[Torre de los Misterios] Asalto a la torre

por **Darkness Seeker** » Mié Jun 17, 2015 12:09 am

—Bueno, creo que hay otro mundo ahí dentro... O eso parece... —contesté—. En él se encontraba Yen Sid, parecía estar siendo torturado de alguna forma... También había una bestia alada gigantesca y un hombre con el pelo largo y plateado, que fue quien me devolvió aquí —. Hice una pausa de unos segundos, mirando a Yen Sid, que se encontraba durmiendo a nuestro lado—. Tenemos que ayudarle. Su cuerpo se estaba volviendo negro poco a poco, y quién sabe qué ocurrirá una vez acabe.

—¿Un hombre de pelo plateado y largo?— le pregunté extrañado y temiéndome lo peor—¿Por casualidad llevaba una ropa extravagante?

Una vez afirmara, me quedaría claro de quién hablaa, pues no podía ser otro que...

—¡Maldita sea! Sabía que Setzer estaría detrás de todo esto como de los ataques a Villa Crepúsculo.

Tras toda aquella locura, por fin parecía que todo iba a acabar, pero cuando se abriño la caja... el resultado fue inesperado. Tras el desastre que fue la caja, me giré extrañado hacia mis compañeros y al brujo.

—¿Pero qué? ¿Qué significa esto?

Extrañado, me atreví a abrir el pergamino del brujo, para no encontrarme con otra cosa que otra desilusión. En este caso, era la cara del ratón con un mensaje bastante críptico y dificil de comprender: "PRINGADOS". Ante el descubrimiento, se lo mostré al resto de los presentes.

—Alguien nos la ha jugad...

Pero antes de que pudiera hablar, el propio culpable hizo acto de aparición. El ratón brujo.

—¡Vaya, vaya, así que los ratones han conseguido llegar hasta aquí! ¡Qué sorpresa! —teñido completamente de negro, lo único que le hacía diferenciarse de su corazón era el extraño sombrero en punta, que se mantenía radiante y esbelto—. Pero no vais a poder fastidiarme la diversión, ¡no sin esto!

En sus manos aparecieron nuestra caja y el pergamino del brujo, que se redujeron a una masa negra, en conjunto al ratón de oscuridad.

—¡Eh!—le grité invocando la llave espada del brujo —¡Devuélvenos eso!

—¡Que empiece la fiesta!

Tras un nubarrón negro, reaparecimos en la entrada a la Torre, aunque flotando en el aire se encontraba ya nuestro enemigo, el cuál poco a poco mostraba un extraño símbolo en su pecho, el mismo de todos aquellos enemigos que nos atacaron durante nuestra travesía en la torre. Por suerte, parecía que ya había vuelto a mi cuerpo.

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—¡La torre es mía! ¡Morid, intrusos!

Antes de que me alcanzara, di una voltereta para adelante en cuánto pude e invoqué mi Látigo de cadenas. Pese a que no podía usar mis cadenas de oscuridad, utilicé mi látigo normal para atacarle y, en caso de que pudiera, agarrarlo con las cadenas y zarandearlo al suelo o a la pared, dependiendo de su posición. Tras el batacazo que esperaba conseguir, invocaría mi llave espada y le atacaría sin pensármelo dos veces.

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por **Kairi** » Mié Jun 17, 2015 12:59 am

En la caja de música había una figurita de Mickey con tutú que giraba mientras sonaban unos ruidos desagradables que parecían mofarse de todos los presentes. Lógicamente Yen Sid no se despertó.

- ¡Qué mal gusto! ¿Quién ha hecho esto? - preguntó Kairi incrédula.

Neru utilizó entonces el pergamino de Alec, pero fue otro fiasco. Sólo estaba dibujada la cara de Mickey sacando la lengua y debajo la palabra <<PRINGADOS>>.

- Creo que ya se quién... - comentó la joven al ver esto último.

Antes de que pudiera hacer nada, la puerta que había en el desván se abrió.

- ¡Vaya, vaya, así que los ratones han conseguido llegar hasta aquí! ¡Qué sorpresa! - el Rey Mickey apareció, pero esta vez todo su cuerpo era negro, a excepción del sombrero - . Pero no vais a poder fastidiarme la diversión, ¡no sin esto!

Y les enseñó los auténticos objetos que podían despertar a Yen Sid: la caja de música y el pergamino. Después fueron absorbidos por su piel.

- ¡Que empiece la fiesta!

Después de un fuerte estallido, los Aprendices aparecieron en la misma sala que habían estado al empezar a subir las escaleras de la torre. Techo, suelo y paredes de cielo nocturno y sin puertas ni ventanas. Yen Sid ya no estaba. Al menos todos los Aprendices habían recuperado sus correspondientes cuerpos.

