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Anastasia es una chica de 14 años que siempre se ha interesado por todo lo distinto del mundo real. Un día de primavera cae en sus manos un libro bastante antiguo, que sólo una persona muy culta podría descifrar. En ese mismo día suceden cosas extrañas, una de ellas es una guerra mundial, declarada por el dios Seeker. Anastasia cree que todo esto tiene que ver con el libro que encontró, y se va a ver obligada a viajar hasta donde haga falta para detener la guerra y encontrar el significado del libro.

Justo cuando iba a sonar el reloj para que fueran las once, iba a acostarme. Mañana –por diversos motivos que ahora mismo preferiría no nombrar- no había clase para todo el día, así que podía estar parte de esta noche y mañana haciendo lo que quisiera. Esta semana apenas había deberes, y yo ya los había hecho, así que no tenía que preocuparme de nada.

Subí al piso de arriba para entrar en mi habitación, cuando vi una nota colgada en el pomo de mi puerta. Sentía curiosidad por saber qué ponía y quién me lo había dejado allí en vez de dármelo en persona. Al final decidí cogerlo; abrí la nota y leí lentamente y con comprensión el mensaje que me transmitía.

Siento haber desaparecido sin decirte nada.
Siento haberlo hecho sin dejar rastro.
Te lo contaré todo cuando sea el momento.
Ven a la esquina de la calle Nashville, número 24.

Seeker

- Allí estaré –susurré para mí misma.

“Te estaré esperando”, escuché en mi mente.

Bajé al piso de abajo a paso ligero con la nota en la mano y me dirigí a la calle donde, en teoría, habíamos quedado. Me esperaba que mi madre viniera a cortarme el paso y me preguntara a dónde iba a estas horas… pero no apareció. Estará viendo la tele, pensé.

Estaba demasiado oscuro, así que decidí coger la linterna por si acaso.

De repente oí un ruido. Procedía de mi habitación. ¿Qué era? ¿Una puerta? ¿O una ventana? Algo pasaba.

Subí a toda prisa a la planta superior y avanzé por el pasillo. Un instante después abrí la puerta. Ni de ésta ni de la ventana se oyó algún otro ruido.
Apareció de susto un hombre al cual no se le podía ver ni siquiera el rostro, tenía una capucha muy grande. Llevaba todo el traje de color azul oscuro.

Traté de gritar, pero de mi garganta no salió sonido alguno. Entonces, el sujeto, susurró:

- Lo siento, Ashley. Todo ha terminado.

Nota que tomar (que creo que es bastante obvia): Anastasia no ha aparecido xDD

Y que podamos conocer a Anastasia, que la tal Ashley me da que está perdida xD