Fátima y Saito—
Maestra Nanashi. —llamó Saito haciendo que la Maestra se parase en seco justo antes de que pusiese su pie en el primer escalón de la escalera de piedra que daba al exterior—.
Necesito hablar con usted, a solas.Nanashi intercambió una breve mirada con Fátima e hizo un gesto de aprobación esperando que la Maestra novata esperase fuera con la princesa y Aladín para charlar con Saito.
—
Dadnos unos minutos —pidió de forma inquisitiva.
Cuando estuviesen solos, Nanashi se cercionaría de que no estuviesen intentando escuchar a escondidas. Una vez comprobase que no había otros posibles oyentes se aproximó a Saito caminando con gracia digna de una dama de la alta sociedad.
Lo primero que hizo Saito fue mostrar la lámpara negra que mantenía cautivo a Yafar y entregársela. Nanashi cogió el objeto y lo observó en silencio.
—
Es mejor que la guarde usted, yo no podría evitar que un Villano Final me la robase… y yo pediría ya el primer deseo: volver a dotar de poderes mágicos el arma de la antigua Sultana Kamra. Podría sernos de mucha utilidad… >>
Y creo que también debería saber esto.Saito no escatimó en palabras para explicar todo el asunto de Yafar. La mujer en ningún momento pareció enfadada, todo lo contrario. Parecía verdaderamente interesada en todo aquel asunto. En ningún momento le echó en cara haber pactado con el antiguo visir de Agrabah.
—
Kamra era hija de una Djinn y un humano muy poderoso —habló Nanashi tras meditar unos instantes—.
Tu idea de dotar de magia otra vez la Llave Espada de ella me parece excelente. Nadie conoce mejor a los Djinn que ella, su ayuda podría sernos de utilidad y no solo en este tema, también debe conocer las ruinas y la ubicación exacta del Djinn que sellaron. Lo que está claro es que debemos saber el potencial de éstos seres.Nanashi cerró los ojos y apuntó con la lámpara al centro de la sala. Una humareda roja salió junto a un cuerpo humanoide dotado de marcados músculos y piel roja. La forma de genio de Yafar.
—
Ama... —llamó con voz profunda—.
He acudido a su llamado. ¿Cual es su deseo?Nanashi sonrió satisfecha.
—
Deseo que establezcas contacto con la Sultana Kamra otra vez y que mantengas la conexión el tiempo que sea necesario.Yafar hizo una pronunciada reverencia, y haciendo una demostración de sus poderes hizo aparecer su Llave Espada, que hasta aquel momento había estado en manos de Fátima.
La Llave empezó a brillar de una forma muchísimo más intensa y de ella empezó a surgir el cuerpo de la semi-djinn una vez más, sin embargo. En aquella ocasión su cuerpo no parecía una mera imagen, era como si fuese corpóreo, y es que así era. Yafar no solo había reestablecido el contacto con la antigua Maestra, sino que había creado un cuerpo falso para ella. Nanashi no pudo evitar sorprenderse cuando la agarró en el momento en el que estuvo a punto de caer al suelo.
—
¿Cómo es posible? —preguntó llevándose la mano a la sién. Los ojos de la mujer se clavaron en el genio rojo, que se empezó a desvanecer volviendo a la lámpra sin decir nada más.
Una voz en la cabeza de Saito y Nanashi resonó recordando las condiciones que el aprendiz había aceptado y que como consecuente Nanashi también al pedir el primer deseo.
Kamra siguió el humo rojo metiéndose en la lámpra negra, la observó extrañada.
—
¿Un humano deseó convertirse en un Djinn? —dedujo, como si supiese de antemano que Yafar no había sido un genio de la lámpara desde su nacimiento.
Se separó de Nanashi y movió su cuerpo tratando de acostumbrarse a él, hizo ademán de invocar su Llave Espada, algo que ocurrió de la misma manera que lo habría hecho de haber sido su verdadero cuerpo. No pareció tan sorprendida de aquello.
