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Era una noche típica de verano, en aquel mundo habían 3 lunas sobre aquel oscuro cielo sin estrellas, iluminaban la tierra en tonos blancos y hacían que la gente se sintiera bien, una tras otra giraban alrededor como si de un baile se tratara, sin detenerse, aquella noche hacia mas frio de lo habitual por aquella época, pero algo extraño aparte de aquel viento frio propio de invierno se aproximo a ese universo, rallos de luz que se movían de un lado a otro en orbita con la luna cayeron a la tierra en diferentes puntos, unas cerca de otras, otras muy lejos, algunas con colores propios, otras que no brillaban bajo aquella noche oscura, eran cartas, cartas de Clow que se mostraban paralelas a aquel universo, no sabían como habían llegado ni que tenían que hacer, ni siquiera sabían el motivo de su existencia, pero el futuro les depara un incierto destino y un camino por el que poder continuar.

Tan tranquilo regocijándome bajo una rama de mi árbol me sentía, cuando una vieja amiga me visito…
Clow - Yūko Ichihara, la bruja de las dimensiones ¿a que debo el placer de tan grata visita? – Dije mientras con una sonrisa cerraba el libro que estaba leyendo y le miraba fijamente a los ojos.

Yūko – Por favor- Respondió – No hace falta tal recibimiento, Clow, el gran mago- respondió con cierto tono irónico.

Clow – Por favor- Respondí con una sonrisa que a muchos pondría enfermo – Ya sabes que ahora solo me dedico a leer libros y a observar a Sakura- Le dije.

Yūko – Asi que consiguió transformar todas las cartas- Dijo.

Clow – Si – dije mientras dejaba el libro sobre el césped y me levantaba apoyándome en el tronco del árbol – Pero se que ese no es el motivo de tu visita, y solo puedo decirte que se lo pidas a ella – Le respondí.

Yūko- Las cartas serán suyas pero tú puedes crear todas las que quieras – Respondió

No sabia si contestarle o simplemente esperar a que se diera cuenta de que no quería crear mas cartas, además, mi poder no era aun lo bastante fuerte como antes, así que espere a ver si se daba cuenta, pasaron 3 incómodos minutos en os cuales me ponía mas nervioso hasta que saco un abanico blanco y lo empezó a agitar.
Yūko- vaya, veo que has querido que me diera cuenta sola, no tienes aun el suficiente poder mágico para hacerlo, pues si que tienen que ser especiales esas cartas para que te veas ahora así, jajajajajaja- Dijo mientras reía con el abanico tapándole la boca.
Clow – Bueno, ahora sabes a quien se las tienes que pedir – respondí con la esperanza de quitármela de encima.
Yūko - Eriol ¿verdad? – Dijo.
Clow - ¿No estarás pensando en…?- Pregunte, pero fui interrumpido.
Yūko – Claro, habla con Sakura a través de el – Dijo.
Clow – Yo lo intentare pero ¿Para que quieres las cartas? – le pregunte un tanto serio.
Yūko – Hay problemas en un universo y resulta que hay personas que con grata alegría ayudarían a restablecer el orden, pero su poder solo sirve para asimilar en ellos mismos el poder de las cartas de Sakura, extraña coincidencia ¿No? – Dijo.
Clow – Si, pero a veces pasa, pueden canalizar la magia que desprenden las cartas y usarla en su propio beneficio, es como Sakura – Respondí.
Yūko – Exacto, y no usan bastón ni artefactos para invocarlas, o eso parece – Dijo – bueno, cada minuto que perdemos es un minuto perdido allí ¿Podríamos…?- Pregunto sabiendo que sabia ya cual era la pregunta des de el principio.
Clow - Me pondré en contacto con Sakura pero no prometo nada, ella es la nueva señora de las cartas y tiene todo el derecho a decir que no – Le advertí.

Asi, me puse en contacto con Sakura a través de Eriol, ella después de meditarlo y preguntar unas cosas, sin mas remedio presto las cartas a la bruja de las dimensiones, al cual le prometió traerle las cartas sanas y salvas, y yo, bueno, prometí que protegería la ciudad de Tomoeda de cualquier desastre, así accedió con gratitud a prestar las cartas, quien lago quiere algo tiene que dar, ah si, tengo que pensar que me tiene que dar Yūko, no me vendría mal una esposa, jajajajajajaja.

Lo ultimo que faltaba era enviar las cartas, de eso se encargo Yūko, apareció en ese universo y uno por uno fue entregando las cartas mas apropiadas a las personas escogidas, su misión era reunirse todos juntos, después de eso la bruja explicaría lo que había que hacer y cual era la amenaza, bueno, creo que are alguna interrupción alguna vez y bueno, Sakura es la señora de las cartas, tal vez sus cartas la añoren.