Examen [Light Hikari]

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Examen [Light Hikari]

Notapor Suzume Mizuno » Mié Ene 20, 2016 1:20 am

El Examen de Graduación. Ese temible reto al que los aprendices debían enfrentarse tarde o temprano. Light debía ser un manojo de nervios mientras se dirigía hacia la Sala del Trono. Hacía dos días que Ronin, durante uno de los entrenamientos, parecía haber caído en la cuenta de que tenía algo que decirle. Le preguntó si recordaba que Fátima ya se había graduado, le dirigió una gran sonrisa y le preguntó: «¿adivina a quién le toca ahora?».

Le dio dos días para pensárselo. Tendría que presentarse a mediodía —¿para qué madrugar cuando podían dejar al aprendiz contando las horas?— en la Sala del Trono si quería llevar a cabo el Examen. Si Light se había puesto a dudar sobre su capacidad para presentarse al Examen, Ronin se habría reído en su cara.

¡Si te estás muriendo de ganas! Ah y recuerda llevar lápiz y borrador. O lo que sea que uses para escribir.

Antes de que Light abriera las puertas, vería a Nithael, Fátima y Lyn en el pasillo. El ángel lo saludó con un gesto y vocalizó, sin hacer sonidos, «suerte». Ella le levantó un pulgar. No le había podido contar cosas del Examen, pero le había asegurado que él podría aprobarlo. Lyn solo inclinó un poco la cabeza y movió las orejas. Luego los tres se marcharon, probablemente a cuidar de que ningún alumno se acercara a la Sala del Trono. La verdad era que el lugar parecía muy silencioso y vacío, casi solemne.

Cuando entró al Salón, Iwashi esperaba junto a la puerta. Alzó las comisuras de los labios ante Light y pasó por su lado, dándole una palmadita en el hombro, antes de salir y cerrar las puertas a su espalda.

Ya estaba. No había vuelta atrás.

Se encontró con que había dos pupitres frente a los tronos. En uno se sentaba el inconfundible Derhe Yeno, que parecía estar francamente de muy mal humor e indignado. Dirigió una mirada despectiva a Light antes de seguir garabateando en su hoja dibujos no aptos para todas las edades. En los tronos, charlando entre sí, estaban Ronin, Yami y Akio. La mujer entretenía a sus compañeros con una historia y, aunque ella se reía a carcajadas, Ronin y Akio parecían más confusos que otra cosa.

Ronin le hizo señas para que se sentara en el pupitre libre, donde había una hoja extendida y puesta boca abajo. Después, en parte aliviado por tener que cortar a Yami, Ronin carraspeó y se incorporó.

Bienvenidos, es un placer tener Exámenes tan seguidos —Derhe Yeno gruñó algo y dibujó con más fiereza—.Como seguro que estáis impacientes, iré al grano: el Examen consta de tres pruebas que tenéis que superar para aprobar, aunque no os diremos los resultados hasta el final. Vuestros Maestros, es decir Akio y yo, os supervisaremos pero el Examen es una tarea solitaria y debéis superarla por vuestra cuenta.

»El camino hasta el Examen es duro y largo y el futuro no parece ofrecernos buenas perspectivas, pero precisamente por eso necesitamos Maestros jóvenes que asuman riesgos, de mente abierta y que luchen por nuestra Orden pese a los peligros. Habéis llegado a la meta.—Ronin se inclinó un poco hacia delante y sonrió a Light—. Superadla y encontraréis muchas más. Es hora de ponerse nuevos objetivos. Seguid a vuestro corazón y lo lograréis.

»Que dé comienzo el Examen.

Ronin se sentó y Yami, muy contenta, se puso de pie. Parecía emocionada de dirigir un Examen, a pesar de que ninguno de los dos fueran sus aprendices. ¿Quizás había pedido estar allí?

¡Muy bien hecho hasta ahora chocobitos, no tengáis miedo de las serpientes que anidan en vuestro camino y que quieran robaros los huevos que tanto os ha costado empollar...!—Akio, que parecía aburrido, carraspeó—. ¡Oh, sí, sí! ¡Es muy sencillo, chocobines! Debéis responder con toda la sinceridad del mundo (si no lo hacéis lo sabremos, oh sí, lo sabremos) y en orden las preguntas que hay en vuestra hoja. ¡Tenéis una horita antes de que os quitemos los papeles, así que contad bien el tiempo! ¡Si hay preguntas hacédnoslas ahora, parajillos, porque no podéis hablar durante el Examen!

Se sentó, muy satisfecha de sí misma. Ronin parecía muy cómodo en su trono, pero si Light tenía dudas, se levantaría y se acercaría a responderlas. En cuanto a Akio, miraba con el ceño fruncido a Derhe Yeno, que ya le había dado la vuelta a su papel y empezaba a responder.

Cuando Light hiciera lo mismo, se encontraría con las preguntas que suponían la primera prueba para alcanzar la Maestría.

Spoiler: Mostrar
1. ¿Algunas vez has estado a punto de morir o has pensado que ibas a hacerlo? ¿Mereció la pena el riesgo en esa ocasión? ¿Has pensado cómo afrontarías de nuevo esa misma situación, o qué harías para que no se repitiera en el futuro?

2. ¿Alguna vez has querido matar a alguien? ¿Por qué? ¿Crees que lo merecía/lo sigue mereciendo? ¿Volverías a actuar igual? ¿Aprendiste algo de esa experiencia?

3. ¿Alguna vez has asumido la responsabilidad en una misión o tarea (tanto dentro como fuera de la Orden)? ¿Te has sentido como un líder o ejerciendo una superioridad frente a otros? ¿Crees que lo hiciste bien? ¿Volverías a hacerlo?

4. ¿Alguna vez has dudado o puesto en duda a la Orden? ¿Te parece que en ocasiones actuó mal o te avergonzó ser parte de ella? ¿Habrías hecho algo de haber podido? Si las respuestas anteriores han sido afirmativas, ¿por qué, aún con ello, continuaste tu camino de aprendiz?

Código: Seleccionar todo
[b]1. ¿Algunas vez has estado a punto de morir o has pensado que ibas a hacerlo? ¿Mereció la pena el riesgo en esa ocasión? ¿Has pensado cómo afrontarías de nuevo esa misma situación, o qué harías para que no se repitiera en el futuro?[/b]

[b]2. ¿Alguna vez has querido matar a alguien? ¿Por qué? ¿Crees que lo merecía/lo sigue mereciendo? ¿Volverías a actuar igual? ¿Aprendiste algo de esa experiencia?[/b]

[b]3. ¿Alguna vez has asumido la responsabilidad en una misión o tarea (tanto dentro como fuera de la Orden)? ¿Te has sentido como un líder o ejerciendo una superioridad frente a otros? ¿Crees que lo hiciste bien? ¿Volverías a hacerlo?[/b]

[b]4. ¿Alguna vez has dudado o puesto en duda a la Orden? ¿Te parece que en ocasiones actuó mal o te avergonzó ser parte de ella? ¿Habrías hecho algo de haber podido? Si las respuestas anteriores han sido afirmativas, ¿por qué, aún con ello, continuaste tu camino de aprendiz?[/b]


Cuando Light hubo terminado de leer las preguntas, algunas de las cuales parecían preparadas para que fueran contestadas con corrección política, a pesar de que le habían dicho que tenía que ser absolutamente sincero, Light podría hacerle un gesto a Ronin. Este diría con voz resonante y clara:

Empezad.—Luego le guiñó su único ojo a Light—. Suerte.

¿De verdad tengo que repetir esta parte?

¡Chitón!

Light tendría que responder a estas preguntas solo… O tal vez no tanto. Había otras preparadas para alguien que siempre había estado a su lado, aunque él no se diera cuenta, que también tendría que responder con toda la sinceridad del mundo si quería ayudar al chico a conseguir el grado de Maestro.

Spoiler: Mostrar
5. Piensa en algún momento en el que Light haya tenido problemas con las autoridades, o con alguien superior a él. ¿Cómo actuó y por qué?

6. Piensa en algún momento en el que Light mintió a sus superiores. ¿Cómo actuó y por qué?

7. Piensa en algún momento en el que Light quiso proteger a alguien a toda costa. ¿Cómo actuó y por qué?

8. Piensa en algún momento, al final de una misión o tema, en el que Light no estuviera satisfecho con los resultados obtenidos. ¿Cómo actuó y por qué?

Código: Seleccionar todo
[b]5. Piensa en algún momento en el que Light haya tenido problemas con las autoridades, o con alguien superior a él. ¿Cómo actuó y por qué?[/b]

[b]6. Piensa en algún momento en el que Light mintió a sus superiores. ¿Cómo actuó y por qué?[/b]

[b]7. Piensa en algún momento en el que Light quiso proteger a alguien a toda costa. ¿Cómo actuó y por qué?[/b]

[b]8. Piensa en algún momento, al final de una misión o tema, en el que Ligth no estuviera satisfecho con los resultados obtenidos. ¿Cómo actuó y por qué?[/b]


Habían llegado juntos y no sería justo que sólo uno de ellos se enfrentara al Examen. Light no estaría solo.



¡Bienvenido al Examen de Graduación de Maestría!

Como seguramente ya hayas leído los otros dos Exámenes, no me voy a explayar mucho. Tómate con calma el Examen, que no hay fechas límite, y repasa tus post antes de subirlos para que quede la mejor impresión posible. Actúa como siempre, roleando como en cualquier trama, manteniendo a Light dentro del personaje y todo saldrá bien.

La primera prueba dura sólo una ronda; la segunda se extenderá varias y la última también será un único turno aunque tu personaje no lo sabrá, pero ya hablaremos de ello cuando lleguemos.

Cualquier pregunta coméntamela por privado y así podemos llevar un mejor ritmo, aunque si quieres transcribirlas con Light, no hay problema.

No tienes que darme links para demostrarme si estás diciendo la verdad o no, simplemente responde el Examen tal cual.

¡Suerte!
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Light Hikari]

Notapor Light » Jue Ene 21, 2016 11:43 pm

«¿Adivina a quién le toca ahora?», aquella insinuación se le había quedado grabada en la cabeza.

A Light todavía le costaba creer que fuera a tomar ya el famoso Examen de Maestría. Había sido un aprendiz estos últimos años y ahora… iba a convertirse en mentor, en un Maestro de la Llave Espada. Si la prueba salía bien, claro.

No se mostraba demasiado pesimista, pero tampoco confiado. Ronin, Lyn, Rebecca… todos eran Portadores excepcionales, mucho más hábiles que él. Tener el mismo rango que ellos era un inmenso honor. Y de verdad lo ansiaba, porque adoraba Tierra de Partida, su hogar; y quería darlo todo por la Orden, su familia.

Se pasó las horas previas al examen mirando el techo, arrojado sobre su cama. Pensó en muchas cosas. En sus padres todavía desaparecidos, en su abuela, en sus compañeros, en el resto de Maestros… no quería decepcionarles.

«¿Y tú? ¿No te daría miedo presentarte al examen?», le preguntó Fátima en una ocasión.

«Qué va».

«Los cojones», se le escapó una risa nerviosa. La perspectiva era totalmente distinta cuando faltaban escasos minutos para la prueba.

Pero no estaba nervioso por la posibilidad de suspender el Examen (ser un aprendiz no estaba nada mal) exclusivamente, sino más bien… porque no quería decepcionar a aquellos que confiaban en él, en especial a Ronin. Ni durante la prueba ni después de ésta si llegaba a superarla. Y es que no se conformaba con pasar con nota: deseaba ser un buen Maestro.

Por cierto, Light no le había dicho nada a sus compañeros (por si llegaba a fallar, así se ahorraba darles malas noticias en caso desfavorable). Solamente había hablado de esto con su abuela adoptiva, la estricta mujer que le había entrenado desde pequeño para convertirle en Portador. Ágatha le animó y le recomendó que fuera él mismo; pero en especial le dijo algo que le sorprendió un poco:

«Si por algún casual llegas a fallar no pasa nada. No tengas miedo al fracaso. Sé que vales para esto, así que en el peor de los casos... estoy segura de que te dejarán presentarte otra vez y que lo pasarás con nota».

Le sorprendió que Ágatha mencionara el suspenso. Resultaba extraño porque ella era una mujer perfeccionista que nunca se plantearía esa posibilidad siendo él. De hecho, hubiera llegado a jurar que su abuela se enfadaría muchísimo con él de no pasar la prueba con sobresaliente.

Observó por última vez la hora del reloj.

«No puedo fallarla», se mordió el labio. Y, con ese pensamiento, abandonó su cama y su habitación.

Light empezaba a sentir el nudo en el estómago a medida que se aproximaba a la sala donde se llevaría a cabo el examen. Le latía rápido el corazón. Respiró hondo, relajó los músculos y frenó un poco el paso (iba muy bien de tiempo, no llegaría tarde). Debía pensar que sería como un entrenamiento normal y corriente…

Recordó por el camino las palabras de Ronin de ese día, cuando le confesó que quizás no estaba preparado.

