[Tierra de Partida] Una de jefes marchando

[Light]

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Cronología
4º SAGA

Light: este encuentro > Trama Hasta nunca jamás
Keiko: De copas con la muerte > este encuentro > Ohana

—Veamos cuánto has aprendido —dijo Light, mostrando una suave sonrisa. Materializó su Llave Espada y se puso en guardia.

Aquella mañana había decidido entrenar con su compañera Keiko. Ambos se encontraban en el castillo de Tierra de Partida, específicamente en un aula de entrenamiento, sobre un cuadrilátero.

Light estaba dispuesto a darle unas lecciones de esgrima a su compañera. Para qué negarlo, se especializaba en combate con armas blancas, así que era de los más idóneos para enseñarla.

No era un espadachín tan experto como Ronin, pero seguro que ambos salían beneficiados de aquel improvisado entrenamiento. Incluso sin Maestros, los aprendices debían dar lo mejor de sí en sus sesiones en solitario (o en pareja, en este caso). Desde el regreso de Aaron el universo se había vuelto mucho más peligroso y tenían que estar preparados, era muy consciente.

Todavía no usaría ninguna habilidad extraña que pudiera sorprenderla o doblegarla, se limitaría a defenderse de sus estocadas con su gran llave: Alma Inquebrantable. Haría gala de toda su destreza con la espada, por lo que bloquearía con suma facilidad sus ataques. Tampoco le costaría demasiado esfuerzo desarmarla.

[James Bond]

Cronología
4º SAGA

Light: este encuentro > Trama Hasta nunca jamás
Keiko: De copas con la muerte > este encuentro > Ohana[



Aquella mañana, Keiko se levantó de su cama como era habitual. Pero no se dirigió a desayunar, cosa que era lo normal en ella. Desde su aventura en Port Royal, aprendió una valiosa lección por parte de Simbad, y también que tenía que ser más fuerte para poder aplicar esa lección recibida.

La joven aprendiza de Tierra de Partida tomó la decisiónde hacerse más fuerte, entrenar con los mejores, y en Tierra de Partida solo tenía un conocido que cumpliera con sus criterios: Light Hikari.

La muchacha le buscó por todo el castillo, pero allí no le halló. Pero averiguó que el joven había ido al gimnasio. Así que ella se dirigió a dicho lugar y una vez llegó tras un buen paseo, observó el entrenamiento de Light, antes de que este se diese cuenta de su presencia.

Cuando Kei le contó a Light lo que quería hacer, el muchacho aceptó sin dudar y se la llevó a un aula de entrenamiento.

—Veamos cuánto has aprendido —dijo el joven.
—He aprendido algunos trucos nuevos —respondió sonriente la joven, poniéndose a la vez que Light en guardia.

La joven al ver que el chico no se lanzaba al ataque, decidió llevar la iniciativa. Con su Llave-Espada se lanzó en un ataque frontal, pero su compañero de entrenamiento bloqueó dicho ataque con suma facilidad.

—Eso no ha sido más que el inicio —la joven desenvainó su espada y empezó a atacar desde distintos ángulos con las dos manos.

Sin embargo Light los bloqueó. Todos y cada uno de ellos. ¿Podía encontrar algún modo de romper la defensa del, por ahora, su rival?

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EDIT: editado para corregir unos codes mal puestos

[Light]

Y el entrenamiento comenzó por parte de ambos. Light, como era de esperar, mostró clara superioridad y no se dejó golpear. Bloqueaba cada uno de sus tajos con suma facilidad, muy predecibles por cierto.

Aunque tenía que admitir que la chica mostraba cierta destreza con el arma para ser una novata. De hecho le recordaba a él en sus comienzos.

—Eso no ha sido más que el inicio.

Keiko trató de golpearle con ambas armas y desde diferentes flancos, pero tampoco lo consiguió. Su enorme Llave Espada suponía un escudo que no podía atravesar de ninguna manera. Y Light, quien no retrocedió en ningún momento, se anticipaba a cada uno de sus ataques.

«Suficiente», dos tajos pasmosos bastaron para quitarle las dos espadas de las manos. Light bajó su llave y esperó a que las cogiera del suelo.

—Se te da muy bien esto —comentó, sincero—. Por curiosidad, ¿alguien te entrenó antes de entrar en Tierra de Partida?

[James Bond]

Todo lo que probó Keiko no sirvió. Aquella gigantesca Llave Espada que portaba Light era un gran muro defensivo. Uno que la aprendiza no podía romper por mucho que se empeñase en atacar.

