[Tierra de Partida] Juego de Sombras

[Darkness Seeker]

—¡Deimos! —gritó la chiquilla apuntando hacia adelante.

Mientras la chica utilizaba su conjuro, yo me lancé contra la horda de pequeños sincorazón con Llave Espada en mano y esperando que las pequeñas criaturas no mostraran demasiada resistencia.

—¡Es inútil! ¡No dejan de aparecer más y más!—me dijo Aru de lejos.

Y tenía razón, a cada oleada de aquellas pequeñas chinches devora corazones que terminábamos, otra más le seguía. Por suerte eran muy débiles, pero no paraban de salir más, y más y más...

—¡¿De donde salen tantos bichos?!—gritó

—¡Ni idea!

—¿Estás bien, Neru? No sé que esta ocurriendo, no dejan de aparecer, es inútil.

—Sí, estoy viendo pero…

La chica, sin ningún tipo de aviso, salió corriendo al otro extremo de la sala, donde había aparecido la flor nada más irse el encapuchado.

—¡Ahí! —me gritó aru señalando a la flor. ¿Era de allí de dónde aparecían aquellos insectos?

Abriéndome paso con la llave espada y esparciendo nubes de oscuridad por toda la habitación, fruto de la destrucción de las pequeñas criaturas, llegué finalmente hasta ella.

—¿Quieres hacerlo tú?

Me encogí de hombros y levanté la mano con la llave espada dispuesto a dar el golpe de gracia, cuando me fijé en que Aru se había quedado clavada en el sitio, como si hubiera visto la peor de sus pesadillas hecha realidad.

—T-tienes… una cosita...ahí

Algo extrañado me giré sobre mí mismo sólo para quedarme de piedra. Sobre mi chaqueta, y subiendo por la espalda, uno de los pequeños insectos se había hecho con una buena posición sobre mi hombro derecho. Mi cara estaba gélida como el hielo, y tenía los ojos como platos de ver como la criatura se colocaba más y más cerca de mi cabeza. La criatura de pronto giró la cabeza con lentitud y…

*Chiwi~Chiwi*

—¡Ahhh!—grité mientras de un golpe de hombro lo mandaba de nuevo al suelo para luego dispararle todos los Piros que pudiera seguidos—¡¡Muere, MUERE, MUEREEEEE!!

Acto seguido lancé un Piro más potente hacia la planta, esperando que de una vez se destruyera aquella factoría de sincorazones.

—Maldita sea… ¿No habrán más de esas cosas, no?

[Aru]

Aru observó con ojos como platos el otro aprendiz pulverizaba a la chinche que estaba en su espalda. Se alejó de él dos pasos atrás al ver como era cuando se enfadaba.

Después de aquella escena tan cómica, Neru conjuró un piro hacia la flor. Por suerte, el portal se cerró, pero entonces…El suelo comenzó a temblar, y las raíces que estaban por él, empezaron a levantarse.

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Ante ellos, un nuevo sincorazón jefe.

—N-neru…

Aru agarró a Neru de la mano y empezó a correr, mientras el sincorazón comenzaba a lanzar sus raíces para atraparlos.

—¡No se te ocurra pararte! —gritó Aru jalando de Neru.

En ese momento, el sincorazón se levantó del suelo arrancando su raíz, y comenzó a perseguirles.

—¿¡Qué!? —Aru se paró, y observó como raíces consumían todo el pasillo.

Aru se dió la vuelta, mientras se ponía delante de su amigo, y conjuró un piro hacia la raíz de la planta, logrando así que empezara a arder.

—¡Ahí está! ¡Quememos las raíces, Neru!

[Darkness Seeker]

—¡A la porra!

Me paré un instante a ver cómo la planta poco a poco se quemaba. Por lo que dirigí una mirada a Aru, la cuál se había alejado unos pasos al ver mi reacción ante el pequeño sincorazón.

—Ehm… ¿He estado demasiado ridículo?—le comenté mientras me llevaba una mano a la nuca.

Un pequeño temblor hizo que perdiera el equilibrio momentáneamente. Algo se había despertado. Me giré temeroso para encontrar con la misma planta a la que había atacado… pero esta vez más grande y robusta...

—N-neru…

—¿S-Sí?

