[Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Encuentro de Celeste y Saito

¡Pásate por aquí para encontrarte con todo aquello relacionado con el rol y que no encontrarás en el resto de subforos! Libres, Eventos, Eventos Globales... ¡Pásate, rolea y échate unas risas!

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor H.S Sora » Jue Jun 25, 2015 12:09 am

Spoiler: Mostrar
Cronología:
Saito-> Después de la trama "El Festival de los Bufones"
Celeste-> Después del prólogo "Un tesoro llamado..."


Imagen


Aquí tampoco...

Cerré el noveno libro con una mezcla de claro asco y sueño; me estiré en la silla hasta llegar a tocar con la punta de los dedos una de las estanterías repletas de libros que tenía a mis espaldas. Me había pasado media noche y parte de la madrugada en una misión que pensaba que sería sencilla: buscar algo sobre el fuego que supuestamente le interesaba a Mateus y del que me había hablado Ryota durante mi estancia en París. En un principio me había parecido una misión relativamente sencilla, porque la biblioteca de Bastión Hueco no era pequeña ni mucho menos, pero ahí residía el problema. Eran demasiados libros como para buscar solo...

¡Como coño puede ser que lo único que encuentre sean mierdas sobre la afinidad!

Y digamos que mi paciencia tampoco ayudaba en ese aspecto. Era el primer día que me había decidido a buscar, también era cierto; pero estaba seguro de que si realmente Ryota se enteraba de que indagaba demasiado en ciertos aspectos que él mismo había tachado de poco seguros para mí, acabaría por prohibírmelo o llevarse libros relacionados en el peor de los casos, aunque en el mejor quizá me contaría de qué diablos iba todo aquel asunto.

Una mini bombilla se encendió en mi cabeza, una bombilla algo descabellada.

¿Y si ya se los había llevado? No veía a Ryota o al resto de Maestros ocultándonos información, pero si se trataba de algo peligroso quizá... meneé la cabeza, con desaprobación a mi idea. Los Maestros jamás nos harían tal cosa, y en caso de hacerlo sus buenos motivos tendrían; pero los libros estaban ahí, me lo decía mi sexto sentido.

Abrí el décimo libro con más ímpetu del que esperaba para ser la hora que era: las tres y media de la madrugada.

Este último y a dormir va...

***


¡Kupó, despierta kupó! —notaba algo intentar sacudirme por un hombro, pero sin mucho éxito.

Miré hacia arriba con desgana, y bostezando, ajeno y feliz a lo que la vocecilla me estaba diciendo. Estaba cansado a más no poder.

¿Me estás escuchando, kupó? —asentí, mientras hacía un ademán para que se fuese— ¡Este no es sitio para dormir, kupó!

Miré a mi alrededor para ver como el ejemplar de Crónicas de las Afinidades casi había resultado ensuciado por mi saliva de morador nocturno; seguir mañana sería mejor idea dado mi estado, sin duda.

¿Podrás llegar a tu habitación, kupó?

Por supuesto, ¿por quién me tomas? —fruncí el ceño, gesto que me hizo bostezar de nuevo mientras mis ojos parpadeaban repetidas veces— Llegaré sin ningún problema. Tú encargate de ordenar esto, que ese es tu trabajo.

Cerré las puertas de la biblioteca tras de mí sin escuchar siquiera la última respuesta del Moguri, pues lo único que me apetecía era tumbarme en mi mullidita cama. Por alguna extraña razón, el pensar en dormir me causaba aún más cansancio, a la par que hacía que mis ojos se resistiesen más y más a abrirse... ¿pero por qué?

Por suerte, llegué a mi habitación sin problema y me tumbé a reposar; por algún extraño motivo, mi cama no estaba tan blandita como la recordaba, expectativas demasiadas altas, supuse.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor Denna » Jue Jun 25, 2015 12:43 am

Imagen


Desperté antes de que amaneciera. Bastó que me revolviera un poco entre las sábanas para recordar todo lo sucedido: la “excursión” a Notre Dame, Quasimodo, los Sincorazón, la Llave Espada. Ryota.

Estaba en Bastión Hueco.

Spoiler: Mostrar


Me incorporé de un salto y me senté en mi nueva y mullida cama mirando absorta a la pared de enfrente. Ya llevaba un par de días ahí, pero seguía sin hacerme a la idea de que estaba en otro mundo, a millones de estrellas lejos de mi París… o de la Cité, como la llamaban aquí.

Sabía que no podría volver a dormirme, así que opté por darme una ducha y quitarme el sueño de encima. Ya había tenido suficiente descanso desde mi llegada, y las ganas de investigar ese nuevo y misterioso mundo me corroían por dentro.

Pero no se trataba sólo de una exploración. Quería aprender, lo necesitaba. Fue suficiente poner un pie en Bastión Hueco para darme cuenta de cuán diferente era de París: provenía de un mundo realmente pobre en comparación, y no podía permitirme más ignorancia si quería hacerme más fuerte.

Me duché a toda velocidad —y esta vez sin quemarme, una valiosa lección que ya había aprendido— y procedí a desentrañar todos los secretos del castillo en el que ahora habitaba.

…Pero no me iba a ser tan sencillo, claro. No era más que una recién llegada, y poco iba a descubrir por mí misma en ese lugar tan enorme y vacío; especialmente teniendo en cuenta lo temprano que era y que la gran mayoría de sus habitantes estarían durmiendo.

Bueno, por algo podré empezar, ¿no?

Descendí. Había muchísimos caminos que llevaban a muchísimas habitaciones, tantas que creía que necesitaría toda una vida sólo para contarlos. ¿Cómo se las arreglaba la gente para orientarse? Volver a mi habitación sin perderme ya supondría una odisea para mí, teniendo en cuenta que había ido tomando caminos al azar.

El sol despuntaba ya por el este cuando algo me llamó la atención. «Capilla», rezaba la placa al lado de la entrada. Recordé vagamente a Ryota mencionar algo por el estilo al llegar, y me avergoncé al no haber pensado en ello hasta ahora. ¡Menuda creyente!

Así que una capilla, eh…” cavilé. “Quién iba a imaginar que encontraría a Dios estando rodeada de Caballeros.

Irónica, me reí de mis propios pensamientos y empujé las puertas.

Lo primero que noté fue el frío. Una corriente de aire gélido me azotó nada más entrar. Era tan… oscura… No compartía la calidez ni la belleza de Notre Dame, ni tampoco había estatuas o representaciones de ningún santo. ¿Estaba decepcionada? Sin duda. Pero era mejor que nada, y me hallaba tan nostálgica que cualquier cosa que me recordara a la Cité era bienvenida.

Además, de Dios sólo había uno.

Cerré la puerta detrás de mí. Era un lugar muy pequeño, sólo un pasillo que desembocaba en un espacio circular. Había bancos a ambos lados y, cuando la vista se me acostumbró a la oscuridad, distinguí dos grandes felinos de piedra que parecían custodiar el altar de aquellos que entraban. “Qué extraño, no recuerdo que ningún sacerdote mencionase nunca esos animales… ¿será alguna costumbre de este mundo?

Acababa de cruzar el pasillo cuando un movimiento me llamó la atención. Ahí, en uno de los bancos más cercanos, había alguien tumbado. ¡Y roncando!

¡Será posible! —susurré para mí misma, notando cómo me hervía la sangre. Aunque fuese de Bastión Hueco, ¡seguía siendo un lugar sagrado! Sería una traición a mí misma no hacer nada al respeto.

Me acerqué con sigilo mientras hacía recuento de todo lo que había aprendido sobre magia; un hechizo en concreto. Extendí la mano izquierda y me concentré.

Electro.

Sonreí socarronamente, en parte por el susto que se llevó el chico y en parte por el cosquilleo que me dejó el rayo en los dedos. No era un ataque especialmente poderoso, pero había surtido el efecto deseado.

Au. ¿Saludas así a todo el mundo o qué?

Le había despertado y estaba molesto. ¡Misión cumplida!

Puede. ¿Y tú? ¿Siempre faltas al respeto de esa manera? Que esto es una capilla, por el amor de Dios.

