Aquel día estaba sola.
No había nadie conmigo.
Mis padres no estaban. No sabía dónde se habían ido.
Miré a mi alrededor.
Era una sala sobria, no había nada en ella.
Las paredes eran blancas, pero un color blanco muy sucio y viejo.
El suelo era de madera de color grisáceo, que crujía cuando lo pisaba.
En la habitación sólo había una puerta, del mismo color que el suelo, con un pomo de acero que ya no reflejaba nada.
No había nada más en aquella sala.
Yo estaba de pie en esa sala, vestida con una bata blanca.
No llevaba nada por debajo de esa bata, excepto mi ropa interior.
Pero yo no tenía frío, a pesar de que no había ningún tipo de calefacción en la sala.
De repente se empezó a girar el pomo de la puerta.
Recuerdo que me puse contenta porque pensaba que eran mis papás.
Pero no eran ellos.
La puerta se abrió, y un hombre bastante viejo entró.
Ese hombre estaba demacrado, con unas grandes ojeras y una barba gris y sucia.
El hombre llevaba también una bata blanca, y unos pantalones blancos debajo de ella.
Me agarró de la mano y me llevó fuera de la habitación...
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Es una historia de 7 partes, que no son capítulos, ojo.
La historia está acabada, pero no veo la gracia en subirla de golpe, se quita la emoción.
Una cosa, la historia sólo se entiende cuando está por finalizar.
La siguiente parte será subida mañana ^^
Por favor, opinad, criticad, decid los errores, corregid y haced comentarios (que siempre son buenos para mejorar)
Gracias por leer.