[Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

The End is near...

¡Pásate por aquí para encontrarte con todo aquello relacionado con el rol y que no encontrarás en el resto de subforos! Libres, Eventos, Eventos Globales... ¡Pásate, rolea y échate unas risas!

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tanis » Sab Jun 23, 2018 1:41 am

Malik pronto descubrió todo lo que podía hacer con Aaron dentro de su cuerpo. Todo lo que se le podía imaginar, todo lo que pudiera pensar, estaba a su alcance. Incluso controlar e invocar sincorazon, mucho más poderosos que los de Ragun. Y ver los corazones. Mientras combatía, escuchaba la voz de Aaron, y Malik sonreía, por primera vez henchido con esos poderes nuevos.

Ese era el tipo de mago que quería ser… ¿no?

No, no, espera.

Spoiler: Mostrar
Imagen x6


«¿Te parece un buen as en la manga? Vamos, no te enfades,»

«No me enfado, por una vez puedo patearle el culo a Ragun».

«Si no son capaces de hacer frente a eso, Xihn se los va a merendar... Y ya que os gusta tanto la invisibilidad, ¿qué mejor que estos pequeños?»

Le habría gustado deleitarse con sus sincorazón, pero de repente sintió la ola de oscuridad de Ryota y Malik se detuvo en seco. Lo miró, primero confuso, luego frunció el ceño, poniéndose en movimiento de nuevo.

«Será aguafiestas. Bien, vamos a probar otra cosa...»

«Bien.»

Una Llave que no era la suya apareció entonces en su mano. Supuso que era la de Aaron. Y sin casi darse cuenta se vio apuntando a Xefil, invisible a los ojos de los demás. Sintió el fuerte pulso, la corriente que le calambró el brazo por completo. Notó cómo el corazón del joven hacía lo mismo.

«Espera.»

Xefil estaba inmóvil, y se dio cuenta de que nadie podía saberlo, excepto Ragun. Miró a este, pero enseguida sintió el tirón del hambre. Poco a poco observó cómo el corazón, tan luminoso y aparentemente cálido, empezaba abandonar el cuerpo de Xefil. Se mordió la lengua. Parecía… ¿y si probaba a atraerlo más, a… ?

Malik apretó los dientes y emitió un pequeño gruñido de anhelo.

¿Cuánto de poderoso sería con el corazón de Xefil?

¡Basta! ¡¿Qué estás haciendo?!

El corazón regresó a su lugar, y Malik exhaló como si hubiera estado aguantando la respiración bajo el agua. Apartó la vista de Xefil, y miró a Ronin, que estaba furioso. Se sintió asimismo enfadado. No había hecho nada, nada…

«No, no, sí he hecho… algo».

Cuando vio que Felipe acudía a Xefil su luz le cegó y retrocedió unos cuantos pasos. Apartó la vista de los maestros. Entonces sintió la culpa y Aaron habló en su cabeza.

«Cuéntaselo tú, si quieres; una muestra de mi buena fe. Eso, Malik, es lo que tienes que hacer cuando veas a Xihn. Todavía le quedan unos cuantos corazones en ese maltrecho no-cuerpo y, a medida que se los arranquemos, le despojaremos de sus poderes. Fácil, ¿a que sí?»

«Sí, supongo que sí…»

Malik... ¿Eres... Estás bien?

Malik alzó la vista. Todavía notaba que se ahogaba, pero miró a Ragun y asintió con un cabeceo. Fue a sentarse no muy lejos de Xefil y Felipe, pero lo suficientemente lejos como para sentirse aislado. Había estado a punto de…

«Oh, Dios»

Sabía lo que aquello significaba perfectamente, sabía lo que significaba quitarle el corazón a alguien. Y casi lo había hecho. Casi había matado a Xefil. Sentirse tan cansado y hambriento no le hacía sentir mejor, porque Aaron le había enseñado eso para que lo hiciera con Xihn. Y eso no le consolaba.

Si había sentido esa hambre, ese ansia y anhelo con el corazoncito de Xefil… ¿qué pasaría con los corazones de Xihn? Suspiró, apartándose el pelo de la frente y echándoselo hacia atrás. Le escocieron los ojos, secos, e inspiró hondo.

Malik, ¿qué pasó antes con... Xefil? ¿Se salió de control?

La voz de Ragun le hizo levantar la cabeza, y mirarlo de nuevo. Pudo ver su preocupación. Bajó un poco la vista y observó su corazón luminoso y oscuro, que se entrelazaba y luchaba consigo mismo. Inspiró entre dientes y carraspeó, apartando la mirada.

Aaron me enseñó a quitar corazones —murmuró.

No sé si es posible a estas alturas, pero creo que si me transformo en mi forma sincorazón podría separaros y utilizarlo yo...

No —Malik negó categóricamente. Se levantó para dirigirse a los maestros, al príncipe y a sus compañeros—. Lo que ha pasado es lo que tengo que hacer, quitarle los corazones que le queden a Xihn. Así lo debilitaremos, sus poderes mermarán y podremos vencerlo.

Tenía los labios apretados al terminar, mirando a los maestros Ronin y Ryota. Tragó saliva.

Aaron quiere abrir un portal directo hasta Xihn en cuanto estemos preparados.

Ya por fuera la tensión, la vergüenza y la sensación de vacío, Malik no dijo nada más y esperó a que Aaron le hicieran abrir ese portal, para enfrentarse a Xihn. Si Aaron no hubiera estado en su cabeza, habría admitido el miedo que tenía de perder el control.
Avatar de Usuario
Tanis
28. Samurai
28. Samurai
 
Mensajes: 813
Registrado: Mar Feb 19, 2013 10:20 pm
Dinero: 75,353.31
Banco: 15,572.00
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Karma: 5

[X] #7 - Enana Negra

Notapor Zee » Sab Jun 23, 2018 1:55 am

 
Enana negra: f. En astronomía, el remanente hipotético de una estrella que se ha enfriado tanto que no puede emitir más luz o calor.


Espinas negras. El signo inequívoco de la presencia de Maléfica. Las zarzas rodeaban el castillo de Stéfano como si fueran un muro más en la fortaleza, protegiendo al reino congelado de los intrusos indeseables. Intrusos que no tenían mayor remedio que contemplar con lástima y melancolía desde la distancia; ocultos entre las ramas, lejos del alcance de la magia del hada oscura y del tiempo distorsionado; disfrazados entre las penumbras que brotaban del suelo y ascendían hasta formar nubes siniestras que convertían el día en noche.

La oscuridad que rodeaba el reino era tan profunda e impenetrable, un abismo inescapable, que incluso el corazón más tenue, secuestrado por la locura y la soledad, brillaba como un sol.

Ojos amarillos manchaban el lienzo negro del bosque de espinas. Y todos se clavaban en el destello blanco que creía estar oculto entre los árboles. Un bocado delicioso que durante demasiado tiempo había tentado su insaciable apetito. La única presa que atrevía a acercarse al castillo y que no eludiría sus garras o sus fauces ni un día más.

Pero aquel corazón no pertenecía a una presa cualquiera, y los depredadores lo sabían. El hombre portaba una Llave-Espada; sentía su presencia en la oscuridad, no tenía temor a enfrentárseles y conocía artes arcanas capaces de destazarlos en un parpadeo. Cuando las Neosombras se lanzaron contra él, el joven bajó de las ramas de un salto y, llave en mano, surcó el bosque de un lado a otro, desvaneciéndose en el aire como un aliento y reapareciendo en los puntos ciegos como un ángel de la muerte blandiendo una hoja carmesí. Su llave liberó decenas de corazones, pero la oscuridad que lo rodeaba era inflexible y profunda, y más sombras brotaban conforme pasaban los minutos y sus enemigos caían. Y este supuesto ángel de la muerte, este raudo cometa, este demente guerrero, incluso aunque en ocasiones parecía no serlo, era sólo… humano.

Un error fue suficiente. Un parpadeo. Un aliento. Y una garra ya había atravesado su armadura, su delgada piel, su exquisita carne… hasta su corazón. Pulsante. Radiante. Vivo.

El efecto fue instantáneo. El caballero aulló de dolor y retrocedió con un salto, liberando una onda de gravedad desde su arma que dispersó a sus oponentes por unos momentos. Se llevó una mano al pecho y se inclinó hacia el frente, intentando calmar el indescriptible dolor y de cubrir su herida. El daño estaba ya hecho, sin embargo. Su torso fugaba no sangre, sino una niebla densa y oscura.

No podía moverse. El dolor era incapacitante. Sus hechizos flaquearon y se desvanecieron, y los golpes de su llave fueron torpes y lentos. Herirlo por segunda vez fue, naturalmente, mucho más sencillo. Las Neosombras no tuvieron piedad. Un grupo de cinco o seis, o diez o quince, no lo supo, lo derribaron al suelo y sus garras y sus fauces empezaron a rasgar su piel y a despedazar su carne. Su cuello, sus brazos, su pecho, su todo derramaba sangre y oscuridad; sus gritos atravesaron el reino silencioso y resonaron en el bosque como una tétrica canción en el viento. Su luz, no su carne, era exquisita. Sabía a vida. A algo que los Sincorazón carecían. No se detenían ni para respirar, pues no lo necesitaban; todo lo que necesitaban era él, su esencia, su luz, su corazón.

Lloraba. Aullaba. Incluso rogaba. Pero sus atacantes, sus depredadores, eran bestias. No; eran algo incluso inferior a eso. Y peor. La oscuridad en vida. Sólo tenían un objetivo; y su cuerpo y su vida eran irrelevantes.

Después de lo que parecieron décadas y siglos de tortura y sufrimiento para cazador y para presa, una luz verde brotó del pecho de Xefil y comenzó a ascender lentamente hacia el interminable intersticio. Sus ojos cubiertos en sangre y lágrimas contemplaron en primera fila cómo una decena de garras negras se extendieron para tomar la preciada luz y envolverla entre sus dedos largos y fríos, para apretarla y asfixiarla hasta que se extinguiera por completo, para devorarla y traerla de vuelta a la oscuridad de donde había brotado.

N-No…

Hubo un chasquido y un destello. El caballero se desvaneció como una nube de ceniza volando en el viento, dejando atrás montoncillos donde antes estaban piernas y brazos; el corazón brilló con urgencia y terror, tratando de seguir a su dueño, forcejeando contra las garras que lo sostenían, cada vez con más ahínco, cada vez con más fuerza, desesperado por alcanzar el polvo que se alejaba cada vez más y más de él.

No pudo más.

Un ruido como el cristal rompiéndose.

El corazón estalló en pedazos. Y finalmente escapó.

Los fragmentos volaron tras la ceniza, que pronto volvió a agruparse y tomó la forma de un cuerpo incompleto y defectuoso. El torso mutilado se arrastró por el piso, ayudado por sólo un brazo roto y ensangrentado. El corazón disperso se esforzaba por volver a su amo, revoloteando a su alrededor como un grupo de brillantes mariposas verdes, ignorante e incapaz de recuperar su forma original y regresar a su lugar.

Las Neosombras volvieron al ataque casi al instante. El joven escuchó a las bestias tras de él y, con un aullido agonizante, trató de arrastrarse con mayor velocidad. Mientras avanzaba, los muñones en sus muslos dejaban un rastro de sangre y ceniza. Con un destello, intentó desaparecer de nuevo, pero el hechizo flaqueó por segunda vez y tras formarse de nuevo en una nube de polvo, no pudo avanzar más que un par de metros. El corazón lo siguió de cerca, sin saber cómo retornar a su refugio original. Y por tercera vez lo intentó, y por cuarta y quinta, dejando remanentes de su cuerpo allí donde aparecía, como una escultura de arena desmoronándose en la marea.

Finalmente llegó a una colina, donde la gravedad hizo su efecto y lo hizo rodar por la pronunciada pendiente por diez, quince, veinte metros; trazos de ceniza brotaron como volutas de humo con cada impacto, la mayor de ellas cuando Xefil detuvo su caída con un fuerte golpe contra un tronco. El corazón revoloteó en la cima de la pendiente y sólo la mitad de los fragmentos se salvó del agarre de los Sincorazón, mientras el resto pereció finalmente ante la oscuridad.

El cuerpo del chico lo resintió. Lo que aún permanecía en su ser comenzó a resquebrajarse y a decolorarse, adaptando el aspecto del mismo polvillo que sus hechizos habían dejado atrás:

Iba a morir. Al fin. Lo sabía. Presa de los Sincorazón.

Lo triste era que no había sido en una misión. No luchando por los mundos. No protegiendo a nadie. Había abandonado la Orden y ahora no había nadie para ayudarlo.

Iba a morir añorando su reino durmiente.

Dolía. Dolía mucho. Dolía más que cualquier cosa en su vida.

Pero, extrañamente, sonrió. Desafiante. Por última vez.

«No hay estrellas…».

«Qué lástima. Esperaba que al menos… hubiera estrellas».


Al menos, pensó antes de que sus ojos perdieran su brillo y dejaran de ver, les había arruinado la merienda.


«Jessamine».

Sintió el cosquilleo de su presencia, libre de su prisión corpórea al fin, extendiéndose sobre sus heridas como un reconfortante ungüento. El corazón de la Bruja se estremeció en su pecho y de él comenzaron a brotar pequeños apéndices, como zarzas carmesíes, que rompieron la barrera de su piel y se extendieron en dirección al cielo, hacia el corazón roto. Las raíces envolvieron lo que quedaba de los fragmentos y comenzaron a introducirse en ellos.

«No. Para…».

Una luz roja iluminó al muchacho, proveniente de las espinas cercanas a su pecho; y como un río siguiendo su cauce, el brillo carmesí se dirigió lentamente hacia el corazón roto.

«Es mío…».

Cristales rojos crecieron en el corazón, delimitando su silueta y reconstruyéndolo, reemplazando las partes ausentes con las suyas propias y uniéndolo poco a poco. Y luego, cuando el corazón estuvo reparado, una amalgama de verde y rojo, flotó con delicadeza hasta el torso de Xefil.

Y, ahora sí, volvió a su legítimo sitio.

«Un regalo, Monarca de la Locura. Por todo lo que hemos pasado».

«Somos uno ahora».

«Mago Eterno».


Imagen


¡Basta! ¡¿Qué estás haciendo?!

Volví al mundo con un desesperado aliento, como si la voz de Ronin me hubiera despertado súbitamente de una pesadilla. No sabía con claridad cómo había llegado hasta allí, pero me encontraba de pie, en medio de la sala del trono, con la punta del arma de Malik rozando mi torso. Había un hueco en mis recuerdos que daba miedo: lo último de lo que me acordaba era de envolver a Malik con mi cuerda. Luego, negro. Y luego…

¿Él, apuntándome con la espada al pecho? Y una sensación espeluznante de vacío, de desolación, como si el mundo entero no pudiera ser feliz nunca más. Y… muerte. Inescapable y despiadada muerte.

Una sensación que ya había vivido antes y que en teoría nadie podía vivir más de una ocasión. La sensación de perder el corazón ante alguien más.

El peor déjà vu de mi vida volvió a mi mente como un torrente imparable de recuerdos. Las Neosombras devorándome en el bosque gélido y muerto. Mi corazón despedazado agonizando como una polilla frente a una llama. Mi cuerpo volviéndose polvo y esparciéndose en el viento.

Yo, muerto, en el reino silencioso.

¡A-Aléjate de mí! —advertí sin pensarlo, dominado por el pánico, a la par que trastabillaba hacia atrás e improvisaba una barrera con los brazos. Mis dagas, no sabía dónde había terminado; no tenía cómo defenderme. Miré con terror puro, con los ojos abiertos de par en par, a mi compañero y exclamé con voz temblorosa—: ¡Es mi corazón, Malik, mi corazón!

Junté las manos en un puño y las llevé al pecho, sintiendo las pulsaciones irregulares sobre el dorso de mi mano. Respiraba de forma entrecortada, tenía el rostro cubierto de sudor y mis dedos temblaban tanto que no podía mantenerlos en su sitio. Bajé la mirada y me toqué todo el torso por encima de la ropa. Podía jurar que había un hoyo allí, todavía podía sentirlo… Y luego miré a Malik de nuevo, espantado, intentando comprender por qué había hecho algo así. Por qué había intentado robar mi corazón. Nuestro corazón.

¿Por qué...?

«Aaron».

Aaron me enseñó a quitar corazones —murmuró el hombre.

Tragué saliva y apreté mi pecho con más fuerza.

Xefil, ¿necesitas una poción? ¿Puedes levantarte? —Sentí las manos de Ragun en los hombros y, sin quererlo, volví a retroceder. Sobraba decir que mis sentidos estaban activados al máximo después de lo ocurrido—. Eso fue... Me alegra ver que sigues entero.

Puedo caminar, estaré bien... —Mentía. O eso creía. Porque no estaba seguro. Incluso la voz me temblaba. Ni hablar de las rodillas. Eran gelatina—. Espero... —La saliva se sintió como un alambre de púas cuando bajó por mi garganta—. Espero eso que haces nos sirva contra Xihn, Malik.

»Vamos a buscarlo.

Spoiler: Mostrar
¡Ya no me ha dado tiempo de leer y añadir tu post, Tanis! ¡Lo siento! :cry:
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


Imagen
Avatar de Usuario
Zee
Miembro del Hall de la Fama
Miembro del Hall de la Fama
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 3280
Registrado: Mié Mar 04, 2009 1:37 am
Dinero: 213,288.72
Banco: 15,374.00
Ubicación: .mx
Sexo: Masculino
Clan: Bohemia Lectura
Facebook: Pregunta por MP
Estantería de objetos
Karma: 36

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor LightHelco » Sab Jun 23, 2018 2:05 am

¡¿Pero qué esta pasando?! —gritó Dos tan pronto como se dio cuenta de que estaba siendo cargada por el dragón de su Maestra y siendo perseguida por uno de los monstruos de tinta de Karel.

