[Tierra de Partida] Juego de Sombras

[Aru]

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Cronología:

Neru:
Aru:

Era una tarde tranquila en la que Aru se encontraba reposando en los jardines de Tierra Partida, a la sombra de un árbol tapando su rostro con el brazo derecho.

La muchacha comenzó a sentir un poco de frío, por lo que decidió alzar la mano con sus ojos aún cerrados, y palpando en el césped en busca de su abrigo que había colocado a su lado.
Tras varios intentos de divisar su abrigo, decidió sentarse cruzando las piernas, abrir los ojos, y mirar a su alrededor buscándolo.

—¿Donde demonios te has metido? —dijo la pequeña en voz alta mientras buscaba por todos lados del jardín.

Parecía que el abrigo de la chica hubiese desaparecido como el humo. La pequeña finalmente alzó las manos en la cabeza y con una graciosa emoción en su cara, se levantó preocupada recorriendo todos los alrededores y pensando en donde había dejado ‘’aparcado’’ su abrigo.

El abrigo era de color azul, con un dibujo de un búho en la parte superior derecha, donde debajo ponía sus iniciales: A.P.

—¿Debería de preguntarle a algún moguri? ¿Pegar carteles? —dijo la exagerada muchacha mientras se revolvía el pelo.

¿Cómo podía ser tan despistada? Un abrigo no se debería de dejar en cualquier lado, sin embargo nuestra descuidada protagonista se había acomodado lo suficiente que no era la primera cosa que perdía en lo que llevaba viviendo en ese mundo.

A lo lejos, pudo ver a un joven chico que aparecía sentado que parecía tener su abrigo, la muchacha se puso las manos en la cara para poder ver bien, ¿realmente era su abrigo?.

—¡Eh perdona! Creo que tienes algo mío —dijo la muchacha caminando hacia el chico, pero sorprendentemente, el muchacho salió corriendo.

—¡DE QUE VAS! —gritó la muchacha corriendo detrás de él.

Pero aunque corriese como una loca, el muchacho era mucho más rápido que ella, y como quien no quiere la cosa, otro chico se metió en medio de la persecución, y sin poder frenar, se estampó contra él y cayó al suelo quedando este de pie.

[Darkness Seeker]

—Veamos... “El Coliseo del Olimpo es un mundo antiguo dirigido por una serie de…”

La tarde comenzaba bastante entretenida. Como siempre, después de comer comprobaba las bases de Datos y libros en busca de alguna información sobre los mundos, y el Intersticio en general. Habían pasado muchos meses desde mi ingreso en la Orden de la Llave Espada, o para ser precisos en Tierra de Partida, y sin embargo no había encontrado aún ni un sólo dato o pista sobre ,mi desaparecido mundo o sus habitantes.

La idea de lo que les podría haber sucedido a mis conocidos era una constante tortura personal, y lo peor es que era autoimpuesta. Día libre que tenía, era día que me dedicaba a registrar los mundos de los que disponía información en busca de algo.

Y ahí estaba, comprobando la información de la Base de Datos desde el móvil, comprobando que no se me escapara nada importante. Cualquier detalle podía significar algo, alguna pista para saber si a lo mejor alguno habría llegado a algún mundo, como me pasó a mí en Villa Crepúsculo…

...pero no caía nada de información...

Bueno, en realidad sí, yo era el que caía.

Para cuando me levanté del suelo, pude ver como una chica de más o menos mi edad se encontraba en la misma situación que yo: llevándose las manos a la cabeza dolorida por el golpe que acababa de sufrir.

—¿Te ayudo?—Le pregunté a la desconocida mientras le alcanzaba la mano—.Perdona por el golpe, ¿Puedo saber porqué ibas a aquella velocidad?

[Aru]

Cuando pude darme cuenta, el chico con el que me había estampado, estaba ofreciendo ayuda, yo aun un poco alelada, miré intentando abrir los ojos y tocándome la nariz del dolor.

—¿Te ayudo?—Me preguntó el extraño mientras me ofrecía su mano para ayudarme a levantar—Perdona por el golpe, ¿puedo saber por qué ibas a aquella velocidad?