Spoiler: Mostrar
Primer encuentro(? Aprovecho para decir que todos los diálogos/acciones de Saito están acordadas de antemano con Sora :3 (y viceversa)
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor H.S Sora » Jue Jun 25, 2015 12:52 am

Abrí los ojos de golpe, cuando noté como un calambre me sacudía el cuerpo en general, provocándome cierto dolor en los músculos. ¿Me habría caído de la cama de manera inconsciente, o habría dormido en una mala postura?

Mientras me reincorporaba solo podía pensar con claridad en lo que me dolía la cabeza, mezcla de haber ido a dormir tan tarde y del calambrazo que acababa de sufrir. ¿Pero que hora era?

Mis preguntas cesaron al ver un rostro no familiar muy cerca de mí, con una de sus manos extendida hacia mí; era una chica, bastante alta y de pelo rizado y oscuro. El color de su piel me resultaba curioso, pues era de un tono bastante más oscuro que el mío. Tenía sus ojos marrones clavados en mí. Mi primer instinto, fue el de ir a preguntarle por qué estaba en mi habitación, quién era y todas aquellas cosas que se tienden a hacer por cortesía pero dos cosas me hicieron cambiar de opinión:

Darme cuenta de que no estaba precisamente en mi habitación, a pesar de que seguía en el Castillo, eso seguro; y el hecho de percatarme de que aquella dama me acababa de intentar freír con magia, y no con fuego precisamente. ¿Acaso era una aprendiza nueva, o simplemente algún desconocido común?

Au, —comenté tratando de que aquella sensación desapareciese. ¿Había usado un Electro?— ¿Saludas así a todo el mundo o qué?

Por algún extraño motivo, la chica parecía satisfecha por aquello. ¿En qué clase de mundo de locos vivía ahora?

Puede. ¿Y tú? ¿Siempre faltas al respeto de esa manera? —enarqué una ceja. ¿A que se estaba refiriendo con aquello?— Que esto es una capilla, por el amor de Dios.

Me levanté tratando de desperezarme. Me seguía doliendo la cabeza, y a pesar de mirar un poco a mi alrededor no me sonaba demasiado el lugar en el que me encontraba, ¿de verdad era aquello la capilla de Bastión Hueco? ; un banco me había servido como cama el tiempo que fuese que hubiese estado dormido. Un poco de información o una pista cualquiera para saber como demonios había acabado ahí no vendría mal.

Respecto a eso, creo que ha habido una pequeña confusión señorita; yo pensaba que esto era mi habitación. Pero estando usted aquí, con sus prácticas ilícitas de magia me hace pensar que me equivoco —me coloqué una mano en el mentón, divertido.

>>Y sobre lo de faltar al respeto, no veo en que te incumbe a ti donde duerma yo, ni que esto fuese una orden religiosa o algo por el estilo —la miré, inquisitivo— . Por cierto, ¿quién eres, que haces aquí, y por qué necesitas despertar a las personas de un Electro?
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor Denna » Jue Jun 25, 2015 1:07 am

Cambié de idea en cuanto el chico se levantó, estirándose como un gato. Y es que sólo a mí se me ocurría dispararle un rayo a alguien que me sacaba casi una cabeza. De todos modos, supe disimular mi incomodidad para luego cruzarme de brazos con expresión altiva.

Respecto a eso, creo que ha habido una pequeña confusión señorita —dijo con una sonrisa. Parecía más divertido que enfadado, ¿buena señal?—. Yo pensaba que esto era mi habitación. Pero estando usted aquí, con sus prácticas ilícitas de magia me hace pensar que me equivoco.

¿Se estaba burlando de mí? ¡Menudo cretino! ¿Serían todos los Aprendices como él?

Y sobre lo de faltar al respeto —prosiguió—, no veo en que te incumbe a ti donde duerma yo, ni que esto fuese una orden religiosa o algo por el estilo. Por cierto, ¿quién eres, que haces aquí, y por qué necesitas despertar a las personas de un Electro?

Pues me incumbe cuando es un sitio público. Y, para tu información, una capilla es un lugar religioso.

Cuando acabé de hablar estaba acalorada. Me la estaba jugando, y mucho, al hablarle de una manera tan impertinente a alguien que bien podría ser un guerrero experimentado. Aunque estuviese tan flacucho. Y no pareciese gran cosa, sin contar la altura. Pero las apariencias engañaban.

Mira, lo siento —murmuré—. Ha estado mal despertarte con Electro y haberme portado así. Acabo de llegar a Bastión Hueco, y todo esto es muy nuevo para mí… por no hablar de que en mi mundo la gente se tomaría muy mal encontrarse a alguien echando una cabezadita en la iglesia. —Esbocé una sonrisa, intentando parecer lo más amigable e inofensiva posible—. ¿Empezamos de nuevo? Me llamo Celeste. ¿Y tú eres..?

Esperé su respuesta. Ay. Ojalá no le hubiese enfadado con mi mal humor. Realmente no tenía ganas de enemistarme con el primer Aprendiz que conocía.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor H.S Sora » Jue Jun 25, 2015 2:42 am

Miré con curiosidad a la chica, la cual se encontraba cruzada de brazos frente a mí, parecía algo escéptica frente a mis respuestas. ¿Pero por qué tenía que darle explicaciones a todo el mundo aquel...? ¡Ni tan solo sabía que hora era! Pero debía ser temprano, debido a que el dolor de cabeza no se me había pasado del todo y seguía martilleándome, pero con cada vez menos fuerza.

¿Podría remediar aquello con un Cura o una poción? Tomé nota mental sobre ello, puesto que sería una muy buena forma de acabar con dolores tediosos.

Pues me incumbe cuando es un sitio público. Y, para tu información, una capilla es un lugar religioso.

Tenía preparada una elocuente respuesta acerca de cuanto tiempo había tardado en descubrir eso, pero me limité a observar como la joven parecía especialmente irritada por lo que supuse que era mi actitud. ¿Sería una persona creyente?; en Ciudad de Halloween no recordaba a nadie que realmente rindiese culto a algo como un Dios, al menos no por mi parte. Y una vez hube conocido a Ryota y aceptado la Llave Espada con todo lo que ello conllevaba — viajar a otros mundos, conocido el poder de la magia— ... ¿qué decir? Me costaba pensar en que allí arriba realmente había alguien tratando de manejarlo todo. Y si lo hacía, en según que mundos no lo estaba haciendo demasiado bien.

Antes de que pudiese percatarme, llevaba mucho tiempo mirándola fijamente a sus ojos color café, tratando de adivinar si la chica creía en aquel tipo de cosas o no. Parecía intimidada, pero cuando me dispuse a realizar una leve disculpa e irme, — había que reconocer que ponerse a dormir en sitios así podía molestar a según que personas, por lo que no la acababa de culpar — pero se me adelantó:

Mira, lo siento —el sonido de su voz apenas hizo eco en el silencio que había estado reinando antes—. Ha estado mal despertarte con Electro y haberme portado así. Acabo de llegar a Bastión Hueco, y todo esto es muy nuevo para mí… por no hablar de que en mi mundo la gente se tomaría muy mal encontrarse a alguien echando una cabezadita en la iglesia —entonces me sorprendió, pues la chica sonrió como si no pasase nada, cosa que realmente era cierta.

No merecía la pena enfadarse con alguien nuevo por una confusión.

>>¿Empezamos de nuevo? Me llamo Celeste. ¿Y tú eres..?

Me llamo Saito —dije a la par que esbozaba una sonrisa encantadora y me sentaba en uno de los bancos cercanos.

Le haría una seña para que se acercara, y se sentase conmigo. Una vez lo hiciese, añadiría:

>>¡¿Y qué mundo cruel es ese que prohíbe las siestas?! —comentaría, con fingido dolor—. Es broma, pero sigo interesado en saber de donde vienes, Celeste.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor Denna » Jue Jun 25, 2015 5:31 pm

Me llamo Saito —contestó al final, devolviéndome la sonrisa. Me permití relajar un poco la postura, contenta de que no hubiese reaccionado mal; y hasta accedí a sentarme a su lado.

Encantada de conocerte, Saito.

Al parecer los nombres raros son costumbre en este lugar…

¡¿Y qué mundo es ese que prohíbe las siestas?! —exclamó con teatralidad—. Es broma, pero sigo interesado en saber de donde vienes, Celeste.

