[Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Encuentro de Niko y Light

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[Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Light » Dom Oct 09, 2016 11:01 pm

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CRONOLOGÍA


Light: [Port Royal] Ragun se emborracha antes del examen de Maestro > este encuentro
Nikolai: este encuentro > Frutibol Cup

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Todo comenzó con la llegada de una carta.

Un moguri mensajero le hizo llegar una carta que le había escrito su abuela. Supo gracias a ésta que le necesitaba para que le ayudara con una mudanza. Los hechos recientes en Villa Crepúsculo la obligaron a trasladarse a Ciudad de Paso, al igual que otros muchos afortunados que sobrevivieron a la caída del mundo.

Y más afortunada era Ágatha porque un viejo amigo suyo le había ofrecido su casa, un tal Souchiro. Ahora necesitaba que Light le ayudara a hacer algo de limpieza y colocar algunos muebles.

«Y me pregunto, ¿no puede arreglárselas con su magia?», conociéndola, seguro que requería de su presencia por otro motivo.

Light en aquellos momentos viajaba por el intersticio, montado en su Llave Espada transformada. Había viajado ya tantas veces a Ciudad de Paso que se sabía el camino de memoria, podría incluso ir con los ojos cerrados —aunque por si las moscas no lo probaría—.

Para aterrizar en el mundo de forma segura empleó un truco que había aprendido con Fátima; desde que los Villanos Finales se habían asentado allí los Caballeros ya no eran bien recibidos. Se metió dentro de un carguero de la Federación Galáctica, una nave que no llamaba nada la atención en la ciudad. En especial aquellos días, desde la llegada de los refugiados de Villa Crepúsculo se necesitaban más alimentos y medicinas.

La abandonó en cuanto aterrizó, tomando la apariencia perruna para que ningún enemigo suyo le reconociera. Ser afín a Luna tenía sus ventajas, aunque éstas eran escasas.

«Nunca me descubriréis», sonrió mientras pasaba al lado de dos soldados que servían al alcalde de la ciudad, el malvado Mateus.

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Se paró en seco, en medio de una plaza. Ya estaba en Ciudad de Paso, así que ahora le tocaba buscar la nueva casa de su abuela. Pero… ¡diantres! Acababa de caer en que ella no le había dado su localización, parecía que se le había olvidado.

«¿En serio? ¿Me toca buscarla por toda la ciudad? Ya le vale».
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Drazham » Dom Oct 09, 2016 11:11 pm

Ciudad de Paso. Parecía mentira que desde aquel fatídico día lluvioso, en el que su monótona vida dio un ridículo giro que se la cambió por completo, no hubiese vuelto a pisar su viejo hogar.

Mismos distritos, mismas calles, pero no con las mismas gentes que solían frecuentarlas. En lo primero que reparó Nikolai al poco de llegar a su mundo natal es que el exterior podía ser el mismo. El “interior”, bueno… solo había que fijarse en que el número de guardias que patrullaban se había disparado, obra del infame gobernante que ahora controlaba la ciudad.

Por fortuna, sus andanzas como Portador no eran tan conocidas para que los hombres de Mateus lo relacionasen con la Orden, además de que ser vecino de los alrededores le resguardaba de sospechas. Jugaba con ventaja, por lo que pensó que no tendría problemas para cumplir el principal propósito de volver a casa: visitar a su madre.

Sin embargo, el destino acabó por torcerle los planes.

Espera, ¿cómo que estás ocupada?

Nikolai, con el móvil pegado a la oreja, resoplaba y andaba de un lado para otro del mosqueo que llevaba encima. Las noticias que traía Shanna al otro lado del teléfono le habían chafado por completo:

Trabajo, hijo. Me ha surgido un problema de última hora y me toca quedarme hasta muy tarde —le explicó con tono resignado—. Lo siento, Niko, pero vamos a tener que dejarlo para otro día.

A saber cuándo será ese “otro día”, mamá. He tenido que rogar para que me den hoy el día libre. —Chasqueó la lengua. Tras la batalla contra el Alfa, Tierra de Partida había quedado patas arriba y requería ipso facto de muchas manos para las reparaciones. Fue un milagro que los Maestros le permitiesen escaquearse hoy con la de trabajo que quedaba.

Lo sé, cariño. Lo sé —trató de consolarle su madre, aduladora—. Ya me imagino que estarás sin parar de un lado para otro en Bastión Hueco.

Nikolai abrió la boca, incapaz de articular palabra alguna por el nudo que se le formó en la garganta. Oh, sí, la idea de hacerle una visita a su madre era porque necesitaba hablar con ella de muchísimas cosas; una de ellas que Bastión Hueco ya no era la Orden para la que trabajaba.

Señor. De solo pensar en todo lo que tenía que contarle… Con tan solo una pequeña fracción era capaz de causarle un infarto a la pobre mujer.

¿Niko? ¿Hola? ¿Estás ahí?

Sí, perdona. Tenía la cabeza en otra parte. —Se apresuró en contestar, rascándose la sien—. ¿De verdad que no tienes algún rato para que quedemos?

Imposible. Y se supone que ahora mismo debería estar haciendo otras cosas. —Nikolai suspiró, dándose por vencido. Viendo que ya nada podía hacer, iba a despedirse de Shanna para que volviese a sus ocupaciones cuanto antes cuando la mujer dijo—: Pero no te preocupes, te he buscado a alguien para que no vinieses a Ciudad de Paso en vano.

«¿Qué?»

Niko abrió mucho los ojos y se quedó paralizado en el sitio.

¿Cómo… que me has buscado a alguien? —se atrevió a preguntar, frunciendo el ceño.

Como lo oyes. Y tranquilo, es un viejo conocido, aunque después de tantos años no me extrañaría que no te acordases de él.

Eso no es que lo tranquilizase del todo. Más bien, todo lo contrario. ¿Un viejo conocido? ¿Pero que se le habría pasado por la cabeza a su madre?

Mamá, me estás empezando a dar miedo. ¿Con quién demonios has hablado para que quede con él?

Ya te he dicho que no te preocupes. Es tan solo… un amigo de tu padre.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Light » Dom Oct 09, 2016 11:12 pm

Tras dar bastantes vueltas por la ciudad, en vano, optó por preguntar a Merlín, un viejo amigo de su abuela y sus padres. Deducía que él podría llegar a saber la localización de la nueva casa de Ágatha.

El viejo brujo le reconoció de seguida al verle con aspecto perruno —no era de extrañar, precisamente él había sido quien le había enseñado a transformarse— y le recibió bastante simpático. Light le dejó claro que no podía quedarse demasiado tiempo y le preguntó por la localización del nuevo hogar de su abuela. Tal como había sospechado, Merlín sabía dónde se encontraba, así que le dio las indicaciones necesarias; las calles que tenía que recorrer, el color de la fachada de la casa y alguna referencia para guiarse.

Le dio las gracias y abandonó a toda prisa el hogar del mago. Todavía no había revertido la transformación, así que continuó con su forma perruna hasta alcanzar la casa de su abuela. Para ello, fue al Distrito 1 y recorrió varias callejuelas hasta llegar a una zona de lo más recóndita.

«Veamos… tiene que tratarse de esta casa», de todas las que había a la vista era la que mejor encajaba con la descripción de Merlín. La fachada, amarillenta y vieja, indicaba que se trataba de un edificio bastante antiguo.

