, se prometió que no volvería a escaparse de casa ni a desobedecer a la Vieja. Sería una buena chica y atendería en las clases. Ayudaría a las demás brujas del Clan con sus tareas.

Y juró cien mil cosas más, esas promesas que haces en momentos críticos pero que luego no recuerdas siquiera, pero que te daban un rayo de esperanza ante una muerte acercándose, en forma de engendro y detrás de ella, en aquel caso.
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor Tanis » Lun Nov 24, 2014 10:46 pm

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Con el perro en los brazos, River corrió lo más rápido que pudo hacia el agujero del muro. El pequeño can aún sujetaba fuertemente la mano de Charlie entre los dientes, de la cual ondeaba todavía la venda de Martha. La bestia acortó la distancia que le separaba de la chica con una zancada más larga, y saltó. Justo cuando River alcanzaba el agujero y lo traspasaba, el monstruo chocó contra la abertura y la pared.

Era demasiado grande para pasar, pero embistió una y otra, y otra vez, e hizo temblar el muro.

¡River!

Charlie y Martha corrieron hacia ella, preocupados y asustados al mismo tiempo. Había oído el aullido, y las terribles pisadas a la carrera del monstruo que ahora golpeaba con furia la pared y abría cada vez más el agujero en la piedra encalada.

¡¿Qué es eso?!

Martha estaba aterrorizada, paralizada, pero Charlie la empujó junto con River para alejarlas del muro. Un nuevo aullido se oyó, y otro un rugido, arañazos. En un alarde de valor y sacrificio, quizá el único que había tenido en su vida, Charlie quedó entre ellas y la pared temblorosa y descascarillada y gritó:

¡Corred a la plaza, yo le entretengo!

¡No!

Martha se separó de River con desesperación, con toda la intención de agarrar al zombie del brazo y arrastrarlo. Entonces la pared voló por los aires y la figura atroz del monstruo se recortó contra la luna llena en un salto salvaje. Todo pasó en segundos. El monstruo aterrizó justo delante de Charlie y le desgarró el pecho de un zarpazo, lanzandolo contra la pared del muro lateral. El joven cayó al suelo como un muñeco de trapo, inconsciente. Justo después, sin prestar atención a su primera víctima, la bestia ejecutó otro zarpazo que alcanzó a Martha. Un chorro de sangre real salpicó las tumbas cercanas del cementerio.

Pero a ella no la arrojó por los aires.

Aturdida, la momia cayó de rodillas y el engendro hincó la zarpa en su pecho. Martha emitió un débil grito, justo antes de que el ser extrajera la garra junto con un corazón brillante y rosa, que la criatura soltó. El cuerpo de la momia se desvaneció en un abrir y cerrar de ojos y, a la vez, el corazón ascendió por el aire hasta que se envolvió en una nube oscura y desapareció también.

En su lugar apareció otro ser, con el mismo emblema del monstruo en el pecho.

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Sin embargo, este no atacó a River, y se fue alejando paulatinamente entre las tumbas, como si buscara algo. Quedaba la bruja y el perro verde, y el monstruo, tras haber arrancado el corazón de Martha, se lanzó a por ellos.

Tenía pocas posibilidades para huir —Tratar de correr, rodar entre las lápidas, gritar socrro, correr, correr más... —, pero, ¿podría hacerlo después de lo que había visto? ¿Y podría abandonar a Charlie allí? ¿Y a la criatura en la que se había convertido Martha?
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor River » Mar Nov 25, 2014 12:26 am

La adolescente se coló por la abertura de la pared justo antes de ser alcanzada por un brinco del monstruo. Después, siguió corriendo hasta que llegó hasta Martha y Charlie, que se acercaban a ella asustados.

¡River!

La bestia embistió contra el muro, intentando tumbarlo. River profirió un chillido y estrechó el pequeño can aún más contra su pecho.

¡¿Qué es eso?!

¡No lo sé!gritó la bruja, aterrorizada.

Charlie empujó lejos de la pared a una Martha y una River petrificadas. Entonces, exclamó:

¡Corred a la plaza, yo le entretengo!

En otro momento, la adolescente habría admirado su valor, pero no era lugar ni situación. Y no podía dejar que él se quedara. Los había puesto en peligro ella. Era culpa suya.

¡No!

Martha intentó coger a su pareja para detenerlo. River agarró del brazo a Martha. No quería que ambos murieran. No tenía voz, y sus músculos no respondían. Sus pulmones se habían quedado sin fuelle. Aquello era verdadero pánico.