No están prohibidas… no en la parte que yo vivo, que es la divertida. ¡Vivía! —Me corregí, avergonzada—. ¿Cuánto tarda uno en acostumbrarse a cambiar de mundo? Jésus. A lo que iba… París, se llama. Quién sabe, a lo mejor ya lo conoces y todo.

»Aunque aquí lo llaman con un nombre distinto, ¿cómo era..? La ciudad de las campanas… La Cité des Cloches. ¿Te suena?

Parecía dispuesto a escuchar, y yo necesitaba desahogarme. Por muy “hueco” que fuese mi nuevo hogar, había notado los últimos dos días increíblemente asfixiantes. ¡Y eso que no había hecho otra cosa que dormir! Tanto si Saito conocía París como si no, seguiría hablando, presa de los recuerdos.

Yo vivía en la Corte de los Milagros, que es el refugio de los gitanos, lejos de la ciudad. Es el mejor sitio del mundo: es casi como una ciudad en miniatura, pero con más libertades, claro… Ah, no sé si lo sabrás, pero los gitanos son un grupo de personas a las que persiguen por ser diferentes. Por eso tenemos que escondernos, y la Corte es algo así como nuestro santuario.

Hice una pausa para coger aire. Había soltado toda esa información seguida, casi sin respirar. Probablemente el chico pensaría que estaba loca… ¿o quizás era algo normal entre los novatos? No me importaba demasiado en aquel momento. Hablar de la Cité no había curado mi nostalgia, y ahora tenía una sensación agridulce.

Uf, hablo demasiado. —Me reí de mí misma, quitándole importancia con un gesto—. ¿Y qué hay de ti? ¿Llevas mucho tiempo aquí? ¿Naciste en Bastión Hueco o eres de otro mundo distinto, como yo? ¡Me muero de ganas de verlos todos!
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor H.S Sora » Jue Jun 25, 2015 6:12 pm

Celeste aceptó sentarse a mi lado mientras volvía a estirarme, y esperaba su respuesta acerca de aquello que rodeaba a la misteriosa chica que tenía al lado, además de aquello relativo a las siestas en el mundo del que fuese que venía.

No están prohibidas… —comentó de pronto— no en la parte que yo vivo, que es la divertida. ¡Vivía! —La chica no parecía estar acostumbrada, ¿cuánto tiempo llevaría en Bastión Hueco?—. ¿Cuánto tarda uno en acostumbrarse a cambiar de mundo? Jésus. A lo que iba… París, se llama.

No puede ser...

Miré a la joven, tratando de disimular la expresión que hubiese realizado en circunstancias normales; no hacía mucho desde mi anterior aventura en la conocida Cité. No había sido una misión precisamente normal, a pesar de que el lugar en cuestión me había fascinado en general — a pesar de su poca tecnología — . Habían pasado cosas que por ahora era mejor no desenterrar si quería poder seguir escuchando a mi nueva compañera con la atención que se merecía, pero ya podía casi asegurar que sí se trataba de una persona religiosa.

>>Quién sabe, a lo mejor ya lo conoces y todo. Aunque aquí lo llaman con un nombre distinto, ¿cómo era..? La ciudad de las campanas… La Cité des Cloches. ¿Te suena?

Por supuesto —añadí con sinceridad— digamos que incluso he estado ahí. Pero no sabía por qué la llamaban así —sonreí— gracias por la información.

Tras mi corta intervención, la muchacha prosiguió:

Yo vivía en la Corte de los Milagros, que es el refugio de los gitanos, lejos de la ciudad. Es el mejor sitio del mundo: es casi como una ciudad en miniatura, pero con más libertades, claro… Ah, no sé si lo sabrás, pero los gitanos son un grupo de personas a las que persiguen por ser diferentes. Por eso tenemos que escondernos, y la Corte es algo así como nuestro santuario.

Asentí, receptivo a toda aquella nueva información; a decir verdad no había podido adentrarme demasiado en los barrios más “pobres” de la ciudad, por lo que pensándolo bien, quizá aún me quedase más de una visita pendiente para poder explorar el lugar que Celeste me acababa de describir y para poder visitar a Armand. Anoté la idea de que quizá ahí encontraría alguna pista sobre el fuego.

Recordé también a la gitana que había conocido, y en como había pensado si todos debían tener aquella avidez y aquella mirada enérgica; con Celeste delante, la teoría de que al menos las mujeres eran así estaba casi confirmada. Antes de poder darme cuenta, la muchacha había parado para coger aire y me estaba mirando. ¿Esperaba alguna pregunta, o algo que añadir a la conversación? Fuese lo que fuese, probablemente le diese una mala impresión por lo que dijo a continuación:

Uf, hablo demasiado —comentó, riendo y tratando de restarle importancia al asunto con un gesto.

Para nada, que conste que entre otras cosas, tu mundo me parece realmente fascinante. Así que me encantaría que me hablases de él, o incluso podrías hacerme una visita guiada algún día, si quieres —propuse, aceptase o no, la dejé acabar de hablar.

¿Y qué hay de ti? ¿Llevas mucho tiempo aquí? ¿Naciste en Bastión Hueco o eres de otro mundo distinto, como yo? ¡Me muero de ganas de verlos todos!

Hum... yo vengo de un mundo muy diferente a París, Celeste, pero no soy nativo de Bastión Hueco —recordé durante un momento la ciudad, y a todo aquello a lo que no me había dado apenas apuro de abandonar, puesto que no era mi verdadero hogar.— Se llama Ciudad de Halloween, y la mayoría de sus habitantes no son humanos como tú o yo, sino diferentes criaturas o monstruos típicos de pesadillas o cuentos que puedas conocer —tomé aire un momento, mientras miraba al frente— . Su nombre proviene de una fiesta típica llamada Halloween, donde supuestamente se rinde culto a los muertos en ella.

>>Y parece que a los dos nos gusta hablar —comenté, sin malicia en mis palabras— pero he de decir que tu mundo me resulta mucho más entretenido a pesar de que bueno... —realicé una pausa que me resultó algo incómoda, pues no sabía como continuar— ya sabes... vosotros, los gitanos, sé las cosas que os han pasado... las culpas que os han echado y su debido castigo por lo de los Sincorazón...

Callé. Definitivamente no estaba tratando un tema que fuese de mi incumbencia y probablemente solo estuviese evocando dolorosos recuerdos para ella.

Lo siento, he hablado de más, mejor cambiar de tema —me pasé la mano por el pelo, algo nervioso— . ¿Entonces llevas poco tiempo en el Bastión? ¿Qué Maestro te acogió? Bueno, siendo nueva seguro que tienes algunas preguntas sin respuesta —puntualicé con una sonrisa— y ya has encontrado quién te las responda.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor Denna » Jue Jun 25, 2015 7:54 pm

Me sorprendió que Saito hubiese estado en París, pero fue una sorpresa agradable. Teniendo en cuenta la cantidad de mundos que había, que hubiésemos estado en el mismo aunque fuese por muy poco tiempo era una auténtica casualidad, y eso me gustó.

Pero, a la vez, me dio que pensar. ¿Habría más gente de la Cité en Bastión Hueco? ¿Gitanos, entre ellos? ¿Tendría que enfrentarme a alguno en esa guerra que había mencionado Ryota? Probablemente sí. Escuché a Saito hablar, intentando descifrar algo tanto en su expresión como en sus palabras, sin mucho éxito.

…Así que me encantaría que me hablases de él, o incluso podrías hacerme una visita guiada algún día, si quieres —finalizó.

¡Claro! —asentí enérgicamente con la cabeza. Obvié el pequeño detalle de que él no podría entrar en la Corte de los Milagros— Aunque… no sé cuando podrá ser eso. ¿Se les permite a los novatos visitar mundos por su cuenta? ¿Aunque sean los suyos propios?

De pronto, me sentía claustrofóbica. No pretenderían los Maestros que me quedara encerrada durante años, asistiendo clase tras clase, hasta que ellos consideraran que ya podía valérmelas sola, ¿verdad?