Mickey ahora estaba flotando en el aire riéndose y con el mismo símbolo que tenían los enemigos a los que habían enfrentado.

- ¡La torre es mía! ¡Morid, intrusos!

Kairi sabía que mientras tuviera el sombrero, Mickey era invulnerable. Incluso dudaba que el cristal que había guardado funcionara con él mientras llevara esa prenda.

- Si alguien puede quitarle el sombrero sería de gran ayuda - anunció Kairi mientras lanzaba Perla por si el ataque de Neru no conseguía su propósito - . Mientras lo lleve puesto no podremos hacerle nada.

Kairi lanzaría Perla hasta que Mickey se viera desprovisto de su sombrero. Sólo entonces usaría su cristal con él.

por **RedXIII** » Mié Jun 17, 2015 1:33 am

En el rostro del aprendiz se dibujó una mueca de ira irascible y odio profundo mientras tiraba la caja de música contra el suelo al ver que no había sido más que una broma de mal gusto.

—¡¿Pero que mierdas es esto?!¡Me cago en la puta rata y en quien haya hecho esto! — Exclamó lo más fuerte que pudo mientras pisaba con exagerada fuerza dicha caja.

—¡Vaya, vaya, así que los ratones han conseguido llegar hasta aquí! ¡Qué sorpresa! — En cuanto escuchó aquella repelente voz levantó la vista para mirar, con unos ojos que casi podían representar el instinto homicida que aquel desagradable ser hacía brotar en lo menos profundo de su ser, al mago rata, o ratón, o hamster, o lo que fuera — Pero no vais a poder fastidiarme la diversión, ¡no sin esto!

La caja y un pergamino aparecieron en las manos de aquel animal, los cuales absorbió.

—¡Yo te mato, puto Hamster!

—¡Que empiece la fiesta!

Pero antes de hacer nada empezó a brillar, de golpe había vuelto a su cuerpo, incluso unas leves lágrimas brotaron de los ojos del aprendiz en verlo.

—Mi... ¡Mi cuerpo, mi voz de hombretón, mis gafas, mi Sasha, oh, no puedo creerlo, al fin recupero mi hermoso cuerpo! — Físicamente no podía, que si no se estaría dando besos a si mismo de lo contento que estaba de recuperarlo.

—Eh... — Se dio cuenta de que se había quedado sin poder mágico para disparar, claramente culpa del antiguo inquilino de su cuerpo; Saxor —Podías haberme dejado al menos un poco de poder, estoy seco — Mientras se puso las gafas y se encendió un cigarrillo, hacía mucho rato que no se encendía uno.

Tardó un poco en darse cuenta que ya no estaba en la sala de Yen Sid, sino que habían ido a la zona extraña del vestíbulo la cual parecía una ratonera sin salida.

—¡La torre es mía! ¡Morid, intrusos!

Unas chispas salieron disparadas del dedo del mago, Hiro reaccionó rápidamente y las esquivó dando una ágil voltereta en el suelo, a continuación se colocó y sacó su rifle.

- Si alguien puede quitarle el sombrero sería de gran ayuda, mientras lo lleve puesto no podremos hacerle nada.

—El gorro... ¡Lo que voy a hacer es volarselo de un puto tiro!

Se arrodilló y apoyó la culata del rifle en su hombro mientras, con las dos manos, apuntaba al gorro del mago para quitárselo de unos cuantos balazos, si nadie se interponía peligrosamente en su visión dispararía tres o cuatro balas al dichoso gorro.

Por otro lado Goei seguía dormido en una esquina de la sala, como si todo aquel barullo que estaba sucediendo no fuera suficiente para despertarle.

por **Saxor** » Mié Jun 17, 2015 2:22 pm

Escuché unos gritos de ira por parte de... Hiro, sí, por lo que me giré para ver lo que pasaba. No necesitaba explicaciones: de la "caja de música" solo sonaban pedorretas eructos y demases, y la figurita con tutú dejaba más que claro quién era el responsable... Nos la habían jugado, y no solo a nosotros: el pergamino de Alec también había sido cambiado por otra cosa que no servía para despertar a Yen Sid.

—¡Vaya, vaya, así que los ratones han conseguido llegar hasta aquí! ¡Qué sorpresa! Pero no vais a poder fastidiarme la diversión, ¡no sin esto!—Mickey había entrado a través de la puerta lateral, mostrándolos con burlas los dos objetos que habían sido intercambiados. Lo más probable era que nos lo hubiera quitado cuando nos transformó en ratones.

