[Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Trama de Myxa, Neru, Malik y Freya + Enok Zohar

La aparente traición de Tierra de Partida en un acuerdo de paz provocó el anuncio de la guerra por parte de Bastión Hueco. Los aprendices deben enfrentarse entre sí, entre antiguos amigos y compañeros. ¿Cómo lograrán sobrevivir cuando otras amenazas acechan?

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro, Sombra

Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Crystal » Vie Nov 14, 2014 12:40 am

El viaje del tren empezó con normalidad; nada fuera de lo común. Pero para mi desgracia, unos instantes más tarde adquirió una velocidad que me obligó a sujetarme para no salir disparada.

Miré por la ventanilla unos instantes para comprobar que un tren exactamente igual estaba a punto de colisionar con el nuestro. Fantástico. Bendito momento en el que pillé el tren. Volví a cerrar los ojos, pensando que así sufriría menos durante el choque, pero la voz de uno de los dos chicos me hizo abrirlos de nuevo.

¡¿Eh?! ¿De dónde has salido?

Me froté los ojos, sin creerme realmente lo que estaba viendo. ¡Era Enok! ¿Cómo era aquello posible? Antes de que yo pudiese levantarme para ir a su lado, el se sentó junto a mí. Me giré levemente para poder verle. Sentí un alivio enorme al saber que estaba ahí. Suspiré.

Lo siento...—susurró.

Y entonces, se me encogió el corazón. Miré al chico a los ojos, notando en ellos aquella pizca de preocupación que posiblemente también expresasen los míos. Por primera vez en bastante tiempo, noté como se sentía aquello de que alguien se preocupase por ti. Y era tan maravilloso. Ojalá pudiese haberle explicado lo mucho que me preocupaba no volver a verle y haber fallado la misión. Pero no era el momento adecuado, y tampoco me atreví.

No tienes que sentirlo… —sonreí levemente—. No fue culpa tuya.

El vagón no tardó en detenerse, y los otros dos chicos bajaron. Sin embargo, justo antes de que ambos nos marchásemos, Enok volvió a dirigirme la palabra.

No sé que está pasando aquí... Y-Ya sa-sabes... Esta gente...—comentó, haciendo referencia a aquellos dos.

Lo sé —asentí con la cabeza, dándole la razón—. No me dan buena espina.

Cuando salimos del tren, pude observar dónde nos encontrábamos. Era una isla flotante, dónde lo más impactante era una torre con el mismo diseño de estrellas que el tren. Empecé a pensar que aquello no era tan adorable como en un primer momento había opinado. Ya era bastante cateto.

Y sin embargo… ¿Cómo era posible que nunca hubiese llegado hasta ahí? Yo, que había pasado mi vida en la Villa. O bueno, lo que recordaba de ella.

Vi como Enok se acercaba a los otros dos. Yo hice lo mismo, pero me quedé detrás de él; de alguna manera me sentía más segura.

Voy a dejar las cosas claras. No buscamos pelea, ¿de acuerdo? Hemos venido a investigar esto. Si tenéis algún problema, podemos solucionarlo cada uno por su lado, o un combate, lo que más os guste.

Instintivamente, eché mano a la pistola de mi bolsillo, pero no llegué a sacarla. Mi compañero tampoco reaccionó al respecto, así que supuse que no les daría el placer de luchar o de pelear; Enok parecía tener otro tipo de carácter. Pero yo estaba preparada por si alguno de los dos en algún momento intentaba hacer algo; quizás no podría atacar con la Llave, ni tenía la fuerza suficiente como para vencerlos, pero disponía de algunas balas y tenía claro que ayudaría a mi compañero.

Descuida.

La aparición de una Llave Espada en manos del mayor de los dos, confirmó mis sospechas; eran del bando contrario. Era mejor alejarse de allí y no buscar pelea. De todas maneras no nos importaban; por lo menos no si no interferían en los planes. Así que dispuesta a no volver a perder de vista a Enok, lo seguí a dondequiera que fuese.
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Ronda #11 - Las siete maravillas

Notapor Astro » Vie Nov 14, 2014 8:50 pm

Myxa ― El amigo tras la pared

No lo tuvo fácil, pero la aprendiza consiguió ir avanzando hacia el fondo del callejón poco a poco. Tuvo que recurrir al hechizo Quasar en una ocasión, pero parecía que lo estaba logrando.

Y eso que el fantasmón, como ella lo había llamado, se empeñaba en ponérselo difícil. Cada vez que lanzaba un ladrillo, otro volvía a ocupar la posición en la pared, por lo que nunca parecía quedarse sin munición. Pero Myxa se acercaba más y más, y la gran bruma que había en el centro estaría en poco al alcance de su Llave Espada.

Pero claro, el fantasmón se negaba a perder esta partida. E hizo trampas. Myxa prácticamente estaría cantando victoria cuando lo vio: toda la pared se abalanzó sobre ella. Sí, toda. Todos los ladrillos, sin excepción, habían sido disparados de golpe. La aprendiza estaba demasiado cerca, y no tenía tiempo ni medios para esquivar o evitar aquella avalancha... El golpe era inmediato. Y seguramente, mortal.

Fue entonces cuando un rayo descendió del cielo, destrozando la pared por la mitad con una fuerza brutal. Myxa cayó al suelo por la onda provocada, y cuando pudiera mirar a través del humo que se había levantado descubriría a un Akio que clavaba con fuerza su Llave Espada en el centro de la pared, justo en la niebla oscura.

Como había pasado antes, un espectro de capucha negra y ojos brillantes se revolvió en la pared antes de desvanecerse en el aire.

Tú, tengo tres preguntas —dijo el pequeño Maestro, haciendo desaparecer su arma y girándose para mirar a la chica con los brazos cruzados y el ceño fruncido—. Uno, por qué hueles tan mal. Dos, dónde están los otros dos patanes. Y tres, en serio, por qué hueles tan mal.

Los restos de las bolsas de basura que habían atacado a Myxa en la colina todavía eran visibles en su ropa... y en su olor.

»Ah, sí, ¿y sabes algo sobre esa cosa que estaba en la pared?

Akio señaló con el dedo hacia atrás, donde ahora el muro permanecía intacto, como si nunca hubiera estado disparando ladrillos.