—
Si necesitáis tanto mi ayuda la situación debe ser mucho más grave de lo que me temía. Llevadme con el resto de vuestros compañeros, debemos proteger a mi descendiente a toda costa, de lo contrario el sello se romperá e Ifrit volverá a campar a sus anchas.Kamra se adelantó a Nanashi y Saito caminando rápido hacia las escaleras.
***Fátima, Yasmín y Aladín acabaron saliendo primero de la tumba mientras Saito y Nanashi hablaban en privado. Si intentaban espiar se llevarían un chasco, ya que Nanashi los descubriría.
En un momento dado, Fátima portando la que había sido una hermosa llave espada se aproximó a la princesa de Agrabah.
—
Señora. A la gente de nuestra orden se la entierra en un sitio muy concreto. Si no hay… Si no hay cuerpo, entonces es costumbre llevar su arma. ¿Me daríais permiso para llevármela conmigo? No me gustaría tener que volver a pediros sangre para volver a entrar…Yasmín le dedicó una delicada sonrisa.
—
Ella misma deseaba eso —contempló recordando las últimas palabras de la mujer antes de desaparecer—
, para mí sería un honor que se pudiese cumplir su última voluntad.Sin embargo. Fátima vería de pronto como la Llave Espada se volvia traslúcida y se desvanecía entre sus manos, escapando como si de humo se tratase. No dejó rastro alguno, ni pistas de a donde había ido.
Aladín y Yasmín empezaron a mirar en todas direcciones. El muchacho desenvainó su sable y se pegó a Yasmín asustado.
—
¿Un enemigo? —exclamó.
Sin embargo, a los pocos segundos verían surgir de la tumba a la hermosa hija del Rey Salomón. Sus pisadas sonaban sobre la tierra y al contrario que antes, ahora su cuerpo parecía proyectar una sombra, como si hubiese dejado de ser una mera imagen. En su mano llevaba su llave espada, cuyas llamas cristalizadas brillaban con fuerza. El filo parecía emitir calor, puesto que si se acercaban notarían como la temperatura subía considerablemente, algo que podían agradecer teniendo en cuenta el intenso frío de las noches en el mundo. Nanashi y Saito salieron tras la mujer.
—
¡Por Alá! ¿Qué habéis...? —Yasmín se llevó las manos a la boca, como si hubiese visto un fantasma.
Aladín bajó su arma extrañado.
—
Vuestros compañeros me han ayudado para poder seguir con vosotros con un cuerpo que puedo manejar como vasija —explicó—.
Espero que mi ayuda sea bien recibida. Espero aprender mucho de vosotros para cuando mi mente vuelva a mi cuerpo real.Tras la reacciones del grupo, finalmente Fátima acabó interviniendo:
—
Maestra, ¿deberíamos volver con Lyn y los demás?Los ojos de Nanashi se centraron en su antigua aprendiza. Por un instante pareció que iba a evitar dirigirle la palabra, sin embargo para su sorpresa la mujer materializó su Llave Espada y la lanzó al aire haciendo aparecer su propio Glider.
—
Ya hemos terminado nuestro trabajo aquí —afirmó Nanashi—.
Volver con los demás para informar de nuestros descubrimientos es la opción más inteligente.Dicho aquello, Kamra también hizo aparecer su propio Glider, en el cual se montó. Kamra invitó a Yasmín a sentarse tras ella, posiblemente porque sentía cierta afinidad con ella al ser familia... Aunque un poco alejada por el tiempo. Aladín parecía un poco reticente, aunque prefirió guardarse aquello para sí mismo por suerte para todos. Lo de antes había provocado que el muchacho se distanciase del grupo.
Aladín se montaría con el primero que le sugiriese montar con él, tanto Saito como Fátima podían dejarle un sitio. Si ninguno lo hacía, Nanashi se encargaría de él... Tal vez en el viaje de camino al ojo de la tormenta podrían intentar calmar los ánimos.
Una vez en el aire, verían que la tormenta de arena era ahora poco más que un montón de arena desperdigada que iba cayendo sobre el desierto. Parecía que el otro grupo había logrado su objetivo, lo que quedaba de la tormenta seguía teniendo aquella forma de espiral, por lo que no tardaron en encontrar el lugar donde estaban los demás.
