[Especial libre] El laberinto de los corazones

[Saxor]

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...Idiota.

—¡Incorrecto, kupó! ¡Vuelve a intentarlo!

¡Maldita sea! La tercera respuesta fue errónea, y tenía que volver a contestar a las preguntas, esta vez otras nuevas. Estaba a punto de mirarlas cuando oí algo acercarse. Mierda... tenía que responder, y rápido.

¿Cuál es el elemento afín de Yami?

¿Quién disparó un hechizo de luz a Andrei para luego echar a correr en el primer evento global?

¿Quién fue el único aprendiz que se cambió de bando a Tierra de Partida durante los eventos de Datastream?

Solo conocía la tercera (dulce ironía), pero otro destello me hizo saber las dos anteriores, esta vez lo suficientemente claras para contestar sin dudar.

—¡Yami es afín a Oscuridad! ¡Nadhia disparó un Perla a Andrei! ¡Yo fui el único que cambió a Tierra de Partida en Datastream!

Y con los pies impacientes, esperé al mismo momento en el que se abrieran las barreras para salir corriendo hacia la salida. No iba a dejar que lo que fuera que hubiera salido del pozo me viera siquiera por el rabillo del ojo.

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Salida Oeste-sur. Pero quiero dejar una cosita clara:

¿Quién pensó que moriría en el mundo real tras internarse en un mundo digital?

—Maestro Kazuki, soy Hikaru Akarui, aprendiz de la Maestra Rebecca. Si morimos en el mundo digital, ¿en el mundo real también?

Ahí piensa que se moriría en el mundo real tras morir en el digital, no tras internarse. El único que piensa algo similar es Albert.

[James Bond]

La jovencita continuó su itinerario por el maldito laberinto, a través de la ruta que había decidido seguir. Sin embargo, su camino se vio cortado de pronto: un enorme portón con dos cerraduras se erguía ante ella... y estaba sola. ¡Maldita sea, que mala suerte tenía!

Keiko gritó de pura rabia, y como no podía hacer otra cosa que volver atrás, eso fue lo que decidió hacer. Además, decidió que abriría la puerta que tuviera a su izquierda.

[H.S Sora]

El final parecía acercarse, dado que era imposible que con todo lo que habíamos avanzado no estuviésemos ni por asomo cerca del centro de aquel mini infierno en forma de pasillos y misteriosos que se iban haciendo crecientes en mí a medida que avanzábamos; pero además de eso...

El Moguri mintió.

También mantenía una extraña inquietud acerca del Moguri que nos había impulsado a participar... ¿Y si todo aquello era una trampa en el fondo? ¿Pero qué sentido tenía hacernos participar en algo así? Preguntas y más preguntas sin respuesta y que probablemente se quedasen sin responder.

Algo no encaja, definitivamente algo no va bien...

—¡Mirad! —exclamó Bavol, sacándome de mi embotamiento y haciendo que me fijase en una puerta situada al este de la sala donde nos encontrábamos esta vez—. ¡Esta está hecha de plata, eso tiene que significar algo! Yo creo que es mejor que sigamos por ahí a tener que seguir yendo de un lado a otro sin ton ni son, ¿no?

Miré a mi alrededor mientras el niño comenzaba a avanzar en dirección a la puerta que había señalado, por lo que rápidamente le di una ojeada a la habitación en la que ni tan solo me había fijado debido a mis preocupaciones internas: se trataba esta vez de un cuarto bastante normal si no fuese por el hecho de que en el medio se encontraba la estatua de un delfín que parecía querer tratar de hacernos sentir más relajados, y en parte aquel animalito lo conseguía. Pero en el fondo, ¿no éramos en aquel sitio tan indefensos como él?

Además de la decoración que se encontraba frente a nosotros, se abrían dos caminos opuestos, uno al norte y otro al sur, donde solo se dejaba entrever oscuridad y ninguna dirección concreta. Por mucho que me fastidiase admitirlo, la opción del niño resultaba la mejor, sobretodo si continuábamos todos juntos.

—Yo te sigo Bavol, —comenté al chico mientras me posicionaba a su lado y al resto de mis compañeros— pero realmente todo este asunto del laberinto me resulta algo raro... sobretodo tras encontrar esto.

Del bolsillo saqué aquel trozo de diario viejo que había arrancado y se lo mostré en primer lugar a Bavol, y después al resto de mis compañeros si no les molestaba. Tras haberlo enseñado y guardado de nuevo, añadiría:

>>Esto lo encontré en el interior de una puerta, donde había una habitación que parecía actuar como refugio. Este trozo que llevo encima es el único que aún se podía leer, pero aún así hay algo que no me gusta de todo esto.... aunque es cierto que no tenemos otra opción que avanzar, habría que tener cuidado.

