Re: [Atlántica] Panteón Marino
Publicado: Dom Feb 11, 2018 4:40 am
Ladón se quedó desconcertado con todos los ataques, pero pronto empezó a escupir fuego y se libró de Celsius, que quedó contagiada por el Caos. Fátima apretó los labios y decidió mantenerla durante unos momentos más antes de devolverla a descansar al anillo. ¡Necesitaban vencer, y rápido!
¡Os he dicho que podíais coger una, no que dejarais sólo una!
Fátima, que casi había llegado junto al árbol, dio un violento respingo al escuchar aquella voz. ¡La de la diosa Hera! Se volvió sobre sí misma, esperando verla ne cualquier momento, pero no. La voz venía de… Dos. Por un instante, Fátima se planteó que estuviera rota. Luego recordó que era una niña de verdad y se preocupó, pero los coletazo y embestidas de Ladón no daban mucho tiempo para pensar. Lo único que tenía claro era que Thor, que estaba al lado de Dos, se sentía tan confuso como ella.
Y de pronto el gato comenzó a hablar también:
—¡Dejad de hacer el idiota! ¡Y no hagáis daño a mi dragón! Mi bendición os protegerá del fuego, pero no servirá de nada si arranca el árbol de cuajo!
Y luego fue ella misma la que… woah. Una diosa hablaba a través de ella. ¡Había servido a una diosa y ahora era oráculo de otra
—¿Y dónde demonios está esa mujer? ¿No habíais dicho que quería robar las manzanas para ella?
Las hespérides se encogieron, asustadas por el terrible tono de la diosa. Al final una masculló, mirando un poco a la nada porque no tenía ni idea de a quién de los tres debía dirigirse:
—Y... Y es cierto, señora, pero... Como sus propiedades curativas sólo funcionan si las recogemos nosotras, y nos negamos... Es por eso que Ladón...
Hera, cuya presencia había sido igual de angustiosa y poderosa que el golpe de una ola cuando la marea era muy agresiva, se retiró. Eso permitió a Fátima pensar, rápidamente, que ella solo podía ser una persona. Y que ahora entendía por qué Hera había cedido con tanta facilidad.
Xihn quería manzanas. Ladón iba a destruirlas todas. Quizá tener una fuera una ventaja o, al menos, evitarían que pudiera conseguirla.
Y Hera podría decírselo, siempre y cuando salvaran una maldita manzana. Pero Hera no quería que mataran al dragón, ¿no? Y su bendición les protegería del fuego.
Es decir…
Fátima abrió mucho los ojos. ¡Xihn estaba buscando algo en la cueva de Úrsula! ¡Y ahora aquí, con unas manzanas curativas!
¡Que podían curar a Aurora!
¡Y si podían a Aurora, entonces…!
—¡Distraedlo!
Fátima se tomó tres éteres y mientras Celsius y Ondina atraían la atención de Ladón, intentó atrapar una de las manzanas. En cuanto tuviera una, invocaría a Selene y le encajaría la manzana en la boca. Acto seguido, llamaría a Cephiro para que, cuando su hermana disparara la flecha contra la boca de ladón, la más joven dirigiera la manzana y en todo caso la protegiera si Ladón intentaba disparar fuego contra ella. Luego, Fátima intentaría conseguir una manzana aparte, por si acaso.
Y una parte de ella se sentiría un poco estúpida por tal desplegue de habilidad pero ¡eran sus niñas! (¿o debería decir hermanas ahora que era tan… pequeña?) ¡Si no la ayudaban ahora que apenas levantaba unos palmos del suelo, ¿cuándo iba a hacerlo?!
¡Os he dicho que podíais coger una, no que dejarais sólo una!
Fátima, que casi había llegado junto al árbol, dio un violento respingo al escuchar aquella voz. ¡La de la diosa Hera! Se volvió sobre sí misma, esperando verla ne cualquier momento, pero no. La voz venía de… Dos. Por un instante, Fátima se planteó que estuviera rota. Luego recordó que era una niña de verdad y se preocupó, pero los coletazo y embestidas de Ladón no daban mucho tiempo para pensar. Lo único que tenía claro era que Thor, que estaba al lado de Dos, se sentía tan confuso como ella.
Y de pronto el gato comenzó a hablar también:
—¡Dejad de hacer el idiota! ¡Y no hagáis daño a mi dragón! Mi bendición os protegerá del fuego, pero no servirá de nada si arranca el árbol de cuajo!
Y luego fue ella misma la que… woah. Una diosa hablaba a través de ella. ¡Había servido a una diosa y ahora era oráculo de otra
—¿Y dónde demonios está esa mujer? ¿No habíais dicho que quería robar las manzanas para ella?
Las hespérides se encogieron, asustadas por el terrible tono de la diosa. Al final una masculló, mirando un poco a la nada porque no tenía ni idea de a quién de los tres debía dirigirse:
—Y... Y es cierto, señora, pero... Como sus propiedades curativas sólo funcionan si las recogemos nosotras, y nos negamos... Es por eso que Ladón...
Hera, cuya presencia había sido igual de angustiosa y poderosa que el golpe de una ola cuando la marea era muy agresiva, se retiró. Eso permitió a Fátima pensar, rápidamente, que ella solo podía ser una persona. Y que ahora entendía por qué Hera había cedido con tanta facilidad.
Xihn quería manzanas. Ladón iba a destruirlas todas. Quizá tener una fuera una ventaja o, al menos, evitarían que pudiera conseguirla.
Y Hera podría decírselo, siempre y cuando salvaran una maldita manzana. Pero Hera no quería que mataran al dragón, ¿no? Y su bendición les protegería del fuego.
Es decir…
Fátima abrió mucho los ojos. ¡Xihn estaba buscando algo en la cueva de Úrsula! ¡Y ahora aquí, con unas manzanas curativas!
¡Que podían curar a Aurora!
¡Y si podían a Aurora, entonces…!
—¡Distraedlo!
Fátima se tomó tres éteres y mientras Celsius y Ondina atraían la atención de Ladón, intentó atrapar una de las manzanas. En cuanto tuviera una, invocaría a Selene y le encajaría la manzana en la boca. Acto seguido, llamaría a Cephiro para que, cuando su hermana disparara la flecha contra la boca de ladón, la más joven dirigiera la manzana y en todo caso la protegiera si Ladón intentaba disparar fuego contra ella. Luego, Fátima intentaría conseguir una manzana aparte, por si acaso.
Y una parte de ella se sentiría un poco estúpida por tal desplegue de habilidad pero ¡eran sus niñas! (¿o debería decir hermanas ahora que era tan… pequeña?) ¡Si no la ayudaban ahora que apenas levantaba unos palmos del suelo, ¿cuándo iba a hacerlo?!
Spoiler: Mostrar