[Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Encuentro de Light y Ragun

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[Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Sombra » Dom Nov 29, 2015 3:38 pm

Cronología:
Light: Encuentro: Futuros Maestros > este encuentro
Ragun: El Esclavo del olvido >este encuentro


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Había pasado una semana desde que El Castillo del Olvido había desaparecido devolviendo a Tierra de Partida a su forma original, aunque aún así aquel enorme sincorazón, el Alfa había dejado grandes cicatrices a lo largo del paisaje del mundo; huellas, árboles tirados por doquier, marcas de zarpas enormes… . Todo iba volviendo a la normalidad lentamente, pero aquellas marcas eran ahora un recuerdo sombrío de lo que había ocurrido allí, ahora que las cadenas habían desaparecido de vez en cuando aparecían sincorazón por el lugar, por lo que los aprendices y Maestros no solo estaban centrando sus labores en la reconstrucción del Castillo (iba a ser difícil, puesto que una de las torres había caído), sino que además tenían que permanecer alerta ante cualquier indicio de sincorazón que pudiese indicar la presencia de otro Alfa cerca, lo que sería a ciencia cierta letal. Obviamente, tampoco se podían descuidar los mundos, y ahora menos que nunca. La Caída de Villa Crepúsculo no había sido como la de Vergel Radiante cuyo mundo solo había sido invadido. Aquel había sido devorado hasta el último resquicio de su luz. La estrella que brillaba en el cielo nocturno con aquel tono anaranjado había dejado de existir. Muchos aprendices eran de allí, y obviamente no se lo habían tomado muy bien. Amigos, familiares, vecinos… Muchos de sus conocidos estaban ahora muertos, o convertidos en sincorazón. Otros muchos se habían salvado, pero era obvio que no todo el mundo había corrido aquella suerte…

Lo malo es que ahora esa gente vivía en Ciudad de Paso, no había otro lugar donde pudiesen ir pese a que aquel mundo era dominado por Palamecia y sus secuaces. Era algo preocupante, él manipulaba la información como se le antojaba. Todo aquel mundo nos odiaría, estaba seguro de ello. Los Villanos Finales debían ser erradicados de una vez por todas, aunque tal vez era más urgente tratar el tema de Aaron. Joder, nos salían enemigos de debajo de las piedras.

Como había acabado la guerra me había ofrecido voluntario (con el permiso de Nanashi, Ariasu, Ryota y Shinju) para ayudar a los aprendices de Tierra de Partida con las obras para hacer algo con el deprimente aspecto del castillo, aunque obviamente eso no significaba que me hubiese ido definitivamente a Tierra de Partida, simplemente me sentía en cierta medida responsable de la destrucción de aquel lugar, además lo veía como una forma de afianzar la buena fe de nuestra orden desde aquel momento en adelante y de redimir mis crímenes contra los aprendices de aquella facción de los Caballeros. Todavía les debía una disculpa a Fátima, Malik, Saxor, Nadhia, Light y muchos más. Por suerte para mí, jamás había tenido que cargar con el peso de la culpa de la muerte de alguno de aquellos aprendices, aunque pese a eso sí que estuve dispuesto a ello en más de una ocasión, algo que me habría pesado para siempre en la conciencia ahora que sabíamos la verdad sobre el apuñalamiento de Ryota.

Aquel tal Aaron era el responsable. Él, Andrei y Chihiro lo eran, ellos debían ser los que pagaran por sus crímenes.

Cargué con varios sacos llenos de cemento por los pasillos hacia el exterior de lo que una vez había sido mi hogar, hacía mucho que no pisaba aquel lugar y ahora entendía por qué me sentía tan incómodo allí dentro todo el tiempo. No solo era que las cadenas eran un repelente contra sincorazón, algo que seguramente me afectaba negativamente, pero que no llegaba a herirme gracias a mi lado humano, también estaba aquel Guía, no me extrañaría que hubiese estado mirándome todo el rato desde el Castillo del Olvido, algo que me resultaba ahora que lo pensaba inquietante, al fin y al cabo él debía saber desde el principio lo que yo era en realidad… Incluso podía apostar que conocía el motivo de mi amnesia y lo que era Alexander cuando yo no era más que un recién llegado. El Guía podía saber todo sobre mí, incluyendo las cosas más íntimas. Eso debía hacerse sentir a uno muy incómodo, eso seguro.

Por el camino me crucé con varios de los que habían abandonado Bastión Hueco, no tenía nada contra ellos. Era su decisión, antes sí que me habría enfadado muchísimo con ellos… Pero ya no merecía la pena. Levanté la mano que tenía libre y sonreí hacia la parejita de tortolitos y continué mi camino. Al menos alguien era feliz tras lo ocurrido en aquel horrible lugar.

Habían pasado muchas cosas buenas y malas, muchos habían cambiado y a pesar de no haber vivido las pruebas a las que se habían sometido los otros no podía evitar pensar que nuestra lucha durante tres días contra la horda de sincorazón había sido también una forma de fortalecernos, no solo físicamente, también mentalmente. No todo el mundo sería capaz de pelear durante tres días sin apenas descansar, sin poder comer ni beber más de lo que Fátima convocaba con sus hechizos. Mi voluntad estaba impecable, y estaba más seguro que nunca que Bastión Hueco era el lugar donde debía estar. No había otro lugar donde yo pudiese ser más feliz.

En ese momento, pude ver a Light Hikari también ayudando en la reconstrucción del castillo. Una señora mayor que si mal no recordaba era la abuela del aprendiz se alejó pasando por mi lado, la seguí con la mirada distraído, con algo de curiosidad. Por lo que sabía de la familia de Light sus padres habían sido ambos portadores por lo que su familia llevaba por lo menos tres generaciones pasándose la Llave Espada de padres a hijos contando a aquella mujer.

Siempre igual. Siempre dando por culo. ¡Maldita oscuridad!

No pude evitar soltar una risilla por lo bajo al ver como el aprendiz asestaba una patada al gran bloque de piedra que tenía al lado haciéndose daño en el pie y dando varios saltitos dignos de una comedia. Eso le pasaba por maldecir la oscuridad tan a la ligera.

Eh, Hikari —llamé al aprendiz—. El Maestro Ronin me ha pedido hace un momento que te diga que nos toca tomarnos el día libre —informé dejando los sacos junto a un montón más que había estado llevando para allí durante todo el día. Estaba sudando como un cerdo y tenía el pelo y mis pantalones llenos de polvo, cemento y suciedad en general. Seguramente oliese como Derhe Yeno tras un entrenamiento con la Maestra Lyn en un caluroso día de verano.

Me había acostumbrado a llamar al líder de Tierra de Partida como “ese tuerto”, o simplemente Ronin, por lo que empezar a llamarle Maestro de nuevo suponía en parte un gran esfuerzo. Además, todavía estaba el tema de haber tratado de utilizar a Gárland como arma. No podía olvidarme de aquello, nadie podría olvidar lo que nos habíamos hecho los unos a los otros. Pero aquel era un momento de transición, y debíamos preocuparnos por labrar un futuro para todos. Que cada uno tuviese ideales distintos no significaba que tuviésemos que odiarnos ni pelear, podíamos llegar todos a un acuerdo dialogando. El Ragun digital y aquel Light alternativo habían sido sin duda claros ejemplos de que la paz era posible, incluso si nos habíamos odiado, incluso si nuestras maneras de pensar eran como el agua y el aceite.

Sabía de sobra que no nos llevábamos bien en el mundo real, de hecho era obvio que nunca le había gustado mi presencia, y se podría decir que sentía lo mismo por él desde que nos vimos el día que abandoné Tierra de Partida. Sin embargo, no podía decir que me cayese mal. Mucho menos desde que tenía los recuerdos de mi copia digital.

Ya era hora de enterrar el hacha de guerra y tender una mano a nuestros camaradas.

De acuerdo, gracias por avisar —contestó, denotando cansancio en el rostro.

Sostuve la mirada del aprendiz unos instantes con algo de tensión en mi rostro, sin embargo traté de relajar mi expresión, si queríamos que la tregua funcionase debía tragarme cualquier tipo de orgullo, alguien debía dar el primer paso. Debía proteger Bastión Hueco, y un medio para ello era de alguna manera ganarse la confianza de Tierra de Partida… Y viceversa.

Light parecía deprimido, no lo decía. Pero no había que ser un genio para darse cuenta de aquello. El aprendiz se sentó en el césped cabizbajo.

¿Qué tal te encuentras? —pregunté con un tono calmado y conciliador, me agaché a su lado—. Sé muy bien cómo se siente al perder tu mundo de origen. —Más bien Alexander lo sabía, al fin y al cabo él había visto morir su hogar. Pero sus recuerdos formaban parte de mí, sabía de sobra la amargura que se sentía al ver como la oscuridad se tragaba todo, como uno debía dejarlo todo atrás para salvar el pellejo.

Podría haber sido peor. —Tras unos segundos de silencio alzó la cabeza para mirarme directamente—. Mi abuela está viva, no te puedes imaginar el alivio que sentí al enterarme. Solo espero que la familia de Nadhia y otros estén bien.

Cierto, Nadhia. No había sabido nada de ella, sabía que había ido al pasado y había luchado contra el Coloso también, sin embargo desde que habíamos vuelto no había tenido más noticias suyas. No tenía ni idea de cómo se lo había tomado, siquiera sabía si su hermano y sus padres seguían con vida. Bajé la mirada con algo de tristeza. Si tan solo hubiésemos sido más rápidos, más fuertes… Si hubiésemos sido dignos desde el principio…

Nanashi me ha hablado sobre el Santuario de la Reminiscencia en los entrenamientos —dije de pronto, tratando de cambiar de tema tras unos incómodos segundos—. Es un lugar de culto, para aprender de los errores del pasado y poder avanzar hacia el futuro, además… En ese lugar hay información importante sobre “él”.

¿Él? Te refieres a…


Creo que debemos aprender más sobre Aaron —interrumpí—. La información es tan letal como una espada bien afilada, si se sabe utilizar.

Sí, ¿por qué no? Si es tan peligroso nos vendrá bien recabar más información.