«¡Si te estás muriendo de ganas! Ah y recuerda llevar lápiz y borrador. O lo que sea que uses para escribir».

Palpó sus bolsillos para asegurarse. En efecto, llevaba consigo el lápiz y la goma, no se había olvidado de nada. Suspender el Examen por dejarse el material sonaba demasiado ridículo para ser cierto, no iba a fallar por eso.

Y sí, en el fondo se moría de ganas, en parte porque quería saber de la prueba: la curiosidad podía con él. Inevitablemente se temió lo peor. Si necesitaba lápiz y goma… ¿sería un examen teórico?

«No, por favor», él quería luchar, medirse con alguien, no realizar un examen de teoría.

Ya había alcanzado la puerta que daba a la Sala del Trono y se disponía a abrirla. Antes de empujarla se viró y vio a algunos conocidos: Nithael, Fátima (¡la maldita no le había dicho nada del Examen!) y Lyn. Asintió tras sus gestos, mostrando una sonrisa sincera, y alzó su pulgar.

«Venga, vamos allá. Que sea lo que Dios quiera», pensó, ya que a pesar de no ser religioso agradecería el milagro de cualquier entidad superior. Empujó la puerta con determinación.

Al fin, abrió la puerta y se encontró de inmediato otra cara conocida: la Maestra Iwashi. La mujer le dio una palmadita antes de irse y cerrar la salida. Light saludó con formalidad a la pelirroja y a los demás presentes, intentando disimular el nerviosismo.

Parecía que se le fuese a salir el corazón.

Comprobó que habían colocado dos pupitres delante de los tronos. Intuyó que uno era para él. El otro… ya estaba ocupado, y no por un aprendiz que no conociese. Ahí se encontraba Derhe Yeno, quien le dedicó una mirada de desprecio. Puso una ligera mueca de asco al verle… ¿Qué hacía allí?

Y un pensamiento recorrió su cabeza en ese instante:

«Como pase Derhe y yo no me pego un tiro», sería el hazmerreír del castillo en ese caso, podía asegurarlo.

Aparte del aprendiz de relleno también estaban allí los tres Maestros que seguramente se encargarían de examinarle. La presencia de Ronin le tranquilizaba, también la de la graciosa de Yami, pero… Akio ya no tanto. Esperaba que se portara bien con él.

Captó las señas del pirata y se sentó de inmediato en el pupitre asignado para él. Se quedó mirando fijamente la hoja mientras soltaba el lápiz y la goma: el papel era como un imán que atraía sus ojos.

Ronin carraspeó y se levantó del trono.

Bienvenidos, es un placer tener Exámenes tan seguidos. —Light ignoró por completo el gruñido de Derhe y se centró en escuchar con atención—. Como seguro que estáis impacientes, iré al grano: el Examen consta de tres pruebas que tenéis que superar para aprobar, aunque no os diremos los resultados hasta el final. Vuestros Maestros, es decir Akio y yo, os supervisaremos pero el Examen es una tarea solitaria y debéis superarla por vuestra cuenta.

«Menos mal», si su aprobado hubiera dependido de su trabajo en equipo con Derhe… no, prefería ni pensarlo.

El camino hasta el Examen es duro y largo y el futuro no parece ofrecernos buenas perspectivas, pero precisamente por eso necesitamos Maestros jóvenes que asuman riesgos, de mente abierta y que luchen por nuestra Orden pese a los peligros. Habéis llegado a la meta. —La sonrisa de su Maestro le relajó, aunque tampoco demasiado—. Superadla y encontraréis muchas más. Es hora de ponerse nuevos objetivos. Seguid a vuestro corazón y lo lograréis.

»Que dé comienzo el Examen.


Tragó saliva y suspiró. Aún no volteó la hoja: Yami, bastante emocionada, se disponía a hablar en aquel momento.

¡Muy bien hecho hasta ahora chocobitos, no tengáis miedo de las serpientes que anidan en vuestro camino y que quieran robaros los huevos que tanto os ha costado empollar...! —Las palabras absurdas de la Maestra le sacaron una sonrisa confusa (agradecía la presencia de Yami sin duda). Akio tosió—. ¡Oh, sí, sí! ¡Es muy sencillo, chocobines! Debéis responder con toda la sinceridad del mundo (si no lo hacéis lo sabremos, oh sí, lo sabremos) y en orden las preguntas que hay en vuestra hoja. ¡Tenéis una horita antes de que os quitemos los papeles, así que contad bien el tiempo! ¡Si hay preguntas hacédnoslas ahora, parajillos, porque no podéis hablar durante el Examen!

¿Responder con sinceridad? Entonces no podía ser tan difícil, solo tenía que plasmar la verdad absoluta y ya. No había ninguna duda que plantear, estaba preparado para el Examen.

Light, algo más relajado, volteó el papel y leyó a toda prisa cada una de las preguntas. Facilísimas, se había comido la cabeza por nada. Supo de inmediato que se entretendría bastante en ciertas cuestiones, y quizás se quedaría demasiado corto en otras… pero ante todo respondería con sinceridad, resultaba una tontería hacer lo contrario.

Dirigió una rápida mirada a Ronin y asintió, satisfecho. Podía con ello, aquel cuestionario no iba a suponer ningún obstáculo en su camino a la Maestría.

Empezad. —Le hizo un guiño a su aprendiz—. Suerte.

¿De verdad tengo que repetir esta parte?

¡Chitón!

A partir de ese momento se concentró exclusivamente en su Examen. No miró a Derhe, ni a los Maestros; solamente a aquella hoja de papel.

1. ¿Algunas vez has estado a punto de morir o has pensado que ibas a hacerlo? ¿Mereció la pena el riesgo en esa ocasión? ¿Has pensado cómo afrontarías de nuevo esa misma situación, o qué harías para que no se repitiera en el futuro?

«¿A punto de morir? Si yo te contara…», no se lo pensó en absoluto y comenzó a responderla a toda velocidad. Inevitablemente tuvo algunos gazapos, así que se aseguró de rectificar antes de pasar a la siguiente cuestión. No era un experto escribiendo, pero debía intentar causar la mejor impresión.

He estado a punto de morir en varias ocasiones. Sin ir más lejos, en el Castillo del Olvido. Las pruebas y las batallas contra Nithael y los peligrosos Sincorazón me llevaron al límite. Por ejemplo, cuando Nithael lanzó su primer mandoble pensé que no lo contaría, era demasiado poderoso.

Claro que mereció la pena, después de todo estábamos luchando por nuestro hogar, por Tierra de Partida. Quería salvar a Nithael y proteger a los demás.

Creo que afrontaría un peligro semejante de la misma manera: lucharía con todas mis fuerzas y ayudaría a mis compañeros. Pero sé que tengo que volverme mucho más fuerte y entrenar mucho más. No solo para proteger mi propia vida, sino para proteger otras y evitar que otro suceso como la muerte de Kazuki se vuelva a repetir. Debo dar lo mejor de mí mismo en los entrenamientos y seguir fortaleciéndome.


Tras contestar y revisar pasó a la siguiente. Apretó los labios al leer la segunda pregunta y supo de inmediato que iba a costar un poco. Esta vez se tomó su tiempo para responder, ya que era una cuestión delicada.

«Tengo que ser sincero… ¿no?».

2. ¿Alguna vez has querido matar a alguien? ¿Por qué? ¿Crees que lo merecía/lo sigue mereciendo? ¿Volverías a actuar igual? ¿Aprendiste algo de esa experiencia?

Sí, durante la guerra. Quise matar a la antigua Guardiana del castillo de Bastión Hueco, Hisa Wix. Y puedo afirmar con rotundidad que lo conseguí.

Había una razón, según ella había envenenado de muerte a todos los asistentes de una ópera. A mí, a Fyk y a Bavol también. Nos ofreció varias opciones como unirnos al bando enemigo o renunciar a la Llave Espada, para así recibir el antídoto y salvarnos, pero opté por usar la fuerza bruta para conseguir la cura. Me enfrenté a ella, dispuesto a matarla, para salvar esas vidas inocentes, aunque mentiría si dijera que solo fue por el veneno. Quise matarla porque en ese momento la odié con todas mis fuerzas, no podía creer que la mujer honorable que salvó a Xefil y Axel intentara cometer tal atrocidad. En ese momento la detesté, a ella, a la guerra y a todo lo que sucedió en La Red.

No lo merecía. De hecho descubrimos que todo lo del veneno había sido un farol suyo, al final no hubo motivos reales para enfrentarnos a ella.

No actuaría igual. Aunque es muy sencillo decirlo, realmente no lo sé. En aquellos momentos pensé que iba a morir, yo y otros muchos, aquella era una situación crítica y estaba desesperado.

Desde ese día sé mejor que nunca algo, y es que los Portadores no hemos nacido para convertirnos en asesinos. Tenemos un gran poder, pero es peligroso si no se usa de la manera adecuada, tenemos una importante responsabilidad. También aprendí que no todo se resuelve con la fuerza bruta, y que aunque sea difícil hay que mantener la cabeza bien fría en ciertos momentos.


Cuando finalizó su respuesta resopló y se pasó la mano por la frente. Ojalá la siguiente no fuera tan complicada.

3. ¿Alguna vez has asumido la responsabilidad en una misión o tarea (tanto dentro como fuera de la Orden)? ¿Te has sentido como un líder o ejerciendo una superioridad frente a otros? ¿Crees que lo hiciste bien? ¿Volverías a hacerlo?

Mismamente, antes de llegar a Tierra de Partida era uno de los encargados del club de Struggle en Villa Crepúsculo. Entrenaba a varios niños en este deporte y les explicaba las normas básicas.

También considero que asumí el liderazgo en una misión que el Maestro Akio conoce muy bien. Me refiero a la misión del Missgunst. El Maestro se separó de nosotros y tuve que coordinarme con otros aprendices más principiantes que yo. Me remitiré a esta experiencia en las preguntas posteriores.

De alguna manera me sentí como un líder, ya que tuve que tomar decisiones importantes y vigilar a mis compañeros. Por ejemplo, hice una coartada para hacerles creer a unos nativos que éramos de su mundo y no levantar sospechas. También recuerdo que surgió una pelea física entre mis compañeros aprendices, por lo que tuve que llamarles la atención y vigilarles. No iba a permitir que una estúpida pelea pusiera en peligro la misión. Además, establecí los turnos de las guardias nocturnas para garantizar nuestra seguridad mientras dormíamos en el campo, ya que varios aliados estaban enloquecidos por culpa de la maldición del Missgunst. Había que tenerles vigilados en todo momento.

Se puede decir que lo hice bien, y mis compañeros también por supuesto, ya que tuvimos éxito en nuestra misión. De todas formas creo que podría haberlo hecho mejor por mi parte.

No me importaría volver a asumir el liderazgo, aunque depende de la situación y de las personas que me acompañen. No me importa cederle el liderazgo a alguien con más capacidades que yo.


«Espero que haya quedado bien...», releyó su respuesta unas cuantas veces antes de pasar a la siguiente.

4. ¿Alguna vez has dudado o puesto en duda a la Orden? ¿Te parece que en ocasiones actuó mal o te avergonzó ser parte de ella? ¿Habrías hecho algo de haber podido? Si las respuestas anteriores han sido afirmativas, ¿por qué, aún con ello, continuaste tu camino de aprendiz?

Nunca he dudado de Tierra de Partida. Siempre he estado de acuerdo con sus normas y sus objetivos.

No me agradó nada el hecho de que se planeara utilizar la armadura de Gárland contra Bastión Hueco. Ese objeto era demasiado peligroso, incluso atraía a los Sincorazón, nos trajo bastantes problemas y un chico inocente llamado Cloud se vio involucrado. Aunque se tuvieran las mejores intenciones considero que no fue nada correcto.

De haber podido hubiera destruido esa armadura.

He continuado con mi aprendizaje porque Tierra de Partida es mi hogar y no podría dejarla. Quizás no es perfecta, quizás hemos tomado decisiones erróneas, yo el primero. Pero creo en sus ideales, y quiero evitar que otros mundos como Villa Crepúsculo caigan. Lo sabía y ahora sé mejor que nunca que nuestras acciones sirven para evitar estas catástrofes, nuestro trabajo vale la pena.


Corrigió varias faltas de ortografía y revisó alguna frase que no le había terminado de convencer. Cada vez faltaban menos preguntas y el tiempo se agotaba.

Spoiler: Mostrar
5. Piensa en algún momento en el que Light haya tenido problemas con las autoridades, o con alguien superior a él. ¿Cómo actuó y por qué?

Light apenas ha tenido problemas con los Maestros de Tierra de Partida, prácticamente ha obedecido sus órdenes directas sin rechistar y nunca ha discutido con ellos.