“Explicárselo ahora solo nos haría perder tiempo. Los escáneres indican que hay un miembro de la orden bajo nosotros, también siendo atacado por seres similares al que nos persigue”

El aviso de CUBO llegó a tiempo, la droide pudo reconocer a Saito siendo perseguido por aquellos monstruos.

Que lío, que lío que lío —se quejaba Dos agarrando su brazo roto con la boca y apuntando con el otro al monstruo —. CUBO, uso de Eter ahora.

La IA ni dudó sobre la orden, liberando una de las cargas de energía Eter que tenían para que Dos pudiera liberar una potente nube de humo contra el ángel.

Harun, tiene que descender y ver si puede crear una pantalla de fuego que intimide a los ángeles —le hizo saber al dragón intentando subir sobre su lomo —. Inmediatamente debemos intentar recoger al señor Saito y marchar de aquí cuanto antes.

Intentando guardarse el brazo en algún lado, Dos hizo aparecer su espada en el miembro que aun tenía disponible y hacer girar su cabeza para mirar hacia atrás, vigilando que el ángel no los siguiera. Si intentaba acercarse, lo arremetería con una Hoja Piro+ especialmente intentando cortarle algún ala.

Spoiler: Mostrar
Dos usa un Eter y la siguiente habilidad contra el enemigo que les sigue:

▪ Pantalla de humo (HC) [Nivel 6] El usuario despliega un espeso humo que le permite a este y a aliados cercanos esconderse o huir del enemigo. En espacios abiertos puede llegar a aumentar el radio de alcance

Ordena a Harun usar esta para salvar a Saito:

▪ Llamarada (HM) [Nivel 7] [Poder Mágico 10]. Harun escupe una llamarada de fuego que alcanza los cuatro metros de distancia.

Si el angel intenta atacarles, Dos usara la siguiente habilidad, principalmente intentara cortarle las alas:

▪ Hoja Piro+ (HC) [Nivel 15] (Requiere Hoja Piro, Fuerza 16) El usuario realiza un corte descendente u horizontal causando daños considerables de elemento Fuego. Probabilidades medias de causar quemaduras.
ImagenImagenImagenImagen



Logros:
Spoiler: Mostrar
ImagenImagenImagen


Awards:
Spoiler: Mostrar
ImagenImagen
ImagenImagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
LightHelco
111. Roxas Organización
111. Roxas Organización
The Unknowns
 
Mensajes: 3303
Registrado: Jue Jun 07, 2012 10:42 am
Dinero: 320,406.83
Banco: 15,568.00
Ubicación: Un lugar con lapiz y goma
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 16

Ronda 8

Notapor Suzume Mizuno » Lun Jun 25, 2018 3:17 am

Grupo de Ronin y Ryota


Aaron estaba encantado con la predisposición de Malik. Puede que demasiado. Contempló con sus ojos la conversación entre Xefil y Ragun, que terminó con un fuerte temblor en las paredes y el suelo. Un gemido agónico se escuchó por encima de sus cabezas, a través de un techo de aspecto muy inestable.

¿Eso es... Xihn?

Lo es. Andrei y Karel han encerrado lo que queda de él en una armadura, pero debe de estar a punto de romperla. Se muere de ganas de venir a charlar con vosotros y... Sinceramente, no creo que podáis hacer nada contra él.

¿Cómo dices?

Me has oído a la perfección. A ver, sí, podría ayudaros, pero... Lo he pensado mejor. Creo que voy a dejar que os enfrentéis y os matéis los unos a los otros. Xihn ganará, pero su estado no cambiará y, con el tiempo, este cuerpo y yo podremos hacerle frente.

El cuerpo dejó de responderle a Malik. Frío. La presencia de Aaron empezó a extenderse por sus brazos, sus piernas y su cabeza, y sintió que, por mucho que lo intentara, no era dueño de sí mismo. Estaba encerrado en una cárcel invisible, y Aaron campaba a sus anchas. Sus papeles se habían invertido, y ahora sólo era capaz de usar sus fuerzas para hablar.

Su brazo derecho se extendió y señaló a Ragun. Sonrió.

A mí, Sincorazón. ¿No tienes hambre?

Un escudo negro frenó los ataques de Ronin y de Ryota, que pronto tuvieron otro enemigo del que preocuparse. Ragun perdía la consciencia de sí mismo por segundos. Sus instintos de Sincorazón se adueñaban de él. Había corazones brillantes y jugosos a su alrededor; y uno en concreto parecía especialmente delicioso.

Era fácil. Sólo tenía que esquivar esa espada y ese escudo suyos. Su Amo le había curado por completo. Se sentía mejor que nunca: tenía la fuerza y el poder necesarios. Y, sobre todo, estaba famélico.

Pero antes de poder lanzarse al ataque, uno de los muros reventó como si un gigante le hubiera dado una patada.

Ronin cubrió a Felipe, y Ryota convocó una coraza mágica sobre ellos y sobre Xefil para desviar las ruinas y los escombros. En cuanto a él, Nanashi emergió de una columna de humo y se encargó de protegerlo de los destrozos con otra barrera.

Oh, dadme un respiro...

Detrás de ella, Eve asomó la cabeza:

¡Genial! Veo que el plan funciona como la seda. De tales Maestros, tales aprendices, está claro... —masculló.

¡Me encantaría convencerte en cualquier otro momento, pero ahora mismo tenemos un pequeño problema!

A través del enorme agujero de la pared manaba el Caos como no lo habían visto antes. Daba la impresión de que se hubiera roto una presa. Escucharon un alarido de dolor y el polvo se despejó lo suficiente para que pudieran ver una estrecha y trémula figura entre los escombros. Temblaba y se revolvía entre gañidos, con el cabello blanco sacudiéndose con cada espasmo.

De no ser por esto último, quizá no habrían reconocido a Karel. Se llevaba las manos al pecho, arrastraba las piernas como si intentara levantarse y gemía mientras el Caos brotaba de él con una fuerza imposible, descontrolada.

A salvo desde la distancia y con su escudo en alto, Aaron rio:

Me parece que tenéis problemas cada vez más graves.

¿Malik?

Es complicado. Llámale Aaron.

El susodicho saludó alegremente con la mano y, sin mediar palabra, abrió un Portal de Oscuridad tras él, dispuesto a escapar.

Ragun se sacudió los escombros de encima —apenas había sentido daño alguno— y volvió a centrarse en el grupo. Nuevos corazones se habían unido. Más poder. Más hambre. Sin embargo, el más tentador, el único que realmente importaba, seguía siendo el que estaba protegido por el dichoso escudo y la maldita espada.

Solo tenía que deshacerse de ellas y comer.

Xefil quizá vio la mirada que dirigía su compañero hacia el príncipe, que de pronto no contaba con la protección de Ronin. Este lo empujó hacia atrás cuando el Caos amenazó con alcanzarlos. Ronin invocó su glider, lo mismo que Nanashi, mientras que Ryota creó un torbellino de aire en un desesperado intento por atraer el Caos o empujarlo en otra dirección. Los bordes del muro se pudrían como si fueran cartón mojado, las columnas temblaban y pronto empezarían a caer. Lo peor, sin embargo, era el suelo, que empezó a agrietarse. Algunas partes se salieron hacia arriba y otras comenzaron a hundirse.

Eve gritó cuando el suelo se alzó bajo sus pies y lo elevó uno o dos metros. Nanashi le gritó que se quedara ahí mientras intentaba alcanzar a Karel, quizá en un intento de reprimir el Caos. Felipe, a su vez, se protegía del mismo con un Escudo y avanzaba, dándole la espalda al resto, abriendo un camino directo hacia Karel. De no ser por el suelo, no le habría costado demasiado llegar...

Y Ragun estaba más que preparado para saltar.

Spoiler: Mostrar
Malik ha perdido el control sobre su cuerpo, pero sigue pudiendo hablar en voz alta al igual que Aaron. Por otra parte, la Oscuridad de Ragun está dominando su parte humana (con la ayuda de Aaron), y ya es más un Sincorazón que una persona.

Los dos pueden luchar para recuperarse a sí mismos, pero tened en cuenta que Aaron es poderoso incluso ahora. No será cosa de un turno, y sigue siendo cuestión de rolear bien.


Spoiler: Mostrar
Ragun:
VIT: ????/????
PH: ???/???


Malik:
VIT: 69/138
PH: 29/58


Xefil:
VIT: 40/40
PH: 56/56



* * *



Grupo de Nithael


«Cuando lo abandonamos, Xihn no tenía forma y tampoco un cuerpo físico, pero parece que Andrei y Karel lograron retenernos a todos dentro de una poderosa armadura. Karel es quien la mantiene, imagino, junto con algunos hechizos de Andrei. Debemos destruirle a él antes de que el Caos termine por reventar la Armadura. Y me temo que Celeste confía demasiado en que Xihn sea racional. No creo que me reconozca ni te sienta como un peligro especial hasta que intentemos sacarle corazones. Quien debe estar alerto es Nithael. Brilla demasiado para que Xihn no lo tome como una amenaza. Y debéis recordar que Xihn odia con toda su alma a los ángeles, casi más que a los Caballeros. Sobre si será débil a algo, me temo que no puedo responder. Con el Caos a su alrededor… No lo sé. Por eso hemos de liberar todos los Corazones que podamos. Al menos así no tendrá tantos recursos.»

Zel miró a Celeste y meneó la cabeza. En su rostro había una suerte de, quizá, anhelo. Se echó el largo pelo hacia atrás y murmuró:

Vosotros, humanos, no devoráis Sincorazón. Nosotros tampoco. Solo estaba pensando en qué se ha convertido… Xihn. Y en qué ha convertido a los Corazones que ha guardado en su interior.—Arqueó una ceja—. Padre jamás quiso decirnos nada personal sobre él. Dijo que ya lo averiguaríamos. No sé si hemos de tenerle lástima o si puedo considerarlo un ser…—No consiguió terminar la frase. En su lugar escapó un hilillo de voz—: Hizo esto mientras nos buscaba.

Zel apretó el paso y se alejó de Celeste, con la cabeza bien alta, y se adelantó a Alanna.

Esta no encontró problemas para hacerles ascender, poco a poco, hasta que consiguieron encontrar unas escaleras que los llevaron a lo que parecían ser unos almacenes abandonados. El Caos se arrastraba por el suelo y Nithael batió las alas en un vago intento por hacer que retrocediera. Al final no tuvo otro remedio que imponer su presencia junto a la de Zel.

Costaba muchísimo respirar e incluso con la vista que les concedía Zel, a cada paso sentían que se sumían más y más en la oscuridad. Para Alanna, además, resultó profundamente inquietante empezar a notar esa presencia de tantos, tantos…

Corazones.

Como un vago quejido lejano, un susurro desde el bosque donde vive la bruja, un susurro del viento que suele pasar de largo.

Solo que esta vez se dirigían directos hacia él.

Pasaron por enormes cocinas, por escaleras estrechas y encontraron paredes con inscripciones, una gigantesca galería. El tiempo había pasado tanto por aquel lugar que no quedaba ni un pedazo de tela o madera, pero se notaba que allí debieron colar pendones, que hubo alfombras, lámparas y, sobre todo, vida.

Antes de que los ángeles decidieran exterminar a sus rivales.

Poco después, el Caos comenzó a llenarlo todo. Pulsaba, como si estuviera vivo, y emanaba desde la base de la torre. Gabriel, dentro de Alanna, se estremeció. Si es que podía estremecerse un Corazón. Podía notar que lo último que deseaba era regresar a Xihn, pero no protestó.

Al fondo, había unas puertas entreabiertas.

Abrieron la puerta a la sala.

Al principio, todo fue total y absoluta oscuridad.

Luego, lo vieron.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Estaba en el centro de la habitación, con un brazo apoyado sobre la rodilla doblada y el rostro sumido en las tinieblas. O, más bien, era como si no tuviera rostro. Las partes de la armadura que deberían dejar la piel al descubierto solo mostraban una fantasmal negrura.

Exhaló largo y tendido. Levantó el rostro hacia ellos.

Zel retrocedió un paso y chocó contra Nithael, que estaba lívido y contemplaba, rígido, a Xihn.



Un rugido horrísono brotó de la oscuridad que había tras el casco. Se incorporó y, con una larguísma espada imbuida de Caos...

De pronto estuvo sobre ellos. De no ser porque Nithael interpuso en el último instante su Llave Espada, los habría cortado a él y a Zel por la mitad. Con un gruñido de esfuerzo, logró hacerlo retroceder. Xihn aterrizó al otro extremo de la larga estancia, circular y profunda, delante de un hueco que debía dar el acceso a las escaleras de la alta torre.

Volvió a rugir y dos círculos de fuego se expandieron a su alrededor como ondas expansivas. Las paredes comenzaron a agrietarse a la vez que surgían flores, enredaderas y raíces y el Caos y la Oscuridad surgieron a chorros de él. Un mar que empezó a extenderse a su alrededor.

¡No dejéis que os toque u os contagiará!—bramó Nithael, que se elevó en el aire de un poderoso golpe de alas. Xihn lo siguió con la mirada y volvió a chillar. De un tajo al aire, una media luna de Oscuridad se precipitó contra Nithael. El ángel la esquivó por un instante y se hundió en la piedra del techo, haciendo retemblar el lugar—. ¡Zel! ¡Ayúdalas! ¡Celeste, mantente en la puerta y no dejes que…!

No pudo terminar la frase. Xihn había vuelto a atacar. Un salto lo llevó directo al techo, a más de ocho metros de altura, y lo usó como suelo para lanzarse tras Nithael. A su paso quedaba una estela de Caos y Oscuridad, que llovía lentamente hacia el suelo.

Como un manto de gas, se fue extendiendo hacia las paredes, donde abrió grietas o hizo que el muro se derritiera. En la entrada, Celeste vio cómo la peligrosa masa empezaba a filtrarse hacia el exterior.

Y, al otro lado, reconoció una figura… y otra más o menos resplandeciente, como lo había sido Gabriel.

*


Cuando Saeko se presentó, Friederike inclinó la cabeza a modo de reconocimiento.

Me alegra que hayas confiado en darme tu nombre. ¿Eso significa que ya no sospechas de mí?—dijo con una vaga sonrisa.

No protestó cuando la muchacha decidió continuar de largo. Es más, le dedicó una mirada apreciativa, en especial cuando decidió marcar el camino. No costó abrir la puerta y se encontraron en un castillo tan oscuro que Saeko se vio obligada a usar un móvil o un Piro para iluminar un poco los alrededores. Aun así, la oscuridad parecía dispuesta a tragarse la luz y no podían ver más que unos palmos de distancia. Ni siquiera el vago resplandor de Friederike servía de mucho.

La reina carraspeó y le llamó la atención.

Hay algo que debo decirte, Saeko. Cuando os ayudé, decidí poneros a prueba. Todavía no estoy segura y mucho me temo que tú y yo no somos compatibles, pero aun así respeto que hayas decidido seguir adelante. Si tu objetivo es destruir a Xihn, entonces… dame un cuerpo. En mis tiempos destaqué en el combate, pero fue debido a mis propias habilidades físicas, que no puedo concederte ni tampoco poseo desde que Xihn se deshizo de mi cuerpo. Sin embargo, soy buena curandera y puedo contrarrestar los efectos de Natura de Xihn, ya que sin duda tiene otros Corazones con ese poder aparte del mío. Si deseas fusionarte conmigo, entonces deberás adoptar una posición secundaria para curar a tus compañeros y, con suerte, retener a Xihn. Yo no me acercaré al Caos… Pues no sé qué será de mí si lo hago. Así pues, puedo apoyarte a distancia o puedes encontrarme un cuerpo. Cuanta menos Oscuridad posea, mejor. Tuyo o de otra persona, no me importa. Piénsatelo.—La reina respiró hondo—. Será desagradable y la persona que me deje poseerla me escuchará dentro de ella. No tengo intención de robarle a nadie el control de su cuerpo, a menos que sea porque no queda otro remedio. Sin duda, tengo mucha más experiencia luchando que la mayoría de vosotros. Es una decisión difícil, ceder tu individualidad de esta forma y es lo último que deseo… Pero no seré como Xihn. Bajo ningún concepto—añadió con dureza.

Entonces escucharon un estallido. El castillo vibró con suavidad. Friederike se detuvo, aguzando el oído. No parecía estar muy lejos, pero la torre aún se encontraba a un rato de distancia. ¿Nanashi y Karel, quizá?

En cualquier caso, les tocó seguir adelante hasta que dieron a una especie de sala de paso.

A la izquierda, Saeko vio una galería enorme, oscura y abandonada. A la derecha había un pasillo. Friederike indicó que la galería debía conectar con la torre, mientras que por la posición del pasillo, los llevaría hacia atrás. Quizá por ahí podrían encontrar a Nanashi, o puede que incluso a Ronin y a Ryota.

Sin embargo, Saeko no tuvo lugar para elegir. Escuchó claramente cómo se abría una puerta por la izquierda, un sonido que reverberó por toda la galería. Y luego, el horrísono grito, como si estuviera a la vuelta de la esquina. La reina echó a correr y vieron las alas de Nithael en la distancia, de un inconfundible blanco, y también una figura vestida de azul que se arrojaba contra él.

No solo eso, sino las mareas de Caos y Oscuridad que empezaron a emerger de las puertas. También vio el fuego, y que de los muros de la torre se abrían paso raíces y pequeñas plantas que intentaban triturar la piedra. En la galería, algunas columnas se resquebrajaron, otras sisearon y se deshicieron mientras que a otras no pareció afectarlas.

Cerca de la puerta una chica de abundante cabello se volvió hacia ellas.

Friderike se encaró a Saeko cuando escucharon el siguiente escalofriante alarido, seguido del sonido de cascotes y una explosión.

