por Zee » Sab May 02, 2009 3:46 am
Gracias a todos los lectores! Sus comentarios me animan para seguir este fic!
Aquí está el capítulo doce, Escape:
Capítulo 12 Escape
Una bofetada lo despertó de su sueño. Había soñado de nuevo que era su Sincorazón, esta vez vagando por entre los mundos. Alguien lo levantó y le dio otro golpe para despertarlo por completo. Félix observó su entorno. Se encontraba en la sala de los tronos, Saïx lo detenía en pie. Cuando el hombre se dio cuenta de que el chico estaba en sus cinco sentidos, lo soltó, no sin darle antes un fuerte empujón.
Xemnas le miraba desde su trono, llevaba unas espadas hechas de luz roja. Los demás miembros, excepto los fallecidos en el Castillo del Olvido, estaban en sus tronos, con las armas fuera. Xigbar llevaba un par francotiradoras de color morado, Xaldin hacía flotar seis lanzas azules y Saïx tenía un arma parecida a un mazo. Félix se giró y pudo ver a Axel con sus chakrams, Demyx con su sitar, Luxord con varias cartas, Roxas con las Llaves y Xion con…¡Una Llave-Espada!
—Xefil. Miembro XV. Acusado de insubordinación. —expresó finalmente Xemnas. Dejó un espacio para que las palabras hicieran efecto y luego continuó:— Decidir condena. ¿Cómo te declaras, Xefil, miembro XV?
—¡Inocente! —exclamó el muchacho. —¡He eliminado al verdadero traidor!
—No te estamos considerando traidor. Insubordinación significa que no seguiste órdenes y… —explicó Roxas, antes de ser interrumpido por Xemnas:— ¡Silencio! Seré yo quien decida la condena. —se dirigió de nuevo a Félix— Te declaras inocente. ¿Recuerdas que Axel tenía permiso de reclutarte como acompañante? ¡¿Y las órdenes que él te dio?! Cito textualmente: Acabar con el traidor “y” traer al elegido. Regresar “inmediatamente” al Mundo Inexistente. —hizo énfasis en la “y” y en “inmediatamente”, acusando a Félix de desobedecer órdenes.
—¿Órdenes? Axel no me… —Axel jamás le mencionó que tenía órdenes explícitas. De hecho, jamás mencionó que había sido enviado por Xemnas. Si Félix hablaba, el acusado sería Axel, por no haber mencionado las órdenes.
—¿Axel? ¿Axel no qué? —preguntó Xemnas.
—Axel. Él no mencionó… —se detuvo un momento. ¿Y si decía la verdad a medias?— No mencionó que teníamos que regresar “inmediatamente”.
—Así que, Axel. —dijo Xemnas, dirigiéndose al pelirrojo. —¿No le mencionaste las órdenes?
—¡No! Quiero decir, ¡sí! Sólo que no específico que “de inmediato”. —mintió Félix, a las prisas.
—En ese caso, creo que quedas liberado, Xefil. Axel, al frente.
En el momento que Félix y Axel se cruzaron, el menor le deseo suerte, aunque detectó un poco de ira en los ojos de su compañero.
Félix se sentó en su trono, que había subido sólo medio metro, por la misión en Agrabah. Mientras se juzgaba a Axel, Félix no dejaba de observar la Llave de Xion. ¿Qué hacían tres elegidos en la Organización? Ahora él era uno. ¿Coincidencia? ¿O Xemnas los necesitaba para algo?
Xion se dio cuenta que Félix observaba la Llave, mas interpretó mal y le explicó que era de mala educación no llevar las armas fuera.
Félix las materializó de inmediato.
El aire movía sus negros cabellos y hacia ondear su capa rasgada. Sus ojos, negros como un abismo, se dirigieron instintivamente hacia el pueblo. Ya había pasado un buen tiempo desde que había dejado la “Cápsula”. Se lanzó por el barranco, saltando de saliente en saliente, hasta llegar al suelo.
Se subió el cuello de la camisa hasta la nariz, se acomodó el cabello hasta dejar un flequillo que le tapaba un poco los ojos, dejándole casi irreconocible.
Anti-Félix era alto, al igual que su Incorpóreo. Su cabello y ojos eran de un negro sobrenatural, sin brillo. Llevaba ropa holgada, que cubría todo su cuerpo. El calor y el frío sólo eran placeres innecesarios para un Sincorazón. Jamás llevaba mochila. La comida y el agua eran placeres innecesarios para un ser de oscuridad. Jamás llevaba arma. El arma de un hombre de oscuridad es su propia oscuridad.