Momento de dar respuestas, o de hacer las preguntas propias.

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Neru, Malik, Enok & Freya ― Torre de los Misterios

Fue Malik el que tomo más la iniciativa, dirigiéndose hacia la barrera de la puerta e invocando su Llave Espada. La reacción, nada más apareció el arma, fue instantánea. Un rayo de luz surgió de su extremo hasta chocar con la cerradura. Con un sonoro click metálico, la pared de luz se deshizo en el aire como pequeñas luces.

La vieja puerta de madera se abrió, sola, una vez que ya no estaba bloqueada. Pero ninguno de los aprendices podría poner un pie dentro, porque entonces ellos salieron.

Fueron casi como una avalancha, que derribó a Malik y a Neru al suelo al ser lo más cercano a la puerta. Cuando levantaran la vista, y cuando Enok y Freya pudieran verles, ya sería demasiado tarde como para intentar cerrar la puerta.

Espectros. Fantasmas. Todos les habían visto con anterioridad, y cada uno les habría puesto un nombre a falta de saber qué eran exactamente. Pero lo grave ahora era... que no sólo había uno. Había muchísimos. Cientos, seguramente, flotando en el cielo todos juntos formando un gran círculo que oscureció el cielo. Contarlos era imposible, sin duda.

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x???

Los innumerables pares de ojos brillantes estaban clavados en los cuatro aprendices. Esperando, tal vez, a algo, pues salvo flotar en el cielo no se movían. De momento.

¡Espléndido! Y pensar que sólo necesitábamos traeros aquí para que hicierais el trabajo por nosotros. ―Alguien había aparecido de pronto, caminando hacia ellos mientras aplaudía con tranquilidad―. Nos tomamos tantas molestias en la Villa para nada... Irónico, ¿verdad?

Era un hombre de pelo plateado y ojos violetas, alto, vestido con una elegante capa negra en los hombros. Llevaba una calavera como hebilla en el cinturón, y se podían ver pequeñas cicatrices en la cara. Puede que algunos le reconocieran nada más verle al ser un rostros conocido en Villa Crepúsculo: Setzer, el campeón y jugador número uno de struggle.

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Habéis sido buenos peones, pequeños ―tanto el tono de voz como su rostro reflejaban claramente gestos de superioridad en él―. Pero ya no sois necesarios. Molestáis.

»Debéis ser sacrificados.

Con un brusco movimiento, invocó dos barajas de cartas en cada una de sus manos, moviendo las cartas entre los dedos con bastante destreza. Además, varios de los fantasmas habían descendido y giraban ahora a su alrededor.

Era la hora de pelear. Quisieran o no.

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¡Aprendices VS Setzer!

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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Myxa » Sab Nov 15, 2014 8:34 pm

Cuando persona está en el umbral entre la vida y la muerte toda su vida pasa ante sus ojos, o al menos eso es lo que cuentan. Algo parecido le ocurrió a Myxa. En el espacio de una milésima de segundo por su mente trascurrieron los recuerdos de su vida pasada: recuerdos de agridulces momentos, todas las personas que le habían llegado a importar, el calor que sintió en su pecho el día en que tocó su Llave-Espada, el empujoncito que le dio su mejor amigo para que emprendiese su nueva vida...

Escasos segundos faltaban para que la lluvia de bloques le cayese encima y la sepultara. Una súbita oleada de miedo le recorrió desde la planta de los pies hasta la coronilla cuando fue consciente de que no tenía escapatoria. Tenía los hechizos adecuados para poder librarse de esa situación, pero no magia ni manejo suficiente como para poder lanzar cuantos conjuros quisiese y al provenir de todas partes no podría esquivar todos los ladrillos a tiempo. El tiempo se le agotaba.

“Al menos me llevaré a ese hijo de puta encapuchado conmigo al Infierno”.

Sonrió con malicia, agarró más fuertemente el mango de sus armas y se dispuso a lanzarselas al enorme cúmulo de bruma oscura que se hallaba a escasos metros de ella. Pero no llegó a arrojarlas.

En el último instante un haz de luz se precipitó del cielo y la onda de choque que provocó el rayo al impactar contra el muro la empujó hacia atrás, cayendo al suelo medio aturdida. Un denso humo rodeó toda la callejuela y tan sólo podía escuchar un pitido en los oídos, seguramente producto de haber estado tan cerca de la zona de impacto.

Hubo un momento en el que creyó estar realmente muerta. Al caer se golpeó bastante fuerte la cabeza y se le nubló la vista y todos los demás sentidos, pero poco a poco fue recobrando la consciencia. Levantó la cabeza pausadamente y, a través de la capa de humo, pudo llegar a vislumbrar la figura de Akio clavando su arma en el centro de la niebla. Un nuevo espectro surgió de la pared y, tras retorcerse de dolor, se esfumó en el aire. Suspiró de alivio inconscientemente.

Tú, tengo tres preguntas —el tono de voz de Akio rezumaba dureza, sequedad y quizás molestia. Puso los brazos en jarra y frunció el ceño bastante descontento, cómo no—. Uno, por qué hueles tan mal. Dos, dónde están los otros dos patanes. Y tres, en serio, por qué hueles tan mal.

Bueno, me ha estallado una bolsa de basura gigante poseído por uno de esos bichos —procedió a responder en un tono bastante despreocupado y haciendo el esfuerzo de disimular su estado mientras se levantaba. No iba a permitir que nadie le viera siendo débil— y luego ha intentado matarme lanzando todo el parque encima mía. Se quedó en el intento.

>>Respecto a esos dos no tengo ni idea. Optaron por separarnos para abarcar más campo y desde entonces no sé nada de ellos. Es extraño —se llevó el dedo pulgar al labio inferior, rodeó la barbilla con el índice e inclinó la cabeza, pensativa—. En todo el camino de la estación al parque y de ahí hasta aquí no les he visto el pelo.

El asunto tenía mala pinta. Ya había trascurrido un buen tiempo desde que se separaron y no había rastro de ninguno. Lo más probable era encontrarse al menos a uno de paso ya que iban separados, pero no era el caso. ¿Abría ocurrido algo?

»Ah, sí, ¿y sabes algo sobre esa cosa que estaba en la pared?