Miré a Saito, y ésta vez de verdad. Por su cara, no era mucho mayor que yo. Tenía la piel muy blanca y los ojos azules, unos ojos que cualquier parisina adoraría. El pelo era negro, al igual que la ropa que llevaba, y tenía aspecto alborotado, como si acabara de pasar a través de una corriente de aire. Pero no pude ver en él ningún tipo de indicación: sin marcas ni cicatrices parecía tan experto en peleas como yo. E igual de mago. Qué desesperante.

Estaba tan distraída que tuve que recordarme a mí misma que estaba en mitad de una conversación. Mi nuevo amigo (¿podía considerarlo ya como tal?) respondió y procedió a hablarme de sus orígenes.

Hum... yo vengo de un mundo muy diferente a París, Celeste, pero no soy nativo de Bastión Hueco. Se llama Ciudad de Halloween —¿de qué? ¿’Alouine?—, y la mayoría de sus habitantes no son humanos como tú o yo, sino diferentes criaturas o monstruos típicos de pesadillas o cuentos que puedas conocer.

T-te refieres a… ¿a demonios? —pregunté, con los ojos como platos— ¿Demonios como los de la Biblia, rojos y con cuernos en la cabeza? Pero, ¿de dónde sale un sitio así?

Su nombre proviene de una fiesta típica llamada Halloween, donde supuestamente se rinde culto a los muertos en ella.

Espera… ¿es que están siempre de fiesta?

Ha…lloween… —repetí, poniendo especial atención en la pronunciación—. Es lo más raro que he oído en mi vida. Y mira que he oído cosas.

Y parece que a los dos nos gusta hablar —bromeó— pero he de decir que tu mundo me resulta mucho más entretenido a pesar de que bueno... ya sabes... vosotros, los gitanos, sé las cosas que os han pasado... las culpas que os han echado y su debido castigo por lo de los Sincorazón...

Oh, ¿te refieres a las hogueras y demás? —Le ayudé, esbozando una sonrisa amarga—. Las cosas por su nombre, no te preocupes. No es nada nuevo. De hecho, de no haber sido por los Sincorazón, se habrían inventado otra cosa para culpar a los gitanos.

Lo siento, he hablado de más, mejor cambiar de tema.

Me encogí de hombros, sin responder, y esperé a que volviera a hablar.

¿Entonces llevas poco tiempo en el Bastión? ¿Qué Maestro te acogió? Bueno, siendo nueva seguro que tienes algunas preguntas sin respuesta y ya has encontrado quién te las responda —dijo, ufano. Prácticamente salté del banco, emocionada. ¡Por fin!

¿Lo dices en serio? ¿No te meterás en líos? Porque Ryota iba con mucho cuidado con lo que decía delante de mí y lo que no… —me detuve, roja como un tomate, y bajé la mirada. ¡Fallo de novata!— Ups. El Maestro Ryota, quiero decir. Eh… fue él quien me trajo aquí.

»La verdad, tengo tantas preguntas que no sé ni por dónde empezar… ¿De verdad que no vas a tener problemas? —insistí, sólo por si acaso. De todos modos, iba a preguntar cosas sencillas, inofensivas— ¿Son muy duros los entrenamientos? Me dan un poco de miedo, no sé que esperar… ¿Y las misiones? ¿Suele ser muy difícil la primera?

»Y… ¿esa guerra en la que, al parecer, estamos metidos? ¿Podrías hablarme de ella?

Me arrepentí de la última pregunta nada más formularla. ¡Eso no podía ser sencillo ni inofensivo de ninguna manera! Pero me moría de curiosidad, y no creía ser capaz de obtener una explicación clara de Ryota o los otros Maestros. Además, ya era tarde para echarme atrás.

Siempre podía no responder… ¿pero lo aceptaría yo sin más?
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor H.S Sora » Jue Jun 25, 2015 9:22 pm

A Celeste, la idea de hacerme una visita guiada por la París que ella conocía pareció fascinarle por el entusiasmo con el que aceptó; al mismo tiempo la chica parecía tener dudas acerca de las restricciones que los Maestros pudiesen ejercer a la hora de que ella pudiese o no viajar entre mundos.

Me quedé meditabundo unos instantes, para finalmente responderle:

Bueno digamos que a pesar de que no hay ninguna ley escrita —o así lo recordaba yo— dudo que sea buena idea viajar sola sin unas primeras sesiones de entrenamiento básicas, ¿no crees? Pero tranquila, una vez pases eso podrás ir a donde quieras siempre y cuando no tengas misiones o asuntos a los que atender antes.

Entonces procedí a contarle a mi compañera acerca del fantástico sitio del que yo venía. Hablé sin pararme a pensar mucho, pero tuve que detenerme un momento cuando al observar la cara de Celeste pude comprobar como sus ojos no parecían creer lo que yo decía.

No había caído en que en París seguramente no existían momias, vampiros y criaturas semejantes.

T-te refieres a… ¿a demonios? —dijo finalmente, tras que yo hubiese parado mi explicación— ¿Demonios como los de la Biblia, rojos y con cuernos en la cabeza? Pero, ¿de dónde sale un sitio así?

Entonces fui yo el que se sorprendió, pues sin duda las peculiaridades entre mundos eran muchas y cada día me sorprendían más y más. No pude evitar reír ante su comentario, me disculpé mediante un gesto el cual esperaba que Celeste se tomase a bien, pues mi risa había sido más de sorpresa que burlesca en aquel caso.

No he leído la Biblia si te soy sincero, pero realmente no hay algo como los “demonios” propiamente dicho. Hay criaturas de diferentes tamaños, colores, con extremidades de más o menos, razas un tanto curiosas... pero nada especialmente peligroso. Es más, la mayoría son buena gente y todo.

Acabé por fin de hablar de mi mundo, y Celeste apuntó con aquel peculiar acento que me había llamado la atención el nombre del mundo del que me había recogido Ryota, además de comentar que aquel mundo en cuestión le parecía bastante raro. Pasé por alto el hecho de decirle que no pertenecía aquel lugar, puesto que no tenía la más remota idea de donde provenía en realidad.

Podría llevarte a verlo cuando me hayas enseñado París —comenté de pasada— mundo por mundo. ¿Qué te parece?

Tras su respuesta, y la consiguiente continuación de la conversación, Celeste no se mostró enfadada o dolida por mi estúpido comentario acerca de las dificultades que tenían en su mundo. Pero con todo, su silencio y conformidad con cambiar de tema mostraron que no había sido una intervención demasiado adecuada la mía.

Mi cambio de tema hizo que la chica se emocionase hasta el punto de casi mover el banco; no pude evitar pensar como me hubiese sentido si alguien hubiese estado dispuesto a explicarme algunas cosas desde el primer día de mi llegada. Con algo de nostalgia, pensé que seguramente me hubiese puesto igual de eufórico que ella.

¿Lo dices en serio? ¿No te meterás en líos? —Negué con la cabeza, mientras Celeste proseguía— Porque Ryota iba con mucho cuidado con lo que decía delante de mí y lo que no… —entonces me pareció ver como la chica se había sonrojado, seguramente por haber hablado de aquella manera del Maestro.— Ups. El Maestro Ryota, quiero decir. Eh… fue él quien me trajo aquí.

También fue él quién me trajo aquí, cuantas casualidades, ¿no crees? —sonreí, mientras la dejaba continuar

La verdad, tengo tantas preguntas que no sé ni por dónde empezar… ¿De verdad que no vas a tener problemas? —Volví a negar, asegurándole de que no me importaba respondérselas. La preocupación de Celeste por mi integridad, demostraba mucha camaradería para ser una persona a la que acababa de conocer— ¿Son muy duros los entrenamientos? Me dan un poco de miedo, no sé que esperar… ¿Y las misiones? ¿Suele ser muy difícil la primera?

Me encogí de hombros, y coloqué una mano en su hombro. Notaba en parte la ansiedad que podía sufrir la muchacha: provenía de un mundo donde podía encontrar la muerte en cualquier esquina de aquella ciudad, probablemente como gitana que era hubiese tenido que aprender a sobrevivir sin importar el luchar.

Pero ahora todo sería diferente para ella, de igual manera que lo había sido para nosotros.

