Examen [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

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Examen [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Nell » Jue Dic 24, 2015 12:37 am

Uno de los moguris del castillo le llevó, a primera hora de la mañana, un terrible mensaje de parte de su Maestro. Lo encontraría bajo la puerta, echado por la ranura y guardado en un sobre que llevaba su nombre. Tras desplegarlo, leería la letra de Ryota:

Ragun,
He estado deliberando acerca de tus avances como aprendiz de la Llave Espada y he llegado a la conclusión de que estás preparado para afrontar el Examen de Maestría. Si tú también te sientes preparado, preséntate solo mañana en la sala del trono a mediodía. No traigas a Nyx.

Lamento no poder atenderte hoy si tienes dudas, puesto que otros asuntos me mantendrán fuera del castillo durante todo el día. Confío en que elijas con sensatez.


Ahí estaba, la ¿esperada? y horrible noticia; la cercanía de un Examen que pondría a cualquier aprendiz a llamar a su madre. Sin embargo, Ryota le daba a elegir: podía afrontarlo ahora, tal y como le proponía, o esperar un poco más de tiempo para prepararse. Tenía el resto del día para pensarlo, para proclamar a los cuatro vientos que se iba a examinar o para reírse de alguien al que le quedara aún un tiempo para ser promocionado.

¡Qué demonios, no llevaba allí tres años de aprendiz para echarse atrás!

Así que, puntualmente, al día siguiente se presentó en la sala del trono a las doce de la mañana. En el trono central estaba Ryota, en el izquierdo Shinju y en el derecho Ariasu, hablando entre ellos con murmullos que no acallaron cuando el examinado entró. A Ragun, de todas formas, solo le llevaba un bisbiseo ininteligible.

Habían colocado un par de pupitres a los pies de las escaleras que subían hasta los tronos. En uno de ellos ya estaba sentado Daichi, con la cabeza agachada y revolviéndose el pelo, como si repasara mentalmente las preguntas del Examen. Si Ragun se mostraba un poco perdido, Ariasu le indicaría por gestos que tomara asiento en el otro pupitre y esperara.

Tardaron unos minutos más en terminar la conversación. Entonces, Ryota se puso en pie, bajó los peldaños para situarse junto a los aprendices y dijo:

Bienvenidos a vuestra Examen de Maestría. Ambos habéis superado innumerables retos durante vuestra etapa de aprendizaje y por ello hoy se os premia con estar aquí. Sin embargo, obtener o no el título dependerá de vuestro desempeño hoy. No hay ninguna deshonra en el suspenso, pues podréis volver a intentarlo otro día. Ahora solo queremos que os esforcéis al máximo y nos demostréis que sois dignos de nuestro respeto.

»Tendréis que superar tres pruebas para aprobar. Os supervisaremos en todas ellas, pero no busquéis en nosotros ningún tipo de guía, pues vuestro cometido ahora es demostrarnos que no necesitaréis de ella cuando mañana estéis a cargo de otros aprendices, en un puesto de responsabilidad.

»Dicho esto, que dé comienzo el Examen.

Ariasu se acercó por detrás, sujetando varias hojas en blanco que repartió entre ambos aprendices y ofreció bolígrafos, por si acaso no se les había ocurrido llevar. Le guiñó un ojo a Ragun, con complicidad, aunque estaba ahí por Daichi como su Maestra. Mientras tanto, Ryota empezó con la explicación:

La primera prueba consistirá en un examen escrito. Hemos preparado cuidadosamente las preguntas y esperamos de vosotros que las respondáis con buen juicio. Tendréis una hora. ¿Alguna pregunta? ―Interrogó con la mirada a ambos.

Daichi levantó la mano de forma vacilante. Se notaba que Ryota le imponía algo más que respeto, puede que hasta miedo.

¿Me habéis guardado la nota del anterior examen?

Poco faltó para que le echara de la sala. Ryota esperó a que Ragun planteara alguna duda verdaderamente relevante. Después de

Comenzad.

Ariasu le repartió el papel que contenía las preguntas y se retiró, junto al Maestro, de regreso a los tronos. Para entonces se notaba que Shinju se aburría muchísimo desde su asiento, pero probablemente no veía forma de escabullirse de la burocracia maestril. Durante el resto del Examen los tres volverían a cuchichear entre ellos, a bajo volumen para no molestar.

No obstante, el reto de Ragun estaba sobre el papel. Allí estaba su sincorazón, su jefe, al que tendría que derrotar para llegar a ser Maestro. Y no pronosticaba que fuera a ser fácil:

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1. ¿Alguna vez has roto las normas de los Maestros? ¿Por qué y en qué circunstancias? ¿Volverías a quebrantarlas? Si no es así, ¿bajo qué condiciones sí lo harías?

2. ¿Alguna vez has sentido orgullo por una victoria? ¿Aportaste algo a Bastión Hueco con ella o solo a ti mismo? ¿Te pareció bien merecida?

3. ¿Alguna vez has matado a alguien? ¿Crees que fue algo justificado? ¿Cómo afrontarías la situación ahora?

4. ¿Alguna vez has atacado a un aliado? ¿Cómo acabó el asunto? ¿Existía en esa situación otras vías de resolver el conflicto?


Ragun tendría que enfrentarse a aquel sincorazón, a aquel jefe, para conseguir ser Maestro. Pero este tenía más de una cara. Porque, al otro lado de una pantalla invisible para el aprendiz, otras cuatro preguntas más se dibujaban para la persona que miraba al monitor.

Spoiler: Mostrar
5. Piensa en algún momento en el que Ragun tuvo que vérselas (no necesariamente en combate) contra alguien muy superior, ¿cómo actuó y por qué?

6. Piensa en algún momento en el que hayan acusado a Ragun de crímenes que no ha cometido (o sí…), ¿cómo actuó y por qué?

7. Piensa en algún momento en el que Ragun contemplara cómo era atacado o herido un ser querido/cercano, ¿cómo actuó y por qué?

8. Piensa en algún momento en el que Ragun confesó algo cuyo conocimiento le perjudicaba, ¿cómo actuó y por qué?


Al fin y al cabo, la prueba era de ambos.

¡Bienvenido a tu Examen de Graduación de Maestría!

Este quote está vilmente copiado de otro lado

En primer lugar, calma. Este es un tema como otro cualquiera. La clave del aprobado es sencilla, ya puede serlo después de 30 niveles hasta aquí. Escribe los posts como siempre (quizá con alguna revisión de más) y piensa bien en tus acciones.

Si tienes alguna pregunta on-rol sobre la prueba, plantéamela en privado y luego la transcribes con Ragun, de ese modo no malgastamos turnos. Y naturalmente, las off-rol también.

Como puedes ver, en esta primera prueba tienes dos planteamientos diferentes de preguntas: las cuestiones del 1 al 4 las responderá Ragun on-rol; y del 5 al 8, tú off-rol. No quiero que me linkees la respuesta con el post donde esto se reflejó, sino que lo explique Ragun con sus palabras o que lo hagas tú con las tuyas.

Buena suerte.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Sombra » Jue Dic 24, 2015 2:35 am

No era raro que me levantase temprano, siempre había algo que hacer... Aunque fuera la primera hora de la mañana. Tenía decenas de informes que había heredado de Ivan Kit, y que leía con especial atención. No solo por su información interesante, también porque era algo por lo que mi amigo había derramado sudor y lágrimas. No iba a menospreciar su trabajo, eso lo tenía claro.

Un suave sonido hizo que apartase la vista de los documentos para observar la puerta. Un moguri me había dejado una carta a mi nombre. Nyx me observó desde mi cama (que el muy cabrón se había agenciado mientras leía, llenándomela de pelo).

Abrí el sobre con cuidado y extraje la hoja con delicadeza. No tardé en reconocer la letra del líder de nuestro líder.

Ragun,
He estado deliberando acerca de tus avances como aprendiz de la Llave Espada y he llegado a la conclusión de que estás preparado para afrontar el Examen de Maestría. Si tú también te sientes preparado, preséntate solo mañana en la sala del trono a mediodía. No traigas a Nyx.

Lamento no poder atenderte hoy si tienes dudas, puesto que otros asuntos me mantendrán fuera del castillo durante todo el día. Confío en que elijas con sensatez.