Levantó la vista del suelo y miró fijamente al pequeño Maestro. Le sorprendió que le preguntara pues supuso que ya se había enfrentado a alguna de aquellas cosas en la mansión, no obstante era lógico pues recién acababa de llegar a la colina, o eso presuponía. Se acercó a la extraña pared mientras guardaba su arma y desmaterializaba la otra, sin embargo no vio nada fuera de lo común, como la primera vez. Acto seguido volvió a girarse en dirección al Maestro y comenzó a agitar la chaqueta y revolver el pelo para quitarse los restos de basura de encima.

Por lo que he podido averiguar hasta ahora esos “fantasmas” parecen haberse situado en las zonas donde se encuentran las maravillas, son capaces de transformarse en esa especie de bruma negra y pueden poseer objetos materiales y manipular el escenario a su antojo. Esperan a que alguno de nosotros se acerque lo suficiente y cuando se dan la vuelta nos encarcela en una barrera nos ataca por la espalda. Según he comprobado esas criaturas son terriblemente débiles a la luz de nuestras Llave-Espada —informó de primeras a la vez que la expresión de su cara iba cambiando a una mucho más seria—. He intentado hablar con algunos lugareños, pero a juzgar por su reacción llevan aquí mucho tiempo y tienen a todos horrorizados. Soy de por aquí y nunca había visto a ninguno de éstos antes.

>>Ésta era la segunda maravilla que visitaba. La primera era “la bolsa animada” y en esa lucha escuché una especie de voz masculina en mi cabeza. Ni se te ocurra hacer el comentario de que estoy pirada, que te veo venir —le señaló con el dedo índice, frustrando cualquier intento de Akio de criticarla—. Y, bueno, hasta ahora eso es lo único que he podido deducir. ¿Tu has podido averiguar algo en la mansión?

Se quedó a escuchar lo que le decía Akio. Probablemente le esperaría alguna que otra crítica a su ineptitud o una que otra bronca. Le pegaba demasiado lo de sacar a la luz cualquier mínimo fallo que cometía cualquier otro que considerara inferior a él. Teniendo en cuenta el hecho de que le había salvado la vida seguro que aprovecharía la ocasión para pavonearse de ello, quién no lo haría, por lo que trataría de aguantar cualquier comentario al respecto, eso sí, si se pasaba de la raya lo más probable es que se enzarzase con él en una acalorada discusión. Myxa era una persona agradecida y, en contraste, muy orgullosa y de carácter fuerte. Cualquier crítica que hiriese dicho orgullo solía estar acompañada de fulminantes miradas de desprecio y alguna que otra amenaza con altas probabilidades de que fuesen cumplidas.

Tras pasar el mal trago añadiría con voz tajante:

Supongo que ahora te pirarás y me dejarás abandonada para hacer tus cosas. Ten, llévate al menos esto —arrancó un trozo de papel del cuaderno que estaba guardado en su bolsa, extrajo un bolígrafo, escribió su número de teléfono en él y se la ofreció—. Y, por cierto, gracias por lo de antes.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Darkness Seeker » Dom Nov 16, 2014 7:45 pm

La situación se complicaba por momentos. Nada más girarme para intentar encontrar alguna pista para abrir la puerta, Malik invocó sin miedo ni ningún tipo de duda su Llave Espada. Algo preocupado ante la idea de haber dejado claro nuestra condición de Caballeros de la Orden frente a dos completos desconocidos, sus palabras me dejaron aún más nervioso.

Voy a dejar las cosas claras. No buscamos pelea, ¿de acuerdo? Hemos venido a investigar esto. Si tenéis algún problema, podemos solucionarlo cada uno por su lado, o un combate, lo que más os guste.

¿Acaso conocía a los otros dos? ¿Serían miembros de Bastión Hueco? Al instante me vinieron a la memoria dos ciertos aprendices de Bastión Hueco con los que tuve la suerte, o desdicha dependiendo del punto de vista, de compartir mi primera y mi segunda misión como aprendiz: Saito y Saeko. Aunque durante un principio tuvimos nuestros problemas, por no decir que intentaron matarnos por órdenes de Yafar, al final logramos derrotarle no sólo a él, sino a un temible y gigantesco Bégimo... ¿Cuántos aprendices pueden decir eso de su primera misión?

Y esperando que la situación no empezará allí como cuando nos encontramos con "las dos Eses ", Malik se dirigió hacia la puerta...



Siendo empujados por miles de espectros oscuros como el que nos había atacado frente a la fuente de los dobles, Malik y yo acabamos en el suelo al ser los que más cerca estaban de la puerta.

¡Espléndido! Y pensar que sólo necesitábamos traeros aquí para que hicierais el trabajo por nosotros.Nos tomamos tantas molestias en la Villa para nada... Irónico, ¿verdad?

El extraño hombre llevaba una ropa demasiado excéntrica, e iba a pecho descubierto. Su estilo era bastante diferente de lo que el resto de la Villa parecían llevar. ¿También vendría de otro mundo?

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Habéis sido buenos peones, pequeñosPero ya no sois necesarios. Molestáis.

»Debéis ser sacrificados.

Inmediatamente después, varias barajas aparecieron en sus manos mientras los espectros comenzaban a danzar y pulular alrededor de nosotros en círculos. Estaba claro que nos iba a tocar pelear...

Sin esperar ninguna orden o consejo de qué hacer, desenrollé de mi mano izquierda mi Látigo de Cadenas. Ya había tenido malas experiencias de adelantarme a las situaciones y al final quedarme sin poder para enfrentarme a los enemigos realmente poderosos. Esta vez sólo lancé una Flama tenebrosa directamente contra el misterioso y extravagante individuo, esperando que mostrara alguna debilidad o protección frente al elemento.

Sin embargo, además de tratar de protegerme a mí mismo de los ataques de los fantasmas o del extraño, usando mi Látigo de Cadenas intentaría hacer retroceder o incluso dañar a los fantasmas si alguno intentaba atacar a cualquiera de los cuatro que formaban nuestro grupo, incluidos por supuestos los posibles miembros de Bastión Hueco.