A la pequeña peliazul no le sonaba de nada la cara del muchacho, pero, aun así aceptó su mano para levantarse.
Cuando ya se encontraba de pie aún tambaleándose, consiguiendo abrir por completo los ojos, decidió responder las preguntas del curioso chico.

—Gracias, estaba corriendo porque… —entonces la pequeña se llevó las manos a la cabeza y miró hacia ambos lados en busca de la figura del extraño que parecía tener su abrigo.

—Estaba persiguiendo a un maldito ladrón, ¿le has visto? O lo más importante, ¿has visto un abrigo azul con un dibujin de un búho?.

La pequeña esperó la respuesta del extraño, entonces suspiró, y miró al suelo decepcionada.

—Mi nombre es Aru, Aru Petrikov, ¿no te conozco verdad? ¿Cual es tu nombre?

[Darkness Seeker]

Mientras ayudaba a la joven a levantarse, me fijé un poco más en ella. Una larga melena azul colgaba que llegaba a más allá de sus hombros, hasta casi llegar al centro de la espalda, ocupaba la parte superior de su cabez, mientras sus ojos azules parecían capaces de penetrar en el alma de cualquiera.

—Gracias, estaba corriendo porque…

De pronto, lachica se lleva las manos a la cabeza, usándolas como si de unos prismáticos se trataran para intentar encontrar algo a lo que yo no llegaba a entender o siquiera ver.

—Estaba persiguiendo a un maldito ladrón, ¿le has visto? O lo más importante, ¿has visto un abrigo azul con un dibujin de un búho?.

¿Un ladrón? Un solo nombre me vino a la mente: Bavol. Aunque era mi amigo, ya había oído cosas sobre supuestos robos en los comedores de Tierra de Partida junto a Myxa. Si aquel pequeño gitano estaba tras esto...

—La verdad es que no, no he visto nada, lo siento...

—Mi nombre es Aru, Aru Petrikov, ¿no te conozco verdad? ¿Cual es tu nombre?

—Me llamo Nerusuke, pero llámame Neru. Si quieres te puedo ayudar.

Una vez decidida la chica, mientras avanzábamos or los pasillos buscando alguna pista del individuo, le preguntaría acerca de la apariencia del ladrón.

—Un detalle, ¿Por casualidad ese ladrón no será un niño moreno de unos… digamos 10 años o así, no?

[Aru]

— Me llamo Nerusuke, pero llámame Neru. Si quieres te puedo ayudar.

—¿Con que Neru eh? Que nombre más extraño —pensó Aru observandole de los pies a la cabeza.

El chico decidió acompañar a la peliazul por los pasillos en busca de pistas, podría ser que ese desconocido encapuchado pudiera haber dejado algún rastro de huellas o quizás se le cayese algún objeto, la probabilidad de que ocurriese algo así eran pocas, pero, ¿que podían perder?.

— Un detalle, ¿Por casualidad ese ladrón no será un niño moreno de unos… digamos 10 años o así, no?

Neru le había preguntado algo bastante curioso a nuestra pequeña Aru, y la verdad es que esa descripción le sonaba bastante. La muchacha se paró enfrente de él, y cruzó sus manos mientras a la vez, hacía movimientos hacia delante y hacia atrás con el pié izquierdo.

—Pues la verdad, no logré verle la cara, pero era más alto que cualquier niño de 10 años… Pero por tu descripción… Algo me dice que me suena bastan… ¿Te refieres al niño gitano llamado Bavol?.

Entonces Aru esperó la respuesta de Neru aun con la misma postura que antes, y al escuchar la respuesta comenzó a reírse en voz alta.

—Sí, le conozco, pero no fue el. Bavol puede que sea bastante travieso pero en el fondo es bastante noble.

Entonces Aru y Neru continuaron su camino por el pasillo, hasta que la muchacha volvió a pararse, pero esta vez observando una sombra bastante alta. La pequeña bastante asustada y perpleja, agarró a Neru y le jaló para ambos esconderse detrás de una columna.