Solo hay un pequeño problema. Aparentemente no se puede ir y pasearse por el Santuario como Pedro por su casa, hay una puerta que solo se puede pasar haciendo una prueba, y para iniciar la prueba necesitamos alguien que la haya superado ya. —No sabía si ya sabía sobre aquello—. No pretendo forzar una amistad contigo, Light. Sé que lo que hemos hecho en el pasado no se olvida fácilmente, tanto por un lado como por el otro. Pero estamos juntos en esto, y juntos debemos acabar con los planes de Aaron. Vengaremos Villa Crepúsculo juntos, y también pagará por sus crímenes contra nosotros, por habernos llevado a una guerra que nadie quería, por no habernos permitido dejar atrás nuestras diferencias cuando pudimos hacerlo en La Red y… Por Kazuki también, creo que le habría gustado vernos ahora.

>>Quien sabe, quizás cuando todo esto acabe Tierra de Partida y Bastión Hueco puedan sentarse a debatir pacíficamente sobre nuestras ideologías y llegar a un acuerdo. Mientras tanto, nosotros seguiremos en Bastión Hueco evitando que los sincorazón lleguen al corazón del mundo, y tratando de que no salgan en masa hacia otros mundos. Lo creáis o no, no solo hemos estado “profanando” ese mundo en estos años. Además… Esos sincorazón, la mayoría fueron los habitantes del mundo. Quizás encontremos una manera de… Convertirlos en humanos una vez más, solo es cuestión de tiempo. Quizás eso que Saeko entregó a la Maestra Lyn lleve dentro todas las respuestas.

Al menos eso me gustaría creer. Aquellos momentos de paz eran agradables. Nadie quería ser un soldado. Nadie. Ni siquiera a mí me agradaba la idea de matar, pese a que tampoco me negaba a hacerlo. Simplemente estaba enfadado. Frustrado por la oportunidad de llevarnos todos bien que habíamos perdido.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Light » Dom Nov 29, 2015 3:44 pm

Light dejó de trabajar por un momento y se desperezó. Y recibió un bastonazo en la nuca que le obligó a soltar un quejido.

Ágatha, su abuela, había salido viva de la tragedia ocasionada en Villa Crepúsculo y había elegido ese día para ayudar en la reconstrucción del castillo dañado por el Alfa; con su magia poderosa por supuesto. Después de todo, como Maestra retirada que era, aquel edificio supuso su hogar en el pasado. Se sentía nostálgica al pisar el mundo que la había visto madurar como Caballero.

Deja de holgazanear y tráeme unos cuantos sacos. Ah, y varios éteres.

El aprendiz obedeció (vamos, ni se le ocurriría desobedecer a Ágatha, eso supondría su "muerte inmediata"). Cuando regresó —juraría que no se había olvidado de nada—, vio que su abuela adoptiva hacía levitar pesados bloques de piedra y reconstruía lentamente un muro.

¿Por qué no te quedas aquí? Eras Maestra. Podrás ayudar a entrenar.

Ágatha le miró con una ceja arqueada y volvió a concentrarse en su trabajo.

Odio decir esto, pero ya no tengo cuerpo para esos trotes. Ya ves que ni pude evitar que Villa Crepúsculo cayera —indicó con cierta tristeza—. Por mucho poder mágico que tenga para levantar estos bloques sigo siendo una vieja lenta y débil, los años no perdonan a nadie.

La mujer mayor se aproximó a los sacos que le había acercado su nieto adoptivo. Comprobó que en efecto había traído los materiales que necesitaba, ¡pero no había ningún rastro de los éteres!

¡Te has olvidado de los éteres! ¿Dónde tienes la cabeza? —le reprendió y puso los ojos en blanco.

Y la mujer, impaciente, se fue de allí para buscarlos ella misma. Light no se movió del sitio y permaneció pensativo.

Todavía no se había recuperado de los traumatizantes sucesos. Seguía añorando a Kazuki, aún le costaba creer que nunca volverían a verle. Y después estaba la desgracia de Villa Crepúsculo… que le daba rabia, muchísima. ¿Por qué todos los mundos que eran importantes para él caían en la oscuridad? Las masas de Sincorazón ya le impidieron volver a casa de sus padres para recoger pistas, y ahora estos monstruos habían destruido su ciudad.

Había detestado la monótona Villa Crepusculo en su momento y había deseado salir de ésta hace tres años. Pero guardaba muchos recuerdos de su mundo; y además allí vivieron varios de sus seres queridos… la idea de perderlos le enloquecía.

Siempre igual. Siempre dando por culo. ¡Maldita oscuridad! —Necesitaba descargar su furia con algo, así que pateó un bloque de piedra cercano. Un dolor extremo en el pie le arrancó un grito y le obligó a llevarse las manos a éste (menudo bruto estaba hecho).

Eh, Hikari. —Light, avergonzado, recuperó la compostura lo más rápido que pudo y se quedó mirando a Ragun, dubitativo—. El Maestro Ronin me ha pedido hace un momento que te diga que nos toca tomarnos el día libre.

Tanto Ragun como él estaban llenos de suciedad. Aparte de él y su abuela, el chico de la facción contraria había decidido ayudar a reconstruir el castillo. Quién diría que Tierra de Partida y Bastión Hueco volverían a llevarse bien. Desde que se habían apoyado para escapar del Castillo del Olvido la relación entre los bandos había mejorado muchísimo.

A pesar de todo lo sucedido en Monstruo parecía que volvían a llevarse bien. O bueno, al menos se respetaban. Light nunca olvidaría que Ragun había ayudado a proteger su castillo, y que sin su ayuda quizá no estaría vivo.

Le tenía algo de aprecio… a pesar de que era un Sincorazón.

De acuerdo, gracias por avisar —contestó, denotando cansancio en el rostro.

Suspiró y se sentó en el césped. No prestó demasiada atención al rostro tenso de Ragun: agachó el suyo propio. Quizás, a la vista de su aspecto deprimido, el aprendiz le preguntó:

¿Qué tal te encuentras? Sé muy bien cómo se siente al perder tu mundo de origen.

Light volvió a emitir un suspiro desalentador. No miró a Ragun en ningún momento durante su respuesta, permaneció con la mirada perdida. Le temblaban los labios.

Podría haber sido peor. —Hizo una pausa y cerró los ojos. Se recompuso y al fin miró a Ragun—. Mi abuela está viva, no te puedes imaginar el alivio que sentí al enterarme. Solo espero que la familia de Nadhia y otros estén bien.

Nanashi me ha hablado sobre el Santuario de la Reminiscencia en los entrenamientos —dijo de repente, cambiando de tema—. Es un lugar de culto, para aprender de los errores del pasado y poder avanzar hacia el futuro, además… En ese lugar hay información importante sobre “él”.

¿Él? Te refieres a…

Creo que debemos aprender más sobre Aaron. La información es tan letal como una espada bien afilada, si se sabe utilizar.

Aaron, así se llamaba el nuevo enemigo de Tierra de Partida. Acaban de conocerle tras la aventura en el Castillo del Olvido. Por lo que dijo, supuso que se trataba del cómplice de Chihiro.

Tras pensárselo durante unos segundos, finalmente le dio una respuesta.

Sí, ¿por qué no? Si es tan peligroso nos vendrá bien recabar más información.

Entonces, Ragun intentó convencerle a fin de que fueran aliados en la batalla contra ese tal Aaron. Light sonrió de medio lado: no hacía falta que hiciera un discurso con el objetivo de persuadirle. Si de verdad él había sido el causante de la destrucción de Villa Crepúsculo, si había sido el responsable de la muerte de Kazuki al invocar el Alfa; si resultaba tan amenazante para todos los mundos… definitivamente tenía que pagarlo muy caro. Y estaba dispuesto a cooperar con Ryota y Nanashi para verle caer.

Quien sabe, quizás cuando todo esto acabe Tierra de Partida y Bastión Hueco puedan sentarse a debatir pacíficamente sobre nuestras ideologías y llegar a un acuerdo. —Light arqueó una ceja: no tenía muchas esperanzas en que aquello sucediera—. Mientras tanto, nosotros seguiremos en Bastión Hueco evitando que los sincorazón lleguen al corazón del mundo, y tratando de que no salgan en masa hacia otros mundos. Lo creáis o no, no solo hemos estado “profanando” ese mundo en estos años. Además… Esos sincorazón, la mayoría fueron los habitantes del mundo. Quizás encontremos una manera de… Convertirlos en humanos una vez más, solo es cuestión de tiempo. Quizás eso que Saeko entregó a la Maestra Lyn lleve dentro todas las respuestas.

Sí… estaría genial que arreglaran la catástrofe que provocaron —dijo Light, no muy convencido con la idea de que acordaran esa futura alianza, mirando hacia otro lado—. En efecto, debemos dejar de lado cualquier rencor y patearles el culo a Aaron y esta gentuza. Esa estúpida guerra ya no tiene sentido.

»Por cierto, digámosle a Ronin que nos permita entrar en ese Santuario de la Reminiscencia —sugirió—. Él es el líder de los Maestros, seguro que ha pasado esa prueba. Además, parece conocer a ese tal Aaron.

Estaba deseando preguntarle y recabar más información.

Pero antes de ir a buscarle creo que deberíamos tomar una ducha y cambiarnos, ¿no crees? —añadió, mirando los lamparones de su ropa, y se levantó del suelo. No iba a arreglarse para visitar aquel lugar de culto, pero al menos debía ir limpio.

Le hiciera caso o no, comenzaría a andar hacia los portones del castillo. Antes de alejarse demasiado de él, se paró.

Eh… Lo siento. —Se rascó la sien—. Sobre lo que pasó en Monstruo, todo lo que hice. No sé si me creerás, pero solo quería proteger a Nadhia y temía que intentarais hacer una locura, por eso me convenía que estuvierais debilitados —admitió avergonzado, cabizbajo—. Quiero pensar que nunca hubiera permitido que os murierais de hambre.

Esperó quieto pocos segundos para escuchar su posible respuesta y luego volvió a moverse.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Sombra » Dom Nov 29, 2015 3:49 pm

Sí… estaría genial que arreglaran la catástrofe que provocaron —contestó torciendo la vista—. En efecto, debemos dejar de lado cualquier rencor y patearles el culo a Aaron y esta gentuza. Esa estúpida guerra ya no tiene sentido.

No podría estar más de acuerdo contigo.