—Maldita sea...—murmuré irritado. Ya había sabido de antes que nos tendríamos que enfrentar al ratón tarde o temprano, pero esperaba haber podido despertar a Yen Sid antes de eso.

—¡Que empiece la fiesta!

El ratón chocó las manos y un gran destello iluminó la sala. Cuando pudimos acostumbrarnos a la luz, descubrimos que nos encontrábamos otra vez en la sala cerrada en la que caímos nada más entrar a la torre: una zona amplia, sin posibles salidas visibles, y unas paredes con decorados de estrellas que ascendían hasta perderse de la vista. Y además de eso...

─¡Puag!—había recuperado mi cuerpo, pero un sabor de boca horrible vino con él. Dios, la pócima debía de haber resultado asquerosa

Qué mala suerte, me he tenido que perder la cara de asco que se te ha quedado.

Y como devolviéndome a la triste realidad, la voz de Xayim volvió a sonar en mi cabeza.

Espero que no te hayas burlado demasiado del inquilino.

¿Yo? Qué va, si soy un angelito.

Dando por hecho que se había burlado de él definitivamente, decidí pasar de él para el combate. Hiro, quien había recuperado su cuerpo también, se dirigió hacia mí mientras se encendía un cigarrillo.

—Podías haberme dejado al menos un poco de poder, estoy seco.

—No tuve elección—respondí mientras me centraba en nuestro enemigo. Mickey había empezado a flotar en el aire, y el símbolo de todos los enemigos que nos habían atacado en aquella torre estaba impregnado en su pecho.

—¡La torre es mía! ¡Morid, intrusos!—el mago soltó unas chispas de su dedo, que esquivé rápidamente. Mientras corría, mi Espada Mediana apareció en mi mano derecha, mientras que sombras formaron mi llave espada en la izquierda. Mientras Kairi contaba a los demás lo que nos había dicho Eileen, yo lo que hice fue apuntarle y lanzar un Piro Oscuro. Sabía que sería invulnerable, pero el humo no tenía nada que ver con el daño, así que esperaba que al menos pudiera cegarlo unos segundos.

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por **LightHelco** » Mié Jun 17, 2015 7:24 pm

—¿Qué demonios? —exclamé al ver que eran realmente la caja de música y el pergamino —. Lo peor es que estoy dudando de si es un truco o Shinju me la ha jugado.

Todos nos quedamos con la misma cara de tontos al ver los objetos y alguno estalló empezando a gritar y soltar todo tipo de insultos que hubiese preferido que Maya no escuchase. Pronto apareció la persona a la que iban dirigidos todos aquellos adjetivos: El Rey Mickey, pero con un aspecto totalmente ennegrecido, como si fuese un Sincorazón Sombra con orejas de ratón en vez de antenas.

El roedor se burló de nosotros mostrando los verdaderos artefactos para despertar a Yen Sid, para segundos después volver a absorberlos dentro de su cuerpo. Apreté los puños lleno de rabia, conteniéndome para no saltar y propinarle un puñetazo en la cara al ratón. Lo único que podía hacer en ese momento era beberme la poción y arreglar el tema del cambio de cuerpos para que pudiésemos darle una apropiada paliza a aquel sujeto que se hacía pasar por el Rey.

—¡Que empiece la fiesta! —gritó el ratón al mismo tiempo que me tragaba toda la pócima.

Esta sabía a rayos, jugos gástricos de zombi y pelo mojado de licántropo, para ser claros, algo que no ofrecerías siquiera a tu peor enemigo. A poco estuve de tirar todo el brebaje, pero no me quedaba otra que hacerlo bajar por la garganta y ver como regresábamos a nuestros cuerpos. Justo a tiempo para la batalla, ya que Mickey nos había transportado a otros a una sala diferente.

—Agua, zumo de calabaza… lo que sea para quitarme este sabor de la boca —rogué buscando rápidamente entre mis pertenencias un Éter que me bebí de sopetón, no eran las pociones más deliciosas del universo, pero al lado de lo que acababa de tomarme era parecido a la ambrosía —. A la próxima hace otro de conejillo de indias.

Con el tema de los cuerpos resuelto, ya podíamos centrarnos en el combate contra el roedor, el cual se había alzado en el aire entre sonoras carcajadas. Algo que llamó nuestra atención fue el símbolo que empezó a formarse en su pecho, el mismo que habían mostrado los monstruos a los que nos habíamos enfrentado en la torre ¿Eso era lo que estaba usurpando o controlando a Mickey?

