Capítulo 4: Recuerdos.
Todo empezó aquella fatídica noche que apenas quiero recordar, nadie podía pensar lo que pasaría al final de ese día, pero no quiero que su nombre desaparezca y se olvide, aquel llamado...
Todo empezó como de costumbre en la comisaria metropolitana donde trabajaba, estaba tan tranquilo acariciando a mi gato negro Kuroneko (Véase Trigun/Trigun Maximum para ver quien es dicho personaje), era una tarde normal, el jefe cortaba ramas de bonsay, Kairi leía algo que parecía una novela o un comic de amor, parecía tener muchos dibujitos, Kurogane estaba jugando con el portátil y Yuuki había salido a tomar algo, que suerte tienen algunos.
De golpe pican 3 veces a la puerta, cada una más pausada que la anterior. Una voz tenue pero constante pregunta si puede entrar.
Al ignorar quien era le digo fuertemente "¡Pasa!", la puerta se abre, de ella aparece Red, el hermano de Kairi con su gorrito y sus gafas.
-Buenos días- Dice mientras Kairi cierra el comic o lo que fuera y se levanta de la silla, camina hacia Red y le coge del brazo mientras con la otra mano hace adiós. Supuse que Red había venido a buscarla, afuera había una tormenta de narices, lo raro es que Red no venía mojado, ni un poco, y no recuerdo que tuviera coche, de todos modos no me fije en ello, estaba más preocupado por el móvil, esperaba a ver si Hikari necesitaba algo por culpa de la tormenta, pero el móvil no sonaba y sin ningún motivo aparente no quería ir con la moto bajo la lluvia y terminar empapado además caían truenos y podría ser peligroso ir en una moto en medio de una tormenta.
La puerta se cerró y ambos se fueron con una sonrisa en los labios, lo que ellos no sabían es que no saldrían de allí, al menos juntos...
Sin previo aviso salta una llamada en el teléfono de Kurogane, Kurogane deja lo que estaba haciendo en el portátil, alarga la mano hacia el teléfono y rápidamente lo coge y responde.
-Buenos días, al habla Kurogane, policía en pruebas ¿En qué le puedo ayudar?-
-...-
No había respuesta previa, pero Kurogane insistió.
-¿Hola? Al habla Kurogane ¿Puedo ayudarle en algo?-
Una voz que no le sonaba demasiado a Kurogane grita con tono de ira.
-¡Les dije que me pusieran con el Inspector Der, no con su ayudante!-
Kurogane responde algo alterado.
-¡De ayudante nada!-
Responde interrumpiendo a Kurogane como si no le importara lo mas mínimo su conversación.
-¡Pásame al inspectorzucho!-
Kurogane pulsa un botón del teléfono y me dice que tengo una llamada.
-Der, han dicho inspectorzuelo, así que supongo que es para ti-
Respondo.
-¡¿Y eso por qué?!-
Mientras cuelga, cojo con cuidado a Kuroneko y lo dejo en el suelo, alargo el brazo derecho al teléfono que había al lado de mis documentos y mi portátil, le doy a un botón que estaba luminoso y me pongo el teléfono en el oído.
-¿Diga? Inspector Der al habla-
El mismo hombre empieza a hablarle conmigo de una forma más calmada y superior.
-Hola impsectorzuelo-
Cambiando mi rostro de rutina por uno de rabia grito a mares.
-¡No puede ser!-
Ante un silencio breve el desconocido responde.
-Sí, soy Seki, buenos días a ti también Der-
Der, consumiéndose por su propia ira contesta gritando lo más que pudo.
-¡¡¡HIJO DE ****, TE JURO QUE SI TE ENCUENTRO TE MATARE, LO JURO!!!-
Todos a alrededor de mi se asustaron, Kurogane se alarmo y casi tira su portátil al girarse a mi, Vanitas corto mal el bonsay y a la sorpresa del grito se aproximó a la puerta de su despacho a ver, con cara de sorprendido lo que pasaba, Kuroneko se asustó y se fue corriendo a esconderse debajo de la mesa de Kairi.
Vanitas, sin saber que pasaba pregunto.
-¿Qué está pasando, a que ha venido eso Der?-
A lo que Kurogane responde.
