[Tierra de Partida] ¡Oh, justo como yo!

por **Myxa** » Sab Mar 15, 2014 8:14 pm

—¿Parte de mi? —repetía mientras observaba cómo conjuraba un MicroGrav sobre su cuerpo provocando que sus cabellos y pliegues se agitasen suavemente, como si se encontrase debajo del agua y bailasen al son de las corrientes submarinas.

Ladeó ligeramente la cabeza y se acercó un poco para mirar con curiosidad el efecto de aquel hechizo, pues era el primer conjuro de su misma afinidad que contemplaba. Paseó unos momentos por alrededor de él hasta terminar en el mismo sitio en el que había comenzado su marcha, tratando de prestar atención a los efectos que producía aquel conjuro en el usuario.

—Está bien. Un propósito un propósito...

Dio varias vueltas a la cabeza en busca de alguna cualidad que pudiese otorgarle a esa energía. Varias ideas le pasaron por la cabeza: pegarse en el techo como lo había hecho antes el Aprendiz, empujar un objeto proyectando la energía hacia dicho cuerpo material en un golpe de fuerza, etc. Y entonces una idea emergió.

Chocó su mano cerrada contra la palma de su diestra, como si se le hubiese ocurrido una genialidad.

—¡Ya sé! Si tu te cuelgas por las paredes yo haré justo lo contrario, me apartaré de ellas —y sin nada más que añadir comenzó la elaboración del conjuro.

Recordó cómo Xefil se adhería a la superficie del pasillo perfectamente. Debía estar usando su magia para mantenerse ahí arriba, como si su cuerpo fuese atraído hacia ese plano en vez de a tierra firme. Su objetivo era lo contrario: debía de acumularla y luego expulsarla para dejar de ser atraída y poder elevarse.

Una vez tuvo eso claro aguantó la respiración y conglomeró sus fuerzas dentro de sí misma. A continuación, como ya había hecho con anterioridad, expulsó el aire de sus pulmones junto con el acumulado brío por todo su cuerpo.

En vez de la característica bruma que solía desprender esta vez no hubo muestras visuales de cambio alguno, al menos en los primeros minutos. Lentamente sus pies iban despegándose del suelo hasta lograr alzarse un par de centímetros con lo cual terminó por resbalar en el aire y caer de espaldas al suelo, de una forma ligeramente cómica.

—Aucho... Eso ha dolido... —se incorporó acariciando la espalda para mermar el golpe que había recibido —. ¿Lo he logrado?

por **Zee** » Mar Mar 18, 2014 8:01 pm

MIentras yo me esforzaba por mantener el hechizo en su sitio, Myxa se aseguró de observar con atención la manera en la que mi cuerpo expulsaba la magia. Era algo difícil de explicar en palabras, pero mucho más complicado de demostrar. Como cualquier habilidad física, era más sencillo imitar a otro haciéndolo que intentar aprender la teoría detrás de ello. Con los hechizos, sin embargo... era bastante complicado imitar a alguien más. Ese tipo de cosas salían mejor si se hacían naturalmente.

Y Myxa estaba dispuesta a intentarlo:

—¡Ya sé! Si tu te cuelgas por las paredes yo haré justo lo contrario, me apartaré de ellas.

—No sé si eso... —murmuré, algo inseguro, pero sin intenciones de criticarla por su decisión—. ¿Por qué querrías apartarte de una pared? A menos que seas Ragun, no hay razón para...

Guardé silencio cuando contemplé a la chica completamente centrada en aquel nuevo hechizo. Cerró sus ojos y mantuvo dentro su aliento, como buscando concentrar fuerzas en su interior.

Entonces noté la energía brotar de ella. Ésta vez, invisible, lo cual reflejaba el control que había puesto en aquel hechizo, contrario a lo que ocurría con la proyección de aura. Conforme la chica expulsaba más y más el aire de sus pulmones, más energía brotaba de ella, y más de esa energía se acumulaba en sus pies. Con torpeza y lentitud, la chica comenzó a levantarse del suelo sin que nadie la ayudase.

