Lucha Eterna
Publicado: Dom May 01, 2011 4:30 pm
por kairinamine
Hola!! Aquí dejo mi primer fic que habla sobre Azofi, una joven maestra de la llave espada que se ve separada de su mejor amigo,que es llevado a un mundo donde es prisionero despues de que su mundo desapareciera.
Ire subiendo un capítulo por semana Esta semana hice 2 capítulos asi que aquí van.
Capítulo 1:
Capítulo 2:
Espero que les guste
P.D. Comenten porfavor
Ire subiendo un capítulo por semana Esta semana hice 2 capítulos asi que aquí van.
Capítulo 1:
Spoiler: Mostrar
¿Es que esto nunca va a acabar?¿Esta lucha constante de luz contra oscuridad?
Mi largo cabello negro caía por mis hombros, mis ojos cafés no podían penetrar la oscuridad que me rodeaba. Solo escuchaba constantes gritos alrededor mío y una voz que me llamaba:
-¡Azofi! No te rindas-
La voz me resultó familiar pero no podía reconocer quien era, aún así, esas palabras sonaban como un canto en mi mente, esas palabras venían de alguien muy cercano a mí, lo podía sentir. Algo me decía que esa persona era el mundo para mi así que hice lo que me dijo, resistí. Mi llave espada se materealizó en mis manos y apoyandome en ella comseguí levantarme. Sentí una presencia detrás de mi así que me puse en guardia y voltée. Me quede paralizada al ver a mi antiguo maestro, aquel qu había sido como un padre para mi, aquel que me había acogido al ver que era una elegida, una que traería la luz al mundo, que iba consumiendose lentamente por la oscuridad.
-¿Por qué?- grité-¿Por qué cedió maestro?-
Las lágrimas corrían por mis mejillas. Un destello apareció en sus ojos, en os que había algo raro, algo oscuro rodeaba sus pupilas, me asusté.
-Por qué la oscuridad es más poderosa y acabará venciendo- respondió, acto seguido se abalanzó sobre mi pero yo estaba preparada y bloquée el golpe, resistí por un tiempo, pero, al final, el era mi maestro, el me había enseñado todo lo que sabía, así que caí al suelo y una fuerza me retuvo, me impedía levantarme para luchar por mi vida, no podía defenderme.
-Es mi fin- pensé - No hay nada más que pueda hacer- así que comencé a recordar como había llegado aquí, como me había dirigido a mi fin.
Mi largo cabello negro caía por mis hombros, mis ojos cafés no podían penetrar la oscuridad que me rodeaba. Solo escuchaba constantes gritos alrededor mío y una voz que me llamaba:
-¡Azofi! No te rindas-
La voz me resultó familiar pero no podía reconocer quien era, aún así, esas palabras sonaban como un canto en mi mente, esas palabras venían de alguien muy cercano a mí, lo podía sentir. Algo me decía que esa persona era el mundo para mi así que hice lo que me dijo, resistí. Mi llave espada se materealizó en mis manos y apoyandome en ella comseguí levantarme. Sentí una presencia detrás de mi así que me puse en guardia y voltée. Me quede paralizada al ver a mi antiguo maestro, aquel qu había sido como un padre para mi, aquel que me había acogido al ver que era una elegida, una que traería la luz al mundo, que iba consumiendose lentamente por la oscuridad.
-¿Por qué?- grité-¿Por qué cedió maestro?-
Las lágrimas corrían por mis mejillas. Un destello apareció en sus ojos, en os que había algo raro, algo oscuro rodeaba sus pupilas, me asusté.
-Por qué la oscuridad es más poderosa y acabará venciendo- respondió, acto seguido se abalanzó sobre mi pero yo estaba preparada y bloquée el golpe, resistí por un tiempo, pero, al final, el era mi maestro, el me había enseñado todo lo que sabía, así que caí al suelo y una fuerza me retuvo, me impedía levantarme para luchar por mi vida, no podía defenderme.
-Es mi fin- pensé - No hay nada más que pueda hacer- así que comencé a recordar como había llegado aquí, como me había dirigido a mi fin.
Capítulo 2:
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Estaba sentada en el jardín, estaba exhausta y sorprendida, acababa de pasar mi examén, era por fin una maestra de la llave espada. No podía creer que había aprobado. Examiné mi llave espada, que estaba sobre mi regazo, su color azul cielo se veía mas claro que nunca y los espirales en que terminaba lucían brillantes. La desmaterealizé con cariño, despues de todo, había sido mi compañera por muchos años de entrenamiento, todo para poder lograr lo que hoy había hecho.