La puerta no estaba cerrada del todo, por lo que fue capaz de internarse en la casa.

Light no llegó a encontrar ni un solo mueble dentro, la casa estaba prácticamente vacía: solo había polvo por aquí y por allá. Aunque no era de extrañar, teniendo en cuenta que su abuela le había avisado para que le ayudara con su mudanza.

La mujer, por cierto, estaba pasando la aspiradora en aquellos momentos. A pesar de que Light entró silenciosamente, sus reflejos le permitieron saber que alguien había entrado y se giró de inmediato.

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¡Fuera, chucho! —exclamó de mal humor, pensando que era un perro cualquiera de la calle. Se acercó al animal, con bastón en mano.

¡No, espera, soy Light!

La mujer abrió los ojos, sorprendida, y se detuvo en seco. Comprobó de primera mano cómo Light deshacía la transformación y volvía a ser el mismo de siempre. La anciana esbozó una amplia sonrisa.

Qué sorpresa. Se nota que cada vez eres más diestro con la magia. —Ágatha se apresuró a cerrar la puerta de su casa—. ¿Cómo te va? Te veo bastante bien.

Pues tirando. ¿Y a ti? He venido por tu mensaje, necesitas que te ayude con la mudanza, ¿verdad?

En efecto, necesito tu ayuda. —Asintió lentamente y habló en voz más baja a partir de ese momento—. Podría hacerlo con mi magia, pero prefiero no arriesgarme a llamar la atención. En este mundo especialmente, ya que los Portadores no somos bien recibidos y prefiero no levantar sospechas. —Volvió a sonreír—. Y así veré cuánto te has fortalecido.

De acuerdo. Por cierto, ¿te resultaba muy difícil ponerme la dirección en la carta? He perdido bastante tiempo en buscarla. —Puso una mueca.

Al escuchar su queja, Ágatha no pudo evitar soltar un suspiro, ligeramente decepcionada.

Eres un ingenuo si no entiendes por qué no la he puesto. ¿Y si la carta por un casual cayera en manos de los Villanos Finales y descubrieran que me estaba poniendo en contacto con un Portador? Con uno que no es muy bienvenido en Ciudad de Paso, por lo que he oído de algunos soldados. —Light apretó los labios.

Si, se había metido en bastantes líos en Ciudad de Paso, y el mismísimo Mateus, el alcalde, le conocía de hecho. Había perdido la cuenta de las veces que había tenido que huir tras encontrarse con alguien de aquel grupo malvado; sin ir más lejos, Fátima y él habían escapado no hace mucho de Kefka y Rubicante —en el Reaper’s Game de Andrei— y de unos soldados —otro día posterior al juego de Andrei—.

Ágatha le dio la espalda y comenzó a andar con lentitud hacia una puerta.

Esperaba que preguntaras por la dirección a algún amigo mío como Merlín.

Sí, así hice. —Se rascó la sien.

Bueno, vayamos al grano. Todos los muebles están en el patio trasero. —Le señaló la puerta que daba a dicho patio—. Espero que hayas desayunado bien, porque te espera una dura faena.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Drazham » Dom Oct 09, 2016 11:19 pm

Un amigo —repitió con tono de suspicacia, mirando de reojo el móvil—. De papá.

Correcto. —Nikolai puso una expresión huraña y se rascó la sien. Vale, esto cada vez le parecía más extraño. ¿A qué cuento le había organizado su madre un encuentro con un supuesto amigo de su padre? El caso es que Shanna debió imaginarse que el chico no estaría muy conforme al no contestar y resopló—. Hijo, no me hace falta tenerte delante para saber que estás poniendo esa cara de desaborido cuando no estás conforme con algo.

Yo no estoy poniendo cara de nada —protestó. Mentira, sí, pero… Demonios, qué rabia le daba cuando su madre hacía eso.

Bueno, deja de enfurruñarte y escucha: ya te he dicho que es un viejo conocido que venía de visita de vez en cuando. Si hasta se acordaba siempre de ti y te traía algún regalo cuando no eras más que un chiquillo.

Nikolai puso los ojos en blanco al no servirle de mucho la explicación de su madre. Anda que no habrían pasado años si él no era más que un crío.

¿Un nombre sería mucho pedir?

Eres de lo que no hay, hijo mío —se quejó la mujer—. Vamos a ver, ¿de verdad que no te acuerdas de Edward? ¿Edward Zondaik?

Nikolai arrugó el entrecejo y se llevó la mano al mentón. Le costó lo suyo, pero al escuchar el nombre, su mente reaccionó y comenzó a darle vueltas, intentando enlazarlo con algún fragmento de su memoria. De una cosa estaba seguro, y es que ese nombre lo había escuchado antes en alguna otra parte.

Algo me suena —espetó, inseguro—. Más o menos…

Pues te va a estar esperando en el Distrito 1, y ni se te ocurra decirle que no te acordabas de él. No se va a quedar mucho tiempo en Ciudad de Paso y me dijo que le hacía ilusión volver a verte.

¡Qué! —saltó de inmediato—. ¡Oye, mamá, espera un…!

Lo siento, Niko, pero tengo que volver ya al trabajo. No tardes en ir y pasáoslo bien, ¿vale? —Shana ni siquiera le dejó responder con lo rápido que hablaba—. Un beso, hijo. ¡Ya hablaremos!

Y con eso dicho, colgó. Nikolai se quedó petrificado, todavía con el móvil en la oreja y con cara de idiota. Su primer impulso fue el de rugir de exasperación. En un intento de recuperar el control, se pasó la mano por la cara y comenzó a repetirse a sí mismo mentalmente que iba a matar a su madre en cuando la viera.

De todas formas, ya estaba hecho. Tenía una cita con el tal Edward ya acordada y no había manera de escaquearse. Lo mismo, en cuanto le viese la cara se acordaría del hombre. Además, ¿cómo y cuando llegó a tener contacto su madre con él después de tantos años sin verle?

***


Un agradable sentimiento de nostalgia le recorrió el cuerpo en cuanto llegó a la plaza principal del Distrito 1. Volver a ver los múltiples carteles luminiscentes de los establecimientos del lugar y la orfebrería llevada por los moguris le hacía sentirse mejor consigo mismo después de haberse pasado tantos meses sin visitar su hogar.

El distrito estaba tal y como lo recordaba, siendo el más bullicioso de todos. Bueno, quizás más de lo normal. Nikolai observaba a la gente ir y venir por todas partes. Hizo una mueca al considerar todo lo sucedido con Villa Crepúsculo y en la enorme cantidad de supervivientes que llegaron. A Ciudad de Paso le esperaba una larga temporada de gestiones para controlar todos los registros de ciudadanos nuevos y los cargamentos de suministros necesarios.

«Al menos tienen un sitio al que venir después de perderlo todo.»

Sí, tenían uno, pero no creía que fuese el mejor de todos con su nuevo alcalde. Mateus podría ser todo lo considerado que quisiese con los recién llegados para mejorar su imagen pública, pero Niko bien sabía que clase de sabandija se escondía detrás de esa encantadora sonrisa plasmada en sus carteles electorales.

