por Zee » Mar Jun 09, 2009 11:28 pm
[center]Capítulo 15 Tregua[/center]
—¿Va-va-vacío? —susurró Félix, cabizbajo. ¿Cómo era posible que después de todo ese trabajo buscando a Naminé, para nada?— ¡No! ¡Tiene que haber una manera! —exclamó—. ¿Estás segura?
—Xefil, realmente no tienes nada. Generalmente los Incorpóreos recordamos nuestra vida anterior, pero en cambio tú, parece cómo si te hubieran borrado todo.
—Todo… Vacío... No, no, no— tenía que cumplir aquella extraña profecía de alguna manera. Contaba con Naminé como su última opción, un camino que seguir, pero ahora el camino se había esfumado.
—¡Xefil! ¡Alguien viene! —exclamó Xion, cerrando la puerta de la habitación. Félix se dio cuenta de que no había casi ningún mueble en el lugar, por lo tanto, ningún escondite. El chico tomó a Xion de la mano e invirtió la gravedad que los rodeaba, haciéndolos “caer” al techo de la habitación.
La puerta se abrió con un chirrido, dejando a la vista a un hombre, cubierto completamente con vendas negras y rojas.
—Naminé, Riku ya ha ido por él—dijo con una voz grave—. Espero que estés preparada. Si te niegas, sabes lo que podría llegar a ocurrir.
Félix sintió la ira recorrer su cuerpo entero en una milésima de segundo. Estuvo a punto de lanzarse contra aquél individuo, pero Xion le detuvo del brazo.
—DiZ, si una persona quiere recuperar recuerdos y no tiene nada de donde extraer, ¿cómo podría…?
El hombre, al parecer de nombre DiZ, estuvo a punto de dejar la habitación, pero respondió a la pregunta, sin girarse:
—No hay manera. Si no hay un contenedor que guarde sus recuerdos, no habrá ningún medio para hacerle recordar— acto seguido, DiZ dejó la habitación, cerrando la puerta tras de él. Félix bajó lentamente, junto con Xion.
—Ya tengo la respuesta—. dijo el chico, sacando el reloj de muñeca de su bolsillo. Un contenedor que guardaba sus recuerdos. Qué oportuno había sido su Sincorazón—. Este reloj contenía recuerdos de mi Sincorazón. ¿Es posible que funcione?
Naminé tomó el reloj con delicadeza, como si de un niño se tratase, examinándolo por todos los lados posibles: Abrió el cristal, giró las manecillas, cerró y abrió la muñequera, entre otras cosas.
—Este reloj no contiene recuerdos—dijo—. No contiene, sino que está conectado con el portador de esos recuerdos. Si lograra manipular esa conexión, podría hacer que el punto de conexión no fuera el reloj, sino tú, Xefil.
—Entonces sí que puedes devolverme mis recuerdos—terminó Félix.
—Dije “Podría”. No estoy segura de ser capaz de extraer el hilo de conexión. Además, si lo lograra, el proceso para implantártelo tardaría un buen tiempo.
—Pero si me implantas la conexión, mis recuerdos llegarán…
—Por partes. Si intentara implantarte todo, tardaría por lo menos… Un año. Pero si tenemos suerte, no tardaré más de dos meses.
—¡¿Dos meses?! — exclamaron Xion y Félix, al unísono— ¡No tenemos tanto tiempo, Xefil! —continuó Xion— Si nos quedamos en un lugar mucho tiempo, la Organización no tardará en encontrarnos.
—Pero Naminé sigue escondida, ¿cierto? —dijo Félix, a Xion. Luego se dirigió a la chica— Por alguna razón, la Organización no te ha encontrado ni a ti, Naminé, ni a Riku.
Xion miró a Naminé, casi instintivamente. Félix pudo notar la inseguridad de ambas chicas en el ambiente, ninguna estaba convencida de si era buena idea quedarse, aunque Félix estaba completamente seguro.
—Hagamos una tregua. Te ayudaremos en lo que sea, mientras tu intentas extraer esa… conexión.