Celeste, no puedo decirte que tan duro podrán resultarte los entrenamientos, ya que ahora mismo partes desde cero en lo que a adiestramiento se refiere. A pesar de que veo que ya dominas algunas cosas —sonreí maliciosamente— . Pero no creo que sean algo que alguien elegido por el propio Maestro Ryota no pueda soportar; y respecto a las misiones no las vas a hacer sola, siempre te acompañarán algún Maestro o algunos aprendices, por lo que no estarás sola. Eso sí, no te puedo asegurar que todo vaya a ser un camino de rosas —comenté con cierta amargura— por lo que tendrás que entrenar tan duro como veas que necesitarás para estar preparada para cualquier cosa y situación que pueda pasar.

>>La vida de un elegido no es fácil, pero todos hemos tenido nuestros motivos para unirnos a ella, ¿no?

Tras que me respondiese o no, esperé a la siguiente pregunta de la muchacha:

»Y… ¿esa guerra en la que, al parecer, estamos metidos? ¿Podrías hablarme de ella?

La mano que tenía sobre su hombro vaciló, de la misma manera en que yo lo hice al pensar si debía o no contarle tan pronto todo lo que había sucedido; retiré aquella mano para sostener mi cabeza mientras miraba al suelo, cabizbajo. Pronunciar las palabras que iba a pronunciar y que hasta ahora no había podido comentar con nadie que no lo supiese ya, me resultaba en cierto modo reconfortante y doloroso a la vez.

Bastión Hueco es el bando al que te has unido, pero no es el único que existe. Hay otro llamado Tierra de Partida. No sé del todo como sucedió, pero de alguna manera el Maestro Ryota y algunos más abandonaron hace tiempo el bando que te acabo de mencionar por diferencia de ideales y muchas otras cosas que hicieron que ellos formasen este hogar en el que has empezado a vivir recientemente. El caso es que siempre habían existido tensiones entre ambas facciones, puesto que Tierra de Partida solía ser la primera en despreciarnos a todos nosotros; se pensó que jamás se llegaría a la paz puesto que parecíamos estar en guerra siempre por el gran contraste que teníamos entre nosotros. Pero entonces llegó Erased Data.

Tomé un minuto de silencio, para comprobar si la receptora de todo aquel tostón lo estaba entendiendo como era debido. Suspiré hondo.

>>Iré al grano, ya que ese tema es otra historia que alargaría mucho lo que te interesa saber. El caso es que viajamos a un mundo digital al cual podemos acceder ambas facciones desde nuestros respectivos Castillos, y derrotamos al que creo que ha sido de los mayores enemigos no Sincorazón a los que me he enfrentado. Al ver lo que podíamos hacer juntos y viendo que realmente existían fuerzas oscuras más peligrosas que nosotros y más importantes que nuestros rencores y egoísmos, Ryota que es el Maestro que lidera Bastión Hueco, y Ronin —pronuncié su nombre con ímpetu y repugnancia— que lidera Tierra de Partida decidieron firmar la paz. Este último abrazó al Maestro Ryota como “acuerdo de paz”, y nosotros, estúpidos por creer en aquello, corrimos a abrazar a aprendices que habíamos creído que serían siempre eternos enemigos.

Levanté la vista, para mirarla a los ojos. Notaba como los míos querían llorar al recordar aquello. Pero no podía hacerlo allí, delante de la aprendiza nueva.

Pero entonces Ronin apuñaló a Ryota, a traición. Le hirió de gravedad, y la Maestra Nanashi y Ariasu junto a otros cargaron con el cuerpo del Maestro y salimos de ahí. Antes de irnos, Nanashi declaró de nuevo la guerra, a la par que decía que aquellos de Tierra de Partida que quisiesen venir con nosotros serían bien recibidos. Muchos pensábamos que Ryota iba a morir en aquel momento, ya que a pesar de todos los esfuerzos y hechizos curativos que se estaban dando parecía que el Maestro seguía igual. Pero justamente cuando se me asignó la misión en París, para el día del Festival de los Bufones, Ryota nos acompañó asegurando que ya no estaba grave. Y que tu le hayas conocido confirma ese hecho —sonreí, esta vez sinceramente.

Esperé entonces, a que Celeste asimilase todo lo que acababa de contarle, ya que no debía ser para nada fácil. Pero tarde o temprano tendría que enterarse de la verdad, y aquel momento por alguna extraña razón me había parecido suficientemente adecuado como para ello.

Me quedé mirándola a los ojos, cediéndole el turno de palabra.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor Denna » Vie Jun 26, 2015 1:37 am

Podría llevarte a verlo cuando me hayas enseñado París. Mundo por mundo. ¿Qué te parece? —propuso.

¡Me encantaría!

Así nos aseguraríamos de que sabría distinguir a los Sincorazón del resto de “buena gente” y no mataba a nadie por error.

Como había previsto, Saito contestó tranquilamente a mis preguntas.

Celeste, no puedo decirte que tan duro podrán resultarte los entrenamientos, ya que ahora mismo partes desde cero en lo que a adiestramiento se refiere. A pesar de que veo que ya dominas algunas cosas. —Bufé, ni siquiera se molestó en disimular la risa—. Pero no creo que sean algo que alguien elegido por el propio Maestro Ryota no pueda soportar; y respecto a las misiones no las vas a hacer sola, siempre te acompañarán algún Maestro o algunos aprendices, por lo que no estarás sola.

Eso suena bien.

Eso sí, no te puedo asegurar que todo vaya a ser un camino de rosas, por lo que tendrás que entrenar tan duro como veas que necesitarás para estar preparada para cualquier cosa y situación que pueda pasar.

Su tono de voz había pasado de la alegría a la amargura. Y eso me dio miedo. Ya estaba más que advertida de que portar la Llave Espada sería difícil, y había asumido el riesgo. Oír esas palabras de un Aprendiz hizo que me diera cuenta de que no tenía ni idea de qué podía encontrarme, ni hasta qué punto me ponía a mí misma y a otros en peligro.

La vida de un elegido no es fácil —añadió Saito ante mi silencio— pero todos hemos tenido nuestros motivos para unirnos a ella, ¿no?

Sí. Y vale la pena. No cambiaría mi decisión.

De eso estaba segura. Daba igual a qué tuviera que enfrentarme, cualquier tipo de dolor y sufrimiento merecía la pena para salvar mi mundo. Miré a Saito de reojo, ¿qué motivos tendría él? ¿Por qué un chico que vivía en un mundo de fiesta constante lo dejaría todo atrás para ser Caballero?

Preferí no preguntárselo, porque yo no querría responder a la misma pregunta en su lugar. No importaba quién o qué hubiese sido en el pasado… lo importante era el presente.

O, al menos, de eso me intentaba autoconvencer.

La siguiente pregunta le tomó más tiempo. Estuve a punto de decirle que daba igual, que no hacía falta que me contestara, cuando por fin lo hizo:

Bastión Hueco es el bando al que te has unido, pero no es el único que existe. Hay otro llamado Tierra de Partida —empezó a explicar, cabizbajo—. No sé del todo como sucedió, pero de alguna manera el Maestro Ryota y algunos más abandonaron hace tiempo el bando que te acabo de mencionar por diferencia de ideales y muchas otras cosas que hicieron que ellos formasen este hogar en el que has empezado a vivir recientemente.

Asentí sin interrumpirle, aunque más preguntas empezaban a formarse ya en mi cabeza. “Pensar diferente no puede ser el motivo de una guerra, ¿no?” me pregunté, pero entonces recordé a los gitanos en París.

El caso es que siempre habían existido tensiones entre ambas facciones —prosiguió Saito—, puesto que Tierra de Partida solía ser la primera en despreciarnos a todos nosotros; se pensó que jamás se llegaría a la paz puesto que parecíamos estar en guerra siempre por el gran contraste que teníamos entre nosotros.

»Pero entonces llegó Erased Data.

¿Quién es Erased Data? —pregunté con un murmullo. El silencio y la oscuridad de la capilla parecían pesar sobre mí.

Saito vaciló, como si midiera sus palabras.