Le carcomía pensar que todas esas personas que escaparon de la muerte, que creían haber conseguido una segunda oportunidad, pudiesen ser potenciales sujetos para otra sesión de experimentación clandestina como la del Mundo Inexistente. Solo de recordarlo se le ponía la piel de gallina.

Resolló con resignación y se dijo a si mismo que nada podría hacer al respecto por el momento con todo el poder mediático en contra de los Portadores. Ahora mismo tenía otros asuntos en mano, como reunirse con el viejo compañero de su padre.

Que, por cierto, no sabía cómo iba a encontrar si ni se acordaba de su cara. Un ligero detalle que se le pasó por alto hasta ese momento. Bravo.

«Yo te mato, mamá», gruñó por lo bajo, mirando en derredor por si discernía entre la muchedumbre algún rostro conocido que le ayudase a reconocerlo.

Entonces, una mano férrea y firme se posó en su hombro y Nikolai pegó un respingo. Luego, una voz masculina se pronunció a sus espaldas:

¡Pero bueno! Hay que ver lo que has crecido, muchacho.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Light » Dom Oct 09, 2016 11:20 pm

¡Ya está! —exclamó, satisfecho.

En cuanto colocó la última estantería acabó la ardua tarea. Había ayudado a amueblar toda la casa de su abuela y naturalmente estaba agotado, pues no había parado ni un momento durante dos horas. Había sido como un entrenamiento.

Se dejó caer sobre una butaca y resopló. Su abuela, que le observaba mientras se acariciaba el mentón, sonrió.

No está mal, ni siquiera has necesitado tomar un solo descanso —indicó al mismo tiempo que se sentaba en una butaca contigua a la suya. Observó con cierta tristeza las estanterías vacías—. El día de la caída no pude salvar apenas nada. Todos los libros que tenía… —Cerró los ojos y no completó la frase—. Es una pena.

Lo importante es que salieras viva. Ya tendrás tiempo para llenar todas esas estanterías de libros. —Su abuela era una ávida lectora, al igual que Nadhia, así que no dudaba que para la próxima visita encontraría las estanterías más llenas.

Ágatha asintió.

Tienes razón. La vida está por encima de las cosas materiales. Y ahora que me he jubilado, tendré mucho tiempo libre —dijo Ágatha, no demasiado entusiasmada. Desde la destrucción de su ciudad se había mostrado más decaída y no había vuelto a ser la misma.

Que su abuela se jubilara no era noticia para Light, ya se lo había dicho con anterioridad. Después de la destrucción de Villa Crepúsculo, y por ende de su tienda, Ágatha había optado por dejar de trabajar. A su edad, ya no le animaba la idea de abrir un nuevo negocio allí. En su lugar, viviría con la pensión pagada por el gobierno —por los Villanos Finales, qué irónico— y con los ahorros que había logrado salvar.

Light se disponía a continuar con la conversación cuando escuchó un sonido explosivo que le sobresaltó. Procedía del exterior.

¿Qué ha sido…?

Espera, iré a ver —La anciana le detuvo con un gesto y empezó a acercarse a paso lento a una ventana para asomarse.

Pero antes de aproximarse del todo, la ventana de la casa estalló en pedazos: una criatura rojiza y voladora la atravesó. Light dedujo de inmediato por su forma (y por su emblema, como no) que era un Sincorazón, pero nunca se había enfrentado a aquella especie. Les observaba con sus ojos amarillos y maliciosos, preparado para fulminarles con su magia.

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Su abuela reaccionó rápido y golpeó el suelo con su bastón. Una barrera invisible —e ilusoria, aunque Light no se imaginaba esto— rodeó toda la casa, de esta manera nadie del exterior podría ver cómo eliminaban a ese Sincorazón.

Qué oportuno. —¿Lo estaba diciendo con ironía? Light materializó su Llave Espada y se puso en guardia—. Hay que eliminarlo rápido. Demuéstrame lo que sabes hacer.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Drazham » Dom Oct 09, 2016 11:23 pm

Lo que Nikolai se encontró al darse la vuelta tras escuchar esa voz, fue una cara que le decía muchas cosas con solo fijarse en ella. Tenía delante a un hombre de una edad cercana a la de su madre, con alguna que otra cana asomando por su pelo castaño, de rostro fino y con unos ojos azulados que le miraban con diversión.

Una cara que hizo aflorar recuerdos de que se remontaban de años atrás. Una cara conocida.

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Edward Zondaik dibujó una amplia sonrisa en sus labios en cuanto tuvo a Nikolai cara a cara.

Vaya, ¿tanto he envejecido para que no me reconozcas?

Oh, no, no… No era… —Nikolai se mordió la lengua en vista del ridículo que estaba haciendo con sus balbuceos—. Es solo que… lo siento, ha pasado mucho tiempo desde la última vez que te vi.

En esos momentos deseaba que la tierra se lo tragase de la vergüenza que estaba pasando. Tenía una sola cosa que hacer cuando estuviese delante de él y en cinco segundos ya había mandado a la porra la promesa que le hizo a su madre. Por no hablar de la impresión que le estaría dando al hombre.

Tranquilo, es comprensible —le dijo, dándole una palmada en el hombro. Luego se llevó la mano al mentón—. Han sido demasiados años sin vernos. ¿Cuántos exactamente? ¿Nueve? ¿Diez?

Nikolai boqueó y parpadeó un par de veces, perplejo. A decir verdad, sabía que habían sido muchos, pero fue escuchar las cifras que estimó Edward y darse cuenta de que no andaba desencaminado. Solo entonces, se acordó con exactitud de cuantos años pasaron.

Diez, sí —le confirmó con un susurro, entrecerrando los ojos.

Diez años que, poco a poco fue recordando, concordaban con el evento en el que coincidió y vio por última vez a Edward: el funeral de su padre. Era lógico encontrárselo allí, siendo un gran amigo de Gideon. Sin embargo, Nikolai no recordaba haber tenido mucho trato con él en aquella ocasión. Más bien, con nadie más salvo su madre, de la que no se separó en ningún momento.

De aquel día solo rememoraba con claridad de que estuvo derramando lágrimas, y llorando para sus adentros cuando sus ojos no podían más.

En fin, perdona no haberte saludado como dios manda. Me alegro de volverte a ver, Edward.

Niko se esforzó por apartar esos pensamientos del pasado y le tendió la mano a Edward, quien sonrió y se la estrechó con un buen apretón amistoso.

Lo mismo digo. Tu madre no ha parado de hablarme sobre ti últimamente, ¿sabes? Quería comprobar que había sido de ti. —Nikolai enarcó una ceja. ¿Que su madre qué? ¿Últimamente? Confundido tal cual estaba, tardó en darse cuenta de que Edward le estaba tirando del brazo—. Pero ya iremos contándonos nuestras anécdotas por el camino. Me gustaría que vinieses conmigo a hacer un recadito.

¡Oye, espera un…!

Pues no, no esperó para nada. En un visto y no visto, Nikolai se vio arrastrado por Edward, sacándole de la plaza principal del distrito y poniendo rumbo a una de las calles que conectaba con la zona residencial. No tuvo tiempo ni para rechistar o, más bien, no tuvo oportunidad de ello con el trote que llevaba el hombre. Lo único que pudo hacer fue resollar de agobio e intentar seguirle el ritmo para no trastabillar.