—¡No se te ocurra pararte!—me gritó Aru mientras tiraba de mi manga al lado contrario del pasillo.

Siguiendo la idea de la chica, el ser oscuro comenzó a moverse y a gritar, mientras levantaba sus piernas en busca de un modo de seguir persiguiéndonos. Cómo no lo destruyeramos pronto no sólo se escaparía el chico de la capucha, sino que toda Tierra de Partida se enteraría de lo ocurrido y nos caería una buena a Aru y a mi.

Sin aviso previo, Aru se giró al dejar de oír a la planta sincorazón, momento que aprovechó para atacarle usando un simple Piro.

—¡Ahí está! ¡Quememos las raíces, Neru!

—¡Perfecto!

Así, junto a ella comencé a disparar varios hechizos ígneos al resto de raíces, esperando que pudiéramos acabar con ella cuánto antes.

[Aru]

Ambos aprendices pudieron contemplar como la flor comenzaba a prender desde las raíces hasta el último pétalo, que a su vez, fue también el último de caer.
Y en ese mismo momento, un enorme corazón ascendió al cielo, brillando con pura intensidad e iluminando por completo la sala. Las raíces desaparecieron, y todo comenzó a estar igual.

Aru miró bastante agotada pero sonriente al muchacho, lo habían conseguido, aunque había sido bastante fácil… Demasiado.

—¿Cómo estás? —preguntó la muchacha mientras intentaba recuperar el aliento tras aquella movida.

Entonces, un espejo apareció en el final del largo pasillo en el que se encontraban los muchachos.

Aru decidió sentarse un momento para descansar, ya que había sido todo muy rápido.

—¿Qué crees que pasará ahora? Ha sido demasiado sencillo —preguntó la joven aprendiza mientras observaba desde el suelo a Neru.

[Darkness Seeker]

Tras una pelea, no demasiado larga por suerte, las raíces de la planta comenzaron a caer al suelo, derrotadas por el cansancio y el fuego que las consumía. La propia planta de la que surgían las raíces comenzó a debilitarse también, dejándose caer al suelo, mientras intentaba alcanzar algún lugar en el cielo moviendo la flor e intentando acercarla a la luz. Para su desdicha, a poco de intentar moverse acabó desapareciendo en una nube oscura, dejando que un corazón de rubí ascendiera hasta los cielos.

Desinvoqué mi arma y me lleve una de mis manos a los ojos, para intentar mantenerme activo. Habíamos perdido demasiado tiempo con todo cuanto estaba ocurriendo desde que nos encontramos a aquel muchacho y nos confirmó que era el ladrón de Aru… y ahora de mis archivos.

—¿Cómo estás?

Me giré para encontrarme a una Aru sonriente, aunque mostraba indicios de su cansancio, como era normal después de cuánto había ocurrido.

—Bien, tranquila—le respondí mientras me llevaba una de mis manos al otro hombro.

De entre las sombras, casi instantaneamente apareció un extraño espejo, de marco negro e imagen nítida como el agua.

—¿Qué crees que pasará ahora? Ha sido demasiado sencillo—me preguntó Aru mientras se sentaba a a descansar—. Ha sido demasiado sencillo

—Está claro que ese tipo piensa seguir jugando con nosotros mientras pueda, pero no podemos dejar que se escape con nuestras cosas.

Me acerqué hasta el espejo, para luego girarme a Aru.

— ¿Vamos?

[Aru]

Neru se acercó al espejo, dispuesto a ver si era un portal o que se podía reflejar.

— ¿Vamos?

Aru asintió con la cabeza y se levantaba a la misma vez.

Ambos aprendices se acercaron al espejo.

Debajo de este había una inscripción en un idioma que Aru no conocía, por lo tanto no pudo leerlo.

— ¿Sabes leer que dice aquí?

De repente una carcajada se divisó justo detrás de ellos, carcajada que a su vez ya no les era nada extraña de escuchar.

— Ahí dice ‘’Espejo de los verdaderos sentimientos’’, tonta, deberías estudiar más y dibujar menos —dijo el chiflado mientras sacaba la lengua con chulería.
—¿Eh?.

El extraño se llevó manos a la espalda, y desapareció entre la oscuridad, nuevamente.

—¿Pero qué….? —dijo la muchacha bastante desconcertada.

