Íbamos directos a una pared. Lo primero que pensé era que se habían vuelto locos. ¿Qué era lo que tramaban? Yellow contestó esa respuesta con un simple acto, giró bruscamente encasillándonos a Ivan y a mí. Kit dio un brusco giro, estando a punto de chocar contra la pared virtual que había creado nuestro querido amigo. Yo le seguí de cerca. Sin embargo, yo di una media vuelta directa, buscando pensar en una nueva estrategia. Desde luego, no quería acabar peor.
Mientras yo daba la vuelta, Yellow había encerrado en un cubículo a Kit, el cual no paraba de dar vueltas, cada vez más cortas, intentando buscar una solución a un problema cada vez más pequeño.
Furioso por la traición hacia mi amigo, me dirigí de frente hacia el chico de amarillo con una única intención en la mente. Sin embargo, no podía parar de pensar en lo que sucedería con Kit. ¡Tenía que haber un modo de evitar aquel final! ¿No podría simplemente saltar de algún modo? ¿No se desvanecían las paredes tras un debido tiempo?
Me acercaba cada vez a más velocidad a mi objetivo, cada vez con más angustia, cuando una voz cada vez más familiar resonó a lo largo de todo el estadio.
Mi moto se desvaneció como un programa que es eliminado y yo caí de boca al suelo. Me arrodillé y me llevé las manos a la cara, intentando calmar el dolor del impacto. Alcé la vista y comprobé lo ocurrido. Todo volvió a su estado original, de antes de empezar los juegos. Me levanté y cogí mi disco, que se encontraba a metros mía. Busqué con la mirada a Kit, quién también había recibido un golpe. Estaba cerca mía, al igual que Yellow.
Corrí a intentar ayudar a Kit. Sin embargo, y como siempre, mis intenciones se vieron frustradas por la aparición de dos enormes criaturas moradas. Criaturas que ya conocía, especialmente por su característico emblema frontal.
Continué corriendo para posteriormente ejecutar un Doble Salto. Una vez en el aire y sobrevolando a uno de los sincorazón, maniobré para intentar asestarle un espadazo en lo que parecía la cabeza. Al volver al suelo me acerqué preocupado a Ivan.
—¿Estás bien? —pregunté mirándole seriamente, y asentí para indicar que estaba dispuesto a luchar. Empuñé mi espada e intenté buscar a Yellow con la mirada—. Esa rata amarilla ha jugado con fuego...
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