Xihn. Tu objetivo. Es una buena noticia ver que habéis traído a un ángel, pero no será suficiente. Está usando sin ton ni son los Corazones que guarda en su interior, os destruirá a todos en un suspiro incluso a este nivel, todavía controlado por la armadura que le hicieron Andrei y Karel. En cuanto se rompa…—Meneó la cabeza—. Es hora de decidir, Saeko. En cualquier caso lucharé contigo, de una forma u otra.

Saeko debía decidir qué hacer. Si se fusionaba con Friederike, quedaría en una posición inestimable de ayuda y apoyo, pero ¿era eso lo que ella quería? ¿Y desperdiciaría el talento de Friederike sin fusionarla con nadie para que pudiera emplear sus poderes a fondo?



Saeko:
VIT: 80/84
PH: 54/58




* * *



Grupo de Saito y Dos


Harun obedeció a Dos y descendió, todo lo rápido que pudo, hacia Saito a la vez que dispara fuego. Uno de los rayos estuvo a punto de alcanzarlos y las tejas los golpearon de refilón. Luego, Dos pudo crear una pantalla de humo que los ocultó de los Ángeles, aunque no de los Sincorazón que corrían hacia ellos, hambrientos. Saito sufrió un corte en la espalda, pero pudo esquivar un ataque más definitivo por un suspiro.

El largo cuerpo de Harun, por suerte, permitía muchos agarres y Saito pudo aferrarse a su lomo. Se vio bruscamente elevado por los aires mientras el dragón escapaba, serpenteando en el aire, de los rayos de los ángeles y los ataques de dos Sincorazón voladores que habían logrado alcanzarles.

Dos, por otro lado, notaba algo extraño. No solo era que Harun se estremeciera de dolor (o incomodidad) a pesar de que no pareciera herido —allá donde su cuerpo entraba en contacto con el animal, el pelo parecía empezar a caerse y hasta… ¿empezaba a humear?— sino que sus circuitos estaban extraños. Había algo que seguía influenciando en…

El Caos, por supuesto. Andrei la había bañado con él y se había filtrado no solo para provocarle ilusiones, sino que ahora seguía hurgando en su interior.

Con un rápido análisis pudo determinar dos datos básicos: que estaba sufriendo una suerte de sobrecarga que incrementaba en gran nivel su fuerza (y aumentaba más o menos por minuto) y también que, a medida que el Caos invadía más profundo, más le costaba moverse. Si dejaba que llegara demasiado hondo, cortaría todos sus circuitos e impediría que siguiera funcionando…

Entonces, uno de los ángeles se acercó a ambos. Como leyendo el pensamiento de la robot al notar cómo ponía en posición su Llave Espada, Harun rugió y dio un giro para acercarse de lado al ángel. Esquivó así su lluvia de rayos y Dos tajó con un ataque de fuego. Era un ataque de nivel bajo, en especial contra una criatura así. Sin embargo, la robot experimentó la fuerza casi sobrenatural que ejercía el Caos sobre ella y prácticamente arrancó el ala a la criatura, que empezó a sangrar tinta.

Harun gimoteó de la incomodidad, esforzándose por no sacudirse a sus jinetes de encima y, de pronto, sus bigotes se tensaron.

Sin obedecer las órdenes de Dos o de Saito, en caso de que le gritaran algo, salió disparado hacia un lado. Saito tuvo que coger a Dos para que la robot no saliera despedida, ya que solo tenía un brazo para agarrarse y sus dedos estaban ocupados con la Llave Espada. De inmediato notó el latigazo del Caos, que le empapó las manos como si fuera una sustancia pegajosa que luchaba por introducirse bajo su piel.

Acto seguido, los ángeles se hincharon como globos, envueltos en un aura sucia y cambiante de Caos. La atmósfera se electrificó a su alrededor y vieron lo que iba a pasar antes incluso de que les llegara el sonido de la explosión, que arrastró chispas de Caos y golpeó a Harun en la cola y a Saito en la espalda.

Lo peor fue que ellos mismos sintieron por dentro cómo el Caos se incrementaba de súbito dentro de ellos, que ardía y borboteaba con una furia desmedida. No llegaba a hacer daño pero oh, notaban cómo los iba afectando poco a poco.

Por suerte, una cosa estaba clara: todos los ángeles habían desaparecido.

Saito no tuvo tiempo para alegrarse porque escuchó algo, como un débil zumbido en los oídos. Al principio pudo pensar que era cosa de la explosión, pero nada más lejos. Se tratba de unas voces. Sonaban distantes, extrañas, y se confundían unas con otras. Pero era evidente que en las casas no había ningún ser vivo y estaban demasiado lejos del castillo para que fueran sus compañeros, ¿no? ¡Y las princesas estaban separadas y lejos también, no iban a hablar a gritos!

¿Entonces…?

Entre tanto, Alice había resultado destruida por sus enemigos, de modo que era cosa de Saito decidir qué pasaba ahora con ella… Así como decidir junto a Dos a dónde debían dirigirse.

¿Al castillo? Y si iban al castillo, ¿a la torre o intentarían acceder por alguna zona en concreto? ¿Quizá una ventana que diera a la sala del trono, a la galería que había tras la entrada principal?

¿O a otro sitio? Los tres estaban infectados de Caos, quizá tendrían que ir a suplicar ayuda a una de las Princesas, que podían retener momentáneamente el Caos. Eso o ir en busca de Nithael… O Nanashi. Pero ninguno de los dos sabían dónde estaban cualquiera de estos dos.

Como mucho podían intentar dejarse llevar por el Caos, que pinchaba más fuerte cuanto más se acercaban al castillo. ¿Quizá guiándolos hacia Xihn…?

No debían fiarse del Caos. Pero también estaba claro que, aunque se limpiaran, necesitarían a alguien que los protegiera dentro del castillo, que sin duda estaría infectado de Caos.

¿Cuál sería su decisión? ¿Podían intentar aprovechar el Caos?

Spoiler: Mostrar
Dos, como robot y con sus habilidades de escáner, puede determinar que la contaminación del Caos está en ella y en los que la rodean a:

Dos: 20%

Saito: 5%.

Harun: 7%

Aumentará siempre, pero lo hará a distinto ritmo dependiendo de si los personajes deciden usar las «habilidades» que concede el Caos… o no.


Spoiler: Mostrar
Saito:
VIT:95/120
PH: 25/60


Dos:
VIT: 23/40
PH: 5/38


Harun
VIT: 8/10
PH: 12/14


Grupo de Lyn


Cuando Hiro aceptó el corazón, este se desvaneció con un destello. Al acto, el mestizo sintió cómo recuperaba las fuerzas. Pero, aunque Chihiro lo observaba atenta y con los ojos entrecerrados, a la espera, no ocurrió nada espectacular. Un cosquilleo recorrió los brazos de Hiro, acompañado por un brillo dorado que dibujaba pequeños rayos en su piel.

¿Notas algo? ¿Una voz? —preguntó Chihiro. Ante su respuesta, asintió para sí misma y se llevó una mano al mentón—. El corazón debe de estar demasiado consumido como para que la conciencia de su portador haya sobrevivido. Es lo que me acabará pasando a mí una vez agote todo mi poder.

Lyn le miró las manos.

Parecen rayos. Supongo que ahora tendrás una nueva afinidad.

La tiene. Calculo que podrá lanzar un par de hechizos muy poderosos antes de que se extinga, o varios de débiles. Actúa con cuidado y aprovecha bien su potencial —advirtió.

Dicho esto, el grupo siguió a Chihiro por el pasillo —las barreras habían desaparecido con la muerte de las armaduras—. El camino subía y, a medida que ganaban altura, el aire se volvía más denso y pesado. La presencia de la Oscuridad aumentaba. Las paredes temblaban, y gritos horribles, más animales que humanos, reverberaban con el eco por todo el castillo.

Ni Chihiro ni Lyn dijeron nada al respecto. El nombre de Xihn estaba implícito.

Y entonces llegaron al escenario de la batalla. Lo supieron por los alaridos de su enemigo, pero también porque Ruz tiró de la manga de Chihiro, que iba la primera, para frenarla en seco. E hizo bien. Un río de Caos se extendía hacia ellos por la ranura de una puerta abierta, por hendiduras en las paredes, goteando.

Hemos llegado tarde. Xihn está al límite.

Pues le contendremos hasta que lleguen los demás. ¿Todos listos?

¡Pero hay que detener el Caos! Si escapa del castillo, ¡podría contagiarlo todo! —exclamó Ruz—. Puedo quedarme aquí e impedir que se extienda. Xihn no se dará cuenta.

Lyn frunció el ceño y abrió la boca para decir algo, pero Chihiro se le adelantó.

Yo me quedaré con él. Le protegeré en caso de que ocurra algo, y le ayudaré. Vosotros id a luchar.

Oh, ¿eso harás?

Sin unirme a un cuerpo, apenas seré útil en una lucha. Os cubriré desde la puerta con mi magia de tiempo junto a Ruz.

La Maestra pareció más o menos convencida. En realidad, la urgencia de la batalla la llamaba, y era incapaz de dejar a sus compañeros a la estacada. Asintió y les deseó suerte antes de entrar.

¡Hiro, Kairi, vamos!

Esperad —les dijo Chihiro a ellos una vez Lyn cruzó las puertas—. Esa chica... Jamás aceptará que le conceda mi poder, no cuando vosotros corréis peligro. Pero si pelea cuerpo a cuerpo contra Xihn, no durará mucho. La conocéis, y sabéis de lo que sois capaces por vuestra cuenta. Con que uno de vosotros se quede con Ruz aquí y lo proteja, yo puedo entrar y encargarme de que el Caos no la contamine, al menos por un tiempo. Pero es vuestra decisión.

*


He repasado tantas veces todo lo que has hecho que no entiendo por qué te dejo respirar un segundo más. Tus juegos de ser dios, cómo me trataste, lo que le hiciste a China, lo que hiciste con Clío, lo que hiciste a París… Y solo son cosas menores al lado de intentar destruir el universo entero.

Por favor, basta. Harás que me sonroje —replicó Andrei, sin emoción, pero calló de inmediato cuando la Llave le rozó el pecho.

Calló y la dejó hablar sin intervenir más, sosteniéndole la mirada. No parecía particularmente preocupado ni asustado. Sólo atento. En guardia.

Eres un monstruo, Andrei, y solo te importa tu pellejo. Así que dime ¿qué esperabas conseguir? ¿Que Xihn te dejara vivir aunque fuiste un Caballero, aunque quiere exterminarnos a todos? —Fátima respiró hondo—. Si tienes algo que decir antes de que termine contigo, es el momento. Un mensaje, cualquier cosa.

Entonces, un consejo. Supongo que te lo...

Calló de pronto. Fuera lo que fuera a decir, se lo pensó dos veces y sacudió la cabeza.

Si tan empeñada estás en vivir, será mejor que empieces a correr —dijo, mordaz—. Coge a tus hijos, a Clío o a quien te dé la gana y escóndete en algún rincón del universo. Vivirás más que el resto, pero no por mucho tiempo. —Andrei estiró el brazo y sujetó la Llave de Fátima por el filo, redirigiéndolo al lugar donde latía su corazón. Dibujó una mueca desagradable, algo que no podía ni considerarse una sonrisa—. Porque Xihn ya ha ganado, y va a consumirlo todo. A todos. Nunca nos ha mantenido prisioneros, pero cuando rompa las últimas cadenas que le hemos puesto, no distinguirá amigo de enemigo. Y no se detendrá jamás.

En ese momento, una fuerte onda pasó a través de ellos. Fátima consiguió mantenerse en pie, pero, debajo de ella, Andrei soltó un alarido.

Ante la duda, o quizás de forma inconsciente, puede que la Maestra le clavara la espada. Puede que Thor la ayudara. Sea como fuere, ambas hojas atravesarían a Andrei como si estuviese hecho de aire, sin provocarle ningún daño. ¿Una ilusión? Pero Andrei seguía retorciéndose en el suelo, todavía aferrado a la Llave de Fátima y con el Caos borboteando alrededor de ambos.

Una punzada aguda e intensa atacó el costado de Fátima, ahí donde había sido herida antes. Las piernas le fallaron y cayó de rodillas al suelo a la vez que sus esencias perdían parte de su fuerza.

Andrei, corpóreo sólo por momentos y con los ojos desorbitados, no se lo pensó dos veces al verla afectada. Tiró de la espada para atraer a la joven hacia él y cerró las manos sobre su cuello.

El dolor estalló en su cabeza.

A medida que Fátima notaba su propia flaqueza, afectada por cada vez más y más Caos, Andrei ganaba fuerza y apretaba más su agarre.

Un movimiento por su parte y todo termina aquí —siseó, fuera de sí—. ¡DÍSELO!

Sonaba desesperado. Desesperado de verdad. Tanto que se permitió una risita histérica cuando las esencias obedecieron, preocupadas por su madre.

Ha empezado. Ya es tarde. Es el final. Tengo que... dijo que estaría... No. No, no. Si el Caos ha podido hacerme esto a mí, entonces Karel...

El cuerpo de Fátima empezaba a desaparecer en sus manos, y Andrei se puso en tensión. El Caos era inestable. Al aflojar un momento la presión, las puntas de sus dedos empezaron a volverse transparentes también, de modo que volvió a liberar Caos de nuevo hacia la Maestra.

Mándalas buscar a una Princesa —ordenó, señalando a Thor y a Cephiro—. Deprisa. O dentro de poco estaremos todos muertos, en el mejor de los casos.

Spoiler: Mostrar
Fátima:
VIT: 30/32
PH: 16/100


Kairi:
VIT: 40/40
PH: 22/52


Hiro:
VIT: 28/28
PH: 54/54



* * *


Fecha límite: viernes 29 de junio


Faltas:
Helco: II
Zero: I (justificada)
Tanis: I (justificada)
Denna: I
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Sombra » Mar Jun 26, 2018 4:35 pm



Un gimoteante quejido resonó sobre todos nosotros.Tétrico, casi agonizante... Largo. Sonó encima de nosotros, al otro lado del inestable techo de piedra que parecía desear caer sobre nuestras cabezas.

¿Eso es... Xihn?

Mis ojos se clavaron en Ronin, un tanto temeroso. Aquel extraño gemido no parecía algo que alguien normal pudiese siquiera hacer… ¿Acaso había dejado todo lo que quedaba de su especie original? ¿Era ahora algo más?

Lo es. Andrei y Karel han encerrado lo que queda de él en una armadura, pero debe de estar a punto de romperla. Se muere de ganas de venir a charlar con vosotros y... Sinceramente, no creo que podáis hacer nada contra él —aseguró Aaron entonces.

¿Cómo dices?

Me has oído a la perfección. A ver, sí, podría ayudaros, pero... Lo he pensado mejor. Creo que voy a dejar que os enfrentéis y os matéis los unos a los otros. Xihn ganará, pero su estado no cambiará y, con el tiempo, este cuerpo y yo podremos hacerle frente.

—¿¡De qué narices estás hablando!? —rugí hacia Aaron de forma amenazadora, convertí mi brazo izquierdo en una garra sincorazón—. Es suficiente, te expulsaré del cuerpo de Malik a la fuerza. No podemos... —Me detuve cuando alzó su brazo hacia mí.

Alcé mi escudo creyendo que iba a soltar algún ataque… Sin embargo de su boca no salió el nombre de un hechizo, sino una orden:

A mí, Sincorazón. ¿No tienes hambre?

Mi corazón se detuvo casi al instante al escuchar sus palabras, volví a sentir hambre, como cuando vi el corazón de Xefil... Pero ésta vez fue diferente. No era algo controlable, era como si mi conciencia se apagase como la pantalla de un televisor desenchufado bruscamente y entonces... Llegó un pitido chirriante, un sonido estático y lejano. Mi visión se nubló y pasé a empezar a ver luces brillantes en el interior de a̱qu͓͖͚͞ḙ̦͙̗͇l҉̟͉̹͍̞̞ͅl̦̱͔o̱̠̥̱͚͖s̢͇̲ ̢̭͓͈͇͓̱h̳̫̲̤̼u̱͖͈͟m̝͕̠a̡̟̗n̼͔̜̯̱̗̩o̫͞s̤̘̰̝.

H͉u͠m̗̥a͇̳̲̗ͅn̩͖̼̰͙͘o̤͍s,̵̹̳͖̞̖̹͕ ͟c҉̟͎̙or̪̰̩̻a̦̭̦z̼̫̮̜ọ̹̲̯̼́n͟ȩ͍̺̘̰̗̫s̗̲̙̺,̴̯̤̪̘̝̯ ̧̹̱h͘a̵͕̘̱̱͖mb̪͚r͏͈̠̜͔̘͙̳e̟̖̫̹͇̙̝,͕̙̣̤̪̥ ̲̮̣̹͓͠d̺̬̝̻̯͈̤e̢̪͈ͅv̙̭o̷͎̺r͕̭̦͇̙àr̶͎͕͉̺̘̙,̙̼̳̺̼ ̱̲͓͖̀f̻̹̺̣̖o͈͓̖͉̘̕r̫̹̣̙̞͟t̫͈͈͓̙͈͓a̴͎͈͇͈̼̪̲l̘͎̣̭̼͇̱è̦̟͈̳̮c̝̤̯̬e̵͖r̲̪̲̙͍s̩͠ęͅ,̹ ̶͔̜̘͕m̞̗ą͎͚̼͈̰́s͏̥͎̮̱ͅ,̤̖̖ ̻̠m̸͓̩á͓̞͙͖͖̯̜s̙͇̫̤̠,̪̦̣͙ ͕͎͠m̸̗̥̘̹͙̬̯á͝s͓.̡̠̭͍͉ ̟̬̜M̸͓̮̘ás͚̼̤͉̬.̼̠͖̰̭ͅ


Sentía un hambre voraz mientras los observaba. Ya no veía a Ronin, ni a Xefil, ni a Ryota ni a Felipe… Solo veía jugosos corazones que relucían como preciosos rubíes. Los quería, quería todas aquellas gemas preciosas para mí, pero había una que brillaba sobre todas las demás… Sin embargo sentía que no podía acercarme sin más a Felipe, tenía que hacer algo con aquella espada y aquel escudo.