Iré al grano, ya que ese tema es otra historia que alargaría mucho lo que te interesa saber. El caso es que viajamos a un mundo digital al cual podemos acceder ambas facciones desde nuestros respectivos Castillos, y derrotamos al que creo que ha sido de los mayores enemigos no Sincorazón a los que me he enfrentado. Al ver lo que podíamos hacer juntos y viendo que realmente existían fuerzas oscuras más peligrosas que nosotros y más importantes que nuestros rencores y egoísmos, Ryota que es el Maestro que lidera Bastión Hueco, y Ronin que lidera Tierra de Partida decidieron firmar la paz.

La furia y el asco con los que escupió el nombre del Maestro de Tierra de Partida me sorprendieron. Ronin… Tuve que hacer un esfuerzo para no adelantarme y preguntar qué había hecho ese tal Ronin, qué podía haber sido tan malo para merecer ese odio. Tenía el corazón en un puño.

Este último abrazó al Maestro Ryota como “acuerdo de paz”, y nosotros, estúpidos por creer en aquello, corrimos a abrazar a aprendices que habíamos creído que serían siempre eternos enemigos —Saito levantó la mirada. Tenía los ojos húmedos, y me costó no apartar la mirada ante el dolor que expresaban.

S-Saito, no hace falta que…

Pero entonces Ronin apuñaló a Ryota, a traición —soltó, como si yo no hubiese dicho nada. Noté que se me abrían los ojos como platos, y contuve el aliento—. Le hirió de gravedad, y la Maestra Nanashi y Ariasu junto a otros cargaron con el cuerpo del Maestro y salimos de ahí. Antes de irnos, Nanashi declaró de nuevo la guerra, a la par que decía que aquellos de Tierra de Partida que quisiesen venir con nosotros serían bien recibidos. Muchos pensábamos que Ryota iba a morir en aquel momento, ya que a pesar de todos los esfuerzos y hechizos curativos que se estaban dando parecía que el Maestro seguía igual.

Es… es horrible… —Fue lo único que pude decir. No podía ni imaginar lo que habría significado para el resto de Aprendices presenciar aquello. Especialmente para aquellos que, como Saito, habían tenido a Ryota como Maestro.

Pero justamente cuando se me asignó la misión en París, para el día del Festival de los Bufones, Ryota nos acompañó asegurando que ya no estaba grave —sonrió—. Y que tú le hayas conocido confirma ese hecho.

¿E-el Festival? —exclamé— ¡P-pero si fue hace nada! ¿Y dices que estuvo… enfermo hasta entonces?

Hice el cálculo de los días que habían pasado desde la fiesta para asegurarme, y mis ojos se abrieron aún más. Realmente había pasado muy poco tiempo. ¡Con razón no había querido hablar de la guerra en ese momento!

Pues ya tiene gracia… yo no asistí al Festival —comenté, tratando de alejar la conversación de ese tema—. Habría sido gracioso conocernos ahí, ¿no crees? Y dime, ¿qué te parecieron las actuaciones? ¿O estuviste demasiado ocupado con la misión como para verlo?

Cualquier cosa para cambiar de tema era buena. Si el Festival no era despiste suficiente, insistiría por saber más sobre esa Ciudad de Halloween.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor H.S Sora » Vie Jun 26, 2015 12:40 pm

A pesar de que me encantase la gran iniciativa de Celeste por realizar aquel intercambio de visitas guiadas entre mundos, no podía decir que me sintiese feliz en aquel instante. Recordar todos los hechos de Erased Data, el juego de las copias al que habíamos estado sometidos sin tan siquiera saberlo, la traición por la espalda de Tierra de Partida... eran recuerdos dolorosos a los que a pesar de haberme enfrentado, no había acabado de aceptar.

Pero he de decir que resultaba una mezcla de entre extraño y aliviante abrirse de aquella manera ante alguien desconocido. Aunque sabía que había que tener cuidado con quién decidías desahogarte... ¿entonces, por qué continuaba haciéndolo?

Mi interlocutora se encontraba sorprendida, tal y como era de esperar si no le habían contado nada de lo sucedido en aquel periodo. Simplemente se dedicó a decir que había sido horrible, y estaba totalmente de acuerdo, a pesar de que yo hubiese empleado otra clase de adjetivos menos “bonitos” para describir aquel acto imperdonable que jamás se borraría de mi memoria.

Esperé un momento a que Celeste expresase de alguna otra forma lo que pensaba de todo lo que le había relatado, pero supuse que le llevaría un tiempo y soledad asimilar todo lo que acababa de narrarle. Solo esperaba no haberle amargado el día a mi nueva compañera con aquella triste historia que había atormentado a la gran mayoría de los que vivíamos en aquel Castillo.

¿E-el Festival? —miré a la aprendiza, curioso cuanto menos— ¡P-pero si fue hace nada! ¿Y dices que estuvo… enfermo hasta entonces?

Asentí, con una sonrisa triste. No estaba seguro de que hubiese estado enfermo hasta aquel entonces, pero había sido el primer día en que había tenido el honor de poder verle en un estado adecuado y de mínima salud. El resto del tiempo se habían limitado a solamente decir por el Castillo que el Maestro seguía vivo, y que tarde o temprano se recuperaría.

Pues ya tiene gracia… yo no asistí al Festival. Habría sido gracioso conocernos ahí, ¿no crees? Y dime, ¿qué te parecieron las actuaciones? ¿O estuviste demasiado ocupado con la misión como para verlo?

Observé como Celeste se había percatado de mi ligera angustia, y de cómo trataba de hacerlo más liviano o pasajero mediante un no muy sutil cambio de tema. Quizá fuesen imaginaciones mías, pero la capilla pareció hacerse menos oscura en ese momento.

¿Y quién te dice que no nos conocimos mientras deambulábamos por las hermosas calles de París? —Realicé un gesto extravagante— Y la verdad, es que mi misión junto a la de otras dos compañeras era la de investigar las extrañas apariciones y comportamientos de los Sincorazón, además de vigilar lo que sucediese en el Festival. Peeeero, yo no pude estar demasiado rato, a pesar de que me encantó el ambiente que había.

Me encogí de hombros, riéndome por lo absurdo que había resultado el tener que defender el Festival y no poder estar ahí. Continué tras ponerme un poco más serio.

Yo seguí la pista de un tipo misterioso con forma de demonio, que resultó ser uno de los jefes de una liga de malvados conocida como Villanos Finales, quédate con ese nombre y el de su líder al que me encontré, Mateus Palamecia —hice una pausa—. Una vez allí traté de retenerle para sonsacarle la verdad acerca de quién controlaba los Sincorazón en París junto a un Cardenal que decidió ayudarme. ¿Y sabes que obtuve? Pues estuve a punto de morir entonces cuando casi me arroja desde la Catedral de Notre Dame. Pero por suerte el Maestro Ryota intervino a tiempo y me salvó.

>>Pero no me arrepiento de nada, en ese día, a excepción del mal vestuario que había elegido para ir infiltrado a la Cité —bromeé— ¿sabes por qué? Porque a pesar del miedo y de todo lo que pasó... me quedo con lo bueno. Ayudé a una gitana que tenía una cabra a librarse de un guardia que la perseguía, logré salvar al Cardenal que después resultó herido por Mateus... y lo que es más importante: estoy seguro que por muy estúpida que fuese la acción de enfrentarme a aquel hombre sin ser yo nada, logré salvar la vida de alguno de los habitantes de París que ese día podría volver a su hogar.

>>>No todo lo que sucede es malo después de todo —sonreí— con el tiempo verás que somos de las pocas personas que tenemos potestad para cambiar las cosas.

Me levanté del banco, y me sorprendió comprobar que ya no me dolía la cabeza, todo lo contrario. Me habían entrado unas enormes ganas de caminar, y ya sabía a quién podía obligar de manera maliciosa a acompañarme por haberme despertado.

¿Vienes a dar una vuelta a las afueras del Castillo? Así podemos seguir charlando sobre por ejemplo que hacía cierta gitana que no estaba en el Festival —me encogí de hombros con un poco de picardía— o podrías hablarme de tu afinidad, por ejemplo.

Esperaría la respuesta de Celeste. Quién sabe, quizá a la muchacha no le apeteciese pasear en aquel momento.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor Denna » Vie Jun 26, 2015 1:01 pm

¿Y quién te dice que no nos conocimos mientras deambulábamos por las hermosas calles de París? Y la verdad, es que mi misión junto a la de otras dos compañeras era la de investigar las extrañas apariciones y comportamientos de los Sincorazón, además de vigilar lo que sucediese en el Festival. Peeeero, yo no pude estar demasiado rato, a pesar de que me encantó el ambiente que había.