Sabiendo que la causante de la guerra era Chihiro bajo las órdenes de aquel vejestorio decrepito no teníamos más motivos para pelear excepto nuestras creencias. Pero, ¿acaso no podíamos ser aliados de gente con otras opiniones?

Por cierto, digámosle a Ronin que nos permita entrar en ese Santuario de la Reminiscencia —propuso—. Él es el líder de los Maestros, seguro que ha pasado esa prueba. Además, parece conocer a ese tal Aaron.

A mí también me dio esa impresión. Me pareció escuchar por ahí de uno de los que fueron por los pisos superiores que ese tal Aaron fue quien le hizo perder el ojo.

No estaba del todo seguro de aquello, pero si sus palabras eran ciertas Ronin podía saber cómo derrotarlo, ya lo había vencido antes, ¿no? Sino no estaría aquí.


Pero antes de ir a buscarle creo que deberíamos tomar una ducha y cambiarnos, ¿no crees? —Se levantó del suelo y observó la ropa que colgaba de unos lamparones.

Creo que es la primera vez que estamos de acuerdo en algo dos veces seguidas —bromeé dándole una palmada en la espalda—. ¿Vamos?

El aprendiz comenzó a andar, algo que yo también hice sin dudarlo, pero de pronto se paró. Lo imité frenándome también para no comérmelo de lleno.

¿Ocurre algo? —arqueé una ceja sin estar muy seguro de lo que pasaba por su cabeza.


Eh… Lo siento. —llevó la mano a la cabeza y se la frotó—. Sobre lo que pasó en Monstruo, todo lo que hice. No sé si me creerás, pero solo quería proteger a Nadhia y temía que intentarais hacer una locura, por eso me convenía que estuvierais debilitados

<<Oh, eso…>>

Sí, todavía recordaba lo ocurrido dentro de Monstruo. Fueron unas semanas difíciles para todos. Light había estado escondiendo toda la comida que encontraba, por lo que Saeko había sido la más perjudicada de todos.

Quiero pensar que nunca hubiera permitido que os murierais de hambre.

Bueno… Sabes de sobra que los que son como yo tenemos fuentes “alternativas” de alimento.

No quería sacar el tema, puesto que todavía recordaba la reacción de Light al ver a Nadhia con el Nexo-D que nos unía activado y a mí alimentándonos de sincorazón purasangre, así fue como Light descubrió mi verdadera naturaleza no humana… Y no se lo había tomado muy bien que digamos.

Creo que es con Saeko con quien deberías hablar, ella fue quien sufrió más —apoyé mi mano humana sobre el aprendiz y lo miré muy serio—. Sobre todo ahora que vive aquí y es tu compañera.

Comencé a caminar, sin embargo me giré hacia él una última vez. Necesitaba aclararle algo, al menos para hacer que se sintiese un poco menos culpable.

Yo habría hecho eso y mucho más con tal de proteger a los míos, no te culpo por haberla protegido.

Y con eso dicho caminé en dirección al castillo con él.

Tierra de Partida había pasado días mejores, de eso estaba muy seguro y uno de los ejemplos más claros era la sala del trono. La preciosa cristalera que antes había decorado el castillo se había desvanecido y un enorme boquete atravesaba toda la estancia hasta los tronos, que tampoco tenían muy buen aspecto. El lugar había sido limpiado, por lo que ya no estaba lleno de escombros y cristales por el suelo. Pero aún así, aquel sitio ahora parecía deprimente.

De no ser por Nithael y esas piedras… —un escalofrío recorrió mi espina dorsal y me obligué a parar de hablar por un momento—. Jamás había visto antes un sincorazón tan poderoso. Si de verdad el ataque lo provocó Aaron, si tiene poder suficiente para controlar una monstruosidad así… Prefiero no pensar que más puede hacer. Fue una suerte que Wix… —negué con la cabeza—. La Maestra Iwashi apareciese a tiempo.

Seguí al aprendiz por los pasillos del castillo. Muchos más aprendices se paseaban de aquí para allá despreocupados mientras que otros trabajaban en la reconstrucción ayudados por los moguris. El ambiente de Tierra de Partida era sin duda mucho menos lúgubre que el de Bastión Hueco. Aunque aquel lugar resultaba un poco agobiante. Por fin llegamos frente a la puerta de su habitación. Como no tenía ropa de recambio tenía muy claro que me pondría la armadura después.

Dicen que las habitaciones de alguien son como el espejo de su alma —sonreí mientras esperaba a que el muchacho abriese la puerta—. Me pregunto si es cierto.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Light » Dom Nov 29, 2015 3:59 pm

Creo que es con Saeko con quien deberías hablar, ella fue quien sufrió más. —Light miró a Ragun, igual de serio que él—. Sobre todo ahora que vive aquí y es tu compañera.

Es verdad. Me pregunto qué motivos habrá tenido para unirse a Tierra de Partida, cuando la conocí me pareció bastante fiel a Ryota… —pensó en voz alta.

Ragun le adelantó y después se giró hacia él.

Yo habría hecho eso y mucho más con tal de proteger a los míos, no te culpo por haberla protegido.

Light cerró momentáneamente los párpados y mostró una débil sonrisa.

Gracias.

Dicho esto, se internaron dentro del hogar de los Portadores defensores de la luz. Los dos apreciaron la destrucción ocasionada por el Alfa. A Light le entraba ansiedad con solo recordar todos los sucesos que ocurrieron aquella fatídica noche. Todavía no se había recuperado del todo, las pesadillas le perseguían con insistencia.

Se encontró con su abuela, Ágatha, y le dijo que Ronin les permitía tomarse el día libre. Al principio no le agradó la idea de que su aprendiz se dedicara a vaguear las horas siguientes, pero cambió de opinión al escucharle. Su nieto adoptivo confesó que irían al Templo de la Reminiscencia para buscar información de Aaron. La anciana aprobó su plan.

Ragun comenzó a hablarle en algún momento.

De no ser por Nithael y esas piedras… —El chico se detuvo—. Jamás había visto antes un sincorazón tan poderoso. —Light no podía estar más de acuerdo: semejante monstruo podría haberles aniquilado de un único golpe, estaba seguro de ello. Le daba escalofríos con solo recordarlo—. Si de verdad el ataque lo provocó Aaron, si tiene poder suficiente para controlar una monstruosidad así… Prefiero no pensar que más puede hacer. Fue una suerte que Wix… —Agitó la cabeza—. La Maestra Iwashi apareciese a tiempo.

Sí… —Light sonrió—. Qué afortunamos fuimos. Me alegro muchísimo que haya vuelto.

Cuando Iwashi apareció… su cara fue un poema. Jamás podría describir lo que sintió en aquel momento. Era tan feliz por tener a la Maestra de vuelta… aunque todavía seguía con una espina clavada. De hecho no se había atrevido aún a hablarla y a entregarle el colgante.

Porque era tan idéntica a Hisa Wix que a veces pensaba que siempre habían sido la misma persona, aunque el Incorpóreo dijo lo contrario. Y si tenía los recuerdos de la Guardiana —al menos sabía que ésta tuvo las memorias de su original—, entonces recordaría lo que sucedió aquella noche, en la ópera. Sabría que él le mató en una ocasión.

En ese caso, ¿con qué cara se acercaría a ella? ¿Qué demonios podía decirle? Además, le infundía tanto respeto…

Tras cruzar varios pasillos y ascender por la escalera de caracol de la torre de dormitorios, llegaron a su habitación. En ese momento Light se percató de que Ragun seguramente no tendría ducha, pues abandonó el castillo en el pasado y quizás otro aprendiz ocupara ahora su antigua habitación.

Dicen que las habitaciones de alguien son como el espejo de su alma —comentó, sonriente—. Me pregunto si es cierto.

No lo sé, pero ya te aviso que no encontrarás nada sorprendente. Por cierto. Puedes usar mi ducha si quieres —sugirió, y se dispuso a abrir la puerta de su cuarto—. También tengo algo de ropa, pero no sé si te gustará. —Quizás era demasiado clara para él.

Ragun ya podía contemplar su morada. No había exagerado en ningún momento: su habitación no tenía nada especial, al menos a simple vista. Una cama, un escritorio (había tres libros apoyados sobre éste que luego podría cotillear), un armario con su ropa y algunas prendas desperdigadas por el suelo. Apenas pasaba tiempo ahí, solo para dormir prácticamente, por lo que no se había molestado en decorarla y hacerla más acogedora estos años.

Ponte cómodo y cotillea todo lo que quieras, yo me voy duchando. —Y entró dentro del cuarto de baño. Emitió un bostezo, se volvió a desperezar y se miró al espejo: menudas ojeras tenía. ¿Por qué demonios le costaría tanto dormir?

Se quitó rápidamente toda la ropa y se metió en la ducha: estaba deseando entrar en contacto con el agua caliente.

Mientras tanto, Ragun podría cotillear su habitación, tal como Light había dejado caer. Se daría cuenta muy pronto de que todos los libros trataban de un tema en particular, solo hacía falta leer los títulos en sus portadas:

TEORÍA DE LOS INCORPÓREOS

¿PUEDE UN INCORPÓREO VOLVER A SU FORMA ORIGINAL?

UN CUERPO SIN CORAZÓN: LA NATURALEZA DE LOS INCORPÓREOS


Y en el interior de uno de los libros, en la primera hoja, venía escrito en lapicero el nombre de dos personas en particular. O quizás solo una. Una simple anotación que, aunque no lo parecía, tenía bastante significado.

HISA WIX IWASHI


En cuanto ambos se hubieran aseado tras la dura jornada de reconstrucción, irían a buscar a Ronin.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Sombra » Dom Nov 29, 2015 4:01 pm

No lo sé, pero ya te aviso que no encontrarás nada sorprendente. Por cierto. Puedes usar mi ducha si quieres —propuso el parendiz—. También tengo algo de ropa, pero no sé si te gustará.

No te preocupes por la ropa, me pondré la armadura después —negué el ofrecimiento de Light. Aunque ni de coña iba a decir que no a un baño.

El muchacho abrió la puerta enseñando el que era su hogar en Tierra de Partida. La verdad, me esperaba mucho más de su habitación, que prácticamente estaba vacía. Una cama, un escritorio con tres libros sobre él a medio leer y un armario donde suponía que guardaba sus pertenencias.