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Saito se va con Bavol y con el resto de compañeros que quieran por el este.

[Tsuna]

Pues no, tampoco funcionó. Me giré cabreada para ver qué estaban haciendo mis compañeros, a los cuales vi quietos y sin hacer nada mientras el círculo del centro de la habitación desaparecía por completo, obligándome a ahogar un grito por la horrible criatura que estaba saliendo de allí.

Esto tiene que ser una broma...

—Pues yo no me pienso quedar aquí, ¡ja!

Tenía que arriesgarme, era mi última oportunidad antes de ser devorada por aquella cosa tan monstruosa. Pasé al lado de Xefil, que no estaba haciendo nada, y me adelanté a la última esfera, a la que quedaba. Sospechaba que esa, sí o sí, tenía que ser la correcta, así que no lo dudé más y la toqué. Si esos dos querían morir, era cosa suya, pero yo tenía que llegar al centro del laberinto, aunque fuese sola. Y en caso de volver a fallar, lucharía con todas mis fuerzas.

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Saeko elige la esfera número 4, es decir, la última que queda D:

[Mentos]

Al final, llegaron a... otra bifurcación. Con tres caminos más que elegir. Tres.

—¿En serio?

Debían elegir su destino una vez más. Sin embargo, algo distinto había aquella vez; una enorme puerta plateada podía atisbarse por el este.

—¡Mirad! —Bavol exclamó a la vez que Coli observaba a lo lejos lo mismo—. ¡Esta está hecha de plata, eso tiene que significar algo! Yo creo que es mejor que sigamos por ahí a tener que seguir yendo de un lado a otro sin ton ni son, ¿no?

Colibritany obviamente quería comprobar que ocultaba en su interior la ominosa puerta. Considerando que solo avanzaban y avanzaban sin rumbo, aquello era una irrepetible oportunidad para por fin hacer algún progreso. Pero... ¿y si era una trampa, u ocultaba algo peor que eso? No estaba garantizado encontrar algo bueno en una llamativa puerta.

—Yo te sigo Bavol, —contestó Saito decidido— pero realmente todo este asunto del laberinto me resulta algo raro... sobretodo tras encontrar esto.

De su bolsillo extrajo un arrugado y viejo trozo de papel. En él, solo una frase podía leerse:

El moguri mintió

—¿El moguri mintió? ¿Se referirá a lo del premio en el centro?

Sin duda no inspiraban mucha confianza sus palabras, pero si resultaba que eran mentira, entonces habían estado atrapados para nada. Habían jugado sin motivo alguno.

—Esto lo encontré en el interior de una puerta, donde había una habitación que parecía actuar como refugio. Este trozo que llevo encima es el único que aún se podía leer, pero aún así hay algo que no me gusta de todo esto.... aunque es cierto que no tenemos otra opción que avanzar, habría que tener cuidado —añadió.

La situación se había vuelto mucho más interesante para Colibritany de repente. ¿Qué ocultaba el centro si no era una llave espada? ¿Qué más podían hacer si no se dirigían hacia el centro? ¿Vagar sin sentido con todos los peligros que aguardaba el laberinto? Nada de eso sonaba demasiado lindo para ella, por lo que estaba decidida a afrontar el peligro.

—Ya hemos jugado suficiente —comentó a sus compañeros—. Por muy bueno o malo que sea llegar al centro, será mejor que estar eternamente dando vueltas por aquí. ¿No estás de acuerdo, Nico?

Dicho esto, se dirigió junto con sus compañeros hacia el este, esperando que Nicoxa la acompañara y acabar con esto de una vez por todas.

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Hacia el este D:

[Nell]

Quedó como un colador, literalmente, tras ser acribillada por decenas de agujas. Encima de los molestos pinchazos, tuvo después que ir retirando una por una todas las agujas, aunque entre ellas encontró su premio. Como en la habitación no había nada más, la cerró y regresó al cruce anterior.

Sobre su cabeza ahora pendía un reluciente uno. No podía negar que le preocupaba, pero poco podía hacer salvo seguir avanzando. Y rezar, rezar mucho, porque no le daba tiempo a volver y pegarle una paliza sirénica al fantasma cabrón. Puesto que era en salas donde había obtenido sus tesoros, decidió usar el poco tiempo que le quedaba para abrir la puerta restante.


[Hana abre la puerta sur]

[Sito]

Llegaron a un bonito lugar con una fuente en el centro. El delfín que la adornaba hizo que Nicoxa se preguntara quién había podido crear un laberinto tan extraño, había cosas tan diferentes en cada lugar... Donde estaban el camino se volvía a dividir: al norte y al sur se extendían zonas oscuras, y al este había una extraña puerta de plata. Parecía una elección obvia.