Es lo que tienen las fiestas. Todo el mundo se olvida de las diferencias raciales —comenté, con un deje de envidia. Seguro que en Ciudad de Halloween no pasaban esas cosas.

Yo seguí la pista de un tipo misterioso con forma de demonio, que resultó ser uno de los jefes de una liga de malvados conocida como Villanos Finales, quédate con ese nombre y el de su líder al que me encontré, Mateus Palamecia.

¿Mateus Palaqué?

Honestamente, ¿con cuánta gente estamos en guerra?

Una vez allí traté de retenerle para sonsacarle la verdad acerca de quién controlaba los Sincorazón en París junto a un Cardenal que decidió ayudarme. ¿Y sabes que obtuve? Pues estuve a punto de morir entonces cuando casi me arroja desde la Catedral de Notre Dame. Pero por suerte el Maestro Ryota intervino a tiempo y me salvó.

Sonreí con sorna.

Sí, tiene esa mala costumbre. Tuviste que pasar mucho miedo.

Pero no me arrepiento de nada, en ese día, a excepción del mal vestuario que había elegido para ir infiltrado a la Cité. ¿Sabes por qué? —negué con la cabeza— Porque a pesar del miedo y de todo lo que pasó... me quedo con lo bueno. Ayudé a una gitana que tenía una cabra a librarse de un guardia que la perseguía, logré salvar al Cardenal que después resultó herido por Mateus... y lo que es más importante: estoy seguro que por muy estúpida que fuese la acción de enfrentarme a aquel hombre sin ser yo nada, logré salvar la vida de alguno de los habitantes de París que ese día podría volver a su hogar.

Una gitana con una cabra… sólo podía ser Esmeralda. Era curioso como esa chica parecía estar por todos lados.

Si me preguntas, no creo que fuese tan estúpido —tercié—. Bueno, un poco sí, si ese Mateus Comosellame es tan poderoso como dices. Cualquiera habría salido por patas y lo habría olvidado todo… pero no fue así. Mi familia y toda la gente que conozco estaban en el Festival, y podrían haber resultado heridos de no ser por ti. Y por tus compañeras, claro. Así que ¡estoy en deuda contigo! Y no pienses que eso me hace gracia —añadí, entornando los ojos en un gesto acusador.

Aún así, me sentía aliviada. Si bien los portadores no podían intervenir directamente en los asuntos internos de un mundo, sus decisiones sí que podían llegar a significar algo. Cambiar las cosas.

Quizás ser un Caballero no era tan terrible…

No todo lo que sucede es malo después de todo —añadió Saito, como si me hubiese leído la mente— con el tiempo verás que somos de las pocas personas que tenemos potestad para cambiar las cosas.

»¿Vienes a dar una vuelta a las afueras del Castillo?

Está bien. Aún no he podido visitarlo a mi antojo, y ése era el principal motivo por el que he venido —dije, encogiéndome de hombros. Saito se puso en pie, y me apresuré a imitarle, andando hacia las puertas de la capilla.

Así podemos seguir charlando sobre por ejemplo que hacía cierta gitana que no estaba en el Festival. —Solté una carcajada. Ni de broma.

¡Pero qué grosero! —exclamé con falso espanto—. Eso es personal, y nunca saldrá a la luz.

Más me valía que no. Si había faltado al Festival era porque estaba con Gilbert, lejos de miradas que nos pudiesen reconocer. Por triste que fuera, mi "hermano" y yo éramos los únicos que seguíamos siendo fugitivos los días festivos.

Pero Saito no iba a enterarse de nada de eso. Ni nadie. Nunca.

O —dijo Saito, sacándome de mis pensamientos— podrías hablarme de tu afinidad, por ejemplo.

¿De mi qué?
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor H.S Sora » Vie Jun 26, 2015 5:50 pm

Tras anotarme mentalmente que Celeste me debía una por todo lo que supuestamente había hecho por los suyos durante el festival — aunque a a la muchacha no parecía hacerle demasiada gracia aquello de los favores — me dirigí con ella a abrir la puerta de la capilla que hubiese seguido vacía de no ser por nosotros dos.

No pude evitar reprimir mi sorpresa cuando Celeste soltó una carcajada ante mi insinuación de que quería saber que había estado haciendo ella durante el festival, debido a que precisamente era una fiesta a la que dudaba que los gitanos quisiesen faltar.

¡Pero qué grosero! —exclamó de pronto, mientras abría las puertas. Me giré para mirarla con una ceja enarcada—. Eso es personal, y nunca saldrá a la luz.

Así que Celeste guarda secretos... —comenté mientras me daba la vuelta y me rascaba la cabeza, fingiendo inocencia— No puedo imaginarme que asuntos tendrían mayor prioridad para una dama que asistir a una fiesta en la que todos son bien recibidos. No puedo esperar a saberlo.

>>¿Cuántos favores tendré que acumular para que me lo cuentes?

Respecto a la pregunta acerca de su afinidad, Celeste respondió de una manera que me hizo pensar que no tenía ni puñetera idea de a lo que me estaba refiriendo; ya fuese por el hecho de no haber tenido aún un entrenamiento “real” o quizá por despiste de la chica. O ambas cosas.

Dudé unos instantes mientras empezábamos a avanzar, ¿sería el momento adecuado para intentar enseñarla a mostrar su naturaleza? O mejor dicho ¿era yo la persona adecuada para propiciarle ese entrenamiento en cuestión? El rato que había pasado con ella me había mostrado que era fuerte de carácter, por lo que dudaba que Celeste se conformase con una explicación difusa.

Además, un pequeño avance de lo que le depararía no podía acabar tan mal, o en el peor de los casos le podría suceder algo parecido a lo que pasó durante mi prueba de afinidad. Rezaría si hacía falta para que no llegase a ese extremo.

Cuando estábamos llegando casi a las puertas para salir, hablé:

Tú afinidad, por así decirlo, es el poder mágico que posees por naturaleza. Es aquel que se esconde en tu interior y que emplearás para usar magia relacionada con dicho elemento ya que te saldrá de forma más natural. Eso no implica que no puedas usar otros tipos de mágicas relacionadas con otras afinidades, solo que seguramente te costarán mucho más de aprender si son más complicadas, mientras que en las que sean tuyas propias podrás ejercer mayor dominio y control porque tú posees ese poder.

Realicé una breve pausa, mientras cruzaba al exterior y miraba de reojo a mi compañera para ver si había entendido mi explicación. Tampoco es que fuese una definición de manual, pero para plantar una base en la aprendiza no estaría mal.

No sé si me he explicado muy bien, la verdad —admití, suspirando— ¿Te gustaría que te hiciese una demostración aquí fuera? Así podrías ver mejor a lo que me refiero. Naturalmente podrías probar a practicar después para ver cual es tu propia afinidad. Te será de mucha utilidad para futuros entrenamientos y estoy seguro de que también podrías llegar a entenderte un poco más allá de lo que creías haber hecho hasta ahora.

>>A mí al menos, me sirvió bastante. Además lo haremos más interesante: si consigues superar la “prueba de la afinidad” una vez te muestre como se hace y todas esas cosas, te contaré que me pasó a mí en esta misma prueba. Estoy seguro que te encantará —repuse, ofreciéndole la mano con una sonrisa por si aceptaba el trato.

Una vez lo aceptase o no, o simplemente una vez hubiese respondido o comentado algo acerca de todo lo que le había dicho, la guiará hacía las afueras del Bastión. No era el paisaje más alentador del mundo, pero ahí ninguno de los dos realizaría demasiados destrozos con sus “demostraciones” de poder. El temor y el frenesí guiaban mis pasos: no podía esperar a lo que estaba por llegar.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor Denna » Vie Jun 26, 2015 7:10 pm

Saito enarcó una ceja.

Así que Celeste guarda secretos... No puedo imaginarme que asuntos tendrían mayor prioridad para una dama que asistir a una fiesta en la que todos son bien recibidos. No puedo esperar a saberlo. ¿Cuántos favores tendré que acumular para que me lo cuentes?