***




Ragun podía ver más allá de lo que nunca había hecho, su cuerpo comenzó a mutar primero sutilmente dejando que los cuernos sobre su cabeza crecieran ligeramente más mientras que poco a poco se asomaban también un par de antenas. Sus ojos se ensancharon y se volvieron perfectos círculos dorados que resplandecían como faros, su boca se agrandó convirtiéndose en una amalgama de afilados dientes, tanto su Llave Espada como su Escudo cayeron al suelo a la par que ambas manos se tornaban en peligrosas garras... La Llave Espada de Ragun, que lucía un emblema sincorazón hizo un pesado sonido al impactar contra el suelo, carecía de resplandor, casi como una de esas armas que adornaban la Necrópolis.

Aquello indicaba una cosa: Ragun se había ido.

A espaldas de Ragun surgieron cuatro tentáculos que se retorcían sobre sí mismos mientras crecían más y más y la posición del hombre cambió agachándose como si se tratase más de una bestia. El aspecto del Maestro no era como sus estilos, más bien parecía una Neosombra algo más grande de lo normal, pero una con grandes cuernos, una boca llena de colmillos y colas. En su pecho lucía un hueco con forma de corazón donde era visible una especie de gema que brillaba de forma ténue con tonos morados y rosas; el corazón de Ragun, pero protegido por cientos de filamentos de oscuridad que se pegaban a él, como si tratasen desesperadamente de devorarlo… Y es que eso era exactamente lo que pasaba. El cuerpo sincorazón estaba rechazando al corazón de Alexander y trataba de devorarlo, si no lo había hecho ya era por el origen de aquel peculiar corazón que había sufrido brutales experimentos, lo que había impedido en su momento que aquel corazón fuera devorado, pero ahora… Era difícil saber si aquella vez lo conseguiría matando a Ragun para siempre. La piel de Ragun, de un tono azulado de por sí se volvió completamente negra, cubierta por una especie de substancia o energía que no parecía nada bueno.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Cuando su transformación dio por finalizado fue cuando los escombros cayeron sobre él, sin embargo apenas sufrió un solo rasguño, tal vez gracias a que de por sí Ragun era muy resistente… O que sus capacidades iban más allá gracias a su nuevo señor, que le había librado de los límites que su corazón había impuesto sobre su cuerpo de sincorazón.

Ragun clavó sus ojos en los nuevos corazones que habían aparecido, sacó una lengua viperina de su boca que pasó por sus colmillos. Podía escuchar a todos hablar, pero no era capaz de entender sus palabras, pero podía ver como Felipe trataba de defenderse de algo que incluso a un sincorazón le desagradaba, aunque él no entendía que se trataba de Caos.

Ragun, extendió dos de sus tentáculos hacia Felipe tratando de inmovilizarlo con ellos o desarmarle intentando aplastarlo con ellos contra el suelo.

Si Ragun lo conseguía no dudaría ni un instante para clavar sus garras entre sus costillas para alcanzar tan preciada luz que ansiaba con locura y… Devorar. A ambos lados del sincorazón se abrieron dos portales de oscuridad del que surgieron un par de sincorazón Grandullones dispuestos a defender al monstruo de oscuridad en el que el Maestro se había convertido… Aunque él también movería de forma frenética sus dos tentáculos restantes con fuerza para golpear a cualquier otro corazón que se acercase, pues en aquel momento lo que de verdad importaba era el corazón brillante…

Aunque si no lograba tumbar al corazón más brillante con sus tentáculos solo querría decir una cosa… Que necesitaba más poder y para conseguirlo sabía que lo que necesitaba eran otros corazones. Si tan solo conseguía algún otro, tal vez…

Ragun, en caso de que no funcionase lo de Felipe se abalanzaría sobre la persona más cercana que tuviese disponible tratando primero de inmovilizar a su víctima con dos de sus tentáculos y después clavando sus garras en el pecho de aquel al que atacase. Su víctima resultó ser el corazón más brillante tras Felipe... Ronin, aunque eso el sincorazón no lo sabía.

***




Me levanté pesadamente en mitad de la oscuridad homogénea e infinita.

¿Cómo había llegado hasta allí? ¿Dónde estaban todos?

El suelo era negro como la obsidiana y el cielo solo tenía grandes nubarrones negros, de los que de cuando en vez podía ver la luz de algún relámpago. Los rayos dejaban ver entre las nubes extrañas formas serpenteantes que parecían querer alcanzar el suelo.

A lo lejos, había una montaña que casi alcanzaba las nubes rodeada por cientos de estructuras que parecían formar una urbe. Podía ver una luz rosácea allí, pero también lo que parecían ser las ruinas de un viejo castillo.

Fue entonces, cuando al parpadear me encontré con aquella montaña mucho más cerca, alrededor de ella había una ciudad en ruinas, tenía edificios altos con grandes tuberías de hojalata, también múltiples engranajes y maquinarias cuya función desconocía sin embargo… Aquel lugar me parecía demasiado familiar.

Alcé la vista cuando un trueno resonó justo sobre mi cabeza y lo que vi me arrebató el aliento.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Unos enormes tentáculos surgían de una especie de vórtice de oscuridad de entre las nubes, todos ellos parecían querer alcanzar aquella luz en la cima del castillo.

Peligro. Aquello fue lo que entendí al ver aquella escena, aquella luz era algo importante de alguna manera y sin que nadie me lo explicase, como un instinto totalmente salvaje supe que si aquella cosa alcanzaba la luz sería mi fin. Mientras más se acercaba aquella cosa más peligro sentía y también… Era como si me debilitara, como si me volviese… Nada.

Debía correr con todas mis fuerzas pero cuando quise utilizar mi magia para sacar un par de alas a mi espalda y volar hasta la cima me di cuenta de una cosa… De que mis poderes no funcionaban, ni uno solo.

De hecho, era como si algo los hubiera drenado… Podía sentir como si alguien los utilizara también, ¿pero era acaso posible?

¿Quién había hecho eso? ¿Xihn? No, lo último que podía recordar era…

Me llevé la mano a la cabeza, me dolía al tratar de pensar en ello, lo último que recordaba era hambre… Uno incontrolable.

No podía estar seguro en aquel momento, pero sospechaba que había perdido el control de mi cuerpo o algo así… ¿Entonces mi corazón estaba siendo devorado? ¿Era eso lo que veía alguien cuando…? Entonces, la ciudad, el castillo… Todo eran cosas dentro del corazón de Alexander… Era su mundo, El Imperio sumido en oscuridad… O lo que él recordaba de él.

Caminé por el suelo de obsidiana, los edificios pese a tener un aspecto muy distinto tenían tonalidades que me recordaban demasiado a El Mundo Inexistente.

La montaña tenía un elevador, pero no había electricidad alguna con la que hacerlo funcionar, por lo que tuve que buscar por algún tipo de escalera. No tardé en encontrarlas.

En la base de la montaña había una puerta de acero rodeada por altos muros con alambre de espino y lo que podría haber sido en su momento un puesto de guardia y un aparcamiento.

El portón de acero estaba abierto, y allí además de un elevador más también había unas enormes escaleras de caracol que dejaban ver hacia arriba y hacia abajo si uno se asomaba por el pasamanos.

Algo dentro de mí me impulsaba a subir, a alcanzar la cima, aquella cosa que brillaba… A volver. Debía hacerlo, debía ayudar al resto, no podía dejarme controlar.

Yo era un Maestro de la Llave Espada sobre todo lo demás, daba igual mi pasado como sincorazón. Iba a enmendar mis errores y a vivir, volvería con todos los demás, era mi trabajo, lo que yo deseaba.

Se lo había prometido a Lía. Volvería con ella, pero para ello primero debía ascender, debía alcanzar la cima y evitar que aquella oscuridad se tragase mi luz.

***




En el momento en el que el Ragun que luchaba por volver pensaba en lo mucho que deseaba regresar, el Ragun sincorazón pareció dudar un instante y retrocedió mientras atacaba al corazón que tenía más cercano (Ronin) o a Felipe, en caso de que hubiese logrado tumbarlo (consiguiese o no abalanzarse sobre esa persona terminó retrocediendo igualmente). Soltó un rugido furioso e hizo aspavientos con sus garras, como si tratase de quitarse una voz en su cabeza o algo así.

¡̵̢̀̕¡̕͟¡͟͝Ǹ̢̧̢O̸҉̷̷͠O҉҉҉̶͡O̴̸̕͟͢O̧͏҉Ó̕͠!̷̵̨͜͞!̸!̵̵̕ ̶̵҉—gritó con una voz monstruosa y distorsionada. Se levantó a dos patas y extendió su mano como si pidiese ayuda. Su voz era extraña, como si varias personas hablasen al mismo tiempo, sin embargo el sincorazón pareció volver en sí pocos instantes después para desgracia de ellos volviendo a su posición a cuatro patas.

Sus ojos se clavaron en el corazón extraño: Xefil.

Ragun empezó a correr hacia él y dio un doble salto tratando de lanzarse con sus colmillos directamente sobre su garganta.

Spoiler: Mostrar
▪ Rinkaku (HC) [Nivel 30] [Elasticidad 30, Afinidad a Oscuridad] De la espalda de Ragun surgen cuatro tentáculos escamados que cuentan con una gran fuerza. El personaje puede utilizarlos como si fuesen extensiones de su cuerpo, por lo que tiene diversos usos. Tras dos rondas se deshacen. No pueden ser destruídos, pero el daño que reciban se transmitirá también a Ragun.

▪ Grandullón (HM) [Nivel 30] [Requiere Poder Mágico: 30, Afinidad a Oscuridad; Título de Maestro] El personaje invoca dos sincorazón de tipo Grandullón que luchan junto al personaje y obedecen sus órdenes.

▪ Doble salto (HC) [Nivel 3] [Requiere Elasticidad: 4]. El usuario es capaz de saltar mucho más alto que los demás, alcanzando lugares más inaccesibles.
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Sombra
149. Lingering Sentiment
149. Lingering Sentiment
Bohemia Lectura
 
Mensajes: 4720
Registrado: Mar Mar 31, 2009 9:01 pm
Dinero: 27,410.40
Banco: 0.00
Ubicación: Behind in the musgo
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Clan: Bohemia Lectura
Estantería de objetos
Karma: 23

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tsuna » Vie Jun 29, 2018 3:11 am

La reina Friederike no tuvo problemas en aceptar su decisión de seguir adelante, sin embargo el interior del castillo se encontraba en la más absoluta oscuridad, algo que Saeko no había llegado a tener en cuenta. Un poco a regañadientes y en alerta, avanzó, la oscuridad resultaba tan profunda que incluso costaba ver la estela azul que desprendía su compañera, fue por ello que decidió detenerse e iluminar el suelo frente a ambas con su linterna, repasando la zona con cuidado.

No dejaba de resultar irónico que a pesar de haber vivido en la oscuridad durante tanto tiempo ahora no pudiese ver más allá de dos palmos en un entorno como el que estaba atravesando, incluso se sentía vulnerable, cuando en otra situación se hubiese jactado de estar acostumbrada. Pese a todo las dos pudieron avanzar sin problemas.

Hay algo que debo decirte, Saeko. —Saeko la miró con intriga, aminorando su paso—. Cuando os ayudé, decidí poneros a prueba. Todavía no estoy segura y mucho me temo que tú y yo no somos compatibles, pero aun así respeto que hayas decidido seguir adelante. Si tu objetivo es destruir a Xihn, entonces… dame un cuerpo.

Saeko escuchó a la reina con atención, a medida que hablaba más seria parecía ponerse la situación. Necesitaba un cuerpo al que poder otorgarle sus habilidades, no obstante ella no era compatible para esa tarea, por lo que debía buscar a alguien más.

En mis tiempos destaqué en el combate, pero fue debido a mis propias habilidades físicas, que no puedo concederte ni tampoco poseo desde que Xihn se deshizo de mi cuerpo. Sin embargo, soy buena curandera y puedo contrarrestar los efectos de Natura de Xihn, ya que sin duda tiene otros Corazones con ese poder aparte del mío. Si deseas fusionarte conmigo, entonces deberás adoptar una posición secundaria para curar a tus compañeros y, con suerte, retener a Xihn. Yo no me acercaré al Caos… Pues no sé qué será de mí si lo hago. Así pues, puedo apoyarte a distancia o puedes encontrarme un cuerpo. Cuanta menos Oscuridad posea, mejor. Tuyo o de otra persona, no me importa. Piénsatelo.

No era una decisión sencilla, desde luego. Intentando reflexionar y analizar las ventajas y desventajas que Friederike le ofrecía, Saeko se mantuvo a la expectativa, escuchando en silencio. Cuanta menos oscuridad mejor, pero a pesar de decirle que no era compatibles seguía aceptando esa posibilidad. Pero al final el factor que más quebraderos de cabeza le traía era el Caos.

Será desagradable y la persona que me deje poseerla me escuchará dentro de ella. No tengo intención de robarle a nadie el control de su cuerpo, a menos que sea porque no queda otro remedio. Sin duda, tengo mucha más experiencia luchando que la mayoría de vosotros. Es una decisión difícil, ceder tu individualidad de esta forma y es lo último que deseo… Pero no seré como Xihn. Bajo ningún concepto.

Estuvo a punto de responder cuando un ligero temblor sacudió las paredes. Miró en derredor en un intento de ponerse en guardia, en caso de que se desprendiese alguna de las estructuras del castillo. Por suerte no hubo que preocuparse.

Vamos. —musitó, a la vez que echaba a andar mientras le daba vueltas a todo lo que le acababa de explicar la reina.

Terminaron por alcanzar una enorme galería, una que se encontraba ya en un estado deplorable y a través de la cual podían seguir avanzando, o tomar el camino que les ofrecía un pasillo a la derecha. No tuvieron mucho tiempo de elegir sin embargo, pues una puerta cercana se abrió y el grito que siguió después hizo que se le pusieran los pelos de punta. La reina echó a correr y a Saeko le costó un segundo seguir sus pasos, desde la distancia distinguió de inmediato el blanco puro de sus alas y comprendió con rapidez lo que estaba sucediendo. Nithael luchaba en la otra sala, mientras que el Caos, el fuego y numerosas plantas amenazaban con echar abajo el castillo.

No era una batalla cualquiera la que se estaba librando al otro lado de los muros. Y entonces la vio, era esa muchacha morena, Celeste.

Un alarido reverberó a través de la galería a la vez que el castillo se continuaba desmoronando. Saeko en ese momento intentaba mantenerse valiente y fuerte, pero no dejaba de ser sorprendente eso a lo que se estaban enfrentando. Dejar de lado los sentimientos de venganza y rabia que la habían guiado tanto tiempo era complicado, pero darse cuenta de su egoísmo, de lo vulnerable que seguía siendo, lograban darle una fuerza que hacía muchísimo tiempo creía olvidada: una fuerza débil, frágil, pero que se mantenía y crecía poco a poco dentro de su pecho, dándole coraje.

Xihn. Tu objetivo. —miró a Friederike de reojo y luego bajó la vista, llevándose la mano al mentón... ¿De verdad era Xihn lo único que importaba? No le había terminado de convencer esa forma de decirlo—. Es una buena noticia ver que habéis traído a un ángel, pero no será suficiente. Está usando sin ton ni son los Corazones que guarda en su interior, os destruirá a todos en un suspiro incluso a este nivel, todavía controlado por la armadura que le hicieron Andrei y Karel. En cuanto se rompa…

Xihn parecía un enemigo imbatible, pensando con claridad y con la cabeza fría, Saeko sabía que sus posibilidades eran absurdas, incluso con la ayuda de todos los maestros juntos.

Es hora de decidir, Saeko. En cualquier caso lucharé contigo, de una forma u otra.

Se le tensó el cuerpo, no era una decisión fácil.

No tiene necesidad seguir probándome, majestad —aclaró, manteniendo una cierta calma en sus palabras—. He arrastrado mucha oscuridad en mi corazón, cierto, y usted podría sentirse incómoda. Pero si lo nuestro no fuese posible tampoco me estaría ofreciendo la opción como lo ha hecho —tomó una pausa—. Muchas de las cosas que verá en mi corazón podrían causarle... lástima, o rechazo, pero le ruego que deje eso en el pasado. No importa si mi rol es secundario, siento que es la oportunidad que estaba esperando.

»La oportunidad de tener el poder para protegerlos a todos.

Apretó el puño derecho, un poco con decisión y otro poco con frustración, no podían entretenerse demasiado, pero sí veía necesario darle una explicación sobre cómo veía la oportunidad de la fusión para que la propia reina tuviese claro lo que estaba haciendo, ambas debían estar de acuerdo.

Yo estoy dispuesta, pero la última palabra es suya. Si no está segura supongo que aun podría hablar con ella, es más pura que yo, eso desde luego.

Miró a Friederike con decisión, si la reina estaba de acuerdo aceptaría la fusión, si por el contrario seguía sin estar convencida, quizá Celeste pudiese ofrecerle lo que buscaba.
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Suzume Mizuno » Vie Jun 29, 2018 3:27 am

Por favor, basta. Harás que me sonroje. —Fátima lo hizo callar apretando la Llave contra su pecho.

El resto del tiempo guardó silencio, escuchándola y sin apartarle la mirada. No había esperado que lo hiciera. Andrei siempre se había creído por encima de los demás, ¿por qué iba a amostrar alguna pizca de humildad y arrepentimiento ahora, tras tanto tiempo?

