[Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Trama de Fátima, Saeko, Nikolai, Saito, Piko y Alaric

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Denna » Vie Nov 18, 2016 1:37 am

Spoiler: Mostrar
Nombre: Un cuento antiguo como el tiempo

Mundo: Castillo de Bestia

Introducción: Han pasado unos meses desde la amenaza de los lobos Sincorazón, y la rutina, monótona y aburrida, ha vuelto a establecerse en la aldea.

O eso parecía.

Empezó con un extraño rumor. Una bestia merodeando por el bosque, de fauces enormes y garras mortales. Ojos hipnóticos brillando en la oscuridad. ¿Una posible amenaza o simples cuentos para asustar a los niños? No obstante, y dada la actividad de los Villanos Finales últimamente, los Caballeros deciden actuar antes de que sea demasiado tarde.

NPC’s:

 Bella
 Bestia
 Maurice
 Gastón
 Lumière
 Ding Dong
 Sra. Potts
 NPC’s de la aldea
 ???
 ???


Requisitos: Ninguno

Fecha de inicio: Por determinar

Notas:
- No se admiten mascotas.
- Recaudar información e investigar será vital para esta trama y sus futuras continuaciones. ¡Tenedlo en cuenta!

Apuntados:
- Participante 1: Fátima Laforet
- Participante 2: Nikolai Everard
- Participante 3: Saeko
- Participante 4: Saito
- Participante 5: Piko Barakubyuti

- Extra: Alaric



Una historia de venganza

Imagen


El ocaso, la hora en la que los monstruos salen a cazar.

Sucedió en ese momento, cuando el día aún era día y la luna asomaba recelosa en un firmamento cada vez más oscuro. La noche se abalanzaba veloz como una bestia hambrienta sobre aquellos callejones de piedra, sobre los hogares y las plazas. No tan rápida, sin embargo, como la curiosidad de sus habitantes. ¡Ah, esos frágiles e inocentes aldeanos...!

Fue el ruido de botas sobre el fango lo que hizo que retrocediera al final. Se caló bien la capucha y se ocultó entre la multitud alertada por el griterío. Nadie le dedicó una segunda mirada, cegados como estaban por la lastimera escena.

Alguien debería avisar a monsieur d’Arque...

¡Ese pobre muchacho!

¡Sacadlo de ahí, por el amor de Dios!

Hubo movimiento en las últimas filas, pero la morbosa fascinación se impuso sobre la gran mayoría. Sobre ella, incluso más. Le costaba respirar. Los hombros le temblaban. Un rictus le deformó los labios cuando, lejos de la luz de las antorchas y presa del mayor de los júbilos, intentaba contener la risa.

No estaba equivocada.

Aguardó con una paciencia terrible cada segundo casi sin respirar. No se atrevió a dar un paso hacia delante hasta que, por fin, unos pocos se adelantaron para inmovilizar al hombre. Hicieron falta tres para detener sus convulsiones. Con los gritos no hubo tanta suerte.

¡¡...LA BESTIA!! ¡¡Va a matarnos a todos!! Tenemos que salir de aquí, por favor, por favorporfavor, no podemos quedarnos, no me obliguéis, por favor, n-n-no quiero volver no quiero no puedo hacerlo más. ¡¡NO!! ¡¡AL HOSPITAL NO!! ¡¡Tengo que avisarla, tengo que detenerla, no dejéis que entre al bosque, por favor!! ¡¡¡NO!!!

»¡¡HERMANA!!


Echó un largo vistazo y luego dio media vuelta. El eco de los llantos, tan deliciosamente desesperados, la acompañó durante un largo trecho.

«Hay tanto que hacer... y tan poco tiempo».


* * *

Imagen

Dos semanas después

9 de febrero de 1013


Spoiler: Mostrar


Toc, toc. ¿Se puedeeee?~

Ronin asomó la cabeza justo cuando la lección concluía. Con una sonrisa desenfadada, el Maestro de Maestros entró en el aula y echó una mirada nostálgica al grupo de Aprendices que recogían sus pertenencias, apurados y (con toda probabilidad) hasta el cuello de trabajo.

La barrera protectora de Tierra de Partida había sido restaurada y los Sincorazón ya no aparecían dentro del mundo como antes, pero por mucho que la paz volviera a reinar, la tranquilidad, desde luego, no lo había hecho. Los Maestros estaban desbordados por las apariciones de los Villanos Finales, que traían el caos allá donde iban, y los Aprendices sentían esa tensión como un peso propio. Incluso los más novatos habrían notado que algo iba mal.

A pesar de todo, Ronin sonreía. Tenía aspecto cansado, ojeroso e incluso algo pálido, pero parecía dispuesto a seguir siendo el de siempre.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Y pensar que hace cuatro días tú estabas ahí, entre ellos —comentó animado mientras se acercaba a Fátima, una de las Maestras más nuevas de Tierra de Partida, al cargo de la clase—. ¿Cómo te va? ¿Lo echas de menos? No seas muy blanda con las broncas, ¿eh? ¡Tenemos una reputación que mantener!

Soltó una carcajada y, tras escuchar la respuesta de la antigua Aprendiz, volvió la vista atrás, hacia la puerta. Arrugó el ceño. A la vez, les hizo un gesto a otros tres alumnos que, por la razón que fuera, todavía no habían salido del salón: Saeko, Alaric y Piko. Les pedía que no se marcharan.

Pero no os quedéis ahí, hombre. ¡Pasad, como si estuvierais en vuestra casa!

Eso iba dirigido a Nikolai y a Saito. Ambos Aprendices habían sido llamados por Ariasu a primera hora de la mañana —y con mucha insistencia, cabía decir. Por profundo que tuvieran el sueño, la Maestra de Bastión Hueco tenía pinta de tener reservas inagotables de energía— y mandados a Tierra de Partida. Ariasu había abierto un portal de oscuridad y mencionado algo de una misión, pero no había entrado en detalles. Con la excusa de «¡Ya os contará Lyn todo lo que necesitáis saber!», se los había quitado de encima. ¡Menudo morro!

Para colmo, Lyn no estaba por ninguna parte. Ronin los había encontrado al cabo de un rato mientras daban vueltas por jardines y castillo, quizás esperando a Lyn o buscándola ellos mismos. Con una actitud paternal respecto a los dos, les había contado que la misión estaba ahora a su cargo y que les acabaría de informar cuando se reunieran con sus Aprendices.

Y ahí estaban todos. Una vez se hubieron acercado, Ronin cerró la puerta y se dirigió al grupo, sentándose sobre una de las mesas.

De acuerdo, chicos. ¿Hacen falta presentaciones? —Enarcó una ceja en dirección a Piko y a Alaric y esperó—. Bien. Dicho esto, nos han llegado unos rumores muy preocupantes desde Castillo de Bestia —un mundo de por aquí cerca, para los que no lo sepáis. No hemos podido comprobar si son sólo cuentos o hay algo detrás, pero Lyn está que echa chispas y habría que ocuparse de ello cuanto antes.

Ronin dibujó una mueca, como si recordara algo desagradable.

Se trata de una bestia que ronda por el bosque, de un... La gente habla de un monstruo. —Empleó la palabra con cierto desagrado—. No es que sea ninguna novedad; ese mundo está lleno de «criaturas no humanas», por así decirlo —explicó, haciendo las comillas con las manos—. El problema es que nuestra bestia parece compartir varios rasgos con un Sincorazón. No os puedo dar una descripicón muy buena, que digamos, porque nos llega información confusa.

»Y aquí entráis vosotros.


El Maestro se llevó una mano a los pliegues del kimono y extrajo un pergamino enrollado, un tanto arrugado por los bordes. Alternó la mirada, entre Fátima y Saeko, dubitativo, y se lo tendió a la primera que se acercó a recogerlo. En cuanto lo desplegaran, darían con un detallado mapa de la aldea, con una serie de notitas y flechas en algunos edificios, señalados con una tosca caligrafía que más de uno reconocería.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Lo hizo Lyn en su día, cuando era Aprendiz. Bueno, con la ayuda de Kazuki para los dibujos —apuntó Ronin con una media sonrisa que casi no flaqueó—. No vamos sobrados de material, ¡así que más os vale tratarlo con cuidado! Os ayudará a moveros por la zona, sobre todo a la hora de preguntar a los civiles e investigar por aquí y por allá. Averiguad la naturaleza de esos rumores y si los aldeanos corren peligro, y sólo entonces entrad al bosque. Si la bestia es un Sincorazón, eliminadlo. Si es obra de los Villanos Finales, eliminadlos. Ya sabéis cómo va.

Pareció que Ronin iba a añadir algo más pero, fuera lo que fuera, se lo calló por el momento.

¿Alguna pregunta?



Fecha límite: 22 de noviembre


Spoiler: Mostrar
¡Bienvenidos a Un cuento antiguo como el tiempo! Espero que os guste lo que tengo pensado y disfrutéis roleando. En este primer post, los de Tierra de Partida tenéis libertad para narrar la clase de Fátima e interactuar entre vosotros (pero planeadlo todos de antemano, ¿eh?) hasta la llegada de Ronin. Lo mismo va para los de Bastión Hueco: podéis escribir cómo os encontráis y el viaje a Tierra de Partida, si queréis.

Al ser la primera ronda, os dejo un margen de cuatro días para escribir. Avisadme por privado si queréis mantener ese ritmo o si preferís extenderlo más. En cuanto a las fichas, ya os avisaré con tiempo antes de recogerlas, así que no os preocupéis.

Dudas y tomatazos por privado. ¡Nos leemos!~ :3
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Suzume Mizuno » Sab Nov 19, 2016 3:39 am

Imagen


Fátima no terminaba de estar cómoda dando clase. Sentía que era demasiado pronto para enseñarle nada a nadie —aunque a veces se decía que si Akio podía, ¿por qué no ella?— y que todos sus alumnos hubieran sido compañeros (o «enemigos», si miraba a Saeko) hasta hacía relativamente poco aumentaba esa sensación de alienación. No solo eso sino que en general tenían la misma edad o incluso eran mayores que ella.

Como Alaric. Su primer Aprendiz. Todavía le costaba creerlo. Y encima no tenía el menor interés en la magia… o al menos no se enteraba. Quería achacarlo a que era nuevo, como Piko, y que con el tiempo encontraría su encanto a la magia, pero de momento estaba más ocupada intentando planear clases con alumnos con experiencias, afinidades e intereses tan diferentes. Ni siquiera sabía si tenía capacidad alguna de enseñar nada a Saeko.

Al final había decidido que había que empezar cada clase con un resumen de los elementos más básicos: qué era una afinidad, cómo potenciarla y combinarla con otros tipos de magia o talentos. Como sabía que al principio era duro limitarse a leer —y que Alaric no tenía mucha idea, algo que debían solucionar cuanto antes— cuando uno podía estar experimentando, situó a Alaric y a Piko en un rincón de la clase despejado de libros y elementos inflamables o importantes. A ambos les dejó una copa con aceite y otra con agua delante.

Intentad congelar el agua o prender fuego al contenido—dijo, tratando de mostrarse segura. Sabía que Piko tenía afinidad con hielo, así que no le resultaría muy difícil. Miró a Alaric y añadió—: Sé que no es tu fuerte, pero tienes que intentarlo. Esta tarde entrenaremos cuerpo a cuerpo.—Lo último lo dijo con un amago de sonrisa. Alaric podía ser grande y fuerte y se sentía muy seguro con sus armas, pero era sencillo esquivar sus ataques, muy lentos desde su punto de vista.

El resto del tiempo lo dedicó a repasar a niveles más avanzados el tema de la combinación de hechizos de diferentes afinidades.

Claro que sería más interesante salir a practicar fuera.—Ahora que volvían a tener barrera, no había peligro de toparse con Sincorazón—. En la próxima clase empezaremos directamente allí y…

Toc, toc. ¿Se puedeeee?~

Ronin había asomado la cabeza por la puerta. Fátima sonrió con nerviosismo, casi aliviada por no tener que terminar. ¡Se sentía tan ridícula ahí plantada frente a la gente!

Claro, ya hemos acabado.

Ronin parecía realmente cansado y no era de extrañar. Hacía años que no tenían tantos trabajos y preocupaciones encima. Incluso con Bastión Hueco y Tierra de Partida colaborando otra vez, parecía que nunca se fueran a acabar los problemas.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Y pensar que hace cuatro días tú estabas ahí, entre ellos —dijo, acercándose a ella mientras miraba a los aprendices con una sonrisa nostálgica. Fátima amplió la sonrisa, algo sonrojada, y asintió. ¿Dejaría de hacérsele raro algún día?—. ¿Cómo te va? ¿Lo echas de menos? No seas muy blanda con las broncas, ¿eh? ¡Tenemos una reputación que mantener!

Rió con nerviosismo.

No creo que nadie me tomara en serio si les echara la bronca.

Ronin soltó una de sus estruendosas carcajadas y luego detuvo a Saeko, Alaric y Piko antes de que se marcharan.

Pero no os quedéis ahí, hombre. ¡Pasad, como si estuvierais en vuestra casa!

Al principio creyó que se refería a estos tres, pero luego escuchó unos pasos y comprobó que Nikolai y Saito entraban a la clase. Fátima miró de reojo a Saeko. Nikolai había regresado a Bastión Hueco después de una corta estancia en Tierra de Partida y sabía que tenía problemas con Saito… Y, bueno, era un problema incómodo.

De pronto comprendió lo que iba a pasar y se le cayó el alma a los pies, pero aun así se esforzó por saludar con una sonrisa a los recién llegados.

¡Hola!—Su relación con ambos había mejorado después de unas misiones, así que esperaba que si los mantenía separados, la misión, fuera cual fuera, pudiera prospterar…

Ronin se sentó sobre una de las mesas.