-Jefe, no es por lo de la rapada de Kuroneko y luego se lo pintara con rotu negro-
En ese momento le mire con una mirada que hubiese asustado hasta a los mismísimos dioses.
-¿Así que fuiste tú?-
Vanitas, atemorizado, cerro rápidamente la puerta de su despacho.
-Sigo aquí para que lo sepas-
Responde Seki ante Der con un poco de vacilación.
Der, alterado, responde.
-¡¿QUE COJONES QUIERES **********************?!-
Otro inquieto momento de silencio se apodera de la situación perpetrando la sala y a todos los que en ella estaban, excepto el pobre gato negro que no hacía más que esconderse cuando Der gritaba.
De golpe una risa se apodera del teléfono y acto seguido una respuesta que aún recuerdo perfectamente.
-Has sido muy impertinente Der, eso, se merece, un CAS-TI-GO-
Desconcertado digo "¿Cómo?" sin entender lo que decía, a lo que Seki responde "Así", de golpe el edificio tiembla.
Kurogane no tarda en caerse al suelo y preguntar qué había pasado con un tono muy alto, acto seguido un destello, un ruido insoportable y ensordecedor que duro unos segundos provocando un pitido en mis oídos y en los de los demás y una gran cantidad de humo se apoderan de la sala por el despacho de Vanitas con mucha rapidez, tiro la puerta al suelo con el pie derecho y me di cuenta que la mitad del despacho de Vanitas había desaparecido, y la otra mitad estaba ardiendo mientras Vanitas yacía inconsciente en el suelo, los gatos parecían estar arrastrándole hacia afuera, fue algo muy peculiar, pero aparte rápidamente a los gatos con la mano hacia la puerta y cogí a Vanitas del brazo estirándole hacia arriba, poniéndomelo en el hombro y sujetándolo con ambos brazos lo saco de allí rápidamente, justo después de correr se oyó otro gran “boomb” y un gran destello se apodera de la sala, en cuanto nos dimos cuenta el suelo del despacho de Vanitas se desmontaba como un puzle quebrado cayendo en el suelo, sin pensarlo detenidamente tiro a Vanitas por la puerta, no podía salir con él a cuestas, doy un salto mientras caía el suelo y consigo agarrarme al marco de la puerta de casualidad y con fuerza subo y llego hasta la puerta, consigo sobrevivir de milagro, me pongo de pie y lo único que se me ocurre era mirar hacia atrás, cuando miro veo que el despacho de Vanitas había desaparecido, debajo, un montón de escombros, arriba, un montón de cables colgando mientras un endeble suelo se desmorona delicadamente. Solo podía pensar en la suerte que había tenido de no haberme caído.
Acto seguido me giro con rapidez y cojo el teléfono rezando que la instalación telefónica no pase por el despacho de Vanitas.
-¡¡¡SERAS …!!!-
Grito con todas mis fuerzas, pero acto seguido soy interrumpido.
-Jajajajajajajaja, muy bien hecho inspectorzuelo, muy bien hecho, la verdad es, que pensaba que dejarías morir a tu jefe, pero esa actuación heroica y ese salto tan bonito, te mereces una medalla-
Decía con tono burlón y desagradable.
- Prepárate, la fiesta solo termina de empezar-
De golpe la luz se fue, solo se veían los ojos de Kuroneko al fondo de la sala, por suerte el gran espacio que ocupaba el despacho de Vanitas hace que se ilumine una parte del departamento y así podamos ver algo. No pensé mucho cuando hice lo que hice, pero lo hice, el teléfono se había quedado sin luz y por lo tanto no iba, la rabia que sentía hacia el intento de asesinato de Vanitas y la explosión hicieron que colgara tan fuerte el teléfono que lo rompiera por la mitad encastándolo en si mismo con fuerza, desgraciadamente pareció que el teléfono se quiso vengar y me hizo varios cortes en la mano derecha, inutilizándola para X cosas.
-Mierda- Pronuncie mientras sacaba la mano un poco ensangrentada.