En una ocasión, como se ha mencionado antes, mi personaje estuvo en contra de un plan de Kazuki ―el de usar a Gárland como invocación― y quiso ayudar a Lyn a destruir la armadura (ella misma se lo pidió a Light y a Ragun). No tuvo problemas directos con Kazuki, ni discutió con él, pero prefirió apoyar a otra Maestra simplemente.

En la primera trama de mi personaje (La guerra ha cambiado) se enfrentó a Akio y cayó en combate. Luchó contra él sin reparos porque se suponía que había matado a casi toda Tierra de Partida con pintura (nos hicieron creer que era mortal, pero al final solo era paralizante), quería detener aquella masacre.

Respecto a otras autoridades o superiores que no sean Maestros, hubo un momento tenso entre Light y la Reina Grimhilde tras derrotar al Missgunst (Sueño con oír tu voz). Descubrió que alguien le había dado órdenes al Misggunst y, aprovechando que la Reina les permitía plantear una pregunta al espejo omnisciente, preguntó sobre el responsable que lo manejaba. Grimhilde se negó a que le respondiera y Light, sin pelos en la lengua, insinuó que ella era la responsable y que por eso intentaba ocultarlo (aunque realmente no tenía ninguna certeza de eso, solo quería que la Reina se achantara al oír su acusación). Missgunst había producido bastantes muertes (de hecho, sus ilusiones habían obligado al mismo Light a matar a unas mujeres inocentes) y quería llegar al fondo del asunto, faltaría más. No le importó que se tratara de una autoridad e hizo lo que consideró más correcto.

En conclusión, está dispuesto a enfrentarse a un superior/autoridad si éste hace algo que le parece muy mal (aunque es muy poco común) y puede llegar a ser rudo con ellos, aunque todo depende de las circunstancias y de la misión. Por lo general, respeta a sus Maestros y les obedece sin rechistar.

6. Piensa en algún momento en el que Light mintió a sus superiores. ¿Cómo actuó y por qué?

Light no ha mentido a sus Maestros (que yo recuerde. Le vería capaz de hacer una mentira piadosa… pero que yo sepa tampoco se ha dado esa posibilidad).

7. Piensa en algún momento en el que Light quiso proteger a alguien a toda costa. ¿Cómo actuó y por qué?

En Nuestro tesoro Nanashi intentó asesinar a Ronin al final de la trama. Light actuó automáticamente, no se lo pensó dos veces, y con la ayuda de su eidolon y compañeros lo evitó: todos afrontaron a Nanashi. Él específicamente disparó una Onda lunar a la mujer e intentó interponerse entre ambos Maestros. Odiaba la guerra y estaba en contra (ya había matado a Wix por entonces), pero aun así tenía que proteger a su querido Maestro a toda costa.

Actuó de esta manera porque Ronin es alguien importante para él, ha sido su mentor durante su estancia en la Orden y le ha cogido cariño. Proteger a sus seres queridos es algo natural para él.

8. Piensa en algún momento, al final de una misión o tema, en el que Ligth no estuviera satisfecho con los resultados obtenidos. ¿Cómo actuó y por qué?

Light acabó destrozado después de los hechos de No voy a Llorar. No fue una victoria para él, sino todo lo contrario. Furioso consigo mismo y culpable, le espetó de mala manera a Yami todo lo sucedido y se metió en su habitación (se disculpó con ella al día siguiente). Desde ese momento se aferró al colgante para no olvidar su pecado.

Desde pequeño le han inculcado que debe ser un Caballero que haga el bien, y de repente descubre que la guerra le obliga a cometer atrocidades como la de aquella ópera. Simplemente no puede perdonarse por lo que hizo y está muy arrepentido, la muerte de Wix le impactó demasiado. No creía que Ronin (quien supuestamente desencadenó la guerra) tuviera la culpa, sino que pensó que toda la culpa era suya.

Por lo general, Light es exigente y casi siempre cree que puede sacar mejores resultados en las misiones, aunque tampoco se amarga demasiado si no lo hace perfecto. Siempre está pensando en superarse a sí mismo y hacerse más fuerte.


Cuando finalizó el cuestionario, levantó la mano, indicó que había acabado y esperó a que se lo recogieran. La prueba había resultado sencilla, pero después de todo lo que había escrito… no estaba seguro de que fuera a conseguir el aprobado. ¿Qué opinarían en cuanto leyeran la hoja?

Sentía como si hubiera vuelto al colegio.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Suzume Mizuno » Dom Ene 24, 2016 3:21 pm

Cuando se acabó el tiempo, Yami fue saltando a recoger las hojas y se las entregó a Ronin, que las guardó en un bolsillo sin decir nada. Después se incorporó con una sonrisa y dijo:

Bien hecho los dos. Ahora entraremos en la segunda prueba.—Derhe Yeno dejó escapar un resoplido perfectamente audible—. Todos los Maestros lo hemos hablado y creemos que hay cosas que funcionan para algunos aprendices y otras que no y por eso hemos decidido probar con algo nuevo que…

¡¿Qué?!

¡Derhe, calla, esto te vendrá bien! Espero.—El pobre Akio no parecía muy seguro de sí mismo, por lo que no miró al aprendiz a la cara.

Ronin carraspeó y continuó con su monólogo:

...será refrescante para todos y nos permitirá conocer de otra forma a los aspirantes a Maestros. Hay unas reglas claras: este Examen es solo vuestro y no podéis consultar nada con otros aprendices ni tampoco con los Maestros. Debéis encontrar las respuestas por vuestra cuenta pero, claro, hay un límite de tiempo: en cuanto salgáis por la puerta comenzará una cuenta atrás de seis horas para regresar con las decisiones que hayáis tomado. Os explico:

»Los Maestros os estarán esperando en distintos puntos de Tierra de Partida y os harán elegir mientras respondéis a una pregunta. Dependiendo de lo que respondáis, os enviarán a uno u otro sitio. Podéis elegir entre buscar a un Maestro concreto o buscar a varios, también podéis ignorar sus indicaciones u obedecerlas. Todo lo que hagáis tendrá consecuencias.

»¿Alguna pregunta?


Mientras hablaba, Akio y Yami se habían levantado y habían cruzado Portales de Luz, dejándoles a solas con el gran Maestro. Ronin escucharía sus dudas —Derhe debía tener muchas pero estaba ocupado mirando a Ronin con la mandíbula desencajada. Se veía que no había esperado aquello— y las respondería. Después se frotaría las manos y exclamaría:

¡Que comience la segunda prueba! En cuanto crucéis el umbral tendréis seis horas de Examen por delante. Si termináis antes podéis aprovechar el tiempo como prefiráis, para comer o hablar con algún familiar, pero recordad que hay un límite y que ninguno se va a librar de la prueba final aunque llegue tarde. Como mucho lograréis que os bajen la nota.

Y con esa advertencia, el mismo Ronin abrió un Portal y desapareció, dejándolos a solas.

Los Maestros estaban distribuidos por toda Tierra de Partida. No se esconderían, seguramente estarían visibles, pero estarían en zonas menos transitadas por los aprendices. La excepción debía ser la zona del vestíbulo, ya que se habían encargado de despejarla con antelación.

Light podría marcharse solo —aunque si le daba un toque a Derhe, mejor, que se había quedado inmóvil como una estatua del trauma— y cuando saliera al vestíbulo vería una figura conocida esperando en el vano de las puertas abiertas.

Iwashi aguardaba, cruzada de brazos y apoyada con tranquilidad contra la pared. Le miró sin decir nada.

Light podía ir a hablar con ella o podía recorrer el castillo en busca de otro Maestro o incluso salir fuera a la espera de encontrarse con alguien distinto.



Como ves, he cambiado la prueba. Quizás no tenga tanta creatividad como la de los otros dos Exámenes pero creo que será interesante y, además, te lleva a terreno desconocido porque te obliga a escoger Maestros sin saber qué te van a pedir o a preguntar. Quizás sea un paseo, quizá sea escoger Luz u Oscuridad o matar a alguien (?), quién sabe. Pronto lo descubrirás. Así que mucho ánimo y a ver qué sale. ¡Siento que te hayas convertido en mi conejillo de Indias pero es lo que nos pasa a los primeros!

Aclaraciones: dependiendo de lo que hagas puedes encontrartea un Maestro o varios. También puedes hablar solo con uno y pasar del resto; por ejemplo, si hablas con Iwashi y tras eso quieres hablar con un NPC de mundo (o personal) o incluso quedarte a hablar con Iwashi, eres libre de hacerlo. Cada turno corresponde a una hora y, como en los otros Exámenes, depende de ti cuánto dure la segunda prueba; pueden ser dos turnos o pueds gastar los seis.

¡Todo depende de ti!
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Re: [Light Hikari]

Notapor Light » Lun Ene 25, 2016 2:04 pm

La saltarina de Yami se encargó de recoger las hojas que ambos aprendices habían rellenado. Light entrelazó los dedos tras entregar su cuestionario y esperó a que Ronin les indicara la siguiente prueba.

Bien hecho los dos. Ahora entraremos en la segunda prueba. —Derhe Yeno resopló y Light fulminó a éste con la mirada. Sus maneras dejaban mucho que desear, como siempre—. Todos los Maestros lo hemos hablado y creemos que hay cosas que funcionan para algunos aprendices y otras que no y por eso hemos decidido probar con algo nuevo que…

«¿Cosas que no funcionan…?», se mordió el labio. ¿Acaso se trataban de cosas que no funcionarían con Light, por un casual?

¡¿Qué?!

¡Derhe, calla, esto te vendrá bien! Espero. —O quizás eran cosas que no funcionaban con Derhe. Akio ni siquiera miró al desagradable aprendiz, se le veía inseguro.

Ronin tosió y prosiguió con su discurso a pesar de la interrupción.

...será refrescante para todos y nos permitirá conocer de otra forma a los aspirantes a Maestros. Hay unas reglas claras: este Examen es solo vuestro y no podéis consultar nada con otros aprendices ni tampoco con los Maestros. Debéis encontrar las respuestas por vuestra cuenta pero, claro, hay un límite de tiempo: en cuanto salgáis por la puerta comenzará una cuenta atrás de seis horas para regresar con las decisiones que hayáis tomado. Os explico:

»Los Maestros os estarán esperando en distintos puntos de Tierra de Partida y os harán elegir mientras respondéis a una pregunta. Dependiendo de lo que respondáis, os enviarán a uno u otro sitio. Podéis elegir entre buscar a un Maestro concreto o buscar a varios, también podéis ignorar sus indicaciones u obedecerlas. Todo lo que hagáis tendrá consecuencias.

»¿Alguna pregunta?


Light se mostró pensativo, con el puño en la boca. ¿Aquella era la segunda prueba, en serio?

Quiso asegurarse, así que levantó la mano.

Así que… ¿Simplemente tenemos que hablar con los Maestros que queramos? Y responderles, claro. —Sonaba demasiado sencillo así dicho.

Habían pasado por un sencillo cuestionario y ahora debían afrontar un interrogatorio de los Maestros. De momento el Examen le estaba pareciendo… demasiado fácil, se había imaginado algo mucho peor, como una misión complicada en otro mundo o una batalla contra su mentor.

Aquella prueba debía tener alguna dificultad, lo intuía. Aunque si al final resultaba tan sencilla no sería él quien se quejaría.

«Las preguntas que me hagan… posiblemente sean peores que las de antes», se puso en tensión y apretó los dientes. Seguro que se le presentaban dilemas y se quedaba en blanco a la hora de contestar esas preguntas.

Ronin había dicho que podía buscar a un Maestro en particular. Quizás debía elegir bien, a aquellos que tuvieran las preguntas más fáciles. Pero no había ninguna forma de averiguar eso… ¿o sí?

Yami y Akio habían atravesado sus portales de luz, dejándoles a solas con Ronin. Éste se frotó las manos antes de anunciar el inicio de la segunda prueba del Examen.

¡Que comience la segunda prueba! En cuanto crucéis el umbral tendréis seis horas de Examen por delante. Si termináis antes podéis aprovechar el tiempo como prefiráis, para comer o hablar con algún familiar, pero recordad que hay un límite y que ninguno se va a librar de la prueba final aunque llegue tarde. Como mucho lograréis que os bajen la nota.

A Light no se le ocurriría abandonar Tierra de Partida en medio de un examen como ese. Ya habría tiempo para comer y hablar con su abuela, en cuanto finalizaran las pruebas. Ahora tenía que concentrarse en buscar a los Maestros y responder a sus misteriosas preguntas.

El líder de los Maestros también abandonó la habitación, de la misma forma que los otros Portadores. Derhe y Light se habían quedado solos.

«En fin, habrá que ponerse en marcha», abandonó su asiento con rapidez y se dirigió hacia la salida. Antes de atravesar la puerta se volteó hacia el otro aspirante a Maestro, Derhe, y puso rostro de extrañeza. Estaba petrificado.

¿A qué esperas para mover el culo, Derhe? —Le llamó la atención para que reaccionara.