No nos quedaba otra salvo confiar cada uno en el resto, la pelea daba comienzo...
LET YOUR HEART SURRENDER BY THE DARKNESS¡

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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Tanis » Lun Nov 17, 2014 11:20 pm

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Lo último que pensó Malik antes de que la marabunta de espectros los arrollaran fue: No debí haber abierto la cerradura.

Como pudo se intentó resguardar del ataque, pero cayó al suelo al igual que los demás. La Llave-Espada voló de sus manos y desapareció en un haz de luz blanca. Se maldijo y probó también de cerrar la barrera, pero fue inútil. Eran demasiados. Malik sólo esperó que no fueran espectros que copiaban, como los de la fuente. No le hizo falta decirle nada a los demás, sobre que tuvieran cuidado, la situación hablaba por si misma. Malik se levantó dispuesto a presentar batalla, y volvió a invocar su arma.

Sin embargo, los espectros no atacaron,y se quedaron mirándolos fijamente. Malik se colocó más cerca de Neru, sólo por si acaso. Todavía se sentía cansado de la última pelea, y no iba a poder sacar todo su rendimiento a lote. Estaba jodido. Entonces oyó los aplausos, y al individuo.

Y volvió a maldecirse, porque había hecho precisamente lo que no debía hacer. Joder la marrana. «Akio me va a matar, pero de verdad». Ahora tenían que salir de ese atolladero. No, peor, tenían que salir de ese atolladero junto con Bastión Hueco presente. Que vergüenza. Esperó a ver los movimientos de los demás, y en cuanto Neru procedió a fijar al tipo como su objetivo, Malik se dio la vuelta y cubrió su espalda para enfrentarse a los espectros que ya bajaban y volaban en círculos alrededor del grupito.

Protegería también a los muchachitos de Bastión Hueco, si era necesario, aquello no tenía nada que ver con la guerra... Y de todas formas él no estaba mentalmente preparado para dejar morir a unos niños. La adrenalina que le calentaba el cuerpo siempre que parecía estar en peligro de muerte era más intensa que el miedo, y lanzó el primer espadazo al espectro más cercano, para deshacerse de él.

Maldita sea, si no estuviera tan cansado...
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[VC] Las siete maravillas #11

Notapor Sheldon » Mar Nov 18, 2014 8:10 pm

El chico maduro se acercaba paso a paso hacia la barrera que protegía el torreón y que unos segundos después pude descubrir. El tiempo entre cada uno de los pasos parecía querer relantizarse, queriendo detenerse. Lo miré de reojo, tras el cuerpo de Freya, la cual me estaba siguiendo. Cuando me sentí dispuesto a fabricar una mirada de desdén dirigida hacia él, un resplandor me alertó.

Giré todo mi cuerpo de forma abrupta y centré mi mirada en la punta de la llave-espada que manejaba el chico. Un haz resplandeciente y brillante de luz de desprendió y atravesando el pesado aire impactó de lleno contra la cerradura del portalón, atravesando la barrera. A juzgar por el rostro del muchacho lo que estaba ocurriendo se trataba más bien de algo que no esperaba.

Me adelanté unos pasos respirando aliviado cuando todo rastro de tranquilidad fue directamente destruido. Un fuerte y sonoro movimiento se desenvolvió en los siguientes segundos. Del interior del recinto brotó una marabunta de figuras oscuras que se elevó hasta el cielo derribando a su paso a los dos aprendices pertenecientes al bando contrario. Me acerqué con nerviosismo pero a escasos metros de la pareja una voz me sorprendió:

¡Espléndido! Y pensar que sólo necesitábamos traeros aquí para que hicierais el trabajo por nosotros. ―exclamó una voz irónica mientras era acompañada por unas palmadas. Detuve mi paso y llevé una de mis manos hacia la frente, nervioso―. Nos tomamos tantas molestias en la Villa para nada... Irónico, ¿verdad?

El poseedor, un señor de cabellos grisáceos e iris violáceas, con cicatrices en su rostro y de estatura bastante elevada suponía ahora la auténtica amenaza junto con los seres abismales que recorrían el cielo, ahora detenidos con expectación mientras clavaban sus ojos amarillentos en los cuatro aprendices.

Habéis sido buenos peones, pequeños. Pero ya no sois necesarios. Molestáis.

»Debéis ser sacrificados.

Con un ágil movimiento, entre los dedos de sus manos aparecieron una serie de cartas. Así mismo, un par de espectros creó a su alrededor una especie de escudo. Llegaba así la hora de pelear.

Los aprendices de Tierra de Partida fueron los que tomaron la iniciativa. El más joven de ellos lanzó un hechizo de oscuridad en dirección al hombre mientras que el de mayor edad de dedicó a defenderse luchando contra los sincorazones que descendían del cielo.

S-Si usas esto...―dije en un susurro dirigiéndome hacia Freya, la cual se encontraba detrás de mi, mientras señalaba la llave-espada que hacía acto de presencia entre la palma de mi mano―l-las túnicas negras no te atacarán... S-Sígueme.

Tras haber animado a la chica, avancé los pasos que me restaban hasta los que ahora podía considerar mis compañeros de lucha. Intentando aprovechar el hechizo que había sido lanzado, busque un contacto cuerpo a cuerpo con el hombre que manejaba aquellas cartas, previamente habiéndome encarado contra los sincorazones que funcionaban como escudo.

Sin embargo, dentro de mi orden de prioridades estaba Freya y si en algún momento veía que estaba en peligro anularía mi ofensiva para lanzarme a la defensa de mi compañera.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Crystal » Jue Nov 20, 2014 12:06 am

No caí en lo que estaba pasando hasta que mi compañero se giró. Un gran estruendo sonó segundos más tarde y yo me giré instintivamente también. El más mayor de aquellos dos chicos había liberado la cerradura; y a consecuencia de eso, una serie de figuras oscuras habían sido liberadas. ¿Cuántos podrían haber? Era imposible contarlos. Pero estaba segura de haber visto algo así antes. En el túnel, con Vivi.

¡Espléndido! Y pensar que sólo necesitábamos traeros aquí para que hicierais el trabajo por nosotros. ―Alguien habló, mientras se acercaba hacia nosotros―. Nos tomamos tantas molestias en la Villa para nada... Irónico, ¿verdad?