La peliazul miró a Neru y se alejó del espejo, indicándole que hiciese lo mismo.

—No creo que debamos… Ya sabes, acercarnos a esa cosa. Vete a saber tú lo que ocurre después.

Pudo escucharse un cacareo entre la sala, algo que daba a entender que el ladrón seguía en ese cuarto.

—Ugh, me estoy hartando de ese tío —dijo Aru dando un grito de desesperación.

[Darkness Seeker]

Aru asintió a mi pregunta, mientras se acercaba y yo inspeccionaba el espejo. Un reborde de hierro rodeaba el espejo, negro como el carbón. Justo debajo del mismo, había un mensaje en alguna clase de idioma del que no tenía ni la más mínima idea. Era una escritura que me recordaba a una de la que había oído hace algún tipo: “Cuneiforme”.

— ¿Sabes leer que dice aquí?

—Parece escritura cuneiforme pero…—le comenté pasando la mano levemente sobre las letras que la componían — No tengo ni idea de lo que dice...

— Ahí dice ‘’Espejo de los verdaderos sentimientos’’, tonta, deberías estudiar más y dibujar menos

—¿Eh?.

Sorprendido por la voz, me giré para ver como el muchacho de antes desaparecía de nuevo entre las sombras, ocultando sus brazos tras la espalda.

—¿Eh?.— Preguntó Aru quedándose de piedra ante las continuas apariciones de aquel sujeto. —¿Pero qué….?

—No creo que debamos… Ya sabes, acercarnos a esa cosa. Vete a saber tú lo que ocurre después.

Del otro lado del espejo empezó a sonar un ligero cacareo, probablemente producto del chico que no hacía otra cosa salvo aparecer y desaparecer. O aquel chico era idiota o sólo intentaba enfadarnos más.

—Ugh, me estoy hartando de ese tío

—Creo que somos dos. Tengo unas ganas de coger a ese idiota...— comencé a apretar la mano, para luego aligerarla y girarme a aru—. Como no vayamos ahora es posible que lo perdamos. No tenemos otra opción, vamos a tener que atravesar el espejo…

[Aru]

Aru asintió y pasó primera con los ojos cerrados por el espejo.

Parte de Neru.

Cuando Neru pasó por el espejo, delante de él se encontraba un lugar lúgubre y oscuro lleno de sombras y ruidos que cualquiera se taparía los oídos. Si miraba detrás de él, podía observar como el espejo iba desvaneciendo, poco a poco, como si estuviese hecho de cenizas y alguien lo hubiera soplado.
No parecía haber nada amenazante alrededor de la sala, sólo había sombras, como si de recuerdos se tratasen. Si Neru intentase tocarlos les atravesaría como fantasmas del pasado.

—Bienvenido, Neru, le estaba esperando—dijo una voz que provenía del fondo de la sala. El causante de la voz, el rey de ese lugar, yacía sentado en su trono esperando a que Neru se acercarse.

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—¿Qué tal estás, joven portador de —entonces el hombre comenzó a reírse— ¿Luz?.


Parte de Aru.

Cuando Aru abrió los ojos ante ella encontró otro espejo delante de ella.
En el reflejo estaba Neru, quien estaba caminando alrededor de una sala oscura, sin nadie que le guiese, como si no pudiese encontrar lugar donde ir, como si fuese un alma en pena.

—¡NERU! —gritó la joven mientras obtuvo el espejo en sus manos.

—No fuerces la voz, no puede oírte —dijo una misteriosa silueta que se acercaba a ella.

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El era rubio de ojos marrones y unas grandes gafas.

—Neru aún tiene una cuenta pendiente, consigo mismo —dijo mientras se sentaba en un trono de oro.

—Mi nombre es Mikage, deidad de la tierra —dijo mientras besaba la mano de la joven.

Aru enseguida quitó la mano y conjuró su llave espada mientras intentaba salir del lugar.

—Es inútil huir, este lugar es un santuario. Además no ha acabado tu papel aquí, siéntate, te lo explicaré mientras va sucediendo todo.

Entonces la muchacha asintió dudosamente y se sentó al lado de Mikage.

[Darkness Seeker]

Haciendo voto de confianza, Aru entró a través del espejo. Inspirando un poco de aire, entré sin pensármelo a través del extraño espejo.