De repente escuché mi nombre y me dí la vuelta, ví con entusiasmo que se trataba de Kinu, mi mejor amigo, que gritaba:
-¡Lo haz logrado! ¡Eres maestra de la llave espada, estoy orgulloso de ti!-
Le dediqué una sonrisa radiante. Su cabello castaño le cubría sus ojos verdes, que destellaron al apartar el cabello con mi mano. Le pregunté:
-¿Acaso dudabas de mi? Que buen amigo eres-
Fingí estar molesta pero su expresión de culpa me hizo reír. Su expresión se relajó al ver que sólo estaba bromeando y me dedicó una sonrisa que me llegó hasta el alma. Al ver el efecto de la sonrisa, me prohibí dejar que Kinu llegara a mi corazón de una manera en la que fueramos mas que amigos pues temía que el no compartiera mis sentimientos y que por esa razón lo perdiera.
Kinu me devolvió a la realidad pues gritaba:
-¡Corre Azofi, corre!-
Le iba a preguntar que que estaba pasando, pero no hubo necesidad. Kinu estaba con llave espada en mano, peleando contra unas extrañas criaturas negras que salían sin parar de un hoyo negro en el suelo. Ví como lo atacaban y como trataba de defenderse pero era ínutil, eran demasidas. No podía correr como el había dicho, no podía dejarlo allí solo así que llamé a mi llave espada y me dirigí a toda velocidad contra la primera criatura. Le dí un golpe y esta se desvaneció, me alegre de haber acabado con esa criatura pues tenía que ayudar a Kinu, pero, de repente, me ví rodeada de cientos, y, para mi horror, ví como Kinu había llegado al hoyo negro y como caía por el a causa de un golpe no previsto. Se desvanecía lentamente. Luché contra todas las criaturas y vencí, pues pensar en que Kinu estaba en peligro me hacía mas fuerte pues tenía que salvarlo. Al fin llegue a su lado pero era muy tarde, el había desaparecido. No podía creerlo, Kinu se había ido, había desaparecido en un hoyo de la oscuridad. Me sentía devastada y me juré a mi misma que iría a encontrarlo, no importaban todos los peligros, sólo llevarlo sano y salvo a casa.
De repente escuché mi nombre y me dí la vuelta, ví con entusiasmo que se trataba de Kinu, mi mejor amigo, que gritaba:
-¡Lo haz logrado! ¡Eres maestra de la llave espada, estoy orgulloso de ti!-
Le dediqué una sonrisa radiante. Su cabello castaño le cubría sus ojos verdes, que destellaron al apartar el cabello con mi mano. Le pregunté:
-¿Acaso dudabas de mi? Que buen amigo eres-
Fingí estar molesta pero su expresión de culpa me hizo reír. Su expresión se relajó al ver que sólo estaba bromeando y me dedicó una sonrisa que me llegó hasta el alma. Al ver el efecto de la sonrisa, me prohibí dejar que Kinu llegara a mi corazón de una manera en la que fueramos mas que amigos pues temía que el no compartiera mis sentimientos y que por esa razón lo perdiera.
Kinu me devolvió a la realidad pues gritaba:
-¡Corre Azofi, corre!-
Le iba a preguntar que que estaba pasando, pero no hubo necesidad. Kinu estaba con llave espada en mano, peleando contra unas extrañas criaturas negras que salían sin parar de un hoyo negro en el suelo. Ví como lo atacaban y como trataba de defenderse pero era ínutil, eran demasidas. No podía correr como el había dicho, no podía dejarlo allí solo así que llamé a mi llave espada y me dirigí a toda velocidad contra la primera criatura. Le dí un golpe y esta se desvaneció, me alegre de haber acabado con esa criatura pues tenía que ayudar a Kinu, pero, de repente, me ví rodeada de cientos, y, para mi horror, ví como Kinu había llegado al hoyo negro y como caía por el a causa de un golpe no previsto. Se desvanecía lentamente. Luché contra todas las criaturas y vencí, pues pensar en que Kinu estaba en peligro me hacía mas fuerte pues tenía que salvarlo. Al fin llegue a su lado pero era muy tarde, el había desaparecido. No podía creerlo, Kinu se había ido, había desaparecido en un hoyo de la oscuridad. Me sentía devastada y me juré a mi misma que iría a encontrarlo, no importaban todos los peligros, sólo llevarlo sano y salvo a casa.
Espero que les guste
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