Era un hombre alto, de pelo grisáceo y ojos violetas. Vestía una capa por encima de sus hombros, y en el cinturón llevaba una hebilla con forma de calavera. Sin embargo, lo que más destacaba en él eran las cicatrices de su cara.

Habéis sido buenos peones, pequeños. Pero ya no sois necesarios. Molestáis.

»Debéis ser sacrificados.

La piel se me erizó completamente. Debíamos pelear otra vez.

Vi como los otros aprendices se disponían a atacar sin pensárselo dos veces. No sabía muy bien que podría hacer yo para ayudar ahí. Miré a mi alrededor, algo confundida por la situación.

S-Si usas esto...―Enok se dirigió a mí en un susurro. Parecía haber notado mi falta de seguridad en aquel momento―l-las túnicas negras no te atacarán... S-Sígueme.

Está bien.

Pero ten cuidado…

Invoqué mi llave-espada, haciendo caso a mi compañero, y le seguí. Una vez al lado de mis nuevos compañeros de lucha, intentaría asestar algún golpe a alguno de los espectros que estuviese más cerca. Mi prioridad, de todas maneras, sería la de defenderme e ir a ayudar a mi compañero si en algún momento lo necesitaba.
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Notapor Astro » Sab Nov 22, 2014 2:53 pm

Neru, Malik, Enok & Freya ― Torre

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El combate empezó.

La Flama tenebrosa de Neru, el primero en atacar, no dio en su objetivo: uno de los espectros bloqueó el hechizo, sin mostrar el mínimo daño, antes de que alcanzara a Setzer. Fue Enok quien aprovechó ese momento para lanzarse al ataque, golpeando con su Llave Espada al mismo fantasma que había servido como escudo. El ser se desvaneció al contacto con el filo metálico de la llave, estallando en pequeñas lucecitas.

Uno menos. Quedaban otros miles.

La posición adelantada de Enok le hizo vulnerable. Antes de que pudiera seguir avanzando hacia Setzer, una marabunta de túnicas negras se abalanzaron sobre él, arañándole la cara y los brazos con afiladas garras. Freya, quien había podido acabar con un espectro que pasó cerca de ella con su arma, acudió al rescate de su compañero, seguida también por Malik, que había hecho lo mismo con otro par de seres. Entre los dos consiguieron ayudar a salir a Enok de ahí, pero los tres se vieron obligados a retroceder.

El escudo de espectros que protegía al hombre había crecido en segundos, y acercarse se había convertido en sinónimo de suicidio.

Neru también había intentado ayudar a los otros aprendices con su cadena, pero inútilmente. Su arma no parecía hacerle daño a los misteriosos seres. Además, llegados un momento un espectro llegó a agarrar el látigo metálico, levantando al aprendiz unos metros en el aire para dejarle caer con fuerza. Auch.

Mi turno, peones ―declaró Setzer, a través de un pequeño hueco que se había abierto en la barrera para que los aprendices pudieran verle la cara―. Así es como juega un campeón.

Barajó las cartas entre ambas manos con mucha destreza, para acto seguido lanzar una carta hacia cada uno. Pero no eran cartas normales: todas fueron acompañadas de un túnica negra que las cargó de una energía y velocidad impresionantes. Ninguno de los aprendices pudieron esquivarlas a tiempo, ni aunque levantaran algún hechizo de protección.

Jaque mate.

Los cuatro sintieron cómo una cuchilla les atravesaba el pecho. No hubo sangre alguna, la carta había pasado cual fantasma, pero sí un dolor inmenso que hizo que cayeran al suelo.

El primer asalto había resultado un fracaso monumental.

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Myxa ― Terrazas del Atardecer

Akio escuchó las explicaciones de Myxa... sin prestarle mucha atención. Asentía a lo que decía y de vez en cuando decía "entiendo" o "vale", pero estaba claramente distraído. Miraba hacia el cielo y se rascaba la barbilla, con aire pensativo, e incluso llegó a cerrar los ojos durante un rato.

Odio que ella tenga razón —dijo al fin, cuando la aprendiza le preguntó si había averiguado algo.

Aunque desde luego no era ni mucho menos una respuesta para ella.

Supongo que ahora te pirarás y me dejarás abandonada para hacer tus cosas. Ten, llévate al menos esto —el pequeño Maestro miró el papel por encima antes de metérselo al bolsillo—. Y, por cierto, gracias por lo de antes.

No te creas especial. Si pierdo algún aprendiz, Lyn me mata —confesó, encogiéndose de hombros y echando a andar hacia la calle principal de las Terrazas y haciéndole un gesto a Myxa para que le siguiera—. Y de momento me siguen faltando dos. No te separes de mí, vamos a mirar el resto de esas "maravillas".

Por la dirección que seguía Akio, parecía que se dirigían hacia la fuente donde ocurría el fenómeno de "El doble". Incluso, si a la aprendiza se le ocurría ir por otro camino, el Maestro le daría una colleja y la obligaría a seguirle a rastras. Lo de no perder ningún aprendiz más parecía ir en serio...

Sin embargo, a varios metros de distancia de su posición, algo ocurría. Las escaleras de la estación, aquellas por las que todos habían descendido al llegar a las Terrazas, empezaron a liberar un pequeño humo negro. Y unos brillantes ojos aparecieron, preparado para obedecer órdenes.

Aquel espectro había vigilado a los aprendices desde que llegaron. Ahora era su turno de actuar. Salió de las escaleras, alzándose alto en el cielo hasta descender en picado a toda velocidad con un objetivo en mente.

Myxa.

La joven apenas pudo darse cuenta de que aparecía, pues acababan de llegar a la fuente. Akio estaba distraído metiendo la cabeza en el agua, y ni siquiera él lo pudo evitar. El fantasma impactó a los pies de la aprendiza, creando un portal oscuro que tragó a Myxa en un santiamén.

¡Eh! —cuando Akio reaccionó, ya era demasiado tarde—. ¡¡Mierda, Lyn me va a matar!!

»Igual si vuelvo con tres aprendices nuevos no se da cuenta...

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"Ci.. erra... la.. puer... ta..."