De acuerdo, chicos. ¿Hacen falta presentaciones? —Fátima esperó a que Alaric y Piko dijeran algo—. Bien. Dicho esto, nos han llegado unos rumores muy preocupantes desde Castillo de Bestia —un mundo de por aquí cerca, para los que no lo sepáis. No hemos podido comprobar si son sólo cuentos o hay algo detrás, pero Lyn está que echa chispas y habría que ocuparse de ello cuanto antes.

Fátima se llevó una mano a los labios. Solo había viajado en dos ocasiones a ese mundo y no habían sido buenas misiones.

Se trata de una bestia que ronda por el bosque, de un... La gente habla de un monstruo. —Fátima arqueó las cejas. Primero lobos, ahora un monstruo… Empezaba a ver cierto patrón. Pero por la mueca de Ronin, pensó que había algo más—. No es que sea ninguna novedad; ese mundo está lleno de «criaturas no humanas», por así decirlo. —¿Se referiría a Lyn? Con los años Fátima se había acostumbrado a ver a humanos con rasgos extraños, así que no terminaba de estar segura—. El problema es que nuestra bestia parece compartir varios rasgos con un Sincorazón. No os puedo dar una descripicón muy buena, que digamos, porque nos llega información confusa.

»Y aquí entráis vosotros.


Fátima se adelantó casi sin pensar a por el mapa que les tendió Ronin. Luego se dio cuenta de que había vacilado entre dárselo a ella o a Saeko y aunque le molestó un poquito, ¡la Maestra era ella!, después de echarle un vistazo se lo tendió a la chica sin poner mala cara.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Lo hizo Lyn en su día, cuando era Aprendiz. Bueno, con la ayuda de Kazuki para los dibujos. —Fátima sufrió una punzada en el corazón al escuchar ese nombre—. No vamos sobrados de material, ¡así que más os vale tratarlo con cuidado! Os ayudará a moveros por la zona, sobre todo a la hora de preguntar a los civiles e investigar por aquí y por allá. Averiguad la naturaleza de esos rumores y si los aldeanos corren peligro, y sólo entonces entrad al bosque. Si la bestia es un Sincorazón, eliminadlo. Si es obra de los Villanos Finales, eliminadlos. Ya sabéis cómo va. ¿Alguna pregunta?

Sí. ¿Lyn vendrá con nosotros?—preguntó Fátima. Imaginaba la respuesta pero quería asegurarse—. Esto es todo por mi parte, gracias.

Escucharía las preguntas de los demás, si las había. Luego, si Ronin no tenía nada más que añadir, carraspearía y diría a los nuevos:

Tenéis que ir al almacén a haceros con ropa apropiada. Alaric, creo que con lo normal vas bien, pero tú Piko… Vas a tener que ponerte algo para cubrirte las orejas y la, eh, la cola. En ese mundo tienen muchísimos prejuicios contra los que tienen un aspecto físico diferente, así que es mejor no arriesgarse, ¿comprendes?—Con los ojos no había mucho que se pudiera hacer, solo esperaba que fuera prudente.

Fátima iría al almacén a buscar ropa. Se haría con un vestido simple, de campesina, similar al que llevó en la última ocasión. También se pondría de nuevo pantalones y botas por debajo para facilitarse una carrera o incluso actuar como un hombre si era necesario. Pero recordaba perfectamente al señor Maurice y quería saber qué hacía sido de él. Quizás hasta pudiera darle alguna clase de información.

Luego se reuniría con los Caballeros y Aprendices.

Lo mejor sería que decidiéramos ahora a dónde vamos a ir. También que fuéramos al menos en parejas. Yo iré a la Casa del Inventor—informó—. Intercambiad números móvil. Si no tenéis, mejor emparejaos con alguien que sí tenga. Y… ¿acordamos la Plaza como lugar de reunión?

En principio no pondría quejas a ninguna decisión que tomaran. Esperaría a que Ronin les abriera el Portal —aunque podía hacerlo ella, él conocería mejor las zonas donde podían aparecer sin llamar la atención—.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor xXDarkAquaXx » Sab Nov 19, 2016 1:05 pm


Imagen


Piko estaba tan entusiasmado con todo en general, Tierra de Partida, Llaves Espada, Magia... La emoción le superaba pero sin olvidar el cometido que le ha llevado a dejar su isla y a su tía. Tocaba ir a clases, Piko era reacio a ello, por su mala fama de híbrido y tenía miedo de lo que pudieran pensar de el, pero aún así, decidió ir.

La clase estaba compuesta de varias personalidades juntas, libres pensadores, optimistas, aventureros, sabios, misteriosos, amistosos... era un popurrí de personas y Piko se sentía un poco más calmado. Buscaba un lugar dónde sentarse mientras miraba de reojo a los otros, viendo sus caras, reacciones al verle... Es algo que siempre le aterrorizaba en su hogar.

La profesora Fátima empezó haciendo un resumen de afinidades mágicas, Piro, Hielo, Aero... Por más que el atendía, sólo oía palabras en clave, menos "Hielo". Más tarde les mando una tarea práctica a Piko y a otra persona, Alaric. En un lugar apartado de libros y otras cosas, les puso en frente unas copas de aceite y agua.

Intentad congelar el agua o prender fuego al contenido—dijo Fátima. ¿Cómo se supone que iba a congelar el agua? Recordó el resumen y entendió que debía hacer. Fátima miró a Alaric y añadió—: Sé que no es tu fuerte, pero tienes que intentarlo. Esta tarde entrenaremos cuerpo a cuerpo.—Lo último lo dijo más para Alaric, su mirada fija en el mostraba más que mil palabras.

El resto del tiempo, Piko estuvo practicando el hechizo Hielo, a veces solo congelaba la superficie, otras hacia escarcha, pero al final, logró perfeccionarlo. Pronto acabaron las clases y Fátima anunciaba algo.

Claro que sería más interesante salir a practicar fuera.—dijo Fátima—. En la próxima clase empezaremos directamente allí y…

Toc, toc. ¿Se puedeeee?~

Alguien asomó la cabeza por la puerta, era un Maestro llamado Ronin.

Claro, ya hemos acabado.

Piko notó que Fátima estaba algo nerviosa, no parecía sentirse cómoda en ese momento.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Y pensar que hace cuatro días tú estabas ahí, entre ellos —dijo esa persona acercandose a Fátima—. ¿Cómo te va? ¿Lo echas de menos? No seas muy blanda con las broncas, ¿eh? ¡Tenemos una reputación que mantener!

Fátima rió nerviosa

No creo que nadie me tomara en serio si les echara la bronca.

Ronin se echó unas risas que casi destruyen las orejas de hipocampo de Piko y luego detuvo a la que llamaron Saeko seguido de Alaric y luego a mi antes de marcharnos.

Pero no os quedéis ahí, hombre. ¡Pasad, como si estuvierais en vuestra casa!

Piko estaba confuso, ¿pasar a dónde? Pronto obtuvo una respuesta, no se dirigía a ellos, sino a dos invididuos que estaban tras Ronin.

¡Hola!—Fátima estaba algo nerviosa, Piko desconocía si tendría algo que ver con esas dos personas. Ronin se sentó sobre una de las mesas.

De acuerdo, chicos. ¿Hacen falta presentaciones? —Fátima esperó a que Alaric y Piko dijeran algo—

Hola, mi nombre es Piko Barakubyuti, un placer. — Piko se presentó amablemente aunque estaba por segundos de estornudar e iba a ser algo incómodo, al final, se le pasó.

Bien. Dicho esto, nos han llegado unos rumores muy preocupantes desde Castillo de Bestia —un mundo de por aquí cerca, para los que no lo sepáis. No hemos podido comprobar si son sólo cuentos o hay algo detrás, pero Lyn está que echa chispas y habría que ocuparse de ello cuanto antes.

Fátima se llevó una mano a los labios. Parecía asustada.

Se trata de una bestia que ronda por el bosque, de un... La gente habla de un monstruo. — Piko oyó la palabra monstruo y estaba por echarse a reir. No sería la primera vez que Piko tuvo que lidiar con monstruos sin corazón y no eran precisamente las criaturas de las islas.—. No es que sea ninguna novedad; ese mundo está lleno de «criaturas no humanas», por así decirlo. — Piko sintió que allí no sería un bicho raro e instintivamente sonrió. Aunque luego recordó a Lyn y su sonrisa se marchitó. Aún no era capaz de hablar con ella sin desviar la mirada—. El problema es que nuestra bestia parece compartir varios rasgos con un Sincorazón. No os puedo dar una descripicón muy buena, que digamos, porque nos llega información confusa.

Y aquí entráis vosotros.


Fátima se adelantó casi sin pensar a por el mapa que les habia tendido Ronin. Luego se dio cuenta de que había vacilado entre dárselo a ella o a Saeko y aunque le molestó un poquito, la Maestra era ella, obviamente. Después de echarle un vistazo se lo tendió a la chica.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Lo hizo Lyn en su día, cuando era Aprendiz. Bueno, con la ayuda de Kazuki para los dibujos. —Fátima estaba a poco de un paro cardíaco al oir ese nombre—. No vamos sobrados de material, ¡así que más os vale tratarlo con cuidado! Os ayudará a moveros por la zona, sobre todo a la hora de preguntar a los civiles e investigar por aquí y por allá. Averiguad la naturaleza de esos rumores y si los aldeanos corren peligro, y sólo entonces entrad al bosque. Si la bestia es un Sincorazón, eliminadlo. Si es obra de los Villanos Finales, eliminadlos. Ya sabéis cómo va. ¿Alguna pregunta?

Sí. ¿Lyn vendrá con nosotros?—preguntó Fátima. Imaginaba la respuesta pero quería asegurarse—. Esto es todo por mi parte, gracias.

Yo también, ¿Que clase de criaturas no humanas?

Escucharía las preguntas de los demás, si las había. Luego, si Ronin no tenía nada más que añadir, carraspearía y diría a los nuevos:

Tenéis que ir al almacén a haceros con ropa apropiada. Alaric, creo que con lo normal vas bien, pero tú Piko… Vas a tener que ponerte algo para cubrirte las orejas y la, eh, la cola. En ese mundo tienen muchísimos prejuicios contra los que tienen un aspecto físico diferente, así que es mejor no arriesgarse, ¿comprendes?— En ese momento, Piko sintió que era lo más horrible que podia oir. Huye de la gente que lo odiaba para regresar a un mundo donde lo van a odiar. ¡Increíble!

Fue al almacén a buscar algo para cubrirle las orejas de hipocampo. Ocultar su cola era pan comido, tiene gen humano, era capaz de hacerla desaparecer a su antojo pero las orejas de hipocampo son hereditarias y no podía hacer lo mismo con ellas. Tan solo se despeinó su bien cuidado cabello y pudo ocultar sus orejas. Por si las moscas, tomó un sombrero de época, perfecto para ese mundo. Sus ojos tampoco eran algo fácil de ocultar, ya que toman los colores de su madre y su padre, dorado y azul. Solo podía estar la opción más fácil, las lentillas. ¡Cómo las odia! Piko es incapaz de ponerse unas sin que le moleste durante más de 5 segundos.

Ahora que estaba listo, iría a reunirse con los demás.

Lo mejor sería que decidiéramos ahora a dónde vamos a ir. También que fuéramos al menos en parejas. Yo iré a la Casa del Inventor—informó—. Intercambiad números móvil. Si no tenéis, mejor emparejaos con alguien que sí tenga. Y… ¿acordamos la Plaza como lugar de reunión?

Preferiría no ir sólo. Mi habilidad con la llave espada no es muy buena que digamos... ...y... ¿la plaza e-estará muy concurrida? —Piko temía de lo que dijeran los aldeanos, por miedo a que descubrieran que es en realidad.

Ya con la cabeza bien alta, esperó a que los demás estuvieran listos y pudieran partir al mundo que llaman "Castillo de Bestia".
Imagen
Tu y yo podremos dormir eternamente...
Abrazados
(I need more affection than you know)
Bajo un cielo hermoso como el mar...
¡Yo te quise y se que siempre te voy a querer!
Avatar de Usuario
xXDarkAquaXx
4. Bandido Lunar
4. Bandido Lunar
 
Mensajes: 94
Registrado: Mar Sep 27, 2016 5:58 am
Dinero: 3,246.53
Sexo: Masculino
Karma: 1

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Tsuna » Dom Nov 20, 2016 10:51 pm

Solo una palabra podía definir la situación de Saeko en ese momento: aburrimiento. Estaba sentada frente a una de las mesas dentro del aula, donde la maestra Fátima impartía su clase. Y era evidente que le faltaba experiencia como maestra, no tenía la misma soltura que el resto de maestros, y el contenido parecía ir más bien orientado a los nuevos, cosas básicas que ella ya sabía. Aun así tampoco mostró su pesadumbre, o se esforzó en la medida de lo posible por ocultarla.

En cierto momento, escuchando de fondo explicaciones que habría estudiado mil veces de memoria sobre afinidades y combinaciones de elementos desvió la vista hacia los otros aprendices. Uno era enorme, no parecía estar muy acostumbrado a clases tan teóricas, y el otro, de aspecto algo más frágil y joven presentaba características no muy propias de un humano —seguramente no lo fuera, pues Saeko era consciente de que en otros mundos como Espacio Profundo existían seres con todo tipo de formas—. Al tiempo la maestra decidió dejar de lado la teoría y se propuso otra cosa: llevar a la práctica esos conocimientos.

Saeko, aun con el libro abierto entre sus manos no perdió detalle de las pruebas.

Intentad congelar el agua o prender fuego al contenido —se fijó entonces en el grandullón—. Sé que no es tu fuerte, pero tienes que intentarlo. Esta tarde entrenaremos cuerpo a cuerpo.