Entonces, las pesadillas de la joven se hicieron realidad. La tapia cayó frente a aquella furiosa aberración. Lo siguiente sucedió a cámara lenta en la mente de la bruja, pese a que sólo fueron unos instantes. El monstruo, con sus garras, desgarró el pecho de Charlie y lo estampó contra la pared del lado. Cuando aterrizó, no se movía.

Después, se dirigió hacia la momia, dirigiéndole otro zarpazo. La sangre de la atractiva y amable chica que tanto sobreprotegía al patoso zombie tintó las tumbas de alrededor, mezclándose con la sangre falsa con la que habían jugado hacia unos minutos.

Martha se arrodilló, débil e indefensa. River quiso correr a ayudarla, ponerse entre su ejecutor y ella, pero sus piernas eran puro cemento. Ni siquiera pudo gritar pidiendo ayuda. Sentía sus labios pegados.

Aquella aberración abrió en canal el pecho de la momia, sacando una hermosa joya con forma de corazón, que atrajo la mirada de la bruja como si de un imán se tratara. Jamás había visto algo tan bello, y tan horroroso al mismo tiempo.

El corazón se elevó hacia las nubes, y el cuerpo que lo había contenido se desvaneció entre las sombras, dando paso a una extraña criatura con el mismo emblema del monstruo en el pecho, que se limitó a alejarse.

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La adolescente sintió que las piernas le fallaban y cayó, tal y como había hecho Martha. Estaba muerta. Y todo había sido por su culpa. Sólo suya. Si hubiese detenido al perro antes de que se colara por el agujero, si no hubiera retrocedido hacia el cementerio, quizás…

River no pudo detener las lágrimas, que corrieron como el elemento que llevaba en su nombre. Lo había hecho todo mal. No debía haberse escapado de casa, ni cuestionar las normas de la Vieja.

Bajó la vista, y vio el perrito que aún sostenía, y vio un brazo colgante. Charlie. ¿Cómo podía haberse olvidado de él? No podía dejarle solo.

Aquel pensamiento la iluminó como un rayo de esperanza. Debía evitar que muriera. No tenía ni idea de como… sin que implicara el suicidio, claro. Existía una posibilidad de que se cansara con ella y dejara al pobre muerto viviente, pero…

Ella quería vivir.

¡Socorro! ¡Auxilio!chilló desesperada, mientras las lágrimas seguían surcando su rostro. Si alguien le oía, alguien que pudiera ayudarla, tal vez...

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El monstruo tardaría como tres segundos en alcanzarla, así que sería algo irreal que le diera tiempo a volver a levantarse y correr... Y gritar y llorar para dar penita siempre funciona (?)
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor Tanis » Vie Nov 28, 2014 2:24 am

Los gritos de River resonaron en el cementerio como si nada más pudiera oírse, como si los grillos se hubieran callado de pronto, la ciudad hubiera desaparecido de repente, como si el monstruo no hubiera saltado aullando sobre ella. Un resplandor brilló en las lágrimas que rodaban por las mejillas de la muchacha y la criatura se estrelló contra un muro invisible, a escasos centímetros de la bruja. Una fuerza que tampoco pudo ver la repelió, y el engendro salió despedido hacia atrás, rodó por la tierra y chocó contra algunas tumbas y los cascotes de la pared derribada. Algunos más incluso le cayeron encima, obstaculizando sus movimientos.

Si entonces se fijaba mejor, sí que podría ver una delgada película amarilla que la rodeaba, a ella y al perro, como una burbuja no muy grande. Si lo tocaba, le daría un pequeño calambrazo, pero no se abriría.

Era eso un... ¿escudo mágico?

Oh, eh... vaya, eso ha estado cerca.

La voz, a espaldas de River, avanzó junto con unos pasos firmes hasta que una silueta entró en su rango de visión. A través del velo de lágrimas, la muchacha podría ver entonces a quién parecía haberla salvado mediante ese escudo de energía.

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Un hombre joven, alto, ojeroso, que no mostraba miedo alguno ante la criatura que tan fácilmente era capaz de arrancarte el corazón y convertirte en un fantasma de ojo caído, como lo era ahora Martha. El perrito en brazos de River gruñó al desconocido, sin soltar la mano entre sus dientes mientras el hombre se colocaba tranquilamente junto a River, a salvo ahora dentro de la burbuja, y observaba el panorama con suma calma. El monstruo se levantó iracundo de entre los escombros y aulló, justo antes de que una bola de fuego le impactara en el morro. Los dedos del joven humearon.

Más magia. Ese hombre... era un brujo. ¿Un hombre brujo de verdad? El joven volvió a lanzar otra bola de fuego, más grande, en cuanto la criatura se levantó y empezó a correr hacia él. Sin embargo esa vez no lo frenó y el monstruo saltó hacia el muchacho de la misma forma que había saltado hacia River minutos antes.