Aquella voz, la misma de la Colina, volvió a sonar en la cabeza de Myxa mientras caía en una profunda oscuridad. Cuando la luz volvió a rodearla, se encontró en un terreno completamente nuevo para ella. Primero, por la gran y curiosa torre que se alzaba al final del terreno, con la puerta de madera abierta. Y segundo, por todas las personas que había allí. Empezando por Neru y Malik, tirados en el suelo, acompañados de otros dos jóvenes igual de heridos que ellos.

Aunque sin dudas lo que más llamaría su atención sería la inmensa cantidad de espectros que flotaban en el cielo, girando todos juntos en un gran círculo. Por no mencionar los que había más cerca del suelo, que también eran bastantes.

Oh, perfecto, el último peón ha llegado —aplaudió Setzer, cuya barrera personal había disminuido de tamaño—. ¿Pensabas que podrías escaparte? Si estamos llegando a la mejor parte del juego.

»Cuando os saque del tablero, ni siquiera vuestros maestros podrán evitar que mi amo gobierne Villa Crepúsculo.

Volvió a barajar las cartas, portando una gran sonrisa de prepotencia.

Para los otros cuatro aprendices, Myxa había aparecido de repente salia de un portal oscuro. El dolor de sus pechos empezaba a ser más soportable, y algunos más que otros pero ya podrían volver a levantarse y seguir luchando. Al menos, ahora eran cinco.

La segunda ronda iba a empezar. Pero si no utilizaban una estrategia mejor, acabaría igual de mal que la primera. O peor.

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Neru
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PH: 9/16

Malik
VIT: 20/32
PH: 4/22

Enok
VIT: 20/30
PH: 18/20

Freya
VIT: 5/10
PH: 0/4

Myxa
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Darkness Seeker » Lun Nov 24, 2014 8:15 pm

La pelea comenzó de una forma algo desastrosa. Mi hechizo no sólo no llegó a impactar al extravagante individuo, sino que al golpear al espectro que apareció para protegerle tampoco le hizo ningún efecto. Sin embargo, al atacar uno de los miembros de Bastión Hueco con su llave espada, el espectro al que no logré hacerle ningún daño se desvaneció por completo. Las Llaves Espadas serían útiles.

-Mi turno peones. Así es como juega un campeón.

Apenas pude ver que es lo que ocurrió. Cartas volando hacia nosotros, con una velocidad increíble. Segundos después solo noté un terrible dolor en el pecho.

-Jaque Mate.

+ + +


Pronto el dolor comenzó a aminorar, y a mi alrededor el resto de nosotros comenzó a levantarse, pero nada más hacerlo. De un agujero oscuro salió una figura bastante familiar: Myxa.

-Myxa…-me alegraba de que estuviera allí, pero no era el momento de hablar-Perdona, luego te explico esto.

Antes de que todo empezara me acerqué a la chica de Bastión Hueca que había estado con nosotros en la estación, que parecía más malherida.

-Ten esto-le dije mientras le daba una poción-te ayudará a recuperar fuerzas…

Ahora que nuestras fuerzas estaban medianamente preparadas, había que pensar en algo antes de que el enemigo nos atacara.

-Parece que las Llaves Espada son lo único que afectan a los espectros - comenté en voz baja para todos – Podríamos intentar engañarles o entretenerles para llegar hasta el tipo de las cartas…

Una vez decidido un plan rápido, a no ser que me pidieran otra cosa, utilizaría mi Cadena de agarre para impactar rápidamente contra cualquier fantasma, que se pusiera en el camino hacia el chico de las cartas, para acto seguido golpearle con mi Llave Espada en cuánto pudiera con mi mano libre. Inmediatamente daría un doble salto con llave espada en mano para no interrumpir a mis compañeros e intentar dar algún mandoble si algún espectro atacaba desde el aire . Y una vez en el suelo trataría de proteger al resto de compañeros con mi Llave Espada.

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Suerte (~^.^)~ La vamos a necesitar (?)
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Myxa » Jue Nov 27, 2014 10:48 pm

Resopló, molesta, cuando se dio cuenta de que Akio no prestaba apenas atención a lo que decía. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que Myxa tuvo que reprimir el impulso de darle una colleja y así espabilase de una vez. Aceptó a seguirle sin reprochar nada, era lo bastante inteligente como para saber que no era buena idea ir sola cuando el enemigo podría aparecer por cualquier lugar. Es más, ella había sido la única en querer ir en grupo por las maravillas, sin embargo sus compañeros optaban por abarcar más terreno separándose, por lo que no tuvo más opción.

Cuando llegaron a la fuente que correspondía a la maravilla "el doble" (la cual estaba desierta, por cierto) se acordó de que no eran los únicos que estaban investigando las maravillas y empezó a preocuparse por ellos.

Oye, Akio, acabo de acordarme que había otros dos de aquí que también estaban registrando las maravillas. ¿No deberíamos tam...?

Para cuando se dio cuenta de lo que ocurrió había caído en un portal surgido a sus pies y se sumergía en las profundidades de las sombras que la componían.

***

"Ci.. erra... la.. puer... ta..."


Otra vez. Otra vez aquella voz en la cabeza. "¿Quién diablos eres? ¿Qué puerta? ¡Respóndeme!" Gritaba en el interior de su mente, tratando de que su voz llegase a través del canal mental por el que se comunicaba el misterioso hombre. De pronto la oscuridad fue rota por un fuerte destello de luz y sintió el golpe al caer a suelo firme.

La situación era peor que cuando Alec, Enix y ella tuvieron que enfrentarse dentro de una barrera al experimento del doctor chiflado. Una marabunta de espectros sobre la cabeza, Neru, Malic, y otros dos que no reconoció a simple vista estaban malheridos en el suelo. Y, por ultimo, frente a ella estaba el hombre cuya manada de fans la atropelló aquel maldito día.

Oh, perfecto, el último peón ha llegado —aplaudió sarcásticamente el hombre—. ¿Pensabas que podrías escaparte? Si estamos llegando a la mejor parte del juego.

»Cuando os saque del tablero, ni siquiera vuestros maestros podrán evitar que mi amo gobierne Villa Crepúsculo.

Sobre mi cadaver, hijo de puta —invocó su Llave-Espada y se dirigió hacia los que todavía seguían en el suelo— Tenéis una llave gigante. ¡Usadla, coño! —posó la vista en cada uno de los integrantes del grupo y acto seguido hizo una señal con la mirada hacia el enorme portón que daba paso a la extravagante torre flotante, marcando disimuladamente el objetivo— ¡Cubridme!