—¿En serio? —parecía que no le hacía mucha gracia a su amiga el tener que volver a escoger.

—¡Mirad! —exclamo Bavol señalando el final del camino del este—. ¡Esta está hecha de plata, eso tiene que significar algo! Yo creo que es mejor que sigamos por ahí a tener que seguir yendo de un lado a otro sin ton ni son, ¿no?

—Sí, podríamos ir por ahí. Sólo espero que detrás de la puerta no haya un muro absurdo, o un monstruo —comentó Nicoxa esperanzada.

Entonces, el otro chico que parecía no recordar que Nicoxa ya se había presentado ante él cuando se reencontró con Colibritany tras su separación comentó algo muy interesante.

—Yo te sigo Bavol, pero realmente todo este asunto del laberinto me resulta algo raro... sobretodo tras encontrar esto.

Aquel joven sacó un maltratado trozo de papel de su bolsillo. Cuando les enseñó lo que ponía Nicoxa abrió los ojos sorprendida.

El moguri mintió

—¿El moguri mintió? ¿Se referirá a lo del premio en el centro?

—Esto lo encontré en el interior de una puerta, donde había una habitación que parecía actuar como refugio. Este trozo que llevo encima es el único que aún se podía leer, pero aún así hay algo que no me gusta de todo esto.... aunque es cierto que no tenemos otra opción que avanzar, habría que tener cuidado —añadió.

¿Qué estaba pasando? Nicoxa adoptó una pose adecuada para pensar y recordó las palabras del moguri al principio.

"—¡Bienvenidos, kupó, al laberinto de los corazones!"

¿Quizás les había mentido sobre el nombre del laberinto? o hasta podría ser que quisiera decir Malvenidos en vez de Bienvenidos... No, la mentira no podía ser sobre algo tan trivial, así que recordó lo demás:

"—¡Habéis sido seleccionados de entre todos los aprendices para enfrentaros a esta prueba,kupó! Uno de vosotros posee el corazón destinado a alcanzar el centro del laberinto y lograr liberar el arma definitiva...

»¡La llave espada de los corazones, kupó!"

Uno de vosotros... ahora mismo eran cuatro, ¿pasaría algo con el resto si alcanzaban el centro todos juntos? También dijo "liberar" el arma, ¿a qué se referiría con eso? quizás el arma era una criatura o algo peor. Era todo bastante extraño, si les había mentido era hasta posible que en el centro no hubiera absolutamente nada... pero no podían haber sido introducidos en aquel laberinto si, como mínimo, no había ninguna salida. No tendría ningún sentido.

—Ya hemos jugado suficiente —dijo Colibritany con un tono decidido—. Por muy bueno o malo que sea llegar al centro, será mejor que estar eternamente dando vueltas por aquí. ¿No estás de acuerdo, Nico?

—Sí... pero tras ver aquel papel me parece todo bastante extraño. ¿Qué pasará si llegamos nosotros los primeros? el moguri dijo que liberaríamos el arma, ahora que lo recuerdo. No dijo nada de que la conseguiríamos o que sería nuestro premio. —aunque claro, entonces mas que mentir, simplemente los demás habían malinterpretado sus palabras... Todo se estaba volviendo demasiado lioso y a Nicoxa le empezaba a doler la cabeza— Bah, venga, vamos hacia la puerta plateada, quiero salir de aquí.

[Sombra]

Llegué a una sala con seis palancas de madera en las paredes tanto a la derecha como a la izquierda. Al fondo esperaba una enorme puerta plateada y un letrero pegado a éste.

"Baja las tres palancas en la combinación correcta para abrir el portón plateado.

El premio aguarda."

¿Y yo que sabía que tres palancas eran? No había ninguna pista.

Sin pensarlo mucho me dirigí a la que numeré como "Número 1" y la bajé continuando así con la 2 y la 3. Sabía que tenía muy pocas posibilidades de que saliese bien, pero no cambiaría mucho escogiese lo que escogiese.

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Palancas 1, 2 y 3 en ese orden xD

[Astro]

Nikolai
El contenido de la poción negra sabía a petróleo. Puede que incluso lo fuese. Pero cumplió con su objetivo.

Las llamas no dañaron a Nikolai. El joven aprendiz pudo avanzar entre las lenguas de fuego, atravesando una barrera difícil que separaba la zona siguiente del resto del laberinto. ¿Qué zona, preguntáis?

El centro del laberinto. Nikolai lo había conseguido.