Entonces, un consejo. Supongo que te lo...—Andrei no llegó a terminar. Meneó la cabeza. Fátima se dijo para sus adentros que así era mejor. Cualquier cosa que saliera de su boca era puro…—.Si tan empeñada estás en vivir, será mejor que empieces a correr —dijo con mordacidad—. Coge a tus hijos, a Clío o a quien te dé la gana y escóndete en algún rincón del universo. Vivirás más que el resto, pero no por mucho tiempo.

Veneno.

De pronto, Andrei atrapó el filo de la Llave Espada de Fátima, que dio un tirón para quitársela pero el hombre la apuntó hacia su corazón. Entonces le dedicó una mueca.

Porque Xihn ya ha ganado, y va a consumirlo todo. A todos. Nunca nos ha mantenido prisioneros, pero cuando rompa las últimas cadenas que le hemos puesto, no distinguirá amigo de enemigo. Y no se detendrá jamás.

Fátima sufrió un escalofrío y abrió la boca para preguntar a qué se refería, cómo lo sabía, cómo habían permitido que llegara tan lejos. No tuvo tiempo. De pronto algo… llegó. Una onda, una sacudida, un sentimiento indescriptible.

Andrei se arqueó y empezó a aullar de dolor.

Fátima no supo bien si fue el súbito movimiento u otra cosa, pero cuando quiso darse cuenta su Llave Espada le atravesaba el pecho a Andrei. No solo su arma, sino la lanza de Thor.

Una ilusión. Fue lo primero que se le pasó por la cabeza y una explosión de rabia la sacudió de arriba abajo. Sin embargo, Andrei se estaba retorciendo y todavía sujetaba su Llave Espada. No solo eso sino que de su cuerpo manaba Caos. Tras la sorpresa inicial, Fátima se dobló hacia delante. El Caos de su costado le había mordido tan fuerte que le arrebató el aliento y, por más que lo intentó, no consiguió tenerse de pie. Mareada, cayó de rodillas, mostrando los dientes en un esfuerzo por contener un grito de dolor.

Un violento tirón de su espada y de pronto se encontró sobre Andrei. Antes de poder ni entender qué estaba pasando, notó cómo algo se cerraba alrededor de su garganta.

El pánico apenas tuvo tiempo de llegar antes de que el dolor explotara en su cabeza y todo se volviera rojo. Su Llave Espada se desvaneció y Fátima forcejeó con las muñecas de Andrei y luego, desesperada, intentó meter los dedos por debajo de sus manos. Se arañó, pero apenas se dio cuenta de pura ansiedad y dolor.

No pudo luchar mucho. A medida que la sensación de invasión se incrementaba y el dolor la asaltaba con muchísima más intensidad que cualquier parto, Fátima sintió que se perdía a sí misma, que sus brazos dejaban de responderle y su peso caía hacia delante, así que cada vez era más y más difícil respirar.

Un movimiento por su parte y todo termina aquí —le llegó la voz de Andrei. Pero dolía tanto, la cabeza le daba vueltas y le costaba tanto pensar que…—. ¡DÍSELO!

El grito, que rozaba el terror, la espabiló. Movimiento. ¿Movimiento de quién? De pronto le llegaron las voces asustadas de sus niñas, que no sabían si atacar a Andrei o no. Las escuchó discutir entre ellas y decidir retroceder, lo cual arrnacó una risita histérica a Andrei.
Ha empezado. Ya es tarde. Es el final. Tengo que... dijo que estaría... No. No, no. Si el Caos ha podido hacerme esto a mí, entonces Karel...

Fátima no conseguía escucharle, estaba ardiendo por dentro, cada vez se encontraba más y más lejos, no podía respirar. La tensión se aflojó durante un momento y aspiró una pequeña bocanada de aire antes de que Andrei hundiese de nuevo sus dedos en su garganta y el Caos abrasara de nuevo.

Mándalas buscar a una Princesa —le dijo. ¿Princesa? ¿Qué? ¿Para qué? ¿Para matarlas?—. Deprisa. O dentro de poco estaremos todos muertos, en el mejor de los casos.

Luz, el dolor. Ojalá se desmayara. Ojalá desapareciera todo.

Entonces sintió a Cephiro acercándose a ella, insistiendo en su interior, llamándola con insistencia. Mamá, mamá, iré yo, aguanta, no te mueras.

«Mamá… Luz, los niños. Malik. Las niñas, también. ¡Ve! ¡Busca a Bella, a cualquiera! ¡Adviértela!

Cephiro, la más rápidas de todas sus niñas, se esfumó con un suspiro. Fátima miró hacia abajo, hacia Andrei, y ella misma le aferró la garganta. Fue así como se dio cuenta de que sus manos se estaban desvaneciendo. ¿Caos? ¿Algo más? Vagamente, vio cómo el Caos iba hacia ella y entendió que Andrei la estaba envenenando, la estaba matando, pero estaba asustado.

Y había pedido ayuda.

Fátima se esforzó por hablar:

Déjame… respirar… Si me matas… Ce-Cephiro no… llegará.—Entornó los ojos—. Y tú morirás también.—Si le daba algo de espacio, no trataría de atacarlo, cada vez le costaba más y más pensar. Moverse era casi imposible. Trató de seguir a Cephiro por dentro, ver hasta dónde llegaba, si alcanzaba a Bella o alguna de las Princesas.

Si lo hacía, le indicaría que escribiera como pudiera en la mano de la chica «Andrei» y «Caos».

Miró entonces de nuevo a Andrei. Era increíble. Allí estaba, sobre él, como si fuera alguna ridícula historia y no era capaz de mover los dedos para hundírselos en las venas y matarlo.

Otra vez superada.

Otra vez…

Pero no se marcharía sin asegurarse de que Andrei acabara como ella.

«Thor. Si no llegan a tiempo, sácame los anillos y lánzalos lejos. Y si puedes, mata a Andrei.
Imagen

¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Suzume Mizuno
63. Komory Bat
63. Komory Bat
 
Mensajes: 1883
Registrado: Vie Mar 02, 2012 9:52 pm
Dinero: 1,462,577.72
Sexo: Femenino
Karma: 6

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor H.S Sora » Vie Jun 29, 2018 1:05 pm

¿Ha...run?

Fue confuso verlo acercarse a toda velocidad, pero todavía más ver quién lo estaba llevando en ese momento: Dos. Estaba convencido de que la droide se había ido con Fátima, y que volviera con él lo cercioraba en parte, pero… ¿dónde estaba la Maestra?

El humo lo inundó todo de manera parcial, en lo que debía ser una maniobra de distracción. No me lo pensé demasiado y me dispuse a subirme sin hacer muchas preguntas. Aquello era un cambio de suerte radical, al menos en parte. Los Sincorazón no estaban afectados por la humareda, y se empezaron a precipitar contra mí sin darme un minuto de respiro.

Uno de ellos alcanzó mi espalda, e hice lo que pude para aferrarme al lomo de Harun y desear con todas mis fuerzas que pudiéramos elevarnos antes de que fuera demasiado tarde para esquivar los ataques que podían venir.

El inicio fue brusco, pero efectivo. Los ángeles disparaban sin piedad y los Sincorazón que no se habían quedado en tierra intentaban hacer lo propio, pero eran incapaces de alcanzarlo. A pesar de su tamaño, la agilidad que tenía y su manera de moverse eran asombrosas.

Aún así, pude comprobar que algo le pasaba. No entendía el qué. ¿Una herida en un combate anterior? ¿Una lesión que no pudiéramos ver? Aproveché para acercarme a Dos e intenté hablar alto, para evitar el ruido que pudiera hacer el viento, y así informarme de lo sucedido.

¿Qué os ha pasado? —Me fijé en que a Dos le faltaba un brazo—. ¿D-Dónde están los demás?

No quería ponerme en lo peor. Me negaba. Aún con todo no podía evitar pensar en la situación que les habría llevado a esto y en la clase de problemas que podían estar teniendo los demás en ese momento. Sin embargo, y antes de que pudiera llegar a contarle lo sucedido con el resto de mi grupo, uno de los ángeles llegó hasta nosotros.

Harun reaccionó con velocidad, situándose hasta su costado y entonces… Dos por poco no le arrancó el ala de cuajo. Me quedé con la Llave Espada en mano recién invocada y los ojos abiertos como platos. El calor de su fuego era abrasador, pero la imagen de una de aquellas criaturas sangrando tinta era de lo más esperanzadora.

¿Cómo… cómo has hecho eso? —susurré, sin saber muy bien cómo reaccionar a lo sucedido.

Tragué saliva. Lo primero era que encontráramos un sitio en el que estar a salvo del acoso de los Sincorazón y de los ángeles, y que ambos tuviéramos la información suficiente para decidir qué movimiento hacer a continuación. Pero no iba a ser tan fácil como eso.

Porque de pronto el dragón de Fátima pegó un brusco acelerón hacia un lado. Y a pesar de agarrarme fuerte al lomo del dragón para no salir despedido, los siguientes segundos parecían haber sido ralentizados, o así fue como los viví.

Sin fuerzas para gritarle al dragón que frenara, porque suponía que algo le había hecho tomar aquella decisión tan esporádica, vi como Dos seguía con una única mano libre. Mano que empleaba para sostener su Llave Espada por lo que… se había quedado sin manera en la que seguir encima de Harun.

¡No!

Me removí a toda velocidad y estiré una mano antes de que la droide saliera volando. El primer contacto con ella fue un latigazo de dolor, que me ardía en la mano que la sujetaba y que por un momento hizo que hubiera estado a punto de soltarla.

Respiré hondo y aguantando como pude, desmaterialicé mi Llave Espada y utilicé en su lugar mi mano libre para ayudar a acomodarla en el sitio. El latigazo era aún más fuerte. Me miré las manos y después a Dos.

¿Qué es esto?

Pero ya sabía lo que era. Casi como si de un parásito se tratase, la sustancia pegajosa intentaba escaparse hacia mi interior. Aunque no estaba seguro de haberlo tenido encima nunca antes de ese modo, se lo había visto a los ángeles. Lo habíamos tenido que enfrentar muchas veces en estos cuatro años.

«Caos.»

Me sentía sucio. Quería quitarme aquella cosa de encima, necesitaba hacerlo antes de que consiguiera su cometido y realmente atravesara mi piel y empezara a moverse con libertad por mi cuerpo.

Agarraba con ligereza a Harun, sin apoyarme demasiado, entendiendo ahora qué era lo que le estaba haciendo daño. Nosotros.

La mascota de Fátima seguía acelerado y al echar un vistazo atrás empecé a entender por qué: los ángeles estaban preparando una última ofensiva, una muy peligrosa. Se hincharon lo suficiente como para deformarse un tanto, influenciados por el Caos que también les afectaba ahora a ellos.

Empalidecí al ver que Alice seguía ahí. El corazón empezó a latirme con fuerza, dolía, tanto que pensaba que mi pecho no lo aguantaría. Extendí una mano en su dirección para deshacer la invocación pero fue demasiado tarde.

Lancé un grito que mezclaba toda mi rabia, dolor y frustración cuando la explosión me alcanzó. Aquella nueva oleada de Caos, amortiguada en parte por habernos alejado tanto, me había dado en la espalda. Desconocía la cantidad, pero en ese momento no me importaba.

Jadeé, mientras notaba como conseguía entrar. Ya fuera por las heridas recibidas, o porque había insistido lo suficiente. Ni rastro de los ángeles, que se fueron con la explosión. Pero eso no me importaba.

Fui a gritar, cuando el zumbido en mis oídos se hizo más intenso. No tenía nada que ver con la explosión. Miré en derredor, intentando encontrar el origen de aquel sonido. Eran voces, estaba seguro. ¿Pero de dónde venían? Era incapaz de distinguirlas, entre la distancia y que se mezclaban unas con otras. Seguí buscando, en vano.

¿Quiénes eran? ¿Dónde estaban? No había nadie cerca, y las voces se escuchaban demasiado lejanas como para que fueran de los Maestros o las Princesas del Corazón. Me llevé las manos a la cabeza, que me palpitaba cada vez más.

Me moví de súbito, y moviendo la cabeza como un loco.

¡DILE QUE DÉ MEDIA VUELTA!

A la que Dos o Harun vacilaran, aunque fuera por un momento no dudaría en invocar el Glider y salir pitando en dirección a Alice. Mejor dicho, lo que quedaba de ella. Espanté como pude a los Sincorazón que hubieran podido quedar tras la explosión.

No...No...No…

Empecé a sorber por la nariz. Mi mano estuvo a punto de detenerse a acariciar a su rostro, pero me contuve en el acto. Infectado como estaba por el Caos, lo último que podía hacerle era esto. Caí de rodillas y las lágrimas corrieron río abajo por mi rostro.

Alice no, por favor…

Las partes cercenadas de su cuerpo intentaban volver a unirse con debilidad. El barro se arrastraba con pesadez para intentar reajustarse, pero los daños habían sido grandes. Sentía que podía morirme allí mismo.

De hecho, era lo que quería. El que estuviera ahí tenía que haber sido yo, y no ella.

«Por mi culpa.»

El mundo entero empezó a darme vueltas. Sentía la bilis subiéndome por la garganta, y los pensamientos me acuchillaban sin piedad.

«¿De quién es la culpa que las cosas hayan acabado así?»

¿Coincidencia? ¿Un accidente? ¿Destino? No. No había algo como el destino jugando en todo esto. Solo una simple sucesión de circunstancias encadenadas una tras otra. ¿Y quién había creado estas circunstancias? ¿Quién?

«Yo.»

¿S-Saito? —El murmullo de su voz, algo áspera ahora, fue suficiente como para pararme el corazón.

Hizo un esfuerzo por reincorporarse, pero su cuerpo no terminaba de curarse. Daba mil gracias al fuego de dragón, y a lo que fuera que había hecho posible que aguantara. Traté de calmarme un poco, aunque mi respiración seguía entrecortada.

N-no intentes moverte ahora… —Le sonreía, con los ojos enrojecidos y todavía llorosos—. Todo va a estar bien, ¿vale?

Asintió, mientras su cuerpo seguía intentándolo. Aunque sin demasiado éxito por el momento. Si deshacía la invocación ahora se salvaría. Tendría tiempo para recuperarse, aunque no podría volver a invocarla por lo pronto. Desde luego era un precio que estaba dispuesto a pagar las veces que hicieran falta.

Quise abrazarla, pero sabía que no podía, no si no quería empeorar las cosas.

Gracias por salvarme la vida —le apunté, secándome las lágrimas—. Estaré bien, tu procura descansar mucho ahora.

Nos vemos más tarde entonces. En cuanto me necesites. —Sonrió con la dulzura suficiente como para saber que tenía que lograrlo. Teníamos que salir de ahí.

Estiré un poco la mano en su dirección, y la envié de vuelta.

Aunque no lo pareciera a simple vista, lo sucedido me había hecho tomar una nueva y drástica decisión. No esperaba que algo así ocurriera en medio de la misión. Volví a invocar el Glider y me fui directo hacia Dos y Harun.

Con, quizá, más seguridad de la que había tenido en mucho tiempo.

***


Le había explicado a Dos de forma muy resumida lo sucedido con Saeko, Nanashi y Eve. Al igual que la aparición de la reina Friederike. Y ahora debíamos decidir cómo procederíamos al respecto aunque... yo lo tenía bastante claro.

No puedo obligarte a seguirme —admití—. Pero no creo que ir a buscar a las Princesas sea la mejor opción para nosotros. Estarán lejos y ocupadas manejando el Caos y la Oscuridad. Quizá lo mejor sería… utilizar esto. —Me miré las manos—. Bajo la supervisión de Nanashi o Nithael, deberíamos estar a salvo.

»Y al fin y al cabo todos vamos a por el mismo objetivo: Xihn. Tendríamos que encontrarnos con ellos tarde o temprano.

Le conté entonces acerca de las voces que había escuchado antes. Si seguía oyéndolas le diría de intentar seguirlas hasta su origen, en caso contrario tocaba buscar una buena ruta a la que dirigirnos. Por suerte, y desde la posición privilegiada que nos ofrecía Harun, sería algo más fácil encontrar la mejor ruta posible en ese momento.

Podríamos intentar seguir el plan original y dirigirnos hacia la torre. Desde allí podríamos entrar al castillo por uno de los tejados. ¿Qué te parece?

En caso de que a Dos le pareciera un buen plan le dejaría darle las indicaciones a Harun —si por cualquier motivo no lo hacía, me encargaría de decirle al dragón a dónde queríamos ir— y tendría la Llave Espada preparada durante el trayecto. Si había demasiados enemigos impidiéndonos el paso no dudaría en usar mi Tenebris Vitrum para abrirnos camino, las veces que hicieran falta.

¿El Caos seguía haciéndome sentir sucio? Sí. Y puede que esa sensación se estuviera agravando por momentos. Pero no iba a permitir que algo como lo de Alice volviera a suceder, y mi mejor arma ahora mismo para poder ayudar era ver que podía ofrecerme el Caos.

Mis compañeros estarían sacrificándose y esforzándose al máximo para que esto saliera bien. Para que la historia con Xihn terminara de una vez por todas. Y no iba a dejarles colgados por tener miedo.

«Nunca más.»

Spoiler: Mostrar
Tenebris Vitrum (HC) [10] [Requiere Afinidad a Oscuridad, Combate con armas blancas: 15, Poder mágico: 13 ]. El movimiento personal de Saito. Concentra la energía de la Oscuridad en su Llave Espada o su Arma Blanca, y la libera al sacudir el arma liberando una serie de cristales que impactan contra el enemigo inflingiéndole daño. Ataque de media-baja potencia que puede atravesar al rival.
Imagen

Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
22. Espectro
22. Espectro
 
Mensajes: 655
Registrado: Mar Sep 25, 2012 7:43 pm
Dinero: 3,775.22
Banco: 213,774.43
Sexo: Masculino
Karma: 3

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Drazham » Vie Jun 29, 2018 7:11 pm

Alanna no se explayó más de la cuenta al transmitirles a los demás los detalles que le dio Gabriel. Que Xihn, en su actual estado de demencia, no le fuese a considerar un peligro no terminaba de tranquilizarla. Resolló entre dientes. Ni siquiera con la ayuda de Gabriel denotaba ser una amenaza para él. Hasta que descubriese que podía robarle su fuente de poder, claro. Lo único que le preocupaba es que no fuese suficiente para sacar de cualquier apuro a Nithael. A fin de cuentas, él era el objetivo primordial de Xihn en esos momentos.