Kurogane se acercó a mirar pero no abrió la boca, me acerco a la mesa más próxima al despacho de Vanitas ya que era la más iluminada, tiro las cosas al suelo de una pasada con la mano izquierda y saco de mi bolsillo derecho un plano que sin querer mancho con la sangre, lo seco un poco y lo extiendo sobre la mesa.
-Tenemos que salir cuanto antes, creo que por la zona sur tardaremos mas, pero seguramente ha colocado bombas por todas partes y la zona norte no tiene la salida de emergencia aun habilitada, y seguro que si salimos o al menos lo intentamos ara explotar la entrada- Dije en voz alta.
-Pero si hay mas bombas seguramente no quiera que salgamos- Dijo Kurogane.
- Mmm…- dije mientras llevaba mi mano izquierda hacia mi barbilla y con cuidado me “Peinaba” la poca perilla que tenía –Es un hombre listo Seki, pero le encanta jugar, o eso es lo que dice que hace, así que querrá que vayamos por la entrada sur para jodernos o que salgamos por la norte medio muertos…-
Vanitas, de golpe, parece estar recobrando el sentido, en un vano esfuerzo por levantarse se le abre una herida en la cabeza y le empieza a sangrar.
-Kurogane, coge a Vanitas y tápale la herida con esto- No se por qué lo hice exactamente pero lo hice, me arranque un trozo bien largo de la gabardina para que pudiera atársela alrededor de la herida y así al menos taparla un poco –Toma esto también- Saco delo bolsillo derecho un pañuelo –Pónselo para que corte la hemorragia y usa el trozo de la gabardina para sujetarlo- Kurogane no tarda en hacerme caso y ponerle eso.
Vanitas, medio inconsciente intenta hablar.
-¿Qué ha pasado? Tengo frio, y me duele la cabeza- Tampoco supe que responderle pero a su edad prefería no alejarme mucho de el por si acaso.
-¿Tienes mucho frio?- Le pregunte mientras le miraba apoyando mis manos en la mesa con cierto aire a desesperación.
-Sí, y me duele la cabeza- Dijo un poco desconcertado y con la mirada pérdida.
-Kurogane- Dije intentando tranquilizarme –Vanitas se ha dado un golpe en la cabeza y está sufriendo una hemorragia interior, si no salimos de aquí pronto puede…- Cada vez el asunto era más delicado y encima se añadía mas presión, me acerco a Vanitas y le pongo por encima mi gabardina para que no sienta más frio.
-¿Puedes levantar a Vanitas?- Pregunto Kurogane.
-Si, puedo, pero me cansaría rápido…y tal y como está la cosa no sé si es mejor que vayas tu delante…intenta de llevarlo apoyado en tu hombro, si se cansa lo llevare yo- Le dije mientras me movía hacia un lado.
-¿Ya sabes por dónde iremos?- Pregunto Kurogane.
- (La situación es difícil, Vanitas necesita ayuda médica urgente, pero la salida del norte es la más peligrosa…) Iremos por la salida…- De golpe y a sorpresa mi móvil empieza a sonar -¿Hay cobertura?- meto la mano en mi bolsillo y lo saco con l mano izquierda, era un móvil modelo SH-06A Nerv- ¿Diga?- Pregunto sin tener la menor idea de quién es, tampoco me vino a la cabeza en ese momento pedir ayuda, ni siquiera pensé que con el móvil podría alertar a población cercana del peligro o llamar a los refuerzos.
-Hola~~- Dijo una voz casi cantando.
En ese momento no respondí, no dije nada, ni siquiera respiraba esperando a que dijera algo mientras mi corazón se aceleraba mas, tanto que los latidos se podían oír perfectamente.
- ¿Tanto te cuesta decidir por dónde ir? Puedo cargarme al viejo por ti si quieres y así te dejare salir por la entrada norte ¿Qué te parece?- Dijo casi con aire de superioridad.
En ese momento mis ojos se abrieron como platos, mis dientes apretaron con fuerza mis labios mientras un rostro de ira iba apareciendo en mi cara, el móvil al que tanto aprecio parecía que se iba a partir por la mitad de lo fuerte que lo agarraba y de mi boca exhalaba tanto aire que parecían gritos de rabia.