Releí la carta al menos cinco veces sin llegar a creerme lo que ponía. Por un instante pensé en que podría ser una jugarreta de Alexis o una broma pesada de Shinju. Pero dudaba mucho que fuesen a molestarse en algo así, mucho menos Shinju, que ahora era una Maestra hecha y derecha.

Sonreí de oreja a oreja feliz. Llevaba mucho tiempo entrenando duro, estudiando, trabajando... Todo para que llegase el momento en el que mis Maestros me viesen como alguien ápto para presentarme al exámen. Deseaba hacer el examen, convertirme en un maestro... Y por fin reconocían mi trabajo.

Todavía no estaba nada decidido. Podía suspender, eso estaba claro. Sin embargo tenía la suficiente autoestima y optimismo como para creer que era capaz de machacar cualquier cosa que me pusiesen delante.

¿Qué clase de prueba sería? ¿Una batalla, algo "emocional" como en el Santuario de la Reminiscencia? Mi corazón palpitaba como loco mientras imaginaba pruebas extrañas, emocionantes... Lo cierto era que el examen era todo un misterio, nadie que lo hubiese hecho contaba de que se trataba, hubiese suspendido o no.

***


Las doce en punto.

Abrí la puerta de la sala del trono con decisión y un semblante firme. Al contrario que la mayoría de veces (que solo vestía unos pantalones y una bufanda) aquella vez lucía mi armadura de portador, al tratarse de un evento de tal importancia, ¡y presidido por tres Maestros!

Ryota, en el trono central charlaba con Shinju y Ariasu (que estaban sentadas en los tronos adyacentes) mediante susurros, de los que apenas era capaz nada... Aunque por el contexto seguramente estaban hablando de mí, y de mi prueba.

Me fijé en ese entonces de que yo no era el único aprendiz presente. Daichi, un aprendiz con el que casi no había tenido relación, y que al igual que yo también parecía estar allí para tomar la prueba. Hice una mueca de desagrado al verle allí, creía que el exámen era individual. ¿No debería estar solo yo?

El aprendiz estaba sentado frente a un pupitre que habían colocado a los pies de los escalones que estaban frente a los tronos. Había uno más, uno libre. Ariasu no tardó en hacerme gestos con la mano para que tomase asiento allí mismo, obedecí sin rechistar y me senté en la silla de madera. Hice un esfuerzo para hacer que mis piernas dejasen de temblar... Sin éxito.

Tras unos minutos, en los que los tres maestros conversaban algo que no llegaba a escuchar Ryota se levantó con su porte majestuoso, bajó los escalones situándose a nuestro lado y nos observó con aire solemne.

Bienvenidos a vuestra Examen de Maestría. Ambos habéis superado innumerables retos durante vuestra etapa de aprendizaje y por ello hoy se os premia con estar aquí. Sin embargo, obtener o no el título dependerá de vuestro desempeño hoy. No hay ninguna deshonra en el suspenso, pues podréis volver a intentarlo otro día. Ahora solo queremos que os esforcéis al máximo y nos demostréis que sois dignos de nuestro respeto.

»Tendréis que superar tres pruebas para aprobar. Os supervisaremos en todas ellas, pero no busquéis en nosotros ningún tipo de guía, pues vuestro cometido ahora es demostrarnos que no necesitaréis de ella cuando mañana estéis a cargo de otros aprendices, en un puesto de responsabilidad.

»Dicho esto, que dé comienzo el Examen.

Tragué saliba y miré de reojo a Ariasu, que se acercaba con unas hojas en blanco que nos entregó. Rechacé el bolígrafo y cogí una estilográfica que llevaba bien guardada dentro de un estuche... No es que lo hubiese comprado el día anterior ni nada... O puede que un poco.

Ariasu me guiñó un ojo, le devolví una sonrisa un tanto forzada. Seguramente era un examen sobre Teoría de Magia, llena de fórmulas, runas y símbolos que no llegaban a ser mi especialidad, pero que tampoco se me daban mal del todo.

La primera prueba consistirá en un examen escrito. Hemos preparado cuidadosamente las preguntas y esperamos de vosotros que las respondáis con buen juicio. Tendréis una hora. ¿Alguna pregunta?

Daichi, el que había sido aprendiz de la Guardiana Wix levantó su mano casi al instante bajo la severa mirada de Ryota.

¿Me habéis guardado la nota del anterior examen?

<<Oh, un repetidor>>

Era una pregunta interesante, por si yo también necesitaba repetir el examen y tal... Aunque la mirada de Ryota no necesitó de más palabras. Por un segundo creí que Daichi sería sacado a patadas de allí.

Negué con la cabeza para mostrar que no tenía ninguna duda. Bueno, cpn lo que había explicado me quedaba bastante claro todo.

Comenzad.

Cogí la hoja de papel de Ariasu con las preguntas y volvió a su asiento. Ryota también hizo lo mismo. Los tres empezaron a murmurar otra vez en voz baja sobre sus asuntos. Bueno, al menos no molestaban.

Tragué saliba y leí las preguntas antes de empezar a contestar a nada. No eran muchas, pero... No eran sencillas.

1. ¿Alguna vez has roto las normas de los Maestros? ¿Por qué y en qué circunstancias? ¿Volverías a quebrantarlas? Si no es así, ¿bajo qué condiciones sí lo harías?

Sí, una vez.

Durante mi estadía en Tierra de Partida, se nos había invitado a un aprendiz y a mí a participar en la Copa Phil, en el Coliseo del Olimpo. Durante nuestra estancia en el mundo tras varios combates descubrimos un complot que tenía que ver con la Armadura de Gárland. En un combate ocurrió un incidente y una de las Maestras de Tierra de Partida nos acusó de haber quebrantado las reglas de las peleas del Coliseo del Olimpo, por lo que nos ordenó abandonar la copa. Sin embargo, nos negamos para poder seguir investigando. Gracias a eso salvamos Tebas entre los dos.

Sí, las quebrantaría otra vez, pero solo si afectan de manera grave al bienestar de los mundos o lo considero de extrema importancia. De lo contrario, jamás rompería las normas.


2. ¿Alguna vez has sentido orgullo por una victoria? ¿Aportaste algo a Bastión Hueco con ella o solo a ti mismo? ¿Te pareció bien merecida?

Sí, recientemente.

Derroté a Kefka, a Barbaricia y a Scarmiogle durante una misión en El Mundo Inexistente. Me sentí orgulloso porque creía que lo hice por un bien mayor. Gracias a esa victoria encontré unos documentos que entregué al llegar a Bastión Hueco y así desvelar las atrocidades que los Villanos Finales estaban haciendo en sus laboratorios secretos.


3. ¿Alguna vez has matado a alguien? ¿Crees que fue algo justificado? ¿Cómo afrontarías la situación ahora?

Sí.

Sí, aquella persona era inocente. Sin embargo, estaba siendo poseído por un ente muy superior y no había una forma posible de purificar su corazón a tiempo. Fue un terrible acontecimiento, pero necesario. Se salvaron miles de vidas aquel día.

Trataría de ser más rápido actuando. Mi inexperiencia en aquel momento fue lo que provocó que la muerte de aquella persona fuese la única salida posible para evitar males mayores. Actualmente intentaría incapacitarlo, ya fuese anulando su magia o eliminando la fuente que provocaba su posesión, en ese caso: La armadura de Gárland.


4. ¿Alguna vez has atacado a un aliado? ¿Cómo acabó el asunto? ¿Existía en esa situación otras vías de resolver el conflicto?
No, pero ataqué a gente que aprecio. En aquel momento, mis instintos sincorazón eran muy fuertes y era incapaz de controlarlos, al contrario que ahora.

Me acabé dando cuenta de que podía controlarlo, mantener bajo control mi propia naturaleza fortaleciendo el corazón que poseo en mi interior, y que logré desarrollar con mis experiencias personales a lo largo de éstos últimos tres años.

Por desgracia, no. Pero sé que no se repetirá algo así.


Acabé mis preguntas más rápido de lo que creía, por lo que empecé a repasarlas.

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5. Piensa en algún momento en el que Ragun tuvo que vérselas (no necesariamente en combate) contra alguien muy superior, ¿cómo actuó y por qué?