—Shhh, he visto una sombra, puede que sea del ladrón —susurró Aru indicando silencio con un dedo.

[Darkness Seeker]

—Pues la verdad, no logré verle la cara, pero era más alto que cualquier niño de 10 años… Pero por tu descripción… Algo me dice que me suena bastan… ¿Te refieres al niño gitano llamado Bavol?.

—¡Ah!¿Le conoces? es un buen amigo mío, aunque un poco briboncete. Cuando me dijiste lo del ladrón no pude evitar pensar en él—le comenté mientras me llevaba una mano a la nuxa con una amplia sonrisa en la cara

Cuando la chica oyó mi respuesta, comenzó a reírse también.

—Sí, le conozco, pero no fue el. Bavol puede que sea bastante travieso pero en el fondo es bastante noble.

—Tienes razón pero… Tenía que asegurarme de que no era él.—le dije mientras la seguía a través de los pasillos.

Con cierta tranquilidad, seguimos nuestro camino en busca del ladrón. Es curioso, era ya muchas las veces que había recorrido los pasillos en busca de algo casi siempre lo había hecho con mis compañeros de misión o con mis amigosBavol y Myxa. ¿Terminaría Aru siendo parte de aquel grupo compuesto por mis amigos?

Mientras pensaba eso, algo me agarró de la chaqueta y me hizo a un lado. Había sido la propia Aru, aprovechando que estaba pensando en mis cosas.

—Shhh, he visto una sombra, puede que sea del ladrón —susurró Aru indicando silencio con un dedo.[/quote]

—Mhm… Espera aquí.

Con disimulo e intentando no hacer ruido, me acerqué hacia la sombra pegado a la pared
, intentando aprovechar la sorpresa para agarrarle y tirar hacia nosotros.

[Aru]

— mhm… espera aquí.

En ese momento, Neru, había agarrado al encapuchado. Este ahora mismo no tendría escapatoria, y podría por fin conseguir mi objeto perdido.

Pero, no todo era lo que parecía. El siniestro hombre, metió la mano en el bolsillo de la gabardina de Neru, apartó la mano que le apresaba, y se metió en una habitación.

—¿Qué…? —la pequeña Aru se quedó un poco absorta. Parecía que el misterioso muchacho estuviera jugando con ellos.

Aru miró un poco confusa a Neru, y avanzó hasta la habitación para abrir la puerta, pero… Estaba cerrada.

—Neru, ¿que hacemos?

La muchacha esperó la respuesta de su nuevo amigo, ya que parecía tener más luces encendidas en su mente que ella misma.

Mientras, diferentes tipos de ruidos se hacían notar a través de la puerta cerrada.

—¿Teneis miedo? —dijo una voz masculina.

De repente, las luces como quien lo dice, dejaron su luz para dejar camino libre a la oscuridad. El pasillo estaba completamente en oscuridad.

Como acto reflejo, Aru se escondió detrás de su compañero.

—¡¿Qué está pasando?! —se preguntó en voz alta.

[Darkness Seeker]

Con paso lento, me acerqué hasta la esquina donde la sombra comenzaba a vislumbrarse. La sombra no parecía estar de paso, ni siquiera pareciera que se moviera. Cualquiera diría que en vez de una simple sombra era una mancha en el suelo. Estaba fija, inmóvil .

De un acelerón me planté frente a la misteriosa figura encapuchada, que en un momento se vió sorprendido al ver que le había agarrado con fuerza. Sin embargo, con una rapidez a mi parecer inhumana, introdujo su mano en uno de mis bolsillos y consiguió que le soltará para desaparecer al instante.

—¿Qué…?

Tras verme engañado de tal manera, salí corriendo hacia la única salida de aquel pasillo, esperando que hubiera sido por la puerta, pero estaba cerrada a cal y canto.

—Neru, ¿que hacemos?

—Ahora mismo, encontrar a ese tipo. Volvamos hacia at...

Pronto hice silencio al darme cuenta de que el resto de puertas empezaban a oírse varios ruidos. Además de que las luces de pronto de apagaron. Todas. Incluso las ventanas parecían no dejar traspasar la luz.