Malik, Saeko, Denna y LightEl Maestro fue el primero en dirigirse hacia la criatura tras hacer aparecer sus alas de energía. El sincorazón era rápido, pero estando flotando en el aire de aquella manera no podía moverse con tanti libertad. Desde su posición, Light podía ver parte del monstruo que el resto no eran capaces desde el suelo. Y así fue como vio como en la parte que sobresalía de los engranajes se estaba cargando algún tipo de ataque de energía que podría ser devastador de cumplirse.
La puntería del joven no era la mejor dek mundo, por lo que para acertar el tiro tuvo que acercarse mucho. Por fortuna, una de las pinzas de la criatura no parecía funcionar correctamente, era como si estuviese desincronizada del resto del cuerpo, por lo que pudo aproximarse sin peligro alguno. El Maestro hizo aparecer unos peculiares objetos mágicos que habían aparecido en su habitación misteriosamente tras un extraño sueño y se los lanzó. Ambos objetos a medio camino se deshicieron y fueron sustituídos por un par de poderosos hechizos Hielo que golpearon la cara del sincorazón, el lugar que parecía más sensible a los ataques.
Mientras tanto. Malik, Celeste, Saeko y Lyn lanzaban los cubos hacia el lugar aproximado donde se encontraba el monstruo. En un principio no parecían reaccionar con nada, por lo que no pasaron peligro alguno. Ninguno de los cubos llegó a alcanzar al monstruo, pero casi todos quedaron bajo él o alrededor. Por su lado, Badra levantó un pilar de roca cargando con un arco que había recogido del suelo del campamento. Estaba en una posición alta, intentando apuntar con la flecha que tenía preparada. Cerró un ojo para tener una mejor visión del antoleón y dejó de respirar mientras agarraba con firmeza el arco para disminuir lo máximo posible su pulso. Tensó la cuerda y un instante después la soltó.
La flecha impactó momentos después de que los Hielos de Light golpeasen la cara del monstruo, que rugía con furia. El área de la cara donde habían impactado estaba congelada, y la flecha provocó que la cara del sincorazón se agrietase como si de un cristal roto se tratase. Eso provocó que el sincorazón cayese al suelo, justo encima de los cubos. En ese momento, una serie de luces rojas se reflejaron dentro de la polvareda que había levantado.
Ninguno pudo verlo con claridad, pero unos instantes después una enorme explosión cegó al grupo. Light, que estaba cerca salió despedido por la onda expansiva, pero el daño fue nulo... Aunque sí que tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para maniobrar en el aire y evitar una caída que habría sido muy dolorosa. Badra sufrió las consecuencias de la onda expansiva siendo tirada del pilar, que se derrumbó cuando un cubo que había cerca explotó como si de una reacción en cadena se tratase. Algunos cubos empezaron a explotar también, pero estaban tan alejados que a nadie le alcanzó sus explosiones.
La nómada se levantó de la arena y se sacudió sin daños considerables. Pasaron unos segundos de total silencio cuando todos pudieron ver un corazón ascender hacia el cielo nocturno. Pero no se trataba de un corazón brillante y hermoso... Era uno vacío, hueco. El sincorazón no había muerto por culpa de una Llave Espada. Había muerto en la explosión que habían provocado al hacer que cayese sobre los cubos que habían logrado lanzarle.
Algún día, aquel monstruo reaparecería en el desierto, aquello era algo que deberían tener muy presente... Y todos sabían que era lo suficientemente peligroso como para poder destruir de una forma indirecta Agrabah. Solo le bastaba con levantar una tormenta de arena que los aislase otra vez, con ir ahogando a la gente, provocando que enfermasen poco a poco... Y lo peor no era que esa gente pudiese morir por culpa de una tormenta de arena, no... Lo peor era que esa tormenta era una que el sincorazón había provocado, por tanto los corazones de aquellos que morían por culpa de dicha tormenta tenían el destino marcado: Se unirían al ejército de la oscuridad.
