[Libre] Jardines de Tierra de Partida

[Sombra]

Desperté de golpe cuando escuché exclamar al ser azúl gritando a los cuatro vientos que era un portador de la Llave Espada. Me senté en el banco y me froté los ojos para desperezarme acto seguido giré mi cabeza hacia la criatura azúl que apuntaba con su arma al cielo por algún motivo.

No me molesté en buscar sus motivos, tampoco era algo que tuviese que ver conmigo de todos modos. Me acurruqué en el banco pegando mis rodillas al pecho y envolviendolas con las manos. Empezaba a caer helada, pero todavía no quería irme de allí, se estaba cómodo escuchando hablar a otras personas, aunque no tuviesen que ver conmigo.

[Deja]

Miré de reojo a Kit, "vaya personaje". Ya nos conoceremos mejor...


-¿Su-superiores? ¿A qué te refieres azulado? —interrogué al pequeño ser que tenía delante, me había impresionado con la pregunta y no me lo esperaba. ¿Quién le habría metido en la cabeza que los humanos somos superiores—. ¿Superiores a quién, a vosotros?


Había optado por seguir llamándolo azulado porque desconocía su nombre y, al ver que también tenía su Llave Espada supuse que era otro aprendiz. "Vaya, hay bastantes aprendices por aquí, pensé que era la única". Me crucé de brazos y puse una cara extraña hacia el azulado. Era cierto lo que había dicho sobre hacer amigos y poder confiar en ellos.


-¿Tú darías la vida por mí? —cambié bruscamente el tono, esas palabras me habían recordado la vida en Agrabah. A partir de ese momento cambiaron totalmente mis formas, ya no tenía sentido seguir simpatizando con esa cosa azul—. Me voy, espero volver a verte, Azulado.


Lo aparté bruscamente con el brazo y tomé dirección hacia el lugar más apartado de la gente, allí me senté en el suave jardín. Empezaron a llegar temibles recuerdos de Agrabah y todas las veces que había pasado hambre y sufrimiento. Una lágrima apareció lentamente sobre mis ojos y apoyé la cabeza entre las piernas para que nadie me viera.


Pensé en irme a la cama, "no, no puedo dormir ahora". Giré la cabeza lentamente y me aparté el ondulado cabello con la mano, dirigí mis ojos para ver quién quedaba en el lugar. Una pequeña figura a lo lejos, visible gracias a la gran bufanda que llevaba puesta. Pensé en ir hablar con él, "no necesito a nadie ahora" resonaba en mi cabeza. Necesitaba cansarme, me notaba con mucha actividad y el corazón me latía muy fuerte bajo la suave ropa de tela. Miré a bajo y a lo lejos encontré con la mirada unos postes a primera vista pesados colgados sobre un pelele y me dirigí corriendo hacia allí tragando las lágrimas.


Al llegar invoqué rápidamente la Llave Espada y apareció en mi mano, el filo parecía mucho más afilado de lo normal. Serían imaginaciones mías, imaginé una bestia oscura y empecé a asestar golpes hacia el poste con toda mi fuerza. Ya empezaban a caer gotas de sudor de mi frente cuándo di el golpe final y caí derrumbada sobre el jardín.


-Vaya día, habrá que acostumbrarse a esto —susurré para mis adentros.

[Final Fan]

Debí haber dicho algo que había molestado a Dejay, porque su semblante cambió de súbito y se alejó rápidamente de mí. Había sido cuando salió el tema de la vida y la confianza... ¡si casi ni lo había dicho en serio! ¡Estaba haciendo el tonto para romper el hielo!

-¡O-oye!

Se sentó apoyada contra una pared rocosa, con la cabeza entre las piernas. Pasó así un rato y no me atreví a acercarme a ella... pero luego se levantó y se dirigió directa hacia la zona de entrenamiento. La seguí de lejos y, desde lo alto, la vi asestar fuertes golpes a los artilugios de por allí. Estaban para eso, al fin y al cabo. Tras un tiempo entrenando, acabó por rendirse y tumbarse en el verde suelo. Vi el momento para acercarme un poco a ella.

No me paré a su lado, sino que me puse a unos metros de ella, aunque en su rango de visión, para que cuando abriese los ojos y se incorporase me viese.

-Dime qué he dicho para que te pongas así y no lo volveré a hacer -sentencié, serio-. Por favor.

[Saxor]

Se habían ido 2 personas ya. Habían quedado aquella chica, Ragun y el bichito azulado. Ragun había estado entrenando hasta hace poco, pero poco después que terminara se puso a entrenar la chica, aunque más parecía que estuviera descargando su ira a golpes. Entonces me puse a pensar. "He llegado hasta aquí por algo. Si quiero llegar a poder volver a Vergel Rad... Bastión Hueco, tengo que ser un maestro, y para eso, ¡tengo que hacerme más fuerte!"
Me levanté y me acerqué a donde estaban la chica y el ser azul, invoqué mi Llave Espada, pensé "Por Vergel Radiante", y me puse a dar sablazos con aquellos peleles con forma de sincorazón.

[Chibi]

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Yo no tengo ni prólogo... ¿podría participar? Es que me aburro xDDD

[Saxor]

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Este tema es libre, a mí me pasó lo mismo y me han dejado escribir.Tú si quieres, escribe.