Sin añadir nada más que añadir se lanzó a correr hacia su meta: debía cerrar esa puerta, pues era la única puerta que se veía por el escenario. Su estrategia era sencilla: tenía que esquivar a tantas fantasmas como ataques de aquel tipo, o bloquearlas, para acortar distancia suficiente y poder cerrarla. La mejor opción era ir zig-zagueando, y en casos determinados hasta rodar por el suelo o hacer volteretas. Y entonces, hacia mitad del camino, lanzaría un Aerodeslizador sobre sí misma y terminaría de recorrer la distancia restante en un santiamén. Es más, gracias a esa habilidad podría esquivar mucho mejor los ataques de los adversarios.

No dudaba de que la Llave-Espada sabría qué hacer en el momento adecuado, sólo debía procurar que ese momento llegase.

La suerte estaba echada.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Tanis » Vie Nov 28, 2014 7:38 pm

Estaban en apuros, en problemas serios, nada que ver con la pelea contra el espectro de la fuente. Incluso peleando en equipo como podían junto con los miembros de Bastión Hueco, no iban a poder... Los enemigos eran demasiados, y el objetivo principal demasiado.

Malik alzó la Llave-Espada para intentar cubrirse del ataque, pero la carta atravesó su pecho de la misma forma que a los demás. Se le fue el aire, mientras un dolor agudo, como el de un cuchillo, le calcinaba la carne y los huesos. Y cayó al suelo, preso de la inutilidad.

* * *


Un quejido de dolor se le escapó al intentar moverse, muy despacio, para levantarse. Junto a él, los demás también habían caído, aunque parecía que uno más había aparecido en escena. Malik entornó los ojos, débil, no sabiendo si se alegraba de ver a Myxa y saber que estaba bien o no por saberla metida en el mismo lío que ellos. ¿Y dónde estaba Akio? Querría habérselo preguntado, pero... No había tiempo para charlar. Al igual que Neru, se irguió dispuesto a seguir peleando. Todavía tenía la Llave-Espada en la mano y de alguna forma, sentirla al tacto con los dedos le dio un poco de fuerza.

Y las palabras de Myxa, claro.

Torció el gesto al verla echarse hacia adelante, para intentar alcanzar ella sola la cerradura. Bueno, tenía sentido. Si se había abierto, podía volver a cerrarse... Y aunque Malik sintiese eso como responsabilidad suya por haber sido el que la abrió, no iba a empujar a la chica para hacerlo él. Dejando a los otros tres integrantes del grupo echó a correr detrás de la muchacha, sacando y bebiendo el único éter del que disponía por el camino.

Nada más sintiera la recarga de energía, ejecutaría un Impulso tras Myxa, para cubrirla de cualquier tipo de ataque que pudiera recibir ella, para que así la muchacha pudiera alcanzar la cerradura y cerrarla.

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[VC] Las siete maravillas #12

Notapor Sheldon » Dom Nov 30, 2014 4:04 pm

La ofensiva en conjunto, no obstante, resultó bastante precaria y no en conjunto apenas si conseguimos deshacernos de un par de espectros. Concretamente, mi ofensiva no sirvió de mucho. Casi una decena de sincorazones se abalanzó contra mi cuerpo hasta conseguir aislarme del resto. Hacia donde quiera que mirase solo podía ver resplandores amarillentos bajo un fondo oscuro, magulladuras, roces y cortes que no cesaban en el empeño de deshacerse de mi.

Por fortuna, aquella situación no duró demasiado tiempo. La luz se hizo acompañada de dos rostros que conocía: Freya y el hombre del bando contrario. Cuando consiguieron liberarme, agaché la mirada y le dirigí un tímido agradecimiento.

Mi turno, peones ―sentenció el chico de las cartas, envuelto en ese momento por una densa capa de oscuridad creada por los sobrenaturales seres―. Así es como juega un campeón.

Entre sus dedos barajó las numerosas cartas que parecía utilizar como arma. En el aire se desprendieron una serie de estas, cada una destinada hacia uno de los aprendices.

Jaque mate.

Sus palabras se convirtieron en cuchillas invisibles que se clavaron en nuestros pechos. Sentí un agudo dolor que, si bien no llegó a extenderse, creó una circunferencia alrededor de mi corazón a través de la cual se propagó el dolor.

Caí al suelo.

Oh, perfecto, el último peón ha llegado. ¿Pensabas que podrías escaparte? Si estamos llegando a la mejor parte del juego.

“El último peón”. Giré mi cabeza, aún en el suelo y miré hacia atrás. A una distancia prudencial había aparecido una nueva chica. Apenas pude fijarme en ella, mis sentidos no lograban recuperarse totalmente y por ello aún procesaba una imagen demasiado borrosa como para llegar a alguna conclusión.

»Cuando os saque del tablero, ni siquiera vuestros maestros podrán evitar que mi amo gobierne Villa Crepúsculo.

Sobre mi cadaver, hijo de puta —fue lo primero que dijo la chica, dispuesta a pelear. Se acercó hasta nosotros e intentó animarnos—: Tenéis una llave gigante. ¡Usadla, coño! —Tras esto fijó su plan, señalando hacia el portalón de la torre—. ¡Cubridme!

Ahora tocaba defender a la nueva, poco se podía hacer más. Los aprendices del bando contrario una vez más reaccionaron en primer lugar, dando gala de una mayor disposición que nuestro bando. Tanto el más joven, que decidió mantenerse alejado, como el de mayor edad, quien se colocó tras la nueva chica que había aparecido, tomaron parte de la lucha.

Por tanto, llegaba el turno en el que yo decidiese que hacer. Las opciones eran escasas: luchar, batallar o enfrentarse a alguno de los elementos que componían el antagonismo. Cuanto antes me levanté y recomponiendome como pude, llave-espada en mano, me acerqué al hombre de las cartas, intentando distraerle lanzando sobre él ataques físicos que impidiesen que molestase a los nuevos “salvadores”.
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Ronda #13 - Las siete maravillas

Notapor Astro » Mar Dic 02, 2014 12:52 am

¡Segundo asalto!

