Un entrenamiento con unas reglas distintas
-¿Una misión especial?
-Exacto. Ayer le expliqué a Kaizer lo ocurrido y se os va mandar a una misión especial que os servirá cómo entrenamiento.
-¡Espere capitán, usted nos acompañará,¿verdad?!-decía Sai llevándose las manos a la cabeza.
-No Sai… es parte de vuestro entrenamiento y yo no puedo entrometerme en esto.-le dijo Bex después de dar otra calada a su cigarrillo- Además no creo que tengáis problemas…creo que estáis cualificados para la misión.
Se le acercó y le dio las instrucciones de la misión.
-Es necesario que las leáis atentamente…cualquier paso que os paséis puede causar el desastre de la misión…y el fin de vuestra vida.
-¿Cómo? No has dicho que es un misión de entrenamiento,¿cómo es que podemos perder la vida en ella.-le dijo nervioso José.
-…Lo que os he dicho era todo lo que os tenía que decir, si queréis saber más deberéis leer las instrucciones…-dijo antes de volver a darle una calada al cigarro mientras se iba del gimnasio. Se quedo durante unos segundos quieto y se giró para verlos.- Prepararos para la misión, al mediodía un camión de carga os estará esperando para que os vayáis.
Los cuatro chicos fueron se fueron a la habitación sin decir palabra., hasta que llegaron a ella. José le pasó a Sai las instrucciones para que pudiera leerlas un poco por encima.
-Aún no me creo que vayamos a ir una misión.-comenzó Linus.
-Esperar… ¿aún no habéis estado en ninguna?
-No la verdad es que no, aún somos reclutas y aún nos queda entrenamiento hasta poder empezar una misión.
-¡COMO! ¡Yo creía que ya erais soldados!
- ¿Crees que puedes hacer una misión en esta brigada como si nada? Se necesita mucho entrenamiento, algo que tu aún ni si quiera has empezado.
José mientras se acercó a la cama de Linus para coger las instrucciones. Las cogió y empezó a leer:
“Instrucción, Misión Especial Brigada de Sabotaje A-1: Metrópolis de Lander”
Después de unos minutos de leer la primera página le pasó las instrucciones a Linus. Se sentó en su cama y estuvo un segundo pensando.
-Así que debemos de hacer la misión en una ciudad.
-Es una ciudad en ruinas.-continuó Linus mientras leía la segunda página.-Es más, es territorio de ciborg, aunque al parecer no muy peligroso.
-No creo que sea tan sencillo como parece, tiene pinta de que va a ser una misión muy difícil.
-Venga Sai se optimista, vente conmigo al campo de tiro, así estaremos preparados. Venir vosotros también.
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Después de unas horas en el campo de tiro, se dieron cuenta tarde de que les estaban esperando fuera, así que cogieron las armas y corrieron a toda velocidad fuera del cuartel. En pocos minutos habían llegado fuera del cartel donde estaba el camión, y el hombre que lo conducía que estaba fumando un cigarrillo.
-Joder, ya era hora de que vinierais, llevo media hora esperando, meteos dentro está todo dentro.
Los chicos entraron en el camión, y empezaron a prepararse para la misión mientras arrancaba el camión. Faltaban unas horas para llegar a la ciudad, pero los nervios estaban a flor de piel.
Pasaron casi seis horas hasta que comenzaron a ver edificios.
-¿Creéis que habremos llegado?-se preguntó José
-Por supuesto.- decía Linus muy seguro de si mismo.
-¿Y cómo puedes estar tan seguro de eso?
-Lo dice en aquel cartel de allí.- le dijo Linus con chulería mientras señalaba un cartel en el que estaba escrito: “Bienvenido a la Metrópolis de Lander”.
Pararon en el que al parecer era el centro de la ciudad. No parecía que les hubieran detectado aunque no hubieran sido muy silenciosos al entrar en la ciudad, observaron un poco a su alrededor. Estaba demasiado silencioso, solo se veían edificios y más edificios. No parecía que hubiese nadie.
“Chicos me escucháis- decía una voz desde unos auriculares que llevaban puestos los chicos.
-Bex eres tú, menos mal que estás, creo que nos hemos equivocado de ciudad. Este sitio está muy tranquilo.
-Parece que sí, os estoy observando con un satélite, tranquilos.-les decía Bex mientras intentaba buscar signos de vida en la ciudad, cuando de repente paro en uno de los edificios más altos de la ciudad.-Esperar chicos creo que veo algo.
Parecía un ciborg, y en efecto lo era. El ciborg miró al cielo, como si pudiera observar el satélite, levantó la mano como si estuviera saludando a Bex y de repente la conexión falló.
-Maldita sea, ¿que sucede ahora?- decía Bex nervioso intentando recuperar la conexión.
-¿Qué sucede Bex?
-Parece que he perdido conexión, no puedo veros, aunque si oíros. He visto un ciborg en un edificio lejos de vuestra posición, parece responsable de que haya perdido la conexión.
