[Castillo de Bestia] Re: Start

Donde Xefil conoce a Keiko Akarui

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Re: [Castillo de Bestia] Re: Start

Notapor James Bond » Dom Ene 31, 2016 8:37 pm

Keiko se sentía insegura en la mitad del “claro”. Escuchaba claramente a su enemigo moverse entre los matorrales, pero era imposible predecir de donde podría surgir.

“Vamos… Déjate ver…” pensó la muchacha, con espada en mano.

¡Hola, encanto! —dijo Lanza mientras surgía de las sombras y apuntaba con su lanza al corazón de la muchacha, pero al igual que las ocasiones anteriores se detuvo a escasos milímetros de llegar.

A Keiko le latía el corazón a mil por hora. No estaba acostumbrada a tratar con ataques de ese estilo: rápidos e imprevisibles. Y para colmo, la velocidad de su rival era endiabladamente alta. Además, no solo era rápido, la lanza parecía ser una parte más de su cuerpo. Recordó una de las primeras lecciones de su profesor de esgrima; Tatsumi: “Tu arma debe convertirse en una extensión más de tu brazo”.

Aquel hombre, estaba haciendo gala de aquella lección. La joven a duras penas podía lograr medio averiguar de donde iba a surgir su enemigo. Aquello parecía más bien una batalla de desgaste.

Nada mal, encanto. Y eso que apenas uso el cincuenta por ciento de mi fuerza real —Lanza se puso en posición de combate por primera vez, estiró su pierna izquierda y contrajo el brazo derecho con cuya mano sostenía la lanza, mientras sonreía—. Subamos un poco el nivel, ¿te parece?

La joven aprendiza se puso en guardia, lista para casi cualquier cosa. Lanza en un movimiento rápido cuya imagen escapó de sus ojos, se puso detrás de la chica, y con aquella sonrisa pícara, pegó un codazo a la espalda de la chica, quien salió dispara y rodó por el suelo.

Keiko se levantó y comprobó que se había hecho otra herida más. En su pierna, un delgado hilo de sangre empezó a emanar el líquido rojo y la chica se tambaleó al tratar de reincorporarse.

Lanza, aplaudió.

¡Bravo, bravo! Se nota que eres una Portadora, y creo que empiezo a entender por que te quieren.
Es la segunda vez que dices eso… —jadeó Keiko, logró levantarse pero tuvo que usar el mango de su espada como apoyo—. ¿Quién tiene tanto interés en mi? —la aprendiza planteó la pregunta obvia.
No puedo decirlo. Verás, es una de mis normas: jamás revelar la identidad de mi cliente. Así que me temo, encanto, que te vas a quedar con las ganas.

Lanza Infalible se preparó para un nuevo ataque, y el sonido del metal chocando entre sí fue lo único que se escuchó en todo el bosque durante unos minutos, que parecían horas allí.

Bueeeno, creo que es hora de divertirse un poco —anunció Lanza mientras elevaba su brazo izquierdo al aire. De pronto, sincorazón empezaron a surgir de la nada. Muchos Purasangre y campanas de colores diferentes—. ¿Podrás tú sola con esto?

Lanza empezó a retroceder hacia atrás, pero no le dió tiempo a esconderse, pues una explosión de luz iluminó por varios segundos la zona y le dejó ciego durante ese periodo de tiempo. Cuando se dió cuenta, los sincorazón habían desaparecido.

¡Venga ya! ¡Se suponía que esto te tenía que retener mientras planeo una estrategia mejor!
Se siente —le respondió con una sonrisa jovial la chica.

Pero el combate no había hecho más que comenzar…
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Más bien Lanza Inservible eeeeeh

Notapor Zee » Dom Ene 31, 2016 8:43 pm

Es más fuerte de lo que aparenta —Pensó Xefil, al ver cómo Keiko repetía el hechizo de la noche anterior para borrar a un montón de Sincorazón de la faz del mundo. Era algo digno de admirar: él no tenía ningún conjuro de ese tipo, capaz de golpear a numerosos oponentes al mismo tiempo… ni hablar sobre derrotarlos de un sólo golpe. Incluso aunque fuesen Purasangres, eran bastantes: poder destrozar a todos de un sólo movimiento tenía un gran mérito.

Lanza Infalible, por otro lado, estaba en un nivel completamente diferente. Tenía una elegancia en su estilo y un amplio desenvolvimiento que también asombraban al muchacho. Eran movimientos de alguien que, o llevaba años entrenando, o tenía un talento inhumano para los combates. Prestar sus servicios como mensajero o mercenario seguramente le traía recompensas equivalentes a su habilidad.

Era bastante bueno. Mucho más que ella.

Para eso estaba él allí.

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Noragami - Kainoratan


Con un veloz movimiento, Xefil sacó sus dos dagas del cinturón. Su corazón se aceleró y la adrenalina llenó su cuerpo de una calidez excitante. Saltó al frente, escapando de su refugio improvisado. Para el cazador saltando hacia su presa, El sonido de las hojas revoloteando, las ramitas rompiéndose y el largo abrigo ondeando contra el viento fueron música para sus oídos.

Con una Prisa Gravitacional y una Elusión Mágica que lo dispararon como un cometa, se precipitó con una velocidad impresionante sobre Lanza Infalible. Cuando el encapuchado levantó la mirada, atraído por el sonido, no pudo ver la silueta del muchacho, invisible por su hechizo.

Fue hasta el último instante, en un parpadeo, cuando el joven apareció encima de él y aterrizó a toda velocidad en el centro de su pecho. Las botas de Xefil impactaron con la fuerza suficiente para romperle algunas costillas, si bien el muchacho no estaba muy convencido de que Lanza fuera tan frágil como cualquier otro humano.

Al menos logró hacerle retroceder. Al poner tanta energía en su primer golpe, había aprovechado el factor sorpresa de la mejor manera posible. Había causado daño cuando tenía toda la certeza de que su ataque iba a acertar: ahora que estaba cara a cara con un oponente más veloz que él, no podía estar seguro de que sus siguientes golpes fueran a dar en el blanco.

Se sorprendió sintiéndose más emocionado que asustado.

Creo que deberías invocar tu Llave-Espada —le dijo a Keiko, colocándose en una guardia alta. Su rostro se iluminó con la luz verde brillante de su daga de plasma—. Al final del día, siempre eres mejor con ella que con cualquier otra arma.
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Re: [Castillo de Bestia] Re: Start

Notapor James Bond » Dom Ene 31, 2016 8:45 pm

Cuando Lanza quiso darse cuenta, recibió de lleno el poderoso golpe de Vaan, quien había surgido de entre las sombras. Sin embargo, el mercenario se levantó como si nada. Movió su brazo izquierdo, como si calentase.