De no haber matado a aquel sincorazón podían tener varias cosas muy claras, y una de ellas era que Agrabah se habría convertido en un segundo Bastión Hueco tarde o temprano. Con todos los habitantes del mundo transformados en sincorazón... Sin ninguna duda, los portadores habrían tenido el doble de trabajo, por si no fuese ya suficiente con el tema de los Villanos Finales y Aaron y su pandilla.
TODOSLa tormenta de arena que rodeaba el campamento y que se extendía hasta Agrabah empezó a perder potencia rápidamente. Todavía permanecería unas horas más por allí, pero su intensidad ahora era mínima, más bien era como una neblina amarillenta y molesta. Pero lo peor había pasado, las cosas volverían a la normalidad pronto.
Mientras el grupo conformado por Light, Malik, Celeste, Saeko, Lyn y Badra descansaban de la corta, pero intensa batalla contra el antoleón vieron como cuatro Gliders aterrizaban cerca de ellos.
Reconocieron a todos los recién llegados, excepto a una. Aquella mujer debía ser portadora, pues ella misma utilizaba un glider, pero nadie la había visto antes.
Lyn la miró con extrañeza, algo en lo que Kamra no reparó, puesto que sus ojos se centraban en los restos del campamento nómada, la mujer parecía horrorizada, pero poco duró aquella expresión. Apretó con fuerza su Llave Espada y se colocó junto a Nanashi.
—
¿Al final trajiste refuerzos de Bastión Hueco? —preguntó la mujer lobo.
—
¿Bastión Hueco? —
Se trata de la Maestra Kamra, la primera sultana de la Agrabah que conocemos a día de hoy. Hija del Rey Salomón —presentó.
La Maestra Kamra hizo una leve reverencia agarrando su larga falda.
—
Es un orgullo ver que tras tantos cientos de años los portadores sigamos luchando, que la Orden no ha desaparecido. —
Yo soy la Maestra Lyn, y estos son el Maestro Light y los aprendices Malik, Celeste y Saeko —dijo mientras iba señalando a los caballeros de la Llave Espada a medida que iba mencionando sus nombres.
Kamra repitió la reverencia con una sonrisa en sus labios.
—
¿Viaje en el tiempo? —preguntó Lyn, ésta vez dirigiéndose a Nanashi.
—
No, más bien ha transferido su consciencia a nuestro presente. Su cuerpo real sigue en donde debe estar.Lyn asintió comprendiendo aquel hecho más o menos. Bueno, ella misma había viajado en el tiempo y había convivido con Kazuki durante años, por lo que aquella clase de cosas no la pillaban de sorpresa, al menos no completamente.
—
¿Cual es el plan ahora que estamos todos juntos?—
Lo más lógico sería ir a esas dichosas ruinas. Seguramente los Villanos Finales se dirijan hacia allí esperando sorprendernos. Antes les resultaría imposible moverse por el desierto, pero ahora la tormenta se está deshaciendo por completo, podrían atravesarla.—
Entonces debemos ponernos en marcha hacia la vieja ciudad.Nanashi invocó el Glider y esperó a que el resto estuviesen también preparados antes de partir. Eran bastantes en el grupo. Al menos tendrían posibilidades de detenerlos siendo tantos.
¡Rumbo a las ruinas de la vieja Agrabah!
Podéis organizaros para llevar a todos los NPC que no disponen de Glider, que son:
-Yasmín
-Aladín
-Badra
Por el camino podéis aprovechar y hablar con ellos o con las tres Maestras.
Malik:
VIT: 64/64
PH: 33/36
*Utilizado éter caducado (Cagalera is coming)
Light: [Brazo Izquierdo roto] *Puede curarse consumiendo una poción (o un objeto similar), Cura no sirve.
VIT: 50/70
PH: 32/66
*Retirados 2 copos de nieve (Hielo +) del inventario
Saeko:
VIT: 45/60
PH:22/40
Celeste:
VIT:26/26
PH: 11/26
*Como el resto de personajes tienen tanto la VIT como los PH al máximo no aparecen en esta lista.
Fecha límite 08/07/2016
A parit del día 2 estaré muy inactivo por el foro en general hasta el día 9 del mismo mes de Julio, por eso esta semana dejo un plazo más grande. Siento las molestias.