No teníamos tiempo para teorizar, amenazando a nuestras vidas, el ratón conjuró un hechizo eléctrico en línea que esquivé por los pelos saltando hacia un lado. Ilana lo tuvo más fácil, ya que se encontraba fuera del alcance del ataque y ya estaba preparándose para usar su ilusión y desaparecer. Solo iba a necesitar que se lo ordenase.

—Si alguien puede quitarle el sombrero sería de gran ayuda —apuntó Kairi refiriéndose a la única prenda del Rey que aún conservaba su color original —. Mientras lo lleve puesto no podremos hacerle nada.

—Creo que yo puedo encargarme de ello, solo necesito que se separe un instante de esas orejotas —me ofrecí como voluntario mirando al resto del grupo para ver que estaban pensando hacer —. Ilana, habrá bastantes hechizos cruzando el campo de batalla, ataca cuando yo te lo diga.

La gatita maulló y desapareció, pudiendo únicamente escucharse su cascabel, por suerte Mickey no habría reparado en él y no se daría cuenta de que aquello era la gatita. Mientras yo ya estaba cargando mi primer conjuro, al ver al chico de las cadenas lanzar su latigo, se me había ocurrido que si conseguía estampar al ratón contra el suelo, podía atraparlo con una Sota de Tréboles y desde ahí los ataques del resto de los Aprendices darían más fácilmente en el blanco.

Apuntando en dirección al Rey, esperé a que el chico realizara su ataque para que en cuanto Mickey tocara suelo o pared, hacer brotar unas enredaderas que lo atrapasen. Si eso funcionaba, empezaría a reunir magia para el siguiente conjuro: Mover. Si alguno de los ataques conseguía separar el gorro de la cabeza de Mickey lanzaría el hechizo para atrapar el sombrero y atraerlo hacia a mí, si el ratón intentaba agarrarlo, Ilana aparecería frente a su cara y le golpearía en los ojos con su Corte Cegador.

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por **Zodiark** » Mié Jun 17, 2015 9:14 pm

Los dos objetos que usaron los demás no sirvieron para despertar a Yen Sid. Más bien, parecían alguna broma sin gracia típica de Akio, pero por suerte había guardado una pócima anti-maleficios que quizá funcionaría. Así pues, me acerqué al Maestro sacando el frasco de mi bolsillo, pero cuando estaba a punto de destaparlo alguien me interrumpió:

—¡Vaya, vaya, así que los ratones han conseguido llegar hasta aquí! ¡Qué sorpresa!

—¡Tú otra vez! ¡¿Quién eres?!

Sin duda alguna aquél no era el Rey Mickey. Su cuerpo estaba cubierto de una intensa aura oscura, maligna. Casi parecía un Sincorazón.

—Pero no vais a poder fastidiarme la diversión, ¡no sin esto!

—Eso es... —dije al ver los objetos que tenía en sus manos—. ¿Los ha intercambiado? ¿Pero cuándo? ¿Y cómo no os habéis dado cuenta antes?

Pero no hubo tiempo de conversaciones. El ratón antropomórfico hizo desaparecer ambos objetos y, con una palmada, iluminó todo el desván. Cuando recuperé la vista, vi que nos hallábamos de nuevo en el lugar en el que habíamos caído al entrar a la torre, el mismo lugar donde habíamos conocido a aquel "Mickey".

—¡La torre es mía! ¡Morid, intrusos! —exclamó el ratón tras elevarse en el aire, amenazador, con un símbolo en el pecho que denotaba que, definitivamente, no era humano.

Rápidamente, lanzó una descarga eléctrica hacia nosotros que intenté esquivar rápidamente rodando a un lado. Los demás parecían estar dispuestos a luchar, y Kairi propuso que lo primero que debíamos hacer era arrebatarle el sombrero. Quería saber quién era quel ser con la misma apariencia que mi rey, así que una vez me reincorporé de la voltereta, estiré un brazo y le lancé un Ciclón de hojas antes de que nadie hiciera nada, para distraerle y darles una oportunidad. No tenía la Llave Espada, pero por suerte seguía confiando en mi poder mágico.

—¡Ahora! —exclamaría para que mis compañeros actuasen una vez el efecto de Ciclón de hojas se hubiese disipado automáticamente o a causa del ratón.

por **Astro** » Jue Jun 18, 2015 7:34 pm

El único aprendiz que fue dañado por las chispas fue Kairi, que no se apartó a tiempo.