-¡¡¡PERO QUE TE HAS CREIDO HI…!!!-
-Bueno, entonces morid- Dijo interrumpiéndome como si ya supiera la respuesta, de golpe el suelo tiembla y se oye una ligera explosión lejana.
-¿Qué ha sido eso?- Pregunto mientras sujetaba a Vanitas con las dos manos para que no se cayera.
-Has roto la entrada norte ¿verdad?- Dije seguro de que lo había hecho.
-Veo que aun conservas tus “Dotes detectivescos”- Dijo mofándose.
-¿Qué ha pasado con la gente que había en el vestíbulo?- Pregunte temiendo la respuesta.
-No lo se, tal vez huyeran, tal vez estén…- Dijo sin el menor síntoma de arrepentimiento.
-Cállate- Es lo último que dije, acto seguido colgué, cerré el teléfono y lo lleve a mi bolsillo.
-¿Qué ha pasado Der?- Siguió preguntando Kurogane.
-…-No sabía muy bien que decir –Que…tendremos que tomar el camino largo- Dije mientras abría la puerta del departamento y salía por el pasillo.
-¿Cómo sabía lo que decíamos?- Pregunto Kurogane.
-Creo que coloco un micro, no sé muy bien dónde pero podría ser debajo de las mesas o ese paquete con pica picas que nos enviaron, de todos modos da igual que nos escuche, terminaremos igual hagamos lo que hagamos- Dije mientras comprobaba los tres pasillos que habían pegados a la puerta en forma de “T” –Vamos, cuanto más nos quedemos antes llegara el fuego- Dije.
-Ah claro, seguro que una bomba ha hecho explotar algún conducto de gas o un cable y ha provocado incendios en diferentes partes- Dedujo Kurogane.
-Si, pero lo peor que puede pasar es que se declaren dos incendios, uno arriba y otro abajo-
-¿Y eso por que, estaríamos atrapados?- Pregunto Kurogane.
-No, si el fuego se declara abajo podemos salir por el helipuerto de arriba, si se declara arriba tansolo tenemos que bajar, pero rápido, cada vez huele mas a quemado- Dije mientras mirava de donde venia menos olor –Mmm… tiraremos por el pasillo de enfrente-
Kurogane alza a Vanitas y se lo lleva siguiendome, mientras, en la entrada.
-Ah, mi brazo, creo que me he clavado algo ¿Estas bien Kairi?- Dijo Red debajo de un montón de escombros.
-Te lo dije, tenía un mal presentimiento, teníamos que haber ido por la sur- Respondió Kairi bajo Red.
La explosión había enterrado a Kairi y a Red bajo escombros leves.
-No te quejes, al menos tú no te has clavado cosas en la espalda- Dijo Red
-No, solo a un futuro violador encima- dijo Kairi con cierto tono irónico.
-Me prometiste…no volver a decirlo- Dijo Red un poco apenado.
-Lo siento- Respondió Kairi mientras apartaba ceniza y polvo de la cara de Red.
Red se levanta y tira hacia atrás todos los escombros que en su espalda yacían mostrando en su hombro derecho un trozo de madera partida que hacia la forma de una lanza puntiaguda y afilada incrustada justamente en el musculo supraespinoso inhabilitándolo temporalmente, se agarró con fuerza el trozo de madera y de un brutal tirón se lo saco, un chorro de sangre broto ferozmente de la herida y salió volando hasta la otra punta de la sala.
-¡AH! ¡Duele más de lo que pensaba!- Grito Red mientras se lo saco.
-¡¿Pero qué haces? Te vas a desangrar!- Grito Kairi preocupada.
Red se desgarro la camisa y la uso para taparse el hombro.
-Ale, ya- Dijo despreocupadamente.
-¡El brazo te sigue sangrando!- Exclamo Kairi alertada.
-Mientras podamos salir eso da igual- Dijo Red mientras levantaba rocas de la entrada, de golpe sus fuerzas se vieron escasas ante tantos escombros de tal tamaño –Mierda, la herida me está agotando las fuerzas-
-Vamos a la salida sur antes de que explote otra bomba allí también- Respondió Kairi mientras se levanta y ponía rumbo sin ni siquiera quitarse los escombros y el polvo de encima.
-S-si – Dijo Red algo extrañado.
Red empezó a seguir a Kairi por aquel enorme laberinto de pasillos derrumbados, cada vez se oían más explosiones y gritos, pero Red seguía inmerso en sus pensamientos sin ni siquiera observar por donde iban.
-(Es muy raro… primero insistió en ir por la entrada sur, posteriormente sabía que lo que había pasado era una explosión por bomba y no de gas, algo que ni yo sabía, aun lleva enredado en el pelo los escombros, y eso que no le gusta que se le enreden cosas en el pelo, y por ultimo…tiene una pistola, no recuerdo que se la dieran ¿Serán imaginaciones mías por la pérdida de sangre)-
Una bomba explota delante de ellos con la leve fuerza de hacer que se derrumbe aquel pasillo estrecho dejando allí atrapados a varias personas, pero Kairi ni pestañeo y giro hacia la derecha.
-¡Un momento, hay gente atrapada ahí dentro!- Dijo Red mientras iba corriendo hacia allí y empezaba a sacar escombros.
- Es inútil, estas débil…- De golpe Kairi, sin que Red se fijara, muestra una sonrisa maquiavélica mientras movia la mano hacia su espalda, de golpe esta acción fue interrumpida por un grito.
-¡RED, KAIRI!- Les grite cuando les vi por casualidad mientras corría por el pasillo hacia su izquierda., a mi sorpresa esperaba que hubieran salido, rezaba por ello, pero por lo que se ve alguien me odia demasiado para ello -¡¿PASA ALGO AHÍ?!- Les pregunte.
-¡Hay gente aquí atrapada y no tengo fuerzas para sacar los escombros!- Me dijo Red.
No lo pienso dos veces y corriendo voy hacia allí, aparto a Red y con la ayuda de Kurogane empiezo a retirar los escombros, de golpe unas manos al otro lado parecen estar haciendo lo mismo, asi que no dudo y les pregunto -¿Estáis bien?-.
La respuesta fue inmediata –Hay 3 personas grabes y dos muertos, los demás estamos bien- Al oír muertos me sentí muy mal, después recordé de quien era la culpa y con rabia le di una patada a los escombros con el pie derecho desmoronándolos y dejando paso a la gente que había allí atrás pero no sin antes hacerme daño en el pie derecho, claro, intente que no se me notara pero cada vez que pisaba el suelo una cara de dolor se mostraba.
Los supervivientes no dudaron en llevarse a los heridos rápidamente.
-Muchas gracias- Dijo un chico un poco mas bajo que yo, de golpe algo me vino a la cabeza, un fragmento de segundo que hizo que mi corazón latiera aun con mas fuerza -¡¡¡¿Y KAORI?!!!- Pregunte mientras sujetaba de los brazos de aquel chico con fuerza.
-C-Creo que est-a a-arriba en el despa-cho de so-ki-mon- Respondio atemorizado.
-¡Mierda!- Dije casi atolito, hasta que una voz débil dijo algo.
-¡Ayu-da!-
-¡¿ Lo habéis oído?!- Dijo Kurogane.
Todos fijamos nuestras miradas hacia dentro, un hombre con la mitad del cuerpo quemado estaba bajo un montón de escmbros con la mano fuera mientras pedía ayuda.
-¡¡¡MIERDA, ESTA VIVO!!!- Dije mientras Kairi cogía su pistola de la cintura.
-¡QUIETOS TODOS!- Grito, pero no le dio tiempo a hacer nada, pues sin que e diera cuenta y a mucha velocidad, le levante el brazo y se lo retorcí hacia atrás mientras le quitaba la pistola.
-Que predecible- dije con tono casi sarcástico –Seki la ha hipnotizado otra vez- Dije.
-¿Y no podría ser Seki? Sabía perfectamente las posiciones de las bombas y la salida buena- Decía Red, mientras sujetaba a Kairi que intentaba escaparse -¡¡¡SUELTAME IMBECIL!!!- no paraba de repetir.
Giro a Kairi hacia a mí, le cojo fuerte el hombro y de un golpe seco en el cuello la dejo dormida –Aprendí que si duermes a alguien hipnotizado se despertara sin hipnosis, es una ventaja-
Sin que me hubiera dado cuenta, Kurogane, Vanitas y el chico habían sacado de bajo los escombros al herido.
-Perdón, no miramos bajo las ruinas- se justificó el chico.
-Sin pensárselo dos veces, Vanitas se quitó mi gabardina y se la puso por encima para evitar que se rasgara con algo y su piel se cayera, a mi esa escena me daba mucho asco, así que le pedí a Kurogane que lo llevase el, entre él y el chico lo cogieron como pudieron y se lo empezaron llevar mientras yo me acerque a Vanitas y le pregunte si podía andar bien su respuesta fue clara, “Sí”, así que me puse en el hombro a Kairi y nos empezamos a ir, pero Red se quedó quieto, sin dar respuesta, me giro hacia él y le digo -¿Qué te pasa?- a lo que él me responde claramente -¿Dónde está el despacho de Sokimon?- Con las prisas y de más se me había olvidado Kaori -¿Piensas ir tu solo?- le pregunte –Si, no pienso dejar que mi hermana sufra daño, así que vete-.
No podía decirle nada en ese momento, ni creo que pudiera llevar el a su hermana con el hombro tan dañado, así que mientras las llamas empezaron a rodearnos yo me fui hacia la entrada sur con los demás mientras él se dirigió a la izquierda para subir las escaleras –Ates de que te vayas- Le dije –Toma- le lanzo con las pocas fuerzas que me quedan el mapa de la comisaria.
Red se va si decir ni adiós por el pasillo de la izquierda, lo que viene a continuación solo me lo pudo contar una persona, así que no sé muy bien lo que paso antes.
Kaori se encontraba bajo el escritorio del despacho de Sokimon envuelta en llamas, cuando de golpe oye la puerta romperse y como si alguien echara aire a mucha presión, se levanta con cuidado y temor de debajo del escritorio y mira hacia la puerta, de ella vio a Red con su ropa rasgada, su brazo derecho quemado y su pie izquierdo un poco quemado.
-¿Eres tu Red?- Dijo ya sin saber ni que pasaba de tanta inhalación de humo.
Red se dirige rápidamente hacia Kaori mientras apaga las llamas con el extintor -¡Ya voy, espera!-
Se acerca muy rápido y se agacha con Kaori –Ya estoy aquí ¿Estas bien?- Kaori presentaba muestras de intoxicación y de cansancio, así que Red sin dudarlo se quita lo que le queda de chaqueta, la pone por encima de Kaori tapándole un poco la cabeza y los pelos, la coge y se la lleva dejando atrás el extintor. Las llamas resurgían de ellas mismas y aumentaban con fuerza su poder de destrucción, pero Red continuo hacia adelante sin pensarlo dos veces mientras el fuego caía sobre su cuerpo y su ropa -¡Ponte la chaqueta, te estas quemando!- dijo Kaori, pero Red, con un rostro de rabia y dolor siguió hacia adelante hasta que… de golpe, el suelo ante ellos se derrumba dando a un mar de llamas que ni Red ni Kaori podían saltar.
-…- Red no dijo nada, Kaori se aferrava con fuerza a su pecho mientras sin soportar mas la presión empezó a llorar.
-Tengo miedo- Dijo mientras se agarraba con fuerza.
-¿A que?- Dijo Red.
-A morir- Respondio aun llorando mas.
Red pone en el suelo a Kaori y la pone de pie, con cuidado se saca el collar de su cuello y con cuidado, extiende la mano de Kaori y se lo da – Este collar… es muy especial, quiero que apartir de ahora lo tengas tu, y dile a Kairi que la quiero y que ya sabe que puede hacer- Dijo Red casi llorando con una sonrisa en su cara.
-¿Qué dices?- dijo Kaori desconcertada.
-Que tu no morirás- La agarro con fuerza y le dio un beso en la boca mientras arranco a llorar.
De golpe agarra con fuerza a Kaori y la lanza al otro lado con sus últimas fuerzas, se queda corto y Kaori se agarra con fuerza al borde para no caer, Red, con una mano le dijo adiós, mientras, delante suyo, se desmorono el techo y imposibilito su paso a Red, Kaori me dijo que creía que le había aplastado… los escombros que no dañaron a Kaori cayeron debajo y apagaron las llamas a la vez que formaron montañas de escombros que permitieron a Kaori bajar sin hacerse daño, una vez bajo, abrió la boca, de ella cayo sangre, no pudo evitar sentarse y arrepentirse de todo mientras lloraba –No es justo, ¡No es justo! ¡¡¡NO ES JUSTO!!!- no paro de gritar un rato mientras sus lágrimas brotaban como cascadas de la selva sin control alguno.
Decidió observar a su alrededor y lo vio, estaba en la sala de los artificieros, no pudo evitar mostrar una sonrisa en su rostro al ver que se salvaría.
Media hora después de haber salido de aquel infierno mi cara dejo de sangrar, al salir me corte el lado derecho de la cara, ahora se me quedara una bonita cicatriz en la cara, nunca olvide los últimos momentos de la salida, cuando llegamos la salida estaba derrumbada, pero gracias a dios vino el equipo de salvamento y abrió la salida, pudimos salir todos y no pudimos evitar llorar y sonreír a mares, la sensación que tuve al salir era de alivio y de seguridad y más aún cuando no había muerto nadie, o eso creía, Vanitas se desmayó nada más salir, había dado todas sus fuerzas y estaba bajo mínimo, la verdad es que no me dejo disfrutar mucho de la sensación de confort de haber salido, aunque rápido, pero sin serlo más que los del equipo de reanimación, fui hacia Vanitas, pero rápidamente le montaron en una camilla y lo metieron en una ambulancia. Los del equipo de salvación no me dejaron en paz hasta que me hicieron una cura parcial de las heridas y las quemaduras pero aun insistiendo de ir al hospital me negué hasta que apareciera Kaori y Red, pasada esta media hora nombrada antes salió alguien con un traje anti-bombas del equipo de desactivación, pensé que era alguien del equipo reconociendo el perímetro, pero de golpe se quitó el casco y la vi, era Kaori, sin pensarlo dos veces corro hacia ella dejando al equipo de salvación detrás mío mientras me persiguen para volverme a dejar estirado. En ese momento solo pensé en abrazarla muy fuertemente.
-¿Y mi hermano?- Pregunto Kairi, no me di cuenta que ya se había despertado, se despertó mientras me practicaban las curas.
Kairi solo tuvo que echar un vistazo al collar que llevaba puesto Kairi para sentarse en el suelo y romper a llorar. No podía dejarla así, no me había dado cuenta de lo que pasaba pero me agacho y la abrazo con fuerza, ella solo quería que la soltar y agitaba con fuerza s cuerpo mientras me clavaba las manos en las heridas, pero no la solté en ningún momento, al final se rindió y solo pudo que soltar la mayor negación que nunca dijo “No” con todas sus fuerzas.
Al día siguiente volví allí, los artificieros encontraron 120 bombas detonadas de poco daño, 20 grandes detonadas, y 38 sin detonar que deshabilitaron con éxito, el equipo de rescate salvo a 45 agentes y funcionarios que quedaron atrapados en los escombros y encontraron 24 cadáveres bajo los escombros y 37 calcinados, algunos cadáveres no fueron encontrados, entre ellos el de Red, pero seguramente fue porque la zona donde murió Red era la que más se incendió.
Sin demora volví al hospital, solo me dieron una alta temporal gracias a los contactos de Kaori, quien se encontraba en desintoxicación por inhala miento de gases.
Kurogane después de un chequeo recibió enseguida el alta, al igual que aquel chico que apareció de la nada, Vanitas, bajo observación se recupera bien, vino su nieto a visitarle, un chico de 10 años, junto sus padres, Kairi es la que peor esta, esta e psiquiatría, ha sufrido un enorme shock, pero no me separo de ella en ningún momento, en cuanto este recuperada dice que quiere ir a casa y ver una cosa, tal vez fue por lo que le dijo Kaori “Me dijo que ya podías verlo”, espero que no sea un testamento, si no se deprimirá aún más.
Antes de poder salir mire la televisión, no sé cómo lo consiguió pero el accidente fue catalogado de terrorismo de una célula Koreana del norte que fue detenida esta mañana, por suerte korea del norte pago una indemnización y Japón, ignorando las personas que murieron perdono a Korea del norte.
5 días después sigo estando en cuidados al igual que Vanitas, Kaori ya salió de intoxicación y parece fresca como una rosa, lo que no se es porque aun lleva la chaqueta de Red, está casi toda quemada, bueno, eso cosa suya, con que estaba en cuidados le pedí a Kaori que acompañara a Kairi a su casa a ver qué es lo que quería Red y de paso que vigilara que no hiciera algo raro, le dieron el alta ero se perfectamente que se está haciendo la fuerte.
Sin ton ni sol, estaba jugando con el sobrino de Vanitas mientras es descansaba cuando de golpe uso a “Gamera” y me gano, acto seguido mi móvil empezó a sonar, le doy los juguetes al sobrio de Vanitas y le digo que vaya a jugar con su abuelo, cojo el móvil y lo descuelgo -¿Diga?- Pregunte.
-Red ¿Puedes venir un momento? ha pasado algo- al fondo pude distinguir los llantos de Kairi.
Le pido a la enfermera que me ayude a quitarme las cosas y a levantarme, acto seguido me visto con la ropa que me trajo Hiakri y voy hacia la casa de Red, no estoy muy acostumbrado a ir sin gabardina, así que tenía algo de frio, sobre todo ahora que era invierno.
Cuando llegue la puerta de abajo estaba abierta así que no tuve que llamar para que me abrieran, subí por el ascensor tranquilamente y cuando legue pique a la puerta, unos segundos después Kaori la abrió y vi al fondo a Kairi llorando en el suelo abrazando un trozo de papel.
-¿Qué ha pasado?- Pregunte.
-La nota…dice que tú sabes algo que nadie más sabe, algo que Kairi tiene que saber, algo sobre su hermano- contesto sin quitarle ojo a Kairi.
-No entiendo ¿Qué quieres decir?- Le pregunte, de golpe, sobe su cabeza voló un collar hacia mí, lo agarro y lo miro detalladamente –Este collar…-
Kaori pregunto -¿Te dice algo?- Me pregunto.
-Este collar me lo regalaste tú- Respondí.
-Yo te di un collar, pero no es ese- Respondió.
Con gran incertidumbre abro el collar, en él había una foto de no hace mucho de Kairi, diría que de cuando se graduó y se convirtió en “Policía”.
-…- en ese momento lo comprendí, pero quise asegurarme, de mi cuello saco otro collar idéntico, al abrirlo, se ve una foto de Kaori recién graduada con su uniforme, eran igualitas, en ese momento supe lo que quiso decir Red, lo que me conto ya una vez, lo que no sabía qué quiso decir, ya ni lo recordaba, me lo dijo después de salir del coma… “A veces las personas se quieren tanto que se tienen que mentir para poder ser felices”…
-¿Lo sabe?- Le pregunte.
-No, hasta que no llegaste no estaba segura de ello- Respondió con un poco de miedo.
Ella no podía apenas ni moverse, así que fui yo quien se acercó a Kairi, la levante con fuerza mientras no paraba de llorar y la puse de pie mientras la abrazaba otra vez con fuerza –Me duele mucho decirte esto, perdóname pero…- La boca se me trababa y sentía mucho miedo, apenas sabía que decir y un sudor frio corría mi cuerpo, pero oír los llanos de Kairi por no saber lo que quería decir eran peores, así que se lo dije al oído –Red no era tu hermano biológico, es Kaori- Kaori al ver que se lo dije rompe en lágrimas y no puede evitar caerse hacia atrás, Kairi llora aún más y rompe la hoja sin querer de lo fuerte que la sujetaba, yo me hice el fuerte e intentaba no llorar, pero inevitablemente de mis ojos empezaron a brotar lagrimas como hilos de seda –Y-y-y-ya e-es-s-t-a, Tran-qui-la- Decía mientras aguataba el resto del dolor mientras e acariciaba la cabeza.
De mis manos cayeron ambos collares l suelo, cuando tocaron el suelo se abrieron y quedaron boca arriba, dos collares únicos de la familia de Kaori, los dos únicos en el mundo, solo se tenían el uno al otro, como Kairi y Kaori.
Continuara…