De dos tajos, el muchacho hizo que la joven aprendiza soltase las dos espadas y solo una de ellas cayó en el suelo. La otra simplemente se desmaterializó. Keiko se sintió algo frustrada, si al menos hubiese podido golpearle una vez...

—Se te da muy bien esto. Por curiosidad, ¿alguien te entrenó antes de entrar en Tierra de Partida?
—Sí, recibí entrenamiento de esgrima desde... ¿los siete años? No me acuerdo muy bien, pero era pequeña, y mi hermano aún más pequeño —sonrió débilemente—. No sé si lo conocerás o habrás oido hablar de él, pero Tatsumi, del Dojo Tatsumi fue quien me entrenó, ¿sabes? Es un gran maestro esgrimista. Estuvo a punto de ser aprendiz de la Orden, ¿sabías?

Seguramente Light se sorprendería ante aquella revelación, así que la joven esperó a que hiciese los comentarios que necesitara hacer y siguió.

—Por suerte, sigue vivo. Y es lo único que me queda.

[Light]

—Sí, recibí entrenamiento de esgrima desde... ¿los siete años? No me acuerdo muy bien, pero era pequeña, y mi hermano aún más pequeño. No sé si lo conocerás o habrás oido hablar de él, pero Tatsumi, del Dojo Tatsumi fue quien me entrenó, ¿sabes? Es un gran maestro esgrimista. Estuvo a punto de ser aprendiz de la Orden, ¿sabías?

—No lo sabía. —Negó con la cabeza—. He oído hablar de ese dojo, pero nunca tuve el placer de conocer a su maestro —aclaró—. Qué casualidad, a mí también me entrenaron desde que era muy pequeño.

—Por suerte, sigue vivo. Y es lo único que me queda.

Light se mordió el labio inferior y la miró con cierta tristeza. Al principio no le salieron las palabras, la caída de su ciudad también le había afectado bastante.

—Lo siento. —Hizo una breve pausa—. Venga, continuemos. —Prefería distraerse con el entrenamiento para evitar pensar en la Villa Crepúsculo destruida—. Vuelve a atacarme, pero esta vez intenta ser mucho más rápida. La velocidad es casi tan importante como la destreza con armas blancas. Si no eres rápida, tus ataques nunca darán en el blanco.

Esperaría a que su compañera de Tierra de Partida iniciara su ataque. Esta vez no lo bloquearía, sino que lo evadiría con suma facilidad gracias a sus desarrollados reflejos, echándose a un lado.

Después, aumentaría la dureza de su piel con Fortaleza y detendría su siguiente tajo con la mano.

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Todas las acciones están acordadas por los dos xD (así que manejo legalmente a Keiko).

[James Bond]

—No lo sabía. He oído hablar de ese dojo, pero nunca tuve el placer de conocer a su maestro. Qué casualidad, a mí también me entrenaron desde que era muy pequeño.

Cuando Keiko mencionó el hecho de que Tatsumi era lo único que le quedaba, el aprendiz le dirigió una mirada de... ¿lástima?

—Lo siento. Venga, continuemos.
—Será lo mejor.
—Vuelve a atacarme, pero esta vez intenta ser mucho más rápida. La velocidad es casi tan importante como la destreza con armas blancas. Si no eres rápida, tus ataques nunca darán en el blanco.

Keiko asintió ante aquel consejo de Light. De modo que tenía que ser más rápida, ¿eh? Con toda la velocidad que sus piernas pudieron darle y atacó de nuevo pero aquella vez, en vez de defenderse, Light la esquivó con suma facilidad.

Sin embargo, rendirse no era una habilidad de la muchacha, así que dirigió un tajo contra el joven, pero este lo detuvo con suma facilidad usando una mano.

—Venga ya —se quejó la muchacha. Viendo que el combate a dos espadas no iba a servir, desmaterializó la Llave Espada y en la mano de esta, comenzó a cargar luz, que no tardó mucho en tomar forma de lanza—. Esta es una de mis nuevas técnicas. ¡Lanza de Luz!

La joven la lanzó contra Light, teniendo la esperanza (aunque sabía que en el fondo era poco probable) de acertar contra su rival.

[Light]

—Esta es una de mis nuevas técnicas. ¡Lanza de Luz!

«Pensé que íbamos a entrenar la esgrima», sonrió, preparado para protegerse de ese ataque. No le importaba entrenar su propia magia.