Observó con curiosidad a los aprendices intentando cumplir con sus tareas, le llamó la atención el chico de aspecto extraño, pues usaba magia de elemento Hielo. Quizá ella misma pudiera darle algún consejo si la situación lo requería. La maestra entonces pasó a un nivel más avanzado, Saeko supo de inmediato que debía prestar más atención y centró la vista al frente.

Claro que sería más interesante salir a practicar fuera. En la próxima clase empezaremos directamente allí y…

Toc, toc. ¿Se puedeeee?~

Esa voz era inconfundible, el maestro Ronin. Una escena muy particular invadió la mente de Saeko, era imposible no recordar ese beso entre él y el maestro Ryota cada vez que se encontraba con alguno de los dos.

Claro, ya hemos acabado.

Saeko frunció el ceño en un intento de olvidarse de eso y centrarse en lo que estaba haciendo, luego cerró el libro con más fuerza de la usual por accidente. El maestro de maestros entró por la puerta, sonriente como siempre pero con un aspecto cansado y fatigado:

Spoiler: Mostrar
Imagen


Y pensar que hace cuatro días tú estabas ahí, entre ellos. ¿Cómo te va? ¿Lo echas de menos? No seas muy blanda con las broncas, ¿eh? ¡Tenemos una reputación que mantener!

Mientras Ronin se dirigía a la maestra Saeko volvió a desviar la vista hacia los otros dos aprendices, se fijó en sus copas para ver los progresos que habían hecho.

Pero no os quedéis ahí, hombre. ¡Pasad, como si estuvierais en vuestra casa!

Saeko miró al maestro con desconcierto, pensando si se estaba dirigiendo a ella y a los otros dos, o a qué se refería. No tardó en darse cuenta de la situación, pues dos personas más entraron en el salón por la puerta. La aprendiz abrió los ojos con sorpresa al ver ese cabello rubio y esa figura tan conocida, se trataba de Nikolai, no obstante esa ilusión casi se desvaneció al instante al ver quién le acompañaba, era Saito. Aunque confiaba por su última misión en Agrabah que ya no se llevaría a matar con él, era inevitable seguir sintiendo cierta molestia.

¡Hola! —escuchó decir a la maestra mientras se levantaba de su asiento y se dirigía hacia Nikolai.

Niko —le saludó a su manera con una sonrisa, situándose a su lado.

Después del reencuentro con el rubio Saeko desvió la vista hacia Saito, esperando coincidir con él para al menos saludarle desde la distancia con la mano y una tímida sonrisa, no sabía cómo iba a estar el ánimo del muchacho. Ronin se sentó sobre una de las mesas con toda la confianza del mundo y volvió a tomar la palabra.

De acuerdo, chicos. ¿Hacen falta presentaciones?

Hola, mi nombre es Piko Barakubyuti, un placer.

Saeko sólo logró escuchar su nombre, Piko, pues el apellido le sonó en otro idioma, pero como fuera ella también se presentó, aunque la mayoría ya la conocieran. En realidad no conocía a esos dos aprendices nuevos de nada.

Saeko. —y aguardó al resto, que seguramente también quisiesen presentarse. Le dirigió una mirada a Nikolai brevemente, deseando poder hablar con él con más tranquilidad.

Bien. Dicho esto, nos han llegado unos rumores muy preocupantes desde Castillo de Bestia —un mundo de por aquí cerca, para los que no lo sepáis. No hemos podido comprobar si son sólo cuentos o hay algo detrás, pero Lyn está que echa chispas y habría que ocuparse de ello cuanto antes.

Saeko expresó una mueca de cansancio, lo único que les llegaban últimamente eran preocupaciones relacionadas con Villanos Finales y Sincorazón, no llegaba a ver salida a esa historia interminable.

Se trata de una bestia que ronda por el bosque, de un... La gente habla de un monstruo. No es que sea ninguna novedad; ese mundo está lleno de «criaturas no humanas», por así decirlo. El problema es que nuestra bestia parece compartir varios rasgos con un Sincorazón. No os puedo dar una descripicón muy buena, que digamos, porque nos llega información confusa.

»Y aquí entráis vosotros.


Entonces Ronin rebuscó en su ropa hasta sacar un pergamino un tanto arrugado, y cuando se lo fue a entregar a alguien la aprendiz percibió que dudó entre si dárselo a la maestra o a ella misma, a lo que alzó una ceja desconcertada, sin creerse lo que estaba pensado el maestro. No era la primera vez que la dejaban a cargo de los aprendices en una misión, como hizo Nanashi en Tierras del Reino, y era una tarea que no le importaba cumplir, pero teniendo ya una maestra presente...

Fátima le echó un vistazo con detenimiento, y luego por sorpresa, se lo entregó a Saeko, que lo recogió sin ningún problema para abrirlo y ojearlo junto a Nikolai.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Lo hizo Lyn en su día, cuando era Aprendiz. Bueno, con la ayuda de Kazuki para los dibujos. No vamos sobrados de material, ¡así que más os vale tratarlo con cuidado! Os ayudará a moveros por la zona, sobre todo a la hora de preguntar a los civiles e investigar por aquí y por allá. Averiguad la naturaleza de esos rumores y si los aldeanos corren peligro, y sólo entonces entrad al bosque. Si la bestia es un Sincorazón, eliminadlo. Si es obra de los Villanos Finales, eliminadlos. Ya sabéis cómo va. ¿Alguna pregunta?

Saeko por su parte no tenía ninguna, era lo mismo de siempre. Esperó a que Ronin terminara de explicar todos esos detalles para entonces entregarle el mapa a los demás, si es que nadie se lo pedía mientras, y muy pendiente de que nadie lo tratara con brusquedad, pues como el maestro había dicho era un objeto muy importante.

Tenéis que ir al almacén a haceros con ropa apropiada. Alaric, creo que con lo normal vas bien, pero tú Piko… Vas a tener que ponerte algo para cubrirte las orejas y la, eh, la cola. En ese mundo tienen muchísimos prejuicios contra los que tienen un aspecto físico diferente, así que es mejor no arriesgarse, ¿comprendes?

Saeko no lo había visitado así que no podía decir mucho sobre el mundo y sus costumbres. Si era cuestión de ropa apropiada sabía ya cómo tratar esos casos, pues todavía guardaba en su habitación el vestido que utilizó en París.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Le seguía resultando un tanto incómodo en algunas partes del cuerpo, pero ya se iría acostumbrando durante la misión. Nikolai por su parte también se fue a cambiar, y una vez todos reunidos Saeko le analizó de arriba a abajo, no llevaba nada destacable pero eso no cambiaba el resultado.

Qué guapo te has puesto —le susurró en voz baja con una media sonrisa.

Lo mejor sería que decidiéramos ahora a dónde vamos a ir. También que fuéramos al menos en parejas. Yo iré a la Casa del Inventor. Intercambiad números móvil. Si no tenéis, mejor emparejaos con alguien que sí tenga. Y… ¿acordamos la Plaza como lugar de reunión?

Preferiría no ir sólo. Mi habilidad con la llave espada no es muy buena que digamos... ...y... ¿la plaza e-estará muy concurrida?

Saeko miró a Nikolai buscando su confirmación, el chico pareció estar de acuerdo con ir los dos juntos durante la misión, así que la aprendiz comunicó su decisión a los demás.

Niko y yo investigaremos juntos, nos ocuparemos del mercado mismamente.

Tocaba ver cómo se organizaban los demás, ella y su compañero ya estaban preparados para partir.
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor H.S Sora » Lun Nov 21, 2016 11:26 pm

Me quedé mirando el espejo del baño, sin saber muy bien qué hacer. Ariasu continuó llamándome a través de la puerta hasta que cerciorada de que ya debía estar despierto, yo y medio Bastión, se alejó. El mensaje había sido claro: quería que fuera a la Sala del Trono, para recibir una misión.

Las piernas me temblaban, había acabado acurrucado en una esquina.

«La gente siempre va a sufrir y debes aceptarlo cuanto antes.»


Todos iban a sufrir, no importaba lo que yo hiciera. No estaba preparado para ir a una misión, no después de lo que había pasado en Reino Encantado. De lo que Nanashi había tenido que pasar por nuestra culpa. De lo que casi engulle un mundo, a un ángel.

No puedo… yo no puedo...

«Gracias, por cierto. Aunque haya salido un poco mal, ha sido gracias a ti que ella se haya salvado.»


«Ha sido un placer. Me alegra haber contado contigo para esta misión.»


Miré al techo con lágrimas en los ojos. ¿Así era como quería acabar mis días? ¿Desolado, arrepintiéndome de los errores del pasado? ¿O sintiéndome débil, paralizado por el miedo? La risa del dragón erizo mi vello.

Apreté con fuerza mis nudillos, poniéndome en pie.

No.

«Lo que importa es lo que hagamos con lo que sentimos.»


No dejaría que el miedo me parara. Si tenía que correr lo haría, aunque las piernas me cedieran. Y si se rompían me arrastraría, pelearía con todo lo que tuviera hasta que no tuviera aliento para continuar. Y ni aún así descansaría, volvería después de la muerte. Llevaría más allá mis límites. Para no tener que ver de nuevo todo mi alrededor devastado, destruido por mis errores.

Y para cargar con el sufrimiento de las personas a las que quería, y que no había sabido proteger.

***


Llegué al punto de encuentro que la Maestra había dicho, a pesar de que me había cambiado sin saber muy bien a qué mundo iríamos, pero nunca estaba de más ir a «La antigua». No llamabas demasiado la atención en los mundos modernos, y en los demás pasabas casi desapercibido. Aunque si Ariasu me lo decía, siempre podía ir a cambiarme.

Dejé de divagar al ver que ya había un Aprendiz, entorné los ojos: ¿un novato? Cuando me acerqué descubrí que no. Era alguien a quién ya conocía. Lo suficiente como para saber que no debería estar ahí.

Nikolai Everard.

Habíamos cooperado en Reino Encantado, y no lo habíamos hecho demasiado mal trabajando juntos, pero ahí acababa todo. Seguía teniendo presente los dos enfrentamientos que habíamos tenido el día de lo sucedido en Castillo del Olvido, y era algo que no tenía previsto olvidar.

Aunque si había que cooperar, se haría. No sería un estorbo para la misión, fuera cual fuera.

A pesar de todo, miré a la Maestra Ariasu, en busca de alguna explicación. Pero en su lugar, lo que obtuve fue una jarra de agua fría: teníamos una misión, en Tierra de Partida… ¿y por qué estaba él ahí en lugar, de por ejemplo, esperar con la Maestra Lyn, quién se suponía que nos iba a informar, a mi llegada?

No me costó entenderlo, aunque si asimilarlo: Había vuelto a Bastión Hueco.

Atravesé el portal, en silencio y sin mirar atrás. Iba a ser una misión muy larga.

***


No me detuve a pararme a ver en qué parte de la otra Orden nos había hecho llegar Ariasu, siendo ella quizá sería el lugar más alejado que conociera, y me fiaba que para ello el antiguo miembro que me acompañaba me guiara hasta la Maestra Lyn.

Oye, Nikolai. ¿Has vuelto a Bastión Hueco, verdad?

No me detuve a esperar una respuesta, y lancé un derechazo directo a su rostro. Si lo paraba o no, no era lo que me importaba. Evidentemente estaría preparado por si contraatacaba.

Eres bastante peculiar, ¿qué ha pasado con lo de que no compartir los ideales de Bastión Hueco implicaba no estar en él? —Le miré con verdadera y ácida curiosidad—. Has vuelto a las primeras de cambio, y no te juzgaré por ello.

Bueno, quizás sí.

Pero tus motivos tendrás. Imagino que lucharás por lo que crees justo, y me parecía adecuado decirte que yo haré lo mismo.

»Hasta la última de las consecuencias, pasando por encima de quién haga falta.

Hasta que ella vuelva.

Esperé si quería responder, y entonces le seguí… pero no encontrábamos a Lyn, parecía haberse esfumado. En su lugar, tuvo que encontrarnos Ronin. De todos los Maestros de Tierra de Partida, tenía que ser él el que nos recibiera y se hiciera cargo de la misión.

Había cabreado a alguien de ahí arriba, y mucho.

No tuve más remedio que seguirle.

Toc, toc. ¿Se puedeeee?~

Estábamos fuera de una de las aulas, esperando a Dios sabe qué. Los aprendices salían a borbotones, y en más de una ocasión estuve tentado a ponerle la zancadilla a alguno de los que pasaron por mi lado. Pero no lo hice. En su lugar me limité a esperar a que me dieran órdenes, aunque tuvieran que ser de Don Uniojo.

La carcajada estridente me hizo anhelar aún más mi hogar.

Pero no os quedéis ahí, hombre. ¡Pasad, como si estuvierais en vuestra casa!

No sabía que mi casa se hubiera convertido en el infierno.

Entré en el aula, algo indiferente. Los sucesos recientes habían acabado con parte de la estética perfecta y repelente que había tenido en su día el Castillo que no había llegado a ver demasiado, aunque las obras se habían acelerado bastante.

Quedaban cuatro personas en la sala cuando entramos y Ronin cerró la puerta. Dos me eran desconocidas. Pero las otras dos…

¡Hola!

Hola, Fátima. —Traté de esbozar una media sonrisa, aunque sin mucho éxito.

A pesar de mi aparente calma, me había puesto en tensión al ver quién era la otra persona que reconocía. La última vez que la había visto, había sido en Agrabah. Muchas cosas habían cambiado desde entonces y no sabía cómo estaría ella conmigo.

Por eso me sorprendió ver que me miraba y movía la mano mientras... ¿sonreía? Le devolví el saludo, inseguro.

Cálmate.