Fue en el Inframundo. Todos los que estaban presentes estaban derrotados y muy débiles tras la resurreción de Gárland, por lo que Ragun quedó atrás para darles tiempo suficiente para escapar... Aunque al final solo les dio unos pocos segundos. Lo hizo porque Ragun es un poco creído de más (si fuese una persona real le daría un puñetazo), siempre cree que tiene que soportar todo sobre sus hombros, ya sea los problemas o las heridas, incluso si eso significa sacrificarse a sí mismo. También, Ragun creía que podía ganar puesto que pensaba que aquel Gárland no era más fuerte que la Armadura a la que ya había derrotado tiempo atrás... Fue un error, obviamente. Por culpa de aquello perdió su brazo.


6. Piensa en algún momento en el que hayan acusado a Ragun de crímenes que no ha cometido (o sí…), ¿cómo actuó y por qué?

Cuando Ragun mató a aquel gladiador poseído por la Armadura de Gárland en la Copa Phil (para salvar Tebas) se ganó una MUY mala reputación en Tierra de Partida, al menos entre los aprendices. Kazuki le miraba con más miedo que otra cosa, puesto que parecía que veía en él un posible futuro portador que perdiese el juicio por culpa de la oscuridad. Ragun empezó a plantearse tras aquello abandonar Tierra de Partida y vivir sus propias aventuras en solitario, sin embargo conoció a Nadhia... Y después a Ariasu, que le ofreció ir con ella a Bastión Hueco (aunque en aquel momento Ragun la rechazó. Fue antes del EG Ocaso de una Estrella).

Como apenas era querido en Tierra de Partida, excepto por Fyk, Xefil, Nadhia e Ivan, y Ragun no se sentía a gusto allí de por sí (¿tal vez por culpa de las Cadenas o que quizás el Guía podría vigilarlo muy de cerca desde el "otro lado" al ser un sincorazón?), la oportunidad que le dieron en Bastión Hueco fue para Ragun como una luz en mitad de la oscuridad, por lo que se lanzó sin dudarlo. Básicamente, una cosa llevó a la otra... Y eso explicaría el por qué Ragun decide irse de TDP y pasarse a BH.


7. Piensa en algún momento en el que Ragun contemplara cómo era atacado o herido un ser querido/cercano, ¿cómo actuó y por qué?

Ragun es un personaje que con el paso de éstos años de rol lo fui enfocando a ser un tanque. Eso lo llevé a su personalidad para convertirlo en un aprendiz sobreprotector y de alguna forma justificar su elevada Resistencia.

En el momento en el que Ragun vio como atacaban a uno de sus compañeros de bando reaccionó de una manera violenta contra el atacante con tal de defender a su compañero. Se comió unas cuantas tortas por él, pero al final logró su objetivo. Lo hace porque al ser uno de los aprendices con más experiencia de Bastión Hueco se siente responsable de lo que pueda ocurrirles, por lo tanto intenta defender a toda costa a los demás.


8. Piensa en algún momento en el que Ragun confesó algo cuyo conocimiento le perjudicaba, ¿cómo actuó y por qué?

Ragun confesó a sus Maestros que era un sincorazón, aquello le perjudicaba en cierto modo ya que... ¿Un portador sincorazón? ¿Dónde se ha visto eso? Quiero decir, sería muy irónico. Lo lógico habría sido eliminar a Ragun por ser una amenaza potencial (al menos en TDP), sin embargo a Ragun le pareció lógico confesar eso a Ryota y los demás Maestros, no hacerlo le parecía un acto de traición.


Tras escribir todo y repasar lo que había escrito (y corregir alguna falta de ortografía), dejé la estilográfica en el estuche y alcé mi mano.

Maestro Ryota, Maestra Ariasu, Maestra Shinju... He terminado ―anuncié.

Casi al momento me arrepentí. ¿Y si había cometido algún error?
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Nell » Dom Ene 03, 2016 4:26 pm

Ryota le obligó a esperar hasta que hubiese finalizado la hora completa, puesto que Daichi no había terminado y parecía muy concentrado en su examen. Mientras tanto, podía revisar sus respuestas.

Cuando llegó el tiempo límite, Ariasu recogió todas las hojas que hubiesen empleado y se retiró, para dar paso a un nuevo discurso de Ryota, que fue al grano:

En la segunda prueba debéis demostrarnos vuestra valía a Bastión Hueco trayéndonos algo que lo represente. Durante vuestro entrenamiento habréis visitado muchos mundos, conocido a innumerables personas y vivido cientos de experiencias que probablemente no imaginarais posibles. Regresad a esos lugares, rencontraros con conocidos y revivid el camino que os ha traído hoy aquí. Encontrad aquello que os viene a la mente cuando pensáis en por qué creéis merecer el título de Maestro. Puede ser una declaración de vuestro desarrollo, un objeto que os haya marcado o una hazaña que logréis durante el tiempo límite.

»Tenéis seis horas. Si llegáis tarde, suspenderéis automáticamente esta parte. La única prohibición explícita es no buscar la ayuda de otros aprendices. El Examen es un camino solitario que debéis superar por vosotros mismos y no debéis involucrar a otros de Bastión Hueco. Esto no se aplica a personas ajenas.

»No tengo nada más que decir. Las instrucciones son claras y confío en vosotros. ¿Tenéis alguna duda?

Daichi negó con la cabeza y Ryota esperó por Ragun. Después de que este planteara lo que quisiera o callara, dio comienzo la prueba:

Entonces, partid. Buena suerte.

Ariasu se adelantó para abrirles amablemente la puerta, aunque la sonrisa pilla que les dedicó no daba buena espina. Cerró tras ellos (llave incluida), dejándoles solos. Daichi suspiró, tal vez nervioso, y echó a andar dando la espalda a Ragun. Sin embargo, se paró de pronto y se volvió hacia él, quizá por cortesía, para decirle:

Me voy a dar un paseo por abajo, ¿te vienes?

Ragun era libre de aceptar o rechazar la oferta. En caso de que la rechazara, Daichi simplemente seguiría su camino hacia la entrada del castillo. Y tendría que pensar qué era lo que quería hacer. Las indicaciones de Ryota habían sido algo vagas, pero probablemente el Maestro lo había hecho aposta para asegurarse de que se esforzaban en la prueba y la superaban por sí mismos.

Ahora bien, ¿cómo?


¡Segunda prueba! Siento el retraso, es una mala época.

Brevemente lo explico off-rol: tienes seis turnos como máximo para la prueba, que transcurrirá según tus intenciones. Ragun puede darse ahora mismo la vuelta, volver a la sala y presentar lo que quiera; si no es así, no hace falta que ahora mismo tengas claro qué hacer, pero sí debes pensar en dónde vas a ir (mundo y lugar) y con qué razones, para darnos pistas mutuamente de lo que ocurrirá.

La oferta de Daichi no es una trampa, no se suspende por ir con el otro aprendiz, simplemente la he planteado como alternativa por si no se te ocurre nada.

creativo. Tu única limitación son los personajes de otros jugadores, pero tienes a cualquier otro NPC que conozcas libre para interactuar con él. Tienes a tu disposición también todos los mundos para visitar, estén o no relacionados con Ragun. La pregunta que te tienes que responder es qué quiere hacer tu personaje durante el tiempo límite que le han dado.

Si Ragun plantea alguna pregunta a Ryota, escríbemela por PM y te responderé para ahorrarnos tiempo.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Sombra » Lun Ene 04, 2016 4:59 am

Esperé ansioso la hora de finalizar el examen. Había contestado más rápido de lo que creía, de hecho... Me había parecido que el tiempo era excesivo para una prueba tan sencilla. Ariasu fue la encargada de recoger nuestras hojas cuando el tiempo límite del examen terminó. Ryota volvió a hablar sin rodeos:

En la segunda prueba debéis demostrarnos vuestra valía a Bastión Hueco trayéndonos algo que lo represente. Durante vuestro entrenamiento habréis visitado muchos mundos, conocido a innumerables personas y vivido cientos de experiencias que probablemente no imaginarais posibles. Regresad a esos lugares, rencontraros con conocidos y revivid el camino que os ha traído hoy aquí. Encontrad aquello que os viene a la mente cuando pensáis en por qué creéis merecer el título de Maestro. Puede ser una declaración de vuestro desarrollo, un objeto que os haya marcado o una hazaña que logréis durante el tiempo límite.

»Tenéis seis horas. Si llegáis tarde, suspenderéis automáticamente esta parte. La única prohibición explícita es no buscar la ayuda de otros aprendices. El Examen es un camino solitario que debéis superar por vosotros mismos y no debéis involucrar a otros de Bastión Hueco. Esto no se aplica a personas ajenas.