—¿¡Volar!? ¿¡A su nivel!? ¿¡Tan pronto!? —pensé con incredulidad, abriendo mis ojos por la sorpresa que aquel me causaba. Sin embargo, pronto descubrí que tenía mis expectativas puestas demasiado alto, porque Myxa no tardó más que unos instantes en perder el equlibro y desplomarse al suelo.

—Aucho... Eso ha dolido... —se quejó mientras se ponía de pie. Todavía algo insegura, inquirió—: ¿Lo he logrado?

—¡Sí! —exclamé, cruzándome de brazos y dedicándole una sonrisa—. Si sigues practicando, mejorarás, te lo prometo. Y no tardarás mucho en poder...

En parpadeo, desaparecí de la vista de la chica con un chasquido. Reaparecí detrás de ella en silencio y, traviesamente, le di unas palmaditas en la cabeza.

—...hacer esto.

Era divertido finalmente encontrar a alguien como yo. Pavonearse era mucho menos difícil.

por **Myxa** » Mar Mar 25, 2014 3:27 am

Xefil desapareció en el aire antes de que terminara la frase. Tan sólo se escuchó una especie de chasquido y el cuerpo del muchacho había desvanecido en frente suya. ¿Se trataba de magia afín a ilusión? No, no lo parecía. El hechizo de invisibilidad tardaba unos segundos en cubrir el cuerpo entero, no era tan instantáneo como en este caso.

Sintió un par de palmaditas en la cabeza mientras recorría con la mirada el inmenso jardín y, sin poder evitarlo, se encogió de hombros y agachó levemente la cabeza. Pegó un brinco hacia un lateral y entonces pudo ver que, en realidad, Xefil se encontraba detrás de ella y le había palmeado la cabeza.

Mientras se llevaba las manos a la cabeza miraba de un lado a otro, incrédula.

—Espera. Si hace unos segundos tu estabas... Y ahora estás... ¿Pero que demonios...? —llevaba el asombro dibujado en la cara. Acompañaba sus palabras con gestos exagerados sobre la posición que había tenido el Portador en cada momento. Visto desde el punto de vista de Xefil debía resultar hilarante cómo la niña trataba de explicar con cierto estupor lo que acababa de suceder delante de sus narices — ¿Cómo lo has hecho? ¿Eso también pueden hacerlo los afines a Espacio? Parece imposible...

La curiosidad la mataba. Ver a alguien más avanzado que ella en acción provocaba que se plantease miles de posibilidades de lo que ella podría llegar a hacer algún día. Y no sólo eso, también había encontrado a alguien al que, probablemente, podía acudir si tenía dudas sobre las lecciones que recibía de magia. Debía admitirlo: tenía muchas preguntas, casi infinitas sobre todo lo relacionado a la magia.

Pero hasta el momento, nadie le había respondido con exactitud una pregunta que se planteaba desde la prueba de afinidad. Una pregunta que temía hacer pues implicaba mostrar su poco conocimiento del entorno.

—Oye, Xefil, últimamente le he estado dando vueltas a una cosa. Desde que sé que soy afín a Espacio me he estado planteando algo que me avergüenza un poco admitir —entrelazó los dedos entre ellos y rotaba las muñecas de arriba a abajo a la altura de la cintura mientras miraba al suelo con fijeza —. Seguro que te reirás cuando te lo pregunte, pero bueno, ahí va. ¿Que es... Exactamente el espacio?

Inspiró algo de aire luego de haber dejado salir aquella pregunta. Ya estaba hecho, no había vuelta atrás.

—Es que... Es lioso. Algunos dicen que el espacio es, pues... Eso —esta vez su mirada se alzó al brillante cielo azul que cubría los jardines, iluminado por un resplandeciente sol —. Que es una masa cosnosecomosedice donde están colgadas las "estrellas". Pero también dicen que lo que nos separa ahora mismo de donde estás tu a donde estoy yo es "espacio" —con un gesto fugaz de la cabeza señaló los pocos pasos de distancia que había entre ambos —. Es raro que usen una misma palabra para dos cosas que no se parecen.