Creo que deberías invocar tu Llave-Espada

Aquello dejó descolocada a la aprendiza. ¿Cómo sabía Vaan de la existencia de la Llave Espada? ¿Quién era en realidad? Keiko no le había mencionado nada sobre la existencia de dicha arma.

Vaya, vaya, nuestro amiguito invisible sabe más de lo que aparenta —Lanza apuntó con su arma a ambos—. Como bien dice, saca ya tu Llave Espada, ¡ardo en deseos de enfrentarme a un arma legendaria!

Kei miró a Vaan, y luego a Lanza, quien esperaba pacientemente en su pose de combate. Si ambos conocían la existencia de la Llave Espada… ya no tenía ningún sentido ocultarla.

En la mano de la joven, rayos de electricidad surgieron y tras un destello eléctrico, una espada con forma de llave apareció.

El mango era de color azul, y tenía una guarda semicircular que no llegaba a cerrarse, y tenía la forma de un relámpago al caer. De hecho, este elemento era el llavero del arma y también decoraba la guarda. La hoja parecía una antena cuya punta había sido alcanzada por un rayo. En total, el arma mediría como uno de los brazos de la joven como mucho.

Keiko finalmente pasó al ataque, y Lanza fue a por ella al mismo tiempo. Pero al ser este más veloz que la chica, fue el primero en asestar el golpe. La chica lo acusó pero rápidamente se reincorporó a la batalla. ¿Era ella o estaba empezando a acostumbrarse al estilo de pelea del mercenario?

Pero no se había olvidado de las heridas que había recibido anteriormente por parte de Lanza. Conjuró un hechizo Cura que la alivió bastante, y una vez recuperada volvió a ir de frente contra su rival, quien tomó aquello como un desafío.
¡Vamos! Sé que puedes hacerlo mejor —dijo Lanza, tratando de provocar a la chica.
Te arrepentirás de esas palabras —la chica se puso seria, pues hasta ahora solo había estado combatiendo a una espada y sin embargo, ahora se preparó para combatir a doble espada.
¡Ja! ¡Esto sí que va a ser interesante!

Con ambas espadas en mano, la chica volvió a ir de frente contra su rival, quien esperaba tranquilo a que ella se acercase y detuvo fácilmente su ataque con la lanza.

Desde luego, aquella batalla iba a ser complicada.
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Usa la Keyblade

Notapor Zee » Dom Ene 31, 2016 8:46 pm

Úsala.

Xefil giró las dagas entre sus dedos, acomodándolas para poder tomarlas del revés. Antes de echarse a correr, sus ojos se posaron por un momento en la Llave-Espada de Keiko; en situaciones diferentes, se habría puesto a pensar en lo simpático que era el diseño, en las ventajas y desventajas de su estructura, en las distintas formas de blandirla. En ese instante, sin embargo, en todo lo que pudo pensar fue en la tentación que suponía verla usar aquella arma.

¿Cuánto había pasado desde que había sostenido su Danza de la Demencia?

El chico se lanzó al frente, relevando a Keiko, después de que ella retrocediera un par de pasos. Sus muñecas trazaron veloces y amplios arcos alrededor de Lanza, quien sólo utilizaba su larga arma para desviar los contados ataques que no podía esquivar. Se sorprendió regresando a su viejo estilo de pelea como si nunca hubiera dejado de entrenar, orbitando alrededor de su enemigo a la velocidad de una flecha, golpeando desde todos los ángulos posibles con una ráfaga interminable de cortes y abaniqueos.

Desapareció con un chasquido, como una pequeña explosión de viento. Se materializó encima de su enemigo y se dejó caer con todo su peso, poniendo las hojas de sus dagas al frente. Fue la larga lanza la que recibió el golpe, desviando toda la fuerza que había propinado hasta el suelo. Saltaron chispas en cuanto Nadhia y Plasma se toparon la una con la otra.

Una potente patada en el vientre lo obligó a retroceder y le sacó el aliento de un tirón. Keiko tomó su lugar casi al momento, usando sus dos espadas para no darle tregua alguna a Lanza Infalible.

La Llave.

Xefil rugió, anunciando su retorno a la pelea. Se deslizó como una veloz serpiente en el hueco que quedaba entre la Aprendiza y el mercenario, donde luego dio una amplia vuelta sobre su propio eje. El Giro Magnético separó a Keiko de su oponente casi al instante; si Lanza intentaba acercarse, se vería repelido por una fuerza invisible que tiraba de él en dirección contraria.

¡Magnetar! —rugió, liberando una distorsión de color púrpura que empujó al mensajero todavía más lejos.
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Re: [Castillo de Bestia] Re: Start

Notapor James Bond » Dom Ene 31, 2016 8:48 pm

Lanza Infalible - Battle Theme:


El sonido del acero chocar no para de escucharse en el bosque. Keiko poco a poco se iba acostumbrando al movimiento de su adversario. Parecía incluso que la chica podía ganar aquella batalla.

¡Bravo! Hacía tiempo que no tenía un rival así de bueno pero… ¡oh, que pena, vosotros sois dos y yo solo soy uno! Tendré que equilibrar la balanza.

Lanza pegó un salto y durante este, pegó una patada a Keiko y la envió bastante lejos, además levantó una barrera que impidió que la chica pudiese intervenir.

Hola, muchacho. ¿Qué tal? —por primera vez, Lanza usó su fuerza física en lugar de su arma, y pegó un fuerte puñetazo a Vaan, quien salió disparado y chocó contra el tronco de un árbol—. Oh vamos, ¿tan debilucho eres?

Lanza se acercó a Vaan y lo cogió por el cuello de la camiseta, le levantó y le propinó otro puñetazo más. El mercenario parecía divertirse usando a Vaan como saco de boxeo particular.

Keiko desde su posición, no podía hacer otra cosa que observar la brutal paliza que Vaan recibía por parte de Lanza.

Meh, eres patético —Lanza usó su arma y la dirigió al ojo de Vaan y le dejó tirado en el suelo—. Creo que es hora de acabar con tu patética existencia.

La lanza de Infalible comenzó a emitir un aura rojo sangre, y su rostro adquirió un rostro mucho más salvaje. Sus ojos se volvieron más gatunos y su sed de sangre se podía percibir de algún modo.

¡Adiós idiota!

Sin pronunciar siquiera el nombre del hechizo, la lanza se dirigía a gran velocidad al corazón de Vaan. Sin duda alguna, si lograba darle, podía estar seguro de que moriría en cuanto fuera perforado por aquella arma.