»No tengo nada más que decir. Las instrucciones son claras y confío en vosotros. ¿Tenéis alguna duda?

Ni falta hizo decir que el Maestro había sido muy claro. Sus condiciones eran bastante simples: Teníamos seis horas, no podíamos contar con la ayuda de ningún otro aprendiz... Como él había dicho, sería un camino solitario.

Daichi negó con la cabeza. Hice lo mismo indicando que tampoco tenía ninguna duda... El problema era que no estaba tan seguro de qué lugar debía visitar. ¿Mundo Inexistente? ¿Coliseo del Olimpo? ¿Ciudad de Paso? Había muchos mundos en los que había estado, en algunos había conocido gente muy importante. ¿Pero por dónde debería empezar?

Entonces, partid. Buena suerte.

Gracias. ―La iba a necesitar.

Ariasu nos abrió la puerta y nos dejó marchar mientras nos dedicaba una sonrisilla un tanto tétrica. No estaba seguro de lo que quería decir con aquello, pero no quise darle demasiadas vueltas, ya tenía mucho en lo que pensar.

La Maestra cerró la puerta, e incluso echó el cerrojo. ¿El por qué? No me quedaba del todo claro, pero preferí hacer como si nada, quizás era un procedimiento normal.

Daichi se adelantó, caminé por el mismo pasillo (al fin y al cabo aún tenía que salir del castillo) cuando el antiguo aprendiz de la difunta Wix se paró en seco.

Me voy a dar un paseo por abajo, ¿te vienes?

No, gracias ―rechacé amablemente―. Ya has oído a Ryota. Es un camino que debemos afrontar en solitario.

>>Te deseo suerte, Daichi. Espero que Bastión Hueco amanezca con dos nuevos Maestros que guíen el futuro de nuestra Órden.

Le dediqué una sincera sonrisa al aprendiz. De verdad deseaba que ambos nos convirtiésemos en maestros. Daichi se dirigió hacia la entrada, aunque en mi caso primero me pasé por mi habitación. Allí cogí la Materia; el objeto de invocación de Zack y materialicé en mi habitación el Glider para salir por la ventana.

Tenía muy claro por dónde debía empezar. Quizás no fuese algo que verdaderamente mostrase mi valía, pero necesitaba ir para allí para aclarar mis ideas.

Debía visitar la tumba del que había sido mi mejor amigo. Necesitaba visitar a Ivan Kit.

***


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El sol apenas había empezado a salir en la necrópolis, por lo que la sombra de las Llaves Espadas se proyectaban por el yermo paraje casi infinitamente. Aterricé en un cruce de caminos levantando una gran polvareda que por suerte mi armadura se encargó de recibir, por lo que no acabé respirando todo aquello.

Observé mi alrededor. Todo estaba vacío y lograba transmitirme un extraño sentimiento de nostalgia, o tal vez miedo. Lo que sí sabía a ciencia cierta era que aquel lugar imbuía en mí un desasosiego que ningún otro lugar lograba despertar en mí. Era normal, aquel sitio representaba el final de nuestra senda, el final de la vida de aquellos que habían dado todo por la Órden de la Llave Espada... Siendo un examen de Maestro a lo que me iba a presentar creía que aquel lugar era un buen sitio para empezar.

Caminé entre las hileras de llaves colocadas casi de manera desordenada, pasé por delante de la tumba de Kazuki mirándola de reojo. Me habría parado en ella, pero no era por él por lo que estaba visitando la necrópolis, no.

La Llave Espada de Ivan permanecía todavía en perfecto estado, al contrario de las otras que había alrededor. Alrededor del arma aún había un ramo de flores, aunque muy reseco. Yo mismo le había llevado aquello dos semanas atrás.

Me senté con las piernas cruzadas frente al arma e hice desaparecer mi armadura de portador.

Hola, Ivan ―saludé―. Ha pasado tiempo.

>>¿Sabes? Hoy es un día muy importante para mí. Verás, estoy a punto de cumplir aquello que una vez prometimos ser: Maestro de la Llave Espada.

Sonreí con tristeza. Era una promesa que solo uno de los dos iba a cumplir. "El Mejor" nunca podría hacer aquello... Ni nada porque su vida había acabado demasiado pronto.

La verdad es que estoy muy perdido, el Maestro Ryota me ha pedido que encuentre algo que demuestre mi valía y que me haga merecedor del título de Maestro, pero es mucho más difícil de lo que parece y... Me siento inseguro, por eso he venido aquí.

>>No sé si tengo madera para convertirme en un Maestro a la altura de Nanashi y Ryota. Quiero ser alguien digno de respeto, como ellos... ¿Pero seré capaz? Ahora que lo pienso, siempre que he sido "líder" de algo o encargado en cierto asunto he metido la pata. No soy tan inteligente como ellos, ni siquiera sé si podría enseñar algo a los más novatos. Por mucho que lo he intentado... No soy la espada que protege a sus compañeros como digo ser... Solo soy una persona que intenta sobrevivir y que tiene demasiado miedo de sí mismo.

Invoqué mi Llave Espada y apunté con ella hacia el cielo. Era cierto, me daba miedo no saber hasta que punto podía llegar, no conocerme a mí mismo... Era horrible. Necesitaba saber más de los sincorazón, pero temía convertirme por completo en uno otra vez en el proceso y atacar a mis amigos.

Me gustaría conocer mejor mi verdadera fuerza y emplearla para ayudar a los demás.

>>Bueno, creo que es hora de irme... Tengo que hacer una visita a otro buen amigo.

Suspiré y lancé una última mirada a la llave espada de Ivan. No podía entretenerme más, el tiempo corría en mi contra. Materialicé una vez más el Glider, ésta vez para dirigirme al coliseo en lo alto de Tebas. Zack debía estar entrenando a aquellos novatillos en aquel momento.

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Ragun va al Coliseo en Coliseo del Olimpo (perdón la redundancia xD) para visitar a Zack.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Nell » Vie Ene 08, 2016 3:08 am

La reacción de Daichi ante palabras tan solemnes no se hizo de rogar:

¡¡Espero que no!! ―le respondió, con cara de horror.

Ragun se quedaría con la duda de cuál era el motivo de su escándalo. Mejor no tomárselo demasiado en serio, o podía desmotivarse en mitad de aquel importante examen. En su lugar, visitó la tumba de Ivan y partió desde la Necrópolis al Coliseo.

* * *


El Coliseo estaba a rebosar. Ragun vería a espectadores congregados alrededor del edifico, esperando la hora de que les dejaran entrar para presenciar los combates que iban a celebrarse aquel día. Incluso habían montado varios puestos de cosas para comprar, como espadas de juguete, pelotas de cuero, muñecos de Hércules, cascos con cuernos a ambos lados, bebidas energéticas, etcétera. Cada artículo a diez platines, por si le interesaba algo.

No pudo enterarse mucho de a qué venía tanto revuelo, ya que no parecía haber anunciado ningún torneo. No obstante, se fijaría en que casi todos eran adultos y apenas había niños.

Ragun entró directamente a las salas de entrenamiento que había dentro del Coliseo. No le pusieron ninguna objeción; aunque no se había encontrado con ningún conocido, su cara sonaba lo suficiente como para identificarle como un luchador.

Encontró a Zack enseguida: estaba en uno de los gimnasios interiores, solo, dando mandobles a un muñeco que no aguantaría mucho más. En cuanto le vio entrar, dejó lo que estaba haciendo, sonrió y fue a su encuentro para darle el apretón de manos de colegueo, ese que se hace por encima de la cintura, a la altura del pecho, entre viejos conocidos.

¡Hola, Scarf Man! ¿Qué tal estás? ¿Vienes a entrenar o a apuntarte a la carrera?

¿Carrera? ¿Qué carrera? Si Ragun preguntaba, Zack le respondería lo siguiente:

La que se celebra hoy. ¿No te has enterado? Van a usar el Coliseo para hacer una pequeña carrera de novatos. Nada grande ni serio. A mí no me interesa ―Se pondría a hacer sentadillas de la sola mención de actividad―. Pero puedes ganar una medalla si quedas primero. ¿Te interesa? Creo que aún están las inscripciones abiertas.