A saber qué idea tendría su madre cuando se le ocurrió todo esto, pero no tenía pinta de que los dos fuesen a tener una tranquila conversación en la cafetería más cercana.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Light » Dom Oct 09, 2016 11:26 pm

Light no esperó ni un segundo para agitar su Alma Inquebrantable y disparar una Brecha lunar que impactó contra el Sincorazón mago.

Su proyectil lunar le había dejado algo atontado, por lo que era su oportunidad para rematarlo. Light apretó los dientes, sujetó con mucha fuerza el arma y se preparó para ejecutar una de las habilidades más poderosas que había llegado a aprender, aunque todavía necesitaba perfeccionarla del todo.

«Si se trata de eliminarlo rápido, esta habilidad es perfecta».

Varios pétalos rosados se materializaron y Light desapareció del rango de visión del monstruo. Se disponía a propinar un tajo con velocidad pasmosa. Su abuela, por su parte, observó al SIncorazón y se puso tensa de inmediato. Algo iba mal.

«Zantet…».

Antes de que transcurriera un solo segundo, notó que algo le tiraba del brazo con una fuerza tremenda, obligándole a retroceder. Su ataque nunca llegó a producirse. Light, incrédulo, observó que ese “algo” que le agarraba era su abuela.

La anciana debía disponer de gran velocidad y reflejos, ya que había detenido un ataque tan pasmoso como Zantetsuken sin mucho esfuerzo. ¿La razón? Lo comprendió de inmediato al observar a su enemigo. Un aura calorífica le envolvía y había materializado de improvisto unas esferas ígneas que le hubieran calcinado de haberse acercado, ya que éstas rodeaban al Sincorazón.

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La antigua Maestra se colocó entre el aprendiz y el ser ígneo. Apuntó al enemigo con la palma de su mano y entonces liberó un hechizo. Ágatha materializó un arco constituido de pura oscuridad y después disparó una flecha mágica —una Flama Tenebrosa comprimida— que alcanzó a su objetivo. Éste se desintegró al recibir el flechazo y solo quedó el corazón cautivo, que se elevó hacia alguna parte.

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Pero en oscuridad


Nunca la había visto emplear un hechizo tan poderoso como aquel. Como mucho, ésta solo le había mostrado algún Piro o Hielo básico, nada parecido a esa Flama Tenebrosa comprimida.

Hace mucho que no usaba un hechizo como ése. ¿Veinte años, quizás? —expresaba mientras se masajeaba la barbilla. Se notaba que no se había visto obligada a defenderse de Sincorazón durante su retiro en Villa Crepúsculo—. Se nota que nunca te has enfrentado a uno de ese tipo, debí haberte advertido. Es muy peligroso acercarse, pues es propenso a protegerse con su elemento, el fuego —explicó—. Lo mejor es acabar con él a base de ataques a distancia.

Se nota que eres la experta. Por cierto, no sabía que… usabas hechizos oscuros.

Ágatha le observó con una ligera mueca, algo confundida.

¿Y pasa algo por eso? ¿No me estarás juzgando por el elemento? —Light negó rápidamente—. ¿Todavía no has aprendido? Te lo he dicho muchas veces, eso es lo de menos.

Ya, bueno… —Se rascó la sien. Aunque debía admitir que llevaba razón, seguiría siendo uno de sus elementos menos preferidos.

Tras unos pocos segundos, borró la mueca de su rostro y sonrió. Estaba orgullosa de su nieto adoptivo.

Has mejorado bastante, sin duda. Un montón. —Le agradó oír aquel comentario. Si lo decía una persona tan estricta como su abuela era por algo.

Supongo. —También sonrió.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Drazham » Dom Oct 09, 2016 11:28 pm

Pues al final sí que tuvieron conversación. Claro que tampoco fue la gran cosa: Nikolai tenía algunas dificultades para hablar entre la marcha a la que lo llevaba Edward y la falta de temas a sacar (era complicado ponerse a pensar con las prisas que había), pero al menos pudo sonsacarle que todos estos años estuvo viajando, yendo de un lado para otro atareado con su trabajo.

¿Qué cuál era? Lo más irónico de todo es que le sonaba que se lo comentó en alguna de sus visitas de hace años, pero no se acordaba. Así de deprimente. Ni se atrevió a preguntárselo por pura vergüenza.

Entonces, aprovechando ese momento que se quedó en blanco, Edward pensó que era su momento de las preguntas. Pero ingenuo de él, le bastó con formular una, sólo esa puñetera una, para cortar de sopetón el buen ambiente que el hombre quería mantener con toda la mejor intención.

En verdad, todo se fue al traste cuando Nikolai le dio la pertinente respuesta.

¿Cómo que has dejado el proyecto de tu padre?

La sorpresa de Edward fue suficiente para que se detuviesen, gracias a dios, abriendo mucho los ojos de lo perplejo que estaba. Nikolai ladeó la cabeza, incómodo. ¡Maldita sea! Era amigo de su padre, ¿por qué no se vio venir la dichosa preguntita?

No lo he dejado. Más bien, apartado durante una temporada —detalló, rascándose la sien.

Eso no terminó de conformar a Edward, torciendo la boca y mirando al chico con extrañeza.

Pero, ¿por qué? ¿Ha ocurrido algo? —De pronto, pareció percatarse de algo y se le acercó para bisbisearle—: Oye, no será por algún problema con tu nueva ocupación, ya sabes. Tu madre ya me ha puesto al corriente.

Niko se sobresaltó nada más darse cuenta de a qué se refería por “nueva ocupación”.

Oh, no, no. No tiene nada que ver con ellos. En serio. —Se apresuró a contestar, agitando las manos. Ahí decía la verdad, la Orden no tenía inconveniente alguno en que realizase por su cuenta investigaciones sobre los elementos. Si hasta Nanashi le alentó a pedirle consejo el mismo día que lo reclutó.

Nanashi. Ah, señor… fue pensar en ella y entrarle unas ganas horribles de esconderse en cualquier rincón de la ciudad a lamerse las heridas. Es más, de no ser por Edward habría invocado allí mismo el glider para largarse y darse cabezazos en otro lugar.

Pero antes de siquiera pensar en hacerlo, se paró un momento a escudriñar una cosa en la que no se había fijado hasta el momento.

»Oye, Edward, ¿qué es eso que llevas ahí?

Su dedo fue a señalar un curioso paquete de cartón, anudado por un par de cordeles de los que se estaba sirviendo el hombre para agarrarlo con una sola mano. Por un momento le pareció ver que Edward hizo una mueca escueta. ¿Se lo habría tomado como que quería dejar a un lado el asunto de su padre? A saber, pero al menos no insistió más y le siguió la corriente.

Hmmm, ¿esto? —Lo elevó y le dio un par de palmadas—. ¿Te acuerdas del recado del que te hablé? Es un encargo que me pidió una vieja conocida. Me enteré de que se mudó aquí hace poco y pensé que sería una buena ocasión para hacerle una visita. —Alzó la vista y oteó las calles de alrededor hasta que se ancló en una intersección—. Venga, vamos. Creo que su casa estaba a la vuelta de esa esquina.

Y otra vez salió al trote. Nikolai refunfuñó y salió disparado antes de que se le escapase. Por lo menos esta vez no se lo había llevado a rastras.

Espera un momento, no creo que yo pinte mucho yendo a casa de esa conocida tuya.