Pero la lanza se detuvo a escasos milímetros del corazón de Vaan. Si el muchacho lograba incorporarse, vería que Keiko estaba realizando alguna especie de magia de control del tiempo, deteniendo el arma del mercenario.

Era el turno de Vaan de hacerle pagar a Lanza la brutal paliza que había recibido.
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Locura y Sangre

Notapor Zee » Dom Ene 31, 2016 8:50 pm

La visión de Xefil se tiñó de rojo. Durante unos breves instantes, no sintió más que el filo gélido haciendo contacto con su piel. Luego vino un pellizco, una sensación húmeda y tibia, pegajosa. Y entonces sí, rojo. Por reflejo, se llevó la mano derecha al párpado, como si cubriéndolo pudiese deshacerse del daño recibido. El dolor, agudo, penetrante, no llegó hasta un poco después, cuando sus dedos ya se habían manchado. Quiso gritar, más por miedo que por sufrimiento: ¿¡acababan de cortarlo en el ojo!?

Despegó su mano un poco y forzó el párpado inferior a separarse. Le sobrevino una punzada intensa, como si su rostro estuviera a punto de abrirse por la mitad, pero puso todas sus fuerzas de voluntad en ignorarlo y no apartar sus dedos. Logró desplazar su piel lo suficiente para darle espacio a su pupila…

Y aunque gran parte de lo que veía era sangre… podía ver. Su córnea estaba intacta. Agradeció en silencio que el golpe de Lanza hubiese alcanzado sólo la piel debajo del ojo y no éste directamente. Aunque le ardía cada vez que parpadeaba, al menos estaba —relativamente— a salvo.

Miró al frente y su expresión se transformó en completa ira. Le rechinaron los dientes mientras contemplaba cómo el arma de su enemigo le apuntaba al corazón, pero no retrocedió ni un poco. Lo miró a los ojos, transmitiendo en su mirada todo el rencor que sentía.

Sintió sus ojos encenderse. Resplandecieron como dos rubíes iluminados por la más pura luz.

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Úsala.

Úsa
me.


Lanza estaba paralizado, pero Xefil tenía otras cosas en su cabeza y no lo percibió. Se puso de pie, asiéndose del filo del arma para levantarse, donde la armadura que llevaba en la mano izquierda lo protegió de hacerse más daño.

Elusión Mágica.

Con un chasquido, desapareció.
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Re: [Castillo de Bestia] Re: Start

Notapor James Bond » Dom Ene 31, 2016 8:54 pm

¿¡Pero qué…!? —exclamó Lanza cuando Vaan desapareció delante de sus ojos. Su ataque mágico prosiguió su ataque, pero no dio en el objetivo. Había fallado. Él. Jamás en su vida había fallado en darle a su objetivo. ¡Y todo era culpa de aquella maldita chica!—. ¡Ahora sí que me habéis hecho enfadar!

La ira se apoderó por completo de Lanza, y comenzó a invocar sincorazón a diestro y siniestro. Eran de bajo nivel, pero lo suficientemente numerosos como para causarles problemas. Además, materializó una lanza, que mediría la mitad de un brazo y de color amarillo.

Lanza desatendió a Vaan y le dejó luchando contra los sincorazón, para centrarse en su objetivo principal: Keiko.

La muchacha, había quedado agotada mentalmente tras realizar aquel hechizo, que simplemente le salió.

Con lanza amarilla en su mano izquierda, Infalible atravesó la mano de Keiko antes de que esta pudiera reaccionar por el cansancio y gritó de dolor. El mercenario rió maniáticamente al ver como la joven se revolcaba de dolor en el suelo.

La muchacha trató de usar un hechizo Cura. Pero no funcionó. Volvió a intentarlo dos veces más, pero nada. Con su mano sana, trató de conjurar un simple Perla, pero tampoco quiso funcionar.

¿Qué pasa? ¿No puedes usar magia? Pues permíteme explicarte algo —Lanza dobló su espalda y puso su boca muy cerca de la oreja de Keiko y en un tono muy bajo, le dijo— esta pequeña preciosidad que te ha perforado inutiliza la magia del objetivo. A menos que la rompas, si es que lo logras, no podrás deshacer su maldición.

Kei dirigió una mirada de rabia al mercenario. Al disponer de una sola mano, solo podría usar una de sus armas. Se incorporó usando su espada como bastón y nada más hacerlo, envainó el arma.

¡Vamos, acabemos con esto!
¡Tú lo has querido!

El metal de ambas armas chocaron una vez más entre sí y la aprendiza demostró a Lanza que se acostumbró a su forma de pelear, incluso aunque solo pudiera usar una mano.

Eres buena, chica. Lástima que tengamos que enfrentarnos en estas circunstancias.
Lo mismo digo.

A pesar de que eran rivales, ambos contendientes mostraban respeto por el otro. Lanza se sentía feliz, ya que llevaba mucho tiempo sin encontrar un adversario digno de usar más del cincuenta por ciento de su poder.

Por ello, voy a mostrarte… ¡todo mi poder!

Lanza empezó a emitir una gran cantidad de aura roja que rodeaba su cuerpo e hizo temblar el suelo, provocando que algunos de los sincorazón que luchaban contra Vaan muriesen en el acto.

¡Vamos, niña!
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Tu nombre es Jessamine

Notapor Zee » Dom Ene 31, 2016 8:56 pm

Su corazón estaba latiendo a mil por hora; podía sentirlo en su cuello, saltando y revolcándose, como si pudiera salirse volando en cualquier momento. Una sensación hormigueante le reptaba por la nuca, erizando su piel y suscitando que el resto de su cuerpo se estremeciera como si le hubieran vertido agua fría encima. Su respiración estaba fuera de control: por más que tragaba bocanadas de aire, el oxígeno parecía no llegar a su cabeza. Débil, mareado, asustado, Xefil llevaba un largo rato sin experimentar algo así.

Había estado a punto de salir gravemente herido… o de morir.

¿Había estado arriesgándose a eso antes de tomar su descanso? ¿Cuántas veces no se le arrojaron Sincorazón encima, amenazando con sacarle ambos ojos de una sola tarascada? ¿No había saltado casi diez metros para luchar contra un Avatar gigante, sin ponerse a pensar cómo aterrizaría? ¿Se había aventurado a enfrentarse a Gárland aún cuando a Ragun le había arrancado un brazo entero? ¿Siempre había estado… tan cerca? ¿Y no le importaba?

Me agrada...

Pese a todo, ¿no tenía una sonrisa dibujada en el rostro? ¿No temblaba de impaciencia por volver a cuadrilátero y volverlo a intentar?