Con Ronin sentado en una de las mesas, empezó la reunión:

De acuerdo, chicos. ¿Hacen falta presentaciones? —Parecía dirigirse hacia los dos Aprendices que no me sonaban de nada. Debían ser nuevos.

Saito —me limité a añadir al final, si tenía que compartir misión con ellos al menos que se supieran mi nombre.

Bien. Dicho esto, nos han llegado unos rumores muy preocupantes desde Castillo de Bestia —un mundo de por aquí cerca, para los que no lo sepáis. No hemos podido comprobar si son sólo cuentos o hay algo detrás, pero Lyn está que echa chispas y habría que ocuparse de ello cuanto antes.

Enarqué una ceja. ¿Entonces por qué no era ella la que nos ponía al tanto?

Se trata de una bestia que ronda por el bosque, de un... La gente habla de un monstruo.

La última palabra resonó como un profundo eco recordatorio durante el resto de la explicación. Tenía un nudo en el estómago, y no estaba muy seguro de estar disimulando bien el sudor frío que había empezado a recorrerme la espina dorsal.

No es que sea ninguna novedad; ese mundo está lleno de «criaturas no humanas», por así decirlo. El problema es que nuestra bestia parece compartir varios rasgos con un Sincorazón. No os puedo dar una descripción muy buena, que digamos, porque nos llega información confusa.

»Y aquí entráis vosotros.

Busqué la mirada de Fátima. Esperaba que no estuviera pensando lo mismo que yo… Apenas me fijé en el mapa, más preocupado y centrado en lo que había pasado en mi última visita a la Cité.

Lo hizo Lyn en su día, cuando era Aprendiz. Bueno, con la ayuda de Kazuki para los dibujos. No vamos sobrados de material, ¡así que más os vale tratarlo con cuidado! Os ayudará a moveros por la zona, sobre todo a la hora de preguntar a los civiles e investigar por aquí y por allá. Averiguad la naturaleza de esos rumores y si los aldeanos corren peligro, y sólo entonces entrad al bosque. Si la bestia es un Sincorazón, eliminadlo. Si es obra de los Villanos Finales, eliminadlos. Ya sabéis cómo va.

»¿Alguna pregunta?

Sí. ¿Lyn vendrá con nosotros?

Yo también, ¿Que clase de criaturas no humanas?

Me fije en que el tal Piko Barako-algo, el que acababa de preguntar tendría que cambiarse, de ropa o tendríamos un ligero problema. ¿De dónde había salido? Había visto muchas cosas, pero nunca a nadie con un puñetero micrófono en la cola.

En fin.

Me volví a centrar. La misión, era el turno de preguntas.

En la última misión que tuve, visité un Castillo algo aislado en el bosque que estaba plagado de Sincorazón… no sé si tiene mucho que ver con la misión, ¿pero que ha sido de eso?

Esperé la respuesta, y entonces le tendí la mano a Saeko, que parecía que ya había acabado de mirar el mapa. Mientras tanto, Fátima daba instrucciones a los demás aprendices para que se cambiasen, pero por suerte yo ya iba adecuado para un mundo como ese, que me recordaba tanto a la Cité.

No tenía un buen augurio de todo lo que estaba pasando, pero aún así mostré entereza y traté de memorizar el mapa para no perderme dado el caso.

Lo mejor sería que decidiéramos ahora a dónde vamos a ir. También que fuéramos al menos en parejas. Yo iré a la Casa del Inventor. Intercambiad números móvil. Si no tenéis, mejor emparejaos con alguien que sí tenga. Y… ¿acordamos la Plaza como lugar de reunión?

Preferiría no ir sólo. Mi habilidad con la llave espada no es muy buena que digamos... ...y... ¿la plaza e-estará muy concurrida?

Niko y yo investigaremos juntos, nos ocuparemos del mercado mismamente.

Me parece bien quedar en la Plaza. Yo investigaré la Iglesia —dije. Quién quisiera venir, era bienvenido. Más o menos.

Me acerqué a Fátima y le tendí el mapa, aprovechando para susurrarle:

Mucha suerte, Maestra.

Me alejé, mientras me preparaba mentalmente. No estaba muy seguro de lo que nos íbamos a encontrar… pero ya fueran Sincorazón, Villanos Finales o Monstruos, estaría preparado.

Aquel era el nacimiento de un nuevo Saito.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Drazham » Mar Nov 22, 2016 2:43 am

Nikolai aún no entendía como los aprendices de Ariasu podían llegar a acostumbrarse a sus continuos arrebatos y a ese exceso de júbilo que la llegaba a hacer tan imparable. Tal vez con el tiempo o a la fuerza. Quien sabe, porque para que entrase en sus cuartos cual terremoto, en las primeras horas de la mañana, tal cual le hizo ella, se necesitaba estar curado de espanto. Menos mal que solía ser madrugador, porque poco le faltó para que lo pillase en pijama. Vino tal cual se fue, con un aviso de que lo esperaba en la Sala del Trono y poco más que decir.

Invasiones “express” a su dormitorio aparte, no podía ser mala señal que los Maestros le tuviesen ya en cuenta para encargos pese a su reciente reincorporación a Bastión Hueco. Previendo lo que se avecinaba, cogió lo imprescindible y, tras acicalarse, salió en dirección al lugar acordado. Se sintió un poco extraño al recorrer los pasillos, las escalinatas, y el último tramo es la red de ascensores. Los habría usado montones de veces, y pese a que su estancia en Tierra de Partida fue corta, le pareció una eternidad desde la última vez.

Al menos seguía recordando el camino y llegó a la Sala del Trono lo más puntual posible. Allí no tardó en dar con Ariasu y otra persona a la que no tardó en reconocer con una punzada en el estómago.

Nikolai Everard.

«Oh, por dios. No. No».

Procuró mostrarse impasible nada más ver a Saito y no dedicarle más de un rápido vistazo antes de acercarse a la Maestra. ¿De todos los aprendices en Bastión Hueco y le tenía que tocar él? Quería pensar que Ariasu los juntó sin tener en cuenta que ambos eran como el agua y el aceite.

Ariasu no tardó en confirmarle lo que se temía y se le cayó el alma a los pies: tendrían que colaborar, otra vez, para un encargo de la Maestra Lyn. Ni siquiera les dio los detalles, les abrió un Portal a Tierra de Partida para que la buscasen y se desentendió por completo. Sin opción a rechistar. Nikolai se pasó la mano por la cara para contenerse las ganas de rugir y maldecir en voz alta.

Saito se metió en el Portal sin mediar palabra o dirigirle la mirada. No es que él mismo tampoco tuviese intención de socializar, ni mucho menos. Prefería mil veces el silencio a que le soltase una de sus impertinencias.

El problema radicaba en cuánto duraría el silencio.

***


Como Ariasu no les dio ni una mísera indicación de dónde empezar a buscar y que la fobia sin sentido de Saito englobaba incluso el castillo de Tierra de Partida, le tocó hacer de guía y esperar que diesen con Lyn cuanto antes. Tenía entendido que era de las que priorizaba el entrenamiento físico ante todo, por lo que su primera opción fueron las zonas de práctica en los jardines.

Oye, Nikolai. ¿Has vuelto a Bastión Hueco, verdad?

Y para variar, sus expectativas de que Saito no le daría la lata quedaron en nada. Puso los ojos en blanco y se volteó, justo a tiempo para encontrarse con un derechazo sorpresa a su cara. Se apartó por los pelos y el muy capullo sólo le rozó la mejilla.

Entonces retrocedió un paso y le lanzó una mirada lo bastante fría como para camuflar la ira contenida.

No estoy de humor para que me vengas con tus gilipolleces —le advirtió alto y claro. Ni tenía ganas, ni quería montar una escena en medio del lugar porque al otro le diese un brote y buscase camorra, pero como le buscase las cosquillas…

Eres bastante peculiar, ¿qué ha pasado con lo de que no compartir los ideales de Bastión Hueco implicaba no estar en él?—La mirada de Nikolai se volvió más afilada con el tonito impertinente de Saito—. Has vuelto a las primeras de cambio, y no te juzgaré por ello.

«Ah, así que tú, un puñetero fanático psicótico al que sólo le importan sus ideales de cateto retrógrado y que no tiene reparos en pisotear las creencias de los demás y escupirles a la cara, va y me dice que no va a juzgar mis decisiones. Y tendré que sentirme halagado y todo. De verdad, me encantaría saber en qué cojones pensaron los Maestros cuando se les ocurrió reclutar a alguien que el único respeto que siente es su propio egocentrismo».

Decir que hizo un esfuerzo titánico guardarse toda esa bilis era quedarse corto. Calló, muy a su pesar, y guardó la compostura con el único anhelo de que sería peor entrar en su juego.

Pero tus motivos tendrás. Imagino que lucharás por lo que crees justo, y me parecía adecuado decirte que yo haré lo mismo.

»Hasta la última de las consecuencias, pasando por encima de quién haga falta.

Nikolai entornó los ojos y se esperó un par de segundos antes de retirarle la vista.

Si ya has terminado, muévete y no perdamos más el tiempo.

Dicho eso, volvieron a deambular, solo que ahora Nikolai no tuvo más remedio que ir con un ojo en la nuca para no encontrarse con más sorpresitas. Para mayor escarnio, Lyn no estaba por ninguna parte. La buscaron por los jardines, la planta baja del castillo… y nada.

Entonces se encontraron a Ronin —más bien fue él quien se los encontró— y este les explicó que todo este tiempo Lyn no estaba disponible y que le relegó la misión. Entre que ya venía calentito por las circunstancias y esto, Nikolai se guardó para sí mismo el mosqueo que llevaba encima. No era plan con Ronin delante, y más cuando el hombre no tenía culpa de nada y tuvo la amabilidad de hacerse cargo de ellos por las molestias.

Le siguieron hasta uno de los pisos en donde se impartían clases teóricas y se metió en un aula después de llamar. Nikolai enarcó una ceja y estiró el cuello, sin llegar a entrar, pero lo único que se escuchaba era el vozarrón dicharachero de Ronin que no se llegaba a entender. No fue hasta que el hombre se asomó y les espetó:

Pero no os quedéis ahí, hombre. ¡Pasad, como si estuvierais en vuestra casa!

Qué decir que su actitud tan dicharachera con todo le cogía desprevenido, más viniendo del líder de Tierra de Partida. Se encogió de hombros y pasó a la clase con algo de recelo.

¡Hola!

A la primera que vio fue a Fátima, dirigiéndole una sonrisa. Nikolai se la devolvió y la saludó con un gesto. Las cosas entre ellos habían mejorado un poco después de trabajar juntos en un par de ocasiones, por lo que pensó que tampoco habría contratiempos en esta ocasión.

Buenas. —Luego se fijó en el resto de los presentes. Al fortachón de Alaric ya lo conocía de la otra vez, y el otro con esas orejas y cola tan peculiares le era nuevo—. Y hola al resto, soy…

Niko.

Nikolai dio un respingo y abrió mucho los ojos al percatarse de la otra persona en la estancia que se le acercó.

Saeko… —Carraspeó al darse cuenta de la cara de alelado que estaría poniendo y le dedicó una sonrisa medio vergonzosa.

Desde luego, a ella no se la esperaba allí. Al menos no en esa situación. Pese a volverse al bastión, seguían en contacto por móvil y viéndose cada dos por tres cuando tenían un hueco libre en sus horarios para que las cosas entre ellos siguiesen, más o menos, iguales.

Si estaba con los nervios a flor de piel era porque no había venido hoy para charlar o para darle lecciones de baile. Iban a participar juntos en una misión. Junto a Saito. Muchas, muchísimas cosas podían acabar mal como se le cruzasen los cables. Lo último que necesitaba es que pillase a Fátima de por medio, aun reticente con la presencia de Bastión Hueco.

Ronin tomó asiento en un pupitre y se dirigió al grupo. Antes de imitarle, le dio un suave apretón a Saeko, un «ya hablaremos después» que cogería al vuelo.

De acuerdo, chicos. ¿Hacen falta presentaciones?

Nikolai Everard. Mucho gusto —se presentó.

Bien. Dicho esto, nos han llegado unos rumores muy preocupantes desde Castillo de Bestia —un mundo de por aquí cerca, para los que no lo sepáis. No hemos podido comprobar si son sólo cuentos o hay algo detrás, pero Lyn está que echa chispas y habría que ocuparse de ello cuanto antes.

Otro mundo que no le sonaba. Eso ya era razón de por sí para tener el doble de prudencia.

Se trata de una bestia que ronda por el bosque, de un... La gente habla de un monstruo. —Nikolai torció la boca. Casi lo decía como si fuese demasiado anormal—. No es que sea ninguna novedad; ese mundo está lleno de «criaturas no humanas», por así decirlo. —Y al parecer, esas criaturas no serían bien vistas por los humanos. No sería el primer caso similar que se encuentra, aunque en sitios como reino Encantado tenían razones de sobra para temer a algunas de esas criaturas…—. El problema es que nuestra bestia parece compartir varios rasgos con un Sincorazón. No os puedo dar una descripicón muy buena, que digamos, porque nos llega información confusa.

»Y aquí entráis vosotros.

Ronin se sacó de la ropa un papel que cogió Fátima de inmediato. Luego se lo pasó a Saeko al revisarlo, y esta llamó a Nikolai. Se acercó para comprobar que se trataba de un mapa que, por el trazado, debía estar hecho a mano.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Lo hizo Lyn en su día, cuando era Aprendiz. Bueno, con la ayuda de Kazuki para los dibujos. —Kazuki… Nikolai no pudo evitar ladear ligeramente la cabeza, incómodo—. No vamos sobrados de material, ¡así que más os vale tratarlo con cuidado! Os ayudará a moveros por la zona, sobre todo a la hora de preguntar a los civiles e investigar por aquí y por allá. Averiguad la naturaleza de esos rumores y si los aldeanos corren peligro, y sólo entonces entrad al bosque. Si la bestia es un Sincorazón, eliminadlo. Si es obra de los Villanos Finales, eliminadlos. Ya sabéis cómo va. ¿Alguna pregunta?