Al otro lado no me esperaba otra cosa salvo oscuridad. Pura, negra y solitaria oscuridad. daba igual hacia dónde mirara, sólo había eso: Oscuridad

—¿Aru?

No estaba allí. ¿La habría cogido ya el extraño chico ladrón? ¿O quizás se hubiese adelantado demasiado?

—Mierda…

Pronto comenzaron a sonar toda clase de chillidos y ruidos, mientras la sala tomaba forma. Aquel irritante sonido era imposible de soportar, mientras me llevaba las manos a los oídos la sala comenzó a cambiar rápidamente de color, forma, e incluso de imagen. Miles de imagenes iban cambiando poco a poco a mi alrededor.

¿Qué estaba pasando?

—Bienvenido, Neru, le estaba esperando.

El ruido paró. En el otro lado de la habitación había un… ¿Hombre? Sentado en un trono metálico. Era difícil definir quién era aquel ser, pues además de su estrafalario gusto por la ropa, dos cuernos bastante llamativos brotaban de la parte más alta de su cráneo.

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—¿Qué tal estás, joven portador de —el ser no pudo evitar llevarse una mano a la boca, mientras reía de una forma muy siniestra— ¿Luz?.

—¿Dónde está Aru?—le pregunté sin rodeos invocando mi llave espada y apuntándole con ella —¿Qué significa todo esto? ¿Quién es ese chico que no hace otra cosa salvo incordiar desde hace varias horas?

Al mínimo movimiento con el que pretendiera atacarme, levantaría un Reflejo para protegerme. Aquella situación comenzaba a irse de las manos

[Aru]

Parte de Neru.
—¿Dónde está Aru?—preguntó sin rodeos y amenazando con su llave espada—¿Qué significa todo esto? ¿Quién es ese chico que no hace otra cosa salvo incordiar desde hace varias horas?

El hombre se levantó bastante ofendido, y a la vez se seguía riendo por ver el pobre intento de Neru de amenazarlo con su llave.

—¿Intentas dar miedo con tu pequeña llave? ¿A mi? ¿Al rey demonio, Akura-ou? —dijo llevando su mano a su pecho.

Entonces a los pies de Neru, unas cadenas oscuras le aprisionaron a él y a su espada, tendrían que sonarle bastante, ya que eran sus propias cadenas las que le estaban encadenando.

—No te preocupes por esa niña, está en un lugar mejor… Deberías preocuparte ahora por tu estado, querido Neru —dijo el rey Akura, señalando las cadenas.

—Por lo que puedes observar, tienes un problema con la oscuridad, querido Neru...Y sabes que pasa si juegas con los ojos atados, ¿verdad? —entonces el demonio levantó su mano y la bajó con fuerza, cosa que hizo que Neru se pusiera de rodillas—. Te conviertes en una triste marioneta, pequeño.

Akura-ou, miró desde arriba al indefenso portador de la llave espada, sin piedad, como si él fuera culpable de su misma prisión.

—Tienes una cuenta pendiente, querido Neru, es hora de que la saldes.

Entonces la sombra de Neru cogió forma, un ser igual que el, con los mismos rasgos faciales, pero con una cosa diferente a él, tenía el emblema de los sincorazon en el pecho.

—¿Estás preparado para dormir un lado de tí, querido Neru? Y si no lo estás, has tenido suficiente tiempo para ello.

Parte de Aru.

Aru, por otro lado, estaba contemplando el espectáculo.
Neru estaba encadenado y posiblemente no iba a poder levantarse si no daba un poco de sí.

—¿¡Qué puedo hacer!? —gritó la joven alertada por ver la situación, mientras tambaleaba a Mikage con los brazos.

—¡Para! Ya te he dicho que tiene una cuenta pendiente, todo depende de él, pero… Si quieres hacer algo, puedes hacerlo.

Aru abrió los ojos a más no poder, podía ayudar a su amigo que ahora la necesitaba más que nunca.

—Pero no deberíamos interferir —dijo el ladrón, que estaba viendo todo desde las sombras.

—¡Tú! Todo esto es por tu culpa, por tu culpa estamos aquí y Neru —dijo la peliazul mientras a su vez era callada por la mano del peliblanco.

—Neru está bien, y ya me daréis las gracias —dijo mientras le tiraba su abrigo a la cara.