¡En absoluto! Si quería que tú también vinieses —dijo con tono jocoso—. Verás, resulta que ella es…

Edward calló de súbito y frunció el ceño. Nikolai se extrañó por la cara que puso el hombre y, solo cuando miró en la misma dirección, se dio cuenta del problema, poniéndose tenso: al final de la calle se hallaba una casa con la fachada amarilla a la que le habían reventado el cristal de una ventana, con varios hilillos de humo escapándose al exterior. Mal asunto.

¿Es la casa? —preguntó, serio. Vio que Edward le asintió en silencio e interpuso el brazo—. Quédate aquí, voy a echar un vistazo.

Sin siquiera darle tiempo a Edward de responder, Nikolai aceleró y se encaramó en la puerta del edificio. Comprobó que el cerrojo no estaba echado y la abrió muy despacio para no hacer ruido. Una vez en el recibidor, avanzó lentamente y aguzó el oído por si escuchaba algún ruido proveniente del interior.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Light » Dom Oct 09, 2016 11:29 pm

Abuela y nieto adoptivo siguieron con su conversación en la sala de estar. El aprendiz, claramente ilusionado, le contó los últimos avances que había hecho en sus entrenamientos.

Oye, si tan fuerte me he vuelto, ¿crees que estoy preparado para la prueba de Maestro? —preguntó al rato, solo por curiosidad, aunque en el fondo le hacía ilusión que le diera una respuesta afirmativa.

Ágatha le observó de arriba abajo, seria, como si estuviera examinándole. Le dedicó unos cinco segundos a responder su pregunta.

No solo se trata de ser fuerte en combate… Un Maestro debe reunir otras cualidades. —Light podría haber apostado todos sus platines a que le daría una respuesta como aquella y hubiera ganado. Sí, ya se había imaginado que para ascender a Maestro no bastaba solo con entrenar como un loco—. Yo no he sido la que te he estado entrenando estos últimos años, así que no puedo darte una respuesta fiable. Aunque te diré que tengo el presentimiento de que pronto la tomarás.

¿De verdad? —Se le iluminó el rostro.

Ágatha asintió y se dispuso a añadir algo, pero no lo hizo. Desvió la vista, en dirección al recibidor, y le pidió a su nieto adoptivo que se callara y que se quedara ahí mediante un gesto. Alguien había entrado en su morada, podía sentirlo. Era perfectamente posible teniendo en cuenta que ya había desactivado la barrera ilusoria.

La anciana abandonó la sala de estar, con bastón en mano, y no tardó en dar con el aprendiz que se había internado allí. Le dedicó una mirada inquisitiva: aquel joven no parecía ser una amenaza a simple vista.

¿No es de mala educación internarse en una casa ajena sin ser recibido? —Puso los ojos en blanco y suspiró—. ¿No serás un ladrón? —Se replanteó—. ¿Necesitas algo? —Ágatha no sonó borde, pero tampoco simpática precisamente. Antes de juzgar al chaval y quejarse de la juventud de hoy en día quería escuchar lo que tuviera que decir.

A Light le resultaría conocida la voz que escucharía. Estaba casi seguro de que era alguien de Tierra de Partida. Desobedeció a su abuela y decidió asomarse lentamente para comprobar de quien se trataba.

¿Nikolai? —No estaba seguro de su nombre, pues no le conocía demasiado y solo habían coincidido en la misión del Castillo del Olvido. Se aproximó a ambos, cordial—. Qué casualidad, ¿también has venido de visita?

Así que os conocéis…

Eso cambiaba las cosas.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Drazham » Dom Oct 09, 2016 11:31 pm

¿No es de mala educación internarse en una casa ajena sin ser recibido?

Nikolai soltó un gritito agudo y pegó un frenazo, lo que provocó que los efectos del Impulso Efímero se esfumasen y volviese a ser visible. No había visto venir a aquella figura que se le plantó delante sin previo aviso. Fue a invocar su Llave Espada, pero le urgió el impulso de contenerse nada más verla; esperaba tener que defenderse si algún maleante o Sincorazón le salía al paso.

Pero no con una mujer anciana que no parecía representar ninguna clase de amenaza.

¿No serás un ladrón? ¿Necesitas algo?

Ahí fue cuando se le rompieron del todo los esquemas, mirando a la señora con cara de pánfilo y boqueando. ¡Pero si era él quien estaba buscando a los supuestos ladrones, o lo que fuesen! ¿En qué momento se habían cambiado los papeles?

Fue entonces cuando percibió que el tono de la mujer no reflejaba amenaza y se irguió, tratando de no parecer embobado. En fin, siendo optimistas, le estaba dando la oportunidad de explicarse, aunque fuese él quien necesitaba más que nunca explicaciones.

Eh… No, no soy ningún ladrón —balbuceó. Se imaginó la imagen de estúpido que estaría dando en esos momentos y se rascó la sien—. Mire, creo que ha habido un error. Yo…

¿Nikolai?

Una nueva voz se hizo de notar en el recibidor. Nikolai frunció el ceño y se giró, convencido de que ya la había escuchado en otra parte. Para cuando la persona en cuestión hizo acto de presencia, no pudo haber tenido mayor tino:

Light… —pronunció con asombro.

También conocido como el chico del yukata, nombre que le puso durante casi toda la travesía por el Castillo del Olvido.

Qué casualidad, ¿también has venido de visita?

Así que os conocéis…

Y también resultó ser conocido de la mujer. No estaba seguro de si eso le ayudaría o no a explicarse mejor, en parte porque se le podría relacionar con la Orden de Caballeros (no se le olvidaba la fama que tenían por esos lares) al ser conocido de Light, aunque desconocía qué relación habría entre esos dos. Pero al menos pensó que ya no parecería un extraño que se había colado en una casa ajena. Dios, menudo día de perros estaba teniendo.

Pues es un poco complicado de explicar. —Esbozó una expresión cansada e hizo aspavientos con la mano—. Verás, pasaba por aquí cuando…

¡Agatha! ¡Dichosos los ojos!

Entonces, la “razón” de por qué estaba allí, irrumpiendo en una propiedad privada y pasando un bochorno mayúsculo, se auto invitó al interior de la casa con una halagüeña sonrisa de no haber roto un plato en su vida. Edward se dirigió de inmediato a la señora, la tal Agatha.

No veas lo que me ha costado encontrarte. Venía a hacerte una pequeña visita sorpresa cuando he visto una de las ventanas de la casa destrozada y… —Paró, fijándose en que tenía más compañía en la salita—. Anda, ya veo que conoces a mi pequeño acompañante. —Le dio una palmada en el hombro a Niko y extendió su otra mano hacia Agatha—. Nikolai, te presento a Agatha Furher, antigua Maestra de la Llave Espada.

Nikolai seguía medio abrumado por la rápida y escueta intervención de Edward, por no mencionar la poca importancia que le estaba dando al hecho de que se habían colado en la casa de esa mujer como quien no quería la cosa, por muy conocido que fuese de ella. Sin embargo, su mente reaccionó y se desperezó al escuchar aquello último.

Entonces… ¿Todo este tiempo íbamos a visitar a una Maestra retirada? —le preguntó a Edward, abrumado. Luego posó sus ojos en Agatha y se le escapó un «oh» de entre los labios.

