—Empecemos a recoger los materiales primero —propuso a lo que me limité a asentir de acuerdo con ello. Tenemos que encontrar madera, unas cuerdas y un paño blanco.
—Está bien —dije mientras clavaba la tabla en la arena de la playa, alejada de la marea.
—Voy a mirar en esa cabaña, parece un lugar idóneo para guardar materiales. Tu busca en otra parte, nos encontraremos aquí mismo para reunir lo que hayamos obtenido.
Light se apresuró hacia la cabaña que estaba a un lado de la playa para buscar materiales.
—Por fin solo —suspiré contento de haberme separado de aquel plasta.
Fui por el lado contrario de la cabaña que Light había ido a explorar. Caminé hacia el Lugar Secreto en el que había estado anteriormente deteniéndome ante una escalera que subía hacia una pasarela de madera. Su aspecto no era muy seguro, pero tal vez pudiese encontrar algo.
Escalé por aquellas escaleras y seguí la única vía posible acabando en un camino sin salida. No había nada en especial, a excepción de un montón de cuerdas amontonadas de cualquier manera en una esquina.
Cogí el montón de cuerdas y me las coloqué sobre el hombro. Me dirigí hacia el pequeño puerto, donde dejé el montón de cuerdas. Vamos, no iba a volver a poner ni un pie en el agua en una buena temporada, eso lo tenía claro.
Si ese imbécil quería volver a nado era su problema.
De todos modos, ¡nadar era estúpido! No era necesario para la vida diaria de un caballero de la llave espada. ¿Existían sincorazón marinos en primer lugar? Jamás había escuchado hablar de ellos.