Neru, Malik, Enok & Freya ― Tren fantasmaEn la estación de las Terrazas del Atardecer, los tres aprendices se subieron al misterioso tren. Enok, en la Estación Central, hizo igual.
En ambos casos ocurrió exactamente lo mismo. En cuanto el último aprendiz puso el pie dentro, las puertas se cerraron de golpe. Y el tren arrancó. Pero a una velocidad que distaba mucho de ser la normal: en pocos segundos alcanzó una velocidad de vértigo. ¡Iba como loco!
Por supuesto, los cuatro se encontraron con el mismo problema: o consiguieron agarrarse a algo a tiempo, o acabaron chocando contra la pared del fondo del vagón, aplastados por el brutal movimiento del vehículo. ¡Casi parecía que iban a descarrillar de un momento a otro!
Afortunadamente, no fue así. Pero, si conseguían mirar por la ventana, descubrirían algo: llegaban a un cruce donde dos días se convertían en una. No debería de ser problema, de no ser porque... por la otra vía llegaba un vagón idéntico al que estaban montados y que también se dirigía hacia aquella vía única.
Chocarían en segundos... o tal vez no.
Cuando debió ser el momento del choque, algo rarísimo ocurrió. Para Enok, tres personas surgieron de la nada en su vagón. Para Neru, Malik, y Freya, él apareció de pronto en el suyo.
Los vagones se habían unido en uno. Y seguía avanzando a toda velocidad... Alejándose de Villa Crepúsculo.
Pasarían al menos diez minutos de viaje. Cuando el tren se detuvo, por fin, las puertas se abrieron de inmediato. Cuando los aprendices pudieran ponerse en pie y consiguieran salir del vagón, se encontrarían con una escena completamente diferente a la que se esperarían.
Un lugar extraño, casi místico, donde una gran torre llamaría de inmediato su intención. Se alzaba sobre un trozo de tierra que parecía flotar en el cielo. Igual que las vías de tren por las que habían llegado: se mantenían en el aire como por arte de magia, sin que nada las sujetase.
Avanzando, no encontrarían nada extraño hasta llegar a la puerta de la torre. En cuanto uno se acercara más de lo debido, una barrera de luz surgiría en el portón, como señal de que el paso estaba bloqueado... Excepto por el detalle de que, en mitad de dicha barrera, se distinguía claramente el símbolo de una cerradura.
Las puertas del vagón permanecieron abiertas, tal vez esperando a algo o a alguien.
¿Qué harían los cuatro?
Myxa ― El amigo tras la paredLa aprendiza eligió la Maravilla llamada "El amigo tras la pared". Los rumores decían que en aquel callejón se podía jugar con un misterioso ser que se escondía tras la pared de ladrillo del fondo, y que en ocasiones, cuando se aburría, incluso lanzaba pelotas para llamar la atención de los viandantes.
Tonterías, había asegurado Pence durante el viaje en tren. Según él, el misterio de aquella maravilla radicaba en un puñado de gamberros que se dedicaban a lanzar pelotas desde el final del callejón y luego esconderse, aprovechando la profundidad del mismo para dar la impresión de que había sido la pared.
Pero lo que Myxa se encontró fue muy diferente. La chica no habría dado ni dos pasos cuando algo pasó rozando su hombro a toda velocidad. Un ladrillo.
El típico sonido de una barrera formándose a su espalda señalaría la trampa en la que se acababa de meter. Si se giraba, descubriría que como antes estaba encerrada. Pero sin duda lo más alarmante sería lo que ocurría al fondo del callejón: una nube negra inundaba la pared, y ésta... Atacaba con ladrillos.
No eran pelotas, sino ladrillos los que lanzaba aquella Maravilla. Si Myxa quería sobrevivir, tendría que afilar al máximo sus reflejos y descubrir la forma de detenerla.
Antes de que fuera demasiado tarde.
Fecha límite: martes 11 de noviembre.