Fátima ya preguntó por Lyn y y Piko sacó el asunto de qué naturaleza tenían esas supuestas «criaturas». Por su parte, había otro asunto que le interesaba saber.

¿Se sabe algo más sobre los percances que han tenido los aldeanos con el monstruo? Algún incidente en especial por el que podamos comenzar.

Una vez acabó la ronda de preguntas, Fátima tomó el relevo para hacer de jefa de equipo. Esperaba que se les diese mejor que la otra vez en tebas.

Tenéis que ir al almacén a haceros con ropa apropiada. Alaric, creo que con lo normal vas bien, pero tú Piko… Vas a tener que ponerte algo para cubrirte las orejas y la, eh, la cola. En ese mundo tienen muchísimos prejuicios contra los que tienen un aspecto físico diferente, así que es mejor no arriesgarse, ¿comprendes?

Con eso en mente, fue con el resto al almacén y buscarse algo que le recordase a los aldeanos de Reino Encantado, pues esta vez cundía ir de incógnito, y no de caza de brujas. Al final se hizo con una camisa de lino blanca, un par de botines y una chaqueta que tiraba a simplona. Con eso ya debería dar el pego como el típico pueblerino medio.

Qué guapo te has puesto.

Le subió un hormigueo al escuchar el susurro de Saeko, con un leve sonrojo incluido. Volvió a carraspear en un intento de recuperar la compostura —¿se le notaría ya demasiado nervioso?— y bisbiseó.

Gracias. Tú… también estás muy guapa. —La sinceridad por delante: el vestido le quedaba muy bien, aunque tal vez un poco justo.

Lo mejor sería que decidiéramos ahora a dónde vamos a ir. También que fuéramos al menos en parejas. Yo iré a la Casa del Inventor. Intercambiad números móvil. Si no tenéis, mejor emparejaos con alguien que sí tenga. Y… ¿acordamos la Plaza como lugar de reunión?

No tardó en notar que Saeko pensó en lo mismo que él y lo buscaba con la mirada. Le sonrió y asintió con la cabeza.

Niko y yo investigaremos juntos, nos ocuparemos del mercado mismamente.

A ver si podía enderezar un poquito este comienzo tan desastroso.
ImagenImagen
Avatar de Usuario
Drazham
26. Umbrío
26. Umbrío
 
Mensajes: 762
Registrado: Jue Oct 17, 2013 9:55 pm
Dinero: 133,197.76
Banco: 15,378.00
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 6

Ronda #1 - Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Astro » Mar Nov 22, 2016 9:45 pm

Imagen

Alaric reprimió un bostezo, mirando con una mezcla de aburrimiento y resignación los vasos de aceite y agua frente a él. Daba igual cuántas veces se lo dijera a Fátima, ella insistía en que debía aprender a usar magia (o al menos intentarlo), para el pesar del grandullón. Porque vale que su interés fuese mínimo, pero todos sus intentos de hacer un mínimo de algo mágico habían sido un fracaso total.
Para Alaric estaba claro: la magia no era lo suyo. Su maestra, en cambio, no parecía querer darse por vencida tan pronto. ¿Querría demostrar que era capaz de enseñarle aun siendo novata? Quizás.

Aquel tostón fue interrumpido (¡menos mal!) cuando Ronin (el jefe de los maestros de Tierra de Partida, el mandamás del lugar) llamó a la puerta.

Toc, toc. ¿Se puedeeee?~

Con un aire campechano, como si fuese lo más habitual del mundo, entró en el aula y se acercó a Fátima.

Y pensar que hace cuatro días tú estabas ahí, entre ellos —le dijo—. ¿Cómo te va? ¿Lo echas de menos? No seas muy blanda con las broncas, ¿eh? ¡Tenemos una reputación que mantener!

No creo que nadie me tomara en serio si les echara la bronca.

A Alaric se le escapó una sonrisa pícara. No le faltaba razón: no imponía mucha autoridad de primeras.

Pero no os quedéis ahí, hombre. ¡Pasad, como si estuvierais en vuestra casa!

Aquello fue dirigido a dos chicos que estaban fuera: aprendices de Bastión Hueco, al parecer. Uno rubio y otro moreno, entraron y dirigieron miradas entre los aprendices presentes. Varios se conocían, era evidente. Alaric, agradecido de poder olvidar el maldito vaso de agua que no se congelaba, se acercó al grupo y se cruzó de brazos.

De acuerdo, chicos. ¿Hacen falta presentaciones?

Alaric.

Bien. Dicho esto, nos han llegado unos rumores muy preocupantes desde Castillo de Bestia —un mundo de por aquí cerca, para los que no lo sepáis. No hemos podido comprobar si son sólo cuentos o hay algo detrás, pero Lyn está que echa chispas y habría que ocuparse de ello cuanto antes. Se trata de una bestia que ronda por el bosque, de un... La gente habla de un monstruo. No es que sea ninguna novedad; ese mundo está lleno de «criaturas no humanas», por así decirlo —Alaric enarcó una ceja. ¿No humanos?—. El problema es que nuestra bestia parece compartir varios rasgos con un Sincorazón. No os puedo dar una descripicón muy buena, que digamos, porque nos llega información confusa.

»Y aquí entráis vosotros.


Sacó de un bolsillo un pergamino de aspecto viejo, dejando que Fátima lo cogiera y lo abriese. Su aprendiz, aprovechando la ventaja de la altura, pudo echarle un vistazo a lo que parecía ser un mapa dibujado:

Spoiler: Mostrar
Imagen


Lo hizo Lyn en su día, cuando era Aprendiz. Bueno, con la ayuda de Kazuki para los dibujos —¿Kazuquién?—. No vamos sobrados de material, ¡así que más os vale tratarlo con cuidado! Os ayudará a moveros por la zona, sobre todo a la hora de preguntar a los civiles e investigar por aquí y por allá. Averiguad la naturaleza de esos rumores y si los aldeanos corren peligro, y sólo entonces entrad al bosque. Si la bestia es un Sincorazón, eliminadlo. Si es obra de los Villanos Finales, eliminadlos. Ya sabéis cómo va. ¿Alguna pregunta?

Varios hicieron preguntas, y una vez resueltas Fátima se puso manos a la obra para organizarles.

Tenéis que ir al almacén a haceros con ropa apropiada. Alaric, creo que con lo normal vas bien, pero tú Piko… Vas a tener que ponerte algo para cubrirte las orejas y la, eh, la cola. En ese mundo tienen muchísimos prejuicios contra los que tienen un aspecto físico diferente, así que es mejor no arriesgarse, ¿comprendes?

Qué sorpresa —comentó con sarcasmo, mientras se erguía. Lo de los prejuicios hacia los diferentes parecía ser algo universal.

Mientras los demás fueron al almacén, Alaric se dirigió a su cuarto para hacerse con sus ropas habituales. Desde que había llegado a Tierra de Partida había empezado a acostumbrase a prendas más "modernas", pero en el fondo echaba de menos la sencillez de su mundo. Además, las cremalleras eran odiosas.

Equipado con lo necesario, se reunió con los demás.

Lo mejor sería que decidiéramos ahora a dónde vamos a ir. También que fuéramos al menos en parejas. Yo iré a la Casa del Inventor

Voy contigo —dijo, asintiendo con la cabeza.

Apenas tenía experiencia en misiones, y nunca había hecho ninguna con su maestra, así que sería una buena ocasión para ver y aprender.

Intercambiad números móvil. Si no tenéis, mejor emparejaos con alguien que sí tenga. Y… ¿acordamos la Plaza como lugar de reunión?

Sigo sin entender eso de los móviles y el intermet...

No tenía más que añadir, así que esperó mientras los demás se organizaban y cruzó el portal en cuanto se abriese. Destino: acabar con una bestia.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Denna » Sab Nov 26, 2016 1:34 am

Ronin escuchó con atención sus preguntas. Que Fátima mencionara a Lyn hizo que hundiera los hombros un largo momento antes de responder.

No, Lyn no va a venir. Pero quiere que sepáis que confía en vosotros para esta misión. Si la misión se tuerce, podéis llamarnos a ella o a mí; vendremos enseguida. Esta vez tendré el móvil encendido... —añadió, distraído.

Acto seguido fue el turno de Piko.

Yo también, ¿Que clase de criaturas no humanas?

Ronin soltó una risa sardónica, apagada, y lo miró con cierta tristeza.

Será mejor que no te cruces con ninguna, chaval. Los bosques de ese mundo son más peligrosos de lo que creéis. Saeko, ¿me dejas el mapa un segundo? —Ronin estiró el brazo y señaló los árboles dibujados a la derecha del mapa, arriba—. Evitad esta zona. Está plagada de criaturas conocidas como licántropos: hombres lobo. Lyn se va a poner hecha una furia por hablaros de ellos, pero mejor prevenir. Además, nuestra bestia apareció por aquí, pasado este descampado. —Dibujó un círculo con el dedo en la zona sureste del mapa. Luego volvió a dirigirse a Piko—. Para entrar en la aldea vas a tener que disfrazarte. Es un mundo anticuado, y su gente no reacciona bien a lo extraño.

Le devolvió el mapa a Saeko y esperó a que los demás se manifestaran.

En la última misión que tuve, visité un Castillo algo aislado en el bosque que estaba plagado de Sincorazón… no sé si tiene mucho que ver con la misión, ¿pero que ha sido de eso? —inquirió Saito.

No tiene que ver con la misión. —Ronin negó con la cabeza—. Ese castillo está en el mismo bosque en el que apareció la bestia, pero... Bueno, creedme, no hace falta ni acercarse. Es más —os prohíbo que os acerquéis a ese castillo. No es relevante. ¿Entendido?

La respuesta del Maestro fue tajante. Si bien no parecía enfadado ni contestó a Saito con malas maneras, quedaba claro que no tenía más que decir sobre el misterioso castillo. Cómo estaba tan seguro de que no tenía que ver con la misión o qué había ahí, no lo compartió ni con la Maestra ni con los Aprendices.

Se tomó un instante antes de responder a Nikolai.

Percances, ¿eh..? La verdad es que los rumores cuentan de todo, pero se contradicen. Que si la bestia asesinó a un grupo de personas, que si se cuela en la aldea por la noche y devora ovejas... Me da que vais a tener que contrastar la información vosotros mismos y averiguarlo. Lo siento, no puedo ayudaros más.

Una vez se hubieron coordinado y preparado, Ronin se levantó.

Novatos, tomad esto. —Les tendió a Alaric y a Piko un objeto negro, pequeño y compacto, de forma rectangular. Puede que tras su breve estancia en Tierra de Partida lo conocieran ya: un teléfono móvil—. Os servirá para comunicaros con los demás en caso de que encontréis algo importante o estéis en peligro —pero cuidado, sólo tiene una llamada y tres mensajes disponibles, entonces dejará de funcionar. Aprovechadlos bien. Y tened en cuenta que los aldeanos no os deben ver utilizándolo.

Spoiler: Mostrar
¡Alaric y Piko obtienen cada uno un Teléfono desechable x1!


Con un gesto, el Maestro de Maestros abrió un Portal de Luz delante de ellos. Les hizo una seña para que pasaran y se despidió alegremente con la mano.

¡Buena suerte!

* * *


Imagen


El Portal los dejó en el descampado que Ronin había mencionado antes. Una hilera de casitas se vislumbraba en la lejanía —la entrada a la aldea, parecían de juguete a esa distancia. Detrás de ellos se extendía el bosque, cuyos árboles daban la impresión de comerse el horizonte. Ahí dentro se escondía no sólo su bestia, sino también el castillo que el Maestro les había prohibido visitar. ¿Se atrevería alguno a aventurarse, ahora que no estaba?

No muy lejos de su posición estaba la casa del inventor, a la que Fátima y Alaric querían ir. Aunque aparecía dibujada y señalada en el mapa, el comentario de Lyn no era demasiado explicativo:

Alejada de la aldea, viven un hombre mayor y su hija. Zona no hostil.


Y sin embargo, algo parecía estar ocurriendo. Había una multitud congregada alrededor del edificio, hombres y mujeres ruidosos y preparando lo que parecía ser una celebración: pancartas, mesas, ¡incluso se distinguía una banda de música! No tenían el aspecto de un pueblo aterrorizado por una bestia. Aunque, quizás, el júbilo y el ambiente festivo le soltaban la lengua a alguno y podían empezar a investigar por ahí.

Sin contar el bosque, había un único camino que llevaba a la aldea, de modo que, a menos que nadie quisiera dar un gran rodeo, los demás tendrían que permanecer unidos un rato más. Fueron unos diez minutos caminando a buen paso lo que les llevó; por aquel entonces, el mercado, ya estaba lleno de vida.

Imagen


Se llena cada mañana. Es el principal puesto de comercio de toda la aldea. Gente alegre y confiada con los nuevos visitantes, sobre todo los tendederos. La plaza es el centro del mercado. Zonas hostiles: la «taberna de Gastón». Evitar.


Todo tipo de tiendas abrían sus puertas a los lugareños, desde panaderías hasta librerías, pasando por peluquerías y posadas (aunque era imposible saber cual era la del tal Gastón que Lyn mencionaba). Saeko y Nikolai podían mirar donde quisieran, entre el barullo de voces entusiasmadas no destacarían demasiado. Y, si no habían desayunado, ¿qué mejor que entablar conversación probando la comida local?

La Iglesia, por otra parte, se alejaba bastante de los apetitosos olores y de la alegría. Si Saito seguía por ahí, cada vez encontraría menos y menos gente. Estaba claro que el mercado acaparaba toda la atención a esas horas, la misa empezaría más tarde. Tanto mejor, si quería explorar la zona con calma.