Puede que no todo era lo que parecía, pero no dejaba de sorprenderse, ¿el ladrón podría haberles estado guiando a este lugar todo este tiempo? ¿Por Neru?

[Darkness Seeker]

—¿Intentas dar miedo con tu pequeña llave? —preguntó claramente ofendido el demonio—. ¿A mi? ¿Al rey demonio, Akura-ou?

Antes de que fuera capaz de siquiera utilizar mi Reflejo, una serie de cadenas brotaron de la oscuridad, agarrando mis pies al suelo, sin posibilidad de moverlos del sitio ni un milímetro. estaba atrapado.

—No te preocupes por esa niña, está en un lugar mejor… Deberías preocuparte ahora por tu estado, querido Neru —comentó el supuesto Rey.

Comencé a respirar con brusquedad, intentando calmarme. Pretendía que mi corazón rebosara de oscuridad, convertirme en un sincorazón...

—Por lo que puedes observar, tienes un problema con la oscuridad, querido Neru...Y sabes que pasa si juegas con los ojos atados, ¿verdad?. Te conviertes en una triste marioneta, pequeño.

Las cadenas comenzarona rodear mi propio cuello, dificultándome no sólo el respirar, sino mirar lo que ocurría a nuestro alrededor. Poco a poco mis ojos comenzaban a cansarse… la cabeza me daba vueltas...

—Tienes una cuenta pendiente, querido Neru, es hora de que la saldes.

Haciendo un último esfuerzo, pude ver como una sombra tomaba mi forma, al igual que pasó en la misión a Villa Crepúsculo, asfixiandome con su silencio. No podía aguantar mucho más, no podía, no pod...

—¿Estás preparado para dormir un lado de tí, querido Neru? Y si no lo estás, has tenido suficiente tiempo para ello.

¿Este… Este sería mi fin?

Notaba como mi corazón se henchía de pesar e ira. ¿Éste… sería el final que tanto había luchado por evitar? ¿Caer ante la oscuridad? Ya no podía sentir nada, ni el más mínimo impulso. No era capaz de mover un sólo brazo o mano, y mis ojos comenzaban a caer rendidos por la falta de aire...Poco a poco mi mente se desdibujaba de la realidad, dejando que la oscuridad tomara su lugar, dejándola dueña de mi ser…

¡Neru!

Esa voz lejana… Era una voz que conocía demasiado bien. Casi como si de un suspiro aciago se tratase, me pareció ver una luz lejana...¿Sería un delirio de mi mente debilitada? No,no era posible...

¡Ayúdame!


¡¿Sophie?! No.. ¿Cómo era posible? No, me negaba a creerlo. Era… imposible, ¿Cómo iba a ser ella? Para eso… Tendría que estar viva. Su voz me pedía ayuda. ¿Estaba acaso en peligro? No, me negaba a dejarla tirada ahora. Me negaba a morir ahora, a dejar mi corazón supurar la oscuridad de mi ser.

[soundcloud]https://soundcloud.com/darkness-seeker/strength-in-weekness-nerus-soundtrack/soundcloud]

—S...S...s…

Poco a poco las fuerzas volvían a mí. Mi corazón me daba una segunda oportunidad. Una oportunidad que no estaba dispuesto a malgastar. Mientras las fuerzas me volvían a los brazos y a las piernas, pude alzar poco a poco la cabeza. Mi sombra comenzaba a alejarse, lentamente, hasta el punto de desaparecer en un vapor negro. Mi corazón se aceleraba ,se calentaba. ¿Qué era esa sensación? Mi mente se despejaba. Aquella sensación recorrió mi cuerpo entero, hasta llegar a marcarme una señal que era capaz de sentir pero no de ver en mi propia espalda.

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¿D...Dormir un lado de mí? — pregunté sarcásticamente ante la nueva fuerza que inundaba mi cuerpo—. ...No … Éste es mi destino... ¡Y no caeré sin hacerle frente!

Con las energías que tenía agarré mis cadenas, volviéndose inmediatamente de un material lumínico, y las hice estallar. La marca de luz se formó también en mi pecho, mientras lentamente me levantaba y volvía a abrir los ojos. Aquella energía era el contrapunto de aquella que tantas veces había provocado mi ira.