Por otro lado, fuera cual fuese la intención de Ragun para querer ver a Zack, allí le tenía. Eso sí, no había ni rastro de los aprendices de este. Podía preguntarle por ellos o pasar al tema que lo había llevado allí.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Sombra » Sab Ene 09, 2016 4:31 am

En cuanto pisé el Coliseo supe al instante que algún evento importante estaba a punto de empezar. La cantidad de personas en la entrada era inmensa, y todos esperaban ansiosos la entrada a la copa que probablemente se iba a celebrar.

No faltaban los típicos puestos de artículos de regalo con muñecos de héroes de Tebas (en concreto de Hércules), espadas de juguete y muchas más cosas. Ya había visto aquellos puestos en numerosas ocasiones, aunque nunca se me había dado por comprar nada... Aunque eso no impidió que por primera vez me acercase a uno de aquellos puestos y comprase una bebida energética.

Me dirigí hacia el interior del edificio. Normalmente me enteraba de todos los torneos que había dentro del Coliseo (ya que me gustaba verlos y participar en ellos), por lo que no pude evitar sentirme extrañado al no saber que aquel día se iba a celebrar uno. Aunque claro, también era raro que no hubiese apenas niños...

Entré a las salas donde los aprendices de héroe y sus aprendices entrenaban sin ningún problema. No tardé mucho en encontrar a Zack entrenando en solitario con su propio mandoble golpeando a un demacrado muñeco de madera que parecía a punto de caerse en pedazos.

¡Hola, Zack! ―saludé desde la entrada del gimnasio al optimista joven para llamar su atención.

Zack sonrió y nos dimos un apretón de manos informal mientras que con mi mano libre le di unas palmaditas en la espalda.

¡Hola, Scarf Man! ¿Qué tal estás? ¿Vienes a entrenar o a apuntarte a la carrera?

Muy bien, la verdad ―respondí con un tono alegre―. ¿De qué carrera estás hablando?

La que se celebra hoy. ¿No te has enterado? Van a usar el Coliseo para hacer una pequeña carrera de novatos. Nada grande ni serio. A mí no me interesa

Normal, teniendo el título de Aprendiz de Héroe eso sería un poco abusivo ―rei recordando a Moc Azos, Gafas y al resto de sus aprendices. Ninguno parecía gran cosa, aunque seguramente participasen en aquella carrera para ir ganando alguna que otra condecoración antes de presentarse formalmente a la copa que les convirtiése en aprendices de héroe.

Zack se puso a hacer sentadillas, una actividad que hacía cada pocos segundos si uno le dejaba.

Pero puedes ganar una medalla si quedas primero. ¿Te interesa? Creo que aún están las inscripciones abiertas.

No, tranquilo. Simplemente pasaba a hablar contigo ya que eres uno de mis mejores amigos y estoy a punto de dar un importante paso en mi vida, o eso creo ―sonreí de medio lado. Ese paso podría ser un tropiezo si suspendía el exámen de Maestría.

Invoqué mi Llave Espada y golpeé el muñeco de entrenamiento ensartando mi arma directamente en el "corazón" y la retiré rápidamente para ver el agujero que acababa de dejarle. Magnífico.

Sabes que tanto Lyn como los demás que portamos estas espadas venimos desde una zona muy lejana de Grecia, ¿verdad? ―pregunté. No me gustaba mentirle, pero no podía desvelarle el secreto de los mundos―. Hace tiempo me cambié de gimnasio, por lo que Lyn ya no es mi Maestra, aunque se puede decir que seguimos en contacto... Pues bien, en el lugar donde entreno ahora me han mandado buscar "algo" que demuestre mi valía y que sirva como prueba de que merezco ser un Maestro. Lyn debió haber hecho lo mismo en su momento ya que el gimnasio en donde estoy sigue las mismas normas.

Cerré los ojos y solté un largo suspiro. Me había ido mucho por las ramas.

Me giré hacia él mientras rebuscaba en el bolsillo de mi pantalón el objeto que Zack me había regalado, la Materia que se había convertido en un objeto con su esencia, uno con el que podía llamar a mi buen amigo cuando las cosas se ponían duras.

No estoy seguro de como puedo probar que merezco ser un Maestro, pero estoy seguro de que mis acciones aquí han salvado muchas vidas inocentes, pensé en llevar mi trofeo de la Copa Phil, pero... Ni siquiera sé si lo que debo llevar es algo material o simplemente algo que me inspire ―apreté con fuerza el objeto de invocación―. Creo que en este lugar podría haber algo que me ayudase, y es por eso que he acudido a ti Zack. Porque tú, mejor que nadie sabes lo que hice por este mundo.

Clavé mis ojos en él esperando impaciente su respuesta.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Nell » Vie Ene 15, 2016 1:54 am

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La bebida son diez platines, ya se los estás mandando a la cuenta de Game Masters.


Zack no pareció darse cuenta de la seriedad del asunto. Continuó haciendo sentadillas mientras le escuchaba, y solo apartó la mirada una vez del chico para ver el destrozo que había hecho Ragun con su muñeco de prácticas. Una vez terminó de explicarse, paró, suspiró y puso cara pensativa.

No te entiendo. ¿Qué dices que has hecho por este «mundo»? ―preguntó inocentemente, aunque él mismo dio con la respuesta―. ¡Ah, ya, lo de la Copa Phil…! Pero colega, eso sucedió hace tres años. Aquí los héroes van y vienen. En Tebas el día no comienza sin un bicho enorme fastidiándote el desayuno. ¡Para eso existen los héroes! ¿Por qué crees que Hércules es tan famoso? ―No respondió. Dejó la pregunta a medias, siguiendo otro hilo―. Seguramente la mayoría de esa gente ya no recuerda lo que hiciste ni que alguna vez les hubieras salvado. No basta con ser héroe un día. ¡Tienes que serlo todos los días!

Se notaba la emoción de Zack cuando hablaba del tema de los héroes. Ya había reiterado muchas veces que quería llegar a ser uno y al parecer el sacrificio que conllevaba no lo amedrentaba lo más mínimo. Le quitó importancia al asunto que preocupaba Ragun y se centró en resolver el problema sobre el que le había pedido consejo:

Eso es muy fácil. Aquí, en el Coliseo, cuando alguien quiere probar su valor, el mejor modo de hacerlo es enfrentándose a un monstruo. Puedes llevar a ese gimnasio tuyo el premio que consigas de la caza. Seguro que a Lyn le parecerá bien ―le sugirió Zack, prácticamente declarando que no se había enterado de nada de la explicación de su amigo.

Si a Ragun le tentaba la idea y pedía más información, Zack le contaría que había escuchado rumores sobre una criatura que merodeaba al oeste de Tebas, si las habladurías eran ciertas. No había entrado ni atacado la ciudad, por lo que ningún héroe se había interesado en ir a buscarla. Zack le indicaría que el monstruo se escondía en una formación rocosa que distinguiría fácilmente, por si quería ir a buscarla. Incluso se ofrecería a acompañarle.

Por otro lado, en el caso de que la idea no convenciera a Ragun, este tendría que pensar en otra cosa. Zack no le iba a ser de mucha más ayuda, a aquellas alturas el candidato ya se habría dado cuenta de que tenía otra visión menos mística sobre el tema de la prueba. El aprendiz podía seguir charlando con él, merodear por otras partes de Grecia o irse a otro mundo. Aún le quedaban cuatro horas por delante hasta verse obligado a regresar.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Sombra » Sab Ene 16, 2016 4:02 pm

Zack no pareció darse cuenta de la seriedad del asunto. Continuó haciendo sentadillas mientras le escuchaba, y solo apartó la mirada una vez del chico para ver el destrozo que había hecho Ragun con su muñeco de prácticas. Una vez terminó de explicarse, paró, suspiró y puso cara pensativa.

No te entiendo. ¿Qué dices que has hecho por este «mundo»?

Ah, ya sabes... Este "Mundillo", este trabajo... Me expliqué mal, lo siento ―traté de corregir mi cagada monumental rápidamente mientras maldecía en voz baja mi bocaza.

¡Ah, ya, lo de la Copa Phil…! Pero colega, eso sucedió hace tres años. Aquí los héroes van y vienen. En Tebas el día no comienza sin un bicho enorme fastidiándote el desayuno. ¡Para eso existen los héroes! ¿Por qué crees que Hércules es tan famoso?

Me crucé de brazos, aunque el problema era que Gárland no era un simple monstruo o criatura era bien cierto que pese a que había salvado Tebas en más de una ocasión solo aquella vez había sido verdaderamente grave... Y otras veces habían sido "fuera de escena" al haber sido dentro del propio Inframundo, nadie iba a reconocer mis méritos si no había testigos presenciales.