—¿Teneis miedo?

—¡¿Qué está pasando?!—me preguntó la chica escondiéndose tras de mí.

—Mhm, una magia de ilusión quizás.—comenté mientras invocaba la llave espada.—¡Perla!

Esperando que la perla diese alguna luz o simplemente hiciera escabullirse al extraño hombre, proseguí unos pasos hacia delante para no alejarme mucho de aru. Llevaba mucho tiempo sufriendo cosas peores, en mis misiones y en mis pesadillas, como para asustarme por un simple truco como apagar las luces.

—¡Vamos! ¡¿Pretendes darme miedo con un truco tan fácil?!

[Aru]

—¡Vamos! ¿Pretendes darme miedo con un truco tan fácil?

Una carcajada se escuchó al final del pasillo, y se oían pisadas cuando esta se disipaba.

Aru se quedó agarrada detrás de Neru, le tenía pavor a los lugares cerrados y oscuro, y se sentía bastante mal y presionada.

—Necesito salir de aquí… —pensó la joven

En ese momento, el misterioso hombre encapuchado se hacía ver de entre la oscuridad, caminando hacia delante, bastante decidido.

—¿Truco? —pausó brevemente mientras intentaba aguantarse la risa—¿Seguro que es un truco, chaval?

En ese momento, el joven alzó la mano, y se hundió en la sala como si estuviera hecho de gelatina, y antes de desaparecer del todo, dijo:

—Esto, es solo el principio.

Entonces de repente una luz azul iluminó una de las puertas cerradas, la muchacha se quedó observándola mientras a su vez miraba un poco confusa a Neru, quien parecía también coincidir en ese estado.

—¿Crees que es una trampa?.

Si fuese una trampa o no, no tendrían elección, ya que el suelo también parecía absorberlos como al otro muchacho. Tendrían que decidir rápido… Coger la puerta, o ser engullidos por el suelo.

[Darkness Seeker]

—¡Vamos! ¡¿Pretendes darme miedo con un truco tan fácil?!

Realmente… ¿Había llegado a decir eso? aunque por fuera parecía igual, por dentro no pude evitar preguntarme… ¿Porqué? ¿Seria porque estaba realmente enfadado con la actitud de aquel tipo? ¿Sería porque tenía a una chica que acababa de conocer agarrada a mí desde la espalda? O… ¿Simplemente estaba harto de todo aquello y hablaba sin pensar

Sin embargo, y cortando por completo aquella idea, la voz volvió, pero sólo para reírse de nosotros dos. Noté al poco tiempo que la sala también comenzó a oscurecerse más y más…

Algo no iba nada bien

—¿Truco? preguntó la voz mientras aguantaba su risa—.¿Seguro que es un truco, chaval?

Sin esperar ni un segundo, la figura negra se fundió con el suelo como si de un sincorazón se tratara.

—Esto, es solo el principio.

Una luz nos cegó durante unos segundos, una luz que había aparecido sobre una de las puertas… al otro lado del pasillo. Pero lo más raro no era eso, sino que al ir a moverme me di cuenta de que el suelo se había vuelto negro… Y nos estaba absorbiendo. Fui a dar un paso para delante cuando me dí cuenta de que la chica había dado otro pequeño tirón, por lo que me fijé en ella.

—¿Crees que es una trampa?.

Era cierto. Teníamos dos opciones. O ir hacia la puerta del otro lado, porque la de atrás había desaparecido dejando sólo un muro, o quedarnos allí esperando.

—Lamentablemente...—le respondí a la chica—. es más que probable que sea una trampa.

Intenta levantar una pierna, pero cada vez me tragaba con más y más fuerza… cómo no fuéramos capaz de movernos a gran velocidad íbamos a caer allí mismo… ¿”movernos a gran velocidad”? Se me ocurrió una idea que… ni siquiera sabía si funcionará.

—Tengo una idea pero… —le comenté tratando de tirar de ella para sacarla del fango negro—...necesito que te agarres bien a mí.