Por eso había salido de allí. Había tenido miedo de lo mucho que le había gustado enfadarse y estar dispuesto a destrozar a su enemigo.

Pero no haré ninguna excepción. La excepción refuta la regla.

Entonces rompe la regla por completo.

Se miró la sangre húmeda que manchaba su guante. Esa era la esencia de un guerrero: de un Portador de la Llave-Espada. Era el mismo carmesí que iluminaba sus ojos.

Descendió de la rama del árbol de un salto, decidido.


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...ven.

Soltó sus dagas, dejándolas caer al suelo. La mancha de su guante pareció extenderse; como delgadas serpientes, los hilillos de sangre empezaron a deslizarse alrededor de sus dedos, avanzando por su muñeca, rodeando su antebrazo. Su mano derecha se pintó de rojo; y luego, con un destello de luz, la sangre estalló, saltando en todas direcciones.

***

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Project Destati: Awakening - Destati


La misma vidriera. Las mismas cadenas. La misma figura solitaria, con sus majestuosas alas, sus brillantes corazones aprisionados y sus hipnóticos ojos rojos.

La misma situación de siempre: Xefil, Monarca de la Locura; Némesis, Bruja Eterna.

El silencio era absoluto.

Hasta que él habló.

La Llave-Espada es el poder del corazón.

Cada vez que se invoca, abres tu alma, tu ser, y extiendes tus dedos al interior hasta alcanzar su empuñadura. Para salir, la llave abre la misma cerradura una y otra vez.


El joven se acercó hasta Némesis. Su cuerpo entero, salvo su cuello y su cabeza, estaba envuelto en un capullo de cadenas plateadas. La última vez que la había visto, sólo su brazo izquierdo estaba aprisionado; lo que significaba que habían vuelto a crecer.

Su determinación y su paciencia habían dado frutos después de todo.

Lo que significa, la puerta se queda abierta. Y cualquier otra cosa que estuviera, teoréticamente, encerrada en el mismo corazón… podría salir.

Némesis no sonreía, lo cual era inusual en ella. Si no fuera porque mantenía el contacto visual y sus iris brillaban como dos linternas, Xefil habría pensado que no podía escucharlo.

Me sorprende lo que hemos logrado al mantener esa puerta cerrada por un año.

Y no obstante, estás aquí. Al final de todo, siempre vas a necesitar de mí.

No, Jessamine, no necesito de ti. Necesito de ella. De mi llave.

Los ojos de Némesis se abrieron de súbito, mientras la vidriera experimentaba un lligero temblor. Las cadenas tintinearon cuando, por primera vez desde que Xefil sabía de su existencia, la Bruja se mostraba completa y sinceramente sorprendida.

¿Cómo…? Cómo sabes… ese…

¿No te agrada cuando soy yo el que se burla? Escuché ese nombre hace mucho: me lo dijo una joven amable e ingenua, en un castillo lejano, mientras tú cometías la imprudencia de no prestarme atención.

El Portador se acercó hasta la Hechicera y posó su mano sobre su mejilla, acariciándola con fingido cariño. Ésta intentó apartarse, mas las cadenas le impedían moverse más de una pulgada, por lo que tuvo que conformarse con quitar la mirada. Los dedos de Xefil juguetearon con los mechones de su cabello, rubio grisáceo, como luz de luna.

Soy el Monarca de la Locura porque pretendía controlar tu poder. Pero resulta que estaba equivocado.

Sus labios se acercaron a la oreja de la Bruja, mientras sus uñas se clavaban con rencor en la piel de quien lo había torturado durante tanto tiempo.

Un buen rey no controla, Lidera. Gobierna. Dirige. No necesita hacer nada a la fuerza, porque sus súbditos aceptan que su monarca está por encima de ellos. Que son diferentes. Que él es más y mejor.

Su mano bajó finalmente. La mejilla de Némesis estaba manchada de la sangre más roja que había visto jamás, como si el líquido tuviera luz propia. El Portador sonrió al ver cómo, pese a todo, la hechicera no era capaz de sostenerle la mirada y sonreírle burlona. Ya no más. Ahora sólo podía verle con ira.

Su partida de ajedrez finalmente había tenido un avance. Había logrado ponerla en jaque.

Retrocedió un paso y extendió la mano al frente. Las lejanas estrellas que colgaban de la oscuridad, más allá de la amplia vidriera, empezaron a caer. Los hilos de luz volaron a su alrededor, en una danza de mente, obedeciendo a su verdadero amo. Sintió los cálidos besos de Nadhia, con sabor a helado. La amistosa rivalidad de Light. La despreocupación de Kazuki. La determinación de Nanashi. Percibió a todas las personas que habían significado algo para él; cada estrella, cargando una luz y un sentimiento diferentes. Todas confluyeron en la punta de sus dedos. Y luego explotaron.

La Llave-Espada apareció en su mano. Pero no su Danza de la Demencia. Una nueva. Una diferente. Hecha para él.

Apuntó con ella a las cadenas que inmovilizaban a Némesis. Un orbe de luz comenzó a titilar en la punta del arma.

No necesito controlarte. Sólo necesito superarte.

Todas cayeron al suelo, dejando a la prisionera libre; libre al fin. La Bruja aterrizó sobre sus rodillas, con la mirada escondida detrás de su cabello. Sus dedos apretaron con fuerza la vidriera que tenía debajo, y sus uñas rechinaron contra el frío cristal.

Alzaos, Jessamine, Bruja Eterna. Y contemplad a vuestro rey.
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Re: [Castillo de Bestia] Re: Start

Notapor James Bond » Dom Ene 31, 2016 8:59 pm

Con una mano inutilizada, al igual que su magia, Keiko no era capaz de otra cosa que de defenderse como podía, mientras Lanza ejecutaba rápidos y fuertes ataques. Era tan solo cuestión de tiempo que el hombre doblegara a la aprendiza.

No lo has hecho nada mal, he disfrutado con esto, pero mucho me temo que he de ponerle fin a esto.

De pronto, la muchacha se acordó.

¿Por qué no se le había ocurrido hasta ahora?

Aún le quedaba un recurso. Uno que podía utilizar. Algo que no necesitaba de la magia o de sus dos manos para poder ser usado.

Ese algo, era un objeto que se hallaba oculto bajo la chaqueta de Keiko, guardado en una pistolera de cuero de color marrón.

Solo tenía que sacarlo, apuntar a su rival y apretar el gatillo.

Tenía el tiempo justo, Lanza dio un salto hacia atrás, listo para ejecutar el ataque que antes casi dio en el corazón de Vaan. La muchacha disfrutó con la cara de incredulidad que se le quedó a Lanza cuando sacó la pistola del interior de su chaqueta y disparó.