El Ciclón de hojas de Maya bloqueó lo suficiente la visión de Mickey como para permitir que Neru consiguiera agarrarle una pierna con su látigo. Haciendo acopio de sus fuerzas, consiguió estrellar al ratón contra el suelo, pero antes de que pudiera hacer más una violenta corriente eléctrica sacudió toda la cadena, mandando unos metros por los aires a Neru con los pelos de punta. Auch.

La intervención de la Sota de tréboles de Alec para inmovilizar al ratón, junto con los hechizos de Kairi y Saxor y los disparos de Hiro, acabaron consiguiendo que el gorro saliera disparado por los aires.

—¡MI GORRO! ¡¡NOOOOOO!!

Lo que ocurrió a continuación fue muy rápido. Antes de que Kairi pudiera usar su cristal, o que Alec e Ilana usaran sus habilidades para recuperar el gorro, Mickey liberó una onda expansiva que derribó a todos los aprendices al suelo. Cuando cada uno levantara la vista para volver a fijar su atención en el enemigo, descubrirían que había cambiado ligeramente de forma.

Sin el gorro de pico, ahora Mickey presentaba un aspecto menos definido, como si en lugar de ser sólido fuese una masa de niebla con la forma del simpático rey. Era más grande, cerca de los dos metros, y sus enormes ojos, ahora de color rojo, brillaban más que nunca.

—¡¡CÓMO OSÁIS A ARREBATARME LO QUE ES MÍO!! —rugió, furioso.

En un abrir y cerrar de ojos, sus dos brazos salieron disparados cual látigos, estirándose de forma anormal, hasta alcanzar los cuellos de los aprendices que antes localizó: Alec y Maya. El brujo y la brujita se vieron alzados unos metros en el aire, apresados con una fuerza abismal y casi sin poder respirar, aunque lo más doloroso fue lo que ocurrió a continuación: los estampó en el suelo cual muñecos de trapo con brutalidad. Doble auch.

Sin embargo, Alec, salvo la molestia en el cuello, no sintió ningún dolor. Ilana había acudido en su rescate, protegiéndole con su Guardia Familiar de un golpe que hubiera sido letal para él. Pero con un coste: la gatita yacía en el suelo, inconsciente.

Mickey volvió a rugir, fuera de control, y se lanzó a toda velocidad hacia un nuevo objetivo: Kairi. La chica, al caer al suelo en el empujón de antes, había soltado accidentalmente el cristal, que ahora estaba a un metro escaso de su posición. Pero Mickey se acercaba demasiado rápido cual toro enfurecido, y nada le garantizaba que fuese lo suficiente rápida como para recuperar el cristal y esquivarle. O se arriesgaba para cogerlo, o se apartaba y corría el riesgo de no poder recuperarlo.

El sombrero, por otra parte, permanecía tirado en el centro de la sala. Mickey no parecía prestarle atención: era su mejor oportunidad para asegurarse de que el ratón no volvía a ponérselo.

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Fecha límite: lunes 22 de junio.

por **Darkness Seeker** » Sab Jun 20, 2015 5:13 pm

Gracias al destino, su ataque incial no llegó a alcanzarme y me dió tiempo de lograr encadenarlo la pierna y tirar del extraño ser que cada vez parecía menos un ratón. Tras eso, logré lanzarlo contra el suelo, pero lamentablemente se vengó utilizando una habilidad eléctrica que recorrío hasta el último centímetro de mi cuerpo, tras lo que salí volando por los aires hacia un lado de la habitación

—¡MI GORRO! ¡¡NOOOOOO!!

Una vez dejé de freírme como si de un contacto de lámpara se tratase, pude levantar la vista para ver que la figura se estaba... ¿Derritiendo? No... ¿Evaporando? No sabría decirlo, la cuestión es que el gorro luminoso había caído al suelo, y allí estaba tan campante.

—¡¡CÓMO OSÁIS A ARREBATARME LO QUE ES MÍO!! —rugió la masa negra.

Sin perder un instante y salí corriendo al centro de la sala mientras el monstruo se zafaba del brujo y Maya. Tras unos instantes Alec salió volando, momento que aprovechó el monstruo para agarrar también a Kairi. Una vez obtuve el sombrero, me percaté del peculiar poder que debía de tener para que el monstruo lo necesitara. Sólo había una cosa que podíamos hacer para destruir a ese demonio de una vez por todas... y me jugaba el cuello.

Sin pensármelo mucho más, me acerqué corriendo al brujo y le entregué el sombrero puntiagudo, deseando que fuera consciente de lo que era tener ese poder.

—¡A por él!

Tras eso, volví a hacer uso de mis látigo para atacarle y de paso entretenerle mientras el brujo y el resto se preparaban para acabar con él de una vez.