Un escudo transparente con reflejos dorados se materializó delante de Light: una Coraza divina que provocó que el hechizo de la chica rebotara y se volviera en su contra. El proyectil luminoso produjo una herida en su abdomen, aunque por suerte no era demasiado grave.

Un pequeño Moguri que presenciaba sus entrenamientos voló para acercarse a la chica y aplicarle un Cura. Su herida se cerró rápidamente.

—Buena habilidad. ¿Cuándo la aprendiste? —Esperó a que le contestara—. Bien, ahora me toca a mí pasar al ataque. —Desenvainó su katana y desmaterializó su gran Llave Espada—. Intenta bloquear mis ataques.

Light moderaría mucho la potencia de sus ataques para no causarle demasiado daño. Sus tajos además serían bastante lentos, lo suficiente para que la chica de Villa Crepúsculo pudiera bloquearlos con facilidad. Cada vez se lo pondría más difícil: aumentaría la velocidad de las acometidas progresivamente.

No estaba empleando su katana por nada. Keiko lo tendría más fácil para protegerse que si usaba su gigantesca Llave Espada.

[James Bond]

De nuevo, el ataque de Keiko no sirvió de mucho. Como si un escudo invisible se levantara delante de Light, la lanza se detuvo en seco y acto seguido rebotó contra ella misma, acertándole de lleno en el abdomen. Al ver eso, un Moguri se acercó y aplicó un Cura como si de primeros auxilios se tratase.

Una vez curada, la muchacha se levantó, de forma un poco torpe.

—Eso es hacer trampa —dijo la chica, aunque era en un tono bromista.
—Buena habilidad. ¿Cuándo la aprendiste?
—No me acuerdo, la verdad. Un día entrenando, lo hice, así sin más. No sabría decirte que sucedió exactamente.
—Bien, ahora me toca a mi pasar al ataque. Intenta bloquear mis ataques.

La chica se alivió al ver que Light desmaterializó su enorme Llave Espada y pasó a usar una katana en su lugar.

Los tajos de Light eran lentos, de modo que la muchacha al principio no tenía problemas para pararlos, sin embargo poco a poco el joven aprendiz iba aumentando la velocidad de los ataques, hasta que finalmente, Keiko no podía seguirlos. Sus reflejos no eran lo suficientemente buenos y su capacidad de reacción no estaba a la altura, de modo que la joven se llevó algún que otro espadazo.

—Vale, vale, me rindo —anunció la chica, agotada, con algún corte en su cuerpo, regalito de la katana de Light—. Ya veo que me queda mucho por aprender.

[Light]

El filo del arma de Light alcanzó la piel de Keiko en varias ocasiones, provocándole cortes. El joven detuvo la sucesión de ataques en cuanto la aprendiza se rindió y mostró cierta expresión de sorpresa.

—Vale, vale, me rindo —declaró—. Ya veo que me queda mucho por aprender.

—¿Ya te rindes? —Sonaba ligeramente decepcionado—. Solo mejorarás si alcanzas tus límites una y otra vez, Keiko. ¡Estos cortes no son nada!

Light estaba dispuesto a continuar. Si la chica aceptaba, volvería a atacarla una y otra vez hasta que le pidiera parar de nuevo. En ese preciso momento haría desaparecer su larga katana.

—Bueno, podemos tomarnos un descanso si quieres. La verdad es que has mejorado mucho desde la última vez que entrenamos —la felicitó, simpático, dándole unas palmaditas en el hombro—. No tardarás en hacerte Maestra a ese ritmo, no desistas. La constancia en el entrenamiento es lo más importante.

Se sentó en el suelo y sacó de su bolsillo una barrita energética: su almuerzo. No venía mal llenar un poco su estómago para rendir en lo que quedaba de mañana.

[James Bond]

—¿Ya te rindes? Solo mejorarás si alcanzas tus límites una y otra vez, Keiko. ¡Estos cortes no son nada!

La chica en ese momento sintió que brotaba un fuego en su interior. Aquellas palabras de Light habían provocado que su espíritu de lucha se encendiese.

—¡Ni de coña! ¡Vamos!

La muchacha se puso en guardia y volvió a recibir otra ronda de ataques de Light. Los cuales cada vez eran más rápidos y furiosos, provocando que la chica tuviese más cortes aún. Finalmente, llego un momento en el que no podía aguantar más.

—¡Ya! ¡Para! ¡Stop!

Light paró en seco entonces e hizo desaparecer su katana.