En esta ocasión, fue Myxa la que dirigió la marcha. Su llegada trajo consigo un objetivo con el que, al menos, intentar dar las vueltas a la partida: cerrar la puerta de la torre. Aunque avisarlo a los cuatro vientos...

¡No hagáis trampas, pequeños! —rugió Setzer, volviendo a barajar sus cartas, en cuanto escuchó la orden que había dado la aprendiza.

Myxa ya había echado a correr, evitando en zig zag a los fantasmas que se ponían en su camino. Por detrás de ella, Malik se colocó con su habilidad para cubrirla de ataques por la espalda, salvándole en más de una ocasión de ser derribada.

Por parte de Neru, pudo acabar con el espectro que agarró con su cadena de agarre, y después fulminar con su Llave Espada a cualquiera que se le acercase. También ayudó a sus dos compañeros de bando, quedándose a medio camino de la torre y el enemigo principal.

Pero fue, sin duda, la intervención de Enok la más decisiva. Setzer se hallaba preparando un nuevo ataque a distancia para parar a Myxa y a Malik, y no vio venir al aprendiz del bastión. Le pilló desprevenido, y sin la barrera preparada: esquivó el filo de su Llave Espada por un centímetro justo, con una brutal cara de susto por el ataque.

¡C-cómo osas!

Su contraataque fue inmediato: lanzó una carta al suelo, provocando que de pronto surgiera una fila de cartas enormes que avanzaban hacia delante con fuerza. Enok, tan cerca que estaba de él, no pudo esquivarlas a tiempo, y se vio arrollado por ellas y saliendo volando por los aires, cayendo de espaldas con un duro golpe casi en el borde de la plataforma donde se elevaba la torre. Auch.

Pero sus acciones valieron la pena. Les había conseguido el tiempo suficiente para que Myxa llegara a la puerta de la torre, no sin varios cortes de espectros que habían intentado pararla sin éxito. En cuanto el portón de madera se cerró, todas las Llave Espada presentes reaccionaron igual: sus extremos empezaron a brillar, y cada una liberaró un fino rayo de luz que impacto en la puerta.

La misma barrera que habían encontrado los aprendices al llegar volvió a aparecer. Más brillante y fuerte que antes, con su cerradura en el centro.

¡¡NO!! —gritó Setzer, furioso.

El motivo de su grito pronto fue evidente. No sólo porque la torre volvía a estar sellada: los espectros presentes en la zona empezaron a estallar en volutas de humo, uno a uno, desapareciendo. El ejército del galán de Villa Crepúsculo desaparecía ante la vista de todos.

Esto no acabará así... ¡Yo nunca pierdo, ¿entendéis?! —les gritó, volviendo a colocarse en posición de combate con las cartas preparadas.

Porque no todos los fantasma habían desaparecido: habían sobrevivido cinco de ellos, que volvían a girar alrededor de Setzer formando una barrera mucho más pequeña que la primera.

Y cinco fueron las cartas que surgieron de ella, afiladas como cuchillas, una hacia cada aprendiz.

El tercer y último asalto estaba apunto de comenzar, ¿quién se alzará con la victoria?

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- Éter retirado a Tanis.

- De momento no retiro la poción de Darkness, ya que Crystal puede negarse a recibirla.

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PH: 2/12



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Nota: estoy de exámenes, por lo que la fecha va a ser más larga de lo habitual. De paso os comento que estamos llegando casi al final, ¡así que ánimo y suerte!

Fecha límite: lunes 8 de diciembre.
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Darkness Seeker » Lun Dic 08, 2014 3:58 pm

Sobre mi cadaver, hijo de puta

Aún sorprendido por el notable enfado de Myxa, me preparé para combatir y acabar con esto de una vez por todas

Tenéis una llave gigante. ¡Usadla, coño! ¡Cubridme!

¡No hagáis trampas, pequeños!

Sin molestarnos ni lo más mínimo en sus palabras, todos avanzamos al unísono hacia delante. Aprovechando la cantidad de espectros alrededor del individuo, usé mi Cadena de Agarre para propulsarme hasta el primero que vi y deshacerlo en una nube negra. Nada más tocar el suelo, y con mi llave espada en mano, acabé con el resto de los alrededores con cierta facilidad.

De pronto, la llave espada se dirigió por si misma y apuntó al gigantesco portón del que habían salido todos los espectros. Un rayo de luz salió. no sólo de la mía, sino de todas las llaves espadas, sellando por fin la puerta.

¡¡NO!!Esto no acabará así... ¡Yo nunca pierdo, ¿entendéis?!

Agotado ya de todo esto, traté de evitar la afilada carta que nos había atacado. Justo después me acercaría a cualquier compañero, el que tuviera más cerca, y le ayudaría a base de Llave Espada contra los espectros, buscando un agujero en el escudo para lanzar un hechizo Piro con mis últimas fuerzas.

Un golpe, y todo acabaría... o eso esperaba...

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Lo siento si el post no está demasiado currado, pero llevo varios días intentando mandarlo y el internet en el pueblo me va a 2 por lustro...
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Re: [Villa Crepúsculo] Las siete maravillas

Notapor Tanis » Lun Dic 08, 2014 6:46 pm

Se le quitó un peso de encima en cuanto la barrera se cerró, hasta quedar tal y como había quedado antes de que él metiera las zarpas. Uno a uno, los espectros empezaron a estallar en volutas y Malik, aun con la Llave-Espada en la mano tras el espectáculo del cierre, contempló la desaparición de ese ejército tan extraño.

Esto no acabará así... ¡Yo nunca pierdo, ¿entendéis?!

El chillido del enemigo hizo que volviera a ponerse en guardia. Sin pedir un segundo de más, localizó enseguida el ataque: Una carta para cada uno de los presentes. Malik, al igual que Neru, trataría de esquivar la carta de la mejor forma posible, gracias a su restaurada energía, con sus Impulsos. Uno lo usaría para ello, y el otro, junto con un pequeño salto, para situarse por encima del escudo giratorio de espectros y asestar su mejor golpe a Setzer.

¡Ahora, vamos!

Si eso no daba resultado, y algún espectro se le ponía en medio, lo atacaría a él para destruirlo. Vamos, tenía que funcionar.
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