Me es difícil asimilar todo lo que me ha ocurrido, y pensar que ahora estoy acostado en mi cama sin poder dormir. Mañana es mi examen en el que podré ser ascendido a Maestro de la llave espada. Tal vez por eso es que no puedo dormir, a veces pienso en el pasado que dejé atrás y en todas las personas que conocí, personas a las que podría llamar amigos, me pregunto que habrá sido de ellos…
Todo comenzó en mi pueblo natal, Villa Artema, llamada así en honor a una poderosa y destructiva magia que era capaz de arrasar con todo a su paso, pero realmente era suerte si vivías para verla ya que era muy raro que alguien pudiera realizarla. A diferencia de esta magia la villa era realmente muy tranquila e incluso un poco aburrida, yo asistía a la escuela como cualquier joven y obtenía calificaciones regulares pero que eran suficientes para satisfacer a mis padres.
Ese día en que todo cambió fue como cualquier otro, me dirigía tranquilamente a la escuela y me encontré con una persona que era mi mejor amigo y a la vez también era mi archienemigo, una extraña amistad pensaba siempre, su nombre era Ray. nos fuimos juntos a la escuela y como siempre el no hacía más que aburrirme con sus relatos de otros mundos, mundos rodeados totalmente de selvas, mundos en los que existían diferentes razas como los Genómidos, Bangas, y no se que más, realmente no le prestaba mucha atención.
En la escuela nos dieron una tarea en parejas que consistía en realizar un informe sobre el Sistema Digestivo, Ray insistió en que lo hiciéramos juntos y simplemente acepté
trabajar con él, de modo que al terminar las clases fui a mi casa a quitarme el incomodo uniforme escolar y me dirigí a la casa de Ray, donde cenamos un plato de curry y después fuimos a su habitación a recopilar información sobre el Sistema Digestivo de los varios libros que tenía Ray ya que le encantaba leer.
Trabajamos durante unas 4 horas y terminamos nuestro informe y me acosté a dormir en un sofá que tenía Ray en su habitación mientras este se sentaba en su escritorio a leer sus libros acerca de otros mundos, cualquiera que no supiera sobre la existencia de estos habría creído que mi amigo era un imbecil, eso mismo pensaba yo. Creo que no dormí más de 20 minutos cunado miré el escritorio y Ray no estaba, además vi que la ventana estaba abierta. Miré por la ventana y no se veía nadie, entonces vi el libro que Ray estaba leyendo y vi una imagen de un árbol llamado Árbol Lifa el que supuestamente tenía el poder de crear arrugas en el espacio y enviarte a otro mundo, este árbol se encontraba justamente cerca de la Villa Artema detrás de unas montañas. No creí ninguna palabra de esto, salte por la ventana y me dirigí a esas montañas.
Al subir a la cima vi a Ray corriendo hacia el árbol y lo seguí. Al alcanzarlo le pregunté en que demonios estaba pensando, a lo que me respondió: Terra, amigo aquí está la salida, no más esta villa, no más escuela, no más preocupaciones ven conmigo y podremos ser libres de hacer lo que queramos. Yo dije: Necio, te has vuelto loco, no te permitiré hacer ninguna locura. El rostro de Ray estaba lleno de ira, y con mucha cólera me gritó: Está bien, mi amigo me ha traicionado, ahora muere y no estorbes, al decirlo alzó su mano y una extraña espada apareció en su mano, parecía una llave pero en su extremo tenía forma de hacha. Usó esta he intentó darme una estocada que me habría matado si no hubiese reaccionado y me hubiese echo hacia atrás.
Siguió intentando cortarme con su arma, afortunadamente cuando éramos niños nos gustaba pelear con palos de bambú con lo que desarrollé unos buenos reflejos. No tenia nada más que hacer que esquivar sus golpes ya que estaba desarmado, hasta que me cansé y me alcanzó una patada y me hizo arrodillarme ante él. Ray intentó darme el golpe de gracia, en ese momento pensé que era mi fin, pero una voz en mi cabeza me dijo: No te rindas, tienes el arma más poderosa, enseguida una espada con forma de llave apareció en mi mano derecha y conseguí bloquear su golpe, el exclamó: Tu también tienes una. Me puse de pie he intenté darle unos golpes, pero el siempre había sido mas hábil que yo con los palos de bambú con lo no demoró mucho en hacer volar mi espada de mis manos y me dio una estocada.
Fue muy raro, no sentía dolor alguno pero mi cuerpo se paralizaba, Ray dijo sus últimas palabras antes de irse: eres mi amigo y no te mataré, una vez que lo veas tu mismo lo comprenderás. Retiró su espade de mi cuerpo y caí al suelo paralizado y observé como mi amigo introdujo su espada en el árbol y este abrió un extraño portal en el que entró Ray. Al rato pude volver a moverme y pensé que debería hacer, lo único de lo que estaba seguro era que no podía dejar solo a mi amigo, me puse de pié y tome mi espada. Tenía un mango rodeado por una estructura circular de color azul claro y lo demás era de un color café claro. Teluria, ese fue el nombre que decidí ponerle a mi llave espada, y sin pensarlo dos veces clavé mi arma en el árbol y entré en el portal que se abrió. Lo que vi fue realmente increíble.