Imagen


En el mapa habría leído lo siguiente al respecto:

Católicos. Mejor evitarlos. TERMINANTEMENTE PROHIBIDO realizar cualquier tipo de magia, aunque sea de noche y/o a solas.

Notas: La Orden de los Vigilantes —> es el ejército de la Iglesia, fundado por la reina Marianne (inciso de Kazuki: hay archivos sobre la familia real hasta hace doscientos años, cuando, por lo visto, la línea de sangre cesó. Marianne fue la última reina). Encargado de «proteger» al pueblo de los monstruos. Líder actual: un tal Edgard noséqué.


Un lugar austero, incluso frío al compararlo con lo que habría visto y oído en el mercado. Desde dentro se escuchaban cantos, un conjunto de voces infantiles que entonaban una plegaria. Fuera, una chica rubia patrullaba de un lado para otro. Pisaba casi con energía, con la espalda recta como una barra de acero, y murmuraba por lo bajo algo ininteligible.

Spoiler: Mostrar
Imagen

(Vamos a pretender que la señorita va vestida de acorde con la época)


Estaba inmersa en sus pensamientos. ¿Cómo reaccionaría si se la interrumpía?


Fecha límite: 29 de noviembre
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor H.S Sora » Lun Nov 28, 2016 9:52 pm

Las palabras de Ronin siguieron en mi cabeza mientras atravesaba el portal de Luz. Y no se debía precisamente a la afable despedida que nos había brindado. Todavía le daba vueltas al asunto del castillo, y es que por muy poco relevante que fuera… ¿cómo podía estar tan seguro? Acababa de admitir que justamente ahí era donde había aparecido la bestia.

El primer lugar por el que podíamos empezar a investigar, y nos lo “prohibía”.

Me había callado y dejado el tema de lado. Pero algo me decía que el Maestro de Tierra de Partida nos ocultaba algo relacionado con ese sitio, y hubiera matado por saber el qué. ¿Tendría Fátima alguna idea de lo que sucedía? A menos que nos quedáramos a solas, difícilmente hablaríamos con calma.

Ya habrá tiempo cuando acabemos la misión.

Habíamos aparecido en un descampado desde el cual nuestra llegada se había camuflado a la perfección. Y desde el que podíamos ver los varios caminos que se habían abierto gracias al mapa de la Maestra Lyn. Aunque ahora que lo pensaba, tampoco había referencia alguna al misterioso castillo. No que yo hubiera visto al menos. Era como si todo el mundo tratara de evitar hablarnos de ese lugar. ¿Me estaba volviendo paranoico?

Puede. Pero motivos no me faltaban.

Pero aún así ir sólo a inspeccionar el bosque y el castillo era una auténtica locura, por mucho que la curiosidad y la penumbra me invitaran a entrar de la mano de la tentación. Quizá más adelante, depende de como fuera mi parte de la investigación.

Desde nuestra posición podíamos ver bastante bien la casa del inventor, la cual parecía estar en auge, multitud y banda sinfónica incluida. Me preguntaba que debían estar celebrando, pero le resté importancia, ya que no era el destino que yo me había marcado. Aunque por desgracia el camino para llegar a la Iglesia era común al del resto.

Estuve a punto de suspirar con teatralidad, mandarlo todo a la mierda e irme dando un rodeo por el bosque. Saliera o no una bestia, sería mejor que compartir camino con Nikolai. Pero desistí a montar cualquier tipo de espectáculo que incluyera una pelea, al menos en ese momento. Y es que tarde o temprano la gente abría los ojos, y ella no sería una excepción.

Contemplé en silencio el mercado, ya que en mi anterior visita al mundo no había tenido tiempo de entrar a la aldea. Estaba lleno de tiendas, tabernas, peluquerías e incluso una librería. Recordé entonces las anotaciones en el mapa de Lyn, corroborando de primera mano como el lugar estaba a rebosar, a pesar de que en la casa del inventor parecía haberse concentrado el resto de la aldea que no estaba ahí en ese momento. Y ahora que pensaba en tabernas, ¿qué tendría la de ese tal Gastón para ser peligrosa?

Antes de llegar a descubrirlo me alejé, lo suficiente como para ver desaparecer todo el ambiente que tenía el mercado. Lo sustituyó uno más lúgubre, más tranquilo. No tenía muy claro cuando empezarían a venir los creyentes, pero lo mejor sería darme prisa si no quería llamar la atención.

Por mi cabeza rondaba la poca información que tenía sobre la Orden de los Vigilantes, algo así como un ejército eclesiástico fundado para proteger al pueblo. De ser así, ¿qué estaban haciendo ahora que esa bestia les acechaba? Si se traba de un Sincorazón poco podrían hacer, pero aún así tenía verdadera curiosidad al respecto, al igual que por su fundadora, la reina Marianne.

Me coloqué mejor la capa, ante las repentinas ráfagas de frío que me hacían pensar en lo tétrico y hermoso que era el lugar. Desde el interior de la iglesia se escuchaban cánticos, ¿quizá de un pequeño coro? Pero lo interesante llegó mucho antes de lo que me esperaba: había alguien patrullando la zona, una chica de semblante serio, con espada y armadura.

¿Pertenecerá a la Orden?

Era muy probable, o al menos eso parecía por el porte y la manera de llevar la espada. Me acerqué con cautela pero siguió sin percatarse de mi presencia. No estaba muy seguro de interrumpirla, parecía que también rezaba por lo bajo, pero sería mejor idea que la de intentar pasar por su zona como si nada.

Tosí un poco más cerca de ella, poniéndome la mano por supuesto.

Disculpe que la moleste mientras hace su trabajo, ¿pero sabría decirme si se puede entrar a la Iglesia? Imagino que las misas aún no habrán empezado, pero estoy de paso en esta aldea y he oído los rumores que corren sobre los caminos… y no me gustaría marcharme sin la bendición del Señor.

»Agradecería mucho su ayuda. —Realicé una pequeña reverencia y esbocé una media sonrisa—. Mi nombre es Saito.

No lo veía como un mal acercamiento a la guardia, ahora faltaba ver como reaccionaba. Me mostré sereno, ¿qué era lo peor que podía pasar? ¿Que me echara de allí y tuviera que buscar otro sitio por el que empezar?

Bueno, el no seguro que ya lo tenía si ni siquiera lo intentaba.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Drazham » Jue Dic 01, 2016 10:10 pm

El ceño de Nikolai se fue frunciendo más según iba escuchando las últimas explicaciones de Ronin. Vale, se había topado con criaturas más disonantes que un hombre lobo, pero que habitasen por una zona en la que las gentes ya se amedrentaban por simples rumores de un supuesto monstruo… ¿Desde cuándo llevarían viviendo en los bosques, lejos de miradas ajenas?

Eso fue lo de menos cuando salió el tema de un castillo por las cercanías del lugar por el que merodeaba su monstruito. Ronin se mantuvo demasiado esquivo al mencionarlo, hasta que a Niko ya le empezó a oler a chamusquina cuando el consejo de no acercarse se tornó en una prohibición. Mucho secretismo y precaución para que un punto cercano a su presa no fuese relevante.

Luego llegó el turno de su pregunta. Que Ronin se tomase su tiempo para pensarse la respuesta le dio malas vibraciones.

Percances, ¿eh..? La verdad es que los rumores cuentan de todo, pero se contradicen. Que si la bestia asesinó a un grupo de personas, que si se cuela en la aldea por la noche y devora ovejas... Me da que vais a tener que contrastar la información vosotros mismos y averiguarlo. Lo siento, no puedo ayudaros más.

En resumidas cuentas, que tenían a una bestia escondida en el fondo de un mar de bulos y habladurías. Una caza de brujas con todas las de la ley, sí señor. Ya se estaba viendo venir lo que les esperaba el resto del día.

Pero, eh, ir escuchando las disparatadas historietas de los aldeanos no podía ser tan malo. Dentro de sus expectativas y experiencias vividas.

***


El Portal del jefazo de Tierra de Partida les dejó en una pequeña explanada desde la que pudo indagar en lo que les rodeaba. En frente suya, un buen puñado de casas de aspecto humilde que salpicaban el paisaje; a su espalda, una arboleda en la que se supone que se escondía la bestia y el castillo que tanto se les instó en ignorar. No sería la primera vez —ni seguro que la última— que desobedecía las órdenes de los maestros, pero esperaba mantenerse «limpio» ese día.

La famosa casa del inventor se la toparon a unos pocos pasos del punto de llegada. Por la descripción de Lyn no se esperaba nada del otro mundo pero, vaya, la muchedumbre jubilosa y la música que invadían el edificio no constaba en el mapa. Todo apuntaba que estaban en medio de alguna celebración.

Y mientras ellos estaban de fiesta, un monstruo campaba a sus anchas. Algo no cuadraba, pero Nikolai no sabía con certeza si eran los aldeanos con sus cuentos o esa criatura sedienta de sangre que dejaba a los granjeros sin ganado.

Fátima y Alaric se desglosaron del grupo y Nikolai se despidió con un gesto. Eso, por desgracia, dio lugar a la parte complicada: que el resto siguiese junto hasta llegar a la plaza. Con Saito. Fueron los diez minutos más incómodos que pudo tener, aunque gracias a dios fue a causa del silencio sepulcral por parte de todos. Llegaba a montársela otra vez delante de Saeko y lo mandaba directo a la iglesia de una patada en el culo para perderlo de vista de una vez por todas.

Entonces llegaron al mercado y el equipo se separó. ¡Por fin! Se contuvo las ganas de suspirar de alivio con Saeko cerca. Con la sensación de haberse quitado un peso de encima, relajó los músculos de la espalda y le dirigió una media sonrisa a su compinche.

Bueno, señorita, ¿lista para cazar monstruos de fábula? —Gesticuló con el brazo con teatralidad, cual caballero, para invitarla a acompañarle. Una vez que se mezclaron con las gentes de la avenida, se llevó la mano a la nuca y dijo—: Perdona que estuviese muy poco hablador antes. Demasiadas sorpresas en lo poco que llevamos de mañana, aparte de que nos hemos tenido que buscar la vida porque Ariasu se ha limitado a mandarnos a Tierra de Partida sin explicarnos nada. —Torció el gesto de la boca—. En fin, ¿qué tal las cosas por allí?

Fueron charlando mientras Niko ojeaba las tiendas que se cruzaban, en especial, las tabernas. Lyn precisamente no tenía fama por amedrentarse ante cualquiera, por lo que su advertencia del local de ese Gastón le escamaba sobremanera. De todas formas, ninguna de las que veía le llamaba la atención en especial. Prefirió no darle más importancia.

Entonces, Saeko le mencionó algo de un refregón en su mejilla izquierda. Nikolai no entendía de qué estaba hablando hasta que se acordó de ese estúpido percance en los jardines del castillo. Apretó los dientes sin que se le notase apenas y se llevó la mano a la cara. Puñetero Saito.

¿Esto? Ya lo tenía esta mañana cuando me he despertado. Será cosa del paso a las sábanas de antes —dijo con un tono fingido de extrañeza. Prefería cualquier otra clase de bochorno antes que contarle que estuvo de bronca con el imbécil de su compañero.

Un par de minutos deambulando bastó para hacerse una idea de la situación. Calles llenas de vida, gente despreocupada o que su único interés era engatusar a potenciales clientes con toda clase de ofertas. Como en la casa del inventor, no daba la sensación de un pueblecito atemorizado por la presencia de un monstruo.

«O tal vez se limitan a seguir con sus vidas como pueden».

De todas formas, estaban allí para comprobar que sucedía realmente en la aldea. Monstruo o mentira, tendrían que averiguarlo.

Por cierto, ¿has desayunado? —Meneó la cabeza para advertir a Saeko de una panadería cercana—. Ariasu ni me ha dejado llevarme nada a la boca antes de salir, y podríamos matar dos pájaros de un tiro.

Entraron en el local y Nikolai se limitó a pedir alguna especialidad de la zona para ambos si Saeko no se negaba, le bastaba cualquier cosa con tal de contentar a su estómago. Cuando el tendero les sirvió su pedido, pagó y se dispuso a poner en marcha su plan.

Gracias. Tienen un pueblecito muy animado, ¿saben? Veníamos de camino por la carretera principal y nos fijamos que en una de las casas de las afueras estaban festejándolo a lo grande. ¿Qué celebran hoy? —Aguardó a que el dependiente les respondiese y asintió—. Ya veo. Me alegra saber que son buenas noticias. Es solo que, bueno… Estábamos un poco preocupados por lo que nos comentaron unos amigos —espetó con una mirada esquiva y juntando las yemas de los dedos—. Dijeron algo de un… animal salvaje que estaba causando problemas por la zona. Problemas bastante gordos, por lo visto.

Con su papel cumplido, dejó el resto a Saeko para cumplir con su tapadera de los típicos viajeros chismosos.

Spoiler: Mostrar
Diálogos acordados con Tsuna~
ImagenImagen
Avatar de Usuario
Drazham
26. Umbrío
26. Umbrío
 
Mensajes: 762
Registrado: Jue Oct 17, 2013 9:55 pm
Dinero: 133,197.76
Banco: 15,378.00
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 6

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Suzume Mizuno » Sab Dic 03, 2016 6:23 am

No le gustó cómo Ronin hundió los hombros ante su pregunta. Se le cerró la boca del estómago, convencida de que recibiría una mala noticia de un momento a otro.