Se moviera o no —tampoco le importaba demasiado—, abrió la puerta y salió de la famosa Sala del Trono. ¡Comenzaba la búsqueda de Maestros!

Allí, en el vestíbulo, dio con la primera Maestra: Iwashi. Tenía que ser ella. La mujer, tranquila, estaba apoyada contra una pared. Light se fijó inmediatamente en la fémina: ambos entraron en contacto visual. Al comienzo le había resultado difícil mirarla a los ojos, ya que le seguía recordando a la Guardiana difunta, pero había terminado acostumbrándose con el tiempo. Incluso había reunido el suficiente valor para devolverle su colgante (por esa razón ya no lo llevaba con él).

Se mordió la lengua y se replanteó la posibilidad de pasar de ella. Quizás… charlar con Iwashi era una opción arriesgada, su pregunta podía ser la peor de todas con diferencia por motivos obvios.

Después de todo esa mujer conocía muy bien su crimen.

«A la mierda», si de verdad había superado esa experiencia traumática, si de verdad estaba preparado para promocionar a Maestro… tenía que ser capaz de afrontarla. No iba a huir de Iwashi.

Con ese pensamiento, caminó hasta acercarse a la pelirroja, bastante serio y tenso. Sabía que tenía que calmarse. Suspiró con disimulo, relajó un poco el rostro y sonrió ligeramente antes de hablar.

Maestra Iwashi. Creo que tiene una pregunta para mí, ¿verdad? —Ladeó un poco la cabeza y se rascó la sien—. Dispara. —Fue al grano.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ene 26, 2016 11:06 pm

Light no llegó a ver la reacción de Derhe, aunque sí sintió una mirada asesina clavada en su espalda seguido de una serie de maldiciones extremadamente malsonantes. Por lo demás, los pasos del eterno aprendiz se perdieron en el vestíbulo cuando Light se dirigió hacia Iwashi.

La mujer sonrió a Light y se plantó frente a él mientras hurgaba en los bolsillos de sus pantalones. Después extrajo de uno un colgante en forma de escudo y, de otro, uno con forma de espada.

¿Qué elegirías, el escudo o la espada? Cada uno exige un valor diferente, cada uno implica unas decisiones y unas cualidades distintas. Puedes justificar, o no, tu elección.

Iwashi calló, mirando a Light con una ceja arqueada y cierto aire juguetón, casi desafiante.

No era una pregunta simple porque podía tener muchas implicaciones y, sin duda, repercutiría en el Examen. Quizás tuviera un significado oculto escoger la espada después de haber superado una guerra o de que Light se hubiera creído culpable de la muerte de Hisa Wix. Puede que esperaran que eligiera uno de los dos elementos concretos y si se salía de sus expectativas por pensar demasiado y no hacer una decisión rápida y decidida.

En cualquier caso, tenía un tiempo límite e, hiciera lo que hiciera, acabaría plasmándose en forma de nota.

Cuando escogiera la espada o el escudo —o incluso podía negarse a tomar cualquiera de las dos— podría explicar su decisión o charlar con Iwashi, si bien la mujer no respondería a nada relacionado con las siguientes pruebas.

Si Light escogía la espada, se echaría a un lado y le diría que bajara al lago; en cambio, si se decantaba por el escudo, le indicaría que subiera a una de las torres destruidas por el Coloso.

Si no escogía ninguna, Iwashi le pediría que esperara y se marcharía.


Simple ¿no? Si Light decide no explicar en voz alta por qué elige tal o pascual tendrá que hacerlo en modo narración. ¡Cómete la cabeza todo lo que quieras! Cualquier duda coméntamela por privado.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Light » Jue Ene 28, 2016 2:22 am

Iwashi buscó unos objetos en sus bolsillos y se los mostró. Dos armas, dos colgantes: uno con forma de escudo y otro con forma de espada.

¿Qué elegirías, el escudo o la espada? Cada uno exige un valor diferente, cada uno implica unas decisiones y unas cualidades distintas. Puedes justificar, o no, tu elección.

Light no se hubiera llegado a imaginar esa clase de pregunta. ¿Una espada? ¿Un escudo?

«Qué coño».

Pues… —Se llevó la mano al mentón y comenzó a estrujarse los sesos. Hizo una breve pausa.

Observó en primer lugar la espada. Era el emblema del Struggle y su arma por excelencia como espadachín. Había aprendido a empuñar una desde muy pequeño y ahora la dominaba con soltura.

Después, miró el escudo. Un arma para protegerse a sí mismo y a los demás. También lo esgrimía, aunque con bastante poca frecuencia, prefería bloquear ataques con su gigantesca llave.

De todas formas dudaba que aquella prueba consistiera en elegir el arma que prefería esgrimir. Había algo más, un significado oculto. Iwashi había hablado de valor, de decisiones y de cualidades. Cada colgante debía representar algo, estaba seguro de ello…

«Un escudo… para proteger a los demás», recordó a Kazuki, recordó la caída de Villa Crepúsculo. Su rostro se ensombreció por un momento.

Todo esto iba a condicionar de alguna manera su respuesta.

La espada es mi arma favorita para combatir, pero aun así elegiría el escudo. Suena contradictorio, lo sé. Y quizás no sea el objeto que mejor me representa, pero yo… Quiero ser un Maestro capaz de proteger a los demás —dijo con bastante seriedad y determinación, mirándola fijamente a los ojos. No resultó sencillo confesarle esto a ella precisamente, pero sacó coraje. ¡Demonios, era el Examen y tenía que dejar muy claras sus intenciones! No iba a achantarse—. Y quiero luchar para impedir que otros mundos acaben como Villa Crepúsculo. Simplemente es por eso. Creo que el escudo representa mejor esta decisión y por eso lo escojo.

Ahí acababa su respuesta. ¿Quizás había quedado demasiado corta, quizás no tenía mucho sentido? De igual manera era lo que le decía el corazón y no había nada más que añadir. Tampoco cabía replantearse su elección o arrepentirse.

Tras la elección, Iwashi le indicó que subiera a una de las torres destruidas por el Alfa. Asintió y se dirigió hacia aquel lugar en cuestión, a paso ligero, mientras pensaba en la decisión que había tomado.

Sí, estaba seguro de que había elegido la correcta. Al menos para él.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Suzume Mizuno » Dom Ene 31, 2016 1:23 am

Iwashi no alteró la expresión cuando Light escogió el escudo; simplemente le tendió el colgante y luego le dio la indicación de a dónde tenía que dirigirse. Lo despidió con un gesto y se marchó atravesando un Portal, quizás a dar su informe a Ronin.

Cuando Light llegó a lo alto de la torre, que tenía un hermoso boquete y todavía estaba llena de escombros y de polvo: había otras zonas más importantes que reconstruir y, muy probablemente, la torre tardaría todavía un tiempo en volver a estar cerrada.

Sentada sobre un enorme ladrillo, sonriendo y tomando el sol con una postura extrañamente recatada, estaba Yami. Se abrazaba las rodillas y tarareaba una canción animada y pegadiza. Al escucharle llegar, sin embargo, sonrió y se puso de pie de un salto con los ojos echando chiribitas.

¡Oh, chocobín, has venido, has venido! Sabíamos que lo harías claro pero nos alegramos de verte aquí.—Yami corrió a su lado, lo cogió por las manos y lo hizo sentarse en otro ladrillo frente a ella, que le ensuciaría de polvo los pantalones. La Maestra se dio unas palmaditas en los muslos y dijo—: ¡Vale, vale, vale! ¡Esperábamos que tardaras un poco más, quizá cuando al sol se le cayera una parte del queso (habría estado muy rico ¿te imaginas que nos hubiera caído encima? Seguro que hasta habría estado tostadito, ñam) pero nos ha dado tiempo a prepararlo todo todito.

Con una sonrisa, Yami puso sobre sus rodillas un tablero de ajedrez que había tras ella y puso cuatro piezas sobre el mismo: un peón (azul), un rey, otro peón (rojo) y un alfil. Le dio el peón azul y luego colocó el rojo en una jaulita y lo dejó al lado del alfil. El rey acabó al borde del tablero.

Cuando Yami le miró, estaba sorprendentemente seria.

El Chocobito está en una misión, en una muy importante de la que dependen muchas vidas y, si no consigue alcanzar al Rey, ocurrirá algo terrible. Pero, también, ha sucedido una cosa muy mala para el Chocobito: su amigo Chocobín ha sido capturado por el malvado Alfil, que es muy fuerte, mucho más que el Chocobito y el Chocobín, así que aunque intenten enfrentarse a él, será tan útil como un gusano comiéndole la oreja a un dragón. El Alfil ha llevado al Chocobín hasta el otro extremo del tablero.—Yami arrastró ambas fichas y puso al peón rojo al borde, igual que el Rey—. El Chocobito no tiene tiempo: si no actúa, el Chocobín y el Rey morirán. Uno significará que la misión se acabó y que se perderán muchas vidas; el otro que el Chocobito no podrá volver a dormir sabiendo que abandonó a un amigo.

»¿A cuál vas a proteger?


Yami se quedó mirándole fijamente y murmuró:

El Chocobito tiene treinta segundos para decidir. Luego, caerán.

La Maestra guardó silencio y empezó una cuenta atrás mental. Light podía acercar su ficha a uno de las dos piezas o esperar al final de la cuenta atrás si no era capaz de decidirse; entonces, Yami daría un golpecito al tablero y el rey y el peón se precipitarían al suelo.

Light tendría su última oportunidad para coger a uno.

Luego Yami preguntaría:

¿Por qué, chocobito?

Ya que Light ha tomado una decisión rápida en la ronda anterior, esta ha contado como media hora y no una completa.

Recuerda; sé fiel a tu personaje. Si Light no quiere dar una respuesta extensa de su elección en voz alta, tendrás que hacerlo por medio de una narración.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Light » Mié Feb 03, 2016 10:35 pm

Tras tomar el colgante con forma de escudo y despedirse de Iwashi, partió hacia la torre destruida. Antes de empezar su ascenso miró hacia varias direcciones y se aseguró de que ningún aprendiz fisgón le seguía: tenía que afrontar aquella prueba solo después de todo. Se preguntaba si se habría propagado el rumor de su Examen de Maestría…

El mal estado de la torre saltaba a la vista, y es que las reparaciones todavía no habían acabado. Sin duda resultaba un buen lugar para proseguir con el Examen, ya que no era una zona precisamente frecuentada por motivos obvios.

«Yami», la encontró sentada sobre un ladrillo, tomando el sol y tarareando una canción. Se puso algo tenso cuando entró en contacto visual con la mujer sonriente (y demente). ¿Se portaría bien con él? Intuía que el jazmín y los chocobos tendrían algo que ver con su prueba.

¡Oh, chocobín, has venido, has venido! Sabíamos que lo harías claro pero nos alegramos de verte aquí. —Yami le agarró de las manos y le obligó a sentarse en otro ladrillo contiguo, frente a ella. Light, con una ligera mueca en su rostro, no mostró resistencia y tampoco le dio importancia al hecho de mancharse las ropas. Tras unas palmaditas en los muslos exclamó—: ¡Vale, vale, vale! ¡Esperábamos que tardaras un poco más, quizá cuando al sol se le cayera una parte del queso (habría estado muy rico ¿te imaginas que nos hubiera caído encima? —«No»—. Seguro que hasta habría estado tostadito, ñam) pero nos ha dado tiempo a prepararlo todo todito.

Veamos… Oh. —La Maestra colocó cierto objeto sobre sus rodillas.

Estuvo a punto de palidecer cuando descubrió el tablero de ajedrez. Había jugado en alguna ocasión, pero le parecía extremadamente difícil y no se veía capaz de ganar ni siquiera una partida. Los acertijos y los juegos de pensar nunca habían sido de su agrado.

Una cosa era idear estrategias para un combate y otra para aquel juego retorcido. Si su aprobado dependía de su habilidad con el ajedrez lo llevaba claro.

No sacó todas las piezas, solo cuatro: dos peones —uno azul para él y otro rojo que metió en una jaula—, un alfil y un rey. Pensativo, observaba cómo Yami colocaba cada una.

La seriedad que manifestó Yami al mirarle le puso aún más tenso.

El Chocobito está en una misión, en una muy importante de la que dependen muchas vidas y, si no consigue alcanzar al Rey, ocurrirá algo terrible. Pero, también, ha sucedido una cosa muy mala para el Chocobito: su amigo Chocobín ha sido capturado por el malvado Alfil, que es muy fuerte, mucho más que el Chocobito y el Chocobín, así que aunque intenten enfrentarse a él, será tan útil como un gusano comiéndole la oreja a un dragón. —Interesante comparación, sin duda—. El Alfil ha llevado al Chocobín hasta el otro extremo del tablero. —Las dos piezas, el rey y el peón rojo, fueron colocadas en los extremos—. El Chocobito no tiene tiempo: si no actúa, el Chocobín y el Rey morirán. Uno significará que la misión se acabó y que se perderán muchas vidas; el otro que el Chocobito no podrá volver a dormir sabiendo que abandonó a un amigo.