Una vez lo hiciera, haría aparecer mi Látigo de Cadenas de entre la oscuridad hacia mi mano. Una vez la tuviera, la chasquearía varias veces para luego lanzar una copia oscura de esa misma cadena hasta la puerta.

—¡Ahora!

Agarrando bien fuerte la cadena negra, dejé que una fuerza oscura tomará control de esa copia y nos permitiera, no sólo salir del suelo, sino llegar rápidamente al otro lado gracia a la Cadena de Agarre.

Una vez en el otro lado, abriría la puerta a toda velocidad para poder meternos dentro. Segundos después, me pararía un segundo para comprobar que aquella extraña sustancia no pudiera pasar bajo el resquicio de la puerta.

—¿Estás bien, Aru?

[Aru]

—Lamentablemente…

Entonces Aru pudo sentir como un nudo desagradable se apoderaba del interior de su garganta, se había puesto bastante nerviosa.

Mientras los segundos seguían pasando, los jóvenes se hundían más y más del fango negro, la pequeña pudo sentir la presión de la masa negra apoderándose del extremo inferior de su cuerpo.

—Tengo una idea pero… —dijo Neru mientras ayudaba a Aru a salir del lugar— necesito que te agarres bien a mí.
Aunque fuese una idea bastante sugerente, la joven decidió confiar en el muchacho y agarró fuertemente su torso, como si de un koala se tratase.
Después de hacerlo, apareció un Látigo de Cadenas de entre la oscuridad hacia nuestra dirección. Sorprendentemente, el que había invocado las cadenas era Neru, y una vez que las agarró chasqueó varias veces para luego lanzar una copia oscura de esa misma cadena hasta la puerta.

—¡Ahora!

Después de aquel grito, lo que había pasado fue tan rápido e inesperado que la chica no pudo poder evitar cerrar los ojos.

Sintió como un balanceo y cuando se dió cuenta ya había atravesado la puerta.
Aún agarrada como un koala a su compañero Neru, decidió abrir el ojo derecho para observar la situación del problema.

—¿Estás bien, Aru?

—Eso ha sido… ¡Increible! —gritó la muchacha dejándose caer al suelo tras aquella dosis de adrenalina. —¡Neru eso ha sido asombroso! ¡Y lo de las cadenas ha sido una pasada!

De repente, unas palmadas se divisaron entre la oscuridad del pasillo. El joven encapuchado seguía entre ellos.

—Sí, Neru, ha sido una pasada —dijo el sujeto mientras imitaba la voz de Aru en tono burletero.

Aru se puso de pie inmediatamente que le vió, pero con más valor que antes, decidió ponerse al lado de Neru.

—¡¿Puedes explicarme porque estás jugando con nosotros?! Y aun mejor… ¿¡Puedes explicarme el porqué me has robado mi abrigo!?

Ante tal acto, el encapuchado se tapó la boca para no mostrar su sonrisa, le parecía gracioso el cambio de actitud de la peliazul.

—Tranquila fierecilla, no me muerdas —siguió burlándose. — Encima que os hago una visita, que maleducados sois… Pensaba que los de Tierra de Partida eran más educados.

Entonces el joven se sacó del bolsillo un montón de hojas que parecían ser antiguas, y miró a Neru de reojo.

—Vaya vaya, de quien será estos informes…Parece que alguien los ha perdido… ¿Neru?

[Darkness Seeker]

Comencé a respirar tranquilo tras la puerta, seguro de que ya no nos seguía aquella extraña masa negra. Me dejé caer al suelo, dejando que Aru se soltara con delicadeza.La pobre chica debía de estar fatal con la velocidad que había cogido al utilizar mi habilidad. Me acerqué preocupado a la chica, que seguía en el suelo.

—¿Estás bien, Aru?

—Eso ha sido… ¡Increible! —chilló Aru nada más recuperar el aire. —¡Neru eso ha sido asombroso! ¡Y lo de las cadenas ha sido una pasada!

Justo antes de que pudiera decir nada, el sonido de unas palmadas provino de la oscuridad, y de ella la silueta del misterioso encapuchado de negro.

—Sí, Neru, ha sido una pasada

Me levanté del suelo para mirar fijamente al extraño encapuchado esperando alguna respuesta a su presencia.

