He decidido comenzar a poner una historia que estoy escribiendo en este momento aqui para que me digais vuestra opinión. Los capitulos no son muy largos pero haré bastantes.
Prologo
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Estaba allí sentado, un joven de cabello negro de ojos azules observando unos informes que le habian dejado hace un rato. Al poco tiempo de entrar por la puerta alzó su cabeza y le miró, sonrió y dijo:
-Adelante, sientate.
El chico se sentó y estubó un momento pensando que decir, no se le ocurria nada. Aquel joven le miró pensativo. Era un joven de aspecto alegre, con el pelo alborotado. Vestia un uniforme de trabajo que consistia en una chaqueta negra, un pantalón del mismo color, una camisa interior blanca acompañada con una corbata negra. Aquel aspecto relajó a Andrew, el cual estaba bastante nervioso (aunque parecia muy timido).
-Es normal que no sepas que decir, uno no puede aceptar un trabajo como este tan facilmente. ¿Te apetece un café?
-No, gracias...
-¿Estás seguro?
-De verdad, no quiero.
-Está bien... Bueno, me presentaré. Soy Dave Reed, me encargo de esta empresa, la cual fue heredada por mis padres y...-Dave observó el rostro nervioso del chico- Estoy seguro que lo que te explico no te importa ni lo más minimo.
-Bueno... Yo...
-Muy bien, sigueme.
El chico siguió a Dave por unas escaleras hasta llegar a una sala oscura. Dave alzó su mano y encendió antiguo y polvoriento interruptor de la luz.
-¡Bienvenido a mi campo de tiro, mi lugar de diversión! -exclamó Dave.-Es un poco viejo pero me sirve para practicar un poco.
Dave comenzó a reír con un aire despreocupado, confundiendo al chico. Dave preguntó por su nombre.
-Mi nombre es Andrew Brooks. Supongo que por que estoy aqui ya lo sabrá...-
-Si... Bueno Andrew, practicaremos un poco tu punteria.-
Dave se metió la mano por dentro de la chaqueta negra, sacó una pistola y la colocó sobre las manos de Andrew.
-Dispara en las partes vitales para matar, ya sabes, el corazón y la cabeza- Aconsejó Dave.-
Andrew asintió con la cabeza con inseguridad y preparó su dedo en el gatillo.No estaba muy seguro de si lo que estaba haciendo era lo correcto. Andrew apretó el gatillo. La bala dió en el centro de la cabeza del muñeco objetivo. Dave hizó un signo para avisar de que disparara de nuevo, esta vez Andrew apuntó al corazón del muñeco.
El joven (mas seguro que en su primer tiro) apuntó, disparó y le dió sin demasiado esfuerzo.
-Manejas bien las pistolas, tienes muy buena punteria. Es algo imprescindible en este trabajo-Dijo Dave.
-Cuando era pequeño mi tio me llevaba al campo de tiro a practicar por si algun día lo necesitaba, el me enseñó todo sobre armas...
Dave agarró el arma que el chico sostenia, recién disparada, y cogió las demás para colocarlo en su armario correspondiente. Daba la sensación de que ese joven tenía una obsesión por tenerlo todo ordenado y limpio, aunque no era una mala obsesión. Dijo a Andrew de volver hacia arriba para zanjar el asunto. Andrew asintió con la cabeza.
Los dos jóvenes lo dejaron todo como estaba, colocaron nuevos muñecos y cerraron la puerta. Dave apagó las luces de nuevo y subieron hacia el despacho. Durante el camino por los pasillos Dave y Andrew se mostraron silenciosos, pensando en como acabaria todo esto... Habia muchos empleados en esa empresa, los chicos se encontraron con varios de ellos y Dave saludaba a cada uno, mientras Andrew pensaba en como podia aprenderse tantos nombres. Al final llegaron a la planta del despacho. Dave cogió la llave, abrió la enorme puerta y cogió asiento. A Andrew no le apetecia sentarse pero Dave se lo pidió tan amablemente que acabó haciendo caso.
-Entonces... ¿Trabajarás para nosotros?
-No estoy seguro...
-Piensa que es la unica forma que tienes de sobrevivir en este mundo.
Andrew se quedó pensativo y se sacó las manos de su bolsillo. Se dirigió hacia el gran ventanal de detrás de la silla de Dave y miró hacia el exterior. Era una vista esplendida. Se podia ver el Sol iluminando todas las azoteas de los edificios mientras en la costa se podia ver el enorme mar, ahora libre de personas tomando el Sol o bañandose.
Andrew se relajó mucho al mirar ese paisaje. Se apartó de la cara su mechón rubio del ojo para poder observar mejor el paisaje. Después de pensarselo mucho, el chico se decidió.
-Lo he decidido, lo haré.
Dave sonrió levemente.