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por **Saxor** » Lun Jun 22, 2015 4:23 pm

Nuestra andanada de hechizos y los disparos de Hiro tuvieron la suficiente potencia como para despegar el gorro de su cabeza, aunque a cambio me encontraba bastante cansado. Dudaba que pudiera gastar más energía mágica salvo un par de Piros.

—¡MI GORRO! ¡¡NOOOOOO!!—y un grito de nuestro enemigo generó una terrible onda expansiva que nos derribó a todos sin excepción. Al volver a dirigir mi vista hacia el ratón, pude ver que su forma había cambiado drásticamente.

Uug, esa cosa necesita una bolsa en la cabeza.

—¡¡CÓMO OSÁIS A ARREBATARME LO QUE ES MÍO!! —rugió, furioso.

Mientras me levantaba, logré observar que "Mickey" agarró a Alec y a Maya, a quienes inmediatamente estampó contra el suelo. Mientras chasqueaba la lengua, miré qué le había ocurrido a la chica que portaba nuestra arma contra el "ratón". Lo peor es que el cristal se le había caído y la mole de niebla iba a atacarla.

—¡Kairi, esquívalo!—Grité mientras corría con toda la velocidad que me permitían mis piernas hacia el cristal. Si otro más se encargaba de recuperarlo, ella no tendría que arriesgarse a lo mismo y recibir el ataque de lleno. Procuraría coger el cristal a la carrera para evitar el golpe de Mickey también.

por **RedXIII** » Mar Jun 23, 2015 12:13 am

El sombrero cayó, y un irascible ratón se mostró ante los aprendices que observaban como aquel ser había perdido lo que parecía un objeto muy preciado o poderoso.

—¡MI GORRO! ¡¡NOOOOOO!!

Una inesperada fuerza empujó todo lo que había alrededor de aquel ser, tirandoles bruscamente contra el suelo, algo que apenas le gustó a Hiro, además había cambiado, ahora parecía un aspecto... extraño, era difícil de definir, como si precisamente no estuviera bien definido, además había aumentado su tamaño.

—¡¡CÓMO OSÁIS A ARREBATARME LO QUE ES MÍO!! —rugió, furioso.

Maya y el chico de Bastión Hueco fueron cazados por las manos del ratón, quien los vapuleó hasta que se cansó y los lanzó.

Un rugido extraño salió de aquel ser, quien empezó a correr hacia Kairi a toda velocidad, a su vez Hiro se levantó, lanzó su rifle hacia Goei y empezó a correr hacia la misma dirección que el ratón para impedir que llegara a su objetivo.

—¡Kairi, esquívalo!

—¿¡No te han dicho nunca que no se debe pegar a las damas!? — Su llave espada apareció entre sus manos, con un ligero destello, y se lanzó hacia el costado de la bestia con dicha arma para evitar que embistiera a la aprendiz.

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por **Kairi** » Mar Jun 23, 2015 12:59 am

Por un despiste o porque estaba concentrada en la estrategia para arrebatarle el sombrero a Mickey, Kairi no pudo esquivar a tiempo las chispas para cuando se dio cuenta.

Por suerte, gracias a los ataques de sus compañeros, el sombrero logró separarse del ratón malvado.

- ¡MI GORRO! ¡¡NOOOOOO!!

Pero antes de que pudiera usar su cristal, una onda expansiva tiró a todos los Aprendices al suelo. Debido al impacto, el cristal se escapó de las manos de Kairi.

- ¡No!

- ¡¡CÓMO OSÁIS A ARREBATARME LO QUE ES MÍO!!

Mickey ahora era más grande y su forma era más difusa. Agarró a Alec y Maya con dos largos brazos y los arrojó al suelo con fuerza. Eso habría tenido que doler mucho.

Su próximo objetivo era Kairi. El cristal estaba un poco lejos de ella y Mickey se abalanzaba sobre ella. Pero si no lo recuperaba...

- ¡Kairi, esquívalo! - gritó Saxor al mismo tiempo que corría hacia el cristal. La joven no lo dudó un segundo y se levantó rápidamente para escapar del enorme Mickey.

- ¿¡No te han dicho nunca que no se debe pegar a las damas!? - Hiro también se lanzó en su ayuda con su Llave Espada.

Una vez que Kairi estuviera bien lejos del ataque de Mickey, volvería a lanzarle Perla aprovechando que no tenía el sombrero.

por **LightHelco** » Mar Jun 23, 2015 2:01 am

—¡MI GORRO! ¡¡NOOOOOO!! —gritó el supuesto Mickey perdiendo totalmente su aspecto de ratón y empezando a mostrar uno más monstruoso.

