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Corrí a través de aquella inmensa oscuridad que devoraba la isla casi a bocados, parecía que no se iba a ir nunca. El viento empezó a soplar en mi contra y cuando me di cuenta una gran tabla me golpeó y caí al suelo inconciente.
Cuando desperté estaba tirado encima de un montón de paja con una bolsa de agua en la cabeza.
-Gente, venid a ver quién se a despertado- dijo una voz que aun sonaba lejana por el dolor de cabeza- ¿Cómo te encuentras?.
-Bastante bien, aunque aun me duele la cabeza puedo mantenerme de pie.
Cuando me puse de pie y miré hacía e lugar donde estaba la voz que me había hablado vi a un chaval de pocos años mas que yo, de piel un poco morena, con unos ojos azules como el mar y el pelo largo y revoltoso. Llevaba una vestimenta algo extraña, iva con una camisa que le dejaba el centro del peche al aire, con unas bermudas azul oscuro y unas sandalias. En sus manos tenía un palo que estaba tallado para parecer una espada y con la otra me estaba ofreciendo un poco de beber.
-Toma- dijo con una gran sonrisa en la cara, que dejo a la vista unos dientes blancos como las perlas.
-Gracias- le dije mientras tomaba un sorbo y esperaba que hablara un poco más.
-Soy Tidus, encantado, ahora mismo vendrán mis otros dos compañeros haber como estás. Tu como te llamas?
-Soy Loan.
-La verdad que no me suena tu cara, de donde eres?.
-Siempre he vivido en está isla, pero nunca me dejaron salir de casa hasta lo que paso ayer…
Unas imágenes pasaron por mi mente como si me hubieran dado una sacudida y recordé como mi casa había sido tragada por aquella bola de oscuridad que se sostenía en el cielo el día anterior, ahora ya solo quedaban estropicios y en el lugar donde había estado aquella bola había un espléndido sol que nos daba un calor bastante agradable. Mientras seguía pensando en esto por unos instantes llegaron una chica y otro chico muy apresurados. El debería tener algunos años mas que Tidus y que yo porque tenía algo mas de espalda que nosotros, lucía una banda de color azul que llevaba en la frente, supuse que sería para que el pelo no se le bajara ni le molestara , además de la banda tenía una camiseta a tiras beis y unos pantalones naranjas que me resultaron extraños porque era la primera vez que veía unos así, por otra parte, la chica era mas pequeña de altura, llevaba el pelo mojado igual que la piel, creí que se había bañado hace poco, tenía puesto un vestido amarillo que le llegaba un poco mas arriba de las rodillas y me llamó la atención la pulsera azul que llevaba. Casi abalanzándose sobre mi dijo el chico:
-¿! Como te encuentras¡? ¿no tienes nada roto?
-No, o eso creo- respondí en voz baja.
-Él es Loan-dijo Tidus, que parecía el mas normal de todos ellos-dice que siempre ha vivido en esta isla.
-No me suenas absolutamente de nada- dijeron ellos al unísono y se echaron a reír.
Tidus se acercó y me dijo al oído-No les hagas mucho caso, están como regaderas.
Después de unos minutos donde lo único que se escuchaba eran sus risas, la chica avanzo hacía donde estaba y dio unas cuantas vueltas alrededor de mi, como inspeccionándome, cuando paró me miro con una sonrisa picarona entre los labios y dijo:
-Eres bastante mono, ¿estás seguro de que has vivido siempre aquí? Quizás el golpe que te diste ayer aun te afecta un poco.
-Me acuerdo de la mayor parte de las cosas solo que me sigue doliendo la cabeza. Por cierto, aun no se vuestros nombres.
-Yo soy Wakka- dijo otra vez gritando, aunque ya me había acostumbrado.
-Y yo soy Selphie, y sigo pensando que me parece poco posible que vivieras aquí todo este tiempo, si hubieras estado me acordaría de ti seguro.
-Uuuuu, eso ha sonado a indirecta- dijo Wakka riéndose.
Selphie le dio una colleja a Wakka y a este se le escapó la pelota, que salió rodando de aquel sitio y cayó por un hueco que había.
-Aaaaahhh, noooo, mi pelotaaaa- gritaba mientras intentaba cogerla mientras metía el brazo por el hueco.