Y tenía razón, por muy grande que fuese la heroicidad que hiciese... Era bien cierto que Hércules y otros héroes menos populares se enfrentaban día a día contra las criaturas que atacaban la ciudad Griega de Tebas. Era obvio que aunque fuesen menos poderosas que Gárland la gente exagerase, lo que yo había hecho era derrotar a un "imitador" de Gárland. al menos aquello era así para la gente corriente.

Seguramente la mayoría de esa gente ya no recuerda lo que hiciste ni que alguna vez les hubieras salvado. No basta con ser héroe un día. ¡Tienes que serlo todos los días!

Asentí con la cabeza. Zack tenía toda la razón del mundo, el problema era que yo no podía ser un héroe que permaneciese solo en Tebas como para ser conocidocomo tal. Para él yo era parte de un grupo de cazadores de sincorazón que recorrían Grecia matando aquellas bestias cuando suponían una amenaza. Aunque yo fuese un héroe casi todos los días un día era el héroe de Coliseo del Olimpo, otro en Ciudad Disney, otro en Castillo de los Sueños...

Nadie reconocía la labor de nosotros, los portadores. Al fin y al cabo nuestra misión era alto secreto excepto contadas ocasiones, y aún así a día de hoy gracias a los Villanos Finales nosotros éramos repudiados.

Eso es muy fácil. Aquí, en el Coliseo, cuando alguien quiere probar su valor, el mejor modo de hacerlo es enfrentándose a un monstruo. Puedes llevar a ese gimnasio tuyo el premio que consigas de la caza. Seguro que a Lyn le parecerá bien

Asentí de acuerdo. Osea, que tenía cuatro horas para encontrar un monstruo atacando Tebas y derrotarlo... No podía ser tan difícil. Según Zack, había un monstruo que merodeaba por la zona oeste de la ciudad. No había atacado todavía la ciudad, pero no sería mala idea investigar si era hostil (o si lo sería). Obviamente, si era una criatura afable no iba a matarla... No quería ser un asesino, ya había tenido suficiente de aquello durante una temporada.

Zack se ofreció a acompañarme, sin embargo rechacé su oferta de una forma cortés. Aquel era mi exámen, y aunque las únicas dos limitaciones eran de tiempo y no pedir ayuda a otros aprendices no quería tentar a la suerte. Era mi prueba, era algo mucho más que un simple exámen "tipo test" o alguna prueba que Fil pudiese poner para demostrar que merecía el título de aprendiz de héroe. El exámen de portador era algo casi místico y que significaba un brutal avance en el camino que un aprendiz había tomado. No solo por el amplio abanico de habilidades limitadas a los Maestros que podía aprender, también estaba la autoridad y respeto que aquel título ofrecía, además de que era una distinción que a grandes rasgos implicaba que el que lo poseía era alguien poderoso.

Iré a ese lugar pues ―sonreí―. Suerte, Zack. Nos veremos pronto, quiero enfrentarme a ti en algún torneo.

Con esas palabras me dirigí hacia el oeste de Tebas.

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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Nell » Mar Ene 19, 2016 3:14 am

Zack se despidió de él, deseándole ánimos en su caza y satisfecho de sí mismo por haberle ayudado. Ragun le dejó en el gimnasio, reponiendo el muñeco de prácticas para seguir entrenando y se dirigió al oeste. Enseguida comprobó que atravesar Tebas le llevaría demasiado tiempo, por lo que optó por sobrevolarlo con el glider e ir hacia las montañas (aunque si quería ir andando, perdería un par de horas).

Aterrizó en lo alto de la formación rocosa, desde donde podía ver la enorme ciudad que acababa de recorrer. Y desde dicha vista, contemplaría cómo había oberturas y huecos muy sospechosos entre los caminos de la montaña, por los cuales se accedía a unos pasadizos artificiales que se adentraban por las montañas. Ragun escogió uno y se internó en él. Por suerte, no se trataba de ningún tipo de laberinto, ya que veía fácilmente las salidas, los callejones sin salida y los pasillos se entrecruzaban con frecuencia.

Entonces, llegó a una pequeña cámara donde confluían varios caminos. Y escuchó un ruido, procedente de las profundidades, de una trampilla (construida en el suelo). No habría sabido decir a qué pertenecía, puesto que nunca había escuchado nada parecido. En aquel lugar de mitos y leyendas probablemente sería una criatura que, efectivamente, jamás hubiera visto.

¡Ya era hora de que llegaras!

Un hombre le sorprendió desde el techo de la cámara. Estaba volando, gracias a unas zapatillas con alas que le sostenían, y fingía tumbarse en el aire, mientras hacía girar su caduceo entre los dedos.

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Te escuché hablar con ese otro héroe del Coliseo, joven aprendiz ―declaró, alegre, mientras se le acercaba volando de forma amistosa, hasta quedarse tan cerca que resultaba incómodo si Ragun desconfiaba de él―. Parece que quieres dar caza al monstruo que vive en estas cuevas, ¿verdad? Y llevarte un trofeo suyo. Verás, yo también quiero algo de esa criatura, de hecho, quiero a la criatura entera. ¿Qué te parece si hacemos un trato? Tú lo capturas para mí y yo, a cambio, te doy… ―Se frotó la barbilla, pensativo―. ¡Ajá! ¡Esto!

Entonces, se quitó su sombrero, con dos alas blancas, inmóviles, pero tan impolutas como las del verdadero ángel que conocía. Aquel iba a ser el premio.

Te daré mi tocado, mortal. ¡No podrás decir que Hermes no es generoso! Podrás demostrar tu valía como héroe y conseguir la prenda de un dios. Demasiado beneficioso, ¿no crees? ―Volvió a pararse a pensar―. Ya sé, pongamos otra regla más. Tienes por ahí una bonita arma con forma de llave, si mi información es correcta, ja, ja, que siempre lo es. Te la arrebataré cuando vayas a luchar contra el monstruo y te la devolveré una vez me lo traigas. Así será un enfrentamiento más interesante. Además, no la necesitarás, porque no fue hecha para este tipo de seres, ¿cierto? ―Ensanchó la sonrisa y elevó las cejas, cómplice del secreto.

Hermes se había acercado para hacer un trato con él, por lo que seguramente Ragun tendría posibilidad de escoger entre aceptarlo o rechazarlo (no era la orden de un dios como tal). Si lo aceptaba, tendría que dejar la Llave atrás, con Hermes; en cambio, si lo rechazaba, bastaba con que continuara su camino hacia el monstruo, bajando por la trampilla. En cualquiera de los dos casos, podía hacerle preguntas a Hermes, pero este no aceptaría que intentara negociar el trato.

Si Ragun preguntaba a Hermes por qué no iba él mismo a por la criatura, el dios reiría y no contestaría a la pregunta. El aprendiz tendría que imaginarse por sí mismo la respuesta.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Sombra » Mar Ene 19, 2016 2:36 pm

Me despedí de Zack dejándolo en el gimnasio para que siguiese entrenando con algunas dudas en mente. ¿Qué clase de criatura vivía en aquel lugar para que alguien quisiese cazarlo?

Sobrevolé la ciudad con el Glider pasando sobre las nubes para exponerme lo mínimo posible. El lugar que el Aprendiz de Héroe me había señalado estaba demasiado lejos y tomaba varias horas llegar hasta allí, no disponía de demasiado... Y aún tenía que dejar algo de tiempo para que pudiese volver a tiempo.

Alcancé la cima de la formación rocosa de la que Zack me había hablado. El lugar estaba algo alejado de la ciudad, pero estaba lo suficientemente alto como para que pudiese verla a lo lejos.

Entre las rocas podía ver huecos y caminos que daban entrada a unos túneles artificiales que parecían refugios o algo así. Mi plan sería simple, encontrar a la bestia y si era violenta darle caza, coger un trozo de su cuerpo (una zarpa, colmillo o tal vez un cuerno) y volver a Bastión Hueco. Aún disponía de bastante tiempo... Siempre y cuando los túneles no fuesen un laberinto, por supuesto... Aunque incluso eso tenía pensado, para algo disponía de Instinto Sincorazón, aunque si podía evitarme el gasto de energía mejor que mejor.

