Luego de limpiar, se viró hacia la aprendiza.
—Tenemos que hacernos mucho más fuertes, ¿sí? Hay que dominar el arte de las transformaciones
La muchacha bajó un poco la mirada pero sonrió bastante, como si estuviera ocultando alguna cosa... ¿Quién sabe lo que estaría pensando en ese momento nuestra pequeña?
—Nunca entenderé la rivalidad que tenemos con los de Bastión Hueco... Tengo... Amigos que son de ahí y la verdad, creo que ellos y yo nos cubriríamos la espalda si nos viéramos en peligro.
La joven recordó momentáneamente a Simbad y a los demás que conocía de allí, sabía que no eran malas personas, pero entonces... ¿Por qué Light tenía tan pésima forma de pensar sobre ellos?
—Light, te prometo que cuando sea más poderosa, te ayudaré a ir a donde desees, cualquier lado, cualquier batalla. Ahora somos amigos, y estaré ahí para ti, a la vez que sé que lo estarán tus otros compañeros.
Sí... La amistad, el motivo más bonito de la vida, la razón más poderosa de seguir aprendiendo y creciendo como adultos. Era una promesa, y no se iba a quebrar por mucho tiempo que pasase hasta poder realmente cumplirla... ¿Quién sabe cuando podrán volver Light y Aru a encontrarse en aventuras como estás? Pero de una cosa si está la peliazul segura, sabía que en esta ocasión, se había llevado a un gran amigo.
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