Ponte cómodo y cotillea todo lo que quieras, yo me voy duchando.

Tranquilo, no me interesa ver tu ropa interior —sonreí tomando asiento en la silla frente al escritorio mientras que Light entraba al baño para darse una ducha para quitarse toda la suciedad.

Me apoyé sobre la mesa con los codos y cogí uno de los tres libros fijándome en el título: “Un cuerpo sn corazón: La naturaleza de los incorpóreos”, había otros dos más, uno que trataba de la teoría sobre los incorpóreos y otro sobre si era o no posible devolver su forma humana a un incorpóreo. Obviamente, en mi cabeza apareció fugazmente Ban y Wix, dos incorpóreos que había llegado a conocer… E incluso había visto como uno de ellos “nacía” gracias a aquel sincorazón que había obtenido una forma humana.


Abrí el libro sobre las teorías sobre los incorpóreos, el que me parecía más interesante encontrándome en la primera hoja dos nombres familiares: Hisa Wix e Iwashi. ¿Acaso Light había tenido algo que ver en aquel asunto? ¿O había estado investigando aquello desde lo acontecido en la primera incursión que habíamos hecho a Bastión Hueco?

Light no tardó en salir del cuarto de baño por lo que dejé el libro en donde estaba y me levanté para ir a darme por fin una ducha.

En cuanto acabé, accioné el botón de la hombrera que llevaba siempre encima envolviéndome en una armadura de placas cuyo color predominante era el púrpura, sin embargo los detalles eran en dorado, también tenía una larga capa que por la parte trasera era negra y con el emblema de los sincorazón luciendo con orgullo y por el otro lado era de un azul oscuro.

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Dudo que me valiese tu ropa, piensa que mi brazo no entraría en tus camisetas. —Esas púas atravesaban la ropa como mantequilla—.[b] ¿Vamos a por Ronin?[b]

Con eso dicho, y la aprobación de Light ambos salimos de la habitación en busca del líder de Tierra de Partida.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Nell » Dom Nov 29, 2015 4:10 pm

La búsqueda duró más de lo que esperaban. Ronin no estaba en su habitación, ni en la sala del trono, ni de entrenamiento, ni en el comedor, ni en los Jardines, ¡ni en la Taberna!, y nadie parecía saber su ubicación. Al final, y sorprendentemente, fue Derhe Yeno quien les señaló que se hallaba en la biblioteca (cosa rara, claro), porque le había estado enseñando a leer hasta hacía un momento.

Le encontraron entre los pasillos, colocando libros mientras hablaba con una mujer pelirroja, que se esfumó antes de verlos llegar. Se había quedado solo y había dejado de meter tomos en los estantes cuando Light y Ragun se acercaron a él. Les miró con el ojo sano y sonrió.

¡Hola, chicos! ¿Necesitáis algo? —Como siempre, al menos hasta antes de la guerra, no le dio importancia al aprendiz del bando contrario. Además, estaba ayudando en las labores de reparación de su castillo.

Después de pedirle que les acompañara al Santuario, Ronin asintió y les citó a reunirse con él diez minutos más tarde, para informar de que se marchaba y no preocupar a nadie. Últimamente algunos Maestras lo tenían muy controlado.

Una vez fuera, cuando volvió con los aprendices, convocó su glider y los guió hasta la Necrópolis de las Llaves Espada, concretamente hasta la localización del templo. No sobrevolaron el cementerio. Aterrizaron frente a la entrada y Ronin los condujo hasta el portón. Aquel era el momento idóneo para preguntarle sobre Aaron, pero el hombre no les contó mucho.

Fue un antiguo Maestro, como sabéis. Yo no llegué a conocerle demasiado porque solo era un aprendiz; y visto lo que hizo, puede que Rayim y Awyr tampoco lo conocieran bien. Me sorprende que siga vivo; y en parte me alegro de que esos dos no lo sigan para que no vean en qué se ha convertido. Por desgracia, es una amenaza que ha sobrevivido hasta vuestra generación —comentó. De repente, parecía muy cansado. Nadie se había repuesto aún de los hechos acontecidos en el Castillo del Olvido y todo indicaba que lo que estaba por llegar sería peor.

Puso una mano sobre la puerta, para activar la prueba. Los aprendices tenían que imitarle para que diera comienzo y, al ser individual, no verían ni sabrían lo que le sucedía al otro.

Recordad: no olvidéis quiénes sois, seguid a vuestro corazón, tened cuidado con la oscuridad, bueno, Ragun, tú no. Bla, bla, bla. Akio la pasó, así que cualquiera puede hacerlo. Buena suerte.

Se retiró y dejó que los aprendices se enfrentaran a ellos mismos.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Light » Dom Nov 29, 2015 4:19 pm

Buscó en los lugares donde se imaginaba que estaría Ronin (en la sala del trono y en la taberna) y por desgracia no acertó. Se le acabó la paciencia y empezó a preguntar a la gente que se encontró por ahí. Nadie les dio su localización… excepto Derhe Yeno. Cuando les confirmó que le había enseñado a leer en la biblioteca, contuvo bastante mal una carcajada por razones obvias.

A ver si hay suerte esta vez —dijo antes de abrir la puerta de la biblioteca.

No tardaron en dar con el pirata… acompañado de una mujer pelirroja. Si se trataba de cierta Maestra que había regresado, Light se pararía en seco. Ensimismado (y algo pálido, como si hubiera visto un fantasma, nunca mejor dicho), observaría cómo la fémina abandonaba el lugar, sin pestañear y sin quitarla la vista. No se acostumbraría a su presencia.

Aquella reacción quizás le resultara extraña a Ragun.

¡Hola, chicos! ¿Necesitáis algo?

Sí. —Meneó la cabeza, saliendo del aturdimiento—. Queremos entrar en el Templo de la Reminiscencia ese, pero necesitamos a un Maestro para eso.

Dejaría que el otro joven aclarara sus motivos para tal excursión. Se preguntó si permitiría que les acompañara el aprendiz de la orden contraria. Además, Light se imaginaba ese templo como un lugar sagrado para Tierra de Partida, así que sospechaba que quizás los de Bastión Hueco no fueran bien recibidos…

Simples tonterías suyas. Al final aceptó su propuesta (se notaba que la guerra era historia), aunque necesitaba tiempo para avisar a los demás Maestros. Light asintió y se dirigió hacia los exteriores, le esperaría justo delante del castillo.

***


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Nunca resultaba agradable visitar aquel lugar.

Pero aquel campo de llaves oxidadas no era su destino en esta ocasión, sino el templo de piedra caliza conocido como el Santuario de la Reminiscencia. Aterrizaron delante de la construcción.

Light desmaterializó la armadura protectora, desinvocó el glider y alzó la mirada, boquiabierto. Imponía mucho más cuando uno se encontraba cerca del templo. Éste contaba con varios adornos, tales como columnas o vidrieras. No tenía ni idea de arquitectura, pero a simple vista le pareció un edificio de lo más viejo, de esos que salían en los libros de Historia Antigua.

Aaron… ¿Quién es exactamente? —preguntó, buscando saciar su curiosidad. Tal como había dicho Ragun, necesitaban conocer a su nuevo enemigo.

Fue un antiguo Maestro, como sabéis. Yo no llegué a conocerle demasiado porque solo era un aprendiz; y visto lo que hizo, puede que Rayim y Awyr tampoco lo conocieran bien. Me sorprende que siga vivo; y en parte me alegro de que esos dos no lo sigan para que no vean en qué se ha convertido. Por desgracia, es una amenaza que ha sobrevivido hasta vuestra generación.

Light se cruzó de brazos y ladeó la cabeza. Recordó el ataque del Alfa y temió que Aaron pudiera meterles en problemas más gordos que aquel. De no ser por Iwashi, ellos ahora mismo podrían estar… muertos.

Pudimos con Erased y ahora podremos con Aaron. ¿Verdad, Ragun? —afirmó con decisión, intentando animar a Ronin. Se encontraba cansado al igual que su Maestro y había sufrido muchísimo por la destrucción repentina de Villa Crepúsculo, pero hacía todo lo posible por no aparentar debilidad.

Quizás… se había vuelto más fuerte a lo largo de estos años. Ya no era el adolescente que se acobardaba al ver Sincorazón o magia oscura.

Ronin tocó la puerta del edificio con su mano. Parecía que ellos tenían que hacer algo parecido para iniciar su prueba. Antes de probar, escuchó las palabras de su Maestro con atención.

Recordad: no olvidéis quiénes sois, seguid a vuestro corazón, tened cuidado con la oscuridad, bueno, Ragun, tú no. Bla, bla, bla. Akio la pasó, así que cualquiera puede hacerlo. Buena suerte.

No seremos menos que él. Vamos. —Miró a Ragun y colocó una mano sobre su hombro. No podía esperar más: tenía curiosidad por esa prueba (¿sería peor que la del Guía?). ¿Aprobaría? ¿Suspendería? Pronto lo sabría—. ¿Preparado?

Una vez estuviera listo, imitaría a su Maestro y colocaría la palma de su mano en la puerta. En ese momento el mundo no volvió a ser el mismo para él.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Sombra » Dom Nov 29, 2015 4:33 pm

Nos pusimos en busca del líder de Tierra de Partida pasando por todos los lugares que se nos habían ocurrido de buenas a primeras, aunque no lo encontramos. Finalmente fue Derhe Yeno quien nos contó que había estado con él hasta hacía nada porque le había estado enseñando a leer. Di un codazo a Light para evitar que empezase a reírse a pleno pulmón cual Ronin borracho tras contar un chiste malo de piratas.

El lugar donde estaba era supuestamente la biblioteca, por lo que no tardamos en dirigirnos hacia allí.

A ver si hay suerte esta vez —comentó el aprendiz empujando la puerta de madera del lugar.

Justo cuando entramos una mujer pelirroja salió apresurada de la biblioteca, aparentemente tras estar hablando con Ronin. Light la observó como si estuviese viendo un fantasma o algo por el estilo.

¿Estás bien? —Quise saber con extrañeza.

Con o sin respuesta nos acercamos a Ronin, que se giró para observarnos con su único ojo y una sonrisa dibujada en su rostro, era como si la guerra hubiese quedado completamente olvidada.

¡Hola, chicos! ¿Necesitáis algo?