»¿A cuál vas a proteger?


¿Eh? ¿Entonces no puedo proteger a ambos? —De lo contrario hubiera respondido que ayudaría a los dos. Pero claro, no podía ser tan sencillo.

Creía haberse enterado de toda la historieta —a pesar de los nervios—, aunque hubiera preferido que omitiera lo del Chocobito y el Chocobín. No dio una respuesta inmediata. Esta vez la decisión no resultaba tan sencilla como antes, porque no era cuestión de elegir entre dos colgantes…

Miró fijamente las dos piezas, muy concentrado.

El Chocobito tiene treinta segundos para decidir. Luego, caerán.

«Mierda», saber que la prueba tenía límite de tiempo no le ayudó a relajarse. Ahora estaba más nervioso. Observó las dos piezas sin pestañear, muy tenso, como si su vida dependiera de ello.

Entonces, las opciones eran dos. Analizó las consecuencias de cada una.

Podía salvar al Rey, cumpliría la misión y salvaría bastantes vidas… a expensas de abandonar a su amigo. No, aquella opción no le gustaba en absoluto.

Pero la otra tampoco, incluso menos, porque si elegía salvar a su amigo fallaría la misión y muchas vidas se perderían. Al final alguien moriría de cualquier modo y… obviamente no quería sacrificar a nadie.

En ese momento pareció que se decantaba por la opción de salvar al Rey, porque se disponía a colocar al lado de éste su ficha. Se quedó mirando la pieza (la del Rey) antes de depositar la suya, mordiéndose el labio. Era la solución más racional de todas, menos vidas se extinguirían y cumpliría su misión…

Ya habían transcurrido diez segundos. Observó la otra pieza enjaulada mientras experimentaba un desagradable deja vu. Entonces, lo recordó:

«Tiene razón, chocobín. Es demasiado para un polluelo enfrentarse a una hiena. ¡Corre, vuela como el viento!».

«No. No pienso abandonarte, de ninguna manera. Me da igual si eres una ilusión o no».

«V-vuela».

Recordó el amargo momento en que se vio incapaz de derrotar al Ryota del Castillo del Olvido y escapó, dejando atrás a la Maestra. Fue como esa prueba, en esa ocasión tuvo que elegir entre dos opciones. La primera, abandonar a Yami y continuar con su misión (muchas vidas dependieron de ésta), la búsqueda de la llave de los sótanos; la segunda, quedarse con ella y afrontar un combate que no podía ganar de ninguna manera. Convencido por su eidolon, al final optó por huir.

Además, en la prueba del Santuario de la Reminiscencia revivió aquella experiencia. Tuvo que elegir entre abandonar a su eidolon o no, y al final escogió lo primero, ya que confiaba en Gaomon y éste le había asegurado que estaría bien. Nunca olvidaría esa dura elección (y lección).

Ahora se volvía a enfrentar a ese dilema.

Le temblaba la mano y estaba tenso. Si elegía al Rey… sería como admitir delante de ella que volvería a abandonarla en la misma situación. Y aunque en efecto fuera lo correcto (ya que cumpliría sus obligaciones de Caballero y salvaría el mayor número de vidas)… le sabía fatal, aquel amargo recuerdo del Castillo del Olvido le atormentaba.

Se acabó el tiempo y Yami golpeó el tablero, derribando las dos piezas. ¿Ya, tan rápido habían transcurrido los treinta segundos? Light reaccionó de inmediato y al final se decantó por una opción. Recogió a toda prisa la pieza del Rey, apretando los dientes, y lo colocó en el tablero al lado del peón que le representaba.

«Es mi deber», pensó, convencido.

¿Por qué, chocobito?

Tocaba dar una explicación y no sabía muy bien por dónde empezar.

No me gusta ninguna opción, porque querría salvarlos a los dos: querría cumplir la misión y salvar a mi amigo. Pero si solo puedo salvar a uno… debo elegir al Rey. —Ahora tocaba la parte más complicada de la respuesta: la justificación. Hizo una pausa y cogió aire antes de continuar—. Mi amigo moriría, lo sé. Pero las consecuencias de intentar salvar a mi amigo son mucho peores, se perderían muchas vidas y fallaría la misión. Y posiblemente incluso yo moriría si ese alfil que le ha secuestrado me impide rescatarle. —Observó la susodicha pieza—. Al final podríamos acabar todos muertos y no habría conseguido absolutamente nada. Salvar al Rey es doloroso, pero… es lo mejor para el mundo donde realizaría la misión. Y nuestro deber como Caballeros es preservarlos, cumpliendo nuestras misiones —decía, cada vez más convencido. Su abuela se había asegurado de dejarle claro eso desde muy pequeño.

»Yo tuve que tomar esta decisión en una ocasión, en el Castillo del Olvido. No puedo describir con palabras la frustración que sentí en ese momento… —Evadió la mirada de Yami por unos segundos— Pero el caso es que lo hice, para sobrevivir y salvar a los demás. Esa dura decisión me permitió ayudar a mis compañeros y avanzar con ellos hasta conseguir la ansiada llave. Y salvamos el castillo, al final valió la pena. Supongo que, aunque no me gusta, a veces hay que huir para lograr una victoria.

«Dios, ¿habré hecho bien recordando todo esto?», estaba diciendo lo primero que le venía a la cabeza y lo mismo suspendía por bocazas.

Entrecruzó los dedos y observó el peón que había abandonado, formando una fina línea con los labios. Respiró y se serenó un poco.

A veces es duro ser Caballero, ya que muchas vidas dependen de nosotros y no todas pueden ser salvadas por desgracia. Quiero proteger a todos, pero a veces no es posible. Y duele. Pero cargar con el dolor es parte de nuestro trabajo y hay que superarlo. Hay que seguir adelante —concluyó, mirando a la mujer a los ojos. Sabía muy bien de lo que hablaba.

«Me pregunto si yo ya he superado el dolor», recordó las sabias palabras del Guía. No debía perseguir fantasmas, había cosas más importantes…

Desde que le entregó su amuleto a Iwashi creía haber dado un gran paso para superar cierto trauma y continuar con su vida normal. Ojalá fuera así.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Suzume Mizuno » Dom Feb 07, 2016 5:17 am

Yami escuchó —o no— a Light mientras tarareaba entre dientes y jugueteaba con la pieza. No hizo ninguna referencia a la experiencia que vivieron dentro del Castillo del Olvido y jugó con la ficha del rey por el tablero, sin hacer demasiado ruido.

Cunado Light terminó, Yami soltó una risita, recogió el tablero, las piezas y le tendió la del rey a Light.

Ha sido divertido, chocobito. Espero que no tengas muchas pesadillas con las lunas de leche y fresa. ¡Te toca bajar al lago!

Eso le llevaría algo más de tiempo, así que podía sacar directamente su glider y salir volando por el agujero con sus dos premios. Ya faltaba menos para terminar el examen.


*



El lago estaba vacío y tranquilo, con el fresco viento haciendo bailar las hojas de los árboles y olas en la hierba. Con todo, había algo diferente: rocas cartón-piedra bastante grandes, una especie de barricada de sillas y mesas —¿quién se había tomado la molestia de bajarlas?— y, qué diantres, una especie de ametralladora cargada con unas bolas enormes y de diversos colores de espaldas al lago.

¡Coge tu arma! ¡Nada de Llave Espada!

Algo cayó desde arriba y Light pudo atrapar una pistola gorda, de juguete, de esas de paint-ball que se cargaban con bolas de colores. También le lanzaron una bolsa con la munición. Una sombra se alzó sobre una de las rocas de cartón, más resistentes de lo que parecía a primera vista. Akio llevaba una pistola parecida a la suya y una banda entorno a la frente. Se había pintado dos líneas negras en cada mejilla y parecía recién salido de un campo de batalla.

Pero no estaba solo él. Desde el lago, montado en una barca en la que luchaba por mover los remos, Derhe Yeno se acercaba rápidamente hacia la orilla armado no con una pistola, sino con otra ametralladora y lanzaba a Light una sonrisa muy desagradable.

¡Estas son las circunstancias!—gritó Akio—. ¡Light tiene que defender el fuerte (la barricada) y Derhe tomarla! ¡Podéis usar las rocas para defenderos! ¡Derhe es un ejército invasor y Light debe defender el Castillo!—Akio bajó de un salto de la roca y corrió hacia Light—. A él ya se lo he dicho: el objetivo está detrás de la barricada. Si Derhe la coge, se acabó esta prueba, ¿entendido?

Había una enorme cruz marcada con dos tiras de tela amarillas, que cubrían un bultito, detrás de la barricada de sillas y mesas. Bajo ella parecía haber un objeto.

Las cosas eran sencillas: Light debía defender la orilla y podía usar las rocas para ocultarse y atacar, por eso tenía solo una pistola que le permitía menos disparos. Derhe vendría sin ninguna defensa excepto las dos ametralladoras —también, Derhe tenía tan mala puntería que necesitaba ese tipo de arma—.

Ninguno de los dos estaba autorizado para usar magia. Las marcas de pintura hablarían por sí solas: el rival caería si recibía un disparo en el pecho o en la cabeza. Si Light tenía dudas, mejor que las planteara ahora.


Básicamente, Light tiene dos formas para actuar: si Derhe logra desembarcar podrá usar las rocas a su favor para avanzar hacia la cruz y alcanzarla antes, rodeando la barricada. Light corre peligro de recibir demasiados disparos si se expone demasiado pero, también, es un riesgo muy grande permitir que Derhe se acerque a la segunda ametralladora.

Es decir, tienes que escoger entre «la mejor defensa es un ataque» y limitarte a defender el fuerte para que Derhe no pueda acercarse. Por supuesto, aunque esto es un juego, Akio os estará observando como si fuera una amenaza real. No hace falta que te comas demasiado la cabeza con un plan detallado paso por paso. Light no lo sabe, pero esta prueba dura una única ronda, así que haz lo que haría él en una trama normal.

Cualquier duda, ya sabes, pregúntame por privado.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Light » Lun Feb 08, 2016 2:24 am

«¿Pero esta mujer me está escuchando?», inevitablemente estaba incómodo. ¿Tan mal lo estaba haciendo que no merecía ser escuchado?

Yami no parecía prestarle atención: jugueteaba con la pieza del rey y tarareaba mientras el aprendiz soltaba su discurso. Cuando finalizó, emitió una risita (¿tan graciosa había sido su respuesta?) y recogió el tablero con las piezas.

Además, le tendió la pieza del rey, la que había decidido salvar a costa del otro peón. Light no se lo pensó y cogió dicha ficha (no creía que le fuera de utilidad, pero aun así no la rechazó). El colgante del escudo, las piezas… ¿Los necesitaría por un casual para las pruebas que faltaban? Quién sabe.

Gracias.

Ha sido divertido, chocobito. Espero que no tengas muchas pesadillas con las lunas de leche y fresa. ¡Te toca bajar al lago!

Entendido. —Asintió con la cabeza lentamente.

Light le dijo adiós e invocó su vehículo glider. Se montó sin más dilación y atravesó el agujero de la torre para llegar cuanto antes al hogar de Leviatán. Allí debía esperarle la siguiente prueba.

«¿Lo estaré haciendo bien?».

***


Observó con cierta extrañeza los elementos que destacaban en la zona de la orilla mientras descendía. Por alguna razón que pronto descubriría —¿su prueba?— alguien había colocado un conjunto de mesas y sillas, formando una especie de muro.

Además, también habían colocado una ametralladora y varias rocas de cartón. Obstáculos, un arma de fuego… empezaba a imaginarse en qué consistía su prueba y no le hacía especial ilusión.

¡Coge tu arma! ¡Nada de Llave Espada!

A los pocos pasos oyó una voz que le hizo detenerse. Cogió en un acto reflejo el arma que cayó del cielo. La reconoció al instante, ya que la había empleado con anterioridad: era una pistola de paint-ball. También recibió una bolsa con munición.

«Qué recuerdos», había pasado bastante tiempo desde aquella guerra de pintura que perdió. Maldito Akio...

Entonces apareció Akio, quien parecía que acababa de salir de una guerra. Mostraba pintadas en la cara, llevaba una banda en la frente e iba armado con una pistola similar a la de Light.

Y en el lago estaba Derhe, montado sobre una barca. Light enarcó una ceja al entrar en contacto visual con el aprendiz de relleno. ¿No pensaría atacarle con esa ametralladora, verdad…?

¡Estas son las circunstancias! ¡Light tiene que defender el fuerte (la barricada) y Derhe tomarla! ¡Podéis usar las rocas para defenderos! ¡Derhe es un ejército invasor y Light debe defender el Castillo! —Akio se aproximó a él—. A él ya se lo he dicho: el objetivo está detrás de la barricada. Si Derhe la coge, se acabó esta prueba, ¿entendido?

