El joven observaba fijamente a Ragun, apuntándole con la pistola. Su orgullo y su ego le hacían inmunes a las palabras del aprendiz, aunque no pudo evitar sentirse algo intimidado por aquella mirada.
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Cuida tus palabras. ¿Ser inferior? No te creas un dios sólo porque llevas esa llave gigante a todos lados —el sospechoso dio unos pasos, amenazantes, pero no llegaba a disparar. Disfrutaba con el simple hecho de apuntar en la sien a un miembro de la realeza, como los llamaba él, en una especie de chiste personal.
Tras la amenaza del pequeño Moguri, salió de su interior una sonora carcajada, cristalina y llena de luz, poco acorde con el aspecto que había dado desde un principio.
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Lo siento, Moglar... ¿te llamas así? He oído hablar de ti por el viejo Mog —tras decir aquello, volvió a centrarse en el portador de la Llave-Espada Oscura—.
Me extraña que estés con este "personaje". Perdona por el comentario, además... nunca haría daño a un Moguri. Os tengo respeto, y se lo prometí a cierta persona —bajó en unos instantes el arma, pero no lo suficiente. No iba a bajar la guardia.
Se acercó a Ragun unos pocos metros, pero aún seguían lejanos el uno del otro.
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Ahora quiero que me contestes a unas preguntas, si su alteza no se molesta... ¿por qué estás robando objetos relacionados con esa muchacha? —se quedó callado, esperando una respuesta, y procedió a explicar—.
Cuando fui a investigar sobre "mis supuestos robos" y declararme inocente a algunos de los vecinos de esta Villa, me resultó curioso. Muchas fotos, eso sí. Y en todas aparece ella. ¿Eres algún tipo de acosador? Que sepas que soy ante todo un caballero y estas cosas me ponen más enfermo aún...Una pareja de ratones surgieron de la capa del joven que confundía a Ragun con el ladrón. Uno negro como el carbón y otro blanco como la nieve. Parecían cuchichear secretos a su dueño.
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¡Qué modales los míos! Mi nombre es Will. Y estos son Ying y Yang. Gracias a ellos he podido averiguar que todos los objetos están relacionados con su existencia. En total son: una mochila, ropa donada, libros de la biblioteca, cacharros de un viejo desguace... todos esos objetos llevan impregnados su olor, seguramente. Sin contar con la veintena de fotos —prosiguió, mientras que los dos ratones se escondieron bajo sus ropas—.
Así que dime... ¿por qué no le pides una cita y ya? ¿O es que te ha dado plantón? No me extrañaría, con alguien como tú...Se acercó amenazante a Ragun, lo empujó contra un grueso árbol y puso en su cuello la pistola, amenazando con dispararla en cualquier momento.
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¿Qué tal si te refresco la memoria, eh? Su nombre es Nadhia.---No sé cuánto tiempo había pasado desde que me alejé de Ragun y del pequeño Moguri. No conseguía localizar a Dan, y por más que siguiese hacia delante, tenía la extraña sensación de que iba dando vueltas sin sentido entre los árboles.
El escalofriante silencio no podía ser comparado con los recuerdos que surcaban mi mente en aquellos instantes. Miedo a las abejas, miedo a la gente de mi edad... miedo a mí misma. Risas de los chicos que huían de mí. Risas de las chicas que observaban mis andares y mi forma de ser. Los cuchicheos de los vecinos. Todavía no conseguía superar mis miedos. Y bien sabía que si no era capaz de hacerle frente a ello, nunca podría considerarme una auténtica aprendiz.
Un chasquido me despertó de mis pensamientos. Una rama, en algún árbol cercano. Y una voz desconocida me sobresaltó.
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Por fin te he encontrado, jejej... por fin, jejej...Apreté con fuerza mi espada de goma-espuma y me giré hacia la voz. Una sombra yacía entre las hojas de un majestuoso árbol.
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¿Q...quién eres? —pregunté, asustada. Esa risa había conseguido erizar todo mi cuerpo.
Alguien saltó con agilidad desde la rama del árbol para caer al suelo, con elegancia. Ante mí tenía a un hombre joven, de pelo largo, canoso y brillante. Sus ojos me observaban como si viese en mí un suculento manjar. Rojos como la sangre. Y de nuevo ese escalofrío recorrió mi espalda.
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Pensé haberte encontrado al fin, jejej... pero resultó que no eras tú. Tiene tu cabello. Tiene tus ojos... pero no eres tú, jejej ¿curioso, eh? jejej —sus ropas...eran muy parecidas a las de Ragun.
—
¿Has sido tú... el ladr...? —pero no pude seguir mi frase, cuando divisé detrás suya una figura familiar —
¡¡Dan!! —mi hermano yacía en el suelo, inconsciente. Corrí hacia él, y le sujeté los hombros, intentando despertarle—
¡Dan! ¡Dan!—
No creo que despierte en un buen rato, jejej... le pillé por sorpresa, jejej... y usé un potente somnífero en él, jejej...—dijo, enseñándome desde su posición un paño—.
En fin, jejej... ¿por qué no nos vamos? Mi amo espera que regrese contigo a su mundo, jejej... está deseoso de verte, jejej... —y alzó su mano, esperando a que aceptase su propuesta —
vayamos a casa. Ven con Xinjat."A casa", una presión en el pecho agudizó mis sentidos. ¿El broche? Aunque en ese momento no le prestaba atención alguna. "Mundo". Entonces él no era de aquí. ¡Genial!
Dejé a Dan en el suelo y me levanté. Al igual que la espada de mi hermano. Invoqué mi Llave-Espada.
—
No pienso ir contigo a ninguna parte —dicho aquello, le amenacé con mi arma, que brillaba con fuerza—.
¡Y no pienso dejarte ir tras lo que le has hecho a Dan!El extranjero, Xinjat, profirió una horripilante carcajada.
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Sigues tan graciosa como siempre, jajaj... ¿eh, Evangeline?—
¿E...vangeline?—
Y mira que te iba a llevar por las buenas, jejej... entonces, tendré que ser malo, jejej...Un aura de oscuridad rodeó a Xinjat.
¿De dónde saqué el valor suficiente para correr hacia él e intentar propinarle un golpe con mi llave? El caso es que consiguió evitarlo, y me acordé de la lección de Ragun. "Mi espalda, ¡maldición!", pensé, pero mis reflejos fueron lentos y noté una dolorosa patada, la cual me hizo caer sobre la hierba del bosque. ¿Todavía no estaba lista para un combate real?
Noté sus frías manos sobre mi hombro. Me giré hacia él y le apunté con mi arma, concentrándome con las pocas fuerzas que me quedaban tras el golpe. Algo dentro de mí ardía.
—
¡Piro! —Xinjat consiguió esquivarlo, lo que hizo que el hechizo volase con energía hacia el cielo, como si de una bengala se tratase. Cualquiera que estuviera en el bosque podría divisarlo.
Y así es como EspeYuna consiguió un Oscar, al menos por paciencia al terminar este post... siento que sea tan largo, pero era muy necesario para la historia de mi personaje XDDD