—¡¿Puedes explicarme porque estás jugando con nosotros?! Y aun mejor… ¿¡Puedes explicarme el porqué me has robado mi abrigo!?

—Tranquila fierecilla, no me muerdas. Encima que os hago una visita, que maleducados sois… Pensaba que los de Tierra de Partida eran más educados.

—Se puede saber que…

Antes de que pudiera terminar la frase, el individuo sacó de uno de sus bolsillos un montón de papeles que me eran extrañamente familiares.

—Vaya vaya, de quien será estos informes…Parece que alguien los ha perdido… ¿Neru?

Obviamente me eran familiares, como comprobé al pasar la mano por mi bolsillo, porque eran mis archivos.

—Muy bien. ¿Para que robas un abrigo y unos documentos? O mejor dicho, ¿Qué pretendes con todo esto? No es muy usual que alguien se tome tantas molestias para entrar en Tierra de Partida para robar dos tonterías…

[Aru]

—Muy bien. ¿Para que robas un abrigo y unos documentos? O mejor dicho, ¿Qué pretendes con todo esto? No es muy usual que alguien se tome tantas molestias para entrar en Tierra de Partida para robar dos tonterías…

Entonces el encapuchado dejó mostrar su rostro.

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—Vaya, Neru, pensaba que eras más listo ya que… ¿Quien mejor que tu para saber que podria hacer con todos esos datos oscuros? y respecto a el abrigo —pauso mientras lo agarraba con la mano izquierda y empezaba a olerlo.— Necesitaba ver cómo había crecido este pequeño búho. No me malinterpretes, no soy ningún pervertido.

Entonces el joven, comenzó a reír locamente, como si hubiese perdido la cordura. Y de sus oscuras y sucias manos, surgió una guadaña.

—Es divertido jugar con vosotros, ¿Verdad? Seguro que también os estáis divirtiendo.

Entonces con la guadaña apuntó hacia Neru, mientras seguía sonriendo como un maníaco.

—Dime, Neru, ¿Sabes realmente hasta qué límite puede llegar un corazón? Seguro que lo sabes, esa obsesión, esos impulsos que te hacen hacer cosas extrañas que cuando las piensas te das cuenta de que no eras tú mismo quien lo hacía. Siento que somos iguales, Neru.
Tu al igual que yo, eres cercano a la oscuridad, la dominas, lo he podido ver. ¿Por qué sigues con estos perdedores? Caballeros de la llave espada —Entonces bajó la guadaña y siguió riendo.

—¡Neru no es como tú, él tiene la mente sana! —gritó Aru en un intento de defensa.

—Comprobémoslo.

Entonces, el maniaco golpeó tres veces en el suelo y volvió a desaparecer entre las tinieblas.

La muchacha miró fijamente a Neru para comprobar que las palabras de ese niño no le hubiesen dañado, pero le pareció estar bien.

—No le hagas caso, ¿vale?

Cuando acabó su frase, como si de una planta rara se tratase, brotó del suelo apoderándose completamente del pasillo, pero la planta era lo mínimo que debería preocupar a los jóvenes aprendices. Pues de esa flor, brotaban sincorazones.

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Aru en ese instante invocó su llave espada, y se puso en posición de combate, estaba lista para dejar de ser la damisela en apuros.

[Darkness Seeker]

—Muy bien. ¿Para qué robas un abrigo y unos documentos? O mejor dicho, ¿Qué pretendes con todo esto? No es muy usual que alguien se tome tantas molestias para entrar en Tierra de Partida para robar dos tonterías…

El encapuchado se quitó la mano de la cara para que pudiéramos verle su pícara sonrisa. Poco después, se llevó las manos tras la cabeza, con la intención de dejarse al descubierto.

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—Vaya, Neru, pensaba que eras más listo ya que… ¿Quien mejor que tu para saber que podria hacer con todos esos datos oscuros? y respecto a el abrigo —comentó el chico mientras olía una de las mangas del abrigo.— Necesitaba ver cómo había crecido este pequeño búho. No me malinterpretes, no soy ningun pervertido.