Sí. —afirmó Light—. Queremos entrar en el Templo de la Reminiscencia ese, pero necesitamos a un Maestro para eso.

Queremos saber más sobre el pasado de Tierra de Partida, sobre Aaron —añadí.

Ronin aceptó de buen gusto y tras esperarle un rato nos dirigimos en Glider hacia la necrópolis, donde esperaba aquel templo. Por lo que sabía Nadhia y Saeko ya habían estado allí. Tenía ganas de ver aquel lugar.

***


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Ver el bosque de Llaves Espada siempre era algo que infundía miedo y respeto por partes iguales. Miles de guerreros yacían allí, con lo único que quedaba de nosotros tras abandonar el mundo de los vivos.

Desde el aire aquel lugar era desolador. No solo porque las montañas estaban destrozadas y el suelo estaba lleno de cráteres tan grandes que toda la ciudadela de Bastión Hueco cogería dentro, también al ver que aquel lugar estaba literalmente muerto era digno de espanto. ¿Qué horrores habría visto aquel mundo? ¿Cómo de grande había sido aquella guerra? ¿Cuántos cientos de portadores habrían participado? ¿Por qué?

No podía evitar preguntarme si aquella guerra la habría causado lo mismo por lo que Bastión Hueco y Tierra de Partida se enfrentaron…O había algo más detrás, algo que se escapaba de nuestra comprensión.

Aterrizamos frente al enorme edificio de piedra caliza. Al momento su arquitetura me pareció muy similar a la de algunos templos de Tebas, salvo que el Santuario de la Reminiscencia estaba decorada con preciosas vidrieras y titánicas columnas. Me bajé la máscara de la armadura, aunque no la llegué a desmaterializar e hice desaparecer el Glider entre volutas de humo negruzco. Light y Ronin hicieron lo mismo. Suspiré mientras levantaba la vista para ver la fachada de aquel lugar en todo su esplendor. ¿Cuánta gente había trabajado allí para construir tal lugar?

Aaron… ¿Quién es exactamente? —preguntó Light en ese momento.

Yo mismo le había preguntado al Maestro Ryota lo mismo, pero su respuesta había sido demasiado parca, lo que significaba que él no lo había conocido… O al menos no quería hablar demasiado de ello.

Fue un antiguo Maestro, como sabéis. Yo no llegué a conocerle demasiado porque solo era un aprendiz; y visto lo que hizo, puede que Rayim y Awyr tampoco lo conocieran bien. Me sorprende que siga vivo; y en parte me alegro de que esos dos no lo sigan para que no vean en qué se ha convertido. Por desgracia, es una amenaza que ha sobrevivido hasta vuestra generación.

Una amenaza más grande que los Villanos Finales si ha conseguido arrinconarnos a todos de esa forma —comenté con amargura—. Además, esa bruja; Chihiro. Es muy poderosa, lo ha demostrado en la pelea contra el Alfa y al poder abrir un portal hacia el pasado y Andrei fue un Maestro poco antes de traicionarnos, eso es algo a tener en cuenta. Tiene aliados muy peligrosos —recalqué.

Pudimos con Erased y ahora podremos con Aaron. ¿Verdad, Ragun?

No. No podremos con él si no nos hacemos más fuertes. Todos —negué con la cabeza—. Vencimos a ese Coloso a duras penas, y con la ayuda de Nithael y esas piedras. Pero si no hubiésemos tenido esa suerte, si Nithael no hubiese sido encerrado, si no hubiésemos tenido las piedras. ¿Qué habría sido de nosotros? Nadie podría haber fusionado las dos mitades de la llave espada, mucho menos portarla

>>Aaron ha destruido por sí solo un mundo, y casi acaba con todos nosotros, además si ha estado todo el rato "detrás de la escena" significa que muchas de las calamidades que han ocurrido en los últimos años son culpa suya… Pero está viejo, y su cuerpo es débil. Probablemente solo le quede un poder mágico monstruoso y parece como si hubiese vivido más tiempo del que debería.

Bajé la mirada tras aquel discurso y la clavé en Ronin desafiante. En cierto sentido tenía ganas de medirme con él.

No hay mayor satisfacción para un Maestro que cuando un pupilo le supera —ladeé la cabeza—. Todavía no he olvidado aquel entrenamiento para hacerte retroceder un paso, espero repetirlo pronto. Sería una buena forma de ver si he mejorado. —Me giré hacia Light y golpeé su hombro de forma amistosa—. Necesitamos ascender a Maestros. No, yo deseo ser el líder de Bastión Hueco.

Sonreí con ambición, algo perdido en mi mundo de fantasía personal. Sí, me encantaría liderar en el futuro el Bastión, algún día sería más sabio y más fuerte que el Maestro Ryota. Así, cuando él decidiese ceder su asiento en el trono central sabría que deja todo en buenas manos.

El líder de Tierra de Partida posó la palma de su mano sobre la puerta del templo. Alterné la vista nervioso entre los presentes y la propia puerta. La puerta iba a empezar.

Recordad: no olvidéis quiénes sois, seguid a vuestro corazón, tened cuidado con la oscuridad, bueno, Ragun, tú no. Bla, bla, bla. Akio la pasó, así que cualquiera puede hacerlo. Buena suerte.

Solté una leve carcajada con aquel último comentario.

No seremos menos que él. Vamos. —Apremió el aprendiz colocando su mano sobre mi hombro—. ¿Preparado?

Preparado es mi segundo nombre —bromeé imitando a aprendiz y Maestro. Coloqué mi mano sobre la puerta.

Una potente sensación de vértigo se apoderó de mí… Y todo se volvió oscuridad.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Light » Dom Nov 29, 2015 4:36 pm

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Light abrió los ojos, sorprendido. Una fuerza invisible que no pudo soportar le había empujado nada más tocar la puerta… y le hizo caer de espaldas. El joven atravesó el suelo, por muy increíble que pareciera.

No sabía lo que ocurría, todo aquello escapaba de su comprensión. Ahora no hacía otra cosa que caer en la oscuridad. Ragun, Ronin… ninguno de ellos se encontraba ya con él, ahora estaba completamente solo… o quizás no.

El descenso se le hizo interminable, pero finalmente pisó «tierra». Una preciosa vidriera de cristal en la que el azul predominaba, ahí fue donde aterrizó. No se rompió la crisma (había caído de cabeza) porque logró frenar la caída por sí solo, sin usar Planeador ni siquiera.

«¿Qué es esto?», curioseó la cristalera.

Se vio a sí mismo representado, portando su llavero Alma Inquebrantable y mostrando una expresión serena; también enseñaba las alas que le caracterizaban. A su lado estaba su copia corrupta, agarrando su arma de luz y oscuridad; y al contrario que él, manifestaba furia.

También vio las caras de algunos conocidos suyos dentro de pequeños círculos: Gaomon, Nadhia, Xefil, Ronin… e incluso Hisa Wix (o Iwashi). Y otros más. Luego, había otros dos rostros en un extremo de la plataforma que no pudo apreciar del todo por desgracia, sólo sus siluetas.

Es el Descenso al Corazón. —Hasta ese momento no se dio cuenta de que su eidolon se encontraba ahí. No debía extrañarle, aquel era su hogar después de todo—. Supongo que no hace falta que te diga lo que es. Este lugar te define.

A continuación aparecieron tres ventanas en los límites opuestos de la vidriera. Advirtió a diferentes personas en cada una.

«Soy tu mejor amigo. Confía en mí», se trataba de Gaomon (otro, aparte del de verdad).

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«Soy tu peor enemigo. Témeme», esta vez no logró identificarlo con exactitud: era un encapuchado de mirada maliciosa; sus ojos dorados le pusieron nervioso. Pero lo intuyó. Asumió que se trataba de Erased (otros le conocían como la réplica de Aaron), el ser que más había llegado a detestar.

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«Soy tú. Conóceme», y por último, él mismo: Light Hikari.

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«¿A cuál de todos escogerás?», preguntaron todos.

Light abrió los ojos, incrédulo. Claramente aquello formaba parte de su prueba… pero no se imaginaba las consecuencias de su decisión. ¿Y si tomaba la elección equivocada y fallaba? ¿Qué criterio tenía que usar?

Entonces, recordó las palabras de su Maestro. Claro, les aconsejó que no olvidaran quiénes eran.

¿Por qué debería temerte? Tú ya no supones ninguna amenaza —indicó, orientando la mirada hacia la ventana de Erased. Luego se volteó hacia la suya propia—. Después de lo ocurrido en el Castillo del Olvido creo que me conozco mejor que nunca, gracias —admitió, poniendo una mueca.

Aplicó simple lógica. Por descarte, solo quedaba una ventana, la del ser que más le importaba de esos tres, el amigo que siempre había estado a su lado. Gaomon (el de verdad, no el de la ventana) sonrió al conocer su elección y permaneció en el sitio: aquella era una prueba en la que no quería intervenir.

El aprendiz se acercó lentamente a la restante, la de su mascota, y le cogió de la mano.

Confío.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Sombra » Dom Nov 29, 2015 4:38 pm

Floté en la oscuridad con suavidad mientras veía como mi descenso del corazón estaba cada vez más cerca. Desde hacía tiempo mi corazón había cambiado, ahora estaba lleno de luz.

Ivan Kit, Nadhia, Data Light y el Light real, Ryota, Shinju, Niko, Saeko, Blackcat, Zack, Clu, Fátima, Alexander… Todos eran personas importantes para mí de alguna manera y todos estaban allí retratados. En el centro, en grande estaban dos versiones de mí mismo; Yo con mi forma sincorazón y mi versión humana. Ambos colocados como si fuésemos el símbolo del Ying Yang, cada uno portando una llave espada diferente: Mi yo humano la Llave Espada Oscura y mi yo sincorazón la Llave Espada Sincorazón. Los dos parecían tranquilos y tenían sus ojos cerrados cerrados como si estuviesen sumidos en un hermoso sueño. Posé los pies sobre la preciosa vidriera.

¿Aquella era la forma de mi corazón? Recordaba cómo era tiempo atrás. Un lugar completamente negro, sin ninguna persona retratada en él excepto yo mismo atrapado por miles de cadenas. Era un lugar sombrío y triste… Pero ahora parecía rebosar felicidad. Aquel sin duda era el poder de los lazos que había formado durante aquellos años. Aquellos vínculos que jamás se romperían, incluso si aquellas personas ya no estaban entre nosotros.