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Sin esperar un segundo, hice aparecer de nuevo mis cadenas, ésta vez hechas de pura luz, y alcancé al supuesto rey con ellas, haciéndole caer del trono. Acto seguido lo atraje hacia mí, para que pudiera ver las cadenas que comenzaban a supurar en mi mirada.

Aprende esto Demonio. ¡Ningún aprendiz de la llave Espada caerá sin luchar!

Rencoroso de lo sucedido, lo lancé lejos utilizando mis habilidades sobre las cadenas. provocando que hiciera una pequeña grieta en la pared de pura oscuridad. A través de esa grieta salía un poco de luz, la luz del sol.

Recogí todas mis cadenas y las hice retroceder a mí, acumulando su energía.

¡Aru! ¡Ahora o nunca! ¡Rompe la ilusión o no podremos escapar!
Mientras comenzaba a notar como la sala se llenaba de luz, mi mente sólo era capaz de pensar en lo que estaba pasando.¿Éste era el… Poder de la Luz?

[Aru]

Observó por el espejo como su amigo Neru estaba cambiando, y a su vez, dejando atrás la oscuridad que estaba profanando su corazón. No pudo evitar sonreír al ver que el pudo resolver solo la situación. Un sello yacía en su piel, como si de un tatuaje o marca se tratase, un corazón de luz. tanto en su pecho como en su espalda.

—Sabía que él podía lograrlo —susurró Mikage, desapareciendo entre mariposas de luz, dejando al ladrón y Aru solos.

En el espejo podía divisarse al Rey Akura-ou de piedra, como si la reacción no fuese la que él estaba esperando.

—Vaya Rey Demonio está hecho este ceporro —dijo burlándose el ladrón.

La muchacha no apartó la vista del espejo, puesto que Neru estaba a punto de dedicarle unas palabras a la joven:

¡Aru! ¡Ahora o nunca! ¡Rompe la ilusión o no podremos escapar!

Aru se quedó con los ojos abiertos, mientras, en el espejo el símbolo de una cerradura comenzó a iluminar la sala, a la vez que un símbolo de cerradura iluminó la sala donde se encontraba Neru.

La muchacha miró hacia el extraño, que de repente había desaparecido nuevamente. No quedaba otra, cerrar la cerradura.

—¡Ahora!—gritó la joven

[Darkness Seeker]

—¡Ahora!

Oyendo la voz cristalizada de Aru desde algún lugar que desconocía, invoqué mi llave espada, resplandeciente como un faro, y apunte a la misteriosa cerradura de luz que había aparecido de la nada.

Sin esperar más tiempo,alcé mi llave espada hacia la cerradura, de la cuál salió un rayo de luz que comenzó a iluminar por completo la sala, mientras dirigía una mirada al ser con cuernos, que se entraba en la otra esquina acucurrado de miedo.

—Te lo dije.

+ + +

Cuando la luz desapareció, nos encontrábamos en los Jardines de Tierra de Partida . Fui a dar un sólo paso, pero me había quedado con tan pocas fuerzas que caí al suelo. La cabeza aún me daba vueltas, no me quedaban casi energías. Lentamente me levanté un poco para no quedarme ahí caído en la hierba del jardín. estaba realmente agotado, probablemente por aquel subidón que me había dado sólo unos segundos antes.

Comencé a respirar aliviado al ver que todo había acabado. Pronto, Aru comenzaría a despertarse, por lo que me acerqué lentamente para ayudarla a levantarse.

—¿Estás bien?

Cuando la ayude a sostenerse en pie fue cuando me fijé en algo. Unos aplausos. Me giré para encontrarme con una figura a la que llevaba rato deseando dar caza desde que todo esto había comenzado. El niño con capucha.

—Tú…

[Aru]

Todo ocurrió demasiado rápido pero se podía deducir que todo salió bien.
Cuando la peliazul abrió los ojos, Neru la ayudó a levantarse, habían salido los dos ilesos de aquella extraña… ¿Ilusión?

—¿Estás bien?

Neru parecía bastante diferente a antes.

—Eso creo, me duele un poco la cabeza pero supongo que es por pasar demasiado tiempo dentro de aquella pesadilla ¿y tu?—preguntó mientras se tocaba la frente dolorida.