Con un paso atrás, el hombre alzó su mano derecha e hizo aparecer un extraño objeto tras un haz de luz blanca.

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Se parecía mucho a una espada, aunque no era exactamente una espada. Con ella en mano, el brujo ejecutó un movimiento lateral mediante un paso adelante contra la criatura y le asestó un tajo en el pecho. El engendro se volatilizó en una nube de oscuridad y un corazón brillante y rosa, como el que le habían arrancado a Martha, ascendió hacia el cielo, hasta desaparecer.

Que extraño, eh, comportamiento... —murmuró él para sí, a pesar de que River podía oírlo—. Se supone que no atacan a la gente sin más...

Como si saliera de sus pensamientos, el hombre se volvió hacia el escudo, plantó la mano libre en él y la burbuja protectora desapareció con un fulgor amarillento. Entonces el perro saltó de los brazos de River, soltó la mano de Charlie y se lanzó a atacar al desconocido.

Uh, oh, vaya...

Él se limitó a esquivar el repentino asalto antes de golpear al perrito con su arma y hacerlo desaparecer, de la misma forma que al monstruo. Un corazón más pequeño también ascendió, como un diminuto cristal. Entonces él miró a River, se acercó con pocos pasos e hincó una rodilla junto a ella, examinándola de cerca.

¿Estás, hm, bien? ¿No estás herida?

Parecía sinceramente preocupado. ¿Quién era? ¿De dónde había salido? ¿Y cómo había sido capaz de destruir al engendro del bosque?
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor River » Jue Dic 04, 2014 12:42 am

A River le hubiese gustado cerrar los ojos y alejarse de todo, pero el terror le impedía mover los párpados. Entonces, un brillo que casi parecía celestial apareció ante sus ojos, que detuvo el tiempo durante un instante. Después, cuando lo daba todo por perdido, vio cómo la criatura pareció detenerse cuando casi ya la había alcanzado; como si una fuerza mágica le impidiera acercarse a ella. Después, la adolescente no vio muy bien por qué; la bestia salió disparado hacia el muro derruido, quedando en el suelo.

La chica se dio cuenta entonces de que no había dejado de chillar en todo ese tiempo. Sentía que la garganta le ardía del esfuerzo. Paró y entonces reparó en aquel destello que le había salvado, una especie de pompa amarilla que la rodeaba. Se pasó el peso del perrito a la mano izquierda, que estaba dentro con ella; y la tocó con la derecha. Un calambrazo hizo que la retirara.

Fuera lo que fuese aquello, había impedido que pasara la misma suerte que Martha.

Martha...

Al recordar a la momia, River se llevó una mano a los labios, volviendo a dejar correr las lágrimas que habían desaparecido momentáneamente de pura impresión. Martha, la gentil Martha; estaba muerta.

Oh, eh... vaya, eso ha estado cerca.

River se alarmó al escuchar aquella voz. Al principio pensó que se trataba de Charlie, pero no era el mismo timbre. Oyó unos pasos que se acercaban y vio a un hombre: alto y pálido, no parecía estar ni por asomo asustado de aquella horrenda criatura. La bruja se limpió la húmeda cara con la muñeca, avergonzada. Sentía el rostro hinchado, y la boca seca.

¿Acaso aquel hombre le había salvado la vida? ¿Había conjurado él la barrera protectora? Y en ese caso, ¿era un brujo, como ella?

La criatura pareció recomponerse del golpe, y se levantó furioso. River volvió a gritar, pero entonces enmudeció. Una bola de fuego había aparecido y había impactado contra él. Miró al joven, y vio que de sus dedos salía humo.

¿Un brujo ígneo?

Él conjuró otra esfera ardiente, de más tamaño; y la lanzó contra el bicho. Pero esto no le detuvo, y arremetió contra el salvador de la bruja. River chilló intentando advertirle, pero éste retrocedió un paso y hizo materializarse un extraño objeto en su mano, que se perfiló a partir de una luz blanca.

En lo primero que pensó la adolescente al verlo, fue en una espada. Pero no se parecía a las que había visto llevar a algunos habitantes de Ciudad de Halloween; era… extraña. Extraña y especial. Tal vez fuera un tipo de bastón que los hechiceros ígneos utilizaran, se dijo.

El hombre atacó al monstruo, y éste desapareció, de la misma forma que Martha: elevándose un brillante corazón hacia el firmamento.

Qué extraño, eh, comportamiento...La chica no entendió los murmullos del brujo—. Se supone que no atacan a la gente sin más...