Tras unos momentos, tres siluetas aparecieron en los extremos de la vidriera. El primero de ellos era el difunto Ivan, el segundo Gárland (lo que me hizo retroceder asustado, hasta que recordé que solo era una prueba) y el tercero era yo mismo.

Ivan me sonreía, como si se alegrase de verme. Lo miré con tristeza, su aspecto era el mismo que recordaba antes de… Negué con la cabeza y apreté el puño tratando de sobreponerme a mis sentimientos. No quería llorar, no debía mostrar debilidad ante nada ni nadie. Ya había superado su muerte, ¿cierto?

…No. No era tan fácil superar la muerte de tu mejor amigo. Teníamos un vínculo especial que ni siquiera compartía con Nadhia. Él, Ivan era parte de mi pasado, del pasado de Alexander. No podía olvidar algo así.

«Soy tu mejor amigo. Confía en mí».

Sin darme tiempo a contestar Gárland intervino agitando su enorme arma amenazante.

«Soy tu peor enemigo. Témeme».

Y finalmente, yo mismo; que tendió su mano hacia mí esperando que la cogiese.

«Soy tú. Conóceme».

En ese instante, las voces de los tres retumbaron en mi cabeza como tambores:

«¿A cuál de todos escogerás?».

Giré sobre mis talones para observar a Ivan con tristeza:

Lo siento, Ivan ―me disculpé ante su vidriera―. No pude salvarte… Y ya no estás aquí. No puedo escogerte, tu tiempo… ―Mi voz tembó―. Se acabó. Pero siempre te llevaré dentro de mí.

Tras aquello, miré con odio a Gárland. Me había hecho sufrir mucho y nunca podría perdonárselo. Algún día acabaría con él, era algo que tenía muy claro. Pero todavía no era el momento. No podía escogerle.

Todavía no soy lo suficientemente fuerte para derrotarte, pero cuando esté a tu altura… Te mataré con mis propias manos.

Finalmente, me acerqué a mi propio yo. Era extraño, como mirar a un espejo, salvo que este espejo no reflejaba mis movimientos, sino que me invitaba a ir con él.

Quiero conocerte mejor, es la única manera que tengo de mostrar mi valía. De superarme a mí mismo ―acerqué mi mano al cristal―. He tomado mi decisión. Empecemos.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Light » Dom Nov 29, 2015 4:49 pm

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Light abrió lentamente los ojos. Se encontraba tumbado en medio de una habitación de paredes blancas. No se mostró nada sorprendido, aunque sí mareado: la cabeza le daba vueltas y sentía ganas de vomitar.

Estaba en el Castillo del Olvido. Habían encontrado a la Maestra Yami y acababan de salir de un laberinto. Y después, se habían topado con…

Ryota. El líder de Bastión Hueco permanecía en frente suya. Éste le clavó una mirada gélida. Light, furioso, apretó los dientes mientras se levantaba del suelo. El Maestro traidor… había asesinado a sus compañeros de la entrada según Yami; y ahora quería arrebatarles una llave para seguir avanzando. Le detestaba tanto… y seguían en guerra. O eso pensaba.

Porque, en efecto, su memoria había sido modificada: Light había perdido todos los recuerdos posteriores a su encuentro con ese Ryota falso. Al menos durante esa prueba (ni sabía que estaba participando en una). No había conocido a Nithael —ni sabía quién era—, no había descubierto sus poderes angelicales, no habían vencido al Alfa y seguían atrapados en el Castillo del Olvido. Tampoco había quedado con Ragun y Ronin para ir al Santuario de la Reminiscencia.

Para él, todo eso había sido como un sueño que no podía recordar.

Tú serás el siguiente. —Ryota dejó caer en el suelo una Llave Espada que le resultó muy familiar: el arma de Yami. La ira que sintió Light en ese momento no se podía describir con palabras.

¡¡Tú… maldito bastardo!! —Se le salían los ojos de las orbitas.

¿Cómo se había atrevido?

Corrió hacia él para golpearle, pero no logró tocarle un pelo. Un tornado gigantesco que surgió de la nada le tragó y le envió hacia un extremo de la estancia. El potentísimo viento cortante le había rasgado la piel y la ropa, dejándole en las últimas: Light yacía en el suelo, con la respiración entrecortada. Los cortes escocían una barbaridad.

Ryota corrió hacia su posición a una velocidad absurda, ni siquiera le vio venir. Cuando se quiso dar cuenta, su eidolon se había interpuesto entre ambos. La gran criatura embistió contra el Maestro y le obligó a retroceder. Éste chasqueó la lengua.

Gaomon se volteó, hacia él, y gritó:

¡Corre ahora! ¡Yo le entretendré!

¿Cómo… voy a hacer eso? —cuestionó, con la voz temblorosa—. ¡No voy a dejarte aquí! Él… ha matado a…

Ryota sonrió con malicia. No les interrumpió y se limitó a escuchar su conversación, aunque no bajó la guardia en ningún momento.

¿¡Acaso tienes tiempo para vengarte!? —bramó el eidolon, furioso—. ¡Tienes que huir y salvar este castillo! Te he dicho que le entretendré y así haré, ¡confía en mí!

«P-pero…», Gaomon era mucho más débil que él, su propio invocador. ¿Cómo podía esperar que venciera a Ryota?

Pero esa no era la cuestión. Con los ojos anegados en lágrimas, volvió a fulminar al Maestro con la mirada. Le odiaba infinitamente. Él… había matado a Yami y a otros seres queridos suyos. No quería escapar, quería matarlo. ¿Cómo iba a quedar impune después de todos sus crímenes?

Si solo fuera más fuerte…

Solo podía escapar, aunque no quería. Light cedió y comenzó a retroceder. Su eidolon era inmortal, no tenía de qué preocuparse, estaría bien.

Pero su huida le seguiría hiriendo el orgullo.

Se disponía a salir corriendo cuando de repente…

Dejaste que acabara con Yami y ahora vas a dejar a tu chucho. —Se cruzó de brazos—. Eres débil y patético. No mereces tener ese arma legendaria que tienes. Ni ese eidolon.

Light abrió los ojos lentamente, horrorizado. Se detuvo.

¡No le escuches! —rogó Gaomon.

Hasta hace un momento ibas a detenerme… ¿Y ahora huyes? ¿De verdad vas a dejar que acabe con tu mascota, Light? ¿Vas a seguir escudándote tras él, como haces siempre? ¿Dónde está tu honor de Caballero?

¿¡Y tú qué sabes!? ¿¡Cómo te atreves a darme lecciones de honor, asesino!?

Pero tenía toda la razón del mundo… era como si le estuviera leyendo la mente, daba miedo. Light siempre utilizaba a Gaomon para protegerse, su perro solía llevarse la peor parte en los combates. Aunque fuera un eidolon, aunque su misión fuera defenderle… no era justo.

Él definitivamente no merecía un guardián como él.

La situación no podía ser más dramática, era como una pesadilla. Alec y otros habían muerto a manos de Jasper y sus armaduras, supuestamente. Yami y demás compañeros de Tierra de Partida habían sufrido el mismo fatídico destino. Y si no se movía, él sería el siguiente en fallecer (había experimentado el poder de Ryota y sabía que no tenía ninguna posibilidad) y nunca alcanzaría la llave.

Pero… ¿iba a abandonar a Gaomon? ¿Volvería a sacrificarle, como solía hacer, para salvarse el pellejo? ¿Le utilizaría otra vez de escudo?

Ryota comenzó a caminar hacia su posición, cada vez más rápido. Sus intenciones no eran buenas.

¡Huye! —exclamó el eidolon.

Hazlo, abandona a tu amigo y queda como un cobarde —le invitó, sin dejar de caminar—. Solo ganarás unos pocos segundos, al final acabarás muerto de una forma u otra.

«¿¡Qué hago!?».
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Sombra » Dom Nov 29, 2015 4:57 pm

Atravesé el cristal limpiamente encontrándome de lleno en medio del Mundo Inexistente. El rascacielos se alzaba impasible, a pesar de que los rayos caían de lleno sobre su pararrayos y de que la lluvia y el viento lo azotaban sin descanso. No hacía mucho había estado allí.

Mi reflejo se alejó de mí dándome la espalda, en su mano llevaba la llave espada sincorazón, unas grandes antenas zigzagueantes surgían de entre su cabello y sus ojos eran completamente dorados. Enormes manchas negras cubrían la mayoría de su cuerpo y sus dos brazos eran de sincorazón. Su ropa era diferente a la que yo llevaba. Solo vestía un pantalón vaquero corto, unas botas militares y una capa de viaje marrón y en un estado bastante deplorable. De hecho, era la misma que solía llevar antes y que había decidido tirar ya que me hacía parecer un mendigo. En su pecho lucía un enorme hueco en forma de corazón, en cuyo centro flotaba un corazón rosado y brillante.

Alexander.

Dime, ¿qué eres exactamente?

«Soy tú. El verdadero tú.»

Ragun sonrió mientras agarraba con ambas manos su llave espada. Hice lo mismo, preparado para enfrentarme a él…

«¿Quién de las dos es más fuerte?»

…Y ganar.

Los dos nos lanzamos el uno contra el otro. El choque de las espadas hizo saltar chispas y logró entumecer mis manos por unos instantes. Apreté mis dientes y rugí por el esfuerzo mientras apretaba con fuerza mis dientes.
Solté una de mis manos de la llave espada y apunté con ella hacia el abdomen de mi reflejo disparando un Láser Oscuro. El otro Ragun sin embargo me conocía demasiado bien, se introdujo bajo el suelo con Evasión Sombría evitando el ataque y salió a mis espaldas mientras daba un tajo ascendente con su llave espada. Esquivé por poco el golpe dando una voltereta y disparé varias Flamas Tenebrosas que fueron cortadas a la mitad sin apenas esfuerzo por él.

«¿Eso es todo lo que puedes hacer?»

¡Es solo el comienzo!

«¿Qué podría hacer contra mí alguien que todo lo que tiene lo ha robado?»

¡Callate! ―espeté con fuerza―. ¡No sabes nada sobre mí!