—Lo sentimos, ahora es nuestro.

Y con una sonrisa debido a nuestra cercana victoria, fui a atraer el sombrero poco antes de que el cuerpo de nuestro enemigo liberada una fuerte onda expansiva que nos mandó volando a todos impidiéndonos seguir atacando o recuperar el gorro.

Atontado por el golpe, me levanté y alcé la vista para contemplar el nuevo aspecto de nuestro enemigo, ahora era más alto que cualquiera de nosotros y contaba con unos irregulares brazos que no dudó en alargar iniciando así su contraataque.

—¡Maya! —fue el único aviso que pude llegar a dar antes de que una de las manos del monstruo aferrase mi cuello y el de la niña, levantándonos en el aire sin problemas y apretando de modo que no pudiésemos respirar.

Intenté reunir fuerzas para liberarme con un hechizo Piro, o al menos conseguir salvar a la brujita, pero el agarre y la perdida de aire me impedía concentrarme en nada más que intentar tomar cuantas mas bocanadas de aire pudiese. Aunque pronto dejaría de importar cuando el monstruo empezó a descender sus brazos rápidamente con intenciones de aplastarnos.

Todo ocurrió muy rápido, en un momento me encontraba en el aire y al siguiente estaba en el suelo sano y salvo, con el cuello escociéndome por el agarre, pero sin ningún hueso roto ¿Cómo me había librado de tal golpe? Fue entonces que la vi y supe que era lo que me había salvado.

—¡No! ¡Ilana! —. Salté directamente hacia la gatita que yacía a mi lado cogiéndola en brazos —. Despierta, Ilana, por favor, ¡dime algo! —. Esta asustado, porque sabía muy bien que había ocurrido, que era lo que había hecho mi compañera para salvarme —. ¿Has usado la Guardia, verdad? Antes nosotros que nuestros Brujos… Lo siento. Siento que tengas que vivir ligado a un brujo tan débil, Ilana.

Abracé a la felina y alcé la mirada hacia el que la había dejado en aquel estado. Aquel monstruo no era Mickey, era solo una bestia salvaje y sin alma como los Sincorazón… e iba a matarlo.

Me levanté aun con mi compañera en brazos y acomodándola para que pudiese tener una mano libre, fui reuniendo magia para formar una bola de fuego, lo que me impidió completarla fue la presencia del chico de las cadenas, el cual se acercó hasta mi ofreciéndome el sombrero que había estado llevando minutos antes nuestro enemigo. ¿El chico me estaba ofreciendo aquel gorro aun sabiendo que era de Bastión Hueco? ¿En serio me iba a dejar tener TAL poder en mi mano? Porque al menos en mis recuerdos referentes a Joker el sombrero había sido un arma muy importante para vencer a Avatar.

—Gracias —le hablé quitándome mi propio sombreo y colocándoselo al chico en la cabeza —. Ten, cuídamelo mientras tanto —. Inmediatamente le dediqué una sonrisa amable acompañada de palabras que no lo eran tanto —, deja que sufra un solo rasguño y te partiré las piernas, ¿entendido?

Con eso aclarado, deposité a Ilana en el suelo con cuidado y me coloqué el gorro del brujo en la cabeza (que poco elegante era) y esperando que fuese tan poderoso como me imaginaba, alcé el brazo para reunir magia y formar dos esferas de aire con ella. Esperaría a que los miembros de Tierra de Partida atacasen antes de lanzar las esferas contra su cara y torso, además, si el ser intentaba lanzarse contra mi para arrebatarme el gorro, trazaría una linea en el aire con mi mano para conjurar una Sota de Corazones a sus pies y frenarle, aparte de causarla quemaduras de segundo grado, claro.

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por **Zodiark** » Mar Jun 23, 2015 2:14 am

El hecho de arrebatarle el sombrero hizo enfurecer a aquel ¿hombre? que se parecía a Mickey, tanto que pareció que, a través de su ira, alcanzó una nueva forma, más grande, oscura y siniestra, y ya ni siquiera parecía material. Parecía una especie de nube de humo rezumante de oscuridad, y muy enojada además.

—¡Maya!

No tuve tiempo de reaccionar, aunque lo vi venir, no pude echarme a un lado y uno de sus enormes brazos me agarró del cuello. Intentaba zafarme de su mano con las mías, haciendo toda la fuerza que podía para tratar de apartarla de mi cuello mientras pataleaba, mientras mi respiración se hacía más y más costosa, pero era inútil. Si hubiese tenido mi Llave Espada, quizás...