Una amplia estancia, oscura, iluminada por un puñado de antorchas en cada esquina. Era difícil distinguir los detalles, pero el premio relucía en el centro. Suspendida en el aire, se alzaba la Llave Espada del Corazón.

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A su alrededor, paseaban seis mujeres. Nikolai no podía ver sus rostros, parecían difuminados entre la oscuridad, le resultaba imposible distinguir una de otra. Todas vestían con bonitos vestidos, propios de princesas, pero ninguna le miraba.

El camino era libre. El premio aguardaba. Cogerlo o no, dependía de Nikolai.


Mientras, el resto del laberinto se derrumbaba. Alguien había llegado al centro, el objetivo estaba cumplido.

Los demás aprendices eran prescindibles.

Podrían correr, podrían luchar, podrían llorar. Pero tarde o temprano, todos acabaron aplastados por los restos del laberinto.

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¡Tenemos un ganador! ¡Drazham ha conseguido llegar al centro el primero, enhorabuena!

Queda un post, suyo, para que decida si coge el premio o no. En cuanto postee se procederá a repartir todos los premios y a colgar el laberinto completo.

[Drazham]

Las llamas envolvieron por completo el cuerpo de Nikolai, pero por muy difícil de creer, no sintió ni el más mínimo ápice de dolor. La poción elegida había sido la correcta, y al haber superado la prueba, lo único que le quedó fue atravesar el muro de fuego y llegar a su próximo destino: el final del laberinto.

Otra estancia igual de oscura le esperó nada más llegar, pero aquí no habían ni pociones ni lenguas de fuego que se interpusiesen en su camino. Solo la razón por la que todos los aprendices (o tal vez no todos) habían luchado para hacerse con ella.

Sí, la supuesta Llave Espada de Corazones de la que les había hablado el moguri se encontraba flotando en medio de la estancia. La culpable del infierno por el que muchos habían pasado. Y repartidas por la sala, se encontraban seis misteriosas figuras femeninas con sendos vestidos que parecían sacados de un cuento. Apenas se les podía ver el rostro, y ninguna de ellas se molestó en prestarle atención. Niko hizo lo mismo por su parte al no estar muy seguro de si era fiable dirigirles la palabra, pero... ¿acaso algo de esto era fiable?

El joven se aproximó hacia el arma que se consideraba la más poderosa de todas. Era el premio por haber llegado tan lejos, y la tenía delante de sus propias narices, invitándole a que la reclamase. Entonces, sin apartar la vista del hipnótico objeto, su brazo comenzó a elevarse, acercando más y más su mano hacia la Llave Espada hasta que...

—No.

Antes de que los dedos llegasen a rozar la empuñadura, Nikolai apartó la extremidad de tan ansiado tesoro bruscamente y lo miró con repudio. Había emprendido el tedioso camino de convertirse en Caballero de la Llave Espada para buscar muchas cosas, pero ninguna de ellas era poder.

—Muéstrate —ordenó el aprendiz sin dirigirse a nadie en concreto. Después, se volteó y viró la cabeza en todas las direcciones—. Tu juego se ha acabado. Da la cara y explica a que ha venido todo este embrollo del laberinto.

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Nikolai no coge la Llave Espada de Corazones... pero si aceptará cualquier explicación que le de la mente maestra del juego (?)

Bueeeeeeno, ha sido un evento bastante entretenido, aunque soy consciente de que he sido de los que más potra ha tenido con sus elecciones, a diferencia de otros xD

Y para terminar, felicito a Astro por currarse este tipo de detalles para los jugadores del rol.

Un placer haber participado~

[Astro]

Hubo unos minutos de sepulcral silencio. Hasta que una voz etérea resonó por la sala.

No es el corazón que buscamos.
La respuesta de las mujeres fue automática. Las seis se abalanzaron sobre Nikolai, cada una con una copia de la misma llave espada que flotaba en el aire en sus manos.

Poco pudo hacer el aprendiz cuando las seis armas se clavaron en su corazón a una velocidad de vértigo.


Aquella noche, los veintidós aprendices despertarían sobresaltados en sus camas. Menudo sueño más raro habían tenido... Un laberinto, una misteriosa llave espada como premio, un flan gigante... ¡Qué locura!

Nada a lo que darle importancia. Aunque, en sus mesillas de noches, descansaban los objetos que habían encontrado.


Un portal de oscuridad se abrió en el centro del laberinto. Todos los aprendices se habían desvanecido, de vuelta al mundo real. La persona que había salido examinó a las mujeres, todavía rondando la zona en silencio.

—El experimento ha fracasado.

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—Volveremos a intentarlo.

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Fin.

¡Gracias a todos por participar!