Capítulo 6: Retorno a horribles recuerdos
Cuantos recuerdos, ¡cuántos recuerdos de sufrimiento! Pufi y yo habíamos llegado a nuestro antiguo hogar, El castillo de la L.C. Sabíamos que allí encontraríamos algo que nos serviría. Miramos en el despacho del jefe. Todo estaba perfectamente ordenado. Pufi y yo nos sorprendimos.
Me adentré en la habitación lentamente, me dirigí a su mesa. Había 5 papeles perfectamente ordenados y una pluma metida en un tintero lleno. Miré a los folios... la tinta brillaba, es decir, estába húmeda, por lo que... ¡alguien seguía en el castillo!
Pero a saber dónde se escondía, por el camino no nos encontramos nada, por lo que sabía de nuestra presencia. Estaría escondido, esperando para atacar.
Me giré hacia Pufi, y un brillo al lado de ella.
-¡Cuida!-Grité a la vez que le lenzaba una bola oscura, que ella pudo esquivarla fácilmente tirándose al suelo, y la bola oscura explotó en la persona que se había escondido.
Corrí hacia la persona, que ya se hacía visible, mientras Pufi se levantaba.
-¿Cómo lo había hecho?-Me preguntó Pufi.
-Separa de su cuerpo todo el vital y entra la luz de la habitación, provocando una refracción de la luz, haciéndose invisible. Ahora ese vital está por la habitación, y lo está recogiendo, provocando así opacidad en el cuerpo.
-Eres... demasiado listo...pero... ¿eres poderoso?-me preguntó la persona atacada.
Cuando su cara recuperó a opacidad, ví que era Jass.
-¡Jass!-grité.
-¡Pelea!-gritó él.
Seguidamente, una llamarada rodeó su cuerpo, lo levantó y se acumuló en su mano. Después lo lanzó contra mí que pude parar con un escudo de cristal oscuro. Esos escudos, al mínimo golpe, se rompen, pero paran el golpe.
-¡Aries, cuidado!-me gritó Pufi, asustada.
Jass sacó su espada de fuego y me atacó, pero yo lo pude esquivar saltando hacia atrás, poniéndome al lado de ella. La miré.
-Tranquila-le dije, con una voz serena a Pufi.
Después la besé durante cinco segundos, hasta que Jass interrumpió el beso con un intento de ataque. Yo le bloqueé sacando mi espada. Después le pegué una patada en la tripa, él se agachó. Tuve tiempo de coger a Pufi del brazo y ponerla al lado de mi espalda.
-¡No podrás protegerla!-me gritó Jass. Sabía que era una advertencia, pero no iba a dejar que le tocaran ni un pelo.
-¡No le toques ni un pelo!-le grité, en una especie de amenaza.
Él se envolvió en fuego y empezó a volar por la habitación, como el ave fénix. Eso era nuevo. Estaba asustado. Preparaba mi espada por si intantaba atacar.
Y lo hizo. Descendió en diagonal hacia mí, me envistió, haciéndome chocar contra la pared, y soltando mi espada. Él cogió mi espada y la rompió. Noté como si me quedara sin fuerzas.
-Mierda...-maldecí, con pocas fuerzas.
Y Jass se giró hacia Pufi. Estaba asustado. No sabía lo que iba a hacer con ella. Quería salvarla, pero mi cuerpo no respodía. Estaba muy débil. Demasiado débil.
-Datemi il potere di allontanare da me in questo selvaggio!-gritó Pufi, y Jass salió volando, chocando contras las paredes hasta que salió de la habitación y cayo al jardín en picado.
Después, ella se acercó a mí y me señaló. Luego, pronunció estas palabras:
-Cure!
Y noté como mis fuerzas volvían a mí. Me levanté de golpe y me asomé al balcón que daba vistas al jardín. Miré y miré, pero Jass había desaparecido.
-Creo que ya es hora...-oí una voz a mi espalda.
Me giré. Pufi estaba dispuesta a contármelo todo.
-Yo soy una bruja... la brujería es otra forma de usar el vital, pero está prohibida en todo el mundo. La brujería estaba permitida hasta la caza de brujas, donde mujeres inocentes morían y hombres culpables no. La brujería nació en Italia, hasta la Santa Inquisición, donde muchos brujos y brujas tuvieron que huir. Al nacer yo en 1600, mi familia tuvo que huir de Italia, pero para no ponerme en peligro, mi madré me abandonó en España, mientras ella huyó a Alemania con mi padre, donde seguramente hayan muerto. Yo me busqué la vida en la calle, sobreviviendo comiendo ratas, donde prometí que no volvería a usar la magia, hasta que una vez estuve al borde de la muerte. Entonces, usé un hechizo que me detuvo el crecimiento y la magia hasta que mi corazón estuviese a gusto. Y así ha sido. Te conocí a ti y todo acabó. El hechizo se rompió.
Yo me quedé impresionado. Nunca había creido en esas historias, pero ahora se que son ciertas.
Y aún seguía impresionado por tal historia cuando noté un golpe en mi espalda, haciéndome saltar y chocar mi cara contra la pared, cayendo finalmente al suelo.
-Mierda...-dije mientras me levantaba.
Y me volví y vi a Jass delante de mí. Él tenía una mirada fría, como si no le importase nada en el mundo.
Saqué mi espada tras un destello oscuro y salté con la espada alzada, pero él se protegió con su brazo, provocándole un corte muy sangrante. Saqué mi espada clavada en su brazo y volví a atacar, en sentido inclinado con mi mano derecha, pero en menos de un segundo, de una llamarada, él sacó su espada y se protegió. Yo presioné sobre su espada.
-¿Es qué no te preocupana nada?-le pregunté, mientras miraba a su corte.
-La muerte es más cercana de lo que piensas, y no me inporta morir antes o después, ¡moriré igual!-me gritó Jass.
-¿¡Y las personas a la que importas!?-le grité, mirándole a los ojos, desesperado.
-Yo...-siguió mientras empezaba a ejercer más fuerza sobre mi arma-¡yo no le importo a nadie!
Me lanzó de nuevo contra la pared, esta vez de espaldas, y cayendo de nuevo el suelo.
-¡Eso es mentira!-le grité, mientras él se acercaba a mí a paso ligero.
-¿En serio? ¿Acaso te importo?-me preguntó.
-Fuiste de las primeras personas que me ayudó con mi problema-le contesté.
-¡Mentiroso! ¡Solamente soy una bestia!-me gritó Jass, como enloquecido, y acto seguido, me atacó, pero yo me tiré hacia la derecha, esquivando su ataque.
Su espada se había clavado en el suelo.
Ahora tenía una oportunidad. Un cuchillazo que atraviese su estómago y estaba a un paso más de la victoria. Pero, ¿sería capaz de matar a un amigo mío?
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Bueno, como siempre, y creo que ya no hace falta que lo diga, perdón el retraso.
Espero que os haya gustado este capítulo. Pensaba dárselo a Sombra por tuenti para que lo colgara él, pero ni eso pude.
Otra cosa, no se si podré actualizar el fic la semana que viene, tengo una semana de exámenes y no se si podré incluso escribirlo.
Y ahora, respuestas:
Pufi: Y aqui tienes el secreto de Pufi, como te prometí por msn
Sombra: ¿Desde cuándo me lo monto con mi hija? O.ó
Boxii: Pero si tampoco se lo han montado
Roxas!!: Ya me ocuparé de matar al colegio
Manu5000: Vale, pues como yo, que ando ocupado, pero comenta mi fic xD
TODOS, Y ABSOLUTAMENTE TODOS: ¡¡¡ARIES NO ES UN PEDOFILO!!!