Eso creo… —No se molestó en examinar lo que se hallaba detrás de la barricada, pero sí que observó la pistola que le había entregado, dubitativo—. ¿Viene cargada? ¿Cuántas bolas de pintura le quedan? —preguntaría en el caso de que no pudiera averiguarlo de ninguna manera. Le venía bien saberlo porque un cargador vacío en un momento crucial podría sentenciarle en aquella prueba, por eso quería llevar la cuenta de las “balas” que iba gastando—. ¡Vamos allá!

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No las tenía todas consigo, ya que la puntería era uno de sus puntos débiles, pero al menos intentaría ponérselo difícil a Derhe. Le seguía perturbando la idea de quedar por debajo de él en el Examen, se iba a jugar su orgullo en aquella batalla.

Además no estaba dispuesto a perder otra partida de paint-ball.

Optó por no darle tregua desde el comienzo: no iba a esperar a que se hiciera con otra metralleta. Salió corriendo a toda velocidad hacia una roca —no muy alejada de Derhe— para esconderse tras ésta y desde ahí realizó su primer disparo de pintura (siempre apuntaría a su pecho a ser posible). Permanecería asomado lo mínimo, cuanto menos estuviera expuesto mejor.

Le arrojara al agua o no, continuaría atacando para evitar que llegara a tierra. Su modus operandi sería el siguiente: dispararía una bola, se resguardaría de inmediato a fin de esquivar su posible contraataque y volvería a arrojar otro proyectil en cuanto cesara su tiroteo. Así varias veces, y asomándose desde diferentes bordes de la roca al atacar. Si en algún momento se quedaba sin bolas de pintura recargaría su arma. En el caso de que su puntería no fuera suficiente para acertar, se colocaría rápidamente detrás de otra roca más cercana al gordo.

También cambiaría de roca si la ametralladora de Derhe lograba tumbar sus defensas por un casual. A saber cuánta potencia tenía ese chisme.

Si no podía evitar que llegara a tierra esperaría a que se diera su oportunidad. En cuanto su contrincante se dispusiera a coger ese arma de fuego, la segunda metralleta. Seguramente Derhe bajaría un poco la guardia, así que aprovecharía ese momento para apuntarle y dispararle en el pecho (o en su defecto, en la cabeza). Si fallaba otra vez, seguiría disparando y moviéndose por las rocas hasta el final de la prueba.

Era consciente de que Derhe representaría un gran peligro con las dos armas de fuego. A saber cuánta munición tenía. Y además las rocas le ofrecerían cierta protección en cuanto saliera del lago… Por todas esas razones debía impedir que se hiciera con la ventaja.

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Edit por error tonto xD Light siempre tratará de apuntar al pecho, y si por cualquier motivo no puede, a la cabeza.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Suzume Mizuno » Mar Feb 09, 2016 9:51 pm

Light optó por atacar. Derhe lo vio salir y, por supuesto, se puso a disparar como un loco porque no iba a permitir que le robara el aprobado. ¡Ni hablar! Akio lo observaba todo desde un extremo y se cubría la boca para no animar a un bando u otro aunque le resultaba visiblemente difícil. Sobre todo cuando, de pronto, a Derhe se le acabó la munición y el joven Maestro se llevó una mano a la frente y empezó a mascullar por lo bajo.

Para desgracia de Derhe, Light era mucho más veloz que él y tenía un blanco muy claro. Light, además, se ocultó detrás de las rocas cuando le llovió una andanada de pintura. Una bola, casi de refilón, le acertó en una rodilla, pero ni siquiera de lleno y Akio no dijo nada, por lo que el aprendiz pudo continuar al acecho.

Derhe saltó a la orilla, se precipitó sobre la metralleta y entonces la bola de Light le acertó en pleno pecho. El aprendiz se quedó mirando la «herida» con los ojos abiertos de par en par. Después lanzó una mirada venenosa y porcina a Light, cogió la metralleta y lo último que vio el muchacho fue una explosión de colores antes de que el olor a pintura y el frescor de la misma lo tumbaran.

*


Cuando Light terminó de limpiarse en el lago —aunque las ropas no tenían remedio y se quedarían con una curiosa tonalidad arco iris— Akio decidió dejar de echarle la bronca a Derhe sobre cadáveres que no podían levantarse y le indicó que fuera a cierto sitio, a lo cual el aprendiz aceptó entre rebuznos de indignación.

Después, cruzado de brazos, Akio le hizo un gesto a Light para que fueran tras la barricada y le indicó que cogiera el objeto que había bajo la cruz de tela. Se trataba del diseño de un castillitos en miniatura, que cabría sin problemas en el puño de Light.

Pues te toca el último sitio antes de que se acabe la segunda prueba—le informó Akio, que alzó una mano y señaló de vuelta hacia el castillo—. Ve a los jardines.

Luego el chico desapareció cruzando un Portal de Luz.

*


Sentada sobre un banco, dándole la espalda a una de las terrazas que se asomaba al vacío, Lyn aguardaba con su eterna armadura y los ojos cerrados. Agitó las orejas cuando Light se acercó y le clavó sus pupilas afiladas antes de hacerle un gesto para que se acercara.

Ya casi has terminado así que no la fastidies ahora—dijo con severidad—. Dependiendo de lo que escojas te llevarás uno de estos dos objetos.

En cada mano llevaba un pendiente; uno era verde esmeralda, el otro, rojo carmesí. Lyn cerró los puños, carraspeó y dijo:

Has defendido tu territorio y has capturado al responsable de los ataques. Sabes que no negociará contigo, que es poderoso, que ha matado a tus compañeros, pero no estás seguro sobre si tiene razón o no sobre lo que ha decidido hacer. Podría tener razón y podría no tenerla. El caso es que ambos habéis matado y ya no hay vuelta atrás. —Lyn guardó un silencio—. Estáis solos los dos y no hay forma de que puedas encerrarlo. Sólo tienes dos opciones.

»O lo matas o le permites huir.


Lyn calló. Las implicaciones eran obvias: si le permitía huir, estaba dejando marchar a un peligro potencial que podía volver a atacar su hogar y a sus amigos. Sin embargo, Lyn no lo había presentado como el Mal. ¿Y si esa persona luchaba por algo digno?

¿Hasta qué punto tenía derecho Light de ser el juez de nadie? ¿Había que dar más importancia al deber, al respeto por la vida y la esperanza de cambiar en el futuro, reconocer que el problema podías ser tú y no el otro…?

Cuando eligiera, Lyn le haría la misma pregunta que Yami:

¿Por qué?

Y Light tendría que hablar.

Después, la segunda prueba habría tocado su fin.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Light » Sab Feb 13, 2016 3:51 pm

Gracias a que se apresuró a refugiarse tras las rocas eludió la ráfaga de bolas de pintura. Sin embargo, no salió del todo indemne. Masculló un «mierda» cuando una bola le alcanzó la rodilla y se temió lo peor; pero como Akio no dijo nada supuso que aún podía seguir combatiendo.

«Ja. ¿Ya se te ha acabado la munición?», pensó en cuanto cesó el tiroteo, y sonrió.

Realmente disfrutaba más con aquella prueba que con las anteriores. Así se había imaginado el Examen —más o menos—, un enfrentamiento en el que debía demostrar sus capacidades. Nada de cuestionarios o preguntas complejas.

Supo en seguida que era su oportunidad de ponerle fin en cuanto se acercó a la metralleta. No lo dudó. Le apuntó, apretó el gatillo y le acertó en el pecho. Sonrió satisfecho: claramente había ganado.

«¡Ya está!».

Esperaba que Akio anunciara el fin de la prueba en cualquier momento. Sin embargo, parecía que para Derhe aún no había finalizado, porque agarró el arma y comenzó a descargar un montón de pintura. Qué mal perder. Light no pudo eludirlo de ninguna manera y se vio superado.

«¡Hijo de puta!».

***


Maldecía entre dientes a ese gordo mientras intentaba quitar todo rastro de pintura de sus ropas, en vano. Por mucho que las mojó no logró que la tonalidad arco iris desapareciera por completo. Ojalá en la lavandería diera con una solución, o de lo contrario tendría que sustituir su prenda.

Tampoco le dio excesiva importancia, aunque tenía claro que Derhe merecía suspender por eso y mucho más.

En cuanto terminó de asearse regresó con Akio. Éste ordenó a Derhe Yeno que fuera a otro sitio y luego le hizo una seña a Light para que se acercara a la barricada; al objeto que se hallaba detrás de ésta. Le indicó que lo cogiera y así hizo.

Debajo de la cruz había unos castillos en miniatura. Agarró el pequeño objeto y lo examinó de cerca durante unos pocos segundos mientras sonreía, contento. Había superado la prueba.

Pues te toca el último sitio antes de que se acabe la segunda prueba. —Señaló hacia el castillo—. Ve a los jardines.

Asintió y presenció cómo el chico desaparecía tras el portal de luz. El último sitio había dicho… parecía que la segunda prueba iba a llegar a su fin. No se arrepentía de ninguna de las decisiones que había tomado y había sido sincero en todo momento, solo esperaba que Iwashi y Yami hubieran quedado satisfechas con sus respuestas.

Sin más dilación, partió hacia el castillo.

***


Allí, sentada sobre un banco, estaba ella. La siguiente Maestra que se iba a encargar de examinarle no era otra que Lyn. La joven le hizo un gesto para que se acercara.

Ya casi has terminado así que no la fastidies ahora. —Light suspiró, con tensión. Definitivamente no podía fastidiarla, no—. Dependiendo de lo que escojas te llevarás uno de estos dos objetos.

Dos pendientes, uno rojo y otro verde, aguardaban en los puños de Lyn. Y uno de ellos sería suyo.

De acuerdo. Dispara. —Se cruzó de brazos.

Has defendido tu territorio y has capturado al responsable de los ataques. Sabes que no negociará contigo, que es poderoso, que ha matado a tus compañeros, pero no estás seguro sobre si tiene razón o no sobre lo que ha decidido hacer. Podría tener razón y podría no tenerla. El caso es que ambos habéis matado y ya no hay vuelta atrás. —Light se puso en tensión—. Estáis solos los dos y no hay forma de que puedas encerrarlo. Sólo tienes dos opciones.

»O lo matas o le permites huir.


«Oh, Dios. Veamos…», se sentó en el mismo banco que Lyn, pensativo, y se mordió el labio inferior. ¿Por qué en todas estas cuestiones tenía que tomar decisiones relativas a la vida de alguien?

Como no, le vino a la cabeza el suceso trágico de Hisa Wix, aunque aquella situación fue ligeramente diferente a la expuesta por Lyn. Y es que había aprendido una lección muy importante, la misma Guardiana se lo dijo:

«Te dije que las decisiones precipitadas son las peores».

¿Matar a la persona capturada era realmente la solución? No, de ninguna manera, él no quería ser un asesino. Aunque por otra parte le gustaría proteger su territorio y evitar que más muertes se produjeran. ¡Sus propios compañeros habían muerto, demonios!

Recordó al Ryota del Castillo del Olvido. Le hicieron creer que había matado a compañeros suyos. Deseó su muerte y quiso acabar con él con sus propias manos… ¿pero hubiera sido capaz de tener la oportunidad? Ni de coña, el recuerdo de la Guardiana le hubiera detenido en el último momento, estaba seguro.

Resultaba curioso porque había tenido que elegir en múltiples ocasiones entre matar a alguien inocente o no. Decidió no acabar con Nithael e intentar que recuperara la cordura, aunque éste representara un gran peligro para todos; rechazó sacrificar a Burke e ir en busca de aquel dragón que causaría el caos por el universo; optó por no quitarle la vida a Wix después de su batalla en Bastión Hueco; optó por quitársela en la ópera… (según Iwashi hubiera muerto envenenada de todas formas, pero eso no le consolaba mucho y seguía avergonzado de sus actos). Su experiencia en el País de los Mosqueteros había supuesto un punto de inflexión, había aprendido que no podía dejarse llevar por el odio.

Ya había decidido su respuesta, al final la prueba no había resultado tan complicada como la de Yami. Además, Lyn había mencionado algo muy importante que no podía ser ignorado de ninguna manera. Había dicho que el causante de las muertes de sus compañeros podía llevar razón o no, y que él (Light) no estaba seguro respecto a eso. Esto era crucial.

Le dejaría escapar.

¿Por qué? —Ya había dado por hecho que tendría que justificarlo, así que no le sorprendió.

Aunque querría proteger mi territorio, aunque me horrorizaría la muerte de mis compañeros, quiero pensar que no le quitaría la vida. Alguien me enseñó una vez que las decisiones precipitadas son las peores. —Cogió aire y lo expulsó por la boca—. Tuve que aprender la lección por las malas.

