—Tuve un accidente que me ha afectado y creo que tardaré un tiempo en recuperarme, pero no os preocupéis. Y eso no será necesario, Hana. Fui yo quien les alentó a llevarla a cabo cuanto antes. —Así que el imprudente era él—. Tierra de Partida no puede estar durante mucho más tiempo sin medios que la protejan de los Sincorazón. Necesitamos preparar la defensa cuanto antes. Y no os preocupéis con mi… estado, podré apañármelas. A decir verdad, estoy bastante mejor que hace un tiempo.
Eso no significaba que estuviera «bien». Se estaba sobreesforzando en la tarea y Hana continuaba pensando que uno o dos días más sin barrera no le molestarían a nadie. Desconocía cuál había sido ese accidente, pero la aprendiza no alcanzaba a imaginar hasta qué punto le estaba afectando a largo plazo. Al menos le agradó comprobar que los Maestros también estaban en desacuerdo con la actitud perseverante de Nithael, aunque no se hubieran negado a apoyar la misión.
Después de la respuesta que dio sobre sus conocimientos de magia, Kairi intervino para matizar:
―No toda es peligrosa. Yo, por ejemplo, conozco un hechizo de curación y hasta ahora no ha matado a nadie. Y se otros hechizos elementales que son muy útiles
Si bien lo que decía Kairi era cierto, en parte, sí había modos de que un hechizo de curación matara a alguien, aunque ese no fuera su propósito. Con ese matiz, Hana se dio cuenta de que tendía a relacionar la magia con la destrucción. Era un arte que no requería de pólvora o herramientas, solo de conocimiento.
—Ambas estáis en lo cierto. La magia es una herramienta que puede emplearse tanto para hacer el bien como para propósitos destructivos.
—Hasta donde sé, la magia es uno de los pilares que forman nuestro mundo, una energía intangible pero que podemos canalizar para realizar todo tipo de proezas tan diversas como volar, crear agua o lanzar fuego... Al menos con la magia convencional, después sé de la existencia de esa "Magia Arcana", pero solo sé que es lo suficientemente poderosa como para que se escape de... La comprensión humana. ―Hana puso los ojos en blanco. Por suerte Tierra de Partida no tenía un sistema de clases teóricas, porque posiblemente Ragun habría sido ese tipo de alumnos peloteros que tanto le desagradaban.
—Me viene bien que saques el tema, Ragun. Precisamente iba a explicaros que el método que íbamos a usar para levantar una defensa en Tierra de Partida combinaría la Magia Arcana con el poder de los elementos en sí.
—¿Sería la Barrera Elemental de la que nos estuviste hablando? ―preguntó Ryota.
Durante la siguiente explicación de Nithael, Hana se perdió un poco. Los temas mágicos le aburrían, en parte porque no los entendía bien, así que escogió retener la información que supuso que sería importante para el futuro. El objetivo era crear cinco círculos, conectados entre sí, que aislaran ¿al castillo? del exterior como una barrera. Hasta ahí, todo bien.
—¿Necesita ayuda, Maestro Nithael? —se ofreció Ragun, cuando el ángel intentó levantarse. Hana ni se había planteado el ayudarle. Tal vez de ese modo recapacitara sobre su actitud y admitiera que no estaba en buenas condiciones.
Seguir a Nithael fue una tarea que requirió de paciencia y serenidad. A pesar de que Hana ya había expresado su disgusto de tener que soportar a un ángel debilitado y herido, le habría gustado volver a sacar el tema a colación para persuadirle. Sin embargo, optó por callarse en esta ocasión, ya que seguramente era tan tozudo que no serviría de nada.
Le dejaron trabajar en el círculo rúnico al que les había conducido para mostrárselo. Hana no tenía ni idea de por qué la magia necesitaba de arena. Se encogió de hombros y prefirió no saberlo.
—Me he tomado la libertad de dejar a punto el primero de los círculos, que emplearía la esencia del elemento Tierra. El siguiente paso sería formular el hechizo para activarlo. Llevaría cerca de unos cinco minutos, pero…Si la única complicación del ritual fuese el tiempo, todo sería más sencillo.
—Los Sincorazón. —intervino Ryota—. Nithael nos comentó que el proceso para activarlo emitiría magia más que suficiente para atraerlos. Quien estuviese concentrándose en el hechizo quedaría expuesto a sus ataques.
—¡Y es ahí donde entráis vosotros! —se entusiasmó Ronin—. Los seis os encargaréis de que los Sincorazón no le toquen ni un pelo a Nithael mientras prepara el círculo. Fácil, ¿no? Tan solo tenéis que deshaceros de todos los Sincorazón que vengan a incordiar. —Por fin una buena noticia: Nithael no combatiría—. Ah, sí, rectifico: no de todos.
—En realidad, necesitamos un último requisito para que la barrera reconozca a los Sincorazón como intrusos y actúe frente a ellos: la esencia de uno de ellos que posea una fuerza notable. —Eso complicaba mucho las cosas—. Hay que debilitarlo y dejar que el círculo asimile su esencia. Entonces ya estará terminado del todo.
»Empezaremos cuando estéis listos.
―Lo estoy ―dijo Hana de inmediato, mirando sin disimulo a los Maestros, que se habían alejado. Se preguntó si estaban aprovechando la ocasión para entrenarles, ya que no parecían tener intención de ayudarles.
—Podemos trazar una estrategia entre todos antes de empezar —propuso Ragun—. Tengo una habilidad que puede atraer a todos los enemigos que haya alrededor, de esa forma no podrían ir a por el Maestro Nithael ni a por vosotros. —Hana asintió. Eso les vendría bien. A todos, menos a él, pero si se había ofrecido…—. Si vais atacando a todos los que vayan a por mí deberíais poder deshaceros de ellos sin problemas. Después, podríamos buscar a ese sincorazón más fuerte e ir debilitándolo lentamente para asegurarnos de que no lo eliminamos, si estamos en continuo movimiento y lo rodeamos no debería correr nadie peligro.
Poco más había que decir. Cuando el resto de aprendices notificaron que estaban preparados, Nithael comenzó su cántico sobre el círculo para activarlo. Enseguida aparecieron dos sincorazón voladores y tres terrestres, lo que hizo dudar a Hana de la facilidad de la misión. ¿Serían esos los que se habían sentido atraídos por su cercanía o irían apareciendo cada vez más según el ritual llegara a su fin? Sin responder a su pregunta, apareció un último sincorazón grande, que Hana había visto en alguna otra ocasión.
Ragun empleó su habilidad, tal y como había dicho, y Hana confió en que sabría defenderse bien mientras ellos hicieran su parte. Tanto si el sincorazón grande (el Defensor) estaba distraído con Ragun como si no, Hana intentaría pillarle desprevenido o vadearle para propinándole un Aqua filo, de tener la oportunidad. A su vez, estaría pendiente del resto de la batalla para asegurarse de que ningún sincorazón volador se acercaba a Nithael. Aunque las neosombras eran más fuertes, los voladores abarcaban más campo. En caso de que alguno no quisiera saber nada de Ragun, le lanzaría un Aqua para debilitarlo y luego golpearle. Mientras esto no sucediera, se limitaría a seguir el plan de golpear al resto de sincorazón indistintamente al estar centrados en un único objetivo.