El reflejo me dedicó una sonrisa burlona… Y perdí los papeles. Corrí hacia él mientras realizaba una Impulso Tenebroso, pero fue un error. Escuché un potente sonido metálico, y mi llave espada se partió a la mitad.

«Nunca serás un Maestro, no lo mereces. Tienes una llave espada porque has mantenido cautivo un corazón humano sin llegar a devorarlo, ese corazón engaña a tu cuerpo de sincorazón dándole apariencia humana y falsos sentimientos. Toda tu vida ha sido una gran mentira.»

Eso no es…

«¿…Verdad? ¿Entonces por qué titubeas?»

¡No estoy…!

«¿No lo ves? Has abandonado a tus hermanos, te convertiste en un chiste andante. Un sincorazón que tiene uno. Un monstruo de oscuridad que se cree inmune a ella… Pero por si no te has dado cuenta la oscuridad corrompe incluso al más fuerte. De hecho, el más fuerte es el cae antes.»

Un pozo de oscuridad apareció bajo mis pies hundiéndome en él como si se trataran de arenas movedizas. Agité mis brazos aún sosteniendo la mitad de mi llave espada como si intentase agarrarme a una cuerda invisible. Pero no funcionó.

Sentí como me ahogaba, como el oxígeno escapaba de mis pulmones, no podía ver nada. La oscuridad me había tragado.

Era la primera vez que sentía tanto miedo de la oscuridad, incluso más que Gárland. Aquella sensación era como lo poco que recordaba de mi época como sincorazón. No podía ver más que oscuridad a mi alrededor, me hundía cada vez más profundo y casi parecía que todo fuese un mal sueño del que no podría salir jamás.

No podía saber el tiempo que llevaba allí dentro. Los segundos parecían horas y las horas días… Todo era silencio. En ese momento, frente a mí apareció un pedestal sobre el que flotaba mi llave espada bajo un haz de luz. Levanté mi mano tratando de sujetarla… Pero no tuve el valor de cogerla.

«¿A qué tienes miedo?»

Me da miedo Gárland, saber que mi enemigo es muchísimo más poderoso que yo ―respondí con seguridad.

«No hablo de ese tipo de miedo.»

Observé mi llave espada en silencio, cerré los ojos y cogí aire mientras observaba hacia la oscuridad que se extendía infinitamente sobre mí y que se arremolinaba como nubes de tormenta. Un par de ojos amarillos me observaban desde un punto alejado tras una cortina de penumbras.

Temo que pueda perderme a mí mismo. ¿Qué seguridad tengo de que un día no vaya a transformarme en un sincorazón otra vez y ataque a mis amigos? ―admití―. Desde que lo descubrí no he podido dejar de preguntarme eso.

Me apoyé sobre el pedestal y miré directamente al otro Ragun, que no parecía satisfecho con mi respuesta.

Toda mi vida ha sido una coincidencia. No soy un sincorazón especial por haber conseguido raciocinio, cualquier otro de mi especie podría haber acabado igual de haber matado a Alexander. Cualquiera podría haber sido yo. Lo sabes, ¿no? ―¡Qué tontería! Claro que lo sabía. Él era yo―. Alexander era el conejillo de indias de Whitecat; su padre… Y mi padre. Hizo algo en su corazón para que pudiese utilizar el poder de la oscuridad sin límites, es por eso que su corazón no puede ser devorado por mí… Se quedó dentro de mi cuerpo y… Me transformó.

«Admites que has robado su identidad.»

El apunte de mi reflejo me hizo sonreír con tristeza.

No sabía lo que iba a ocurrir. Tenía hambre, deseaba corazones… Y El Mundo Inexistente no es famoso por tener demasiadas visitas. Nunca pretendí robar su identidad, pero su corazón está aquí ―señalé mi pecho―. De alguna manera Alexander aún vive, yo soy una versión de él. Una especie de copia si quieres verlo así. Sus sentimientos, sus recuerdos… Todo lo que convertían en Alexander en él mismo es parte de mí. Pero mis vivencias como Ragun me han convertido en una persona diferente. Soy Ragun… Pero también me llamo Alexander. Por eso conseguí la Llave Espada Oscura, porque era de él… Y por eso la Llave Espada Sincorazón que portas… Esa que en su día me dio Kazuki… Se rompió. Porque la Llave Espada no era compatible conmigo, pero en algún sitio dentro de mí aún existe. Por eso tú la tienes, por eso aparece en mi Descenso del Corazón. Esa espada es mi verdadera Llave Espada, pero no puedo acceder a ella, aún no soy suficientemente fuerte para que mi cuerpo no se vea dañado al invocarla. Al fin y al cabo, esa Llave Espada no es parte de Alexander, es solo mía. Tocarla sería como un veneno para mí.

«Sin embargo, admitir todo eso solo consigue demostrar que no debes superar la prueba. Eres inestable emocionalmente: Hace menos de dos semanas estabas dispuesto a matar hasta el último aprendiz y Maestro de Tierra de Partida y mírate ahora, haciendo de obrero para ellos, aliándote con Light Hikari a quien supuestamente odiabas… ¿Cuál es tu personalidad real? Ni siquiera puedes definirte a ti mismo. Quieres ser un Maestro, líder de Bastión Hueco, eso ladras. Sin embargo solo serías un insulto a los más de mil años de historia de la Orden. Los portadores eliminan sincorazón, ¿en qué se convertiría si es liderada por uno? Dime “Alexander”. ¿Recuerdas todas las veces que perdiste el control? Tu tozudez puso en peligro a mucha gente, tu prepotencia y ego solo hace que te ganes enemigos, tus aires de superioridad porque eres el aprendiz más avanzado de Bastión Hueco solo demuestra que no vales para ser un Maestro.»

Eso no es verdad… ―aparté la mirada―. Solo quiero proteger a mis compañeros, tomar la responsabilidad de sus errores.

«¿Y Fyk?»

¿Qué?

«¿Lo has olvidado? Hace casi tres años, a los pocos meses de que ingresases en Tierra de Partida mataste de forma despiadada a un inocente con tal de derrotar a una mísera armadura maldita. Fyk fue tachado de asesino aunque tu fuiste la mano ejecutora… Como siempre. Fue repudiado, apodado “El Engaño Azul” y después… Desapareció de Tierra de Partida un par de meses después… Quién sabe si ahora está muerto.»

Unas lágrimas se deslizaron por mis mejillas.

«¿Y Nadhia? La abandonaste sin remordimientos dejándola sola en Tierra de Partida cuando sabías de sobra que en aquel momento no tenía a nadie más. La querías, era tu mejor amiga al fin y al cabo… O eso decías, que era una de tus primeras amigas si nos saltamos a Fyk y a Saxor. En aquel momento tu capacidad de entender emociones humanas no era mucho mejor que la de una cuchara, no entendías temas como la moral, a penas sabías hablar. Cuando encontraste un aliado más poderoso te marchaste sin más. Nadhia luchó por ti, intentó traerte de vuelta, te defendió… Ahora que lo pienso, quien sabe si incluso llegó a quererte como algo más que una amiga. Pero eso nunca te importó, al fin y al cabo solo te has querido a ti mismo.»

Caí al suelo de rodillas.

«¿Sigo con la lista? Puedo enumerar a todos y cada uno de aquellos que confiaron una vez en ti… Y a quienes le diste la espalda: Xefil, Ivan, Fátima, Saxor, aquellos niños pequeños que murieron en Ciudad de Paso, Dejay, Gray…»

Basta ―interrumpí―. He escuchado suficiente… S-son mentiras. Yo no…

«Lo has hecho, y no pocas veces. ¿Pero sabes? No es nuestra culpa. Somos bestias sin alma, somos sincorazón. ¿Cómo se puede culpar a alguien cuya máxima preocupación es devorar corazones?»

Me levanté y corrí hacia el par de ojos que me juzgaban. Enfurecido y presa del odio empuñé los restos de mi llave espada y corrí hacia mi reflejo. Pero lo inevitable sucedió. Giró sobre sí mismo con gracia esquivándome con insultante facilidad y me agarró del cuello levantándome en el aire. Su llave espada se hundió en mi armadura atravesándola con insultante facilidad y los restos de mi espada cayeron al suelo fragmentándose como cristales.

«No puedes ganar a lo que eres. Has perdido. Eres demasiado débil, no eres apto para entrar en este Santuario, ni para ser portador… Ni siquiera para ser humano.»

No…

El otro Ragun me dejó caer al suelo mirándome atentamente. No podía levantarme y un enorme agujero adornaba ahora mi pecho. La sangre salía a borbotones de mi herida.

«Muere.»

Mi reflejo alzó su llave espada antes de darme el golpe de gracia.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Light » Dom Nov 29, 2015 5:07 pm

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Gaomon y Ryota luchaban entre ellos en esos momentos —resultaba asombroso que su mascota resistiera sus golpes, aunque se veía que no tenía las de ganar consigo—. El primero cubría a su amo con su gran cuerpo y atacaba con fieras embestidas; mientras que el segundo arremetía con una elasticidad y una velocidad extraordinarias.

Light, que se encontraba prácticamente en la salida de la habitación, les observaba con los ojos muy abiertos. Le temblaban las manos que sujetaban su llave: no podía pensar con claridad en aquellos críticos momentos. Tenía la mente bloqueada…

No, no podía abandonar ahí a su mascota. De ninguna de las maneras.

Si me llegara a pasar algo, que no va a pasar, sabes que no moriría, ¿verdad? ¡Deja de preocuparte por mí y corre! —bramó.

No morirías, pero acabarías en el Olvido —argumentó el Maestro traidor—. Si caes derrotado dentro de este castillo será tu fin igualmente. Da igual lo inmortal que seas. Quedarás atrapado y nadie te recordará jamás.

«¿¡Qué!?».

En otras palabras, que perdería a Gaomon si le dejaba ahí.

Ryota volvió a arremeter contra ellos. Un poderoso golpe de viento propulsó a ambos, sacándoles de la estancia blanca. Por suerte no les hizo demasiado daño, aunque les dejó mareados (en especial a Light, que acabó aturdido).

Gaomon, a la vista de que su amo no tenía intención de dejarle allí, decidió huir con él. O al menos intentarlo. Le subió a su lomo usando sus brazos auxiliares y empezó a correr, empleando su Carrera Animal. Sin embargo, Ryota siguió siendo más rápido. Le bastaron tres segundos para alcanzarles y derribarles de otro potente golpe de viento.