-¿Cómo y ahora qué?-decía José comenzando a desesperarse.
-Tranquilos, lo primero que haréis será bajaros del camión y observar si hay actividad.
Salieron y observaron a su alrededor. Comenzaron a aparecer siluetas de lo alto de los edificios, aunque no podían distinguirse bien con la luz de Sol. Una de ellas lanzo un objeto hacia ellos, brillaba demasiado y no podía verse. José intentó verlo con claridad, y entonces se tiró al suelo.
-¿José pero que haces?
-¡TODOS AL SUELO!
El camión explotó en mis pedazos y los chicos cayeron al suelo, excepto José que pudo reaccionar a tiempo y no se hizo mucho daño.
-Maldita sea era un puto misil.
Los tres chicos estaban tirados por el suelo, al igual que el conductor que por su expresión y la cantidad de sangre que había perdido parecía estar muerto. Una lluvia de balas cayó a José. Este intentó defenderse lanzándoles ráfagas de energía, pero no podía acertar a todos por la altura a la que estaba.
-¡JODER BEX NOS ESTAN ACRIBILLANDO, AYÚDANOS POR FAVOR!-decía José esperando una respuesta, sin existo, la explosión había destrozado los auriculares.
José esperando a que los ciborg parasen, agarró a los tres chicos como pudo y se los llevó a un lugar con techo en el que quizás estarían seguros.
-Maldita sea, despertar, sino hacemos algo moriremos.-decía mientras abofeteaba los chicos para que se despertasen.
Entonces alguien le toco el hombro suavemente, él se giró rápidamente con la espada en la mano dispuesto a atacar.
-Tranquilo chico no te voy a hacer nada.
Parecía una chica de su misma edad, detrás de ella otro chico que no podía distinguir porque llevaba una túnica negra.
-¿Estas bien?-continuó la chica
-Si creo que si, solo un poco mareado.
-De acuerdo, ayúdanos a llevar a tus amigos.
Cogieron a los chicos y empezaron a correr hacía el edificio de enfrente donde había un enorme mecha. Mientras corrían, los ciborg seguían disparando. La chica intento agarrar a Lisha con una mano y con la otra sacó de su espalda un enorme cetro. Con él comenzó a lanzar bolas de energía a los ciborg intentando distraerlos. Llegaron al otro edificio y montaron en el mecha, el chico tomo el los controles y lo puso en marcha e intentaron huir del lugar. Pasaron unos minutos que parecían una eternidad, hasta que consiguieron llegar a una mansión en ruinas, pero segura porque no podían dispararles los ciborg.
Entraron en el salón y dejaron allí a Sai, Lisha y Linus. José vio a los dos chicos. La chica tenía pelo rubio y recogido en una coleta, tenía los ojos verdes. Vestía una túnica roja y negra con alguna decoración de color oro, y por supuesto el cetro de antes, que poseía un enorme cristal. Al otro chico no podía verle demasiado bien porque llevaba la túnica, pero parecía que su pelo era de color negro, tenía ojos de color marrón oscuro, y poseía dos espadas enormes.
-Perdonar no haberme presentado antes, mi nombre es Zaira– comenzó la chica mientras acercaba su mano a José para estrecharla.
José se la estrechó y le dijo:
-Encantado mi nombre es José.
José le acercó la mano al chico, pero este se dio la vuelta.
-Mi nombre es Zitrock.
“Menudo maleducado” pensó José.
-Vivíamos en esta ciudad, hasta que llegaron los ciborg y mataron a casi todos los habitantes, somos unos de los pocos supervivientes. Estamos aquí para recuperar a más gente si la encontramos.
-Nosotros somos una brigada especial del ejército humano y…-le interrumpió un gemido de Sai, que se acababa de despertar-SAI ESTAS VIVO.
-Siii…-dijo después de ponerse una mano en la nuca.-Que ha pasado…
-No atacaron mientras salíamos del camión.
-Vaya…cuanto rato ha pasado…debíamos destruir el núcleo de la ciudad.
-¡COMO HAS DICHO! No podéis hacer eso.-replicó Zaira mientras se levantaba
-Debemos hacerlo… es nuestra misión-le dijo José
-No, no os dejaremos-dijo Zitrock mientras se acercaba a José.
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En la base, Bex estaba intentando recuperar la conexión cuando se fumaba su cuarto cigarrillo.
-¡ME CAGO EN LA PUTA, NO SE PUEDE HACER NADA, ESTO COSA DE UN HACKER!
Viendo que era imposible arreglar el problema, cogió un transmisor que tenía cerca de la mesa.
-Aquí Bex, líder de brigada de sabotaje A-1 a equipos de rescate. Se necesita ayuda en el sector en el que se encuentra la Metrópolis de Lander, y que sea rápido, no creo que tengan mucho tiempo…