»Los Portadores no hemos nacido para convertirnos en asesinos, no dejaré de repetirlo. —Abandonó el banco, poniéndose de pie, y se volteó hacia la joven con rasgos de animal—. Pero ya no solo se trata de eso. Has dicho que tengo dudas, que no sé si el responsable de las muertes de mis compañeros tiene razón o no. Si mi corazón alberga estas dudas entonces definitivamente no le quitaría la vida, no quiero esgrimir mi Llave Espada con esas dudas, sino con determinación. Si le matara estoy seguro de que me arrepentiría después, y no habría vuelta atrás.

El amargo arrepentimiento, el deseo de volver atrás en el tiempo... sabía de lo que estaba hablando sin duda.

No quiero repetir mi error —sentenció, más bien para sí mismo.

»Así que… supongo que no me queda otra que dejarle escapar. Intentaría proteger mi territorio de otra manera y evitar que los ataques se volvieran a repetir, claro —afirmó con bastante seguridad y seriedad.

Respiró hondo tras aquella última frase y esperó al posible veredicto, expectante. Al fin, había finalizado la segunda prueba. Ahora, ¿la habría superado? Estaba nervioso y quería saber ya si aprobaba o suspendía.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Suzume Mizuno » Lun Feb 15, 2016 2:00 am

Lyn asintió y le tendió el colgante verde.

Ahora vuelve a la Sala del Trono a presentar los objetos que tienes. Como tal, has terminado la segunda prueba. Solo tienes que dar un pequeño discurso y empezará la tercera.

Lyn le dio una palmada en el hombro y Light fue libre para marcharse. ¡Pronto acabaría por fin aquella pesadilla!

*



Cuando Light llegó a la Sala del Trono, Ronin estaba en el trono dándole unas palmadas a Akio, que parecía haber estado despotricando hasta hacía un momento. Yami tarareaba, arrastrando los pupitres hacia un lado y dejando la zona despejada. Al verle llegar, Ronin se incorporó, sonrió a Light y… ¿parpadeó? Probablemente intentó guiñarle un ojo.

Luego se irguió en el trono, adoptó una expresión más seria, aunque no dejaba de ser amable y dijo:

Durante la segunda prueba has recopilado una serie de objetos que tienen diversos significados para nosotros y para ti. Ahora vas a hacer una última cosa.—Ronin alzó un dedo—. Elige el objeto que te ha parecido más significativo para tu prueba. Puede ser que te hayas identificado más, que te haya hecho ver algo que no habías pensado antes o la que más te ha costado. Nos dirás el motivo de tu elección. Luego, pasaremos a la última prueba.


Ronin entrelazó los dedos y esperó a que Light hablara. Una vez lo hiciera, asentiría con la cabeza, pensativo. Después se incorporaría y diría con voz intensa:

La segunda prueba ha terminado. Damos paso a la tercera. Se trata de una demostración de fuerza, de capacidad de combate, Light. A menudo los Maestros hemos de luchar en toda clase de situaciones imprevistas y es nuestra capacidad para adecuarnos a las circunstancias la que marca la diferencia entre una vida y una muerte, entre una victoria y una derrota. Esto es solo una prueba y además tendrás la posibilidad de escoger a tu rival, pero servirá para mostrarnos lo que eres capaz de hacer.

»Elige al rival que prefieras de entre los Maestros y otro candidato. Si no está en esta sala, lo llamaremos. A menos que me elijas a mí, yo seré el árbitro del combate.


Yami soltó una risita y Akio resopló, irritado. Ronin dejó el trono y se acercó a Light para pasarle un brazo por los hombros y luego darle unas palmadas en el pecho que lo dejaron sin aliento.

Y aquí estás, no ha sido tan duro, ¿eh?—Ronin le sonrió—. Estate tranquilo, ya queda muy poco e ignora a Akio. Derhe ha suspendido, otra vez. No supo qué tenía que hacer con la prueba de Yami y fue a preguntarle a Mog. Este chico…—Ronin sacudió la cabeza.

Light tendría todo el tiempo que necesitara para decidir su rival. Después, cuando llegara este, a menos que ya se encontrara en la sala, Ronin o Yami les ordenarían situarse a unos diez pasos de distancia el uno del otro. En cualquiera de los dos casos, Ronin diría:

Lo importante no es ganar, sino mostrar verdades. Cuando dos iguales se enfrentan, emerge su verdadera naturaleza.

Dicho esto, el árbitro alzó las manos…

¿Listos?

¡Adelante!


¡Última prueba!

Es la misma que la de los otros dos Exámenes. Te toca escoger un oponente —puede ser cualquier Maestro y, si lo pides, incluso Nithael— y haces lo que creas necesario para enfrentarte a él/ella. Atención: tú sabes que esto durará una única ronda, pero Light no. Es el último post, así que revísalo a conciencia para que no se te escape nada. Después habremos terminado el Examen.

El rival que elijas, por supuesto, se tendrá en cuenta para la valoración final de tu nota.
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Re: [Light Hikari]

Notapor Light » Mié Feb 17, 2016 1:49 pm

Lyn, al igual que los otros Maestros, no le dijo si lo había hecho bien o mal —y eso le intranquilizaba—, sino que se limitó a entregarle uno de los colgantes: el de color verde. Light lo cogió, lo ojeó y lo guardó con todos los demás.

Ahora vuelve a la Sala del Trono a presentar los objetos que tienes. Como tal, has terminado la segunda prueba. Solo tienes que dar un pequeño discurso y empezará la tercera. —Le dio una palmada en el hombro.

Asintió, se despidió y echó a andar hacia el lugar que le había indicado la chica bestia.

Mientras se dirigía a la Sala del Trono le dio vueltas al asunto del discurso que había mencionado Lyn. ¿Qué le harían decir exactamente?

«Qué ganas de que acaben los interrogatorios y los discursos. ¿Lo habré hecho bien?», pensó, algo intranquilo, pues no habían sido preguntas sencillas (las de Yami y Lyn). Lo mismo había soltado una barbaridad sin darse cuenta.

Habían sido complicadas, sí, aunque Light lo entendía. Alguien como un Maestro debía tomar decisiones importantes y complejas; y sus superiores querían conocer su criterio. Esperaba haberles convencido, él había intentado responder de la manera más correcta y sincera, en base a sus experiencias como aprendiz.

«Pronto lo sabremos. Por cierto, podías haberme pedido ayuda para el cuestionario, te conozco mejor de lo que te conoces tú», dijo el eidolon perruno a través de la telepatía.

«Ya sabes la razón, tengo que hacer el Examen solo».

Aquel día le había pedido a su mascota que no interviniera en el Examen, ya fuera teórico o práctico. De lo contrario hubiera partido con ventaja y sería como hacer trampas, aunque nadie se diera cuenta de que le ayudaba. Era consciente de que aquella prueba solo le pertenecía a él y tenía que superarla él solo.

¿Aprobaría, suspendería? Estaba deseando averiguarlo, quería acabar ya.

***


Llegó al fin a la Sala del Trono, donde le esperaban los tres Maestros que se habían encargado de vigilarle durante el cuestionario. Akio parecía estar criticando a algo o alguien, y Yami empujaba los pupitres para despejar la zona mientras tarareaba una canción.

En cuanto a Ronin, a Light le pareció que éste le lanzó un guiño tras incorporarse. ¿Eso era una buena señal, lo estaba haciendo bien? Ojalá.

El chico se colocó con rapidez —sus nervios eran algo palpables— en frente de los tres tronos y procedió a escuchar lo que tuvieran que decirle. Ronin, algo serio, comenzó a hablar:

Durante la segunda prueba has recopilado una serie de objetos que tienen diversos significados para nosotros y para ti. Ahora vas a hacer una última cosa. —Ronin levantó un dedo—. Elige el objeto que te ha parecido más significativo para tu prueba. Puede ser que te hayas identificado más, que te haya hecho ver algo que no habías pensado antes o la que más te ha costado. Nos dirás el motivo de tu elección. Luego, pasaremos a la última prueba.

De acuerdo —dijo de inmediato, y sacó de sus bolsillos todos los objetos que había acumulado—. Así que tengo que elegir uno… —musitó mientras examinaba todos los objetos.

Tenía cuatro opciones: el escudo de Iwashi, el rey de Yami, los castillos de Akio y el colgante de Lyn. Requirió de unos pocos segundos para pensárselo, porque no estaba seguro de cual elegir.

Un objeto representaba su victoria en la batalla contra Derhe Yeno. Fue el primero que descartó porque no había mucho que decir, la verdad. ¿Que aquel aprendiz le había embadurnado de pintura a pesar de haberle ganado? ¿Que había pensado una buena estrategia para derrotarle? Presumir tampoco era algo propio de él y, sinceramente, no le apetecía.

Quedaban tres objetos: la pieza, el pendiente y el escudo. El primero representaba la durísima decisión de darle prioridad a sus deberes de Caballero y abandonar a un compañero. El segundo, en cambio, lo había recibido porque había optado por ser fiel a sus principios y dejar con vida a alguien que, inocente o no, podía considerarse un peligro potencial.

Y, por último y no menos importante, estaba el colgante con forma de escudo. Él había impuesto lo que representaba, a diferencia de los otros. Lo eligió antes porque simbolizaba su decisión: la de querer convertirse en un Maestro capaz de proteger a los demás. Y, de no tener ese deseo, seguramente no estaría realizando el Examen ahora mismo.

Se guardó todos los objetos en el bolsillo menos el escudo, el objeto que a simple vista le parecía más importante. Extendió el brazo y se lo enseñó al trío de Maestros.

Se puso erguido y habló alto y claro:

Cuando me uní a la Orden yo estaba obsesionado con seguir el ejemplo de mis padres y encontrarlos. No era del todo consciente de las cosas que ocurrían fuera de Villa Crepúsculo, siempre fui privilegiado por vivir en una ciudad donde no había Sincorazón —dijo con una punzada de dolor, ya que su mundo ya no existía—. Pero ahora las cosas son diferentes. Durante mi aprendizaje he sido testigo de mucho sufrimiento en los mundos, he visto cosas horribles. —Como Villanos Finales con fines malvados, o Sincorazón peligrosos como el Missgunst o el Coloso que atacó su castillo—. Y… mi mundo ya no existe. Mis padres ya no tienen nada que ver con esto. —Negó con la cabeza y habló con determinación—: Lo tengo más claro que nunca. Quiero luchar para evitar que sucesos tan horribles se repitan, quiero ser un Maestro que pueda proteger a los demás, quiero ser útil para Tierra de Partida. El escudo representa mi deseo de proteger a los mundos y a mis compañeros de la oscuridad que nos amenaza constantemente.

»Sé que no todos los habitantes del universo pueden ser salvados. Sé que habrá baches, que seguiré cometiendo errores, ya que no soy perfecto. Y que tendré que tomar decisiones muy complicadas —recordó las pruebas de Yami y Lyn— que quizás impliquen sacrificios. Será difícil, lo sé, pero quiero dar lo mejor de mí y no olvidar nunca mi cometido, incluso si suspendo. —Observó el escudo e hizo una breve pausa—. Luchar contra la oscuridad y proteger los mundos, ser su escudo.

Ahí acababa su último discurso. Se había quedado muy a gusto, ya que lo había soltado todo. No tenía nada más que añadir. Esas eran sus intenciones, tal cual, y no habían cambiado desde el inicio del Examen.

Ronin, complacido o no, asintió.

La segunda prueba ha terminado. Damos paso a la tercera. Se trata de una demostración de fuerza, de capacidad de combate, Light. —«Eso suena interesante»—. A menudo los Maestros hemos de luchar en toda clase de situaciones imprevistas y es nuestra capacidad para adecuarnos a las circunstancias la que marca la diferencia entre una vida y una muerte, entre una victoria y una derrota. Esto es solo una prueba y además tendrás la posibilidad de escoger a tu rival, pero servirá para mostrarnos lo que eres capaz de hacer.

»Elige al rival que prefieras de entre los Maestros y otro candidato. Si no está en esta sala, lo llamaremos. A menos que me elijas a mí, yo seré el árbitro del combate.


Entonces, ¿podía batirse en duelo con el propio Ronin incluso? No le desagradaba la posibilidad, sería como un entrenamiento. Se enfrentaría a su Maestro, el fuerte guerrero que admiraba… aunque llevaba todas las de perder. ¿Sería capaz de demostrar su fuerza y hacerle sentir orgulloso en ese caso?

Entendido. —Pensativo, se llevó la mano a la barbilla. Su decisión podía tener consecuencias buenas o malas, debía meditarlo bien.

Antes de que se decidiera su mentor se aproximó a él, amistoso. Le rodeó con un brazo y le propinó unas palmadas bastante contundentes, propias de él, que le dejaron agotado. Se notaba que Ronin era fuerte, sí…

Y aquí estás, no ha sido tan duro, ¿eh? —expresó, sonriente.

Bueno… —Se rascó la sien y sonrió también—. Creo que ha ido bien.