-Seguramente cayó en el piso de abajo- dijo Selphie con una voz que delataba algo de mal humor.
-Voy a buscarla, y Selphie, no te aproveches del pobre chaval, que aun le duele la cabeza-volvió a reírse pero esta vez mucho mas fuerte que antes.
-Baja a buscarla ya si no quieres pasarlo mal.
-Voy voy.
-A lo que ivamos, está tu familia por aquí?- preguntó.
-Creo que mis padres murieron cuando la cosa de ayer se tragó la casa y mi hermano desapareció ayer también.
-Estamos hechos- dijo Tidus.
Noté como las piernas me flaqueaban y me senté en al paja. Ellos me miraban con una mirada en la que se notaba algo de pena.
-¿Podríais dejarme dormir un poco mas? Quiero recuperarme del todo.
Los dos asintieron con la cabeza y se fueron por el mismo lugar que Wakka, yo me tumbé en la paja con la intención de dormir un poco y pensar donde estaría mi hermanó, pocas veces lo había visto pero recordaba como era y me preocupaba no volver a encontrarlo. Escuché claramente como alguien volvía a subir las escaleras, era Selphie.
-¿Ya estás dormido?- dijo asomando la cabeza tan solo.
-No, estaba pensando un poco.
Ni terminé de decir aquello cuando ya estaba subiendo del todo. Una vez estuvo arriba caminó hasta donde yo estaba y me acaricio la mejilla, fue algo que me vino muy bien, hacía tiempo que no me lo hacía mi madre, pero cuando aparto la mano de mi mejilla me la beso y no pude evitar ponerme un poco rojo.
-Descansa bien, mañana puede ser un día bastante largo y me gustaría ayudarte en todo lo que pueda, siempre vas a poder contar conmigo- su voz sonaba tan tranquila y preciosa que por primera vez en el día me sentí realmente a gusto.
Se levantó y se fue hasta donde estaban las escaleras, se giró una última vez para decirme hasta mañana y se fue.
Volví a pensar en mi hermano, donde estaba, que podía estar haciendo para no venir a verme y muchas cosas más hasta que ya casi con los ojos cerrados dije:
-Por favor, vuelve a casa pronto Sora, me preocupo por ti hermanito.
Cuando desperté estaba tirado encima de un montón de paja con una bolsa de agua en la cabeza.
-Gente, venid a ver quién se a despertado- dijo una voz que aun sonaba lejana por el dolor de cabeza- ¿Cómo te encuentras?.
-Bastante bien, aunque aun me duele la cabeza puedo mantenerme de pie.
Cuando me puse de pie y miré hacía e lugar donde estaba la voz que me había hablado vi a un chaval de pocos años mas que yo, de piel un poco morena, con unos ojos azules como el mar y el pelo largo y revoltoso. Llevaba una vestimenta algo extraña, iva con una camisa que le dejaba el centro del peche al aire, con unas bermudas azul oscuro y unas sandalias. En sus manos tenía un palo que estaba tallado para parecer una espada y con la otra me estaba ofreciendo un poco de beber.
-Toma- dijo con una gran sonrisa en la cara, que dejo a la vista unos dientes blancos como las perlas.
-Gracias- le dije mientras tomaba un sorbo y esperaba que hablara un poco más.
-Soy Tidus, encantado, ahora mismo vendrán mis otros dos compañeros haber como estás. Tu como te llamas?
-Soy Loan.
-La verdad que no me suena tu cara, de donde eres?.
-Siempre he vivido en está isla, pero nunca me dejaron salir de casa hasta lo que paso ayer…
Unas imágenes pasaron por mi mente como si me hubieran dado una sacudida y recordé como mi casa había sido tragada por aquella bola de oscuridad que se sostenía en el cielo el día anterior, ahora ya solo quedaban estropicios y en el lugar donde había estado aquella bola había un espléndido sol que nos daba un calor bastante agradable. Mientras seguía pensando en esto por unos instantes llegaron una chica y otro chico muy apresurados. El debería tener algunos años mas que Tidus y que yo porque tenía algo mas de espalda que nosotros, lucía una banda de color azul que llevaba en la frente, supuse que sería para que el pelo no se le bajara ni le molestara , además de la banda tenía una camiseta a tiras beis y unos pantalones naranjas que me resultaron extraños porque era la primera vez que veía unos así, por otra parte, la chica era mas pequeña de altura, llevaba el pelo mojado igual que la piel, creí que se había bañado hace poco, tenía puesto un vestido amarillo que le llegaba un poco mas arriba de las rodillas y me llamó la atención la pulsera azul que llevaba. Casi abalanzándose sobre mi dijo el chico:
-¿! Como te encuentras¡? ¿no tienes nada roto?