En ese preciso instante, unos aplausos volvieron a aparecer en escena. Como no podía ser de otra forma, nuestro ‘’amigo’’ encapuchado. Neru le dirigió una mirada asesina mientras este a su vez nos volvía a dedicar una de sus sonrisas burlonas.

—Tú… —dijo el aprendiz con una voz potente pero cansada.

El encapuchado se registró el bolsillo, y luego volvió a mirar hacia el pelinegro.

—Veo que no me había equivocado contigo, Neru. Eres todo un héroe, bravo, bravisimo —pausó mientras sacaba las manos para volver a dar palmas—. No hace falta que me agradezcas nada, con que me dejes quedarme estos documentos me basta.

Aru miró a Neru que estaba echando humo por las orejas, estaba claro que no sabía que realmente este nos había ayudado de alguna manera.

—Puede que no te lo creas, pero tiene razón… Nos ha ayudado, más bien, te ha ayudado —asintió la chiquilla.

Puede que Neru no creyera lo que su compañera estaba confirmando, después de todo se había dado un buen golpe, pero… ¿Cómo podría Neru negar algo de lo que no sabía?

—Te lo explicaré, cuando ambos entramos por el espejo fuimos a distintas dimensiones, yo estuve viendo a través de otro mini espejo todo lo que te estaba ocurriendo, con un deidad llamado Mikage y con… él —explicó la peliazul acabando por señalar al intruso.

El chico echó unas carcajadas, y puso las manos en sus bolsillos mientras se acercaba a los aprendices.

—¿Lo has cogido? Te he ayudado, ¿alguna pregunta más?

[Darkness Seeker]

—Veo que no me había equivocado contigo, Neru. Eres todo un héroe, bravo, bravisimo —comentó el chico mientras volvía a dar palmadas—. No hace falta que me agradezcas nada, con que me dejes quedarme estos documentos me basta.

Respirando con dificultad debido a mi agotamiento, levanté la cabeza jadeante, esperando encontrar fuerzas para acercarme y reventar a aquel bastardo. ¿Ahora resultaba que debía darle las gracias?

—Puede que no te lo creas, pero tiene razón… Nos ha ayudado, más bien, te ha ayudado.

Me quedé de piedra al oír aquello. ¿Ahora la chica estaba de su parte? Todo me daba vueltas, los músculos apenas me respondían… y encima estaban a punto de conseguir que me enfadara de verdad entre los dos.

—¿T...Te has vuelto loca Aru?—le pregunté a Aru mientras jadeaba apoyándome en una de las vallas de los jardines—¿Cómo se supone que nos ha ayudado? ¡¿Intentando matarnos?!

—Te lo explicaré, cuando ambos entramos por el espejo fuimos a distintas dimensiones, yo estuve viendo a través de otro mini espejo todo lo que te estaba ocurriendo, con un deidad llamado Mikage y con… él…

Mientras intentaba mantener la compostura frente a Aru, no pude hacer otra sino aguantar la fuerza en los puños. Lo mejor de todo, era que el chico no paraba de reirse, sosteniendo en una de sus manos mis archivos. Esos archivos, redactados a mano por mí, estaban llenos de información sacada de la Biblioteca de la Orden. Aquellos archivos no debían salir de allí.

—¿Lo has cogido? Te he ayudado, ¿alguna pregunta más?

Se me había ocurrido una idea. Una locura de idea teniendo en cuenta mi estado, pero no estaba dispuesto a quedarme tan tranquilo con aquel idiota ahí delante.

Sin esperar mucho, y fingiendo que me costaba la sola acción de invitarle a acercarse un poco a mí.

—Sí...sí que tengo una pregunta… Tu nombre.—le pregunté secamente—.Quiero… tu nombre.

Una vez el chico, que ya estaba cerca de mí respondió a su manera, no esperé un segundo a que se alejara aún más y canalicé un Piro que impactó de lleno al chico.

Poco a poco, los trozos quemados, y que se seguían cayendo y ardiendo lentamente de los papeles, comenzaban a caer en el piso pétreo y rodeado de hierba. Me daba igual la situación del chico, mi objetivo era evitar que los documentos salieran de Tierra de Partida, y lo había completado.

—Espero…—le comenté secamente mientras comenzaba a recuperar muy lentamente mis fuerzas—... que disfrutes de mi regalo, cabrón.