Una familia pasó a su lado. Por un momento, quiso dejarse llevar por sus instintos y atacar. Pero si lo hacía, se convertiría en una simple Sombra sin capaz de pensar. No volvería a convertirse en una. Ahora era capaz de pensar. No era aquella tonta criatura que se había enfrentado a Sora. Jamás iba a permitir que alguien le controlara de nuevo, ni Riku, ni Maléfica, ni Ansem.
Ni siquiera una simple mancha de oscuridad como el vacío en su pecho.
Bajó un poco el cuello de la camisa para olfatear el aire. Olía a su viejo hogar. Viejos compañeros y viejos enemigos. Pasó frente a la casa del mago Merlín. Había tenido el placer de pelear con él en persona. Un gran hechicero, sin duda alguna. También pudo oler al tal Squall, el cual había dado bastantes problemas en el castillo. Seguramente estaban reparando el sistema de seguridad que él se había encargado de averiar.
Pasó de largo y llegó a la Cascada que Fluye al Revés. Podía olerlos. Los Sincorazón estaban allí. Los llamó y, como perros falderos, salieron del suelo.
Nadie le controlaría de nuevo.
Ahora el que dirigía era él.
Félix colocó la regadera sobre su cabeza, para que el agua cayera como lluvia. Cerró los ojos y relajó los músculos. Podía escuchar el eco de otras regaderas.
Cerró las llaves para enjabonarse, mientras escuchaba otras puertas cerrarse. Seguramente había llegado alguien más a bañarse, así que no le dio importancia. Los baños eran pequeños cuartos, en lugar de cubículos pequeños. En total eran diez, y todos daban a una habitación más grande, donde uno podía recoger sus toallas y jabón. En la parte superior del cuarto de baño no había pared, para que todo el vapor subiera, por lo tanto, era posible escuchar todo lo que sucedía en la habitación de al lado, lo que muchos miembros aprovechaban para tener conversaciones en la ducha.
—¿Crees que haya misiones interesantes mañana? —era la voz de Luxord.
—No lo creo. No ha habido mucha actividad recientemente. —el que hablaba era Demyx, quien estaba en el cuarto de baño contiguo.
—Hacen falta muchos corazones todavía. No comprendo por qué no ha habido Sincorazón.
Félix terminó de enjabonarse. Estuvo a punto de girar la Llave, cuando escuchó que decían su nombre.
—Me parece que cuando Xefil desarrolle el poder, Xemnas empezará con el plan. —dijo Demyx. Félix vio una esfera de agua subir. Demyx estaba jugando.
A veces es tan infantil. A veces tan maduro. Me pregunto si tendrá problemas de personalidad, pensó el muchacho, con una sonrisa.
—¿Cuántas Llaves son necesarias? ¿Cinco?
—Ocho. Ya tiene tres en su poder, y Roxas, Xion y Xefil ya están aquí. Pero con lo que sucedió en el Castillo del Olvido, hemos perdido a Sora.
—¿Sabes cuánto es el volumen del núcleo?
—Ni idea. Ni siquiera Xemnas lo sabe, pero a juzgar por la dimensión del rayo, no es ni un cuarto de lo que mide una Llave.
—A este paso…
La conversación se detuvo a partir de ese momento. Félix terminó de bañarse y salió a toda prisa hasta la sala de estar. Necesitaba encontrar a Roxas o a Xion.
Dio la vuelta en la esquina para ir al comedor y casi choca de frente con Axel.
—¡Xefil! ¡Roxas ha escapado! ¡Dice que ha renunciado a la Organización y que no regresará!
—Bien por él.
—¿Qué?
—¿Dónde está Xion?
—Aquí en el comedor. Pero seguro que en unos momentos todos estaremos en la sala de los tronos. Pero espera, ¿qué has dicho de Roxas?
—Te lo digo porque puedo confiar en ti. Yo también me voy. Tengo mis motivos.
Félix materializó sus dagas y, con una pequeña lágrima surcando su rostro, atacó.
Aquí termina la parte uno del fic. La parte dos se situará un poco antes y durante KH2, mientras Félix y Xion... Bueno, mejor no se los arruino.
El prólogo de la parte uno finalmente saldrá a la luz, después de tantas promesas vacías. Incluso estoy planeando una secuela que explicará cosas sobre BbS. Aunque BbS salga antes de acabarlo, seguiré con MIS ideas.
¡Ahora se puede votar por el mejor final! Habrá dos opciones. Tengan en cuenta que publicaré las dos, pero me gustaría saber la opinión de la gente.
[Edit] Por alguna razón, no puedo subir la encuesta. A saber cómo me las arreglo. Voten en sus posts:
¿Qué final prefieres?
El clásico y conocido: RokuNami ~ Roxas y Naminé
El nuevo y revolucionario: FeliNami ~ Félix y Naminé
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—
~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~