—Bueno, podemos tomarnos un descanso si quieres. La verdad es que has mejorado mucho desde la última vez que entrenamos —dijo el joven mientras daba unas palmaditas a Keiko en el hombro—. No tardarás en hacerte Maestra a ese ritmo, no desistas. La constancia en el entrenamiento es lo más importante.

Light se sentó en el suelo y sacó una barra energética, Keiko miró extrañada al joven.

—¿Eso es todo lo comes? —esperó su respuesta—. Y gracias por tu ayuda, Light... puede que haya mejorado pero... me queda mejorar mucho más, mucho más todavía. En cuanto al tema de ser Maestra... jamás he pensado en conseguir ese puesto. Yo solo busco una cosa, seguramente ya lo sabes.

Esperó a la respuesta de Light.

—Muchas gracias de nuevo por tu ayuda. Me gustaría llegar a ser tan fuerte físicamente como tú, aunque dudo que se cumpla —diría con una sonrisa—. ¿Quieres ir a algún sitio o hacer algo? Me gustaría compensarte por ayudarme en el entrenamiento.

Si Light decía que no hacía falta, Keiko le respondería con un:

—Insisto.

[Light]

—¿Eso es todo lo comes?

—¡Claro que no! Pero nunca viene mal un pequeño almuerzo.

—Y gracias por tu ayuda, Light... puede que haya mejorado pero... me queda mejorar mucho más, mucho más todavía. En cuanto al tema de ser Maestra... jamás he pensado en conseguir ese puesto. Yo solo busco una cosa, seguramente ya lo sabes.

El joven se mostró pensativo. No tardó en intuirlo.

—Ah, tu hermano. No eres la única con familiares perdidos —lo decía por él, por sus padres desaparecidos—. Espero que tengas suerte en tu búsqueda.

—Muchas gracias de nuevo por tu ayuda. Me gustaría llegar a ser tan fuerte físicamente como tú, aunque dudo que se cumpla. ¿Quieres ir a algún sitio o hacer algo? Me gustaría compensarte por ayudarme en el entrenamiento.

Light volvió a adoptar una expresión pensativa. Él quería seguir entrenando, no quería ir al bar ni descansar en los jardines. Si Keiko pensaba que su sesión había finalizado estaba muy equivocada, ¡si apenas llevaban unos minutos!

—Así que quieres ser tan fuerte como yo… puedes conseguirlo. No creas que es imposible, porque no soy tan fuerte como crees —admitió.

»Existe una manera, pero te advierto que será una experiencia muy dura. Yo entreno de esa manera especial. Sin duda llegarás a tu límite y quizás te arrepientas de intentarlo. Pero aprenderás muchísimo, más de lo que te puedes imaginar. ¿Te atreverías?

No especificó en qué consistía su entrenamiento especial todavía. Prefería que ella misma lo viera con sus propios ojos y sacara sus conlusiones. Si aceptaba su propuesta, pediría a Keiko que le siguiera hasta la sala de ordenadores.

Allí iniciarían su entrenamiento especial.

[James Bond]

Light deseó suerte a la aprendiza en la búsqueda de su hermano. Ciertamente, no podía rendirse ahora.

—Así que quieres ser tan fuerte como yo... puedes conseguirlo. No creas que es imposible, porque no soy tan fuerte como crees —dijo Light.
—Para mí eres muy fuerte —respondió Keiko.
—Existe una manera, pero te advierto que será una experiencia muy dura. Yo entreno de esa manera especial. Sin duda llegarás a tu límite y quizás te arrepientas de intentarlo. Pero aprenderás muchísimo, más de lo que te puedes imaginar. ¿Te atreverías?

Keiko se mordió el labio inferior. Que Light le advirtiera que podría arrepentirse de intentar hacer ese entrenamiento especial debía significar que era algo muy duro y complicado. Seguramente se arrepintiese. Pero... ¿por qué no intentarlo?

—Puede que me arrepienta como dices, pero es mejor arrepentirse por no haberlo conseguido que arrepentirse por ni haberlo intentado.

Con esas palabras, Light pidió a Kei que le siguiese hasta la sala de ordenadores. Y ella le siguió.

[Light]

Light se encaró ante el gran ordenador y procedió a explicarle resumidamente lo que harían a continuación.

—Prepárate, vamos a luchar utilizando cierto programa: el Coso virtual. —Presionó la combinación de teclas que le interesaba—. Así que entraremos en el mundo virtual. ¿Lista?

