Lastic no dudó dos veces en engañar al pobre Vivi, que ignorante de su situación se creyó sus palabras sin preguntar nada más. El pequeño se adelantó hacia la entrada del pasillo por el que se había escuchado la siniestra risa.
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¿En serio? —preguntó, extrañado por lo que le había dicho Lastic—
El jefe ha llegado hace unos minutos, así que debe andar por el almacén…Vivi se internó con Lastic por el pasillo en el que se escuchaban las siniestras risas. Éste último, si pensaba recoger el paquete importante que tenía que entregar en la mansión o su monopatín, vería que Vivi no iría sin él y le esperaría cuanto hiciese falta, y tampoco preguntó por sus cosas en caso de llevarlas. Durante el camino, el chico del sombrero comenzó a relatarle una historia de lo más peculiar, con la que posiblemente Lastic pudiese atar algunos cabos.
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El jefe me prometió un montón de platines si trabajaba para él, ¡y qué suerte he tenido para que se fije en mí! Hoy… hoy por ejemplo me ha tocado ir a la mansión del bosque para entregar un pedido, y ya puedes ver que es bastante generoso... —y con la mano libre, pues en la otra sujetaba el bate de Struggle, sacó de uno de sus bolsillos una bolsita de platines que guardó tras mostrársela a Lastic
En cuanto se comenzaron a acercar a la salida del túnel las voces se hicieron más claras, y Lastic pudo ver una figura al fondo, todavía sin definir a causa de la leve penumbra que flotaba en el ambiente.
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¡Sí, ya el día de mi venganza está más cerca! ¡Villa Crepúsculo conocerá mi auténtico poder! ¡Nadie se librará, nadie! —y rió. Parecía bastante desquiciada aquella persona, la cual sin lugar a dudas se trataba de un hombre
Hombre que, en cuanto salieron del pasillo, Lastic pudo reconocer. Se trataba del mismo que había estado persiguiendo, el hombre de la máscara con risa lunática. En ese momento se encontraba con ambos brazos alzados en el aire, como si estuviese celebrando algo, y dándole la espalda a los dos así que no les vio venir.
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Esto… Perdone, jefe, ha venido el chico nuevo. —comentó Vivi, adentrándose en la nueva sala sin ningún temor, acercándose al tipo en cuestión
El hombre se giró hacia ambos, confuso en un principio, pero una vez pudo ver a Lastic, se llevó una mano al mentón, pensativo.
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¿Um? ¿Chico nuevo? No recuerdo haber contratado a nadie aparte de ti, pequeño —Vivi en ese instante se sobresaltó, claramente preocupado por la idea de haber sido engañado por Lastic, a quien miró con cierta incredulidad—
. En cualquier caso… A ti te he visto esta mañana, y aquí no pintas nada. De hecho, me recuerdas a él, ¡al niño que me hizo esto!—
J-jefe, cálmese, por favor… —comentó, ajustándose otra vez el sombrero
El hombre reaccionó violentamente, dando un manotazo a la nada con aire autoritario, desquiciado por alguna razón.
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¡No! ¡Ha venido a destrozarme los planes, no podemos permitirlo! Vivi, deshazte de él.El pequeño, perplejo por lo que estaba sucediendo e incapaz de sostener el bate para golpear a Lastic, retrocedió hasta situarse a la altura del chico de orejas peculiares, haciendo un gran esfuerzo por no terminar temblando ante lo que le había ordenado hacer. Vivi simplemente no pudo cumplir la orden, asustado.
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Entonces… ¿Osas traicionarme? Muy bien, vosotros dos os lo habéis buscado.El tipo cogió varias latas de refrescos, de las muchas que había apiladas en el supuesto almacén, y lanzó una a Lastic, que afortunadamente pasó de largo entre éste y Vivi. La lata en cuanto tocó la pared trasera ocasionó una fuerte explosión de gaseosa. Más les valía no recibir ninguna lata de aquellas, porque el hombre estaba dispuesto a seguir lanzando sin descanso hasta acabar con ellos.
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Y-yo solo quería un trabajo…—
¡Conoced el poder de mis refrescos! ¡Y me vengaré, cueste lo que cueste! —exclamó, escondiéndose detrás de una de las columnas
La situación se había vuelto muy complicada y extraña de un momento a otro, y aquel hombre no tenía buenas intenciones. Lastic siempre podía intentar huir, o hacerle frente directamente. Podía hacer muchas cosas, desde arrebatarle el bate de Struggle al pequeño del sombrero hasta lanzar de su propia medicina al tipo aquel tan malvado, pues había muchas latas repartidas por la sala, incluso pilas de cajas llenas de latas. Incluso había columnas donde esconderse. ¡Pero tenía que darse prisa o terminaría cubierto de refresco!
Puedes considerar esto tu primera batalla. Puedes intentar darle órdenes a Vivi para que te ayude, siempre que lo hagas de buenas formas, y puedes usar cualquier elemento del entorno para ingeniar alguna estrategia contra el malo. ¡De ti depende el destino de Villa Crepúsculo, mucha suerte!