Lo dicho. Aquel día estaba siendo la mar de extraño. Extraño y peculiar.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Light » Dom Oct 09, 2016 11:34 pm

Pues es un poco complicado de explicar. —Ágatha arqueó una ceja mientras el chico gesticulaba y se disponía a explicarse—. Verás, pasaba por aquí cuando…

¡Agatha! ¡Dichosos los ojos!

Otra persona hizo acto de aparición, aparte de Nikolai. Era un hombre, de cabello castaño y ojos azules, que por alguna razón parecía conocer a su abuela. Ésta sonrió.

Hombre, si es Edward, me alegro de verte.

No veas lo que me ha costado encontrarte. —«Digo lo mismo»—. Venía a hacerte una pequeña visita sorpresa cuando he visto una de las ventanas de la casa destrozada y… —Se percató de que Niko también se encontraba ahí—. Anda, ya veo que conoces a mi pequeño acompañante. —Edward extendió la mano y Ágatha la estrechó, contenta por verle allí—. Nikolai, te presento a Agatha Furher, antigua Maestra de la Llave Espada.

Mucho gusto —expresó la anciana, mirando al acompañante de Edward con una pequeña sonrisa—. Y no os preocupéis por lo de la ventana, el Sincorazón responsable ya es historia.

Vaya, entonces vosotros dos os conocéis también.

Ágatha simplemente asintió, y después procedió a presentar a su nieto adoptivo y a su conocido.

Light, como he dicho este hombre es Edward, escultor. —Le señaló con la mano—. Y Edward, él es Light, aprendiz de Tierra de partida —afirmó, orgullosa.

Para completar las presentaciones, Light extendió el brazo, tendiéndole la mano. Así que un escultor… un artista. Inevitablemente se hizo una pregunta: ¿de qué conocería a su abuela?

Qué bueno es tener tantas visitas en casa —comentó la anciana contenta mientras se encargaba de cerrar la puerta—. Pasad con mi nieto a la sala de estar y sentaos. Llegáis en el momento perfecto, voy a prepararos un café. —Y no iba a aceptar un «no» por respuesta.

Así pues, el aprendiz se encargó de llevarles al lugar indicado por su abuela.

***


La mujer acudió en cuanto preparó las bebidas calientes y colocó la bandeja con éstas en una mesita. Se sentó sobre una butaca libre y no tardó en iniciar conversación, mientras su nieto agarraba su taza y la soplaba.

El paquete que había traído aquel conocido para su abuela no pasó inadvertido para Light. Ni para Ágatha, quien se imaginaba de qué se trataba.

Edward, ¿lo que hay ahí es lo que creo que es? —Esperó a que le diera una respuesta afirmativa—. Perfecto, me apetecía mucho volver a tenerla, me trae estupendos recuerdos.

¿De qué se trata? —Light inevitablemente preguntó, esperando que el tal Edward les revelara su contenido. No se imaginaba qué podía ser. Teniendo en cuenta que su abuela se acababa de mudar… ¿sería un mueble o cualquier objeto importante para su nueva casa? ¿O alguna escultura…?
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Drazham » Dom Oct 09, 2016 11:35 pm

Mucho gusto.

Nikolai dio un respingo y se removió en el sitio de nerviosismo ante la sonrisa de Ágatha. Logró recomponerse un poco y no parecer un saco de nervios delante de la mujer pero… Oh, señor, una Maestra. Una retirada, sí, pero seguía infundiéndole respeto tener en frente suya a alguien con semejante cargo.

De Tierra de Partida, claro. Bastión Hueco se formó apenas unos pocos años después de que Ryota y los suyos se separasen. Prefirió no sacar a la luz el asunto de las dos Órdenes, por respeto y porque alguno había en esa habitación que no sabía sobre su reciente traslado. Ya encontraría el momento para contárselo.

Oh, no, el placer es mío. —Carraspeó e inclinó la cabeza con elegancia—. Es un honor conocer al alguien que formó parte de la historia de la Orden.

Y no os preocupéis por lo de la ventana, el Sincorazón responsable ya es historia.

Así que se trataba de un Sincorazón. Nikolai entornó los ojos y chistó con la lengua. Le alegraba saber que el altercado no llegó a nada grave, pero con una ex Maestra y un Caballero a cargo de todo, sentía que había hecho un ridículo enorme colándose en la casa para jugar a los justicieros.

Mientras, Ágatha se encargaba de terminar las presentaciones entre los que quedaban por conocerse:

Light, como he dicho este hombre es Edward, escultor.

«¡Oh, demonios, es verdad!»

Se mordió el labio inferior y se controló antes de llevarse la mano a la frente de la frustración. ¡Un escultor, claro! ¿Cómo se le pudo olvidar un oficio tan peculiar? No por el simple hecho de que en aquel entonces era un crío al que le costaría retener esos detalles, sino porque empezó a recordar que el arte de Edward era un tanto… especial.

»Y Edward, él es Light, aprendiz de Tierra de partida.

Vaya, vaya, así que este tu revoltoso nieto del que tanto me has hablado. —Edward esbozó una pícara sonrisa y le devolvió el apretón de manos a Light—. Un placer, Light. Y no te preocupes, tu abuela no solo me cuenta las anécdotas de tu época rebelde.

Nikolai se quedó mirando al trío con curiosidad. Ahora entendía cómo Light llegaba a ser alguien tan devoto a la Orden con la familia que tenía. Lo que le pinchaba un poco es que Edward y Agatha ya se conociesen de antes. ¿Pero de qué? ¿Y cuándo? Su padre no solía tener trato con los Portadores, por lo que serían asuntos de su amigo y sus constantes viajes…

Qué bueno es tener tantas visitas en casa. Pasad con mi nieto a la sala de estar y sentaos. Llegáis en el momento perfecto, voy a prepararos un café.

Niko arqueó las cejas y fue a decirle a que no hacía falta, pero la anciana estaba ya tan decidida (y que ya estaba de camino a la cocina) que se quedó con las palabras en la lengua. Al menos Edward sí que estaba por la labor de unirse y seguir a Light, por lo que se encogió de hombros y aceptó la invitación.

Pues al final sí que iba a tener una tranquila velada con un café en mano y todo.

***


Nikolai le agradeció con una sonrisa a Ágatha la taza y, tras soplar un poco, se la llevó a los labios. Entre sorbo y sorbo escrutó con la mirada la salita de estar, parándose en las estanterías que apenas tenían contenido. Luego se acordó de que Edward le dijo que su amiga se había trasladado hace poco a Ciudad de Paso y frunció el ceño. Esperaba que no hubiesen interrumpido a la mujer en plena mudanza.

Edward, ¿lo que hay ahí es lo que creo que es?

Los ojos de Ágatha se clavaron en el misterioso paquete que Edward llevaba encima. Light no tardó en imitar a su abuela, y Nikolai dejó la taza en la mesita con una expresión expectante. Hace unos momentos se preguntaba que llevaba Edward en ese embalaje.

Pero tras habérsele refrescado la memoria, se hacía una ligera idea.

A ti ya no hay quien te pueda dar una sorpresa, Ágatha. —Edward rio por lo bajo y procedió a dejar el paquete encima de la mesa.

Perfecto, me apetecía mucho volver a tenerla, me trae estupendos recuerdos.

¿De qué se trata?

