Spoiler: Mostrar
Las noches de Ciudad de Halloween eran normalmente frías, oscuras y sobre todo, escalofriantes. Aunque en aquel mundo, lo escalofriante era justamente lo más reconfortante que pudiese existir.
Hombres lobo, vampiros, fantasmas... La lista de seres sobrenaturales que habitaban aquel mundo era casi infinita, aunque había unos en concreto, tal vez los más "normales", los brujos y brujas.
En aquel grupo entraba Alec Ocus, uno de los pocos seres con apariencia totalmente humana de la siniestra ciudad. En aquel momento, se encontraba en la plaza de la guillotina, donde un pequeño grupo de niños-esqueleto le observaban admirando sus increíbles trucos de magia con cartas. Seguramente creerían que estaba usando magia real, sin embargo él tan solo estaba empleando hábiles movimientos con las manos que hacían creer en las ilusiones que formaba con solo sus palabras y sus acciones.
Llevaba bastante tiempo allí, enseñando sus trucos, seguramente le volverían a reñir en cuanto se pasase por la clase de magia por lo que debía ir pensando si debía seguir allí o si volvería a la clase.