El castillo del infierno.

[Gray]

Bueno, era otro relato que tenía por ahí que puedo desarrollar teniendo un poco de tiempo. Espero tener opiniones y a ver que os parece :3

El castillo del infierno.
Capítulo 1

Los cielos se teñían del negro del dolor del ser humano, unido con el rojo de la propia sangre de los demonios, haciendo que el castillo posicionado justo en medio de todo aquello pareciera aún mas letal y terrorífico. El mismo castillo parecía ser traído desde los mismos infiernos, donde había sido sacado sin cuidado para colocarlo en el lugar perfecto, en medio de un foso gigantesco, lugar donde el agua — También de color negra.— burbujeaba debido a la temperatura de lo que estaba debajo de aquella tierra yerma, un volcán.

Gritos se escuchaban desde el interior de aquellas dos puertas de madera gigantes, casi diez metros de altos y otros tantos de ancho. Adornado con grandes pomos de medio metro que se encontraban justo al lado de la división de la entrada. El color rojo carmesí se esparcía por aquellas paredes, como si de ríos de sangre se trataran, iluminando todo lo que se encontraba frente a la puerta, creando una sombra de pavor para quienes la vieran.

El castillo tenebroso se encontraba conectado por un camino de tierra con el exterior del foso, que además se encontraba rodeado por numerosas montañas, adornadas también con el color rojo carmesí. Aquel mundo estaba casi literalmente alejado de la mano de dios, se encontraba en un lugar casi inaccesible para la mayoría de la gente, que vivía alrededor en varios pueblos, pero debido al temor no se acercaban.

Se decía que los demonios habitaban entre aquellas piedras, ayudados por humanos maldecidos por la sangre de los mismos, que les hacían beber para conseguir poderes fuera de la compresión humana. Todos temían las llegadas de los encapuchados, aparecían en la noche y raptaban a los niños mas pequeños, no se sabía como llegaban a encontrarlos, como les llevaban sin que nadie les viera, simplemente desaparecían y no volvían a aparecer ante su familia, un misterio sin resolver.

La gente trabajaba en los campos, buscando una posibilidad de escapar de aquel infierno. Muchas veces lo habían intentado, pero las bestias del bosque le habían impedido avanzar, al parecer también habían sido afectados por los demonios, que parecían no tener bastante con lo que hacían ya de por si, sino que pretendían atrapar a todo el mundo entre sus garras, para servir a su propósito, aún desconocido.

Al lado de los pueblos, rodeándolos como las montañas rodeaban al castillo, un bosque de color verde, del cual se escuchaban los numerosos ruidos de la bestias que vivían en el mismo. El cielo por las mañanas cambiaba un poco su color, volviéndose de color naranja, excepto por los exteriores del bosque, donde el color natural del cielo hacía acto de presencia, allí no llegaba la influencia del castillo.

Un grupo de cuatro personas se encontraban justo en frente del bosque, con unos grandes prados que se extendían junto con el cielo azul hasta donde llegara la vista. Los cuatro iban vestidos con unas túnicas negras, que le tapaban el rostro y el resto del cuerpo, lo único que se podía ver en ellos era el brillo de sus ojos, cada uno diferente al del otro.

— Llegó la hora de actuar, ésto llegó demasiado lejos.— El hombre mas adelantado habló, con una voz ronca, sombría y como si la edad le afectara en ella, haciéndola muy pausada. El brillo de sus ojos se caracterizaba por un gris plateado, que brillaba tenuemente mientras esperaba la opinión de sus compañeros.

— Es nuestro deber llegar cuanto antes.— Dijo una voz juvenil, proveniente del miembro mas bajo de la expedición, un brillo de color azul provenía de sus ojos, claros como el agua.

— No se a que esperamos, vamos de una vez.— Dijo otra voz, esta parecía la de una adulta. En su mirada un brillo de color rojo se notaba, mientras que su voz dulce y melodiosa no identificaba con sus palabras duras y sin posibilidad de reflexión.

La marcha se dio a cabo mientras que el único de ellos que no había hablado era el primero en avanzar. Comenzaron su andadura tranquilamente, la prisa no era buena consejera y cualquier movimiento en falso podía convertir aquello en la peor de las desgracias. Aunque fuera su deber hacer aquello, primero debían de prepararse, ¿quien sabría a lo que se enfrentarían este extraño grupo? Solo el tiempo marcará su destino o su suerte.

[Chibi]

Me gusta como lo has puesto todo, la verdad es que tienes una bonita narrativa bastante fluida.
Solo decirte un par de cosas, como que el capítulo es algo corto para ser un capítulo, debería ser un prólogo más bien y, que te repites en las palabras: metros y lo de las voces. Entiendo que no hay muchos sinónimos que utilizar en ese momento, pero podrías poner algo tipo:

Ésto lo pusiste tú
— Es nuestro deber llegar cuanto antes.— Dijo una voz juvenil, proveniente del miembro mas bajo de la expedición, un brillo de color azul provenía de sus ojos, claros como el agua.

Ejemplo:

— Es nuestro deber llegar cuanto antes.— ése fue el comentario del miembro mas bajo de la expedición, un joven cuyos ojos color azul, brillaban claros como el agua.

Vale, el ejemplo ha sonado un poco forzado, pero podrías hacer algo así. Me encantará leer la continuación de esta historia. Nos vemos.