A medida que fue guiando al grupo por las entrañas del castillo, Alanna notaba en lo más profundo de su ser el peligro, como si la presencia de Gabriel la hubiese dotado de sentidos que iban más allá de los animales. El primer caso se dio con el condenado Caos. Dioses, la corrupción de allí era incluso peor que la de aquella vez en el Santuario de la Reminiscencia. Incluso daba la sensación de que mantenerse alejados de este no era prevención suficiente cuando costaba tantísimo respirar.

Y el segundo caso terminó por aterrarla. Corazones. Incluso con varios pasillos separándoles, podía notar aquella maraña de entidades en un mismo punto, agitadas cual enjambre de abejas rabiosas que trataban de defender su colmena.

«Gabriel», se paró unos sucintos segundos. Sabía que debió haberle hecho esa pregunta antes: «Cuando te referiste a todos los corazones que tiene presos Xihn. ¿De cuántos estamos hablando?»

No esperaba una respuesta alentadora. Más de un mileno ya daba margen suficiente para que Xihn tuviese una colección exorbitante.

Llegaron un punto en el que ya había más Caos que piedra en las paredes y el suelo. Alanna contuvo el aliento al notar que Gabriel se revolvía dentro de ella, cual chiquillo asustado que buscaba el cobijo de su madre. Afligida, se llevó la mano al pecho y apretó fuerte. No tenía muy claro si aquello era más para transmitirle sosiego a él, o tranquilizarse ella.

Al vislumbrar el portón que se les presentaba más adelante, se cercioró de que más allá de sus hojas no existiría resguardo alguno. Era el punto de no retorno, ya que las presencias… él estaba allí. Y fue justo que pasaron al interior para que sus cuencas se clavaron cuales lanzas en la sórdida figura que estaba arrodillada en el centro de la sala.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Cuando Gabriel habló de una armadura, incluso tratándose de la obra de Karel y Andrei, se imaginaba algo completamente distinto. El supuesto metal que la formaba estaba ensuciado por una horripilante ponzoña que supuraba por los huecos libres. Caos en estado puro. Le empezaron a entrar arcadas de tener en frente a aquella aberración. Pero en cuanto la armadura alzó la cabeza…

La sangre se le heló.

Se habían metido de lleno en la boca del lobo.

Uno que emitió tal bramido distorsionado que le cortó el trance y le hizo darse cuenta de que aquella cosa era tan rápida como un relámpago. Un mero segundo y ya lo tenían sobre sus cabezas. Alanna soltó un grito rasgado en cuanto su espada empapada en Caos se abalanzó sobre Nithael y Zel, siendo el primero quien consiguió repelerlo justo a tiempo. Pero eso tan solo hizo enfurecer más al maldito engendro, que empezó a desatar magia por doquier: fuego, zarzas, oscuridad… Percibía el poder de todos esos corazones que albergaba, convirtiéndolo en un desastre elemental con patas.

¡No dejéis que os toque u os contagiará!

Nithael apenas pudo terminar de hablar cuando Xihn volvía a cargar contra él. Incluso con su advertencia, Alanna conocía de sobras los efectos del Caos. El mero roce ya consiguió infectarle las manos, pero eso solo fueron las consecuencias de que alguien ya infectado se lo transmitiera. Si esa cosa, ese cúmulo de corrupción viviente le ponía un solo dedo encima…

La armadura. ¡Necesitaba la armadura! Y poco tardó en echar mano de la placa en su hombro para activarla y protegerse. O eso quería pensar; un mal augurio la intentaba disuadir de que ni con esas iba a ser barrera suficiente.

¡Zel! ¡Ayúdalas! ¡Celeste, mantente en la puerta y no dejes que…!

Xihn volvió a cargar con más violencia que antes, y liberando más Caos a su paso. La imagen de los mismísimos muros del castillo deshaciéndose como la cera le puso los pelos como escarpia. Ya no solo era cuestión de enfrentar a Xihn, si no de pararle antes de que estuviesen ahogándose en un mar de Caos y Oscuridad.

Estaba aterrada por lo que pudiese ocurrir, pero tenía que actuar ya.

«¡Gabriel!»

Invocó la Llave Espada del muchacho, clavando los dedos con saña en su empuñadura. Tenía que arrancarle la fuente de su poder a ese monstruo antes de que fuese tarde.

¡Zel, ve con Celeste! —le ordenó al muchacho. Bajo ninguna circunstancia quería que se mantuviese cerca de ella si Xihn daba cuenta de lo que pretendía.

Apuntó con la Llave Espada y apretó los dientes, ya con la pizca de magia preparada para una Traslación si tenía que moverse rápido. Tenía que robarle los corazones. Solo robárselos. Solo quitárselos. No consumirlos. No consumirlos.

Spoiler: Mostrar
Traslación (HM) [Nivel 8] [Requiere Afinidad a Espacio; Poder Mágico: 12]. El usuario se teletransporta a una ubicación cercana en un radio de cinco metros.
ImagenImagen
Avatar de Usuario
Drazham
26. Umbrío
26. Umbrío
 
Mensajes: 762
Registrado: Jue Oct 17, 2013 9:55 pm
Dinero: 133,197.76
Banco: 15,378.00
Sexo: Masculino
Estantería de objetos
Karma: 6

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Kairi » Vie Jun 29, 2018 11:31 pm

Kairi vio cómo unos rayos salían de los brazos de Hiro una vez que el corazón se hubiera fusionado con él.

¡Qué guay!—dijo maravillada.

¿Notas algo? ¿Una voz? El corazón debe de estar demasiado consumido como para que la conciencia de su portador haya sobrevivido. Es lo que me acabará pasando a mí una vez agote todo mi poder.

Parecen rayos. Supongo que ahora tendrás una nueva afinidad.

La tiene. Calculo que podrá lanzar un par de hechizos muy poderosos antes de que se extinga, o varios de débiles. Actúa con cuidado y aprovecha bien su potencial.

El grupo siguió su camino. Un camino que ascendía y el aire era cada vez más pesado. Kairi lo notaba en cada fibra de su ser. Se preguntaba si podría continuar así durante mucho más tiempo. Se podían oír gritos de bestias tan cerca que parecía que estaban allí mismo. La Oscuridad se hacía más fuerte conforme subían.

Llegaron a la puerta tras la que debía estar Xihn. Así se lo hizo saber Ruz a Chihiro tirándole de la manga para detenerla. Y porque el Caos estaba presente en cada rincón de la sala, goteando de cada rendija.

Esta ahí.

Hemos llegado tarde. Xihn está al límite.

Pues le contendremos hasta que lleguen los demás. ¿Todos listos?

¡Pero hay que detener el Caos! Si escapa del castillo, ¡podría contagiarlo todo! Puedo quedarme aquí e impedir que se extienda. Xihn no se dará cuenta.

Yo me quedaré con él. Le protegeré en caso de que ocurra algo, y le ayudaré. Vosotros id a luchar.

Oh, ¿eso harás?

Sin unirme a un cuerpo, apenas seré útil en una lucha. Os cubriré desde la puerta con mi magia de tiempo junto a Ruz.

¡Hiro, Kairi, vamos!

Lyn cruzó la puerta, pero Chihiro detuvo a los Caballeros antes de que lo hicieran.

Esperad. Esa chica... Jamás aceptará que le conceda mi poder, no cuando vosotros corréis peligro. Pero si pelea cuerpo a cuerpo contra Xihn, no durará mucho. La conocéis, y sabéis de lo que sois capaces por vuestra cuenta. Con que uno de vosotros se quede con Ruz aquí y lo proteja, yo puedo entrar y encargarme de que el Caos no la contamine, al menos por un tiempo. Pero es vuestra decisión.

Lyn necesitaba ayuda, pero no podían dejar solo a Ruz. Difícil elección. Pero parecía que Hiro lo tenía claro. Se quedaría él a proteger a Ruz.

¿Seguro?—preguntó Kairi, pensando que posiblemente él fuera mucho más útil en la batalla que ella—. Está bien. Yo iré a ayudar a Lyn. Pero ten cuidado.

Dicho esto, se armó de valor y entró por la puerta.


Spoiler: Mostrar
Acciones acordadas con Red.
Imagen
Gracias Aru :D
ImagenImagenImagenImagen
I love you Red ^^
Spoiler: Mostrar
ImagenImagenImagen
Imagen
Imagen

Premios
Spoiler: Mostrar
KHWorld Awards 2011
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2012
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2013
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2014
Imagen
Imagen
Imagen
KHWorld Awards 2015
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
AruAwards 2014
Imagen
AruAwards 2015
Imagen
Chorriconcurso Visión Perver
Imagen

La Historia Del Hipercor By Rmedive92
Spoiler: Mostrar
El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


Imagen
Avatar de Usuario
Kairi
37. Aluvión
37. Aluvión
AnimeDesign
 
Mensajes: 1085
Registrado: Lun Mar 30, 2009 10:52 pm
Dinero: 514,029.97
Banco: 15,384.02
Ubicación: Islas del Destino <3
Sexo: Femenino
Clan: AnimeDesign
Estantería de objetos
Karma: 19

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tanis » Sab Jun 30, 2018 12:49 am



Sinceramente, no creo que podáis hacer nada contra él.


«Pero yo no soy él… Yo no… No soy… él… »


Malik abrió los ojos de forma lenta, como si los hubiera tenido cerrados mucho tiempo y ahora le costara hacerlo.

¿Qué había pasado?

Podría ayudaros.


«El olvido es la verdadera muerte».


Creo que voy a dejar que os enfrentéis y os matéis.


No podía moverse.

No podía moverse y a su alrededor todo era negrura. Malik no podía ver nada. Aquel vacío era insondable, oscuro y silencioso, terriblemente silencioso. No recordaba haber estado en un lugar así, ni siquiera en el Reino de la Oscuridad.

Era la primera vez que entraba al Reino de la Oscuridad, y la visión no podía ser más desalentadora incluso si pensaba que estaban allí para buscar la madriguera de Xihn. El pueblo junto al que habían aparecido era una pobre sombra de lo que debía de haber sido, una negrura retorcida, oscura y tenebrosa donde los edificios estaban deformados y combados de una forma antinatural. Malik intentó no pensar de qué mundo debía de provenir aquel pueblo y caminó hasta adelantarse un poco hacia el pueblo, con la vista fija en el pico de la montaña.


El recuerdo le asaltó de repente. Aquellas tinieblas no eran comparables a donde se encontraba ahora.

¿Dónde estoy?

A duras penas pudo sentir que estaba de pie, inmóvil en la Oscuridad e incapaz de hacer el más mínimo movimiento. No veía a nadie, nada. Ragun, Ronin, Ryota… Habían desaparecido. Tampoco podía ver a Felipe o a Xefil, lo último que recordaba era…

Con el tiempo, este cuerpo y yo podremos hacerle frente.


Si hubiera podido moverse, prisionero y de repente consciente de que estaba encerrado en su propio cuerpo a merced de un monstruo, se habría tapado la boca. Ni siquiera sintió ningún sabor agrio en la lengua, ningún dolor, ningún olor o sonido. Aaron había…

Aaron había…

Malik gritó.

Spoiler: Mostrar


Su propia voz sonó extraña, horrible, en aquel vacío oscuro. Resonó por todas partes y el eco le martilleó la cabeza. Intentó moverse, de repente rabioso e iracundo, pero no pudo. Gritó de nuevo y de nuevo intentó moverse, removerse, patalear, golpear a puñetazos.

Nada.

Ninguna lágrima le rodó por las mejillas. Él no era más que un símbolo de su mente, seguramente atrapado en algún sitio de la mente de Aaron, que dominaba su cuerpo. Malik aspiró aire a bocanadas, hiperventilando la furia y la impotencia que sentía. Boqueó. Ojalá hubiera podido acurrucarse en el suelo, hacerse una bola estúpida.

Sí, había sido tan estúpido…

Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima. Fátima…

Hola. Es un placer, me llamo Fátima…

Malik alzó levemente una ceja, divertido, al notar su sonrojo y apretó suavemente su mano antes de soltarla. El pelo negro y liso, esos ojos… Preciosa…

El placer es mío. Soy Malik.


Con la vista fija en lo oscuro, Malik recordó la primera vez que había visto a Fátima. Aun boqueaba, sin poder temblar. Ella era demasiado joven en aquella época, aún lo era. Y él demasiado mayor. Y aún así se amaron y continuaban amándose.

Qué he hecho, dios mío, qué he hecho.

Habría llorado pero tampoco podía. Le había entregado a alguien como Aaron un cuerpo en bastantes buenas condiciones, con habilidades, con recuerdos. Qué estúpido había sido.

¿Por qué pensé que saldría bien?

Ahogó un sollozo inexistente.

¿Cuánto tiempo llevo aquí?

La pregunta le asaltó como si no fuera suya. Sí, cuánto tiempo… El vacío no era un indicador, y él no podía sentir, moverse, hacer nada. No oía nada, ni… ¿Era así como se había sentido Aaron? Pero él había hablado a través de su voz. Y le había regenerado el ojo. Sabía que después de eso se había debilitado. ¿Cómo se había hecho el control? ¿Cómo podía hablar?

¿Con la pelea? ¿Era para eso? ¿O está improvisando?

No podía saberlo, de modo que tendría que averiguarlo. Tenía que confiar en que Ragun y los maestros hicieran algo, si Aaron no los había dejado fuera de combate. Pensó de nuevo en Fátima. Estaba tan bonita con los niños en brazos… Le gustaba ver La sonrisa que le dedicaba a los pequeños, y a Idris. Incluso a Sayid. Eran sonrisas dulces, preciosas… Si no recuperaba su cuerpo no podría volver a verlos, si no lo hacía para vencer a Xihn, no podrían hacer nada. ¿Todo dependía de él?

Quiero volver a verlos. Quiero volver. Ver a mi familia.

Se mordió la lengua, y no sintió dolor.

Familia. Familia. Familia. Familia. Familia. Familia. Familia. Familia. Familia. Familia. Familia. Familia…

Algo dentro de sí prendió y tomó aire.

Entonces volvió a gritar, pero esta vez con una nueva furia, como si con el grito quisiera llenar el vacío de oscuridad. Lo hizo más fuerte, furioso y dispuesto a seguir gritando para desconcentrar a Aaron, si podía escucharle. Entonces, cuando el último eco se apagó, volvió a gritar, una, y otra, y otra vez.

SUELTAME, AARON

SUELTAME

SUELTAME

¡SUELTAME!
Avatar de Usuario
Tanis
28. Samurai
28. Samurai
 
Mensajes: 813
Registrado: Mar Feb 19, 2013 10:20 pm
Dinero: 75,353.31
Banco: 15,572.00
Sexo: Mucho, gracias por preguntar
Karma: 5

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor LightHelco » Sab Jun 30, 2018 1:02 am

Rescate realizado con éxito.

Aquello era en lo único que quería pensar Dos tras asegurarse de que Saito estaba a salvo sobre Harun, pero la constante presencia de los ángeles y un extraño ardor en su cuerpo se lo impedían totalmente.

¿CUBO, que está pasando?

La respuesta de la IA no llegó y tampoco pudo esperarla cuando uno de los monstruos se lanzó a por ellos. La droide invocó su Llave Espada y haciendo uso de una fuerza sobrenatural, acabó con la vida del ser.

Las preguntas por parte de Saito llegaron al instante, pero ni ella misma podía contestarlas, simplemente se miraba la mano confusa. Fue entonces que lo vio, primero en el pelaje quemado de Harun y después en los datos que le llegaban: Caos.

Andrei la había contaminado y aunque en un comienzo no había notado sus efectos, ahora estaba viviéndolos en sus circuitos. También explicaba la falta de CUBO, este estaba atrapado e imbuído por este, impidiéndole actuar o siquiera moverse por el cuerpo de Dos.

Intentando recomponorse de todo lo ocurrido y ya algo más fuera de peligro, la robot pudo explicarle al joven un poco la situación.

Intenté asistir a la Maestra Fátima en el combate contra Andrei, pero el dragón Harun tuvo que sacarme de allí tras que el objetivo me cortara el brazo y sufriera una especie de hackeo extraño en mis archivos y sistemas oculares —relató Dos recabando datos sobre sus dos acompañantes, también estaban cubiertos de Caos, pero en una cantidad menor a la suya —. No sé cual será la situación de la Maestra ni el grupo que acompañaba a la señorita Lyn, lo único que puedo asegurarle es que hemos sido contaminados por la sustancia del Caos y debemos buscar cuanto antes una solución o podría propagarse peligrosamente por nuestros cuerpos.

La robot se puso de inmediato a mirar por la zona y hacer que Harun girara un poco para ver mejor. Tenían que encontrar a alguien que pudiera detener aquello ¿Las princesas? Estaban demasiado lejos. ¿Nithael? Si, el ángel podía ayudarles, pero necesitaban saber donde se encontraba. ¡Oh! ¿No había ido Saito en el mismo grupo que él?

Dos fue a preguntarle, cuando el chico gritó de rabia y amenazó con irse solo de vuelta al lugar de donde acaban de huir.

Señor Saito, no podemos regresar, esta infestado de Sincorazón y seres de tinta, podrían hacerle daño.

Pero no sirvió para nada cuando este saltó y se subió a su glider. No tuvo más opción que pedirle al dragón que lo siguiera.

* * *


Dos se sentía algo incomoda tras el regreso. No había terminado de comprender la relación entre la fantasma y el Portador, pero si que había visto el dolor de este y era capaz de adivinar lo mucho que le importaba que la hubieran llevado al extremo, porque… vaya, ¿los fantasmas no podían morir, cierto? Ya lo estaban después de todo.

Puedo intentar realizar una sesión psicológica con usted por si eso le hace sentir mejor —se ofreció la droide y se preparó para escuchar lo que Saito tenía para contarle.

Gracias a él pudo ponerse al día con la situación de su grupo y también sirvió para que aquel incomodo silencio se rompiera.

Tiene razón en lo de las Princesas, señor Saito, ya había barajado la posibilidad de que la distancia que haya entre nosotros sea mayor que la que podría haber con el señor Nithael —asintió Dos a la sugerencia final del chico —. También es cierto que todos los grupos tenían como objetivo reunirse en el mismo punto, por lo que eso me quita la preocupación del grupo guiado por la Maestra Lyn, aun así… —se quedó callada unos segundos —. La Maestra Fátima sigue luchando en solitario y no se si sería buena idea que intentáramos asistirla o al menos sacarla de allí. Si Andrei ha podido manipular el Caos, hay grandes posibilidades de que la haya contaminado como a nosotros y sin un tratamiento rápido podría acabar en un estado lamentable.

Activó un nuevo Éter para que le devolviera las fuerzas y estar lista para atacar con un Latigazo o Aturdidor a los seres que se les acercaran, empezaba a quedarse sin energías y tocaría aprovecharse un poco de aquel Caos para ahorrar suministros.

Creo que deberíamos ir a buscarla, como he dicho, no luchar, simplemente sacarla de ahí con Harun y después ir en busca del señor Nithael —dijo en esta ocasión con firmeza, pero después se hundió un poco al haber intentado tomar una decisión por encima de la de Saito —. Aunque… es posible que la Maestra pueda estar bien, ¿cierto? Esta más que preparada para detener a ese villano… así que vayamos a buscar al señor Nithael, si.

No sabía porque había rectificado y se sentía bastante mal por aquello, el abandonar a Fatima a su suerte, pero si la mujer la había sacado de allí, debía ser por su seguridad y no podía volver a arrastrar a mas gente a sus actos egoístas. Saito y Harun necesitaban que les asistiera en el control de aquel Caos y si debía obedecer al primero, lo haría sin dudarlo.

Spoiler: Mostrar
Dos usa otro Eter, no se cuantos me quedan:

▪ Latigazo (HC) [Nivel 5] [Requiere Combate con Armas Blancas: 15] El usuario transforma momentáneamente su Llave Espada en un látigo, aumentando drásticamente su alcance y pudiendo golpear a varios enemigos a la vez de un ataque. La potencia de Latigazo es similar a la de un ataque normal. Dura un ataque o varios consecutivos.

▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.
ImagenImagenImagenImagen



Logros:
Spoiler: Mostrar
ImagenImagenImagen


Awards:
Spoiler: Mostrar
ImagenImagen
ImagenImagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Imagen
Avatar de Usuario
LightHelco
111. Roxas Organización
111. Roxas Organización
The Unknowns
 
Mensajes: 3303
Registrado: Jue Jun 07, 2012 10:42 am
Dinero: 320,406.83
Banco: 15,568.00
Ubicación: Un lugar con lapiz y goma
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 16

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor RedXIII » Sab Jun 30, 2018 1:17 am

Había asimilado aquel nuevo poder que le habían concedido temporalmente, no se sentía mal, pero tampoco era agradable.

¿Notas algo? ¿Una voz?

No más que las de siempre — Bromeó.

. El corazón debe de estar demasiado consumido como para que la conciencia de su portador haya sobrevivido. Es lo que me acabará pasando a mí una vez agote todo mi poder.

Parecen rayos. Supongo que ahora tendrás una nueva afinidad.

Dejó escapar el humo de su cigarrillo mientras miraba sus manos, cuanto habían cambiado y sin embargo cuan poco había cambiado él.

La tiene. Calculo que podrá lanzar un par de hechizos muy poderosos antes de que se extinga, o varios de débiles. Actúa con cuidado y aprovecha bien su potencial.


***


Esta ahí.

Hemos llegado tarde. Xihn está al límite.

Pues le contendremos hasta que lleguen los demás. ¿Todos listos?

¡Pero hay que detener el Caos! Si escapa del castillo, ¡podría contagiarlo todo! Puedo quedarme aquí e impedir que se extienda. Xihn no se dará cuenta.

Yo me quedaré con él. Le protegeré en caso de que ocurra algo, y le ayudaré. Vosotros id a luchar.

Oh, ¿eso harás?

Sin unirme a un cuerpo, apenas seré útil en una lucha. Os cubriré desde la puerta con mi magia de tiempo junto a Ruz.

¡Hiro, Kairi, vamos!

Esperad. Esa chica... Jamás aceptará que le conceda mi poder, no cuando vosotros corréis peligro. Pero si pelea cuerpo a cuerpo contra Xihn, no durará mucho. La conocéis, y sabéis de lo que sois capaces por vuestra cuenta. Con que uno de vosotros se quede con Ruz aquí y lo proteja, yo puedo entrar y encargarme de que el Caos no la contamine, al menos por un tiempo. Pero es vuestra decisión.

Ve tú — Dijo a Kairi mientras preparaba sus puños —Debes demostrar de lo que eres capaz — Se dio la vuelta y empezó a proteger a Ruz.

¿Seguro? Está bien. Yo iré a ayudar a Lyn. Pero ten cuidado.

Nunca he tenido de eso.
Imagen

Awards chupis:

Spoiler: Mostrar
Imagen
Imagen


No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

Spoiler: Mostrar
Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

Imagen


-Hollow is in the web, all's right with the foro-
Avatar de Usuario
RedXIII
Moderador
Moderador
AnimeDesign
 
Mensajes: 4142
Registrado: Jue Abr 24, 2008 7:53 pm
Dinero: 1,304,727.66
Banco: 2,218,933.14
Ubicación: En la isla puntería.
Sexo: Masculino
Clan: AnimeDesign
Tumblr: Se han matado ellos solos
Youtube: No subo nada
Instagram: Ni lo miro
Estantería de objetos
Karma: 41

Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Denna » Sab Jun 30, 2018 1:34 am

Vosotros, humanos, no devoráis Sincorazón. Nosotros tampoco. Solo estaba pensando en qué se ha convertido… Xihn. Y en qué ha convertido a los Corazones que ha guardado en su interior.

Dejé escapar un leve «oh», sin saber muy bien qué responder.

Padre jamás quiso decirnos nada personal sobre él. Dijo que ya lo averiguaríamos. No sé si hemos de tenerle lástima o si puedo considerarlo un ser…

La frase murió en el aire, e imaginé que no debía de saber ni cómo terminarla. Con cuidado, le puse una mano en el hombro.

Zel... Eh, cariño, no...

Hizo esto mientras nos buscaba.

No me dejó terminar. El niño tenía una coraza puesta y, por supuesto, no iba a quitársela por ahora, y menos para mí. Muy a regañadientes, decidí no insistir y dejarle ir. Quizás en otro momento, otro día... podría contarle que aquella criatura no merecía llamarse su padre, y que ni él ni sus hermanos tenían por qué atormentarse por sus actos.

Eso si había otra ocasión, claro.

El camino fue largo e incluso incómodo. No tanto por la oscuridad y el cas como por la ostentación del lugar. Bueno, sí, era un palacio y no podía esperar otra cosa, ¿pero era necesario que fuera tan parecido a uno del Reino de la Luz? Era mejor cuando Xihn era sólo un monstruo, y no una...

Persona.

«No,» me corregí. «Las personas no hacen estas cosas. Xign es un ser horrible, y no tiene perdón alguno. Igual que Andrei, igual que Karel. Y no hay más que hablar.»

Mis pensamientos volaron hacia Zel y hacia lo que había dicho. Puede que fuera más complicado de lo que pensaba, y había sido pretencioso por mi parte pensar que era capaz de entenderle. Luego miré de refilón a Nithael, y recordé a Tabris. El Caos —o puede que algo más, algo que no tenía nada que ver— hizo que me estremeciera.

Hacía mucho tiempo que había aprendido que monstruos y héroes no eran tan distintos unos de otros. Siempre era doloroso pensar en ello. Pero Xihn estaba completamente a otro nivel, y alguien tenía que detenerle. Héroes o no, más valía que fuéramos nosotros.

Oí que Alanna contenía el aliento, y me fijé en que el Caos ya cubría las paredes y el suelo. Pero algo había cambiado. Latía como un enorme corazón. Y, tras las puertas cerradas, supe que aguardaba su origen.

Nadie se atrevió a decir nada.

Las puertas se abrieron. El infierno esperaba.

Imagen


V-vale. Vale. Calma. Vamos allá...

Oí mi propia voz, trémula por debajo de los gruñidos de Xihn. En un parpadeo, Nithael y la armadura entrechocaron espadas. Demasiado rápido. Había Caos por todas partes, y la magia era tan...

¡No dejéis que os toque u os contagiará! —gritó Nithael mientras alzaba el vuelo. Xihn le seguía atento con la mirada—. ¡Zel! ¡Ayúdalas! ¡Celeste, mantente en la puerta y no dejes que…!

Justo empezaba a girarme cuando el siguiente ataque de Xihn liberó un gas tóxico aterrador que consumía todo lo que tocaba. Y se dirigía a la puerta. Hacia fuera.

«Piensa. ¿Cómo demonios se detiene eso?»

Pero la llegada de dos figuras me distrajo por un momento. El alivio me sacudió con tanta fuerza que dejé escapar un sollozo:

¡Saeko! Y... ¿Hola?

El aspecto de la desconocida me sonaba, pero no sabía de qué ni de dónde. Tanto daba. Era otro Corazón aliado.

Saeko y la mujer intercambiaron un par de frases, de las cuales lo único que comprendí era que iban a fusionarse. Asentí, conforme, ya que parecía que la mujer se interesaba en mí.

No hay tiempo —las apremié, intentando disipar el gas mediante una Ráfaga. En cuanto se fusionaran, les diría:—. Saeko, ¿puedes curarnos a todos y proteger a Nithael? Creo que podríamos... derribar la torre sobre Xihn.

Me mordí el labio. Hasta ahora, destrozar edificios nos había salido bastante bien.

Zel y ¿señora? —pregunté, titubeante—. ¿Se os ocurre la manera? Yo me ocuparé de Alanna entre tanto.

Antes de nada, utilicé Fuego enlazado sobre Nithael y sobre Alanna para otorgarles el mínimo de protección que podía ofrecerles. Luego, con Fuerza viva trataría de frenar a Xihn en la medida de lo posible para facilitar a Alanna y a Gabriel que le extrajeran los corazones.

Era poco, lo sabía, pero confiaba en que lo de la torre pudiera funcionar. Sabía que Alanna podía teletransportarse y, en el peor de los casos, podía utilizar su magia para escapar, pero estaría atenta por si tenía que usar Gran alcance y poner en un lugar más seguro a ella o a Nithael.

Spoiler: Mostrar
Ráfaga (HM) [Nivel 3] [Requiere Poder Mágico: 4] Ataque básico de elemento Viento. Pequeño ciclón de viento que brota de la palma del personaje, con pocas probabilidades de derribar al enemigo al suelo.

Fuego enlazado (HM) [Nivel 14] [Requiere Afinidad a Fuego; Poder mágico: 15]. Rodea a un objetivo de llamas que abarcan un diámetro de dos metros respecto al afectado. Los enemigos (y aliados) que entren en contacto con el fuego sufrirán daño, sin posibilidad de estados alterados. Dura dos turnos. (x2)

Fuerza viva (HM) [Nivel 18] [Requiere Afinidad a Rayo; Poder mágico: 24] [Personalizada]. Detiene la energía cinética de un enemigo durante un turno, dejándolo inmóvil e incapaz de usar habilidades que requieran movimiento. Contra enemigos de mayor nivel que el usuario, el efecto desaparecerá al efectuar una habilidad superior a Fuerza viva.

Gran alcance (HC) [Nivel 9] [Requiere Afinidad a Espacio; Elasticidad: 15; Habilidad Doble salto]. Transporta al usuario a una localización que tenga a la vista. No puede atravesar paredes ni ningún tipo de materia orgánica. Combinado con Doble salto puede escalar muros y trepar a sitios altos. (x2 si es necesario)

+2 éteres
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

[Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad - Ronda #9

Notapor Denna » Lun Jul 02, 2018 1:27 am

Grupo de Ronin y Ryota


Ragun terminó de transformarse y trató de atrapar a Felipe con unos tentáculos. Ronin se dio cuenta un segundo demasiado tarde. Con una llamarada, calcinó por completo una de las extensiones e impidió que lo atrapara, pero la otra se enredó en una pierna del Príncipe y tiró de él para atraerle, derribándolo al suelo.

El resultado podría haber sido catastrófico si Felipe no hubiese frenado la caída con su escudo, librándose de buena parte del Caos que ya empapaba el suelo. Con un quejido, empleó la Espada de la Verdad para cortar el otro tentáculo, y el poder del objeto mandó descargas de dolor a Ragun.

Eso no le impidió invocar los Sincorazón, pero pronto notó que estos no terminaban de obedecerle como deberían. Eve, más o menos a salvo desde la altura, estaba intentando arrebatarle el control de las criaturas. Tenía el rostro contraído por el esfuerzo, y es que el poder que Aaron le había concedido a Ragun era enorme, pero el niño todavía era capaz de contrarrestarlo un poco, si bien no podía hacer lo mismo con el propio Ragun. A sus ojos, Eve tenía un pequeño corazón de pura Oscuridad, algo que ni le incitaba a plantearse si podía devorarlo.

¡Ryota, Nanashi! ¡Ocupaos vosotros del Caos!

Glider por delante, Ronin interceptó el salto de Ragun antes de que alcanzara a Felipe. El joven Maestro salió despedido contra una pared, provocando que el edificio entero volviera a temblar, pero pudo volver a levantarse sin problemas. Notaría —o quizás no— que no sentía tanto daño como cabía esperar... aunque eso no quitara que las heridas estaban ahí. Tanto daba. El corazón lo atraía, y la necesidad de cazarlo también.

Ronin le hizo un gesto a Felipe para que ayudara a Nanasi y a Ryota. Eve se había hecho momentáneamente con los Grandullones y los mandaba contra Karel a modo de carnaza. La pelea era sólo suya.

¡Vamos, Ragun, joder! ¡Reacciona de una vez! ¡No dejes que Aaron te haga esto!

O eso parecía, al principio. Ronin atacaba desde el aire con magia de fuego y de luz, sobre todo, y se defendía de Ragun casi sin problema. Se mantenían alejados de Eve y de Xefil, y también de Karel, de tal manera que no podía perjudicar a sus aliados. Había cierto patrón en los ataques de Ragun, que siempre perseguía la luz y los corazones, y Ronin sabía aprovecharse de ello.

Hasta que el patrón se deshizo.

Hasta que Ragun se abalanzó contra Xefil.

Fue un movimiento caótico, desesperado, y Ronin ni siquiera pudo reaccionar. Xefil tampoco. La bestia le despedazó la garganta en cuestión de segundos, el tiempo que el Maestro tardó en apartarle.

Ante la escena, Eve chilló, horrorizado. La sangre de Xefil empezó a mezclarse con el Caos.

¡NANASHI!

*


Tan cerca.

Apenas quedaba un rayo de luz para Ragun. En sólo un instante, la Oscuridad se había extendido hasta el punto de que su propia consciencia se veía absorbida por ella.

Pronto desaparecería.

Voces distorsionadas llovían sobre él. Parecía que no tenían ningún sentido pero, si se concentraba, sí que podía llegar a reconocer algo:

...Otra opción... Ya no es... Acabar con él... Xefil... Muere...

...Me niego... Luz... Siempre podemos...

¡No hay tiempo...!

...Ronin... Imposible... Caos... Milagro...

Si sólo pudiera hacerse con esa luz... tan débil, tan mortecina que brillaba delante de él... No le iba a costar hacerse con ella. Sólo tenía que tomarla. Era preferible a dejar que se extinguiera sin más.

¿Verdad?

Spoiler: Mostrar
Xefil está al borde de la muerte, pero puede oír las mismas frases que Ragun. Como tener un pie en el otro barrio hace que rolear sea un poco difícil, tiene dos opciones: a) que por razones de historia personal Xefil pueda utilizar a la Bruja para sobrevivir a la herida o b) dejar la situación en nuestras manos. Xefil sobrevivirá y se curará (a menos que quieras que muera, claro(?)), pero habrá ciertas... consecuencias. ¡Tú decides!

Por supuesto, hay que tener en cuenta la decisión que puede tomar Ragun en este post. No hace falta especificar mucho para saber qué es lo que puede ocurrir.



Spoiler: Mostrar
Ragun:
VIT: ????/????
PH: ???/???


Xefil:
VIT: 1/40
PH: 56/56



* * *


Malik


Horrible, ¿no es así?

La figura de Aaron se materializó delante de él. En la oscuridad, él era lo único que tenía una forma o un sentido, o incluso una luz, por irónico que eso pudiera resultar. Apareció de la nada con el aspecto joven con el que se había mostrado como fantasma.

Este ha sido mi destino durante más tiempo del que quiero recordar. Por eso puedo mantener una forma aquí, así. Podría decir que no se lo deseo a nadie, pero mentiría, y de una forma muy descarada, además... Pero es verdad que la muerte parece una alternativa preferible.

Aaron se encogió de hombros.

No me caes mal, Malik, para ser un Caballero y eso. La cabeza un poco en las nubes por pensar que fusionarte conmigo iba a salir bien para vosotros, pero bueno, no llegas al nivel de Ronin. Por eso quiero que sepas que, cuando todo esto termine, te liberaré para que puedas vivir con la encantadora Fátima y tus preciosos hijos —explicó—. Xihn derrotado, tú y tu familia a salvo... y lo único que tienes que hacer es prestarme tu cuerpo un poco más de tiempo. No me negarás que es un trato justo.

El cuerpo de Aaron empezó a desaparecer en las tinieblas de nuevo. Dejándolo solo.

Seamos sinceros, ¿es que tienes algo mejor que ofrecerme?

Malik podía estar convencido de que, si no hablaba en ese momento, Aaron volvería a esfumarse, y quién sabía si pronto volvería a tener la oportunidad de hablar con él.


* * *


Grupo de Nithael


Llegó corriendo una Celeste sin aliento, tras la cual venía un ceñudo Zel al que no le había hecho nada de gracia que lo apartaran de la batalla. Friederike inclinó la cabeza en su dirección a modo de reconocimiento. Su mirada se detuvo un momento de más en Zel, que se cruzó de brazos. Luego la reina escuchó a Saeko en silencio y pareció algo sorprendida cuando dejó que la decisión fuera suya. Tras unos instantes, la reina esbozó un asomo de sonrisa.

Me alegra haberme equivocado contigo, Saeko. Será un honor pelear contigo, venzamos o perdamos.

La reina le tendió una mano, como si fueran iguales, y en cuanto se la estrechó, se convirtió en luz y entró en Saeko.

La invasión fue incómoda, pero no dolorosa. Lo más desconcertante fue notar su presencia dentro, casi como si pudiera verla abriendo los ojos en su interior, sincronizándolos con los suyos para echar un vistazo en derredor. En cuanto Friederike se hubo acostumbrado, le devolvió el control a Saeko y empezó a susurrar en su oído:

«Voy a darte mi magia. Solo tienes que pensar en usarla y yo te la daré. Los hechizos curativos son sencillos, déjame enseñarte unos pocos.»

No hay tiempo —apremió Celeste, despistándolas, a la vez que trataba de contener el Caos y la Oscuridad mediante un hechizo simple de viento—. . Saeko, ¿puedes curarnos a todos y proteger a Nithael? Creo que podríamos... derribar la torre sobre Xihn.

«Ninguno necesita una cura urgente ahora mismo, como mucho el ángel. Mas antes deberías contemplar otras posibilidades más urgentes, Saeko. Esa idea de derribar la torre es posible. Podríamos quedarnos fuera, encontrar los puntos donde el Caos está debilitando la estructura y atacar con mis enredaderas. Eso te costará tu energía corriente, Saeko, posiblemente la mitad o aun más. Es una torre inmensa y es arriesgado. Pero es una posibilidad que podría ralentizar a Xihn. Dile a tu amiga que deben advertir al ángel o morirá con Xihn. Debéis sincronizaros bien y a su señal, actuaremos.»

En cuanto Saeko transmitiera estas ideas, Zel diría:

Entonces entraré a proteger a Alanna y la espabilaré cuando sea necesario. No tengo poderes suficiente desarrollados para nada más y no traeré Sincorazón a este lugar para que Xihn pueda usarlos, aunque esté… Como está.

Spoiler: Mostrar
Friederike aumenta (y solo en magia de Curación) las estadísticas mágicas de Saeko a 70. La magia curativa te funcionará por separado, lo cual implica un doble gasto de éteres. Si quieres regenerar magia normal, no se te recuperará la curativa. ¡No podía ser todo bonito!

Los elementos curativos que tenga Saeko, desde pociones a Curas simples, incrementan su efecto en 5 puntos. Además, Saeko aprende:

Cura +++, nivel 30 (recupera 50 VIT)
Regeneración, nivel 32 (recupera 30 + 5 VIT por cada turno. Dura 3 rondas).
Limitador, nivel 25 (reduce a la mitad los daños de un personaje durante 2 rondas en un personaje. Solo se puede usar una vez cada turno).


Nithael amagó como pudo para esquivar a Xihn, pero era muy difícil cuando el Caos trepaba por las paredes, el techo y empezaba a gotear desde lo alto. El ángel siseó cuando un pequeño cúmulo le cayó sobre un ala, pero no tenía mucho tiempo para detenerse a pensar qué hacer.

Por su parte, Alanna se concentró en comenzar su tarea. Sus manos apuntaron la Llave Espada de Gabriel hacia Xihn, pero era difícil seguirlo, así que al final simplemente el arma quedó hacia el frente.

Mientras se decía que solo tenía que extraer corazones, a la joven no dejaría de pasársele la cabeza la respuesta que le dio Gabriel a su pregunta:

«Nunca hemos sabido cuántos éramos. Xihn devoró muchos Corazones a lo largo de su existencia. Solo puedo decirte… que son demasiados.»

Sus sentidos se aguzaron y los vio dentro de Xihn. No separados, ni definidos, sino entremezclados en un terrible y burbujeante mejunje de luces sucias. Solo verlo le produjo ganas de vomitar. No era de extrañar que los Corazones perdieran conciencia de sí mismo, aplastados, derretidos, fusionados a la fuerza hasta que las mentes se rozaban o perdían la una en la otra.

Iba a llevarle un esfuerzo inmenso encontrar una forma de liberarlos.

Zel, a su vez, se había puesto a su lado con una expresión de firmeza —Alanna casi no se fijaría en él, concentrada como estaba— y extendía las manos para hacer retroceder la Oscuridad, creando una especie de laguna vacía en medio de un mar más y más oscuro y sucio.

No muy lejos, la Ráfaga de Celeste rechazó por unos momentos el Caos y la Oscuridad que empezaban a manar por la entrada, cortándoles la entrada y la retirada. De modo que si quería reunirse con ellos, tendría que usar el glider o comunicarse a gritos.

A menos que no tuviera miedo a verse afectada, por supuesto.

Zel, encogido sobre sí mismo, vio con una mueca de horror cómo Xihn lograba acertar con su enorme espada a Nithael en una pierna. El ángel gritó y disparó cuatro rayos de luz. Allá donde tocaron el Caos y la Oscuridad, abrieron caminos que empezaron a cerrarse con rapidez. En el caso de las paredes, abrió grietas y llovieron más cascotes.

Fue entonces cuando llegó, desde una puerta lateral, Lyn.

La Maestra saltó directa contra Xihn, ignorando el Caos y la Oscuridad y le acertó en pleno costado con su Llave Espada. El impulso del placaje fue tan brutal que ambos se precipitaron contra uno de los muros de la torre y luego cayeron, arañándose con desesperación el uno al otro. Por suerte para Lyn, Xihn cayó bajo ella y suavizó el impacto.

Lyn se incorporó rugiendo de dolor. El aullido fue brutal, profundo, y reverberó en el pecho de todos. Sus ropas se rompieron cuando su cuerpo empezó a deformarse con rapidez. Sus dedos se alargaron, las garras arañaron la armadura de Xihn y abrieron grietas en ella —además de las que ya había provocado la caída— y su rostro se llenó de pelo a la vez que sus dientes se convertían en protuberantes colmillos.

Entonces Xihn la golpeó con el canto de su espada y la envió al otro extremo de la torre. En lo alto, Nithael maldijo a la vez que se mantenía más o menos a flote y unía sus manos en lo que parecía una plegaria. Su cuerpo entero se iluminó en un aura que fue creciendo con lentitud a modo de esfera.

El Caos que entraba en contacto con la misma empezaba a sisear, echar humo y se desvanecía.

Nithael pretendía purificar la habitación.

En ese momento, Xihn estalló en llamas. La criatura soltó un grito inhumano, se sacudió y aun así trató de atacar a Nithael. El siguiente ataque de Celeste apenas logró detener sus movimientos por unos segundos, pero fue suficiente para que Zel cogiera impulso y lanzara una bola de oscuridad contra Xihn. El impacto acertó en la cabeza y el monstruo se precipitó desde las alturas sin haber tocado al ángel.

Kairi llegó en ese momento para ver cómo Lyn, todavía retorciéndose de dolor, se incorporaba y buscaba a Xihn con ojos inyectados en sangre. Todo su cuerpo despedía Caos y solo había que ver su comportamiento para darse cuenta de que no era ella misma. No solo eso sino que su Llave Espada había desaparecido.

Entonces, Xihn se trastabilló y se dobló un poco por la mitad. Un profundo gruñido surgió de las profunidades que se adivinaban bajo su casco. Aun así, tal y como había predicho Gabriel, no pareció molestarse en ella. Su objetivo…

Solo está interesado en Nithael. Si lo perdemos, nadie más podrá purificar el Caos y estaremos perdidos.—Malik sobresaltó a Saeko y a Celeste. Se había acercado sin hacer ruido, con su Llave Espada al hombro y una severa expresión de preocupación. Miró hacia Alanna e inquirió, desconcertado—: ¿Qué está haciendo? ¿Por qué la habéis dejado sola dentro de la torre?

Mientras le daban una respuesta, Malik frunció el ceño y se tocó la sien a la vez que aspiraba entre dientes. No parecía herido, pero estaba claro que le dolía.

Karel ha detenido al resto más atrás—informó—. Ronin y Ryota deben estar en camino. Xefil y Ragun venían conmigo, pero decidimos separarnos (tonta decisión) porque había varias rutas posibles y pensamos que al menos uno debería llegar. Así que no os preocupéis, llegarán los refuerzos.—Malik respiró hondo—. Entraré y trataré de distraer a Xihn. Alguien tiene que ocuparse de la Maestra Lyn por mí. No quiero… hacerle daño.

Malik se preparó para adentrarse en la torre. Sería buena idea informarle de lo que pretendían hacer, no fuera a caérsele la torre encima.

En el último segundo, mientras se internaba en la oscuridad, quizá hubo un destello dorado en su rostro.

*



¡Señor perro! ¡Chihiro ha desaparecido!—informó Ruz, tirando de la manga de Hiro.

Tenía razón. Parecía que se hubiera esfumado. Quizá era porque ninguno le había dado una respuesta. O puede que hubiera muerto. Era difícil saberlo.

El niño parecía muy asustado —no era de extrañar, con todos esos rugidos, explosiones y temblores—, pero miró a Hiro con resolución y dijo:

¡Puedo protegerme solo! Pero como sé que le has dicho a Lyn que me protegerías, ¿por qué no vienes conmigo y nos asomamos?

Ruz no esperó a que Hiro contestara y fue por el mismo camino que habían seguido las otras dos mujeres antes. Daba a una parte inferior de la torre, aunque no era el primer piso. Quizá verían a Kairi antes de que se pusiera a atacar (a menos que decidiera saltar al piso de abajo), pero en cualquier caso cuando Ruz se asomó a la barandilla, vio con horror lo que le había sucedido a Lyn.

¡Oh, no! ¡Está en peligro, señor perro, tenemos que hacer algo! ¡Lyn siempre cuida de nosotros, esta es nuestra oportunidad de devolverle el favor! ¡Y así ella podrá ayudar a Nith mejor que nadie!

Esta vez sí que esperó a ver qué le decía Hiro, y es que saltaba a la vista que no tenía muchas ganas de entrar. Pero estaba decidido. Sólo necesitaba algo de coraje… o quizás de sentido común. ¿Que elegiría Hiro?

Spoiler: Mostrar
Saeko:
VIT: 80/84
PH: 54/58 (70 poder curativo)


Alanna:
VIT: 60/60
PH: 16/38


Celeste:
VIT: 26/26
PH: 48/58
Te quedas sin éteres



Kairi:
VIT: 24/40
PH: 9/52



Hiro:
VIT: 20/28
PH: 7/54


Malik:
VIT: ????/138
PH: ????/58



* * *



Grupo de Saito y Dos


Al final, tras dar muchas vueltas, Harun dejó que ambos jinetes volvieran a montar sobre él muy a regañadientes. Ya no era solo Dos, sino también Saito quien le estaba haciendo daño y cuando se elevó en el aire no podía dejar de gimotear. Hasta pareció lanzarles una mirada impaciente cuando no terminaban de ponerse de acuerdo en darle órdenes y alzó las orejas al escuchar el nombre de su dueña mientras los bigotes no dejaban de retorcerse.


A medida que se acercaban al castillo, las voces que Saito escuchaba empezaron a volverse algo más claras… O, más bien, más agresivas. Como si hubiera estado oyendo música y alguien hubiera subido el volumen de golpe.

¡Está así porque nos buscaba! No pienso quedarme atrás en la bata…¡No! ¡Demasiado Caos! ¡No voy a poder controlarlo, tenemos que…!¡Ah…! ¡M-mi cuerpo!…¡detenerlo o matará al príncipe! ¡XEFIL! No fallaré. Esta vez no. Esto va a termin- Hacer caer la torre… es una buena idea¡NithCUIDADO!Un nuevo cuerpo, antes de queVamos, vamos, ¡trae a la prin-!Harías mejor en dejar de resistirte, Malik, o será peor¡Nana, ¿qué pretendes?!

Fue doloroso. No mucho, pero sí ensordecedor y si Dos le dirigía la palabra le resultaba difícil escucharla. Pero todavía no era algo terrible. Pronto, sin embargo, lo sería. No le cabía duda.

Lo único bueno que trajo aquello era que, más o menos, era capaz de localizar las voces. O los cúmulos de voces, mejor dicho, por mucho que algunas señales se interrumpieran o bloquearan entre sí.

Entonces fue cuando escucharon los rugidos que venían, claramente, de la torre. No solo eso sino que pudieron ver pequeños jirones de Caos y Oscuridad escapando por los bordes de la misma, como si fuera una olla a presión.

Entonces, por las ventanas superiores de la torre escapó luz a raudales que los cegó durante unos segundos. Luego se desvaneció y volvieron los gritos y las explosiones.

Podían intentar entrar por ahí, si lo deseaban, o decidir adentrarse por la parte inferior del castillo, rompiendo alguna ventana y recorriendo el camino interno hacia la torre.

Xihn, sin duda. No había nada que pudiera despedir tanto Caos excepto él. Lo único que quedaba por decidir era por dónde entrar y, probablemente, decidir si intentarían atacar primero o reunirse con sus compañeros.


Spoiler: Mostrar
Dos: 30%

Saito: 15%.

Harun: 37%


Spoiler: Mostrar
Saito:
VIT:95/120
PH: 25/60


Dos:
VIT: 23/40
PH: 5/38


Harun
VIT: 4/10
PH: 12/14


Fátima


Andrei se tomó un segundo antes de soltar a Fátima. Mantuvo la mano en alto, con los ojos entrecerrados y expectante, pero nada ocurrió. El resultado pareció aliviarle, aunque fuese un poco. Aunque fuese un momento.

Fátima se encontró con que podía respirar con normalidad casi de inmediato, pero pronto se dio cuenta de que algo no estaba bien. Andrei le había pasado buena parte de su Caos. Su forma física desaparecía y aparecía, inestable, por momentos. Como un fantasma. Como una esencia. Notaría que su cuerpo luchaba por mantenerse estable, pero resultaba agotador que no desapareciera cada pocos segundos.

Tenía que hacerlo —espetó Andrei, observándola. Antes, Fátima habría podido ver cómo miraba de reojo a su alrededor, seguramente buscando una forma de escapar, pero Thor no le perdía de vista y no debía querer arriesgarse—. Xihn ya ha perdido el control. Del todo. Ahora ya no queda otra opción que acabar con él antes de que acabe con todos. Lo que significa que... tenemos los mismos intereses.

Arrugó la nariz.

No me interesa vuestra lucha. Lo que pase me importa muy poco, pero... tengo mis motivos para volver a ese castillo. Déjame ir —ordenó—. Cuando tu hija llegue con la Princesa, ella podrá curar tu estado. He visto de lo que son capaces. Y entonces...

El viento se levantó a su alrededor. Cephiro volvía a toda velocidad. Utilizaba su magia para impulsar a una despeinada Bella, quien, nada más distinguir a Andrei, endureció su expresión.

¿Qué ha ocurrido, Fátima? ¿Y qué hace ese aquí?

Ayudar, si me lo permitís —replicó él—. Aunque cueste de creer, ahora... No importa. Deberías curarla, el Caos va a hacer que desaparezca en cualquier momento y...

Tarde. Bella soltó un grito ahogado cuando Fátima empezó a deshacerse en luz, pero logró mantener la cabeza fría lo suficiente como para empezar a canalizar una cálida magia dorada. Durante unos minutos, el más absoluto silencio.

Pero fue en vano.

La Princesa reprimió un sollozo cuando la luz desapareció, revelando a una Fátima fantasmal y etérea. El dolor desapareció, pero también la fuerza y la magia. Era como flotar, ser uno con el aire. Liberador.

¿Por qué la miraban Bella y sus hijas tan preocupadas? ¿Acaso no podían notar lo bien que se sentía? No poder hacer magia era un problema, pero seguro que si le pedía a Bella que ejerciera de catalizador podía volver a utilizar perfectamente...

¡Fátima! ¿Ha sido él quien te ha hecho eso? —exigió saber Bella, apuntando a Andrei con su Llave Espada. No la perdía de vista—. Las demás Princesas están de camino. Iremos al castillo a por Xihn, todas juntas. Dilo, y no tendrá escapatoria alguna.

Andrei se negó a hablar, aún ya estando rodeado. Buscó la mirada de Fátima y no la apartó.

Suya era la decisión.


[spoiler]
Fátima:
VIT: 32/32
PH: ????/????



* * *


Fecha límite: viernes 29 de junio


Faltas:
Helco: II
Zero: I (justificada)
Tanis: I (justificada)
Denna: I
Zero: I
Imagen

Imagen
Avatar de Usuario
Denna
29. Dragón
29. Dragón
The Unknowns
 
Mensajes: 852
Registrado: Lun Mar 09, 2015 11:26 pm
Dinero: 522,716.96
Banco: 15,528.00
Ubicación: Invernalia.
Sexo: Femenino
Estantería de objetos
Karma: 2

AnteriorSiguiente

Volver a Otros temas

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado

cron