Sin ningún tipo de lógica, el chico comenzó a reír de una forma casi maníaca o psicópata. Instantáneamente se calló para hacer aparecer una guadaña de oscuridad, con la cuál me apuntó. Hice un gesto hacia atrás nada más verla, esperando que me atacara, pero sorprendentemente sólo me señaló con ella.

—Es divertido jugar con vosotros, ¿Verdad? Seguro que también os estáis divirtiendo.

El individuo mantuvo la guadaña frente a mí. Estaba tan cerca de mi cara que me vi obligado a hacer el brazo para atrás, haciendo amago de invocar la llave espada. Inmediatamente el chico continuo.

—Dime, Neru, ¿Sabes realmente hasta qué límite puede llegar un corazón?

—¿Perdón?—Le pregunté extrañado.

—Seguro que lo sabes, esa obsesión, esos impulsos que te hacen hacer cosas extrañas que cuando las piensas te das cuenta de que no eras tú mismo quien lo hacía. Siento que somos iguales, Neru. Tu al igual que yo, eres cercano a la oscuridad, la dominas, lo he podido ver. ¿Por qué sigues con estos perdedores? Caballeros de la llave espada —Entonces bajó la guadaña y siguió riendo.

—¡Neru no es como tú, él tiene la mente sana!—gritó aru nada más hablar el chico.

Pero.... ¿Tendría razón? Desde que había entrado en la Orden, no había parado de sufrir pesadillas, ataques de ira… ¿Acaso sería cosa de la Osuridad? ¿O de otra cosa?

—Comprobémoslo.

El chico desapareció a través del suelo, como había hecho antes. Nada más hacerlo, Aru se me acercó para ver como estaba.

—No le hagas caso, ¿vale?

—Tranquila, pero ahora...

Tuve que parar lo que estaba a punto de decir al darme cuenta de que frente a nosotros había aparecido una planta bastante bultosa. Pero lo peor pasó al abrirse y comprobar como de sus esporas aparecían sincorazón.

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—Parece que tendremos que tomarnos unos minutos con esto—le dije a Aru mientras hacía aparecer mi Llave Espada.

Era hora de pelear contra las pequeñas chinches sincorazón.

[Aru]

—Parece que tendremos que tomarnos unos minutos con esto—dijo Neru a la niña.




Aru asintió con su cabeza y se colocó detrás de él espalda con espalda.
Era el momento, su primera batalla contra esas sincorazones que jamás había visto, y junto a su nuevo amigo, Neru.

—¡Deimos! —gritó la chiquilla apuntando hacia adelante.

Entonces se dispuso a correr hacia delante, destruyendo a todas las chinches sincorazón que se le ponía enfrente, pero no obstante, no dejaba de mirar de vez en cuando a su compañero para comprobar si necesitaba de su ayuda.
Pasaban minutos, pero el número de sincorazones llegaba a ser hasta mayor que antes, cosa que agotaba y confundía a nuestra pequeña aprendiza.

—¡Es inútil! ¡No dejan de aparecer más y más! —confesó

Aru seguía intentando acabar con los sincorazón que tenía en su lado, pero seguían apareciendo.

—¡¿De donde salen tantos bichos?! —gritó

Miró hacia Neru, y observó que el también pensaba lo mismo que ella, podía ver en su rostro una cara de cansancio e irritación.

—¿Estás bien, Neru? No sé que esta ocurriendo, no dejan de aparecer, es inútil.

Entonces la muchacha miró hacia la flor, entrecerró un poco los ojos y se fijó en el núcleo de ella. Parecía ser una especie de portal que atraía los sincorazones hasta el pasillo.

—¡Ahí! —gritó Aru señalando al portal.

Esperó a la reacción de Neru y entonces la pequeña dió un salto y se puso al lado de Neru.

—¿Quieres hacerlo tú? —dijo la pequeña mientras se reponía.

Pero… En ese momento pudo ver como una chinche trepaba por la espalda de Neru, dejando su rastro oscuro por la espalda. La cara de Aru fué un poema.

—T-tienes… una cosita...ahí