Oh, ahora lo verás…

El hombre desanudó el cordel de la caja y sacó el esperado contenido de su embalaje: con un sonido seco, la estatuilla de una figura humana con dos lustrosas alas descendió con delicadeza sobre la mesa, un ángel. A Niko le sobresalió una sonrisilla al apreciar todos los detalles de la figura: su túnica, la larga melena cayéndole por los hombros, las plumas de las alas tan detalladas al milímetro… Era verla y acordarse de la viva imagen de Nithael en todo su esplendor.

Y ahora, el toque de gracia.

Notó la mirada que le dedicó Edward antes de darle un toque con el dedo a la estatua y abrió los ojos, sabiendo en parte lo que venía a continuación. De pronto, el ángel se movió por arte de magia y se envolvió en sus grandes alas, las cuales se fundieron hasta formar un óvalo. Al cabo de unos segundos la figura latió, y esta volvió a retorcerse sobre sí misma, moldeando el óvalo para darle una forma definida.

Para cuando el proceso finalizó, el ángel había pasado a transformarse en una criatura alada muy distinta, con cuernos y garras afiladas. Una gárgola, como las que descansaban en las repisas de las catedrales.

Lo has hecho usando magia terrestre, ¿verdad? —comentó Nikolai, inclinándose para escudriñar hasta el último detalle de la «nueva» estatuilla. Sí, aquello ya lo había visto con anterioridad. Hace muchos años.

Veo que no todo se te ha olvidado —. Edward esbozó una amplia sonrisa y se cruzó de brazos. Le dedicó una mirada halagüeña al muchacho—. ¿Te acuerdas del regalito que te traje cuando eras un enano?

Le devolvió la sonrisa y asintió con la cabeza. Recordó con regocijo el pequeño huevo de arcilla que le hizo, uno que cuando se le daban un par de toquecitos eclosionaba, transformando los trozos de cáscara en una paloma. Lo seguía teniendo en casa, en una estantería de su viejo cuarto, pero ya sin magia alguna que lo alimentase con el paso del tiempo.

Reconoció que por cosas como esa, se empezó a interesar más y más por la teoría elemental, por todos los usos que se le podía dar a un elemento en particular, descubiertos y por descubrir.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Light » Dom Oct 09, 2016 11:40 pm

Oh, ahora lo verás…

Light no se imaginó ni por asomo que la caja ocultaba una estatuilla, bastante hermosa, que representaba a un ser angelical. Puso rostro de sorpresa al descubrirla: le parecía increíble, se notaba que estaba currada. Le recordó claramente a Nithael, el ángel de Tierra de Partida.

Qué pasada —musitó. Lo mejor era que aún no había visto todo.

Y ahora, el toque de gracia.

Cuando el ángel realizó su primer movimiento se sobresaltó y abrió mucho los ojos: menudo susto se había llevado. ¿Acaso estaba vivo? No, en realidad el conocido de su abuela la manipulaba con magia, transformándola. Las alas de aquella criatura la envolvieron, formando un óvalo.

El proceso de transformación finalizó y todos comprobaron que ya no había ningún ángel, sino una criatura cornuda bien distinta: una gárgola. Bastaba con mirar a Light para darse cuenta de que estaba sorprendido; en cuanto a Ágatha, mostraba una amplia sonrisa, nostálgica.

Lo has hecho usando magia terrestre, ¿verdad? —preguntó Nikolai.

Veo que no todo se te ha olvidado

¿Magia terrestre? Vaya, así que también eres afín a Tierra, como yo. —Nunca se hubiera imaginado que se pudiera emplear su elemento para modelar y crear esculturas—. Cómo mola. —Se agachó, al lado de la estatuilla, para verla de cerca.

Es increíble lo que puede dar de sí un elemento —opinó la anciana—. Si lo pensáis, aunque no lo parezca, moldear la tierra también puede servir para la batalla. —Aquello pilló a Light por sorpresa—. Puedes crear escudos, e incluso cuchillos o espadas afiladas si aprendes a manipular el acero. Y también puedes reparar tus armas si se rompen. —La verdad es que Light nunca había intentado emplear su elemento de esa manera, quizás lo intentara en un futuro.

»Gracias por el detalle, Edward. —Se aproximó a la gárgola para observarla de cerca y comprobar su tacto—. Esta estatua me recuerda a unos amigos míos que viven en un mundo, La Cité des Cloches. Quizás, si me aburro mucho en esta ciudad, me anime y les haga una visita.

Ágatha recogió la fea criatura y la colocó en una mesa: la dejaría ahí hasta que encontrara un lugar mejor. Después, se sentó con los demás y le echó un sorbido al café que había preparado.

¿Y tú qué clase de magia usas, Nikolai? —preguntó Light por curiosidad. Aunque habían luchado juntos contra Nithael no recordaba sus habilidades—. Yo domino Luna y Tierra.

¿“Domino”? Je, aún eres muy principiante en lo que se refiere a magia, jovencito, te recuerdo que siempre fuiste un negado. —Para variar, ya estaba su abuela pinchándole delante de los demás. Light, avergonzado, puso los ojos en blanco y apretó un poco los dientes. Que a un aprendiz veterano le dijeran eso a estas alturas...

Ya, ya, ¡pero oye, he mejorado! —contestó de inmediato. ¡Era la verdad, incluso había aprendido a petrificar!—. Y oye Nikolai, el elemento Nada, ¿en qué consiste exactamente? —le preguntaría si había contestado a su anterior pregunta.

Más que nada quería cambiar el tema de la conversación, ya había pasado demasiada vergüenza.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Drazham » Dom Oct 09, 2016 11:41 pm

La obra de Edward se llevó unas impresiones bastante favorables. Por la cara de Ágatha, la estatuilla cumplía con sus expectativas, pero a Niko le hizo más gracia la expresión de asombro que le robó a Light, curioseándola cual niño. Le debió dejar patidifuso que algo así se pudiese crear con su elemento.

¿O tal vez había algo más? Nikolai se llevó un dedo a la barbilla mientras ojeaba a Light admirar la estatua. Le vino a la mente cierto momento en el Castillo del Olvido durante el que el muchacho aprendió a utilizar esas alas tan brillantes…

Es increíble lo que puede dar de sí un elemento. Si lo pensáis, aunque no lo parezca, moldear la tierra también puede servir para la batalla. Puedes crear escudos, e incluso cuchillos o espadas afiladas si aprendes a manipular el acero. Y también puedes reparar tus armas si se rompen.

La metalurgia no es mi punto fuerte, pero de alguna me ha salvado en el pasado —reconoció Edward, frotándose la nuca.

No podía estar más de acuerdo con Ágatha. Parándote a desglosar un elemento, se podían descubrir decenas de formas de manipularlo, ya fuesen para el combate o para un uso más cotidiano. Algo tan simple como la Tierra permitía crear desde poderosas tormentas de arena a, como decía la mujer, estructuras o armas de metal. Todo era cuestión de enfocarlo desde el punto de vista que se buscaba y de experimentar.

»Gracias por el detalle, Edward. —El aludido compuso una expresión complacida y agitó la mano—. Esta estatua me recuerda a unos amigos míos que viven en un mundo, La Cité des Cloches. Quizás, si me aburro mucho en esta ciudad, me anime y les haga una visita.