—No creo que estén de acuerdo con nuestros planes. Preferiría que se fueran, esto no es algo en lo que pueden estar involucrados.
—Estás reestableciendo a Sora, ¿cierto? Tonto no soy, estuve allí, e incluso ayudé. Fui acusado de traición por haber estado presente.
—Insubordinación —corrigió Xion.
—Da lo mismo. Naminé, estoy de tu lado. Se podría decir que ahora prefiero los… “métodos” de Sora. Y podría servir para conocernos tú y yo —hubo un pequeño aire de incomodidad. Félix no tardó en darse cuenta de su error, sintió el calor subir a su cara, así que se giró. Para intentar remediarlo, añadió—: …y Riku.
Naminé asintió, pero Félix no supo si la chica se había dado cuenta o no. Xion parecía indiferente a la situación, tal vez por eso se subió la capucha. Félix se dispuso a abandonar la habitación y a buscar a DiZ, pero Naminé se ofreció a acompañarlo. Para no quedarse completamente sola, Xion también fue con ellos. Naminé los guió a través de la polvorienta casa, terminando en una biblioteca.
Naminé se paró frente a un librero e hizo algunos movimientos con la mano. Un mecanismo subterráneo se activó, provocando algunos ruidos. La parte central de la habitación se hundió pocos centímetros, luego se deslizó hacia un lado, para terminar dejando a la vista un hueco, con unas pequeñas escaleras. Las paredes y escalones estaban hechos con láminas de acero, unidas mediante gruesos tornillos.
Naminé empezó a bajar por las escaleras e hizo una señal para que la siguieran. Los escalones resonaban con cada paso que daban, así que seguramente DiZ ya se había dado cuenta de su presencia. La puerta, también hecha de lámina, tenía sensor de movimiento, y se abrió para dejarles pasar.
En cuanto Félix entró sintió una presencia. Lo vio moverse fugazmente a se izquierda. Unas chispas, un golpe y gruñido, Félix había bloqueado exitosamente el ataque de Riku. Éste le empujó con más fuerza, desviando su espada hacia la derecha. Félix se agachó, se deslizó y pateó a Riku en el estómago, desde su posición. Luego distorsionó la gravedad e hizo que Riku se quedara atascado en la pared.
—¡Riku! ¡Vienen conmigo! —exclamó Naminé— Pero, ¿tú no habías salido?
—No tuve suerte. Ahora, dile a tu amigo que me baje.
—Se dice por favor, muchacho —dijo Félix, mientras liberaba el hechizo.
Riku había cambiado, si realmente era la réplica era igual a él. Ahora su cabello estaba más largo y se había puesto más musculoso. Llevaba puesta una capa de la Organización y una venda negra le cubría los ojos.
Me pregunto por qué la traerá puesta. Tal vez está entrenando su olfato, pensó Félix.
—¿Qué es lo que hacen estos dos aquí? El chico es Incorpóreo, pero la chica…
Félix miró a Xion. ¿Ella qué? ¿Acaso Riku había notado algo distinto a lo que Félix había visto esas semanas?
—La chica huele a… —Riku se le acercó, quedando a pocos centímetros de ella.
—¡Pervertido! —exclamó la chica, dándole una bofetada, mientras se alejaba unos pasos.
—Hump… —dijo el chico, mientras se tomaba la mejilla, intentando amainar el dolor—. Ambos tienen agallas. Si realmente vienen contigo, Naminé, deben hablar con DiZ.
Ahora era el chico quien les guiaba. Terminaron en una habitación, metálica también, en la que había un enorme ordenador y un tubo de cristal, donde bien podría caber un hombre de pie.
Sentado frente al enorme computador, estaba DiZ, aún cubierto por las vendas. El hombre parecía haber sabido de la presencia de Félix y Xion desde hace tiempo, pues no se inmutó cuando estos entraron a la habitación.
—Así que tú eres Xefil. El rey Mickey habla frecuentemente sobre ti —dijo el hombre, sin girarse.
—¿El rey? ¿De mí?