No, Lyn no va a venir. Pero quiere que sepáis que confía en vosotros para esta misión. Si la misión se tuerce, podéis llamarnos a ella o a mí; vendremos enseguida. Esta vez tendré el móvil encendido... —dijo Ronin. Fátima iba a preguntar si podía hablar con ella antes de irse, pero entonces Piko empezó a hacer sus propias preguntas sobre las criaturas no humanas que les esperaban en ese mundo. Después de restar importancia a los sucesos de una de las misiones de Saito, Ronin les habló de un castillo al que, remarcó, no había que acercarse. Es más, estaba prohibido. Fátima no protestó. Si no tenía que ver con la misión entonces no tenía motivos para ir cerca. Luego Ronin dio un móvil a Alaric y Piko, solucionándoles bastantes problemas.

¡Buena suerte!

Fátima se detuvo un momento, queriendo preguntar por Lyn pero, al final, cruzó el Portal retorciéndose un mechón de pelo. Si la joven no había querido ir al mundo, por algo sería, y no tenía ningún derecho a entrometerse.

****


Imagen


El Portal los dejó no muy lejos de una casita alejada del pueblo. Cuando Fátima comprobó el mapa, le sorprendió descubrir que debía tratarse del hogar del señor Maurice.

¿Qué estará pasando?—murmuró Fátima—. Parece una… ¿fiesta?

Miró de reojo a Alaric mientras el resto de compañeros se dispersaban. En principio, si Piko no escogía ir con Saito para dividirse un poco, lo invitaría a ir con ellos.

Los alrededores de la casa estaban plagados de gente, incluso había una banda de música. Se habían repartido mesas y había pancartas. Desde luego, no parecían estar muy asustados de los posibles ataques de demonios.

Fátima hizo un gesto a Alaric —y Piko si les acompañaba—:

Vamos a dividirnos. Yo… voy a intentar ir a la caseta, a ver si Maurice está en casa. Habrá que preguntar sobre qué está sucediendo, a ver si averiguamos algo. Sobre todo respecto a la bestia, pero supongo que habrá que esperar antes de eso.

Luego se dirigió hacia la casa, intentando no molestar a nadie, aunque aguzando el oído por si escuchaba algo interesante. Si llegaba hasta la puerta respiraría hondo y llamaría con firmeza un par de veces.

¿Señor Maurice? Disculpe, ¿podría recibirme un momento?

Esperaba que se acordara de ella. Claro que había estado a oscuras cuando se encontraron, pero imaginaba que algo así no se olvidaría con facilidad. Con todo, cruzó los dedos y aguardó con paciencia.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Tsuna » Sab Dic 03, 2016 5:20 pm

Saeko atravesó el portal de luz con todos los detalles de la misión en la cabeza. Lyn no les iba a poder acompañar y necesitaban investigar sobre un monstruo, cuyos rumores sobre él decían de todo. Luego estaban las distintas ubicaciones del mapa: un castillo que no tenía nada que ver con la misión y por tanto no tenía mayor interés para Saeko, y por último estaba la zona del bosque en la que habitaban esos licántropos, hombres lobo; sólo podía pensar en cómo Lyn se había transformado en uno aquella noche en Agrabah, ¿tendría relación con ellos de alguna forma, a nivel personal?

Fuera como fuera, eso era todo. Tras intercambiar números de teléfono y atravesar el portal Saeko sintió la brisa mañanera sobre su piel, abrió los ojos para ver con mayor claridad y comprobó que se encontraba en un descampado, el mismo que había mencionado Ronin. Saeko no pudo evitar mirar de reojo al bosque que tan cerca tenían, algo temerosa por encontrar una bestia de verdad andando por allí. No obstante, no vio nada de interés como era de esperar.

Fue entonces cuando el barullo de una multitud congregada no muy lejos de allí captó su atención, cerca de una casita que si no recordaba mal era donde vivía el inventor. Supuso que estarían celebrando algo en el pueblo para estar tan animados, pero no le cuadraba con todo lo que estaba pasando acerca del monstruo. Fátima y el aprendiz grandullón, Alaric, así como Piko si quería, marcharon en esa dirección.

Tened cuidado. —les advirtió con cierta preocupación.

Según el mapa ellos debían seguir adelante un poco más, hasta el mercado. La aprendiz empezó a caminar sobre la tierra, mirando de tanto en tanto a sus compañeros. Se podía notar la tensión entre ellos, y era consciente de las disputas que habían tenido en el pasado los dos, en especial cuando ella misma se decidió a cambiar de bando. Si había tenido tantos problemas con Saito en Agrabah, no podía imaginar los que tendría Nikolai. Ya lo había discutido con él cuando le dijo de volver a Bastión Hueco, era algo que la preocupaba, Saito podía llegar muy lejos y no iba a permitir que hiciese daño a Nikolai, aunque ella misma tuviese que hacerle daño a él para detenerlo.

No se lo iba a pensar dos veces, eso era seguro.

El bullicio del mercado logró de inmediato que la tensión se disipara en el aire, el lugar estaba muy animado y todo el mundo iba de un lado para otro, las tiendas estaban abiertas ya a esa hora, se podía ver gente entrando y saliendo de las posadas. Según el mapa, un lugar hostil era "la taberna de Gastón", pero no tenía idea de dónde estaba a simple vista. Se despreocupó cuando vio la media sonrisa del rubio a su lado.

Bueno, señorita, ¿lista para cazar monstruos de fábula?

El gesto con el brazo le sacó una sonrisa divertida, esa faceta del Nikolai caballeroso siempre le había gustado.

Por supuesto, caballero. —respondió ella, siguiéndole el juego.

Le correspondió sujetando su brazo y le acompañó, mezclándose entre la multitud y pasando desapercibidos. Saeko no perdía detalle de nada, agudizó el oído durante el camino de piedra por si escuchaba algún rumor, pero al poco fue la voz de su acompañante la que la obligó a olvidarse de todo lo demás. Le miró con preocupación.

Perdona que estuviese muy poco hablador antes. Demasiadas sorpresas en lo poco que llevamos de mañana, aparte de que nos hemos tenido que buscar la vida porque Ariasu se ha limitado a mandarnos a Tierra de Partida sin explicarnos nada. En fin, ¿qué tal las cosas por allí?

La maestra Ariasu... en el fondo la echaba de menos, era una muy buena maestra.

Como siempre, aunque sin ti noto el castillo más vacío —esbozó una sonrisa al decirlo—. Después de lo de Agrabah... no he tenido mucho que hacer, ya sabes, alguna que otra misión, entrenar, lo de siempre. Sigo preocupada con esos Villanos Finales... —comentó con un ligero desazón, borrando su sonrisa—. Te noto tenso cuando él está cerca, ¿estás seguro de que...? —se fijó entonces en su mejilla—. ¿Qué te ha pasado en la cara?

Nikolai tardó unos segundos en responder.

¿Esto? Ya lo tenía esta mañana cuando me he despertado. Será cosa del paso a las sábanas de antes.

No te recordaba tan dormilón. —echó a reír.

Siguieron su paseo mañanero a través del mercado, hasta entonces Saeko no había encontrado ninguna pista sobre el monstruo de la misión, nada que se le acercara, incluso la actitud de los ciudadanos parecía estar fuera de lugar.

Por cierto, ¿has desayunado? —le indicó con la cabeza una panadería—. Ariasu ni me ha dejado llevarme nada a la boca antes de salir, y podríamos matar dos pájaros de un tiro.

Oh claro, la verdad es que necesito algo que llevarme a la boca.

Ambos se acercaron y Nikolai pidió para los dos, mientras esperaban Saeko recordó cierta misión...

Esto me recuerda a cuando te compré el brazalete —le miró por instinto la muñeca—. Lo que ese día no tenía la suerte de tener tu compañía cerca.

Habló con Nikolai un poco más y en cuanto el tendero le entregó su pedido y Nikolai hubiese pagado —se ofreció él—, empezó la parte importante de su misión. Tenían que empezar a preguntar.

Gracias. Tienen un pueblecito muy animado, ¿saben? Veníamos de camino por la carretera principal y nos fijamos que en una de las casas de las afueras estaban festejándolo a lo grande. ¿Qué celebran hoy? —Al igual que él, Saeko se mantuvo en silencio escuchando todo lo que tuviera que decir—. Ya veo. Me alegra saber que son buenas noticias. Es solo que, bueno… Estábamos un poco preocupados por lo que nos comentaron unos amigos. Dijeron algo de un… animal salvaje que estaba causando problemas por la zona. Problemas bastante gordos, por lo visto.

Así es, ¿es cierto lo que se cuenta de las ovejas?

Si el tendero se mostraba reacio a responder, o si veía que la cosa se torcía un poco en algún momento por su parte o no iban a sacar mucha información, Saeko volvería a intervenir.

¿Sabe de alguien que haya tenido estos problemas directamente? Nos gustaría informarnos mejor.

Mantuvo las formas en todo momento esperando no causar una mala impresión, intentando que su papel como campesina educada y acompañada por su futuro marido le diese puntos.

Spoiler: Mostrar
Diálogos acordados con Drazham~
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Ronda #2 - Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Astro » Dom Dic 04, 2016 9:02 pm

Alaric arqueó una ceja, interesado, cuando se mencionaron los hombres lobo. En su mundo de origen también existían, y aunque nunca se hubiese topado con uno en persona siempre había sentido curiosidad por ver uno.
Atendió al resto de explicaciones, sin llegar a entenderlas del todo, y cuando Ronin le entregó un móvil lo cogió con bastante escepticismo.

Os servirá para comunicaros con los demás en caso de que encontréis algo importante o estéis en peligro —pero cuidado, sólo tiene una llamada y tres mensajes disponibles, entonces dejará de funcionar. Aprovechadlos bien. Y tened en cuenta que los aldeanos no os deben ver utilizándolo.

Gracias, supongo... —Alaric seguía agarrando el suyo con cuidado, como si fuese a explotar de un momento a otro. Con mucho tacto, lo guardó en un bolsillo.

Con todo dicho, cruzó el portal de luz (detestaba aquellas cosas) junto a los demás, rumbo a la aventura.

Imagen


¿Qué estará pasando?

Habían llegado prácticamente al lado de su objetivo y, después de que los demás se marchasen, Alaric y Fátima (y tal vez Piko) avanzaron hacia la casa del inventor, en la cual se concentraba un gran número de personas. Casi parecía una...

Parece una… ¿fiesta? —Justo lo que dijo la maestra.

¿Celebrando una fiesta con una bestia suelta? Algo falla —comentó el aprendiz, observando con curiosidad que había hasta una banda de música.

Vamos a dividirnos. Yo… voy a intentar ir a la caseta, a ver si Maurice está en casa. Habrá que preguntar sobre qué está sucediendo, a ver si averiguamos algo. Sobre todo respecto a la bestia, pero supongo que habrá que esperar antes de eso.

Veré qué descubro preguntando. ¿Tendrán algo de beber?

Con el plan decidido, Alaric fue directo al gentío, mezclándose como uno más. Echaría un vistazo por la zona como si nada y, tras asegurar el terreno, se acercaría a alguno de los presentes para preguntarles.

¡Menudo jaleo! ¿Qué se celebra? ¿Acaso han dado caza a la bestia de la que oí hablar...? —dijo, con el tono más amable y jovial que pudo sacar.

Si al que preguntaba no sabía nada o no quería responder, iría cambiando de persona hasta conseguir algo. Estaría atento de cualquier señal extraña y, si escuchaba algo destacable del interior de la caseta, entraría corriendo para ayudar.
Imagen
Spoiler: Mostrar
Imagen

Imagen

Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
Astro
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
 
Mensajes: 1689
Registrado: Jue Sep 06, 2012 12:49 pm
Dinero: 598,528.05
Banco: 15,646.59
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 7

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor xXDarkAquaXx » Lun Dic 05, 2016 4:26 pm

Llegaron a dicho lugar, no muy lejos parecía haber una gran celebración, había una banda musical, muchas mesas y más. Piko prefirió ir por su cuenta aunque haya insistido mucho en ir con alguien. Decidió ir a investigar en la plaza dónde había una preciosa fuente. Había locales dónde comer, tiendas, una pequeña librería... Todo era diferente a su mundo origen. Buscaba la forma de no llamar la atención, paseaba alrededor de la plaza mirando carteles, a veces oía voces de mercaderes mostrando sus productos, niños jugueteando, corriendo... Un popurrí de personalidades. Le dijeron que había que pasar desapercibido así que se ajustó mejor el sombrero. Hubo un mercader que le mostró sus productos a lo que en ese mundo llamaban "baguettes". La verdad, tenía bastante hambre, pero temía que su dinero no sirviera. Cómo no sabía que podría encontrarse, Piko trajo de su mundo unos platines para cualquier caso de necesidad de compra. Se preguntaba porque allí la gente era tan reacia a otras criaturas. Su mundo si las toleraba pero hay otros que no opinaban lo mismo.

-¿Eh? - Piko oyó a dos señoras hablar de algo interesante que podría o no considerarse relevante en ese caso.

Siguió caminando hasta llegar al final de la ciudad. Un extenso bosque se asomaba en el horizonte. Tenían estrictamente prohibido acercarse a ciertos sitios, no los recordaba todos pero sabía que el bosque era peligroso. Miraba los arboles altos, las hojas meciendose y se sumió en sus pensamientos.