Entré al lugar atravesando los túneles hasta una cámara a la que llevaban varios caminos a modo de cruce. En el rocoso suelo de la sala había una trampilla bastante sospechosa de la que surgió un ruido extraño y que no pertenecía a nada que conociese.

Me agaché dispuesto a abrir la trampilla (ya fuese con mi llave espada o con mis propias manos) cuando un hombre apareció desde el techo. Solté un grito de sorpresa y miré más de cerca al extraño ser. Se trataba de un hombre azul que volaba con la ayuda de unas zapatillas con alas, podía ver un leve resplandor a su alrededor y entre sus manos llevaba un caduceo.

¡Ya era hora de que llegaras!


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¿Quién se supone que eres? ―arqueé una ceja. ¿Aquella era la "cosa" que tenía que matar? Parecía una persona normal... Aunque con complejo de luciérnaga, azul y voladora.

Te escuché hablar con ese otro héroe del Coliseo, joven aprendiz ―explicó mientras se acercaba a mí con total confianza. No pude evitar retroceder alerta hasta que choqué con la pared que había a mi espalda, aquello no evitó que el hombre luciérnaga se aproximase más a mí.

¿Eso no es un delito de acoso?

Parece que quieres dar caza al monstruo que vive en estas cuevas, ¿verdad? Y llevarte un trofeo suyo. Verás, yo también quiero algo de esa criatura, de hecho, quiero a la criatura entera. ¿Qué te parece si hacemos un trato? Tú lo capturas para mí y yo, a cambio, te doy… ―El hombrecillo meditó una posible recompensa―. ¡Ajá! ¡Esto!

El ser se quitó su sombrero, que lucía dos bonitas alas blancas similares a las de Nithael. No parecía un mal premio... Y parecía tener algún tipo de aura mística, si se le podía llamar así.

Te daré mi tocado, mortal. ¡No podrás decir que Hermes no es generoso! Podrás demostrar tu valía como héroe y conseguir la prenda de un dios. Demasiado beneficioso, ¿no crees?

Espera, ¿el Dios Hermes? ―Abrí los ojos como platos. ¡Claro! Aquello tenía sentido, en el panteón de los dioses él era un mensajero o algo así. Aquello explicaba por qué podía saber que había hablado con Zack y como había llegado hasta el lugar donde estábamos tan rápido.

Una sonrisa algo avariciosa se dibujó en mis labios.

Ya sé, pongamos otra regla más. Tienes por ahí una bonita arma con forma de llave, si mi información es correcta, ja, ja, que siempre lo es. Te la arrebataré cuando vayas a luchar contra el monstruo y te la devolveré una vez me lo traigas. Así será un enfrentamiento más interesante. Además, no la necesitarás, porque no fue hecha para este tipo de seres, ¿cierto? ―Hermes sonrió con complicidad.

Tenía razón, la Llave Espada era para exterminar sincorazón... Pero también era mi principal arma, al menos poseía la Cadena de Memorias y la Mayoshi no Meiyo. Además, sabía de sobra que aunque dejase con él mi Llave Espada ésta acabaría volviendo a mí si trataba de utilizarla. ¿Qué podía salir mal?

Muy bien, pero antes me gustaría saber algunas cosas. Ya he tenido problemas con Hades, ¿qué me asegura que vayas a mantener el trato? Además, ¿qué clase de criatura resultaría tan interesante a un Dios como para desear poseerlo? ¿Qué me espera ahí abajo?

Materialicé mi Llave Espada y la clavé en el suelo. Temía que si se la entregaba yo personalmente lo convirtiese también en un portador o algo así. No podía fiarme del todo de un Dios.

>>Ah, sí. ¿Lo quieres vivo o muerto?

Hice aparecer las espadas gemelas, que brillaban con un tono dorado y abrí la trampilla dispuesto a bajar por ella.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Nell » Vie Ene 22, 2016 12:16 am

Hermes pareció satisfecho de que Ragun hubiese aceptado tan rápido.

¡Espléndido! ¡No había visto tanta valentía desde que Aquiles se puso unas sandalias!

Después de haber aceptado, Ragun se daría cuenta de que el dios había perdido interés en él. Escuchó sus preguntas mientras hacía piruetas en el cielo, activo e impaciente, y asintiendo con la cabeza a todo lo que el aprendiz decía.

No me compares con ese mal bicho de Hades. Puedo jurar por el Estigia si eso te hace sentir más seguro. En cuanto a la criatura, no necesitas saberlo, lo comprobarás por ti mismo en cuanto bajes.

Ragun clavó su Llave y esta desapareció, reapareciendo en una de las manos de Hermes. Con la otra aún sostenía su caduceo.

¡Nunca había sostenido una de estas! La esperaba más estable, menos de juguete, ya sabes ―valoró―. Llévame el premio a lo alto de esta montaña, odio estas cavernas donde no puedo volar bien… ¡Ah, y respecto a tu última pregunta… lo dejo en tus manos!

El dios se escabulló rápidamente, llevándose su Llave Espada, por uno de los túneles que ascendían hacia la salida. Por el contrario, Ragun tendría que bajar por la trampilla, la no había necesitado abrir con su arma. El descenso fue lento, porque el pasillo estaba tan oscuro que no veía ni por dónde pisaba, y el suelo no era precisamente liso. Además, según avanzaba, escuchaba más de esos ruidos, que de vez en cuando hacían reverberar las paredes.

Supo que había llegado hasta el final porque las paredes se abrieron a los lados, dando inicio a una amplia sala. Ragun tendría que buscar alguna forma de iluminar la zona, ya que los ruidos eran cada vez más fuertes y debía de estar prácticamente frente a la criatura. Cuando la encontrase, descubriría cuál era la criatura tan interesante que hasta un Dios quería poseerla.

Un cerdo. Un cerdo que cuando gruñía hacía temblar las paredes, pero un cerdo, al fin y al cabo, sin cuernos, ni alas, ni algo que pudiera llevar como trofeo. Al final el trato con Hermes no sería tan malo.

El cerdo estaba rodeado de huesos (no humanos, sino que parecían haber sido de otros cerdos). Gruñía, como si estuviera desesperado por algo, y cuando Ragun se acercó, olisqueó en el aire en su dirección. Pateó el suelo y agachó la cabeza, en actitud amenazante, como si fuera un toro a punto de embestir.

¿Qué haría Ragun? Parecía un ser ridículo frente a lo que sea que hubiese imaginado (aunque a Ragun le costaría cargarlo, no tanto por el peso como por la anchura, estaba cebadito). O puede que poseyera realmente tanta fuerza como para resultar peligroso. Desde luego, Hermes se había cuidado en no responder a si lo quería vivo o muerto, por lo que era de suponer que cualquiera de las dos opciones le satisfacería.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Sombra » Vie Ene 22, 2016 2:02 am

Hermes pareció satisfecho de que Ragun hubiese aceptado tan rápido.

¡Espléndido! ¡No había visto tanta valentía desde que Aquiles se puso unas sandalias!

No entendía que tenía aquello de valiente, pero no dije nada. Mientras hacía mis preguntas, el Dios se dedicó a hacer piruetas en el aire. Parecía más apurado en mandarme a paseo que en contestarme, sin embargo parecía estar escuchando ya que no dejaba de asentir con la cabeza.

No me compares con ese mal bicho de Hades. Puedo jurar por el Estigia si eso te hace sentir más seguro. En cuanto a la criatura, no necesitas saberlo, lo comprobarás por ti mismo en cuanto bajes.

Está bien...

Clavé mi llave espada en el suelo, sin embargo ésta desapareció en una bruma negra para reaparecer mágicamente en las manos del dios. No me gustaba demasiado que tocasen mis cosas, pero ir contra un ser divino no parecía lo más sabio.

¡Nunca había sostenido una de estas! La esperaba más estable, menos de juguete, ya sabes ―opinó. Si le partiesen la crisma con una de esas vería lo poco de juguete que era―. Llévame el premio a lo alto de esta montaña, odio estas cavernas donde no puedo volar bien… ¡Ah, y respecto a tu última pregunta… lo dejo en tus manos!

Sin decir nada más huyó de escena llevándose también mi Llave Espada. Clavé mi vista en la trampilla y la abrí con cautela mientras clavaba mis ojos en la oquedad que me esperaba. Bajé lentamente y con cuidado de no resbalar en ningún lugar. Cuando todo se volvió muy oscuro no dudé en activar mi Visión Nocturna, prefería saber lo que tenía frente a mí en todo momento.