El hombre tuvo que detener su ataque de forma obligatoria. No estaba dispuesto a ser humillado por una simple arma de fuego. Ni hablar.

Se preparó para detener la bala con su lanza y lo hizo con éxito, pero cuando se quiso dar cuenta, recibió un fuerte golpe en el pecho. Miró y comprobó que la muchacha estaba a escasos milímetros de él y empuñaba su Llave Espada.

Jaque Mate —fue lo que dijo Keiko.

Logrando retirarse a duras penas debido a la falta de oxígeno provocado por el fuerte golpe, Lanza retrocedió. ¿Jaque mate? ¿Qué demonios decía esa chiquilla? ¡Aquella era la mejor batalla que estaba teniendo!

Entonces un “Bip, bip” se escuchó proveniente del oído de Lanza.

L-Lanza al habla... —escuchó durante varios segundos, mientras hablaba con dificultad—. ¿Qué...? —miró con furia a Keiko, mientras trataba de recuperar el aliento—.Tienes suerte... niña. Pero te juro... que la próxima vez que... nos veamos no tendrás... ni una sola oportunidad

Tirando un objeto esférico al suelo, la zona quedó inundada en una niebla tan densa que les impidió ver nada hasta que finalmente se despejó, y con ella, los sincorazón.

La muchacha se dejó finalmente caer al suelo del cansancio, y suspiró. Ahora que no podía usar magia, tenía que intensificar su entrenamiento. Tras descansar un poco, se acercó a Vaan, quien tenía una herida muy fea en su ojo derecho.

Vaan… lo siento… es mi culpa… por mi culpa… —la culpabilidad que sentía la muchacha era sincera y se podía percibir en sus palabras—. Sé que… no tengo derecho… pero… ¿quién eres realmente? ¿Por qué conoces la existencia de la Llave Espada?
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Y el de ella, es Azathoth

Notapor Zee » Dom Ene 31, 2016 9:01 pm

...ven.

>>Azathoth.


La sangre que emanaba de sus dedos se extendió con un chasquido, formando caminillos y puentes sobre el vacío; la silueta carmesí se sacudió y latió como si estuviera viva, mientras continuaba creciendo a una velocidad vertiginosa. Alcanzó casi los cuatro pies de longitud cuando finalmente delimitó la familiar figura de una Llave. Y entonces, se disipó.

Detrás de sí dejó el mismo Llavero con el que Xefil había liberado a Jessamine/Némesis. En algunos detalles, como el diseño de algunas partes y el color de otras, se parecía a lo que solía ser su Danza de la Demencia.

La empuñadura era diferente por completo: era de color gris, redonda, como la de una espada cualquiera; el guardapuño —doble, como el de toda Llave— estaba hecho de una madera tratada, muy brillante, que recordaba a las alas de la Bruja. La hoja, por otro lado, era igual de sencilla que la de la versión pasada: delgada, negra obsidiana, con huecos cortados en el metal para disminuir el peso. La punta era, tal vez, lo más difícil de explicar: la llave poseía un filo circular, adherido al cuerpo por medio de una pieza carmesí en forma de “V” con un engranaje en su centro. Y encima del filo, sujetos a la nada, colgaban cinco afilados cristales del mismo color rojo, iguales a la versión en miniatura que colgaba del llavero.

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Lo único decepcionante era que no podía dividirse en dos dagas, pensó Xefil. Pero bueno, al fin y al cabo, ya tenía otras dos metidas en el cinturón —o en el suelo—; no era como si se tratara de una gran pérdida.

El joven sonrió levemente, orgulloso de haber encontrado una fuerza renovada en su interior. Despegó sus ojos de su nueva arma y los dirigió al frente, donde Lanza Infalible todavía esperaba con su arma en alto. Keiko se hallaba en el suelo, derrotada; pero a parte de una herida en su mano, la cual Xefil no alcanzaba a distinguir bien, la Aprendiza parecía estar relativamente a salvo. Haber terminado tan cansada y afligida, al menos, era lo peor que le había ocurrido.

Después vino el disparo. La pistola que Keiko sostenía en su mano sana salió de la nada; la bala tomó por sorpresa a Lanza Infalible, quien apenas logró desviarla con un muy afortunado bloqueo con su hoja. Xefil no desaprovechó la oportunidad que aquello suponía, por lo que se echó a correr en dirección a su enemigo, sujetando a Azathoth con decisión.

La carne iba a ceder bajo los cristales como si fuera mantequilla.

Jaque Mate.

Keiko hizo su declaración triunfante y Xefil separó su nueva arma de la espalda de su enemigo. Ni siquiera había alcanzado a hacer contacto, se había detenido a sólo un par de pulgadas cuando contempló cómo la Llave-Espada de Kei se hundía con fuerza en el pecho de Lanza Infalible. El mercenario fue empujado hacia atrás y casi al instante empezó a ahogarse, por lo que clavarle cinco espinas en la espalda bien podría haber sido un golpe letal.

Y no sabía si estaba listo para eso todavía…

Xefil se hizo para atrás, intentando él también regularizar su respiración. Se limpió la sangre de la cara con su guante, a la par que Lanza Infalible intentaba decirle algo a Keiko. Todavía tosía entre palabras y sus amplias bocanadas producían un —extrañamente agradable— silbido; se había doblado hacia adelante y tenía una mano sobre la herida. ¿Era posible que Keiko le hubiera roto alguna costilla o el esternón? Por alguna razón, su otra mano estaba puesta sobre su oído.

Mierda.

Antes de que Xefil corrigiera la situación y le arrebatara el teléfono al enemigo, éste se metió la mano al bolsillo y sacó una pequeña granada de impacto. Por reflejo, el joven se cubrió el rostro con un brazo y detuvo su avance; pero en lugar del destello y la explosión que esperaba, sólo hubo un montón de humo.

Una bomba de humo, gracias al cielo. Menos mal que no se trataba de ningún ataque suicida. No podía importarle menos que el oponente hubiera desaparecido cuando por un segundo había considerado la posibilidad de estallar en pedazos.

Keiko se dejó caer el suelo; no pudo verla con claridad, pero Xefil siguió el sonido que su Llave-Espada había hecho al rebotar contra el suelo. No la tenía más que a unos pies de distancia, pero el humo era tan denso que ver más allá de tres metros era prácticamente imposible.

Dejó salir un suspiro, indicándole tanto su presencia como su alivio.

Vaan… lo siento… es mi culpa… por mi culpa… —se excusó la chica, encogiéndose más en su sitio. La voz le temblaba, como si estuviera a nada de echarse a llorar.