-"Dijeron de algo al otro lado del bosque..." - Pensó. - "...aunque, no recuerdo con exactitud que era... En fin... Iré al mercado a ver si oigo algo interesante."
Imagen
Tu y yo podremos dormir eternamente...
Abrazados
(I need more affection than you know)
Bajo un cielo hermoso como el mar...
¡Yo te quise y se que siempre te voy a querer!
Avatar de Usuario
xXDarkAquaXx
4. Bandido Lunar
4. Bandido Lunar
 
Mensajes: 94
Registrado: Mar Sep 27, 2016 5:58 am
Dinero: 3,246.53
Sexo: Masculino
Karma: 1

Re: [Castillo de Bestia] Un cuento antiguo como el tiempo

Notapor Denna » Vie Dic 16, 2016 9:04 pm

Fátima y Alaric


Se separaron. Al principio, la gente no les prestó mucha atención, de modo que pudieron curiosear a sus anchas. La mayoría eran hombres que rondaban la edad adulta y, si se fijaban, todos parecían cortados por un mismo patrón: grandes, corpulentos, incluso iban vestidos de forma similar, con las mismas botas de cuero y abrigos de piel. Sentadas en la mesa, había tres chicas rubias que lloraban desconsoladas. Salvo por el color de sus vestidos —rojo, verde y amarillo— era imposible distinguirlas entre sí.

Fátima se alejó de la multitud que conversaba para dirigirse a la puerta. Sin embargo, antes de poder llamar, una figura pequeña y apresurada la detuvo.

¡Muchacha! ¡Espera, espera!

Spoiler: Mostrar
Imagen


Era un hombre mucho más bajo que ella (y más que el resto de los aldeanos), tanto que no tuvo otra manera de detenerla que tirando de su manga.

¡Ahora no puedes pasar! ¡Interrumpirás en la pedida de mano de Gastón! —exclamó con grandes aspavientos. Descontento, empezó a tirar de ella para alejarla de la puerta. Para su desgracia, no tenía mucha fuerza, de modo que fracasaría si Fátima se negaba a moverse—. Enseguida saldrá la parejita feliz, ¡un poco de paciencia!

La miró con extrañeza.

¿A quién buscas? ¿A Maurice? —Si la chica decía que sí, reiría sin disimulo y agregaría:—. Ese viejo chiflado seguirá dando vueltas por el mercado pidiendo limosna. No pierdas el tiempo, muchacha, lo único que puede venderte son sus desvaríos.

Al mismo tiempo, Alaric iba mezclándose entre la multitud. Con su aspecto, encajaba a la perfección, y los hombres no tardaron en ofrecerle las primeras copas de una bebida amarilla y espumosa.

Pero cuando sacó el tema de la bestia, la alegría se apagó de golpe. Uno de los hombres, moreno y de pelo pajizo, le chistó y le hizo una seña para que se acercara.

¡No hables de la bestia aquí, cazurro! ¡No en la proposición de Gastón!

El hombre frunció el ceño ante la expresión de Alaric.

¿Forastero, verdad? Te cuento: Gastón es el mejor cazador del pueblo. Al principio, ni él ni nosotros nos creíamos el cuento ese de la bestia, pero... Bebe un poco, no seas tímido; si hay que hablar de estas cosas, mejor no hacerlo sobrio —le instó— . A lo que iba. Nadie creía las historias de ese niño loco, pero la gente del pueblo está muy nerviosa, ¿comprendes? Cada vez se oyen cosas más raras y estamos muy presionados...

Sus palabras fueron interrumpidas por un sonoro chapuzón, y después por la banda de música. Todas las cabezas se giraron en dirección a la puerta. En concreto, al charco de barro que había a un lado de ésta. El famoso Gastón, el mejor cazador de la aldea, el hombre del día, nadaba entre los cerdos cubierto de suciedad. Por poco no había arrollado a Fátima al salir despedido por la puerta.

Se hizo un silencio terrible.

¿Qué, cómo ha ido todo? ¿Eh? —se acercó a preguntar el pequeño hombre con una gran e inocente sonrisa.

No obtuvo otra respuesta que otro chapuzón en el barro.

Ciego de rabia, Gastón salió del charco con cierto esfuerzo, con el pelo y la ropa chorreando. Repasó a los presentes y se limpió la cara de un manotazo. Por cómica que pudiera parecerles la situación, nadie se atrevía a reírse aunque fuera por lo bajini.

Os aseguro que Bella se casará conmigo. Así que no lo dudéis ni un solo momento —prometió, entrecerrando los ojos—. Habrá una pequeña cacería esta noche. Capturar a esa famosa bestia o demostrar su inexistencia me hará irresistible por fin a ojos de Bella. Y ¿por qué no?, la cabeza de ese monstruo sería un digno trofeo que colgar en la pared.

»¡Recoged todo esto!


Gastón se alejó pisando fuerte. El hombre que hablaba con Alaric suspiró y le dio una palmada en el hombro.

Justo lo que me temía, ¿ves? En fin, voy a por un trago. ¿Nos veremos esta noche?

Respondiera lo que respondiera, se despediría con la mano y seguiría los pasos de Gastón. Alaric podía ir tras él, si quería, para seguir sonsacándole información, o bien regresar con Fátima y discutir lo que el cazador había anunciado. Después de todo, una cacería esa misma noche cambiaba un poco las cosas. Las empeoraba, de hecho.

¿Qué podían hacer simples humanos contra un Sincorazón?

Un destello azul llamaría la atención de Fátima antes de que pudiera tomar una decisión. El movimiento de una tela ondeando en el aire, que desaparecía tras una esquina y se escabullía tras la casa de Maurice...

Imagen


Saeko y Nikolai


El panadero exponía las primeras horneadas de pan cuando la pareja se le acercó. Era un establecimiento cálido y acogedor, y el olor a trigo y a levadura y miel impregnaba el aire de una forma deliciosa. El contraste con el frío invernal de fuera resultaba, cuanto menos, chocante. Ante ellos, Nikolai y Saeko ya tenían distintos tipos de pastas y repostería para elegir. La mujer del panadero los saludó con efusividad, como si de vecinos de toda la vida se trataran, mientras cargaba una carretilla de comida.

Fue el panadero, sin embargo, el que atendió su pedido y sus preguntas.

¿Celebrar? Oh, no, no, esto es así cada día —respondió con una sonrisa cansada. Se limpió el sudor de la frente y prosiguió:—. Ya festejaremos dentro de poco, cuando Gastón y Bella se casen dentro de unos días. Lo que me recuerda... ¡¡Marie!! ¡Hay que preparar el pastel!

Su señora hizo un gesto vago de asentimiento y desapareció con la carretilla por la puerta. El panadero negó con la cabeza y masculló algo ininteligible.

Ya veo. Me alegra saber que son buenas noticias. Es solo que, bueno… Estábamos un poco preocupados por lo que nos comentaron unos amigos. —El hombre lo miró interrogante—. Dijeron algo de un… animal salvaje que estaba causando problemas por la zona. Problemas bastante gordos, por lo visto.

Un animal salvaje... —repitió pensativo—. Bueno, hemos tenido algún que otro percance con lobos —los bosques están llenos de ellos, ¿sabéis?— pero los últimos meses han sido muy tranquilos. ¿Seguro que han dicho eso?

Saeko decidió intervenir:

Así es, ¿es cierto lo que se cuenta de las ovejas?

¿Ovejas? ¿Hablas del robatorio? ¡Bah! ¡Eso no ha sido obra de ninguna bestia! Quizás no lo sabréis por ser de fuera, pero ese bastardo de Timothée no es la primera vez que nos trae a todos de cabeza con que los lobos se llevan a sus ovejas —dijo muy convencido—. Hacedme caso, es él mismo el que se las come.

»Pero no entiendo cómo os habéis enterado de eso. Si sucedió ayer al ocaso...


¿Sabe de alguien que haya tenido estos problemas directamente? —volvió a preguntar Saeko—. Nos gustaría informarnos mejor.

Ah. Hablas de Enéas.

Su semblante cambió por completo. Todo rastro de sospecha desapareció. Enseguida se olvidó de las ovejas, de Timothée y de los panes, porque se detuvo y los miró con aprensión.

Debí suponerlo. Esa clase de noticias se escampan enseguida. Menos mal que mi señora acaba de marcharse, lleva días dándome la vara al respecto. Que si no deberían haberse llevado al chico, que si tendríamos que haber hecho algo... ¡Ni siquiera su hermana decidió intervenir! ¿Qué quería hacer?

Suspiró lánguidamente. Con toda probabilidad revivía la escena.

Lo suyo no fue un problema con ovejas ni nada por el estilo. Pero todo eso de la bestia lo empezaron él y sus escapadas al bosque. Era de suponer que tarde o temprano se haría daño. Pero ¿volverse loco? No. Eso no nos lo esperábamos ninguno. —Bajó la mirada y, entonces, debió recordar que tenía una bandeja en el horno. O quizás fuera el humo negro, o el olor a quemado—. Ah, ¡maldita sea! ¡Marie! ¡Las baguettes! ¿No las has..? Oh, qué más da.

El panadero desapareció tras su mostrador. Saeko y Nikolai escucharían sus toses al abrir el horno y un par de palabrotas antes de que volviera a dirigirse a ellos, todavía desde dentro:

¡Preguntad en la posada Le faucon blanc! ¡Loretta seguro que sabe más que yo!

Habrían visto el letrero de Le faucon blanc de camino a la panadería. El viaje apenas les tomaría un par de minutos, y entonces sólo necesitarían preguntar por la tal Loretta. También podían intentar alcanzar a la mujer del panadero y completar la información que él les había dado, si así lo preferían.

Al alejarse de la panadería, pero, algo había cambiado. Alguien los espiaba.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Los miraba de reojo, y se hizo la despistada en el segundo en que ellos se fijaron en ella. No era muy buena actriz. No dejaba de echarles miradas huidizas, por lo visto, sin darse cuenta de que la habían descubierto. ¿Qué se suponía que tenían que hacer con ella ahora? ¿Quién era?

Imagen


Saito


La chica interrumpió su paseo en cuanto le escuchó acercarse. Con brusquedad, se llevó una mano a la empuñadura de su espada y la dejó ahí, clavándole a Saito una mirada desconfiada.

¿Quién eres? —inquirió.

Escuchó su respuesta y su petición sin moverse ni un ápice. Fríamente, observaba al chico buscando cualquier indicio de engaño.

No, la primera misa aún no ha empezado. Pero la iglesia no deja de ser un lugar público. Cualquiera puede entrar a rezar.

Por su tono de voz, sólo le faltaba añadir un «por desgracia».

Aunque —añadió enseguida, sin darle tiempo a intervenir o alejarse— creo que no me hace mucha gracia tener a un desconocido merodeando por esta zona. Malos tiempos. Podrías ser un ladrón... o algo peor.

»¿De dónde has dicho que venías?


Christia.

Una segunda mujer se acercó a la pareja. Era rubia como la tal Christia, pero varias cabezas más alta que ella. Y que Saito. Aunque diferentes, también llevaba armadura y espada. Su sonrisa era más bien una mueca entre la exasperación y la diversión. Alternó la mirada entre los dos. Tenía los ojos muy claros.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Blanche. ¿Ya has acabado de patrullar?

Sí, capitana. Venía a informar. —Blanche hizo una pausa y señaló a Saito con la cabeza—. Con todos mis respetos, no creo que este niño sea una bruja ni una bestia disfrazada. Y, si sabe lo que es bueno, tampoco se tratará de un ladrón. No si quiere conservar las manos al salir. ¿No crees, chico?

Pero...

Dejar de acusar a cada forastero mejoraría mucho tu reputación, ¿sabes?

Blanche habló con mucha suavidad, poniendo una mano en el hombro de Christia. Ésta relajó los músculos un momento y suspiró. Dejar de fruncir el ceño transformaba por completo su rostro; de hecho, parecía unos años más joven que Saito. La capitana volvió a erguirse de repente, se apartó de Blanche y señaló al chico con un dedo enguantado.

Está bien. Pasa —ordenó con fiereza mientras se hacía a un lado—. Ya lo has oído. Que no falte ni una sola vela cuando salgas.

Blanche le guiñó un ojo a Saito antes de que entrara y luego le cuchicheó algo a Christia que él ya no pudo oír. Pero, por lo menos, había conseguido pasar de una pieza.

La iglesia era un edificio oscuro. La luz exterior entraba con dificultad por la puerta y unas diminutas ventanas, de modo que la única iluminación provenía de las velas alrededor de la estatua de una mujer, con vestido y el pelo trenzado. Se hallaba al fondo de uno de los transeptos, con los brazos extendidos y una mirada de piedra. Una única palabra aparecía tallada en el pedestal:

MARIANNE


A pesar de la hora, había mucha gente sentada en los bancos, con la cabeza gacha y rezando. Sus plegarias se alzaban como murmullos, mezclándose a su vez con los cantos de un coro de niños al lado del altar.

Era un lugar de poder. Saito no sabría explicarlo, pero lo sentía. Había algo en la iglesia. Algo mágico. El problema era que no tenía forma de ubicarlo aunque, quizás, si preguntaba... Si investigaba... ¿Podría ser que alguien más, aparte de él, notara esas vibraciones en el aire?

¿Podría tener algo que ver con su misión? ¿Valía la pena arriesgarse a investigarlo, con Christia y Blanche apostilladas ahí fuera? En cuanto miró a su alrededor, Saito vio a Blanche deslizarse por la puerta —sola— y apoyar la espalda contra la pared. Lo más seguro era que hubiese entrado a vigilarle por orden de su capitana. Aún no lo había visto, pero sería cuestión de tiempo que le encontrara. Podía hablar con ella, pero ¿hasta qué punto era su Orden de fiar? El único sitio a salvo de su mirada era un pequeño confesionario no muy lejos de él. Estaba ocupado por un monje con expresión aburrida, pero el cubículo del confesor estaba libre. Quién sabía si podría ganar algo de tiempo y averiguar algo ahí.

Además, podía aprovechar y confesar sus pecados.

Imagen


Fecha límite: 21 de diciembre


Spoiler: Mostrar
DarkAqua abandona la trama. Podéis interpretar en cualquier momento de las próximas rondas que Ronin os envía un mensaje de texto diciendo que ha regresado a Tierra de Partida.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Siguiente

Volver a Tramas

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado

cron