Estate tranquilo, ya queda muy poco e ignora a Akio. Derhe ha suspendido, otra vez. No supo qué tenía que hacer con la prueba de Yami y fue a preguntarle a Mog. Este chico…

No tiene remedio. —Completó la frase y puso los ojos en blanco. Al menos ya no quedaría por debajo de él.

Tenía que decidirse ya, no quería hacer esperar a los Maestros.

Ya había combatido contra el otro candidato, Derhe, y no le apetecía volver a enfrentarse a él (ni verle en pintura, nunca mejor dicho); aunque fuera la opción aparentemente más segura.

Los demás Maestros supondrían un desafío, ya que todos ellos eran más hábiles que él, un simple aprendiz.

Iwashi era una interesante opción, ya que conocería su forma de luchar si contaba con las mismas habilidades que Wix. Por supuesto, el recuerdo de la Guardiana ya no le afectaría demasiado, de hecho se había enfrentado varias veces a ella en el Coso virtual.

Pero nada le aseguraba que tuviera las mismas habilidades que ella (quizás era muchísimo más fuerte), por lo que no era una opción del todo segura. Podía ser la mejor elección o la peor.

Y después estaba Ronin, el líder de los Maestros, su mentor. A él sí que le conocía bien, y eso era un punto a su favor. Se trataba de otro experto espadachín, uno bastante fuerte y resistente. La pega era esa, que seguramente era demasiado poderoso para atacarle de frente y tendría que actuar con cautela.

Pero, ¿acaso no debía estar preparado para lo peor una vez fuera Maestro? No tenía sentido elegir a alguien débil.

Maestro, me gustaría elegirle para mi enfrentamiento —anunció, bastante formal, tras tomar la decisión—. Sé que ya hemos combatido en los entrenamientos, pero esta es una ocasión especial y tú eres mi Maestro. Quiero demostrarte lo que puedo hacer. —Invocó su Llave Espada, Alma Inquebrantable, la cual agarró con ambas manos.

Sonrió, desafiante, preparado para empezar el combate (en el fondo lo estaba deseando).

«¿Crees que la he cagado?», le preguntó a su eidolon mientras se posicionaba, siguiendo las indicaciones de Yami.

«Es posible», ante todo sinceridad.

Aun así, aunque hubiera elegido al rival menos idóneo para aprobar, no se achantaría. Había entrenado muchísimo, estaba cerca de alcanzar la Maestría y no iba a dejar escaparla. Ágatha, sus compañeros, Ronin… no quería fallarles por nada del mundo.

Una vez bien posicionados, a diez pasos de distancia el uno del otro, su mentor habló:

Lo importante no es ganar, sino mostrar verdades. Cuando dos iguales se enfrentan, emerge su verdadera naturaleza.

«Así que lo importante no es ganar…».

No requirió de tiempo para meditar sobre eso —porque la prueba empezaba ya—, pero tenía clara una cosa. Aunque perdiera iba a dar lo mejor de sí mismo. Como si aquello fuera un clásico combate de Struggle: no pensaría en la derrota o en la victoria, sino en los movimientos de su oponente. E intentaría permanecer sereno, aunque resultara difícil y el corazón le latiera a mil. Eso era todo lo que importaba, debía concentrarse durante la pelea.

El combate al fin dio comienzo y Light se mantuvo a la defensiva. Esperaría a que Ronin atacara primero. Dependiendo de sus acciones actuaría de manera distinta:

Si Ronin se aproximaba a él, permanecería quieto e invocaría con disimulo un Círculo de minas que le rodearía. Estaba seguro de que su mentor se desharía con facilidad de cualquier otro hechizo o escudo que invocara, aquella magia invisible era uno de sus pocos recursos. Era su mejor defensa. Después, una vez estallaran las minas bajo sus pies, arremetería con su poderosa Embestida en aquel crítico momento, golpeando con la llave.

Si veía que no podía parar su primer ataque con las minas (por ejemplo, si preparaba un hechizo a distancia, o si se aproximaba tan rápido que no era capaz de invocar los explosivos a tiempo), no las colocaría. En su lugar, emplearía un movimiento evasivo de Xefil, Elusión Mágica (activaría el nexo-D), para esquivar y aparecer muy cerca de su Maestro. A ser posible detrás de él. Seguidamente, sin esperar un segundo más, agitaría su arma y dispararía una poderosa Brecha Lunar a quemarropa.

Si Ronin se negaba a atacar por cualquier motivo, haría el primer movimiento, confiando en su velocidad. Correría hacia él, emplearía igualmente la Elusión Mágica para aparecer tras su espalda (a ser posible) y dispararía la Brecha Lunar a quemarropa.

«¡Toma esta!», atacaría con todas sus fuerzas, con determinación. En el fondo disfrutaría de aquel combate, por muy complicado que fuera y a pesar de los nervios.

En cualquiera de los tres casos anteriores (y excluyentes), tras usar las habilidades citadas, se limitaría a bloquear estoicamente con su Llave Espada y a contraatacar con una lluvia de Latigazos que quizá podría sorprenderle y hacerle retroceder. Si Ronin le desarmaba materializaría de seguida su arma legendaria.

Su estrategia no era demasiado honorable, lo admitía, y él prefería “jugar” a la ofensiva. ¿Pero acaso valía la pena atacar a un rival tan poderoso como Ronin con todo y sin precauciones? Tenía que sorprenderle con sus trucos, defenderse y evitar salir dañado lo menos posible. Y ahorrar magia. Después de todo no sabía cuánto iba a durar aquel enfrentamiento…

Él mismo se lo había buscado al elegir a un rival fuerte y debía afrontar las consecuencias. Si quería que Ronin estuviera orgulloso de él tenía que hacerse valer.

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Resumen de las acciones xD pueden pasar 3 cosas en cuanto empiece el combate:

1) Que Ronin se aproxime a Light y a éste le dé tiempo a colocar un Círculo de minas. Espera a que su mentor lo pise y arremete rápidamente con una Embestida.

▪ Círculo de minas (HM) [Nivel 14] [Requiere Afinidad a Tierra; Poder mágico: 10] Puede colocar disimuladamente un círculo de diez minas mágicas bajo el suelo; solo el usuario conoce la localización exacta de cada mina oculta. Las minas permanecen hasta que alguien pisa sobre una de éstas, provocando su detonación. Las demás también lo harán según su cercanía con la primera que empieza la cadena.

▪ Embestida (HC) [Nivel 18] [Requiere Fuerza: 18; Velocidad: 13; Resistencia: 15]. Arremete rápidamente contra el rival, golpeando de frente fuertemente. Puede causar aturdimiento.

2) Que Ronin ataque, pero Light no se vea capaz de protegerse de ese ataque con las minas. Intentará esquivar con la Elusión mágica (activa el nexo), teletransportándose para aparecer detrás de Ronin, y justo después emplea una Brecha lunar.

▪ Activa Nexo (-5PH). Solo va a usar Elusión mágica, así que no tiene sentido elegir las otras dos xD (pero de escogerlas obligatoriamente en cualquier caso serían Giro magnético y Tenue mismamente).

▪ Elusión Mágica (HM) [Nivel 8] [Requiere Afinidad a Espacio; Poder Mágico 12, Reflejos 15]. El usuario se teletransporta en un parpadeo a un sitio completamente distinto en un radio de cinco metros. Útil para esquivar ataques o confundir al enemigo.

▪ Brecha Lunar (HC) [Nivel 16] [Requiere Afinidad a Luna; Fuerza: 28, Combate con armas blancas: 22; Habilidad ▪ Onda Lunar] [Personalizada] El movimiento personal de Light mejorado. El personaje realiza un potente tajo que toma la forma de una grande y fiera media luna cortante que avanza en línea recta. Habilidad de gran poder cortante que atraviesa los objetos con menor resistencia que se interpongan.

3) Que Ronin no ataque y que deje que Light haga el primer movimiento. Entonces prácticamente (casi) hará lo mismo que en 2): activa nexo, corre hacia Ronin, conjura Elusión mágica para transportarse a su espalda y descarga Brecha lunar.

▪ Activa Nexo (-5PH).

▪ Elusión Mágica (HM) [Nivel 8] [Requiere Afinidad a Espacio; Poder Mágico 12, Reflejos 15]. El usuario se teletransporta en un parpadeo a un sitio completamente distinto en un radio de cinco metros. Útil para esquivar ataques o confundir al enemigo.

▪ Brecha Lunar (HC) [Nivel 16] [Requiere Afinidad a Luna; Fuerza: 28, Combate con armas blancas: 22; Habilidad ▪ Onda Lunar] [Personalizada] El movimiento personal de Light mejorado. El personaje realiza un potente tajo que toma la forma de una grande y fiera media luna cortante que avanza en línea recta. Habilidad de gran poder cortante que atraviesa los objetos con menor resistencia que se interpongan.

Tras 1), 2) o 3), se limitará a intentar bloquear con su arma y contraatacará, golpeando varias veces tras transformar su llave con la siguiente habilidad:

▪ Latigazo (HC) [Nivel 5] [Requiere Combate con Armas Blancas: 15] El usuario transforma momentáneamente su Llave Espada en un látigo, aumentando drásticamente su alcance y pudiendo golpear a varios enemigos a la vez de un ataque. La potencia de Latigazo es similar a la de un ataque normal. Dura un ataque o varios consecutivos.

Coste total de PH con 1): 14+ 18 + 5 = 37
Coste total de PH con 2): 5 + 8 + 16 + 5 = 34
Coste total de PH con 3): 5 + 8 + 16 + 5 = 34

Perdona por haber complicado tanto la estrategia, pero no sé cómo Ronin (dios, es Ronin T_T) va a actuar y tiene que ser así xD tengo que hacer tres supuestos.

En fin… Decir ante todo que el Examen ha sido de mis temas favoritos y que lo he disfrutado (y sufrido, para qué negarlo) bastante. No sé qué va a pasar, no estoy seguro de nada xD pero tanto si apruebo como suspendo… ¡Lo suspenderé indefinidamente, ganaré PX una y otra vez y llegaré al 100 juas! ¡Gracias por llevarlo, Suzu!
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Re: [Light Hikari]

Notapor Suzume Mizuno » Sab Feb 20, 2016 2:23 am

Maestro, me gustaría elegirle para mi enfrentamiento —Ronin le miró con serenidad—. Sé que ya hemos combatido en los entrenamientos, pero esta es una ocasión especial y tú eres mi Maestro. Quiero demostrarte lo que puedo hacer.

Así lo haremos.

Hizo un gesto a Yami, que se puso a dar saltitos de emoción. Ronin sonrió a Light antes de dirigirse ponerse en posición cuando la Maestra empezó a darles indicaciones para que se separaran unos diez pasos.

Comenzaba el combate.

*


Ronin aguardó un momento. Después, armado con la Llave Espada, se arrojó al frente. No le costó demasiado esquivar las minas de Light, no por nada era su Maestro y podía olerse sus estrategias al ver que Light no atacaba, antes de que ninguna le explotara encima. Con todo, estuvo a punto de tragarse una por la escasa distancia que había entre ambos combatientes. En ese momento el muchacho aprovechó para arrojarse sobre él a una velocidad impresionante.

Ronin se echó a un lado y hubo una detonación. Light se lanzó sobre su Maestro, a punto de arrollarlo.

O casi.

El Maestro había desplegado un escudo para protegerse del estallido y, aunque perdió el equilibrio, esquivó a tiempo a Light. Usando el impulso de la explosión para girar con gracilidad, se puso a espaldas del chico. Light, con todo, había previsto que el Maestro le superaría, por lo que se apresuró a detener su contraataque interponiendo su Llave Espada, que de pronto se convirtió en un látigo. Ronin retrocedió para no recibir un golpe en plena cara. Luego, sin apenas esfuerzo, se preparó para meterse en la guardia de Light y este empezó a bloquear y retroceder. Ronin probó varias fintas, obligándolo a retroceder y retroceder, ya que Light no parecía dispuesto a atacar una vez más. Entonces Ronin hizo un complicado movimiento de muñeca que abrió la guardia de Light y…

¡Suficiente!

Ronin frenó con una sonrisa, hizo desaparecer la Llave Espada y le pidió que esperara fuera de la Sala mientras debatían; podría llevarse el colgante en forma de escudo si así lo quería. Los Maestros tenían que debatir si el Examen había terminado o no de forma satisfactoria.

*


Cuando permitieron entrar a Light de nuevo en la sala, Ronin estaba flanqueado por ambos Maestros y dijo con serenidad:

Tu examen ha terminado, Light Hikari. Es el primero de muchos de los que te esperan en el futuro y en los que no podremos ayudarte, pero sabemos que podrás soportarlos porque tienes un corazón fuerte y voluntarioso. Tienes toda nuestra confianza.

»Las pruebas que te esperan las harás con nuestro emblema. Con el título de Maestro de la Llave Espada.



Puntuación: 61 PX

¡Aprobado!

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¡Gracias por las firmas, Sally!


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