¿Esto? —se llevó la mano al párpado. Seguía sangrando, pero parecía ser menos que antes—. He tenido peores. Um… tacha eso, no sé si he tenido peores, pero he visto peores. A este tío le arrancaron un brazo y a una amiga la abrieron por la mitad como si fuera un...

Probablemente no era el mejor momento para discutirlo.

B-bueno, eh… nada que una Poción no arregle. Y de todas formas, ¿sabías que los párpados poseen increíble capacidad de regeneración? No necesitan suturarse; de hecho, lo empeora. Es mejor dejarlos en paz y no dejan cicatriz.

Sonrió; por primera vez en los dos días anteriores, de forma sincera. Si aquello y un montón de datos innecesarios podían hacer sentir mejor a Keiko, entonces lo haría sin rechistar. Lo menos que quería era que la chica se sintiera culpable cuando, en realidad, debía sentirse orgullosa.

Si no fuera por la situación que se les había presentado, Xefil no habría reutilizado sus dones. ¡Y ahora tenía un nuevo llavero!

Sé que… no tengo derecho… pero… ¿quién eres realmente? ¿Por qué conoces la existencia de la Llave Espada?

El chico parpadeó varias veces, intentando asimilar el impacto de la pregunta. Uf, ¿qué iba a decirle? ¿Tenía que explicarle… cuánto? Probablemente sería bueno no mencionar a Hikaru, y probablemente tampoco a ningún Aprendiz. ¿Podía empezar con su mundo de origen? No, no era importante… Tal vez si le decía una misión importante en la que hubiera participado… ¿Cortés? ¿Ahren?

Ah. La simplicidad siempre era mejor.

Xefil. Y eh... —levantó a Azathoth, para que Keiko pudiera verla y entender que el arma era del mismo tipo que la de ella—. Kazuki solía entrenarme.

>>Um… solía tener una vaca gigante que volaba…. pero ya no. Y… yo fui el sujeto del disco de Abraxas, si eso tiene sentido para ti.... También me colgaba de cabeza por los pasillos de Tierra de Partida de vez en cuando.
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Re: [Castillo de Bestia] Re: Start

Notapor James Bond » Dom Ene 31, 2016 9:03 pm

Vaan empezó a soltar un enoooorme rollo de tecnicismos que le hacía parecer un médico, y el cerebro de Keiko empezó a rallarse de mala manera. Así que simplemente asintió a todo lo que dijo el chico mientras no entendía absolutamente nada.

Finalmente, obtuvo la respuesta a la pregunta que le planteó.

Xefil. Y eh... —respondió el chico mientras levantaba su arma, presumiblemente una Llave Espada—. Kazuki solía entrenarme.

>>Um… solía tener una vaca gigante que volaba…. pero ya no. Y… yo fui el sujeto del disco de Abraxas, si eso tiene sentido para ti.... También me colgaba de cabeza por los pasillos de Tierra de Partida de vez en cuando.


Xefil… lamento tener que decírtelo pero… —la muchacha cerró los ojos y no pudo evitar soltar lágrimas mientras apretaba su puño sano de pura rabia— Kazuki murió.

La cara de Xefil lo decía todo. No se creía aquella noticia, deseando que no fuera cierto.

Fue hace varias semanas. Tierra de Partida fue atacada por un gigantesco ejército sincorazón y uno enorme al que le llamamos Alfa. Resulta que el castillo tiene su propio mecanismo de defensa para situaciones críticas como esta. Visitamos la otra cara de Tierra de Partida: el Castillo del Olvido.

La muchacha se paró un momento para tomar aliento y continuar.

Solo había una forma de evitar que nuestro hogar fuera devastado: teníamos que encontrar dos fragmentos de una Llave Espada: el fragmento de luz, oculto en el sótano; y el fragmento de oscuridad, situado en lo más alto. Por último, teníamos que conseguir otro juego nuevo de cadenas. ¿Sabías que las cadenas que surgen de las torres más altas del Castillo no son mera decoración? Fueron creadas por Zephyr, un Maestro que vivió mil años atrás, y son un potente escudo contra los sincorazón.

La muchacha hizo otra pausa.

Aprovechando que estábamos siendo asediados, Bastión Hueco acudió a nuestro hogar, desconozco con que finalidad, pero… el caso es que hubo una tregua. Se formaron tres grupos: uno fue a los sótanos, el otro se encargó de llegar a lo más alto del Castillo y el otro… viajó al pasado a través de un portal del tiempo que Chihiro —apretó los dientes de rabia al recordar a aquella mujer, gran parte de lo ocurrido era su maldita culpa— abrió. Yo bajé a los sótanos junto a Light, no sé si le conocerás, y otros más.

De nuevo, otra pausa más.

Una vez en lo profundo del sótano, nos tuvimos que enfrentar a Nithael, un ángel guardián de Tierra de Partida que llevaba mil años encerrado en aquel sitio. Aunque su reminiscencia nos había ayudado, su verdadero yo no estaba muy cuerdo. Finalmente, Malik, un aprendiz de Tierra de Partida y yo, cogimos el fragmento de luz de la Llave y salimos por patas. Cuando llegamos al vestíbulo, y sin poder hacer nada por evitarlo, el Alfa acabó con la vida de Kazuki.

Una nueva pausa, esta vez algo más larga, para que Xefil pudiera asimilar todo el torrente de información que Keiko estaba soltando.

El grupo que subió a lo más alto también llegó poco después de nosotros, y tras ellos, los que se quedaron en el sótano para devolver la cordura a Nithael, junto a este. Nithael unió los dos fragmentos y acabó con todos los sincorazón, incluyendo el Alfa. Pero no tuvimos tiempo para celebrar la victoria, un enemigo llamado Aaron nos atacó, y se llevó a Chihiro, junto a él había otro chico más de aspecto gitano con coleta, no recuerdo ahora mismo su nombre.

Keiko estaba a punto de llegar al final de la historia. Se tomó otra pausa más.

Justo cuando fuimos atacados por Aaron, de la nada, Iwashi apareció y nos salvó, provocando que este ser despreciable se retirase. Poco después, Yen Sid nos informó que… Villa Crepúsculo… mi hogar… había sido destruido por los sincorazón. Y tras esa noticia, finalmente, los aprendices logramos que ambos bandos firmaran la paz de forma definitiva.

La muchacha miró con ojos tristes al muchacho.

Xefil… si quieres llorar… no te contengas —le dijo la joven.
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Buenas y malas noticias

Notapor Zee » Dom Ene 31, 2016 9:03 pm

Xefil… lamento tener que decírtelo pero…

>>Kazuki murió.


¿Kazuki...?