-Sabia que acabarias aceptando, es un honor tenerte como empleado. Muy bien... ¡Enhorabuena, Andrew, eres el nuevo Caza-Vampiros!-Exclamó alegremente Dave mientras introducia los datos en el ordenador con sus datos y una foto del chico.
-Adelante, sientate.
El chico se sentó y estubó un momento pensando que decir, no se le ocurria nada. Aquel joven le miró pensativo. Era un joven de aspecto alegre, con el pelo alborotado. Vestia un uniforme de trabajo que consistia en una chaqueta negra, un pantalón del mismo color, una camisa interior blanca acompañada con una corbata negra. Aquel aspecto relajó a Andrew, el cual estaba bastante nervioso (aunque parecia muy timido).
-Es normal que no sepas que decir, uno no puede aceptar un trabajo como este tan facilmente. ¿Te apetece un café?
-No, gracias...
-¿Estás seguro?
-De verdad, no quiero.
-Está bien... Bueno, me presentaré. Soy Dave Reed, me encargo de esta empresa, la cual fue heredada por mis padres y...-Dave observó el rostro nervioso del chico- Estoy seguro que lo que te explico no te importa ni lo más minimo.
-Bueno... Yo...
-Muy bien, sigueme.
El chico siguió a Dave por unas escaleras hasta llegar a una sala oscura. Dave alzó su mano y encendió antiguo y polvoriento interruptor de la luz.
-¡Bienvenido a mi campo de tiro, mi lugar de diversión! -exclamó Dave.-Es un poco viejo pero me sirve para practicar un poco.
Dave comenzó a reír con un aire despreocupado, confundiendo al chico. Dave preguntó por su nombre.
-Mi nombre es Andrew Brooks. Supongo que por que estoy aqui ya lo sabrá...-
-Si... Bueno Andrew, practicaremos un poco tu punteria.-
Dave se metió la mano por dentro de la chaqueta negra, sacó una pistola y la colocó sobre las manos de Andrew.
-Dispara en las partes vitales para matar, ya sabes, el corazón y la cabeza- Aconsejó Dave.-
Andrew asintió con la cabeza con inseguridad y preparó su dedo en el gatillo.No estaba muy seguro de si lo que estaba haciendo era lo correcto. Andrew apretó el gatillo. La bala dió en el centro de la cabeza del muñeco objetivo. Dave hizó un signo para avisar de que disparara de nuevo, esta vez Andrew apuntó al corazón del muñeco.
El joven (mas seguro que en su primer tiro) apuntó, disparó y le dió sin demasiado esfuerzo.
-Manejas bien las pistolas, tienes muy buena punteria. Es algo imprescindible en este trabajo-Dijo Dave.
-Cuando era pequeño mi tio me llevaba al campo de tiro a practicar por si algun día lo necesitaba, el me enseñó todo sobre armas...
Dave agarró el arma que el chico sostenia, recién disparada, y cogió las demás para colocarlo en su armario correspondiente. Daba la sensación de que ese joven tenía una obsesión por tenerlo todo ordenado y limpio, aunque no era una mala obsesión. Dijo a Andrew de volver hacia arriba para zanjar el asunto. Andrew asintió con la cabeza.
Los dos jóvenes lo dejaron todo como estaba, colocaron nuevos muñecos y cerraron la puerta. Dave apagó las luces de nuevo y subieron hacia el despacho. Durante el camino por los pasillos Dave y Andrew se mostraron silenciosos, pensando en como acabaria todo esto... Habia muchos empleados en esa empresa, los chicos se encontraron con varios de ellos y Dave saludaba a cada uno, mientras Andrew pensaba en como podia aprenderse tantos nombres. Al final llegaron a la planta del despacho. Dave cogió la llave, abrió la enorme puerta y cogió asiento. A Andrew no le apetecia sentarse pero Dave se lo pidió tan amablemente que acabó haciendo caso.
-Entonces... ¿Trabajarás para nosotros?
-No estoy seguro...
-Piensa que es la unica forma que tienes de sobrevivir en este mundo.
Andrew se quedó pensativo y se sacó las manos de su bolsillo. Se dirigió hacia el gran ventanal de detrás de la silla de Dave y miró hacia el exterior. Era una vista esplendida. Se podia ver el Sol iluminando todas las azoteas de los edificios mientras en la costa se podia ver el enorme mar, ahora libre de personas tomando el Sol o bañandose.
Andrew se relajó mucho al mirar ese paisaje. Se apartó de la cara su mechón rubio del ojo para poder observar mejor el paisaje. Después de pensarselo mucho, el chico se decidió.
-Lo he decidido, lo haré.
Dave sonrió levemente.
-Sabia que acabarias aceptando, es un honor tenerte como empleado. Muy bien... ¡Enhorabuena, Andrew, eres el nuevo Caza-Vampiros!-Exclamó alegremente Dave mientras introducia los datos en el ordenador con sus datos y una foto del chico.