Light y su eidolon volvieron a caer sobre el suelo. El primero salió poco a poco del aturdimiento, aún con nauseas, y se levantó al rato, al igual que su mascota. Ryota se detuvo ante ellos, dispuesto a realizar el golpe de gracia en cualquier momento.

Se dirigió al aprendiz en particular.

¿Preparado para morir? ¿O vas a huir como un cobarde?

Prefiero morir antes que… —mascullaba.

¡¡IDIOTA!! —le interrumpió

Gaomon embistió… a Light, ni más ni menos. El potentísimo placaje, aparte de producirle un daño terrible, le aturdió y le mandó por los aires —no paraba de volar últimamente—, haciéndole recorrer varios metros por el tremendo impacto. El eidolon, furioso, se aproximó lentamente a él.

Huir para salvar este castillo y otras muchas vidas no es de cobardes, al contrario, incluso si es a costa de una vida. Lo que es cobarde es sacrificarse así por las buenas y aceptar que prefieres morir. ¿Lo has olvidado? Si mueres tú, yo también caigo.

Con lentitud, Light se reincorporó mientras le escuchaba, pálido.

No voy a dejar que Ryota te toque un pelo, ni tengo la intención de caer en el Olvido. Confía en mí, por favor.

Percibía de algún modo la seguridad en las palabras de su eidolon. No se estaba sacrificando, él no actuaba como un cobarde. Iba a pararle los pies a Ryota, no cabía ninguna duda.

El Maestro, que había permanecido quieto hasta ese momento, volvía a la carga: comenzó a andar hacia ellos. Gaomon usó su teletransporte característico (su materialización y desmaterialización) para situarse delante de su amigo, haciendo de escudo. Light agachó la cabeza de nuevo.

Siento utilizarte como escudo siempre —musitó, avergonzado.

Ser tu escudo es mi cometido, y estoy orgulloso de eso. —La bestia pareció sonreír por un segundo—. ¡Ahora, corre!

¡Confío en ti!

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Y huyó convencido, al fin, mientras se restregaba los ojos: las lágrimas le dificultaban la vista. Corrió a toda velocidad para salir de aquel laberinto de pasillos y alejarse del Portador enemigo.

Escuchó a Ryota, que le llamaba cobarde múltiples veces y le recordaba la muerte de Zeix. Aquello le dolió una barbaridad y le dejó el orgullo por los suelos, pero no se paró. Le ignoró, apretando los dientes y los puños.

Después de aquello el aprendiz había quedado devastado mentalmente.

«Por favor, no mueras. Por favor, por favor», no quería lamentar más pérdidas. Estaba cansado de todo. Iba a volverse loco a este paso.

Cuando se volvió por última vez antes de girar en una esquina, vio que Gaomon tomaba la misma apariencia que en la prueba del eidolon: un enorme lobo bípedo protegido por una gran armadura, su forma más poderosa. Quizás tuviera posibilidades de vencer a Ryota y todo…

No, seguro que vencía. Tenía que confiar, esa era la clave… de esa prueba, aunque lo desconocía.

«Soy tu mejor amigo. Confía en mí», escuchó la voz del eidolon dentro de su cabeza. Aquella frase le resultó familiar, como si la hubiera oído hace poco.

«Confío».

Al cabo de unos segundos le entró mucho sueño de repente… y cayó inconsciente durante la carrera. Irónicamente, iba siendo hora de despertar y volver a la realidad.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Sombra » Dom Nov 29, 2015 5:16 pm

¿Es así como quieres acabar? ¿Después de todas nuestras aventuras?

¿Ivan? ―pregunté confuso.

¿Recuerdas el día que nos conocimos? Salvaste mi vida y me enseñaste a sostener la Llave Espada.

Nadhia… ―murmuré sin entender por qué estaba viéndoles en aquel momento. Solo podía ser una cosa. El Nexo D. Sonreí con amargura. Bueno… Tal vez solo eran producto de mi imaginación, fruto de la desesperación.

Quiero ganar. Deseo superar esta prueba y acceder al Santuario.

Pues levántate ―Ivan extendió su mano hacia mí.

Pero… No puedo ganarle… Tiene razón, no merezco nada. Os he hecho daño a todos.

Nadhia se agachó a mi lado y me sonrió, posó su mano sobre mi hombro.

La gente se hiere incluso si no es su intención, de hecho. Darse cuenta de eso es lo que nos hace humanos. Da igual lo que hayas sido, ahora eres un humano; uno de verdad.

>>Levántate, Estocada Oscura.

Nadhia colocó su mano sobre la de Ivan esperando que yo también hiciese lo mismo. Sonreí una vez más lleno de ánimos.

Gracias a los dos. Siempre os tendré presentes ―coloqué mi mano sobre la de ellos dos y un potente resplandor envolvió a ambos mientras desaparecían.

Ya no estaba agarrando las manos de mis amigos. Estaba portando mi Llave Espada una vez más.

**


Mi reflejo bajó su llave espada con todas sus fuerzas para darme el golpe de gracia, sin embargo antes de que pudiese hacer aquello mi propia arma detuvo la suya.

No voy a perder. Tengo una promesa que cumplir ―desafié.

Di un rápido golpe que apartó al otro Ragun de encima de mí. La herida de mi pecho se había cerrado y no había sangre ni siquiera, como si todo fuese una mera ilusión.

Ahora comprendo cómo vencerte. Al fin y al cabo… Yo soy quien mejor te conoce.

Hice desaparecer mi Llave Espada y me acerqué a mi otro yo con tranquilidad. Sonreí apaciguador.

Te entiendo, y tienes razón con muchas cosas. Soy una persona ambiciosa, cabezona y egoísta. La mayoría de cosas que hago son para ganarme el favor de mis Maestros. Soy así, y no voy a cambiar.

>>No todo es culpa mía. Apenas recuerdo mi época como sincorazón excepto el día que maté a Alexander. No he robado su identidad. Él y yo somos Alexander, ambos nos complementamos y así nací yo: Ragun. He herido a mucha gente que aprecio e incluso es mi culpa que algunos de ellos fallecieran, pero eso fue hace tiempo. Al principio mi corazón y mi cuerpo eran como el agua el aceite, las emociones de Alexander y su mente me corrompían por dentro como si quisiese revivir en un nuevo cuerpo, era como estar poseído por un demonio… Pero él sentía lo mismo. Su corazón había sido arrebatado… Pero en cuanto comprendí la naturaleza de ambos… Renací en un nuevo yo. Ahora soy Ragun, pero también Alexander, somos la misma persona.

Yo no era aquel sanguinario sincorazón, al igual que tampoco era aquel vil niño que había llevado mundos a la devastación. Pensándolo bien, Alexander no era muy diferente de Aaron. Quizás ellos dos habrían sido buenos aliados… De seguir vivo.

Quiero vivir mi vida, hacer grandes proezas, ver lugares que nadie más ha visto, aprender de las gentes de todo el Intersticio. Seré un Maestro sabio y cuidaré a mis aprendices como si fuesen mis propios hijos. Algún día me gustaría formar una familia, quizás ajena a la Orden y poder pasar mis últimos años de vida tranquilo, lejos de cualquier problema entre la luz y la oscuridad.

>>No sé cuanto tiempo vive alguien de mi especie. Quizás soy más longevo que los humanos, tal vez ni siquiera puedo morir de vejez… Pero todo eso son metas que me he propuesto, y para ello debo empezar derrotándome a mí mismo.

Lo había comprendido. Aquella prueba mostraba una parte desagradable sobre mí.

Clavé mis ojos en los suyos viendo en el reflejo de mi reflejo mi propio reflejo y pronuncié con voz profunda las siguientes palabras.

Yo soy tú. ―Tendí mi mano hacia él.

Mi reflejo me observó durante unos instantes y tras unos segundos me imitó cogiendo mi mano.

«Y tú eres yo.»

Todo desapareció a mi alrededor mientras mi consciencia era devuelta a mi cuerpo. La prueba había finalizado. Ambos “Ragun” habíamos ganado aceptándonos el uno al otro.
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Re: [Necrópolis de la llave espada] Aprendiendo del pasado

Notapor Light » Dom Nov 29, 2015 5:17 pm

La angustiosa pesadilla había terminado. Light despertó de golpe, con el pulso acelerado, y se dio cuenta de que su rostro estaba húmedo. Se arrastró lentamente hacia una columna para apoyarse en ésta y se levantó del suelo con lentitud.

No tenía heridas, pero estaba agotado física y mentalmente.

Aquella prueba fue como revivir el momento en que tuvo que huir y dejar a Yami atrás. Pero fue mucho peor, ya que se había visto obligado a abandonar a su querida mascota, su mejor amigo. Y aquel Ryota producto de su mente no había ayudado demasiado, al contrario. Éste había representado su orgullo y sus inseguridades.

«Bonita prueba la tuya», el sarcasmo era más que notorio.

«Oye, yo no he tenido nada que ver», contestó de inmediato.

Se restregó los ojos y se secó el rostro antes de dirigirse a Ragun.

¿Tu prueba ha sido tan intensa como la mía? —le preguntó a Ragun si había llegado a despertar, mostrando una sonrisa cansada—. Si la hemos superado se supone que ya deberíamos entrar, ¿no?

Se encaró a la gran puerta, la empujó y finalmente se internó en el antiguo edificio, en busca de información.

Entraron dentro de una habitación de paredes grisáceas, iluminada gracias a las hileras de antorchas. Lo primero que sin duda le llamó la atención fue la original vidriera del techo. A Light se le escapó una exclamación al reconocer al simpático individuo representado, quien se encontraba tumbado.

¡Zephyr! —Por alguna razón había unas manchas negras alrededor del hombre calvo. No sabía por qué estaban ahí: claramente no encajaban en la vidriera. Una pena.

Encontró por casualidad una placa situada al lado de la puerta que acababan de superar. Curioso, no lo dudó y empezó a leer el texto:

Templo de la Reminiscencia
35 - 39 d.G.

Entra, si la verdad anhelas
Sal, si en la mentira te refugias
Pues nosotros contamos la Historia
y todo lo que ella esconda



A la memoria de quienes nunca volverán,
Zephyr


Ya veo…
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