-No, o eso creo- respondí en voz baja.
-Él es Loan-dijo Tidus, que parecía el mas normal de todos ellos-dice que siempre ha vivido en esta isla.
-No me suenas absolutamente de nada- dijeron ellos al unísono y se echaron a reír.
Tidus se acercó y me dijo al oído-No les hagas mucho caso, están como regaderas.
Después de unos minutos donde lo único que se escuchaba eran sus risas, la chica avanzo hacía donde estaba y dio unas cuantas vueltas alrededor de mi, como inspeccionándome, cuando paró me miro con una sonrisa picarona entre los labios y dijo:
-Eres bastante mono, ¿estás seguro de que has vivido siempre aquí? Quizás el golpe que te diste ayer aun te afecta un poco.
-Me acuerdo de la mayor parte de las cosas solo que me sigue doliendo la cabeza. Por cierto, aun no se vuestros nombres.
-Yo soy Wakka- dijo otra vez gritando, aunque ya me había acostumbrado.
-Y yo soy Selphie, y sigo pensando que me parece poco posible que vivieras aquí todo este tiempo, si hubieras estado me acordaría de ti seguro.
-Uuuuu, eso ha sonado a indirecta- dijo Wakka riéndose.
Selphie le dio una colleja a Wakka y a este se le escapó la pelota, que salió rodando de aquel sitio y cayó por un hueco que había.
-Aaaaahhh, noooo, mi pelotaaaa- gritaba mientras intentaba cogerla mientras metía el brazo por el hueco.
-Seguramente cayó en el piso de abajo- dijo Selphie con una voz que delataba algo de mal humor.
-Voy a buscarla, y Selphie, no te aproveches del pobre chaval, que aun le duele la cabeza-volvió a reírse pero esta vez mucho mas fuerte que antes.
-Baja a buscarla ya si no quieres pasarlo mal.
-Voy voy.
-A lo que ivamos, está tu familia por aquí?- preguntó.
-Creo que mis padres murieron cuando la cosa de ayer se tragó la casa y mi hermano desapareció ayer también.
-Estamos hechos- dijo Tidus.
Noté como las piernas me flaqueaban y me senté en al paja. Ellos me miraban con una mirada en la que se notaba algo de pena.
-¿Podríais dejarme dormir un poco mas? Quiero recuperarme del todo.
Los dos asintieron con la cabeza y se fueron por el mismo lugar que Wakka, yo me tumbé en la paja con la intención de dormir un poco y pensar donde estaría mi hermanó, pocas veces lo había visto pero recordaba como era y me preocupaba no volver a encontrarlo. Escuché claramente como alguien volvía a subir las escaleras, era Selphie.
-¿Ya estás dormido?- dijo asomando la cabeza tan solo.
-No, estaba pensando un poco.
Ni terminé de decir aquello cuando ya estaba subiendo del todo. Una vez estuvo arriba caminó hasta donde yo estaba y me acaricio la mejilla, fue algo que me vino muy bien, hacía tiempo que no me lo hacía mi madre, pero cuando aparto la mano de mi mejilla me la beso y no pude evitar ponerme un poco rojo.
-Descansa bien, mañana puede ser un día bastante largo y me gustaría ayudarte en todo lo que pueda, siempre vas a poder contar conmigo- su voz sonaba tan tranquila y preciosa que por primera vez en el día me sentí realmente a gusto.
Se levantó y se fue hasta donde estaban las escaleras, se giró una última vez para decirme hasta mañana y se fue.
Volví a pensar en mi hermano, donde estaba, que podía estar haciendo para no venir a verme y muchas cosas más hasta que ya casi con los ojos cerrados dije:
-Por favor, vuelve a casa pronto Sora, me preocupo por ti hermanito.