Sin decir una palabra más, el hombre acercó la mano desocupada a la esfera y la hizo desaparecer. Antes de que River pudiera detenerlo, el perro soltó el miembro de Charlie y atacó al salvador de la muchacha.

Uh, oh, vaya...

Éste se deshizo de él como quien aparta a una mosca con la mano. Otro corazón más ascendió. River se quedó atónita. ¿Era el perrito igual que el monstruo? ¿Había defendido a un ser como aquél?

Después, el joven se arrodilló junto a la bruja, mirándola fijamente. River se sintió algo intimidada, y cruzó los brazos; como protegiéndose. Seguía sin saber reaccionar a lo que acababa de vivir.

¿Estás, hm, bien? ¿No estás herida?

La adolescente vio en sus ojos sincera preocupación. En ese momento, se le cruzó por la mente las palabras de la Vieja, en cómo enseñaba a las pequeñas brujas a desconfiar de los extranjeros, sobre todo de los hombres. A pensar en ellos como monstruos que sólo les harían mal.

¿De verdad aquellos ojos que la miraban podrían ser de una persona así?

River agachó la cabeza, levemente abochornada. Entonces, de súbito, todas las emociones surgieron de ella a la vez.

¡Charlie! El monstruo le ha atacado, debe estar herido. No tengo mis medicinas aquí, no puedo hacer nadaRiver se oprimió los brazos con fuerza. Tenía los ojos muy abiertos, y la mirada inquieta—. ¡Pero tenemos que hacer algo por salvarle! No… ¡No puede morir él también!

La bruja rompió a llorar de nuevo. Se tapó la cara con las manos, avergonzada.

Martha… El monstruo… No pude hacer nadale costaba hablar entre sollozo y llanto—. Fui a por la mano de Charlie… Y apareció de pronto… Y convirtió a Martha en una especie de fantasma con un ojo colgante… Y yo pensaba que iba a morir… Y… Y…

Estaba temblando de pánico. No podía soportar lo que acababa de pasar, aquello le sobrepasaba. No sabía qué hacer, sólo lloraba, y se odiaba por eso, por lo impotente que era. Por no haber podido salvar a sus amigos.
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Re: [Ciudad de Halloween] Zombies y momias no son lo mismo

Notapor Tanis » Lun Dic 08, 2014 3:06 pm

El extraño brujo hizo desaparecer su arma con otro haz de luz blanca y resplandeciente, a la vez que escuchaba las palabras de River, primero intensas, apremiantes y luego avergonzadas entre llantos. Miró en derredor por el cementerio, hasta localizar al fantasma del ojo colgante que había mencionado la muchacha, y que antes de ser convertido en eso parecía haber sido una amiga de la bruja. Más allá descubrió el cuerpo todavía caído e inconsciente del mentado Charlie. El hombre exhaló un largo suspiro, semejante a un bostezo, colocó la mano sobre la cabeza de River y acarició para tranquilizarla.

Eh, está bien, no llores...

Se levantó entonces, recogió la mano que el perro verde había soltado y se acercó al zombie. Junto a él también hincó una rodilla y empezó a recolocarle la mano perdida, enrrollando la venda que todavía colgaba de la muñeca desgarrada por el brazo. Entonces, manteniendo la mano unida al resto del cuerpo, un resplandor verde —¿más magia?— envolvió el cuerpo de Charlie y las heridas empezaron a cerrarse. Incluso si River no se acercaba a ver, podría notarlo desde el suelo. Para cuando el brujo soltó la mano, esta continuó unida al brazo, como si nada hubiera pasado.

La única diferencia era la venda, que ahora le pertenecía a él.

El joven se levantó en cuanto Charlie empezó a removerse, inquieto, recuperado del ataque. El zombie se incorporó a duras penas, entre gemiditos de dolor y barrió con la vista el cementerio hasta localizar a River. Un brillo contento en sus ojos de muerto apareció al verla. El brujo se fue apartando casi sin ser visto

¡River! Estás bien, estás... ¿Y el monstruo? ¿Se fue? —Charlie suspiró aliviado pensando en esa posibilidad. Entonces, desorientado, se palpó el pecho, tembloroso, y volvió a mirar en derredor buscando algo. Una expresión confusa y preocupada se abrió paso, al no visualizar a la momia—. ¿Dónde... Dónde está Martha? ¿Está bien?

El brillo feliz de los ojos de Charlie se había apagado en el gesto terriblemente asustado del joven no-muerto. River tendría que explicárselo.

Mientras tanto, el brujo que los había salvado se acercaba poco a poco al fantasma del ojo colgante, que flotaba y vagaba por el cementerio sin rumbo fijo.
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