Sigue soñando. Yo pago mis deudas —espeté, con los brazos cruzados.

Una vez llegamos al final del pasillo, abrí las puertas de la capilla para salir de nuevo al exterior. Estiré los brazos, feliz de moverme otra vez; no estaba acostumbrada a pasar mucho rato quieta.

Bueno, Maestro Saito —bromeé—, ¿qué ibas a contarme respecto a eso de la afinidad?

Tú afinidad, por así decirlo, es el poder mágico que posees por naturaleza —explicó bajo mi atenta mirada—. Es aquel que se esconde en tu interior y que emplearás para usar magia relacionada con dicho elemento ya que te saldrá de forma más natural. Eso no implica que no puedas usar otros tipos de magias relacionadas con otras afinidades, solo que seguramente te costarán mucho más de aprender si son más complicadas, mientras que en las que sean tuyas propias podrás ejercer mayor dominio y control porque tú posees ese poder.

Asentí lentamente.

Vamos, que es la magia que mejor se me da. Entiendo.

¡Eso no ayudaba mucho! Había aprendido un total de dos hechizos, y no tenía ni idea de si alguno de ellos correspondería a mi afinidad. Por no hablar de que ni siquiera sabía qué clase de magias había. Hmm… debería haberme informado un poco más al llegar.

No sé si me he explicado muy bien, la verdad. —Saito suspiró, algo desalentado—. ¿Te gustaría que te hiciese una demostración aquí fuera? Así podrías ver mejor a lo que me refiero.

Supongo que sí —admití, movida por la curiosidad.

Naturalmente podrías probar a practicar después para ver cual es tu propia afinidad. —Eso ya no sonaba tan bien. ¿Y si hacia el ridículo? O peor aún, ¿y si me acababa haciendo daño yo sola?—. Te será de mucha utilidad para futuros entrenamientos y estoy seguro de que también podrías llegar a entenderte un poco más allá de lo que creías haber hecho hasta ahora.

Fruncí el ceño. No podía entender cómo ser afín a una magia u otra podía hacer que me “entendiera” a mí misma. Pensé en preguntárselo, pero deseché la idea de inmediato. ¡Ya era bastante patético no saber algo tan básico como qué era una afinidad! Prefería buscarlo luego en la biblioteca antes que formular otra pregunta tan estúpida.

A mí al menos, me sirvió bastante. —Seguía diciendo Saito—. Además lo haremos más interesante.

Dispara.

Si consigues superar la “prueba de la afinidad” una vez te muestre como se hace y todas esas cosas, te contaré que me pasó a mí en esta misma prueba. Estoy seguro que te encantará.

Sonreí ampliamente mientras extendía una mano en mi dirección. No tardé ni medio segundo en estrechársela.

Eso suena a historia vergonzosa. ¡Me apunto!

Saito sugirió que fuésemos a las afueras, dónde no haríamos demasiados destrozos, y me mostré conforme. “Más sitios que ver,” pensé, siempre positiva. Ya había amanecido, pero el cielo seguía teñido de naranja y rosa, dándole al mundo un aspecto de cuento de hadas… al menos hasta que echamos a andar. El paisaje se iba oscureciendo a medida que avanzábamos, pero seguía albergando cierta belleza. Me recordaba en cierto modo a la Corte, maravillosa y siniestra entre las catacumbas.

Cuando mi compañero por fin eligió el lugar en el que llevar a cabo su demostración, me senté en el suelo delante de él y aplaudí, impaciente.

¡Entretenme! —exclamé, sonriendo con malicia.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

Re: [Bastión Hueco] Canción de Trueno y Sombra

Notapor H.S Sora » Vie Jun 26, 2015 7:13 pm

Mientras andábamos, me fijé en que el cielo preservaba un color anaranjado que seguía mezclado con un particular rosa; por aquel extraño matiz me percaté de que me habían hecho madrugar, y mucho. Suspiré para mis adentros, pensando que el valor de una nueva amistad, pues debía empezar a pensar en Celeste como una amiga si realmente no me importaba del todo que me hubiese hecho levantar de mi asentamiento en aquel banco en la capilla tras apenas dormir en aquella noche.

Celeste había aceptado mi trato sin más, estrechando mi mano en cuanto la había alzado; tal y como había sospechado cualquier historia que le resultase interesante serviría como motivación para que la muchacha intentase practicar el asunto de afinidad. La historia en realidad no era vergonzosa, pues demostraba según el Maestro Ryota que tenía un gran y peligroso talento, tampoco era como si hacer el ridículo frente a alguien fuese nuevo para mí.

Deberíamos ir a un sitio un poco más alejado —propuse— no sé como de fuerte podrá mostrarse tu afinidad o incluso la mía, así que mejor no vacilar en precauciones.

Celeste aceptó y aquello me relajó un tanto, pero en el fondo temía que pudiese pasar algo como que un Sincorazón peligroso se sintiese atraído por nuestros corazones y viniese a fisgonear, o peor aún, un grupo de ellos. Pero el caso era que yo debía ejercer de “Maestro” tal y como había dicho Celeste antes bromeando, por lo que pasase lo que pasase debía cuidar de ella de la misma forma en la que lo haría un Maestro como Ryota.

Tras un buen rato de andar entre algunas ruinas que habían aparecido de la nada, llegamos a un escenario donde algunos edificios estaban casi intactos y no notaba ningún Sincorazón cerca. Le indiqué a mi compañera que aquel lugar sería el que utilizaríamos e inmediatamente se sentó delante de mí mientras aplaudía. Parecía una niña pequeña emocionada por la actuación que estaba por venir.

¡Entretenme! —le devolví la sonrisa mientras me preparaba.

Damas y Caballeros, espero que os gusté la actuación —realicé un exagerado gesto, casi teatral— Empezaré por mostrar lo que es una afinidad, luego enseñaré como mostrarla. ¿Preparados? ¡Disfruten!

Cerré los ojos, mientras respiraba hondo. Si quería hacerlo bien, más me valía no perder el control como la otra vez.

Estiré mi mano derecha con la palma boca arriba y abierta, mientras que con la izquierda me sujeté el brazo con firmeza. Debía mantenerme tranquilo, y no tratar de excederme como la otra vez, por lo que intentaría hacerlo diferente. Empecé a dejar fluir mi magia con tranquilidad por todo mi cuerpo, para luego concentrarla con un poco de esfuerzo en la mano que tenía extendida hacia Celeste.

Empecé a canalizar entonces las emociones negativas que podía haber sentido desde la última vez que había hecho la prueba, pero tratando de no sobrepasarme. Pensé en Mateus, en el Principito, en la traición de Ronin, en Erased Data... Quizá a la joven en un principio no le pareciese nada del otro mundo, debido a que quizá solo se estuviese concentrando masa oscura, por lo que entonces decidiría concentrar más magia mientras notaba como mi corazón había pasado a latir un poco más rápido, controlado en parte por las emociones que estaba sintiendo.

Enseguida noté como algo parecía tratar de envolver mi brazo y parte de mi torso, por lo que supe que estaba logrando invocar parte de mi oscuridad y por lo visto, controlarla; a su vez, notaba algo espeso mojarme los zapatos mientras que mi corazón empezaba a latir resonando con fuerza en mi pecho.

T-Tengo que parar ahora...

Y apretando los dientes, intenté revertir todo aquel proceso para que aquella oscuridad no saliese demasiado al exterior y volviese a quién verdaderamente pertenecía. Cerrando el puño de la mano que la había invocado para intentar hacerla desaparecer. Una vez lo hube logrado, abrí los ojos mirando a Celeste con un poco de cansancio, pero no por ello sin sonreír.

Oscuridad —me limité a decir— . Esa es mi afinidad. ¿Qué te ha parecido? Quizá no sea la afinidad más bonita ni segura del mundo... pero es poderosa, o así lo quiero creer.

Me sentaría a su lado y esperaría a que Celeste me comentase lo que quisiese acerca de lo que acababa de suceder o que me preguntase aquello por lo que tuviese curiosidad, ya que no tendría reparo en responderle.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Siguiente

Volver a Otros temas

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado