[Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

The End is near...

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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor H.S Sora » Vie May 25, 2018 11:28 pm

Más nos vale ganar, ¿eh?

Mire al Caballero con cierta desconfianza, pero ante el abrazo no pude evitar hacer otra cosa que sorprenderme. Lo de tocarme el pelo era otra cosa muy distinta, pero pareció captarlo al retroceder casi de inmediato.

Escucha, sé que no empezamos precisamente con el pie derecho... pero te has ganado todo mi respeto y mi admiración. Así que, no mueras, ¿de acuerdo?

Bufé y compuse una sonrisa cansada.

No tengo pensado hacerlo. Y espero que tu tampoco, Xefil. Ten cuidado.

No supe decir por qué, pero me fijé entonces en nuestro acompañante. En un primer momento no había reparado en él, quizá por los nervios. Pero ahí estaba, al lado de la Maestra Nanashi. Juraría que era la primera vez que tenía a uno de los niños tan cerca, y no pude evitar fijarme en sus rasgos y en la sensación que me transmitía tanto él como el resto de sus hermanos.

Paz.

¿Era por qué se trataba de nuestra esperanza, o se debía a su naturaleza? El cabello, tan claro que parecía nieve, jugaba al contraste con el resto de sus oscuras facciones. Eché un vistazo hacia el resto de grupos, ya completos, para contemplar a sus hermanos.

Tan iguales, pero a la vez tan distintos.

No os alejéis de mí a menos que os ordene lo contrario. Eve nos protegerá de los Sincorazón y nos ocultará a sus ojos. Si nos encontramos con un enemigo, me escucharéis.—Aguantarle la mirada a la Maestra Nanashi era más que complicado. Lo intenté y asentí con la cabeza, volviendo a tocar de pies a la realidad—. Ambos tenéis cierta historia con Xihn, Karel y Andrei pero, tanto si damos con ellos como si no, esto no va de vosotros. Los mundos dependen de nuestros actos. Habéis decidido venir conmigo, de modo que si os digo que sigáis lo haréis. Espero que haya quedado claro.

Entendido.

Sí, Maestra.

Cuatro Portales, uno por cada grupo. Cogí aire sin saber lo que esperarme en ese momento. Conocía la experiencia de aquellos que ya habían estado en el Reino de la Oscuridad pero… ¿Sería igual?

Fuera como fuere tenía que salir bien. Sin atreverme a quedarme atrás lo crucé, con los ojos cerrados, siguiendo al resto en el acto. Volveríamos.

Teníamos que hacerlo.

* * *


Una ciudad deformada. Aquella era la primera impresión que me había dado al poner un pie sobre ese lugar. La segunda fue una brutal acometida que, durante un segundo, quiso obligarme a dar media vuelta y volver a Tierra de Partida.

Al lugar en el que podíamos estar a salvo.

Cada paso que dábamos, la retahíla de sensaciones era más difusa y complicada de entender. ¿Se debía a la influencia del Caos? La Oscuridad parecía pegarse a mi piel, como si de una capa extra se tratara. Pero parecía una Oscuridad contaminada, una en la que no me sentía especialmente cómodo.

Puede que fuera porque sabía que estábamos expuestos a un peligro constante. Estábamos adentrándonos en la boca del lobo, y el recibimiento inicial no fue para menos. Las Princesas tuvieron que intervenir en el acto, repeliendo la primera oleada que venía a por nosotros.

¡Nosotras nos ocuparemos! ¡Adelante, no hay tiempo que perder!

Y fue el momento en que cada uno tomó caminos distintos, sin mirar atrás. Había llegado el momento de actuar.

* * *


Si bien la ciudad era una amalgama de formas deconstruidas, en general tenían un punto en común: todas parecían doblarse en dirección al único sitio que no parecía afectado por el caos, un enorme castillo. El que debía ser el hogar de Xihn.

Descendiendo por el tejado de lo que antes podía haber sido una preciosa catedral, costaba imaginarse el aspecto que antaño habría tenido la ciudad. Lo único que oía era mi respiración, acelerándose con cada sonido externo que escuchaba.

Nunca había estado tan cerca. Este sitio era… donde vivía mi gente, ¿no? ¿Cómo entramos si no es por la puerta principal?

Me mantuve en silencio. Para él y sus hermanos tenía que ser más duro que todo eso. Ver su hogar, convertido ahora en la fortaleza de ese monstruo. Y también saber que eran los únicos no corruptos que quedaban de lo que debía haber sido un Reino hermoso.

El vestigio que había quedado del Reino de la Oscuridad se habría redefinido por la presencia del Caos. La vegetación no parecía tener cabida para lo que se había convertido, y la única que crecía parecía tan contaminada como el resto del lugar. A excepción de…

«¿Flores?»

Eran brotes que pasaban inadvertidos, pero ahí estaban.

Mirad esa torre que se inclina hacia el castillo. Podremos entrar por uno de los tejados.

La presencia de Eve hacia algo más que repeler a los Sincorazón y ocultarnos a plena vista de ellos. Me resultaba difícil de explicar, incluso podía tratarse de imaginaciones mías, pero lo dudaba bastante. Era demasiado real. Toda esa sensación que se hundía en mi piel parecía aliviarse poco a poco. Como si la Oscuridad, o lo que fuera que surgía de él, fuera purificador.

Eso ayudaba a que el camino fuera considerablemente más llevadero. No había pérdida alguna hasta el castillo, pero eso no impedía que la travesía resultara de lo más estrafalaria en cuanto a recorrido. Antes de que hubiera podido darme cuenta, teníamos la torre frente a nosotros.

Si trepábamos por la enredadera, lograríamos llegar hasta nuestro objetivo. Me mojé los labios y me preparé para ello. Supiera Xihn o no que íbamos a venir, era difícil que se esperase la sorpresa que le íbamos a brindar con aquel ataque a tres bandas.

Y entonces pasó. Algo fugaz y breve, pero lo había visto. Un movimiento en una de las cristaleras cercanas. ¿Había distinguido el color blanco? No estaba demasiado seguro, pero me detuve en el acto. Extrañado, miré a mi alrededor.

Vamos. No podemos perder tiempo.

Vamos a buen ritmo. —añadió Saeko con convicción. Estaba perplejo. ¿Nadie lo había visto?—. Y parece que todo está saliendo bien.

Había dos posibilidades en aquel momento: que no hubiera sido nada, o que de verdad hubiera algo acechándonos ahí arriba. Si avisaba y me había equivocado, nos podríamos retrasar más de la cuenta en nuestra misión.

¿Pero y si se nos habían adelantado? Traté de mantener los nervios a raya y hablé antes de que la Maestra, Eve o Saeko empezaran a subir:

Esperad. He visto algo raro en la cristalera de ahí arriba... —En lugar de señalar de forma descarada, hice un ligero gesto con la barbilla en la dirección que lo había visto. Mientras, me acerqué a la enredadera para simular que iba a subir como todos—. Podría no ser nada, o podrían estar esperándonos ya.

»¿No notas nada extraño ahí arriba? —Me dirigí a Eve lo mejor que pude.

Si ni él ni Nanashi notaban que hubiera algún tipo de trampa o algo fuera de lo normal, no rechistaría y subiría con ellos tal y como se había planeado. Eso sí, no le quitaría el ojo de encima a la cristalera y estaría atento a cualquier otro movimiento sospechoso que se diera.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
H.S Sora
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Denna » Sab May 26, 2018 12:31 am

Entonces te vendrá bien alguien que te cubra las espaldas, ¿no?

Sonreí a Alanna de vuelta mientras le apretaba la mano.

Creo que me vendrá genial, sí. Hacemos un buen equipo.

Será un placer para mí que me acompañes, Celeste —dijo Nithael, y no pude evitar ampliar mi sonrisa—. Confío en ti para que me protejas.

Me balanceé sobre mis talones, demasiado nerviosa como para poder entablar más conversación. Miré cómo se formaban los grupos, fijándome en cada gesto, cada palabra que pronunciaba la gente a la que tanto quería. La hora de separarnos se acercaba de forma inminente, y quería alargar aquel momento lo máximo posible.

Por eso no me di cuenta de cuando Saito se acercó a abrazarme. Le estrujé con fuerza y me permití cerrar los ojos un momento.

Gracias por todo. No sé que habría hecho sin ti todos estos años.

Lo mismo digo. Fuiste mi primer amigo aquí, y...

Fue decir esas palabras y darme cuenta de que no íbamos a cumplir juntos aquella última misión.

Quiero que le enseñemos a Alice y a Misifú un montón de mundos juntos. Volver a París contigo. Así que asegúrate de volver sana y salva.

Estaré aquí cuando vuelvas. Buena suerte a ti también —le deseé.

Correspondí al gesto de Xefil, que se había acercado a despedirse de Alanna. El último en unirse a nosotros fue Zel, que nos acompañaría. Le di las gracias por ayudarnos, contenta de que fuera él quien nos acompañara. Eve era... difícil de tratar, y no parecía terminar de acostumbrarse a Nithael. Ruz, en cambio, era como un niño pequeño. Aunque tuviera poder, tenía un miedo terrible a tener que protegerle.

Además, resultaba encantador cómo se relacionaba con Nithael.

* * *


Ojalá tener la naturalidad de Zel para moverse por el Reino de la Oscuridad. Él era el único que parecía cómodo de verdad, pero me mordí la lengua al ver a Nithael desplegar las alas. Si él no se quejaba —y no lo haría, estaba segura—, yo tampoco.

El grupo de Lyn tomó otro camino y, en silencio, le dije adiós a Fátima una vez más. Nosotros rodeamos el foso que precedía al castillo.

Un escalofrío me trepó por la espalda.

Este sitio me recuerda a Tierra de Partida —musité—. A una versión y en ruinas de Tierra de Partida.

Zel —dijo Nithael de pronto—. Ya sabes que si no quieres entrar al castillo, si no quieres… verle…

Tiene razón, cielo. No tienes por qué hacerlo.

Pero era inútil. Fuera lo que fuera que pasara por la cabecita de Zel, no lo compartió con nosotros. Reprimí un suspiro. Había que confiar en sus capacidades.

Miré el foso. Podríamos cruzarlo a pie casi sin problema, no parecía muy profundo, pero el agua era negra y burbujeaba como si... hubiera algo más.

Ahí hay unas cloacas. —Zel señaló unas rejas contra el muro, visibles a través del agua oscura—. Estoy seguro de que nos llevará al interior del castillo. Pero es cosa vuestra decidir si nos metemos en un sitio tan estrecho. Podemos intentar acercarnos a la muralla y treparla, Nithael nos puede llevar.

No podemos correr el riesgo de exponernos tan pronto —expuso Alanna casi de inmediato, y asentí, conforme—. Si Xihn nos descubre antes de que los demás grupos puedan hacer nada… Iré yo delante para asegurar el camino, si os parece bien a todos.

Sí, pero antes... ¿de verdad eso es agua? —La pregunta era general, pero imaginé que ni siquiera Zel podría responderme. En ese caso, tendría que asegurarme yo misma. No me hacía ninguna gracia sumergirme en aquella sustancia desconocida—. Dejad que lo compruebe antes, por favor. Es el castillo de Xihn, después de todo. Podría ser veneno o algo por el estilo.

Puede que me estuviera comportando como una paranoica, pero mejor prevenir. Bajé con todo el cuidado posible la primera y me metí en el foso.

Si era seguro, les haría señas a los demás para que bajaran y trataría de retirar las rejas para que Alanna pudiera adelantarse.

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Planeador (HC) [Nivel 4] [Requiere Elasticidad: 6]. Evita la caída planeando un tiempo determinado por el cielo.


No vaya a matarse la niña saltando al foso o algo(???)
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor LightHelco » Sab May 26, 2018 1:02 am

Dos se vio forzada a desplegar sus alas para poder seguir el ritmo de la Maestra Lyn. Mira que era rapida, pero la mujer bestia la superaba con creces, por lo que ir volando y haciendo uso de los propulsores la ayudaba a poder recortar distancias.

Señorita Kairi, puedo llevarla a usted o a su felis silvestris catus si ven que se quedan muy atrás —se ofreció la droide segundos antes de que Lyn la chistara por hablar, pero luego bien que su acompañante, Ruz, comentaba lo que ocurría a cada paso. ¡Discriminación robotil!

Siguieron un rato más protegidos por los poderes de la niña hasta que esta apuntó hacia un punto de las oscuras ruinas. Allí vieron a una conocida figura: Andrei. Dos recordó al instante las palabras y peticiones de tanto Joker como Alec hacia aquel villano, además de que aun había una partida de búsqueda y captura por él en la Federación debido a su huida de prisión.

Fátima se le adelantó, subiéndose al lomo de Harun y declarando que ella se encargaría del villano e inmediatamente le vinieron las palabras del Reaper a la cabeza de no dejar que una Fátima lidiara con Andrei.

¡Ah! ¡Espere Maestra Fátima! —saltó intentando seguirla.

Pero no pudo, cuando alguien la agarró del brazo, al girarse se encontró Hiro, que la miraba preocupado.

—No sé los motivos que te mueven a luchar contra él, y no puedo dejar sola a Caqui con Rulz y Lyn. Sé que no soy el más indicado para decir esto, pero, a veces, la venganza nos ciega más de la cuenta.

La voz del chico era nerviosa, Dos notó rapidamente su preocupación y miedo de que le pasara algo, además de no encontrar las palabras. Y para que se calmase, la droide simplemente mostró su mejor sonrisa.

¿Venganza? Es bastante divertido, ya que los droides en si no deberíamos sentir ese tipo de impulsos y actuar siempre bajo las leyes. No busco venganza, señor Hiro, simplemente estoy aquí para detener la amenaza que supone Andrei.

La cosa no terminó ahí, el portador le abrió la mano y colocó una figura de madera en ella. Dos la cogió y observó con curiosidad ¿un regalo? ¿Por qué?

—Es uno de los testigos de mi mayor fracaso y a la vez mi mayor hazaña, quiero que lo tengas hasta que nos volvamos a ver —le explicó junto a la petición de guardarlo.

Volvió a mirar la figurita y después a Hiro. Una almagama de sentimientos la golpearon en ese momento y al instante le abrazó.

Se lo prometo, señor Hiro ¡Pienso protegerla! No volveré a fallarle a nadie más, no más caras tristes y dolores en el pecho —se separó y volvió a sonreirle —. Soy un droide al servicio de la Orden y es mi deber no permitir que nadie de ella sufra como lo hizo el Maestro Light en su día.

>>Buena suerte, nos reuniremos pronto.

Y los dos se separaron entonces, Dos aleteó un par de veces para poder alcanzar a Fátima a tiempo. Seguramente llegara ya cuando se enfrentaba a Andrei, por lo que volvería al suelo y materializaría su Cadena del Reino y antes de que pudiera fijarse en ella, repasaría los archivos de voz con los que contaba para hacerse con los de Karel y gritar lo siguiente imitando su voz:

¡Andrei! ¡Los Portadores han dado con Sihn!

Rezaría por que la treta hubiera funcionado, ya que seguidamente se abalanzaría sobre él para darle con un buen Aturdidor en la cabeza.

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▪ Modulador de Voz (HM) [Nivel 3] (Requiere Afinidad a Electro, Cuerpo Robótico, Poder Mágico 5) Siempre y cuando el usuario cuente con un registro de la voz del objetivo y haya estado a menos de 5 metros de él, podrá alterar su voz e imitarla a la perfección, pudiendo así engañar a sistemas de seguridad o enemigos. El usuario esta obligado a mover la boca para realizar está habilidad, no puede practicar ventriloquia con ella.

▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

A ver, si, una habilidad de nivel 8, pero leñe, estoy al 19, si me pongo a tirar Hoja Piro+ todo el rato me quedo sin PHs en el primer turno xD
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tanis » Sab May 26, 2018 1:58 am

Malik tardó en atravesar el portal porque quería esperar a que Fátima atravesara el suyo. Esa podía ser su última misión y sentía que le quedaban muchas cosas por decir, más allá de las palabras de amor de siempre. Pero no quedaba tiempo, así que cruzó el portal en cuanto su esposa se hundió en el suyo propio.

***


Recordaba el hedor del Reino de la Oscuridad. Parecía que aquello había sucedido hacía toda una vida, pero los recuerdos eran vívidos y terribles. Sintió nauseas y se le cerró la boca del estómago mientras caminaba detrás de Ronin y Ryota. El lugar era una antigua ciudad, deformada y retorcida como una espeluznante pesadilla. No le gustó un pelo, y supo por las expresiones de sus compañeros que a ellos tampoco. No era para menos. Mentiría si dijera que no estaba asustado, porque iba a hacer de cebo como siempre le gustaba hacer. Solo que esta vez era la más peligrosa de todas. Se preguntó si Fátima habría llegado ya a su destino.

Parecía que andaban horas y horas y horas y el Caos, hambriento de Luz, trataba de acercarse a ellos reptando como hilos oscuros. Las princesas se pusieron en guardia y…

Brillaron como luminosos faros.

¡Nosotras nos ocuparemos! ¡Adelante, no hay tiempo que perder! —exclamó Ariel.

¡Conmigo, vamos! —exclamó Ronin entonces.

Malik corrió detrás de Felipe, intentando no perder el ritmo de los maestros superiores. El príncipe había desenvainado su espada, y aunque la suya no era mejor, desenvainó la Guardiana. La espada de las Hadas era pesada en su mano, pero l calentó y Malik se sintió mejor. Iba a necesitar esas fuerzas.

Oíd una cosa... Como sabréis, la raza de Ruz, Xihn y los demás tienen gran influencia sobre los sincorazón e incorpóreos. Cuando os encontramos en el Intersticio—Malik oyó a Ragun y le miró—. Me di cuenta de que si de verdad quieren siento que debo obedecerles... Es como una especie de "orden" que hay dentro de mí, un extraño instinto arraigado a mi raza. He intentado resistirlo y hago mi mayor esfuerzo pero si en algún momento empiezo a ceder ante Xihn porque me ordena ponerme en vuestra contra quiero que me matéis sin dudar. Yo haré todo lo posible por poner por delante mi lado humano y resistir, pero si no soy capaz ni se os ocurra tener piedad, porque seguramente yo tampoco la tendré.

Ragun —murmuró, sabiendo que estaba siendo pragmático.

Cada avance que hacían era más pesado, pero Felipe y su espada abrían el camino con facilidad para ellos. Malik decidió guardar la retaguardia y echó insistentes y paranoicas miradas hacia atrás. Pero el camino dejado no era lo peor.

El castillo sí.

No tengáis miedo, tenemos que atraer la atención de Xihn. Haced todo el ruido que queráis—dijo Ryota.

Ah, nunca pensé que te escucharía decir eso.

¡Cuidado!—exclamó el príncipe.

De repente apareció una cantidad ingente de neosombras y demonios y Malik no vaciló a pesar del miedo. Empuñó la espada, cerrando el grupo.

¡Si los llevamos a un lugar estrecho o a una pendiente podemos lanzar un ataque que destruya muchos a la vez! —Ragun gritó para hacerse oír—. ¡Avancemos un poco más! Si peleamos frente a las puertas del castillo podríamos destruir los sincorazón y la puerta a la vez y atraer a Xihn hacia fuera.

¡Tiene razón, hay que hacer cuello de botella! —gritó Malik a su vez.

Malik seguiría el plan de Ragun y se abriría paso a espadazos también en el grupo de neosombras. La espada le hacía sentir más seguro ante los sincorazon. Pero si nadie más lo apoyaba, lucharía contra los monstruos, utilizando la espada de la Guardiana y su ballest del brazo a distancia.
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[Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad - Ronda #4

Notapor Denna » Lun May 28, 2018 1:14 am

Grupo de Ronin y Ryota


¿En serio te acuerdas? —preguntó Ronin ante el comentario de Ragun, sorprendido—. Viniendo de ti, es todo un halago. A ver qué has aprendido en todos estos años, ¿eh?

Felipe, por su parte, forzó una sonrisa tensa cuando el joven Maestro se le acercó, y correspondió a su saludo con la cabeza.

Buena suerte, pues, Ragun.

Las formas de Ragun no habían sido las más adecuadas, pero el príncipe no se lo reprochó. Actitud que pareció cambiar cuando, ya en el Reino de la Oscuridad, aprovechó para contarles a todos acerca de lo peligroso que podría resultar para todos que él se acercara a Xihn. Ryota frunció el ceño.

¿No deberías haber pensado en eso antes de venir al frente? —le reprochó.

Si las cosas se tuercen, ten por seguro que intervendremos, Ragun —dijo Ronin antes de darle tiempo a replicar. Al igual que Ryota, no parecía nada contento, pero estaba dispuesto a darle el voto de confianza. Felipe los miró de reojo sin decir nada—. Tomaremos las medidas necesarias. La misión es lo primero.

Cuando los Sincorazón aparecieron, resultó que Ragun estaba en lo cierto. Las Neosombras no suponían un problema para ninguno de ellos. Láseres, rocas, espadazos. Daba igual cuántas vinieran a por ellos. Ronin y Ryota podían permitirse más magia, y literalmente destrozaban todo a su paso. Felipe no se quedaba atrás. El Príncipe desprendía una luz tan intensa que, si bien a ellos no les hería, desintegraba a los Sincorazón que entraban en contacto con él.

Era imposible que Xihn no se diera cuenta de lo que ocurría. Ni él ni cualquiera que se encontrara en el Reino de la Oscuridad.

Parecía que el plan había tenido éxito. Cuando las puertas empezaron a abrirse, las Neosombras huyeron despavoridas. Por un momento, calma. El silencio que precedía a la tormenta, a una tormenta que quizás podría poner fin a todo.

Lo que esperaba tras ellas no fue Xihn. Fue el principio de la tormenta.

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Ryota dio un paso al frente, pero no para ir a por el joven. Ni siquiera le miraba. Su mirada estaba puesta sólo en su compañero.

Ronin... Ronin, no lo hagas.

Pero Ronin no le escuchó.

¿Cómo? ¿Cómo puede estar ése aquí? ¡¿Por qué no está muerto y pudriéndose en el infierno?!

Le temblaban las manos. De miedo, de ira, no sabrían decirlo. Su voz era una mezcla de ambos.

Inquietante, ¿verdad? —preguntó Aaron con una sonrisa burlona—. ¿Qué se siente, Ronin? ¿Qué se siente al saber que habéis llegado tan lejos pero seguís sin entender nada?

Silencio. ¿Qué haces aquí?

Bueno, habéis —¿cómo lo diría?— llamado a la puerta. Fuerte, además. ¿Qué vais a hacer ahora, me pregunto?

»¿Vais a entrar, ir a por Xihn y dejar que os humille, os destroce, os aniquile, os mate a todos? ¿Pensáis de verdad que tenéis una mínima posibilidad? Sería el fin de la Orden. ¿Es eso lo que queréis?


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Ragun:
VIT: 200/200
PH: 85/92


Malik:
VIT: 138/138
PH: 58/58


Xefil:
VIT: 40/40
PH: 46/56


* * *



Grupo de Nithael



No podemos correr el riesgo de exponernos tan pronto —dijo Alanna. De acuerdo con ella, Celeste asintió con la cabeza—. Si Xihn nos descubre antes de que los demás grupos puedan hacer nada… Iré yo delante para asegurar el camino, si os parece bien a todos.

Sí, pero antes... ¿de verdad eso es agua? —Zel ladeó la cabeza pero terminó por encogerse de hombros—. Dejad que lo compruebe antes, por favor. Es el castillo de Xihn, después de todo. Podría ser veneno o algo por el estilo.

Ten cuidado—le pidió Nithael, con las alas medio desplegadas, preparado para arrojarse a ayudarla si la superficie resultaba ser dañina.

Celeste descendió al agua y comprobó que era simplemente agua negra y sucia. Muy caliente, eso sí. Cuanto más hundía las piernas, más fuerte era la corriente, pero por suerte no les llegaba más allá de la cintura a las chicas. Nithael arrugó la nariz y se quedó revoloteando con esfuerzo para no tener que entrar en contacto con la superficie. Zel bajó de un ágil salto. Era tan delgado que apenas sí salpicó, pero terminó por aferrarse a Celeste y a Alanna para que la fuerza del agua no lo arrastrara. Una vez dentro del túnel, se escurrió el pelo con una mueca de asco, pero sin dejar que una sola protesta escapara de sus labios.

Nithael tuvo problemas para entrar a la cloaca, porque sus alas eran demasiado anchas para que pudiera pasar de perfil entre las barras. Al final, con todo, logró chapotear al interior mientras mascullaba para sus adentros y dejaba a su paso un rastro de plumas negras hundiéndose en la negra agua. El olor era potente y pegajoso, pero al menos no hacía demasiado calor ni parecía que hubiera vida de ninguna clase por los alrededores. De momento. Quién sabía lo que podría provocar el Caos.

No—dijo Zel si alguien intentaba invocar algo de luz, porque la cloaca se perdía en una profunda negrura—. Yo os ayudaré a ver.

Y, acto seguido, pudieron ver en medio de la penumbra. Era como si existiera una luz de la que nunca habían sido conscientes y que dejaba el mundo sumido en colores fríos pero no muy agresivos. Zel marchó al frente, todavía protegiéndolos con su influencia, y pudieron ver cómo a su paso se retiraba una oscuridad mucho más densa y sucia.

Durante unos minutos avanzaron contra el agua sin problemas… Hasta que el camino se dividió en tres. Zel se acercó al del medio con el ceño fruncido y murmuró que, al cabo de un rato, parecía ascender.

Pero… ¿hay algo?—Se puso tenso—. ¡Algo se acerca!

¡Atrás!—Nithael tiró de Zel en cuanto vio que quería lanzarse a atacar e invocó su Llave Espada. Hizo un gesto a las chicas para que también se prepararan, pero no amagó para arrojarse contra la presencia que chapoteaba hacia ellos con lentitud.

¿Nith?

El ángel bajó la mano con la que había detenido a Zel con terrible lentitud. Siguió, con todo, enarbolando la Llave Espada. Se había puesto pálido. Balbució algo, pero ninguna entendió qué palabras eran.

El desconocido dio unos pasos y se mostró por completo. Era un muchacho joven, atractivo, con un aire melancólico, preocupado y frágil. Era corpóreo, pero una delicada aura azulada lo envolvía y despedía polvo de luz a su paso. Solo en sus pies se notaba cierta transparencia.

Un alma… O un fantasma.

¿Gabriel?—consiguió decir al final Nithael.

Zel dio un paso al frente, desconfiado, pero terminó por encogerse de hombros. No parecía un Sincorazón y tampoco una ilusión, así que prefirió quedarse a la espera

Nithael dio unos pasos vacilantes mientras Gabriel lo contemplaba en silencio. Al final tendió una mano y, para su sorpresa, pudo tocar la cara de su amigo. Hasta le recogió algunos cabellos tras una oreja.

¿Eres tú… de verdad?

Siempre me recogías así el pelo y me decías que me lo cortara, que un día me explotaría un hechizo en la cara si no veía bien. Y yo te decía que deberías dar ejemplo—respondió este con una sonrisa—. Siempre me arrepentiré de esa vez que te corté el pelo, Nith. No te quedaba bien y…

Nithael no permitió que terminara y lo atrapó en un abrazo. Gabriel se lo devolvió en silencio y no vieron su expresión porque Nithael era bastante más alto y sus hombros ocultaron al muchacho.

¿Qué haces aquí? —preguntó Nithael en cuanto recuperó la voz.

Gabriel se separó haciendo un esfuerzo. Se pasó una mano por la cara y sacudió la cabeza.

Xihn está perdiendo el control, por eso hemos podido escapar alguno Yo fui el primero, porque ya había tomado el control otra vez, y pude sacar a tres más. No sé cuánto aguantaremos en medio de este Caos y Oscuridad. Casi no me creo haber podido llegar hasta aquí. Pensaba salir a buscaros fuera del reino de la oscuridad pero… ¡No esperaba que ya estuvierais aquí! Hasta pensé por un momento que sería cosa del Caos o que nunca había logrado escapar de Xihn.

Zel soltó un sonido de incredulidad, no tanto porque no le creyera como por su aspecto. Lo repasó con la mirada y espetó:

Te estás deshilachando poco a poco. ¿Cómo pretendías escapar del reino de la oscuridad?

Gabriel se miró las manos y se darían cuenta de que parecían algo más transparentes que antes. El joven sonrió con tristeza.

Teníamos que intentarlo. Xihn… Xihn se está perdiendo a sí mismo. Se está consumiendo. Ha empezado a devorarnos para intentar mantener la cordura, cuando antes siempre nos guardaba para utilizar nuestras habilidades o recuerdos. Era intentarlo y morir o… morir sin hacer nada. ¿Eres uno de los niños? Los vi en sus recuerdos. Xihn siempre… Oh. No. Ahora ya no importa. Lo siento.

Zel meneó la cabeza con los labios apretados, pero le apartó la mirada a Gabriel. El joven estudió a Nithael y luego a Celeste y Alanna.

Estáis aquí para acabar con Xihn, ¿verdad? Pero ahora es demasiado fuerte para vosotros. Puedo… Puedo ofreceros mi poder. Llevará un tiempo inestimable y no sé cómo pretendéis organizaros pero… Si estáis dispuestas, lo siento Nithael, no creo que la Oscuridad te sintiera bien, estoy dispuesto a fusionarme con una de las dos y que podáis usar mi capacidad a placer.

¿A qué te refieres? ¿Qué poder?

Oscuridad. Liberación. Podríais… arrancarle más corazones a Xihn y debilitarlo. Porque aunque esté perdiendo el juicio, es tan fuerte que podría mataros de un suspiro, en especial ahora que no tiene cuerpo que reprima sus poderes.


Grupo de Nanashi


Nanashi empezó a trepar la primera, seguida de Saeko y luego de Eve y de Saito.

Vamos a buen ritmo. Y parece que todo está saliendo bien.

Eve ni se molestó en reprimir un bufido.

¿Siempre eres así de positiva o dices eso para tentar a la suerte? —preguntó, sarcástico.

Saito habló en ese momento. Entretenido como estaba en sus pensamientos, no se había dado cuenta de que Nanashi no esperaba a nadie, pero logró atraer la atención de todos.

Pero cuando Nanashi alzó la mirada, lo que fuera que Saito había visto ya no estaba. La mujer guardó silencio un momento.

¿Algo raro? —repitió, un tanto irritada por la ambigüedad de su descripción—. Sigamos subiendo. Estad preparados para cualquier cosa. Confío en que lo que Saito ha visto era real.

Ronin nos contó que teníais aprendices... peculiares. Raritos. Que oyen voces y cosas por el estilo.

El tono de Eve demostraba que él no compartía la confianza de Nanashi, pero al menos tuvo el respeto de no cuestionarla directamente. Ella no le contestó. Ante la pregunta de Saito, el niño se encogió de hombros y se limitó a decir:

Nada fuera de lo común. Caos. Oscuridad. La que desprendéis vosotros dos es más intensa, así que Xihn seguro que no es.

Tranquilizador.

Siguieron escalando hasta lo más alto. La torre, ahora inclinada casi en horizontal, se extendía durante unos quince metros hasta los primeros tejados. Formaba un pasadizo lo bastante ancho como para que pudieran pasar de dos en dos.

Nanashi se alisó la falda y empezó a andar. El silencio era casi total. Había un zumbido en el aire, como si algo cortara el viento. Como si...

¡Nanashi! ¡A tu derecha!

La Maestra proyectó un escudo en el último segundo. Fue lo que les salvó de caer, empujados por la onda expansiva que el hechizo había causado. ¿O era por las propias alas del...?

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¿Ángel?

La criatura se plantó delante de ellos, batiendo las inmensas alas blancas. Extendidas, les tapaban casi toda la visión del castillo.

Sin darle tiempo a volver a atacar, Nanashi disparó un relámpago que le atravesó limpiamente el pecho. Ante sus miradas, el agujero que había dejado se rellenó de tinta y reformó al ángel de nuevo sin que demostrara sentir una pizca de dolor.

Karel —gruñó—. Va aprendiendo.

¿Detener a Karel ayudaría a matar a esa cosa.

En teoría sí.

¿Dónde podía estar? ¿Por ahí cerca? ¿Quizás en el castillo, observándoles?

Con un destello de luz blanca, Garuda descendió del cielo y elevó a Nanashi por uno de sus brazos.

¡Proteged a Eve! —les gritó antes de alzar el vuelo. Invocando la Llave Espada, Maestra y eidolon se arrojaron contra el ángel de tinta. La criatura ascendió para perseguirles.

«Proteger a Eve», era la orden. ¿Pero qué quería decir con eso? ¿Que debían aprovechar su distracción para seguir hasta el castillo? ¿Y si Karel enviaba otra criatura tras ellos? ¿O a por Nanashi? Estaban luchando en su territorio. Puede que simplemente debieran luchar junto a ella con Eve, ya que con ella avanzarían más seguros...

Eve, por su parte, miraba a Saito y a Saeko incluso más perdido y asustado que ellos. La decisión tendría que ser de los Caballeros.

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Saito:
VIT: 120/120
PH: 60/60


Saeko:
VIT: 84/84
PH: 58/58


* * *



Grupo de Lyn


Lyn miró a Fátima durante un momento que a la Maestra se le hizo eterno. Un asomo de duda cruzó por sus ojos.

De acuerdo —dijo, sin embargo. Acomodó a Ruz en su espalda y la dejó marchar sin poner pegas—. El resto, ¿conmigo?

Fátima no se entretuvo en escuchar sus respuestas, pero Dos se adelantó para ir tras ella. Lyn enarcó las cejas, pero Hiro fue más rápido en tratar de disuadirla. No tuvo éxito. La mujer loba siguió a Dos con la mirada, frunciendo los labios tan preocupada que casi se le olvidó dónde estaban y por qué.

Vamos, Hiro, Kairi. No hay tiempo que perder. Ruz, agárrate fuerte. Vamos a necesitar un milagro para sortear a Andrei sin que se dé cuenta...

Lyn se preparó para correr.

*


Andrei frenó en seco cuando Fátima y Harun alzaron el vuelo casi en su cara. Durante un instante, el desconcierto fue precioso. Pero pronto dibujó una sonrisa burlona, y todo rastro de sorpresa desapareció.

Vaya. Mira qué ha traído el gato.

Lyn, Kairi y Hiro, con Ruz medio escondido entre la melena de la Maestra, salieron corriendo entonces. Andrei empezó a girarse hacia ellos, pero una flecha amenazó con atravesarle los pies.

Y luego otra, y otra más...

Andrei viró y las esquivó todas con la gracia de un bailarín. Cortó la última limpiamente por la mitad con un lanzamiento de naipes que, además, alcanzaron el cuello de Harun. El dragón rugió, aunque se trataba de una herida superficial, y Andrei soltó una risita. Dejó de perseguir al resto.

¿Y ya está? —preguntó—. ¿Qué pasa con el despliegue de magia de colorines, las chicas mágicas y demás? No te contengas, por favor.

Dos, que tenía problemas para seguirle el ritmo a un dragón, aprovechó ese momento de distracción para gritar con la voz de Karel, pero algo no surgió como esperaba.

Su enemigo apenas se inmutó. Cuando la droide se abalanzó sobre él, la atrapó con facilidad agarrándola por la cabeza. La desarmó de un rodillazo y la sujetó como a un escudo.

Idiota —le susurró Andrei, molesto de verdad—. Karel está al otro lado del castillo. ¿Es que de verdad pensabas que esta tontería iba a funcionar?

Con la vista puesta en Fátima, Andrei invocó sus naipes de nuevo y rozó con ellos el cuello de Dos. Puro teatro, claro —era una droide de metal—, pero los tres sabían con certeza que, si quería matarla en ese preciso instante, nada se lo impediría. Irónicamente, la carta que Dos vería si bajaba la mirada no era otra que la del Joker.

¿Juguetes, Fátima? Qué bajo has caído. Esperaba que esto fuera a ser de otra manera. Me siento decepcionado.

Si Dos trataba de forcejear, o si Fátima iba a moverse, Andrei les espetaría:

Quietas las dos. No quiero ver ninguna habilidad. De hecho, vamos a hablar un ratito, ¿vale? Me gustaría entender qué planeáis trayendo aquí a los hijos de Xihn... porque intuyo que están los tres. —Entrecerró los ojos—. No me digáis que os habéis rendido, ¿o sí?

La idea parecía encantarle. Puede que incluso demasiado. ¿Por qué? ¿Es que ni él mismo veía asegurada la victoria de Xihn?

Hagamos de esto un juego —propuso—. ¿Y si rompo una pieza de este muñequito por cada respuesta que no me convenza? ¿Eh? ¿O utilizo un poco de Caos? No estoy seguro. ¿Sugerencias?

*


¿Estarán bien? Ya no veo al dragón.

Lyn frenó de una derrapada y volvió la vista atrás. En todo ese tiempo, se habían alejado mucho de Andrei, Fátima y Dos, y el propio camino se interponía entre ellos y la ciudad. La Maestra miró a Hiro y a Kairi, que sin duda estarían agotados tras la carrera, y accedió a concederles un descanso. Al fin y al cabo, ya estaban delante del castillo. Mejor recuperar todas las fuerzas.

Vamos a confiar en ellas, ¿de acuerdo? —Bajó a Ruz y le dio un toquecito en la punta de la nariz—. Que no veamos al dragón no significa nada. Seguro que lo tapan los árboles, eso es todo.

Aunque sonaba convencida, Lyn les clavó una mirada desesperada a los Caballeros, pidiendo —pidiendo, sí— que intercedieran para que el niño se sintiera mejor.

Hablaran o no, la Maestra volvió a dirigirse a Hiro:

Ha sido muy bonito lo que le has dicho antes a Dos —confesó—. Ojalá te hubiese hecho caso o, al menos, recapacite pronto.

Se dio la vuelta.

Valoramos esa clase de actitud entre los Maestros. Con un poco de tiempo, quizás... Espero que pienses en ello.

¡Lyn! ¡Lyn! ¡Mira!

Ruz señalaba un punto detrás de Kairi. La Maestra se volvió de inmediato, Llave Espada en mano.

Sus ojos se abrieron como platos. Todo un seguido de emociones pasó por ellos en un momento. Terror, confusión, incredulidad, ira. Una tormenta en comparación con los rojos en calma de ella.

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¡No! ¡No puedes...! ¡No tienes cuerpo!

Me confundes con Xihn. No te equivoques, niña, yo ya no soy más que Chihiro... y he tenido que morir para ello.

Era tal y como la recordaban del Castillo del Olvido. Pálida, demacrada. Más humana de lo que la habían visto en muchísimo tiempo, de no ser por el etéreo brillo plateado que la envolvía y el hecho de que fuera translúcida.

Pero no podía ser ella. Su cuerpo había sido destruido, y también su mente tras haber sido parasitada por Xihn. Chihiro llevaba muerta mucho tiempo. La única explicación era que los fantasmas existieran en el Reino de la Oscuridad, pero... ¿era eso posible?

Chihiro, a pesar de todo, parecía muy corpórea. Percibiendo la hostilidad de Lyn, que se había interpuesto entre ella y Ruz, se revolvió.

No tenéis tiempo para esto, ¿me equivoco? —dijo, irritada—. Ahórrate las bravuconadas. Puedo ayudaros a derrotar a Xihn, pero tenéis que dejarme. Conozco este castillo como la palma de mi mano, os puedo conducir adonde queráis... y proporcionaros armas efectivas contra él.

Demuéstralo.

Chihiro rió sin ganas, y su melena plateada le cubrió los ojos.

¿Acaso puedo? Vais a tener que confiar en mí. Creedme, ni siquiera ahora que ha perdido mi cuerpo y mi poder sobre el tiempo tenéis posibilidades. No soy la única que se ha dado cuenta, y los pocos que no nos hemos consumido estamos intentando echaros una mano. Si alguien quiere de verdad vengarse de ese monstruo, esa soy yo —sentenció.

¿Confiar? ¿No confiar? Tenía el aspecto, la voz e incluso la actitud de Chihiro, pero ¿qué les aseguraba que no era una trampa orquestada por Karel o Andrei, o incluso por el propio Xihn? ¿Había alguna forma de descubrirlo?

Si decía la verdad, podían ganarse a una aliada muy poderosa. Si se equivocaban, podían perderlo todo.

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Fátima:
VIT: 32/32
PH: 100/100


Dos:
VIT: 33/40
PH: 38/38


Kairi:
VIT: 40/40
PH: 52/52


Hiro:
VIT: 28/28
PH: 54/54


* * *


Fecha límite: viernes 1 de junio


Faltas:
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Zero: I (justificada)
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Suzume Mizuno » Jue May 31, 2018 4:25 am

Andrei se sorprendió al verla, pero no le duró mucho la impresión. Aun así, aunque sabía que debía haber esperado aquello, Fátima lo vio todo negro una vez sus labios se curvaron en una sonrisa.

Vaya. Mira qué ha traído el gato.

Fátima vio cómo sus compañeros echaban a correr y Andrei giró sobre sus talones. Ella tensó su arco y disparó antes de que pudiera dar ni un paso. El resto de su andanada fue esquivada como si fueran a cámara lenta. Fátima apretó los dientes cuando la última acabó cortada como si nada. Entonces Harun gritó y se sacudió de dolor. Estuvo a punto de derribarla, pero Fátima se aferró a su melena y se asentó de nuevo en el último instante. La risita de Andrei resonó en sus oídos mientras alejaba a Harun.

¿Y ya está? —exclamó él—. ¿Qué pasa con el despliegue de magia de colorines, las chicas mágicas y demás? No te contengas, por favor.

No lo haré —prometió ella a la vez que desmontaba.

De un vistazo comprobó que la herida de Harun no era grave. Lo debía haber alcanzado con el naipe al cortar su última flecha. Hizo un gesto al dragón para que no se abalanzara sobre Andrei y se preparó para atacar cuando, de pronto, escuchó la voz de Karel.

Fátima apenas tuvo tiempo para empezar a sudar frío cuando Dos surgió de la nada y se arrojó sobre Andrei.

¡No!

Andrei la atrapó por el cabeza al instante y Fátima se detuvo en el sitio, paralizada, porque Andrei la miraba directamente a ella. Rechinó los dientes con lentitud mientras él le ponía unos naipes en el cuello. No le haría daño, no sin más, pero Luz… Un hechizo, un golpe, cualquier cosa podría acabar con ella. ¡¿Por qué no se la había llevado Lyn?! ¡¿Cómo había sido tan estúpida como para actuar sin sus órdenes y creer que podía contra alguien como Andrei?!

¿Juguetes, Fátima? Qué bajo has caído. Esperaba que esto fuera a ser de otra manera. Me siento decepcionado.

No fui yo la que creó un juego digital para creerse Dios—espetó ella, dando un lento paso adelante, pero no se atrevió a ir más allá.

¿Qué debía hacer? Luz, no sabía si lograría alcanzar a Andrei antes de que friera a Dos. Y si lo hacía, no tendría tiempo para llevarla de vuelta a Tierra de Partida a ver cómo salvaban sus datos. Maldijo con fuerza y apretó las mandíbulas con fuerza, luchando por mantener la compostura.

Quietas las dos. No quiero ver ninguna habilidad. De hecho, vamos a hablar un ratito, ¿vale? Me gustaría entender qué planeáis trayendo aquí a los hijos de Xihn... porque intuyo que están los tres. —Fátima frunció el ceño a la vez que Andrei entrecerraba los ojos. ¿Estaba intentando entretenerla hsata que llegaran refuerzos? ¿Karel quizá? Pensar en la ausencia de Ruz hizo que le subiera un escalofrío por la espalda y miró disimuladamente en derredor. Ya no contaba con su protección, así que los Sincorazón podrían atacar en cualquier momento. Entrecerró los ojos—. No me digáis que os habéis rendido, ¿o sí?

Y entonces se dio cuenta de que parecía encantado ante la idea. Fátima trató de no bufar. Muchas veces, a lo largo de esos años, se había preguntado qué pretendía Andrei. Si habría perdido la cabeza después de ser un Incorpóreo, o incluso antes. De Xihn, podía entender su deseo de venganza y destrucción. ¿De Andrei? ¿Por qué querría destruirlo todo? ¿Es que pensaba que podría sobrevivir?

«Pero piensa. Quiere que nos rindamos. ¿Cree que podemos vencer a Xihn? ¿Tiene alguna debilidad clara que pueda sonsacar? ¿Xihn… aceptaría detenerse? Ahora que está si cuerpo, quizá…»

Hagamos de esto un juego —dijo entonces Andrei—. ¿Y si rompo una pieza de este muñequito por cada respuesta que no me convenza? ¿Eh? ¿O utilizo un poco de Caos? No estoy seguro. ¿Sugerencias?

Fátima respiró hondo. Las manos le sudaban y tuvo que aferrar mejor su Llave Espada. No podía permitirse mucho tiempo. No antes de que Andrei usara a algún Sincorazón para matarla por detrás. O, quién sabía, quizá estuviera haciendo algo con el Caos mientras ella no se percataba.

Si nos rendimos dependerá… de lo que haga Xihn. ¿Crees que estaría dispuesto a negociar? ¿Por sus… hijos?

Se preguntó si lo serían de verdad, aunque solo fuera uno de ellos, porque no sabía cómo había sido Xihn, y casi le fallaron las rodillas por un vahído. Se mantuvo firme y se humedeció los labios, calculando, pensando.

Sin duda, Andrei se burlaría, sería cruel. Pero en cuanto intentara hacer daño a Dos, Fátima tendría que actuar. Maldita fuera.

Si la sueltas y la dejas ir, te contaré lo que hemos venido a hacer—dijo, haciendo desaparecer la Llave Espada. En una maga como ella no significaba mucho, lo sabía, pero quería que Andrei le viera las manos—. Dos no puede sufrir físicamente, es un robot. Si quieres hacerle daño a alguien, ¿no debería ser yo?

Entonces, las alas de Dos se abrieron a los lados. La robot trataría de saltar hacia arriba. Fátima despertó de inmediato su Posesión Lunar y sintió cómo sus sentidos se agudizaban, el latigazo de fuerza y ardiente energía que recorría sus músculos. Se arrojó al frente y se sintió monstruosamente rápida.

Corrió hacia Andrei, controlando bien dónde estaba Dos para no acertarla a ella. Con las uñas por delante, buscaría la garganta o los ojos del joven para dar un violento zarpazo. Si se interponía en su camino con las manos o un escudo, Fátima derraparía para atacarlo por la espalda, con la esperanza de dar espacio a Dos —o que Dos lo distrajera por delante— con una poderosa patada. Si aun así Andrei lograba esquivarla, lanzaría uno o dos Puños de viento.

¡Dos, aléjate! ¡Serás más útil a distancia! ¡Usa a Harun si es necesario!

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Acciones acordadas con Helco o/.

Solo como dato random, recuerdo que Fátima tiene 69 de velocidad y 55 de cuerpo a cuerpo. No para datos pero para indicar más o menos cómo le afecta la habilidad~

▪ Posesión Lunar (HC) [Nivel 32] [Requiere afinidad a Luna; Cuerpo a Cuerpo: 38; Velocidad: 40]. Los instintos animales del usuario se despiertan al activarse la habilidad. Puede lanzar zarpazos con unas uñas más desarrolladas y tan afiladas como una espada. También multiplica la Velocidad y el Cuerpo a Cuerpo x 1.5. Dura dos turnos.

▪ Puños de viento (HM) [Nivel 25] [Requisitos Poder Mágico 45, Afinidad Aire]: durante dos turnos, Fátima puede proyectar potentes golpes de viento con los puños. Alcanzan los cuatro metros de distancia y pueden derribar cualquier cosa por debajo de su nivel.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


Awards~

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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Sombra » Jue May 31, 2018 11:28 pm

¿En serio te acuerdas? —se sorprendió Ronin—. Viniendo de ti, es todo un halago. A ver qué has aprendido en todos estos años, ¿eh?

Le devolví una sincera sonrisa.

Buena suerte, pues, Ragun —respondió de forma cordial, pero parco en palabras el príncipe.

***




¿No deberías haber pensado en eso antes de venir al frente? —contestó Ryota, claramente molesto.

Si las cosas se tuercen, ten por seguro que intervendremos, Ragun —respondió Ronin casi al instante que Ryota dejó de hablar—. Tomaremos las medidas necesarias. La misión es lo primero.

Lo comprendo —asentí—. Sonará a excusa, pero sigo pensando que mis habilidades tendrán un mejor uso con vosotros. Es por eso que decidí venir por aquí.

Cuando las neosombras aparecieron, tanto Malik como yo estuvimos de acuerdo en que lo más inteligente era tener a los sincorazón muy juntos sin darles opción a moverse con libertad. En un lugar demasiado amplio podrían tener demasiadas formas de masacrarnos, pero en un cuello de botella entre todos teníamos una abrumadora ventaja.

Entre todos, nos abrimos paso con una facilidad casi insultante. Joder, y decir que al principio una simple neosombra había conseguido ponerme entre la espada y la pared...

Tanto Ronin como Ryota actuaban en completa coordinación, eran como un vendaval de destrucción que aniquilaba todo a su paso. Felipe no era menos, desde luego. De su cuerpo emergía una intensa luz dorada y casi hipnótica que destruía a todos y cada uno de los sincorazón que entraban en su campo.

Yo por mi parte, no quería desplegar habilidades poderosas aún y me limitaba a destruír a aquellos a mi alcance, cuando alguno se acercaba por algún flanco que no podía cubrir con mi espada, alzaba mi escudo para golpearlos con él y atontarlos antes de rematarlos asestándoles estocadas en su pecho. No dudé en cubrir y coordinarme con Xefil y Malik si lo necesitaban, como yo era el Maestro más novato de los presentes intentaba mantener un perfil más reservado en el combate ya que era obvio que no tenía la energía mágica que tenían los más veteranos y debía reservarla para darlo todo contra Xihn.

El portón del castillo empezó a abrirse ahuyentando a todas las Neosombras que todavía rondaban la zona buscando atacarnos. Solo se me ocurrían seis personas capaces de manejar a los sincorazón en mayor o menos medida: Los niños, Xihn, Ryota y yo mismo y si lo que estaba haciendo eso venía del interior...


*Pongo esta canción porque fue la que se puso en Esclavo del Olvido en la primera aparición de Aaron

Pero me equivoqué.

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Reconocí aquel rostro de porcelana y que reflejaba una frialdad antinatural al instante. Había estado en el Santuario de la Reminiscencia, lo había visto como un cruel Maestro de la Llave Espada que había asesinado a varios aprendices, aquel que casi extinguió La Orden, que casi mató a Ronin, que quedó encerrado en el templo viendo como la sangre de sus compañeros se escurría entre las rendijas del portón.

Aaron.

Era imposible, su cuerpo ya no existía. Debía de tratarse de una ilusión para provocar a Ronin.

Ryota debió llegar a esa conclusión también, pues el Maestro no tardó en intervenir:

Ronin... Ronin, no lo hagas.

¿Cómo? ¿Cómo puede estar ése aquí? ¡¿Por qué no está muerto y pudriéndose en el infierno?!


Era evidente que no tenía sentido, pero tenía que ser algún poder de Xihn. ¿Una distorsión temporal? Imposible, ya no tenía el cuerpo de Chihiro, ¿una alucinación causada por el Caos? Era posible, ¿algo que Xihn había hecho aparecer? Seguramente.

Entiendo como te sientes, pero quien mató a tus compañeros fue Xihn, Maestro. Aaron fue una víctima más de sus posesiones. Recuerda lo que hizo con Chihiro y con muchos otros a lo largo de la historia—traté de tranquilizarlo. Sin embargo, no había conocido tanto a Aaron como para saber hasta que punto había sido eso posible, ¿y si había conspirado contra La Orden y por eso había sido parasitado? ¿O tal vez descubrió algo por lo que para callarlo Xihn le poseyó?

Ronin parecía a punto de estallar y lanzarse directo contra él, el tono del Maestro era tembloroso, como tratando de contenerse a sí mismo. Si tenía miedo... Cualquiera lo tendría, incluso si Xihn era el verdadero causante... Lo había hecho utilizando su cara, para Ronin todos aquellos años el asesino había sido Aaron.

Inquietante, ¿verdad? —preguntó Aaron de una forma burlona y algo provocadora—. ¿Qué se siente, Ronin? ¿Qué se siente al saber que habéis llegado tan lejos pero seguís sin entender nada?

Silencio. ¿Qué haces aquí?

Bueno, habéis —¿cómo lo diría?— llamado a la puerta. Fuerte, además. ¿Qué vais a hacer ahora, me pregunto?

»¿Vais a entrar, ir a por Xihn y dejar que os humille, os destroce, os aniquile, os mate a todos? ¿Pensáis de verdad que tenéis una mínima posibilidad? Sería el fin de la Orden. ¿Es eso lo que queréis?


Maestro, escuchemos que tiene que decir antes de decidir nada, seamos cautos. Si quisiese pelear dudo mucho que quisiese intercambiar palabras con nosotros —susurré. Utilicé mi Instinto Sincorazón esperando no ver nada pasa saber si efectivamente era una ilusión creada por Andrei, una invocación de algún tipo de Karel o... Alguna extraña creación de Xihn.

El resultado me dejó anonadado.

Veía un corazón, uno oscuro que poco a poco parecía estar siendo tragado por algo tenebroso que me era imposible definir.

Es... Es real. Es Aaron, no una ilusión —informé al resto por si alguno tenía dudas como yo había tenido mientras bebía un éter—. Pero su corazón... Es como si estuviese desvaneciéndose, como si algo lo estuviera devorando.

¿Pero cómo era posible algo así? Aaron debería haber muerto hacía mucho tiempo, y no me refería a su cuerpo envejecido que había llegado a ver... Si no... Su corazón. Tenía que ver con Xihn y el Caos, no hacía falta ser un genio para entender eso.

¿Acaso es Xihn quien está haciendo eso con tu corazón? —Le pregunté a Aaron—. ¿Puede detenerse? ¿Y qué sugieres para que acabemos con él? Parece que sabes más que nosotros sobre Xihn, agradeceríamos que compartieses todo lo que sabes.

Me mantendría alerta en todo momento a las palabras y movimientos de Aaron, había algo en él que me daba mala espina, incluso si el asesino no había sido él de forma directa de aquellos aprendices. Tal vez era simplemente la imagen que tenía de él por lo que había visto en el Templo, pero él no tenía la culpa de eso, ¿cierto?

Si Aaron intentaba atacarnos interpondría mi escudo y trataría de evitar que dañase a cualquiera de nosotros.

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▪ Instinto Sincorazón (HC) [Nivel 13] [Requiere Afinidad a Oscuridad] [Personalizada] Ragun expulsa una amplia onda de Oscuridad que le permite detectar los corazones en un radio de diez metros durante un instante. Distingue humanos de animales, e Incorpóreos y Sincorazón de ‘seres completos’.

Ragun toma un éter.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor H.S Sora » Vie Jun 01, 2018 11:08 pm

Ante la respuesta de Eve, noté como mis mejillas se encendían. Una mezcla de perfecta rabia y vergüenza se reflejaba en mi rostro. No me sentía capaz de responderle, ni lo veía necesario, pero un pensamiento gritaba con fuerza dentro de mi cabeza:

«¿Cómo se ha enterado Ronin?»

Lo más lógico era que Ryota se lo hubiera dicho. ¿Pero por qué? ¿O acaso habría sido otro Maestro? Era, en parte, lógico que lo supieran. Sin embargo, esa posibilidad no acababa de hacerme ni pizca de gracia. Me veía expuesto delante de todos.

Nada fuera de lo común. Caos. Oscuridad. La que desprendéis vosotros dos es más intensa, así que Xihn seguro que no es.

Sentía los dedos algo entumecidos mientras continuábamos subiendo. La Maestra Nanashi no había avistado nada más, y por su respuesta Eve parecía que tampoco. Pero estaba seguro de que algo había visto, aunque no supiera explicar lo que era. Si tan solo se hubiera quedado más tiempo en la cristalera...

Estábamos cerca. Si continuábamos por aquella especie de pasillo que teníamos para nosotros solos, no tardaríamos en llegar al castillo de Xihn. Y por el momento no había dado con nada que implicara que había alguien más allí aparte de nosotros.

¿Y si se trataba de imaginaciones mías, tal y como Eve había insinuado?

¡Nanashi! ¡A tu derecha!

Aunque traté de reaccionar a tiempo, lo único que nos libró de volver a caer torre abajo fue el hechizo que la Maestra había evocado para protegernos. Al alzar la vista de nuevo y encontrarlo frente a nosotros, comprendí que aquello tenía que ser lo que había visto. Sus alas extendidas y el resto de su cuerpo se interponía entre el castillo y nosotros.

¿Qué se suponía que era esa cosa entonces? No parecía un Sincorazón, al menos no uno común. Pero si nos había detectado a pesar de la presencia de Eve...

Nanashi no le dejó tiempo para que intentara atacarnos de nuevo. Un relámpago recortó la distancia que nos separaba del «ángel» y le atravesó todo el pecho dejando un buen boquete. La alegría duró poco, lo mismo que tardó la tinta en hacer que la herida desapareciera como si la Maestra nunca le hubiera atacado.

Tenía que ser tinta, como no.

Karel. Va aprendiendo.

¿Detener a Karel ayudaría a matar a esa cosa?

En teoría sí.

Miré en derredor tratando de localizarle. Desde luego si estaba cerca nuestro se estaba ocultando muy bien. Aunque tenía más sentido que estuviera en el castillo, ¿no? ¿O era eso lo que quería que pensáramos?

¡Proteged a Eve!

Partió entonces, gracias a la ayuda de Garuda, para enfrentarse a la criatura de Karel. Esta última parecía dispuesta a dejarnos en paz y a centrarse en ella, al menos por ahora. Cogí una pequeña bocanada de aire porque el momento que más temía había llegado: estábamos solos.

Mi mirada se paseó por los presentes y se detuvo en Eve. A pesar de la actitud que había demostrado todo el camino ahora parecía… aterrado. No podía culparle, yo estaba igual. Las órdenes de Nanashi eran las de defenderle sí, pero teníamos muchas opciones por delante que incluían la condición de protegerle.

¿Y si nos íbamos? Negué con la cabeza. Karel podía tenernos más de una sorpresa preparada, y lo más seguro era continuar todos juntos.

Creo que lo mejor sería quedarnos a ayudar a la Maestra Nanashi… —miré a Saeko, esperando su confirmación y me dirigí a Eve—. Voy a colocarte una protección extra, por si la criatura decidiera centrarse en ti.

Tras colocarle la armadura de Espinas Negras escuché lo que mi compañera tenía que decir y me pareció bien lo de tratar de ralentizar los movimientos del ángel. Antes de combatir se me ocurrió algo que preguntarle a Eve:

Sé que ya te lo he preguntado antes —me apresuré a hablar—. Pero ahora que estamos aquí… ¿detectas a alguien más? Karel podría estar por aquí acechándonos.

Dijera lo que me dijera asentiría y tras el primer ataque de mi compañera lanzaría una Flama Tenebrosa+ en el ángel. Si en algún momento la creación de tinta ponía sus ojos en Eve —ella o cualquier otro enemigo que pudiera llegar— dispararía mi Tenebris Vitrum para llamar la atención del enemigo. En todo momento mi prioridad sería defenderle.

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Espinas negras (HM) [Nivel 30] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico 40]. El usuario, o un aliado que éste elija, recubre su cuerpo en una armadura de oscuridad con pequeños pinchos que sobresalen. Daña a todo enemigo que ejerza contacto físico con él. Detiene la mitad del daño producido por cualquier ataque físico y mágico de igual o menor nivel. La armadura se deshace en dos turnos, a menos que se destruya antes con habilidades de nivel superior. Es más débil frente a ataques de Luz.

Flama Tenebrosa+ (HM) [Nivel 16] [Requiere: Poder Mágico 16, Flama Tenebrosa] El usuario lanza una veloz bola de oscuridad que avanza en linea recta indefinidamente. Provoca una pequeña explosión al impactar en algo.

Tenebris Vitrum (HC) [10] [Requiere Afinidad a Oscuridad, Combate con armas blancas: 15, Poder mágico: 13 ]. El movimiento personal de Saito. Concentra la energía de la Oscuridad en su Llave Espada o su Arma Blanca, y la libera al sacudir el arma liberando una serie de cristales que impactan contra el enemigo inflingiéndole daño. Ataque de media-baja potencia que puede atravesar al rival.

Acciones y estrategia acordada con Tsuna ^^
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor RedXIII » Sab Jun 02, 2018 12:03 am

Lyn paró. Intentó aliviar los pensamientos negativos del niño, quien temía por el dragón que ya no se veía a lo lejos.

O lo mismo ha encogido, conozco a uno que es más pequeño que mi brazo — Aprovechó el descanso para encender un cigarrillo.

Ha sido muy bonito lo que le has dicho antes a Dos. Ojalá te hubiese hecho caso o, al menos, recapacite pronto.

Valoramos esa clase de actitud entre los Maestros. Con un poco de tiempo, quizás... Espero que pienses en ello.

Dejó escapar una leve risa —A los perros se les da mejor aprender que enseñar — Miró hacia donde se encontraba Kairi —Pero quien sabe qué pasará el día de mañana.

¡Lyn! ¡Lyn! ¡Mira!

Preparó sus puños para disparar, sin embargo al ver la silueta de lo que se manifestó ante ellos dudó.

¡No! ¡No puedes...! ¡No tienes cuerpo!

Me confundes con Xihn. No te equivoques, niña, yo ya no soy más que Chihiro... y he tenido que morir para ello.

¡¿Es un puto fantasma?! — Injurió el mestizo a los cuatro vientos, en cambio su compañero rechonchete parecía más bien fascinado.

No tenéis tiempo para esto, ¿me equivoco? Ahórrate las bravuconadas. Puedo ayudaros a derrotar a Xihn, pero tenéis que dejarme. Conozco este castillo como la palma de mi mano, os puedo conducir adonde queráis... y proporcionaros armas efectivas contra él.

Demuéstralo.

¿Acaso puedo? Vais a tener que confiar en mí. Creedme, ni siquiera ahora que ha perdido mi cuerpo y mi poder sobre el tiempo tenéis posibilidades. No soy la única que se ha dado cuenta, y los pocos que no nos hemos consumido estamos intentando echaros una mano. Si alguien quiere de verdad vengarse de ese monstruo, esa soy yo.

No tenemos demasiado que perder, nos promete armas para usar contra Xinin, además enfrentarnos a ella solo nos iba a quitar más tiempo — Comentó mientras se rascaba una de sus orejas —Por otro lado podría ser una ilusión de Xinin y así tendernos una trampa, me cuesta creer un poco en eso de los fantasmas vengativos — La mano con la que se rascaba pasó de su oreja a su barbilla, acicalando el poco pelo que tenía en su barbilla, pensativo, rumiante. Goei por otro lado parecía más atraído por la idea de lo paranormal que por sus intenciones, ya que clavó sus ojos sobre esta y sin dejar de mirarla analizó todos y cada uno de los movimientos y aspectos de su actual cuerpo.

Tal vez Caqui nos pueda aconsejar — Miró a Kairi, esperando una respuesta —Tú decides.

El cigarrillo iba consumiéndose lentamente entre cenizas y humo.
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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Tsuna » Sab Jun 02, 2018 12:35 am

¿Siempre eres así de positiva o dices eso para tentar a la suerte?

Saeko esbozó una sonrisa casi al instante. Eve tenía toda la razón, le gustaba tentar a la suerte, y también sentía cierta satisfacción al ver que las cosas no iban tan mal estando en territorio enemigo, ¿qué problema podía suponer jactarse de ello en voz alta? Sin embargo no se molestó en responder y continuó trepando, tras la maestra Nanashi.

Fue en ese momento cuando Saito habló, alertando sobre algo que parecía haber visto. Saeko frunció el ceño con extrañeza, mirando con rapidez el punto del que estaba hablando, pero no vio nada fuera de lo común.

Esperad. He visto algo raro en la cristalera de ahí arriba...Podría no ser nada, o podrían estar esperándonos ya.

»¿No notas nada extraño ahí arriba?

¿Algo raro? Sigamos subiendo. Estad preparados para cualquier cosa. Confío en que lo que Saito ha visto era real.

Nanashi confiaba pero ella decidió despreocuparse, al menos en un principio. Por muy enemigo que fuese, si no daba la cara para impedirles avanzar seguía sin suponer un problema, y tampoco es que la descripción de Saito les dijese nada.

Ronin nos contó que teníais aprendices... peculiares. Raritos. Que oyen voces y cosas por el estilo.

Saeko abrió los ojos con sorpresa al escuchar semejante declaración y el nombre de numerosas personas le vino a la cabeza de golpe, pero decidió mantenerse callada, no era algo sobre lo que quisiese opinar.

Nada fuera de lo común. Caos. Oscuridad. La que desprendéis vosotros dos es más intensa, así que Xihn seguro que no es.

Ella desprendía más oscuridad, le resultó interesante escuchar de boca de alguien un detalle así. Para ese entonces estaban casi arriba y ya empezaba a sentirse las manos algo resentidas. Una vez en lo alto se sacudió un poco la ropa y se mantuvo cerca de Nanashi, luego observó el resto de la ciudadela de forma muy breve para centrarse en el pico de la torre, que formaba un pasadizo para que pudiesen pasar. Ya ni siquiera recordaba lo que había mencionado Saito durante su ascenso cuando...

¡Nanashi! ¡A tu derecha!

La maestra invocó un escudo y Saeko por instinto se cubrió con su Llave Espada. Lo que tenían ante ellos era una criatura casi fantasmal, de aspecto tétrico y oscuro, parecía un ángel, negro y con alas enormes y blancas. Se preguntó por un momento qué podía ser aquella cosa, y si se trataba de lo que Saito había visto abajo. Entonces empezó a dudar.

Ante el relámpago de Nanashi todas las dudas se esfumaron. La tinta recubrió el agujero que le había provocado el hechizo y Saeko supo de inmediato de quién se trataba.

Karel. Va aprendiendo.

Frunció el ceño muy molesta, no era la primera vez que esa tinta se interponía entre ella y sus objetivos, y eso la ponía de mal humor.

¿Detener a Karel ayudaría a matar a esa cosa.

En teoría sí.

Karel... se trataba de aquel muchacho, el compañero de Andrei, aunque Saeko los había visto demasiado cercanos y por alguna razón seguía pensando que...

¡Proteged a Eve!

Nanashi invocó a Garuda, aquella ave tan majestuosa, y se alzó con su Llave Espada hacia los cielos. El ángel de tinta pareció fijarse en ella.

Saeko se puso en guardia, pensando posibilidades. No creía que Karel fuese tan tonto como para ir al campo de batalla por sí mismo, sus criaturas luchaban por él como ya había dejado claro en el pasado, por lo que lo más probable es que se encontrara en el castillo. Su primer instinto fue ordenar a los demás de avanzar por la torre con Eve y seguir adelante, pero tampoco estaba totalmente segura. ¿Podrían solos contra más criaturas de tinta y por su cuenta? ¿Era seguro separarse y exponerse de esa manera?

Creo que lo mejor sería quedarnos a ayudar a la Maestra Nanashi… —habló entonces Saito, sugiriendo una posibilidad en la que no había pensado, Saeko tardó unos momentos en meditarla y finalmente dio el visto bueno asintiendo con la cabeza—. Voy a colocarte una protección extra, por si la criatura decidiera centrarse en ti.

Saito se acercó a Eve, al cual miró de reojo y parecía más histérico que cualquiera de los presentes allí. Saeko alzó la vista, observando al ángel. Los enemigos voladores no eran su fuerte, pero una criatura como aquella, con un punto débil tan claro...

Puedo intentar congelarle las alas, si no cae por su propio peso al menos no podrá moverse con soltura. —luego miró a Eve a los ojos con seriedad y apoyó su mano libre sobre uno de sus hombros, agarrando con fuerza pero sin llegar a hacer daño—. Eve, necesitamos tu ayuda también. Puedes controlar a los Sincorazón a tu antojo, ¿verdad? Intenta que estén preparados para atacar al ángel, pero que no se interpongan entre nuestros ataques. —mantuvo la mirada un segundo más esperando que el muchacho se serenara, con un objetivo en mente todo resultaba más fácil de llevar.

Sé que ya te lo he preguntado antes. Pero ahora que estamos aquí… ¿detectas a alguien más? Karel podría estar por aquí acechándonos.

Escuchó lo que tuviera que decir y avisó a Saito con un gesto de cabeza un tanto brusco.

Apuntó a una de las alas del ángel y disparó un proyectil helado, con la intención de acertar aproximadamente en la parte superior, a continuación su compañero disparó un hechizo de oscuridad, fuera cual fuera el resultado Saeko esperó a cualquier posible reacción del enemigo para defenderse y, en cuanto tuviese una nueva oportunidad de atacar, disparó otro proyectil hacia la misma ala, en la articulación inferior, todo con la intención de anular su capacidad de vuelo.

Por supuesto no dejó a Eve a su suerte, mantuvo la vista sobre el muchacho de tanto en tanto para asegurarse de que se encontraba bien y de que estaba seguro de lo que hacía. Si los Sincorazón estaban de su parte podían otorgarles una gran ventaja.

Y si todo acababa bien y lograban inmovilizar a la criatura, o derrotarla, solo les quedaba seguir avanzando por la torre, directos hacia el castillo.

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Dispara dos veces.

Disparo congelante (HM) [Nivel 22] [Afinidad a Hielo; Poder Mágico: 30] Saeko dispara un proyectil de hielo, capaz de congelar cualquier superficie durante dos rondas. No es de área, le afecta la temperatura y el ambiente. Se puede desviar con nivel igual o superior, en especial fuego/calor.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor LightHelco » Sab Jun 02, 2018 12:40 am

Según he aprendido, los humanos tendéis a reaccionar de forma emotiva cuando alguien a quién apreciáis de verdad os llama —dijo la droide intentando soltarse tras el fallido ataque —. Es posible que no haya sido buena idea haberle pedido a la señorita Kairi esas cintas animadas, siempre me resultaron algo exageradas en la forma de tratar a los personajes.

Tuvo que cesar en sus intentos de darle alguna patada a Andrei, ya que en ese momento amenazó con destruirla y vaya, no le preocupaba tanto al dudar de que el gitano supiera donde estaban sus puntos vitales, pero si que prefería no darle el disgusto a su Maestra de ver como le causaban el cortocircuito de su vida.

Aunque claramente no se quedó callada cuando la llamó “juguete”.

Perdone usted, señor con orden de búsqueda y captura por tantos crímenes que ni me he preocupado en memorizarlos —replicó indignada sin moverse —, pero lo que usted llama “juguete” es un prodigio de la robótica que su propio líder actual pidió hace tantos años que es posible que su apellido actual ni fuera parte de la rama familiar a la que pertenecéis.

Y entonces llegó la amenaza. Iba a cortarla en cachos solo para alterar a Fátima, ya que el hecho de que le cortaran un dedo ni la ofendía, no es como si sus nanobots pudieran reparar algo así en segundos. El tema del Caos no le hacía tanta gracia, eso de volver a ser humana no era de su agrado. Para nada.

Fue Fátima la que intentó dialogar y llegar a un acuerdo, pero contarle al gitano lo que iban a hacer solo pondría la misión en peligro. Dos barajó el activar su sistema de autodestrucción para detener a su enemigo, pero Fátima seguía cerca y podría dañarla, activar sus armas tampoco serviría posiblemente, pero… ¿y sus alas? Tenía claro que si la seguían usando de rehén encontrarían al grupo de Lyn y siendo un ser artificial que podía repararse un millar de veces, además de estar al servicio de los orgánicos de Tierra de Partida, el sacrificarse no lo veía como algo descabellado.

Mientras hablaba con la mujer, la droide activó de sopetón sus alas para golpear en la cara con ellas a Andrei o al menos a forzarle a que la soltara. Rápidamente saldría de su radio de agarre saltando alto y dejaría que su Maestra atacara. En cuanto esta se colocara a la espalda del villano, Dos arremetería con su Llave Espada por delante con la caída que le daba la habilidad Salto para ver si podía ensartarla en el hombro del hombre.

Supongo que este es buen momento para recomendarle que se entregue a las autoridades, ¿verdad? —reiría de forma alegre intentando alejarse tan rápido como pudiese tras el ataque.

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Pactado con Suzu.

Esto en caso de que el hecho de usar las alas ya active la habilidad, aunque lo que ha hecho es usar Salto para huir, pero bueno, las dos pueden vivir juntas xD

▪ Vuelo Propulsado (HC) [Nivel 14] (Afinidad a Fuego, Alas, Cuerpo Robótico) Desplegando unas alas mecánicas y ayudándose de algún propulsor, el usuario puede despegar y moverse en el aire durante un máximo de tres post

Y el ataque

▪ Salto (HC) [Nivel 13] [Requiere Doble Salto; Elasticidad: 12; Fuerza: 15]. Realiza un gran salto, mayor que Doble Salto, y acto seguido se abalanza sobre su enemigo desde el aire con mayor fuerza que un ataque normal, causando un gran impacto.
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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Kairi » Sab Jun 02, 2018 1:13 am

Vamos, Hiro, Kairi. No hay tiempo que perder. Ruz, agárrate fuerte. Vamos a necesitar un milagro para sortear a Andrei sin que se dé cuenta...

Kairi siguió a Lyn, preocupada por Fátima y Dos. La conversación entre Hiro y Dos había sido muy emotiva y casi se le saltaron las lágrimas.

¿Estarán bien? Ya no veo al dragón.

Lyn decidió hacer un descanso ya que el cansancio se hacía notar mucho en la pelirrosa. El ambiente de Oscuridad que había alrededor lo empeoraba. Nada más parar se sentó en el suelo porque sus piernas no podían más.

Seguro que vuelve sana y salva—le dijo a Hiro entre jadeos, en un intento de animarlo.

Vamos a confiar en ellas, ¿de acuerdo? Que no veamos al dragón no significa nada. Seguro que lo tapan los árboles, eso es todo.

La mirada que les echó Lyn indicaba que había que alejar los malos pensamientos de Ruz.

Fátima y Dos son muy fuertes. Y a un robot no es fácil derrotarlo, ¿verdad? ¡Tienen muchos trucos!

Esperó que los tuviera, porque Andrei no sería un adversario nada fácil.

Después de haber descansado un rato, Kairi se levantó para estirar un poco. Pero el corazón le dio un vuelco al ver que Ruz señalaba algo justo detrás suyo.

¡Lyn! ¡Lyn! ¡Mira!

Se dio la vuelta rápidamente, armada. Una mujer a la que conocía perfectamente se encontraba allí de pie, frente a ellos. A diferencia de los presentes, ella estaba totalmente calmada.

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¿Se trataba de una alucinación? O tal vez...

¡No! ¡No puedes...! ¡No tienes cuerpo!

Me confundes con Xihn. No te equivoques, niña, yo ya no soy más que Chihiro... y he tenido que morir para ello.

Chihiro estaba tal y como había sido, solo que ahora era algo transparente y emitía un extraño brillo, como si fuera un fantasma. Tenía que serlo ya que no podía existir de ninguna de las maneras.

No tenéis tiempo para esto, ¿me equivoco? Ahórrate las bravuconadas. Puedo ayudaros a derrotar a Xihn, pero tenéis que dejarme. Conozco este castillo como la palma de mi mano, os puedo conducir adonde queráis... y proporcionaros armas efectivas contra él.

Demuéstralo.

¿Acaso puedo? Vais a tener que confiar en mí. Creedme, ni siquiera ahora que ha perdido mi cuerpo y mi poder sobre el tiempo tenéis posibilidades. No soy la única que se ha dado cuenta, y los pocos que no nos hemos consumido estamos intentando echaros una mano. Si alguien quiere de verdad vengarse de ese monstruo, esa soy yo.

No tenemos demasiado que perder, nos promete armas para usar contra Xinin, además enfrentarnos a ella solo nos iba a quitar más tiempo. Por otro lado podría ser una ilusión de Xinin y así tendernos una trampa, me cuesta creer un poco en eso de los fantasmas vengativos—comentó Hiro.

Tal vez Caqui nos pueda aconsejar. Tú decides.

Si estás muerta, ¿por qué estás aquí? ¿Y que tipo de armas son esas? ¿Quieres decir que nuestras Llaves Espada no podrán con él?—preguntó a Chihiro. Tampoco tenía claro sin debía confiar en ella. Todo en aquel mundo era negativo, Chihiro podría serlo también.
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La Historia Del Hipercor By Rmedive92
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El Viernes 26 a las 20 fui al hipercor para compra un juego por el cumple de un amigo y en el msn deje un automensaje que era "En El Hipercor" , en esos momentos Habimaru cerro el chat y se creo una multiconversacion de 7 o 8 personas del foro para hablar , cada minuto aparecía mi gracioso automensaje con el icono del tio feliz , cuando llegue y comente estaban todos En El Hipercor , uno en el carrefour pero bueno , al dia siguiente en el chat la frase mítica aparecía cada poco En El Hipercor y ya esta es la historia del Hipercor que tanta gente me pregunta XD ( Se le ha parecido buena o vivió esto ponérselo como firma.


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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Drazham » Sab Jun 02, 2018 1:15 am

Alanna corrió a asomarse, preocupada, tras que Celeste bajase a comprobar el agua. Al primer contacto no parecía nociva. Solo muy sucia y, viendo a su compañera, nada agradable meter las piernas dentro. ¿Sería mal momento para arrepentirse de haber elegido el camino por el que tendrían que rebozarse por una cloaca?

¿Estás bien? —le preguntó a Celeste, esperando su veredicto—. Vale, voy yo ahora.

Resopló con desgana, volviendo a ojear el tinte negruzco del agua. Le tocó hacer de tripas corazón y bajar ella también al foso. Fue zambullir las piernas y subirle un latigazo de asco por el cuerpo. ¡Dioses, sí que tenía que estar sucia para sentirla tan viscosa! Y muy caliente, lo cual no terminaba de hacer la sensación más agradable.

«Y eso que yo me he criado en el campo.»

Aunque había que añadir que los arroyos de los bosques de su mundo estaban infinitas veces más limpios que el montón de inmundicia en el que chapoteaban.

Además, tampoco es que ella se pudiese quejar cuando había quienes lo estaban pasando peor. Zel fue el siguiente en saltar, y con su constitución, no reparó en echarle una mano para ayudarle a moverse por el agua. Incluso sin ser suyo, le dolió en el alma verle escurrirse su larga melena. Mientras que Nithael… Ya se temió en un principio que su reticencia por colarse por las alcantarillas se debía a las alas.

Ya dentro del conducto, se arrepintió de pensar que ya habían pasado el mal trago después del agua. Arrugó la nariz al sentir aquel horrendo hedor, como un tremendo y desagradable sopapo. Además de que el olfato no era el único sentido que tenían privado allí dentro. rumió para sus adentros y se miró la palma. Tal vez, sin tanta agua, fuese seguro encender una llamita para alumbrar…

No. —Zel se proclamó, como si le hubiese leído la mente—. Yo os ayudaré a ver.

Alanna arrugó el ceño, huraña.

¿Qué vas a…?

Pero antes de que terminase de hablar, dio respingo al comprobar que la oscuridad se habían esfumado. Parpadeó los ojos sucesivas veces, sin poder acostumbrarse a que de sopetón, lo viese todo con mayor nitidez. ¿Luz mágica? No. Era —¿cómo decirlo?—, natural, pero más pálida. No le gustó tener que dejar a Zel ir delante, pero era el único que podía mostrarles el camino sin que se diesen de bruces contra una pared. O que cualquier cosa les sorprendiese desde las penumbras.

Llegaron hasta una bifurcación, dándoles tres posibles opciones. La buena noticia es que Zel parecía guiarse por las alcantarillas mejor de lo que pensaba y ya tenía claro por qué camino marchar. Bendito niño.

Pero… ¿hay algo? ¡Algo se acerca!

¡Atrás!

«Era demasiado bonito para ser verdad.»

Al tiempo que Nithael se arrojaba sobre Zel, Alanna siseó entre dientes e invocó la Llave Espada. Apretó el mango con fuerza, a la espera de lo que pudiese acercarse hacia ellos. Un Sincorazón no podía ser por la protección del chiquillo, así que se esperaba lo peor. Una de las criaturas de Karel, o quizás…

¿Nith?

Nada de lo que se esperase. Los músculos del brazo se le agarrotaron al vislumbrar a una figura emerger de las sombras. Pero vaciló al darse cuenta de que no era nadie que conociesen. O al menos ella, ya que aquel muchacho no le sonaba de nada.

Sin embargo, lo que sí la devolvió a un estado de alerta fue ese halo lúgubre y tenue que le rodeaba. Bajó la vista al darse cuenta de que pasaba algo raro con sus pies y, entonces, por poco no se le salieron los ojos de las cuencas.

De todo lo que podía cruzárseles en el Reino de la Oscuridad y tenían que ser espectros.

¿Gabriel? —musitó Nithael.

¿Cómo?

Para cuando quiso voltearse hacia Nithael, este ya estaba avanzando hacia el fantasma con senda expresión de desconcierto. Por puro instinto, entró en alerta en cuanto el ángel le rozó con la mano, pero se quedó paralizada en el sitio.

¿Eres tú… de verdad?

«Espera. Entonces… ¿le conoce?»

Debía de conocerle. No por nada Nithael hubiese abrazado con tanta efusividad al denominado Gabriel. Alanna se quedó contemplando la escena de hito en hito, para luego girarse hacia Celeste y buscar en ella cualquier explicación a lo que estaba ocurriendo. Aunque ambas estaban igual de perdidas.

¿Qué haces aquí?

Xihn está perdiendo el control, por eso hemos podido escapar alguno Yo fui el primero, porque ya había tomado el control otra vez, y pude sacar a tres más. —Nada más oír el nombre de Xihn, la atención de Alanna se acrecentó. ¿Escapar? ¿Xihn tenía a fantasmas como prisioneros?—. No sé cuánto aguantaremos en medio de este Caos y Oscuridad. Casi no me creo haber podido llegar hasta aquí. Pensaba salir a buscaros fuera del reino de la oscuridad pero… ¡No esperaba que ya estuvierais aquí! Hasta pensé por un momento que sería cosa del Caos o que nunca había logrado escapar de Xihn.

Entonces Zel chistó y lo escudriñó con desgana.

Te estás deshilachando poco a poco. ¿Cómo pretendías escapar del reino de la oscuridad?

¡Zel! —le reprendió. Luego, volvió su mirada hacia el joven con un gesto de apuro en su rostro—. L-lo lamento mucho, señor… ¿Gabriel?

Pero el pequeño tenía razón. Gabriel alzó unas manos tan traslúcidas como sus pies, como si amenazasen de extenderse por todo su cuerpo.

Teníamos que intentarlo. Xihn… Xihn se está perdiendo a sí mismo. Se está consumiendo. Ha empezado a devorarnos para intentar mantener la cordura, cuando antes siempre nos guardaba para utilizar nuestras habilidades o recuerdos. —«¡¿Devorarles?!», Alanna empalideció. Santo cielo, ¿pero cuánto había degenerado ese monstruo?—. Era intentarlo y morir o… morir sin hacer nada. ¿Eres uno de los niños? Los vi en sus recuerdos. Xihn siempre… Oh. No. Ahora ya no importa. Lo siento.

Los ojos de Gabriel viajaron desde Nithael hasta ellas dos. Alanna se puso tensa, sintiéndose examinada por el joven.

Estáis aquí para acabar con Xihn, ¿verdad? —Alanna le asintió entre titubeos—. [color=#0040FF]Pero ahora es demasiado fuerte para vosotros. Puedo… Puedo ofreceros mi poder. Llevará un tiempo inestimable y no sé cómo pretendéis organizaros pero… Si estáis dispuestas, lo siento Nithael, no creo que la Oscuridad te sintiera bien, estoy dispuesto a fusionarme con una de las dos y que podáis usar mi capacidad a placer.

¿Perdón? —le increpó, enarcando una ceja.

¿A qué te refieres? ¿Qué poder?

Oscuridad. Liberación. Podríais… arrancarle más corazones a Xihn y debilitarlo. Porque aunque esté perdiendo el juicio, es tan fuerte que podría mataros de un suspiro, en especial ahora que no tiene cuerpo que reprima sus poderes.

Alanna enmudeció durante unos segundos que se le asemejaron a lustros. Le estaba costando horrores digerir las palabras de Gabriel. Fusionarse y… el poder de la oscuridad, decía. Pero de toda esa parafernalia, no dejaba de darle vueltas a lo de quitarle a Xihn unos corazones. ¿Cómo que cora…?

Ha empezado a devorarnos para intentar mantener la cordura, cuando antes siempre nos guardaba para utilizar nuestras habilidades o recuerdos.


«Por todos los dioses. Se refiere a ellos

Hasta que comprendió. Alanna dio un paso adelante, insegura de cómo preguntarle semejante cosa a Gabriel. Pero, ¿qué otra razón podía tener un alma en pena para saber tanto sobre Xihn y buscarles a ellos?

Vos… Vos sois una de las personas a las que Xihn robó el cuerpo, ¿verdad? —Antes de proseguir, miró de reojo a Nithael a modo de disculpa, temiéndose que el tema podría incomodarle mucho al ser Gabriel un amigo muy cercano a este—. Pero, entonces… ¿Nos estáis diciendo que durante todo este tiempo… seguíais vivos?

Puede que vivos no fuese la palabra correcta. Aun así, era monstruoso, por no decir repulsivo. Les arrebata el cuerpo. Usurpaba sus vidas. Y después de despojarles de todo, los usaba como meras herramientas para su propio placer. Le revolvía las tripas de solo pensarlo.

Pero si todas las personas a las que Xihn robó su identidad seguían existiendo… Apretó los labios, con la sospecha en mente de que ella también estaría entre los demás. A fin de cuentas, la reina fue una víctima más.

Señor Gabriel. Aquellos, aparte de usted, que dijo haber liberado de Xihn. ¿Podría decirnos quienes son y dónde están? Si Xihn es tan poderoso como decís, tal vez puedan ayudar a los demás. Y también… —Se mojó los labios. Si bien había entendido, él podía facilitarles una posibilidad contra Xihn. Les podía dar lo que ella quería negar todo este tiempo, pero que echaba muy en falta por culpa de su debilidad frente a los demás: poder. Y aunque se estuviese tratando de algo tan conflictivo como lo era la oscuridad, no la amedrentaba tanto como esperaba—. Sé que no tenemos mucho tiempo, ¿pero podríais aclararnos que conllevaría esa… fusión con vos?
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[X] #4 - Paraselene

Notapor Zee » Sab Jun 02, 2018 1:19 am

 
 
Paraselene: f. Fenómeno óptico que ocurre al reflejarse o refractarse la luz lunar en las nubes y que se manifiesta como puntos y halos luminosos que envuelven al astro.



«Recuerda que ahí afuera no estarás solo. No tengas la obligación de echarte encima cargas por tu cuenta, por favor».

«Me serviría mucho si yo pudiera recordarme eso más seguido», pensé. Caía y recaía en la vieja costumbre de cargar con enormes pesos en los hombros para compensar... ¿qué exactamente? ¿Mi partida? ¿Mi huida? ¿Mi traición? Y entonces terminaba en situaciones desesperadas tomando medidas desesperadas, como entregando la mitad de mi alma o enfrentándome a Xihn yo solo. Sólo esperaba que, con Ragun y Malik, además de los Maestros, pudiera tener un mejor desempeño con y para la Orden.

Torcí la boca en una mueca mientras nos internábamos finalmente al temible Reino de la Oscuridad, sintiendo más miedo del que podía amansar con mi falsa confianza y mi distorsionado sentido del humor. Aquel temor, ineludible, visceral y sincero, era debido a la suma de varios factores: a) que aquella fuera la primera vez que me adentraba, después de tantos años, en un mundo salvaje y desconocido; b) la carga física y emocional que la atmósfera, a rebosar de energía oscura, suponía para nuestros cuerpos extranjeros; c)la sensación de que aquella invasión, para bien o para mal, debía suponer un cierre, un final, para la Orden; d) nos enfrentábamos a Xihn, quien me había aplastado como a una mosca (muy literalmente) con sólo un movimiento de los dedos; y e) que a fin de cuentas, resultaba que no estaba listo para morir.

El olor, cielos, el olor. Era como muerte y descomposición, como enfermedad y agonía, como desolación y melancolía, como guerra y duelo, como todo lo horrible y doloroso y aflictivo que podía experimentar un corazón. Curioso. Cómo un olor podía transmitir tantos sentimientos; como si los sentidos se enmarañaran, como enredaderas...

No era nada tranquilizador contemplar cómo el Reino de la Oscuridad mantenía huellas de lo que alguna vez fue una civilización, una ciudad perdida, erosionada por el paso del tiempo y la influencia del Caos. Muros, arcos, puertas y fuentes, todo a un paso de convertirse en polvo. ¿Y lo más espeluznante? Ni una señal de vida. Ni un alma. Nada. Ni un aliento. Nada.

Lo único que noté moverse ante nuestra presencia fue el Caos. Sus pequeños apéndices cobraron vida y comenzaron a arrastrarse hacia nosotros, como raíces buscando agua.

¡Nosotras nos ocuparemos! —escuché a la Princesa Ariel, quien levantó el tridente de su padre. El resto de las Princesas la imitó, y sus llaves se alzaron hacia el frente, produciendo un potente destello que pareció, tal vez no deshacerlo, pero sí al menos frenar un poco el avance del Caos—. ¡Adelante, no hay tiempo que perder!

Felipe avanzó al frente junto con los Maestros Ronin y Ryota, blandiendo la espada que podía hacerle frente al Caos. Antes de seguirlos de cerca, acompañado por Ragun y Malik, pude ver cómo el resto de las Princesas poco a poco se separaban, intentando flanquear el único edificio que permanecía intacto: un enorme castillo, una fortaleza con todas sus letras. El último bastión de Xihn.

¡Conmigo, vamos! —exclamó Ronin.

Así que nos movimos. El príncipe Felipe liderándonos, con la Espada de la Virtud y el Escudo de la Verdad (¿no era al revés?) en alto, removiendo la Oscuridad como una linterna en las penumbras. Y nos seguimos moviendo; conforme más avanzábamos, más pesados se tornaban mis pasos, más se enviciaba mi aliento, y cada vez más ojos amarillos nos observaban desde las ruinas del reino antiguo.

Ragun aprovechó el interminable silencio para advertirnos sobre Xihn y su naturaleza, similar a la de los tres niños. Cómo la gente de su raza parecía ejercer cierto poder sobre los seres de oscuridad, como los Sincorazón: podían comandarlos sin que ellos pudiesen resistirse, viendo su voluntad completamente doblegada. Ragun, como un ser hecho de oscuridad, similar a un Sincorazón, no estaba exento. Lo que significaba, a sus ojos, que él mismo podía convertirse en un arma para que Xihn blandiera sin restricciones; y sabiendo bastante bien que bajo las órdenes del enemigo, él bien podía acabar con nosotros, naturalmente nos pidió... que fuéramos nosotros quienes acabáramos con él primero.

Ragun —murmuré, casi a la par que Malik.

»Digo, no es que no quiera, pero... —dije con una sonrisa, dejándole ver que incluso en las más sombría de las circunstancias, no estaba dispuesto a poner una cara triste. Ni a dejar a un amigo—. Idealmente, sólo una persona tiene que irse hoy. Y ya sabemos quién es.

Los Sincorazón decidieron salir de sus escondites, primero de forma insidiosa, casi imperceptible; y luego abalanzándose los unos sobre los otros, presurosos por llegar a los brillantes corazones de los portadores. La horda hambrienta pareció venir de la nada cuando las Neosombras brotaron de detrás de un amplio puente derrumbado, un río de cabezas negras y ojos amarillos arremolinándose hacia nosotros. El Maestro Ryota intentó tranquilizarnos, apremiándonos a demostrar nuestra presencia para distrer a Xihn.

¿De verdad mordería el anzuelo? ¿No era extremadamente sospechoso que sólo seis personas fueran a enfrentársele? Tenía la horrible sensación de que las cosas no estaban predestinadas a salir como esperábamos.

Además, no podía evitar ponerme nervioso cuando eran esas cosas a las que teníamos que enfrentarnos. Una Neosombra había sido la que, de un zarpazo, por poco y me deja hecho un cascarón vacío. Si no hubiera sido por la intervención de Jessamine… Bueno. No quería imaginar dónde estaría.

¡Si los llevamos a un lugar estrecho o a una pendiente podemos lanzar un ataque que destruya muchos a la vez!

¡Sólo hay que estar seguros de no arrinconarnos! —exclamé, bastante nervioso, luego de que Ragun y Malik expusieran su idea. ¡Jamás había visto tantas Neosombras juntas! En el momento que termináramos en el lugar equivocado, sin una forma de salir, los Sincorazón nos harían pedazos. Y ni oportunidad tendríamos de acercarnos a Xihn.

El castillo no estaba lejos. Era el camino era lo complicado: un sendero casi oculto bajo los escombros, serpenteando entre las ruinas, flanqueado por hordas de Sincorazón a ambos lados. Si pudiéramos acercarnos un poco más, y luego combatir a las Neosombras, entonces era posible que el alboroto llamara la atención de Xihn.

Trazando un arco con las manos, llevé mis dedos al frente y levanté con Magnetokinesis cuantos guijarros pequeños me pude permitir: mientras el peso total de las pequeñas rocas no excediera mi límite, mientras mas fueran, mejor. Entonces, como si se tratara de una lluvia de metralla, los lancé con fuerza en dirección a los Sincorazón, buscando frenar su avance. Barajé la posibilidad de detenerlos con un cambio en la gravedad, pero tal vez fuera más prudente guardar mis energías para lo que estaba por venir.

Tenía la preocupante impresión de que, mientras más nos acercáramos al castillo, más grandes serían las sombras que producía.

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¡Gracias al cielo!

Los Sincorazón cayeron con más facilidad de la que esperaba. Nuestros ataques combinados, incluyendo los de los dos Maestros y los del Príncipe, hicieron trizas a las Neosombras casi sin esfuerzo. Me alivió el saber que no tuvimos la necesidad de acorralarnos nosotros mismos para combatir a los enemigos: sin siquiera quererlo, avanzamos hasta el castillo mientras molíamos a las criaturas hasta con energía de sobra. Antes de darme cuenta, nuestro grupo ya se hallaba frente a las gigantescas puertas de la fortaleza, las cuales procedimos a abrir de par en par sin permitirnos perder más tiempo.

Las sombras se esfumaron, apresurándose a regresar a sus improvisadas madrigueras para refugiarse de lo que fuese que comenzaron a percibir en cuanto la fortaleza se abrió ante nosotros. ¿Temían, acaso, a Xihn o a sus generales? ¿Los reconocían como entes mucho más poderosos que ellos, capaces de destruirlos en un parpadeo? ¿O era tal vez aquella extraña mezcla entre miedo y respeto que uno le tiene a su superior, a su amo o dueño? Bueno, sin importar de qué se tratase, aquel fenómeno encendió todas las alarmas en mi cabeza, incluso aunque la ausencia de mis casi-asesinos me generara una pizca de alivio:

Las Neosombras se habían lanzado hacia nosotros sin pensarlo dos veces. Contra tres Maestros y dos Aprendices. Entonces, ¿qué podía ser lo que se ocultaba dentro del castillo que las hubiera motivado a escabullirse como cucarachas?

¿Podía ser, acaso, el hombre delgado y apuesto que nos esperaba tras la puerta, como si hubiera previsto nuestra llegada?

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Todos los presentes reaccionaron de forma diferente a su presencia. Ronin le reconoció con una ojeada solamente y en un instante lo embargó una ira que yo no creía capaz de contemplar nunca en su rostro; mientras que Ryota se adelantó a frenarlo, temeroso de que su viejo amigo pudiera tomar acciones precipitadas. Incluso percibí que Ragun también lo conocía de algún sitio, y que tampoco podía creerse su presencia.

¿Cómo? ¿Cómo puede estar ése aquí? —demandó Ronin casi con un rugido, como un volcán a punto de estallar—. ¡¿Por qué no está muerto y pudriéndose en el infierno?!

¿Era aquel hombre… alguna especie de fantasma?

¿Quién…? —intenté preguntar en un murmullo, pero la voz de Ragun ahogó la mía en cuanto éste se adelantó a razonar con Ronin:

Entiendo cómo te sientes, pero quien mató a tus compañeros fue Xihn, Maestro. Aaron fue una víctima más de sus posesiones —Y entonces todo hizo click—. Recuerda lo que hizo con Chihiro y con muchos otros a lo largo de la historia.

Un rostro para el nombre. Un nombre temible y aterrador que por años no había sido mencionado en Tierra de Partida por miedo a abrir viejas heridas; un nombre que simbolizaba pérdida, y muerte, el peor de los dolores para un Maestro: el de perder a sus Aprendices; un nombre sinónimo para traición y deslealtad; y antes que todo ello, un nombre que parecía haber puesto en movimiento toda nuestra historia desde el principio.

Aaron, el asesino de Aprendices.

¿Aquél? ¿Él? ¿Aquel joven, que parecía una pintura en vida, había sido el principio de todo? No era lo que me imaginaba. En mi cabeza había plasmado la imagen de un titán monstruoso, algo similar a un poderoso Sincorazón; incluso a sabiendas que él alguna vez también había sido aprendiz, de forma inconsciente había decidido arrebatarle su humanidad y convertirlo en una imagen coincidente con la de una bestia asesina. Pero ahora que finalmente veía su rostro, o lo que alguna vez fue su rostro, y sólo veía, pues… a un hombre…

No podía evitar pensar en si había monstruos dentro de todos nosotros.

Inquietante, ¿verdad? —preguntó el hombre, mostrando una expresión un tanto pícara—. ¿Qué se siente, Ronin? ¿Qué se siente al saber que habéis llegado tan lejos pero seguís sin entender nada?

Silencio —lo cortó el Maestro Ryota—. ¿Qué haces aquí?

Bueno, habéis —¿cómo lo diría?— llamado a la puerta. Fuerte, además. ¿Qué vais a hacer ahora, me pregunto?

»¿Vais a entrar, ir a por Xihn y dejar que os humille, os destroce, os aniquile, os mate a todos? ¿Pensáis de verdad que tenéis una mínima posibilidad? Sería el fin de la Orden. ¿Es eso lo que queréis?


«¡Sí que tenemos una mínima posibilidad!», pensé, pero sin encontrar la voz suficiente para replicar. «De otra forma, el destino no nos habría permitido llegar hasta aquí».

Es... Es real. Es Aaron, no una ilusión —Mientras Ragun decía aquellas palabras, alcancé a ver de reojo el frasco vacío de un éter entre sus dedos. Había usado alguna clase de hechizo—. Pero su corazón... Es como si estuviese desvaneciéndose, como si algo lo estuviera devorando.

Xihn, entonces —añadí, refiriéndome al ello que lo devoraba. Noté el conocimiento de Jessamine fluyendo dentro de mí—. Si de verdad roba cuerpos, entonces es posible que este Aaron sea un eco o una sombra. Un residuo. Supongo que los corazones tienen que ir a algún sitio al final de todo, ¿no?

¿Tal vez ese sitio era el Reino de la Oscuridad?

¿Acaso es Xihn quien está haciendo eso con tu corazón? —inquirió Ragun—. ¿Puede detenerse? ¿Y qué sugieres para que acabemos con él? Parece que sabes más que nosotros sobre Xihn, agradeceríamos que compartieses todo lo que sabes.

¿Cómo sabemos que no trabaja para Xihn, Ragun? —cuestioné, escéptico—. Digo, ha usado su cuerpo antes, ¿qué nos asegura que no esté usando también… lo que sea que este Aaron sea?

»¿Has decidido recibirnos por tu propia voluntad?
—le pregunté al (posible) eco—. ¿Por qué? ¿Por qué venir a hablar con nosotros?

¿Para burlarse?
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—

~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~


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Re: [Evento Global Final] Un Reino de Luz y Oscuridad

Notapor Denna » Sab Jun 02, 2018 2:27 am

Salté al agua, cerrando los ojos y a la espera de sentir algún tipo de dolor, pero no ocurrió nada. Estaba muy caliente, eso sí, pero no como para quemar. Traté de mover las piernas. La corriente era fuerte. Gracias a Dios que ninguno de nosotros era bajo. Incluso Zel se las pudo arreglar, aunque agarrándonos a Alanna y a mí para avanzar.

La cloaca estaba oscura y silenciosa, excepto por los quejidos bajos de Nithael, que apenas había podido pasar por los barrotes. Arrugué la nariz. Apestaba. Apestaba y no veía nada. Si ahora el Caos hacía alguna de las suyas, ¿cómo iba a poder defenderme?

Vale, un segundo, voy a crear una llama para...

No. Yo os ayudaré a ver.

Abrí la boca para preguntar, pero Zel hizo... algo. Supongo que me lo perdí en la oscuridad, o quizás era algo propio de su naturaleza, pero el caso es que de pronto las formas cobraron sentido ante mí. Era como tener ojos de gato. Ver perfectamente en la noche.

Me sentía como una bruja de cuento. ¡Quién lo iba a decir, a estas alturas! Reprimí una sonrisa y le di las gracias a Zel.

Y así avanzamos durante unos minutos. No había Caos entrometiéndose por nuestro camino... sólo una bifurcación. Una bifurcación y algo que se acercaba. Algo que...

¿Gabriel? ¿Eres tú… de verdad?

«¿Gabriel? ¿De qué me suena ese... Oh.»

Alanna, Zel y yo nos mantuvimos en un tenso silencio mientras Nithael abrazaba al recién llegado. Su efusividad, su amor, era tan intenso y desesperado y feliz que resultaba hasta incómodo.

Es, ah... Creo que Gabriel es la persona que vivía con Nithael hace mil años en Tierra de Partida. Es una de las cosas que se descubrieron en el Castillo del Olvido —les expliqué a Alanna y a Zel entre susurros. Suponía que Ronin, en todo este tiempo, habría puesto al corriente a su niño.

Cambié el peso de un pie a otro. Cielo santo, eran peores que Ryota y Ronin. Y yo pensando que no podía haber nadie peor que Ryota y Ronin.

Gabriel se separó de Nithael casi como si le doliera hacerlo, y procedió a contarnos la situación:

Xihn está perdiendo el control, por eso hemos podido escapar alguno Yo fui el primero, porque ya había tomado el control otra vez, y pude sacar a tres más. No sé cuánto aguantaremos en medio de este Caos y Oscuridad. Casi no me creo haber podido llegar hasta aquí. Pensaba salir a buscaros fuera del reino de la oscuridad pero… ¡No esperaba que ya estuvierais aquí! Hasta pensé por un momento que sería cosa del Caos o que nunca había logrado escapar de Xihn.

Estabas... ¿Dentro de Xihn? ¿Tú y... y tres más? —pregunté, horrorizada.

Zel chasqueó la lengua.

Te estás deshilachando poco a poco. ¿Cómo pretendías escapar del reino de la oscuridad?

¡Zel! —le reprendió Alanna—. L-lo lamento mucho, señor… ¿Gabriel?

Pero Zel tenía razón. Las manos de Gabriel empezaban a volverse transparentes.

Teníamos que intentarlo. Xihn… Xihn se está perdiendo a sí mismo. Se está consumiendo. Ha empezado a devorarnos para intentar mantener la cordura, cuando antes siempre nos guardaba para utilizar nuestras habilidades o recuerdos. —Se me escapó una mueca de asco—. Era intentarlo y morir o… morir sin hacer nada. ¿Eres uno de los niños? —preguntó entonces a Zel—. Los vi en sus recuerdos. Xihn siempre… Oh. No. Ahora ya no importa. Lo siento.

El chico no contestó. En un intento de disipar la tensión, intervine:

Dices... Decís que Xihn se está consumiendo y que os devora. ¿Cómo podemos impedirlo? Si le detuviéramos a tiempo... ¿podríais... volver?

Gabriel era importante para Nithael, y con eso me bastaba. Para pasar a formar parte de Xihn habría tenido que hacer algo terrible —como Chihiro, como Aaron—, pero si existía la mínima esperanza de salvarle... aunque fuera sólo a él...

Sus ojos se posaron en nosotras.

Estáis aquí para acabar con Xihn, ¿verdad? Pero ahora es demasiado fuerte para vosotros. Puedo… Puedo ofreceros mi poder. Llevará un tiempo inestimable y no sé cómo pretendéis organizaros pero… Si estáis dispuestas, lo siento Nithael, no creo que la Oscuridad te sintiera bien, estoy dispuesto a fusionarme con una de las dos y que podáis usar mi capacidad a placer.

¿Perdón?

¿A qué te refieres? ¿Qué poder?

Oscuridad. Liberación. Podríais… arrancarle más corazones a Xihn y debilitarlo. Porque aunque esté perdiendo el juicio, es tan fuerte que podría mataros de un suspiro, en especial ahora que no tiene cuerpo que reprima sus poderes.

«¿Ahora resulta que haber destruido su cuerpo fue un error?»

Se me cayó el alma a los pies sólo de pensarlo.

Alanna saltó de inmediato con sus preguntas, pero yo necesitaba tiempo sólo para ordenar mis ideas. Nithael y Zel permanecieron callados, quién sabe con qué pensamientos. La fusión... No me hacía ninguna gracia. No porque pensara que fuera todo una trampa de Xihn —Zel no había dado indicios de sospechar, y la reacción de Nithael hablaba por sí sola—, pero compartir cuerpo con un espíritu corrompido por Xihn...

Miré a Alanna de reojo y me mordí el labio.

¿Será peligrosa? La fusión, digo. Ninguna de las dos es afín a Oscuridad ni a Luz, y me pregunto si vos sabríais qué efectos podría tener —expuse, preocupada. Si iba a conllevar un gran riesgo, no me perdonaría nunca que Alanna tuviera que pasar por ello. Era muy joven. Si las cosas salían bien hoy, todavía podía tener una buena vida por delante junto a Nikolai y su familia—. ¿Estaríais con nosotros después? Si no es así, ¿cómo debemos utilizar vuestro poder? ¿Hay que atacar a Xihn de alguna forma concreta, o utilizar algo en particular?

A menos que Gabriel me confirmara que no habría ningún peligro, accedería a discutir las opciones con Alanna. De lo contrario, daría un paso hacia él.

Soy demasiado débil por mi cuenta, me temo —razoné, con una sonrisa triste—. Quiero poder soportar al menos un ataque de Xihn.
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