Una de jefes marchando. En cuanto asintiera pulsaría un botón rojo y activaría el proceso de digitalización. Sus cuerpos se fragmentaron en múltiples cubitos que se desintegraron lentamente en el aire.

Un pestañeo y ya se encontraban en un lugar completamente distinto: una caverna fría y oscura. Alguien les esperaba en el centro de la amplia y rocosa estancia, una bestia bastante peculiar (y enorme) que no se veía todos los días: el guardián del Inframundo. Rugía furioso.

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A Keiko quizá le sorprendiera ver a esa criatura, pero a Light no. Se mostró tranquilo en todo momento.

—Vas a enfrentarte a los enemigos que ya vencí en el pasado —le confirmó antes de materializar su llave—. No te preocupes, yo te ayudaré.

El Cerbero fue el primero en realizar su movimiento: brincó hacia ellos, dispuesto a aplastarles con su cuerpo. Si no le esquivaban podría ser su fin (en aquel mundo digital).

[James Bond]

—Prepárate, vamos a luchar utilizando cierto programa: el Coso VIrtual. Así que entraremos en el mundo virtual. ¿Lista?
—¡Cuando quieras!

Keiko ya probó una vez el coso de modo que no se sentiría tan extraña. La joven supuso que se enfrentarían a los dos moguris para ir calentando pero...

—¿Qué...? —la joven se quedó sin habla y con los ojos como platos: ante ellos se hallaba un enorme perro de tres cabezas, muy furioso y rugiente—. ¡O-Oye, pensé que...!
—Vas a enfrentarte a los enemigos que ya vencí en el pasado. No te preocupes, yo te ayudaré.
—Pero...

No había tiempo para protestar, aquel enorme chucho se abalanzó contra ellos, con claras intenciones de usar su enorme cuerpo para aplastarlos. Light lo esquivó elegantemente usando sus alas mágicas, Keiko en cambio tuvo que correr hacia otro lado lo más rápido que pudo.

—Mierda, mierda, mierda... ¿cómo demonios derrotaste a este chucho? —preguntó Keiko a gritos en dirección a Light, que se hallaba en el aire gracias a sus alas.

Entonces Peludo (el nombre con el que Keiko bautizó al perro de tres cabezas, que por cierto vio uno parecido en una película hace ya muchos años) fijó sus ojos en ella y empezó a acercarse a pasos agigantados. La muchacha trató de esquivarlos como pudo, pero se llevó algún zarpazo de una de sus enormes garras. Lo máximo que pudo hacerle la aprendiza al perro fue una estocada en su barriga, pero apenas sirvió para herirle.

—¡Light, ayudaaaaaaaa! —pediría Keiko entre sozollos mientras esquivaba al chucho.

[Light]

Light despegó y, gracias a sus alas, pudo mantenerse en el aire. Esquivó sin percances el golpe de la enorme criatura. Luego buscó a Keiko con la mirada: esperaba que no cayera tan rápido.

—Mierda, mierda, mierda... ¿cómo demonios derrotaste a este chucho?

—¡Pues poniendo mucho esfuerzo! —Sonrió, recordando aquella épica batalla—. Aunque fue Lyn quien le dio el golpe de gracia… —Y esta vez no la tenían con ellos.

Todavía no actuó, sino que esperó a ver cómo se defendía la hermana de Hikaru. Tenía valor, ya que se atrevió a luchar contra éste a corta distancia. Aunque debido a esto recibió algún que otro arañazo.

—¡Light, ayudaaaaaaaa!

«Esta chica no tiene remedio», concluyó a la vista de sus sollozos, poniendo una mueca.

—¡Aléjate y atácale a distancia, es peligroso acercarse!

Agitó con mucha rapidez su llave espada, creando una enorme Brecha lunar que impactó contra una de las cabezas del can. Éste rugió de dolor y se olvidó de la aprendiza: buscó a Light con la mirada. En cuanto le encontró, le mostró los colmillos y empezó a escupir bolas de fuego. Demasiadas.

El aprendiz se protegió de éstas interponiendo su espada legendaria. Una de las bolas entró en contacto con su piel y le provocó una pequeña quemadura en la mano. Light apretó los dientes.

—¡Cómete esa!

Planeó hacia… una de las bocas del can. Y éste lógicamente la abrió aún más, para triturarle.

Entonces, una Esquirla+ fue invocada y se internó en la boca de la mascota de Hades. La roca le provocó daños y además se le quedó atascada en la garganta. Podía notar que le estaba molestando y asfixiando.

De esta manera una de las tres cabezas quedó aturdida.