Azathoth desapareció de golpe, encogiéndose en la misma silueta sangrienta de donde había salido.

¿Estás segura de eso? Porque...

Se le hizo un nudo en la garganta y no pudo continuar. Se sentó en el piso, con las piernas cruzadas, después de que un peso inmenso le hiciera mella en el estómago y un sabor metálico hiciera presencia en su boca.

Dejó salir una carcajada amarga.

Claro que estás segura. Esa clase de cosas no… Con esa clase de cosas no hay… equivocación.

Tragó saliva. De alguna forma, había pasado de sentirse aliviado a sentirse… ¿cómo describirlo? ¿Vacío? No, dentro de él se acumulaba rápidamente algo oscuro, pesado, asfixiante, como miasma. Algo que le recordaba de golpe todas las desgracias que había visto pasar, aquellas que había vivido, y le hacía pensar que muy probablemente había muchas otras por venir. Que sus esfuerzos por proteger a la gente que quería eran en vano, pues la gente moría y sufría de cualquier forma.

Y se sentía extrañamente solo. Como si el mundo que había dejado detrás fuera uno completamente diferente. Como si se hubiera alejado por decenas, docenas, de años.

¿Puedes decirme qué ocurrió? —pidió Xefil, intentando que su voz no saliera en forma de un murmullo.

Eso hizo Keiko, entonces. Se propuso contarle todo lo que había pasado en Tierra de Partida desde su ausencia. Escuchó las historias sobre el Castillo del Olvido, sobre Nithael, sobre Aaron, Chihiro y Andrei. Sobre cómo Iwashi había vuelto. Sobre cómo VIlla Crepúsculo había desaparecido de la faz del universo. Sobre cómo Tierra de Partida y Bastión Hueco habían lidiado con la pelea más grande desde que él había sido reclutado como Aprendiz.

Sobre cómo había habido paz.

Xefil… si quieres llorar… no te contengas —Fue lo que Keiko le dijo en cuanto terminó su resumen. El joven, a manera de respuesta, sacudió la cabeza en una energética negación. Aunque sus ojos no estaban siquiera vidriosos, apartó la mirada: aún así no quería exponer su tristeza en frente de alguien que, pese a todo, seguía siendo una desconocida.

Es raro… No quiero llorar —dijo él con amargura—. Supongo que… porque no estuve allí. O porque no he visto a mi Maestro en meses. Yo qué sé. No me siento tan triste como debería; sólo me siento...

No pudo terminar la frase, puesto que no sabía qué palabra la completaba. Se encogió de hombros y volvió a mirar a su compañera.

Gracias por decirme eso. ¿Al menos tuvo un buen funeral? Sé que no hay cuerpo que enterrar pero... —apretó los dientes—. Creo que a él no le importaría. Descansaría más tranquilo. Dormir era una de sus actividades preferidas.

Luego hizo otra pregunta, una que se le vino a la mente en cuanto Keiko mencionó que Villa Crepúsculo ya no existía. Pese a que dos rostros importantes aparecieron en su cabeza, no quiso interrumpir el ritmo que la joven Aprendiza llevaba en su narración.

¿No sabrás si… alguno de los otros Aprendices de Villa Crepúsculo…? —”murió”—. Digo, conozco Light. Y Nadhia era… es… muy importante para mí.

>>No sé cómo me sentiría si alguno no estuviera a salvo, pero me imagino que… sería mucho peor.
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Re: [Castillo de Bestia] Re: Start

Notapor James Bond » Dom Ene 31, 2016 9:05 pm

Es raro… No quiero llorar —respondió Xefil con voz amarga—. Supongo que… porque no estuve allí. O porque no he visto a mi Maestro en meses. Yo qué sé. No me siento tan triste como debería; sólo me siento...

Xefil no dijo nada más, cortó así la frase. Pero la chica intuía lo que quería decir.

Gracias por decirme eso. ¿Al menos tuvo un buen funeral? Sé que no hay cuerpo que enterrar pero… Creo que a él no le importaría. Descansaría más tranquilo. Dormir era una de sus actividades preferidas.
Celebramos un funeral en la Necrópolis de la Llave Espada, todos los Maestros de ambas Órdenes, así como la mayor parte de aprendices, estuvimos presentes en su funeral.
¿No sabrás si… alguno de los otros Aprendices de Villa Crepúsculo…? Digo, conozco Light. Y Nadhia era… es… muy importante para mí.

>>No sé cómo me sentiría si alguno no estuviera a salvo, pero me imagino que… sería mucho peor.

Ambos siguen vivos, Light entrena más que nunca, está decidido a ser Maestro y se ha inscrito para el examen, no se habla de otra cosa en Tierra de Partida… Oh, por cierto, también conseguimos una Maestra nueva además de Iwashi: Fatima Laforet, y creo que se lo merece, estuvo defendiendo el vestíbulo de los ataques de los sincorazón para conseguirnos tiempo… Oye, Xefil… ¿por qué te escondes? ¿Qué te impulsó a hacerlo? Tierra de Partida te necesita, Xefil, más bien, necesitamos la ayuda de todos con la amenaza de Aaron bien presente.
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¿Explicaciones o excusas?

Notapor Zee » Dom Ene 31, 2016 9:05 pm

Ambos siguen vivos —Una parte de su peso desapareció; y como si hubiera estado aplastando un pulmón, Xefil se dio cuenta que una vez éste se había liberado, pudo respirar con un poco más de tranquilidad—, Light entrena más que nunca, está decidido a ser Maestro y se ha inscrito para el examen, no se habla de otra cosa en Tierra de Partida…

>>Oh, por cierto, también conseguimos una Maestra nueva además de Iwashi: Fatima Laforet, y creo que se lo merece, estuvo defendiendo el vestíbulo de los ataques de los sincorazón para conseguirnos tiempo…


Aquellas dos noticias lo tomaron tan de sorpresa como las anteriores. Lo diferente fue que éstas lo llenaron de alegría y orgullo. Y un poquito de celos también: ¿con que Light ya iba a conseguir su título, eh? Bueno, no era como si no se lo mereciera. Y Fátima… quién iba a pensar que la chica cuya astucia y liderazgo había admirado tanto en aquellas contadas misiones que habían compartido, que ella en particular iba a terminar siendo Maestra. Era increíble.

Aunque unos minutos atrás lo hubiera pensado imposible, se le escapó una sonrisa.

Oye, Xefil… ¿por qué te escondes? —El mundo a su alrededor pareció sufrir una sacudida. La pregunta se sintió como un puñetazo en el estómago—. ¿Qué te impulsó a hacerlo? Tierra de Partida te necesita, Xefil, más bien, necesitamos la ayuda de todos con la amenaza de Aaron bien presente.