Pero lo peor vino entonces. Bruscamente, noté cómo movía su brazo a toda velocidad hacia el suelo. Lo siguiente que sentí fue un dolor inmenso por todo el cuerpo. Durante un rato, mi cuerpo no respondió, y mi cabeza retumbaba, era incapaz de pensar con claridad. Poco a poco, fui recobrando el sentido, y aun con el cuerpo entumecido por el golpe, me reincorporé con las pocas fuerzas que me quedaban. Los brazos me temblaban y me costó un poco recobrar el equilibrio, pero al final lo pude lograr, y ya de vuelta a la normalidad vi a Alec con el sombrero del ser oscuro puesto.

Supuse que el chico sería el próximo objetivo de nuestro enemigo, debido al apego que le tenía a aquel sombrero, así que rápidamente introduje mi mano en el bolsillo y cogí un éter cuyo contenido no tardé mucho en beber de un trago. Tras ello, tiré el frasco vacío al suelo, alargué el brazo en dirección a Alec, con la palma de la mano abierta, y le lancé un hechizo Cura. Acto seguido, coloqué la palma de esa misma mano en mi pecho y utilicé otro hechizo Cura sobre mí misma, y utilicé otro Cura más sobre Neru, que también parecía malherido.

por **Astro** » Mié Jun 24, 2015 12:06 pm

Mientras Neru cogía el sombreo y Alec se lo ponía, Kairi consiguió apartarse a tiempo de la trayectoria del Mickey enfurecido. Gracias, sobre todo, a la intervención de Hiro: su Llave Espada funcionó bien contra el monstruo oscuro, provocando que la parte del costado donde había atacado desapareciera durante unos segundos, aunque para su desgracia no tardó en regenerarse.

El Perla de Kairi y los ataques de Neru sirvieron para ganar un poco de tiempo, pero no el suficiente. Mickey levantó uno de sus brazos, dispuesto a aplastar al híbrido del grupo, y lo habría conseguido de no ser por el hechizo de Alec. El único problema... Es que el hechizo fue demasiado potente. Las dos bolas de aire no sólo chocaron contra Mickey (haciendo que se deshiciese en miles de volutas de humo), sino que también derribaron con fuerza a todos los aprendices que había delante de él: Hiro, Neru, Kairi, y un Saxor que consiguió agarrar el cristal por los pelos. Afortunadamente para ellos, el daño no fue tan grave como si hubiesen sido objetivo de la magia, aunque sí que se hicieron daño (sobre todo Kairi, que ya debilitada se quedó en las últimas). Incluso el propio Alec se cayó al suelo de culo por la potencia de su propio hechizo.

Al brujo le temblaba todo el cuerpo: llevar el sombrero de Yen Sid no iba a ser tan fácil como suponía. Le daba mucho poder e incluso le facilitaba usar sus hechizos por menos energía, pero no podría controlar su propia magia con facilidad. Si no se andaba con cuidado, volvería a dañar a sus propios compañeros.

El humo volvía a recomponerse, aunque con una desagradable sorpresa para el grupo: todo parecía indicar que habría más de un Mickey. Tres figuras de humo negro, igual de grandes que la anterior, se estaban formando, y poco tardarían en estar completas. Los ataques de los aprendices servían para rechazarlo y mantenerlo a ralla, pero hasta el momento no habían conseguido dañarlo de verdad.

Debían hacer algo ya, pues cuanto más tiempo pasara, menos posibilidades tendrían.

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Estamos llegando al final y las nuevas tramas nos pisan los talones, así que vamos a probar con un límite de tres días aprovechando que la ronda es de combate (y por lo tanto, corta). Si alguno tiene algún problema que me lo comente y volvería a dejarla en cuatro días.

Fecha límite: sábado 27 de junio.

por **RedXIII** » Lun Jun 29, 2015 12:13 am

El impacto contra el enemigo por parte del estrambote chico fue tan potente que incluso golpeó al aprendiz de forma leve, pero no eral el final, ni mucho menos, el ratón se había multiplicado, o separado, ahora eran tres enemigos y no uno.

Hiro no dudó ni un segundo y corrió hacia uno de ellos y lo atravesó con la llave, llevándoselo hacia donde estaba el otro con la intención de que se juntaran o al menos estuvieran juntos.

—¡Vamos, pillad al otro y traedlo, hay que destruirlos ya! — Dijo mientras aguantaba su llave con todas sus fuerzas y con ambas manos.

No sabía que hacer, ni como saldría aquello, siquiera tenía idea de que iba a pasar después de aquello pero esperaba que sus compañeros aprovecharan la situación, si hacía falta estaba dispuesto a sufrir el área de impacto del ataque de antes.

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