¿La Cité? ¿No era allí de donde venía Simbad? Tenía entendido que el mundo disponía de una impresionante catedral, adornada con gárgolas como la que se llevaba la anciana a otra parte. Pero, ¿que le recordaba a unos amigos? Enarcó una ceja sin saber a qué se referiría. Lo mismo eran los sacerdotes de la iglesia…

Dejó de pensar en ello cuando Light le vino con una cuestión:

¿Y tú qué clase de magia usas, Nikolai?

Oh, pues… —Dejó la taza en la mesita y juntó las yemas de los dedos—. Mi afinidad es del elemento Nada y… —Se quedó un rato con la boca abierta, con aire ausente.

Sí, su elemento primario era la Nada, en eso no le estaba mintiendo. El motivo de por qué se pensó tanto su respuesta es que hace cosa de una semana, justo después del incidente del Castillo del olvido, empezó a experimentar ciertos cambios en su magia. Algo muy distinto al elemento que controlaba. Había hecho algunas pruebas para poner en práctica sus nuevas facultades, pero sin apenas avances que valiesen la pena mencionar.

Escuchó a Light decir que “dominaba” los elementos Luna y Tierra, y cuando su abuela le recriminó que aún estaba verde como para alardear de ese modo no pudo evitar sonreír de nostalgia. Le recordaba muchísimo a su madre cuando les decía a los vecinos que su hijo no despegaba la cara de los libros y que se le iba a quedar la cara cuadrada, y con él delante. Por eso llegaba a entender lo que soportaría el pobre nieto.

Y oye Nikolai, el elemento Nada, ¿en qué consiste exactamente?

«¿Por qué no me extrañará que lo preguntes?», pensó con ironía.

¡Ah, el elemento Nada! Ese incomprendido que pocos llegan a entender de lo complicado que puede ser —soltó Edward con voz teatral.

NO es tan complicado. Es solo que no se le ha dedicado tanto tiempo como a los otros. —Puso los ojos en blanco y relinchó. Le enervaba sobremanera que se tratase así a su afinidad porque la mayoría no tuviesen ni pajolera idea de cómo funcionaba—. El elemento Nada es simple y puramente la creación y manipulación de la energía; puedes llamarla «magia pura» si lo prefieres. Al igual que elementos como Tierra y Hielo, puedes construir formas y moldearlas a tu antojo, como las espadas que me viste utilizar, o escudos. No por nada es la magia de barreras por excelencia —explicó, aun a expensas de que él todavía no controlaba esa rama—. Pero eso no es todo, Nada también te permite moldear las propiedades de un objeto, otras magias, ¡e incluso de personas! Imagina emplear esa energía para aumentar tu fuerza, tu velocidad, tu…

Calló de sopetón en un momento que aprovechó para mirar a los demás y apretó los labios, avergonzado. Lo había vuelto a hacer una vez más: en cuanto se ponía hablar de un tema en el que se defendía no había quien lo sacase de su énfasis. Podía estar dándole a la lengua todo el tiempo que quisiese, sin darse cuenta de que lo más probable es que se estuviese yendo por las ramas. Como en este caso.

Edward, en cambio, no parecía tan abrumado y le dedicó una sonrisa ladina, mesándose el mentón.

Bien, bien… Parece que tu madre no mentía al decirme que hablabas por los codos.

Un momento… ¡¿Le había provocado a propósito sabiendo la reacción que tendría?!

Nikolai gruñó por lo bajo y se masajeó el puente nasal.

Bueno, lo que quería decir es que el elemento Nada sirve para muchos propósitos si indagas un poquito. Como con cualquier otro, te basta con investigar para encontrarle todo tipo de usas.

»Si te paras a pensarlo, todos los elementos tienen sus funciones y son útiles a su manera.
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Re: [Ciudad de Paso] Cuando crees conocerles del todo...

Notapor Light » Dom Oct 09, 2016 11:46 pm

Light permaneció con cara de alelado mientras Nikolai le explicaba detalladamente en qué consistía su elemento, abstracto cabía decir. Seguía sin entenderlo del todo (¿magia pura?), pero captó lo más importante, que servía para cambiar propiedades y materializar escudos. Parecía ser bastante versátil ese tipo de magia.

Y sí, era muy negado en lo que se refería a teoría mágica, y bastante corto de entendederas cuando se la explicaban. Con lo sencillo que era coger una espada y asestar un simple tajo…

En cuanto finalizó su discurso, Light asintió, aparentando que lo había comprendido todo.

Ya veo, ya…

Su abuela, quien le observaba disimuladamente, contuvo una pequeña risa. Le conocía tan bien que era consciente de que no lo había pillado del todo.

Se nota que es tu elemento, lo has descrito bastante bien —le felicitó Ágatha, conforme con lo que había escuchado.

Bien, bien… Parece que tu madre no mentía al decirme que hablabas por los codos. —Light recordó en ese momento que su abuela le había contado a ese hombre anécdotas de su época rebelde. A saber qué le había dicho.

Bueno, lo que quería decir es que el elemento Nada sirve para muchos propósitos si indagas un poquito. Como con cualquier otro, te basta con investigar para encontrarle todo tipo de usas.

»Si te paras a pensarlo, todos los elementos tienen sus funciones y son útiles a su manera.

Sí, supongo… es cuestión de investigar. Yo por ejemplo no le veía demasiada utilidad a mi afinidad Luna, pero descubrí que puedo transformarme en animales y usar sus habilidades. Eso me ha abierto un abanico lleno de posibilidades…

Es importante que investiguéis y experimentéis con vuestra magia todo lo que podáis. O intentar dominar otras afinidades para adquirir versatilidad. Lo que aprendáis os puede servir en el futuro para salvaros el pellejo en una situación crítica.

»En especial es importante que entrenéis muy duro ahora, más que nunca. Se avecinan tiempos oscuros, lo intuyo. Villanos Finales, Aaron… cuánto me alegro que las dos Órdenes hayan decidido aliarse. —Hizo una pausa y sorbió de su café—. Porque nunca tendrían que haberse separado. Abandonar la Orden y llenar Bastión Hueco de Sincorazón… ¿En qué estarían pensando los traidores? —se preguntó, bastante mosqueada. Como era una Maestra retirada apenas tenía información de ellos, pero su nieto ya le había informado de Bastión Hueco y, bueno, no le había hablado precisamente bien de Ryota y compañía. Quizás, si Nikolai aportaba otro punto de vista, cambiaría algo su opinión.

Light suspiró, algo irritado, y no pudo evitar poner los ojos en blanco. Seguía detestando las ideas de Bastión Hueco y era incapaz de olvidar todo lo que sucedió aquel día, cuando se enfrentó a la Guardiana. Aquellos recuerdos amargos nunca se los quitaría de la cabeza.

En sus propios y absurdos intereses, me imagino —expresó, con el semblante serio. Se cruzó de brazos y observó la reacción de Nikolai, antiguo aprendiz de Bastión Hueco; y le lanzó la pregunta inevitable—. ¿Por qué te cambiaste? Si no quieres contarlo no pasa nada —añadió, pues no quería ponerle en una situación incómoda.

Aunque… si iba a formar parte de Tierra de Partida y ser su aliado, debía ganarse la confianza de todos, ¿no? Y qué mejor forma que dejar claras sus intenciones.
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