Mientras más avanzaba, más cercanos eran aquellos extraños ruidos. Lo que estaba provocando tal sonido debía ser una criatura espantosa. Incluso sentía como las paredes de piedra reverberaban con aquellos rugidos infernales.

De pronto, el pasillo terminó ensanchándose creando una nueva estancia. El lugar donde aquel poderoso monstruo...

¿Derhe? ¿Qué haces tú aquí?

Tuve que forzar algo más mi visión nocturna para lograr diferenciar a lograr distinguir que aquella cosa no era Derhe Yeno. Sino un pobre cerdo. Suspiré decepcionado, esperaba algo más épico... Pero estaba bien, si aquello le servía a Hermes no iba a ser yo quien le negase la criatura. Un trato era un trato... Aunque por dentro sintiese que estaba haciendo trampas al cambiar a un animal por un tocado. ¿Qué tenía de especial el pobre animal? ¿Era de pata negra? Había escuchado una historia de que en una fiesta de navidad se había desatado una sangrienta pelea por culpa de la última loncha de jamón de uno de aquellos cerdos... Si la historia era cierta no me parecía raro que incluso los dioses quisiesen hincarle el dientes al pobre animal...

El cerdo estaba rodeado de huesos de animales (aparentemente más cerdos) y gruñía desesperado... Casi como pidiendo ayuda, o al menos aquello me había parecido a mí.

El cerdo pateó el suelo y agachó su cabeza cual toro tratando de amedrentarme.

Hey, ven aquí. Pequeño ―llamé con una sonrisa―. Te sacaré de aquí, ¿no te gustaría ver un lugar menos penoso que éste?

Hice desaparecer mis espadas gemelas y coloqué mis manos en actitud conciliadora mientras me aproximaba lentamente.

En un principio trataría de guiar al animal hacia el exterior y llevarlo al punto de encuentro con el Dios, si el cerdo no cedía y permanecía quieto materializaría mi Cadena de Memorias y daría un latigazo al suelo cerca del animal para que retrocediese asustado. En ningún momento intentaría dañarlo, pero no dudaría en defenderme si era necesario.

Lo que sí llamaba mi atención era... ¿Por qué todos aquellos huesos de cerdo? ¿Por qué aquel era el único vivo? ¿Se los había comido por el hambre?
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Nell » Vie Ene 22, 2016 3:02 am

El cerdo ni se tranquilizó con aquel gesto, ni retrocedió asustado. Hizo exactamente lo que pretendía hacer: embestir. Aún sin cuernos, era una mole a tener en cuenta, que se lanzó con la cabeza agachada hacia el desprotegido aprendiz. Ragun recibió el impacto, pero no le hizo daño. Apenas provocó que se tambaleara y cayera hacia atrás, porque el cerdo era fuerte por su volumen, no por sus músculos.

Podría ponerse en pie tranquilamente, ya que el cerdo no lo atacó de ninguna manera. Simplemente dio unos pequeños pasos hacia atrás para retroceder, agachó la cabeza y se preparó para embestir de nuevo si Ragun intentaba acercarse otra vez. Probablemente estaba asustado y su única respuesta era la de intentar alejar el peligro.

Si Ragun quería llevarle a Hermes el cerdo con vida, tendría que buscar un modo de transportarlo sin herirlo. Podía probar a achantarlo con la Cadena de Memorias, pero en vez de retroceder, el cerdo volvería a embestir y, encima, el aprendiz lo dañaría. Y el animal no era un sincorazón, lo podía matar con facilidad sin darse cuenta.


Aviso: nos quedan dos turnos a lo máximo para acabar esta parte. Tienes este turno para encontrar una solución e ir a ver al dios (en mi post pasamos a BH); y en el siguiente sería para presentarle tu prueba a Ryota. Piensa bien en lo que quieres hacer.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Sombra » Vie Ene 22, 2016 12:30 pm

Mi pequeña idea no funcionó, de hecho falló estrepitosamente. El animal me embistió, y aunque el daño fue más que mínimo no impidió que me cayese al suelo, puesto que era bastante grande. Llevarlo vivo sería una tarea complicada, sobretodo si el animal estaba dispuesto a volver a atacarme Se me ocurrió otra idea, no me importaba gastar un poco de magia por lo que sin mediar más palabra apunté con mi mano al animal y pronuncié claramente una única palabra.

Petra.

El hechizo (salvo que aquel cerdo fuese inmune por algún motivo) convirtió al animal en piedra en un instante dejándolo con la pose que tenía segundos atrás. No perdí el tiempo y cogí al animal (si me resultaba demasiado complicado o era imposible llevarlo en mis brazos haría aparecer Rinkaku para sujetarlo con los cuatro tentáculos y mis dos brazos).

Abandoné el lugar subiendo por la trampilla y ascendiendo hacia el punto de encuentro con el Dios. Lo cierto era que aquella misión no era lo que había esperado, creía que me enfrentaría a algún ser mitológico malvado, no a un pobre animal asustado. Suponía que el eco de la cueva exageraba los gruñidos del pobre cerdo, alguien lo había escuchado y el rumor de un monstruo comenzó. Aunque aquello no explicaba lo de los huesos... ¿Acaso había algo más allí? No, no podía ser posible... Lo habría visto. Con razón Hermes no quiso decirme lo que había ahí abajo... No me lo habría tomado en serio.

Dios Hermes ―llamé una vez vi al hombre―. Le he traído lo que me pidió. He tenido que petrificarlo, pero no tardará en volver a la normalidad. Ahora bien, es turno de cumplir el trato.

Sin embargo, también tenía una enorme duda en mente, por lo que no tardé en formular una última pregunta.

>>Dígame. ¿Por qué éste animal es especial?

Una vez me entregase el tocado (si es que cumplía el trato) volvería a Bastión Hueco tras mostrarle mis respetos al ser divino. En caso de que no cumpliese su palabra tendría que volver a Bastión Hueco con las manos vacías... Pero primero cogería mi trofeo de la Copa Phil en mi habitación para presentarlo como prueba de mi valía. Al menos así tendría algo para entregar... Mejor que nada era.
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Re: [Alexander Fürst von Wiedererinnerung]

Notapor Nell » Sab Ene 23, 2016 4:00 am

Tal y como había prometido, el dios Hermes le esperaba en la cima de la montaña. Se mostró entusiasmado ante el regreso de Ragun, quien tuvo que convocar su Rinkaku para cargar al cerdo (tenía demasiada anchura como para cogerlo con solo un brazo y medio). No obstante, apenas prestó atención al animal cuando lo dejó en el suelo, junto a él, sino que se adelantó en felicitarle:

¡Espléndido, espléndido! Y además lo has traído entero. Puede que le queden secuelas, pero ¿a quién no? Aquí tienes tu premio, y te devuelvo tu arma.

Hermes se quitó el tocado y se lo entregó ceremoniosamente a Ragun. Después, le señaló el lugar donde había clavado la Llave Espada, para que el propio aprendiz la recuperara por sí mismo. Mientras, el dios dio vueltas alrededor del cerdo, esperando a que se despetrificara para llevárselo de allí.

Solo volvió a prestarle atención cuando, antes de marcharse, Ragun quiso saber qué tenía de especial el animal.

¿Especial? ¡Nada! Solo es un cerdo, ¿no lo ves? ―se rio―. Pero antes de eso era un pobre pescador que arribó en la isla equivocada con sus camaradas y aceptó los manjares de una despiadada bruja. Como habrás comprobado, ha sido el único superviviente a tan desgraciado destino. Con esto regresará a la normalidad ―le enseñó una hierba poco peculiar― y su familia me rendirá la ofrenda que me ha prometido a cambio de devolverlo.

Al final todo había salido bien. Lo que viene siendo un día normal en la vida de un aprendiz. Hermes procedió a despedirse, justo cuando el cerdo parecía empezar a perder la petrificación.

¡Hasta otra, amigo mío! Cuida bien de mi tocado.

El tiempo se agotaba, por lo que a Ragun no le quedó más remedio que volver cuanto antes a Bastión Hueco. Allí aún le daría tiempo a pasarse por su habitación, en caso de que quisiera recoger algo más, antes de dirigirse a la sala del trono.

Cuando entró, solo estaba Ryota. Le esperaba sentado en el trono y le hizo gestos para que se acercara al límite con las escaleras. Era el momento de que Ragun demostrara su valía para Bastión Hueco.
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