No me estoy escondiendo —se defendió él—. Sólo salí… por un largo rato… y muy lejos… sin muchas intenciones de regresar pronto —Hizo una mueca al pensar que muy posiblemente esa definición cuadraba con el concepto que Keiko y el resto de Tierra de Partida tenían de “esconderse”. Lo siguiente lo añadió en voz baja, como si le diera vergüenza decirlo—: Ronin viene de vez en cuando a la taberna. Si me estuviera escondiendo, hubiera elegido un mejor lugar.

Aunque, por si las dudas, no se pasaba por el lugar. Especialmente de noche.

Tenía que poner algunas cosas en orden y… solía pensar que, hasta entonces, podría lastimar a alguien. Y no quería arriesgarme a herir a alguien a quien le tengo tanto cariño...

¿Estaba hablando de alguien en particular?

Estar solo me ayudó. No usar la Llave también. Pensé muchas cosas, durante mucho tiempo, y pude comprender mucho de mí mismo. Mucho, durante… un largo rato. Hasta conseguí un eidolón, ¿sabes?

>>Es sólo que no quería que me vieran en lo que pudo convertirse en mi peor momento.


A su mente regresó el último día que había pasado en Tierra de Partida. El día que despertó y, al verse al espejo, contempló cómo mechones de su cabello habían perdido su color, tanto que incluso lucían… rubios. Cómo sus ojos resplandecían como dos rubíes. Y cómo había… sonreído.

Es por eso que me fui. Además, no creo que las cosas sean muy diferentes en mi presencia —Encogió sus hombros—. ¿O pretendes decirme que una horda de Sincorazón destrozó el castillo y se comió un mundo sólo porque Xefil se perdió su entrenamiento?
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Re: [Castillo de Bestia] Re: Start

Notapor James Bond » Dom Ene 31, 2016 9:09 pm

No me estoy escondiendo —argumentó Xefil en su defensa—. Sólo salí… por un largo rato… y muy lejos… sin muchas intenciones de regresar pronto. Ronin viene de vez en cuando a la taberna. Si me estuviera escondiendo, hubiera elegido un mejor lugar.

Aquella información hizo que la imagen que tenía Keiko de Ronin bajase como la espuma.

Tenía que poner algunas cosas en orden y… solía pensar que, hasta entonces, podría lastimar a alguien. Y no quería arriesgarme a herir a alguien a quien le tengo tanto cariño...

Keiko creía estar entendiendo lo que Xefil quería decirle, así que le dejó proseguir.

Estar solo me ayudó. No usar la Llave también. Pensé muchas cosas, durante mucho tiempo, y pude comprender mucho de mí mismo. Mucho, durante… un largo rato. Hasta conseguí un eidolón, ¿sabes?

>>Es sólo que no quería que me vieran en lo que pudo convertirse en mi peor momento.


Es por eso que me fui. Además, no creo que las cosas sean muy diferentes en mi presencia —Encogió sus hombros—. ¿O pretendes decirme que una horda de Sincorazón destrozó el castillo y se comió un mundo sólo porque Xefil se perdió su entrenamiento?

Aquello hizo que Keiko se riese, por primera vez desde que se conocieron. La chica rió durante un rato, no fue muy largo, pero fue lo suficiente como para que la chica llorase de la risa.

¡Sí, claro! ¡Fuimos atacados por que tú no estabas! —decía la chica con ironía, sin poder dejar de reir—. Claro que no, Xefil. Pero, dime… ¿no quieres volver? ¿No quieres volver a Light y Nadhia? Apenas he hablado con ella, y Light no te mencionó, pero si érais muy amigos, seguro que se alegran de volver a verte.

Keiko se acercó a Xefil y le ofreció su mano sana.

Es hora de volver a casa, ¿no crees, Xefil?

---


Una vez de nuevo en Tierra de Partida, sin Xefil pues el muchacho rechazó la oferta, Keiko se dirigió a la enfermería, donde un moguri atendió y curó la fea herida que Lanza Infalible había hecho a Keiko, sin embargo, la maldición que anulaba su capacidad para usar magia seguía presente.

Usaron panáceas, usaron Esnas, pero la maldición seguía estando presente. Con la descripción que Keiko dio del arma que le provocó ese estado alterado prácticamente incurable con objetos y magia, se descubrió que aquella lanza se llamaba Gáe Buidhe, un arma forjada con la característica de anular los circuitos mágicos de cualquier usuario de la magia, tal como afirmó Lanza.

Y tal como Lanza Infalible dijo, Keiko solo podría recuperar su capacidad mágica si destruía aquel objeto. Pero estaba segura de que su enemigo no sería tan tonto como para sacarlo a relucir ahora que ella sabía aquello.

Con su habilidad mágica anulada por completo, Keiko tenía que empezar un nuevo tipo de entrenamiento para compensar la pérdida de sus habilidades. Quien sabe cuando volvería a encontrarse con Lanza, pero se aseguraría de que en el próximo duelo, le rompería su Gáe Buidhe.


---


Lanza Infalible estaba más excitado que nunca. A pesar de que por primera vez había fallado, se había encontrado con un par de formidables adversarios a los cuales merecía la pena derrotar.

Cuando derrotó a su enemigo, un montón de número binarios se desvanecieron en el aire. Lanza escupió al suelo. Estaba harto de aquellos patéticos entrenamientos de realidad virtual. Por muy poderoso que fuera el enemigo que cargasen, no le costaba mucho acabar con él, pues la resultaba fácil predecir su patrón de movimientos.

Tras acabar con varios enemigos más, salió de aquella sala y se dirigió a beber un poco de agua. Se tocó el pecho, donde la chica le había golpeado fuertemente. Muchos considerarían aquello una deshonra para alguien con un historial como el suyo, pero para él era un recuerdo magnífico de un rival formidable.

Un chico de pelo albino y ojos esmeralda entró en la sala a la vez que Lanza salía. Ambos se detuvieron bajo el marco de la puerta.

Tu hermana es muy buena, no me extraña que estos la quieran.
No es mi hermana.
Que ahora seas un incorpóreo eso no niega vuestros lazos de sangre..
No tengo hermana.

Con esas palabras, el albino se alejó de Lanza a paso ligero, dejando al mercenario solo.

Je, pues bien que la protegiste la otra vez..

Spoiler: Mostrar
Yyyy fin por mi parte. Decir que ha sido un placer rolear con Zee, poder avanzar más en la historia de mi personaje y presentar a un enemigo que dará bastantes problemas a Keiko, como ya se ha podido comprobar.
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