—Así es. Suele decir que tienes poderes extraordinarios.
¿Cómo es que el rey me conoce?
—Creo saber lo que piensas, muchacho. A ése no se le escapa una.
—No estoy seguro, pero creo que esa no es la manera para referirse a un rey.
—¡Ja! Sinceramente, no sé cómo llegó a ser rey. Bueno, están sus numerosos poderes…
Debe de ser muy fuerte para atreverse a hablar así de alguien tan poderoso como el Rey Mickey
—Debo suponer que quieres algo de nosotros, ¿me equivoco? —preguntó DiZ.
—Así es. Queremos… —Félix no encontró las palabras adecuadas, pero Xion le salvó, diciendo:
—Que Naminé reestablezca los recuerdos de Félix, eso es lo que buscamos.
—¿Fél…? Espera, ¿cómo me has llamado? —Félix se sorprendió. Sólo una persona le había llamado por ese nombre: el mago Merlín. Eres y serás Xefil, pero Félix fuiste y serás de nuevo. Cuando ella te reestablezca, lo descubrirás, había dicho el hombre. ¿Cómo podía Xion conocer ese nombre?
—¿Es éste Félix?
—Yo no… Bueno, en parte sí. Pero soy Xefil y seré… Volveré a ser… Ah, nada. Simplemente que me llamo Xefil, no Félix.
—Ah, pues en ese caso, podemos deducir que Félix es el nombre de tu “otro”.
—¿Mi qué?
—“Otro”. Es el nombre que se le designa al ser que existió antes de convertirse en Sincorazón e Incorpóreo.
—Mi otro… —susurró Félix, pensativo.
—Naminé, prepara una cápsula. El chico se queda con nosotros.
—DiZ —dijo la chica, luego fue hacia él y le susurró algo al oído. El hombre asintió y luego dijo:
—Riku, guíalos a la habitación. La que no tiene el hoyo en el suelo.
—Espera… ¿Los dos en una habitación? ¿No es mejor que…? —iba a decir Félix.
—Si yo fuera tú… —susurró Riku.
Félix se cubrió un poco más. Ya llevaba horas pensando en su “otro”. Palabras sueltas rondaban su cabeza <Félix>, <Naminé>, <Otro>, <Recuerdos>.
Intentó olvidarse de todo, para así poder dormir, pero un crujido en su cama le despertó.
—Félix…
—¡Woa! ¡Xion! —Félix dio un salto y cayó de su cama. Xion se había sentado en el borde y le había hablado al oído. Llevaba puesta su capa, y parecía estar preparada para salir.
—Ven conmigo.
La chica abrió la puerta, dejando entrar la luz del salón. Salió por ella, no sin antes hacerle señas a Félix. El chico tomó sus cosas y se vistió, cuidando no hacer mucho ruido. Por si las dudas, se puso la capa y tomó la mochila, llena de varios objetos.
Bajó con cuidado los escalones, pero estos seguían rechinando a cada paso que daba. La puerta principal estaba abierta, a lo lejos, en el enrejado, se encontraba Xion, esperándole.
Salió, cerrando la puerta detrás de él. Por suerte, era una noche nublada, y, si estaban escapando, nadie podía verles. Caminó hasta donde estaba Xion, que ahora llevaba la capucha arriba.
—¿Por qué me trajiste aquí?
Una nube se movió, dejando que la luz de la luna les iluminase. Bajo la capucha de la chica, podía verse el leve brillo de una lágrima.
—Félix… Estoy dispuesta a decirte todo…[center]---------------------------------------------------------[/center]
1- Además de que faltaba un comentario, no tenía mucho tiempo libre xD
2- Mal capítulo, pero en el próximo se revelan secretos :3
3- El final está escrito :3 Sólo falta lo de en medio xDDD
Zero says: Cya!
Última edición por
Zee el Mié Jun 10, 2009 10:54 pm, editado 1 vez en total
—You're like that coffee machine: from bean to cup, you fuck up—
~Dondequiera que el arte de la medicina es amado,
también hay un amor a la humanidad~