[Chibi]

Andros creyó ver como dos personas pasaban por su lado, justo en la dirección contraria a la que iba él. Esbozó una sonrisa, fría y de confusa comprensión y continuó con su camino, sin dirigir la palabra a aquellas personas. Seguramente estarían en su propio juego y, como su Eone le había dicho en Port Royal: no había que molestar a quienes eran un rango superior en el juego.

Acababa de llegar a aquel mundo, después de conocer que existían muchos otros hacía escasas horas. A pesar de que aquellas horas, en su mundo debería estar dormido, el joven de cabello castaño había decidido averiguar como era aquel nuevo "tablero de juego". Su curiosidad le obligaba a ello. Llevó una mano al colgante de los Iustitia localizado en su cuello mientras caminaba, observando de reojo las ropas que llevaban aquellas personas que se marchaban: muy diferentes a las suyas. Desgraciadamente, iba a llamar la atención en aquel lugar.

Se encogió de hombros, deteniéndose cuando llegó al centro de los jardines, donde una corriente de aire frío le golpeó la cara con algo de violencia. No le importó, con una gran sonrisa: aquello le recordaba a su mundo, así que estaba acostumbrado. Doblando las mangas de su camisa, se apoyó en uno de los bancos para poder disfrutar aún más de aquel aire que, por mucho que le entristeciese, no olía a mar. De hecho, Tierra de Partida no podía ser más diferente a Port Royal. A pesar de ello, la idea de acceder a una nueva etapa de su juego le encantaba.

—A todo se acostumbra el hombre -susurró, riendo para si mismo y se giró, observando que había más gente a su alrededor. Con la emoción que le había producido el golpe de viento, ni se había percatado.

Frunció el ceño, ladeando la cabeza al percatarse de que uno de ellos entrenaba con una llave-espada muy parecida a la suya: ¿también sería un aprendiz como él? A los otros no se había acercado... pero quizás a aquel chico sí.

—Debería hacerlo... -se comentó, pasándose la mano por el pelo para peinarlo. No paraba quieto por la corriente que había en aquella especia de "descampado".

Suponía que estaría bien acercarse... Finalmente, se encogió de hombros, simplemente observándole sin demasiado pudor. Enfocaba directamente su mirada en aquel joven, lleno de curiosidad.

[Saxor]

Un rato después de empezar a entrenar, vi a un chico un unas ropas que parecían de la edad media. Me fijé en que me miraba directamente a mí, o a mi llave espada. Le veía curioso, no sé si por mi ropa o porque estaba entrenando.
Estaba tan distraído que me dio uno de los peleles en el brazo derecho. Como era zurdo, no me afectaría mucho al entrenamiento, pero dolía, de eso seguro.

- ¡La madre que...! -grité por el dolor que sentí.

Se me pasó enseguida, pero eso demostraba que necesitaba entrenar mi resistencia. Decidí entrenarla al día siguiente, pues ahora me estaba familiarizando con la Llave Espada. Decidí ignorar al chico, a menos que se me acercara.

[Chibi]

Au...

Ese fue el único pensamiento que cruzó la mente de Andros cuando vio que aquel chico se autogolpeaba con su arma. Cerró los ojos, haciendo una mueca con la boca y entrecerró los ojos: reflejó el dolor que debía haberle causado de forma muy gráfica. Andros siempre había resultado un tanto exagerado para esas cosas, aquel era un buen ejemplo.

Aún así, continuó con el entrenamiento. El joven de Port Royal llevó su propia mano donde hubiese recibido él el golpe si hubiese estado en el lugar del otro y ladeó la cabeza, acercándose al desconocido. Aquella vez no lo pensó, directamente se embarcó al camino y se plantó cerca de él, observándole con infinita curiosidad. Se llevó una mano al mentón, sonriendo de su manera característica e imitó el mismo el movimiento, queriendo comprobar una cosa.

—Lo haces con demasiada fuerza -comentó al fin, alzando la voz-. Aún no sé como manejar ese arma, pero si es parecido a un estoque, es mucho mejor destreza que fuerza. Dar un golpe demasiado fuerte puede desequilibrarte... -mirando su cara, decidió añadir algo más.- O algo así me explicaron hace bastante tiempo

Sonrió, cerrando los ojos y colocó ambas manos tras la espalda, inclinándose levemente. El colgante de su cuello tintineó como si se tratase de una campanilla.

—Mi nombre es Andros, es un placer poder estar aquí contigo -comentó, de una forma un tanto pomposa, pero era así como estaba habituado a hacer las cosas por su mundo.

[Saxor]

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Lo has entendido mal, no me autogolpeé, me dió un pelele de los que había giratorios, pero bueno.

Aquel chico se había acercado a mí y me había corregido la forma de usar la Llave Espada. Ahora que no estaba entrenando, tenía más tiempo para fijarme en su aspecto. Era un chico que parecía tener un año menos que yo, tenía un pelo castaño y unos ojos verdes.

- No sé lo que es un estoque, pero gracias. - Le contesté a sus correcciones. Sonó algo como un cascabel, aunque no le di importancia.

- El mío es Saxor, y lo mismo digo. Por cierto, ¿de qué mundo vienes y cómo es? - Le pregunté, pues sentía curiosidad por el mundo del que venía. Me preguntaba cómo sería un mundo medieval.

[Deja]

Estuve un rato tirada en el suave jardín, hasta que, noté que casi me quedaba dormida y decidí reincorporarme. Abrí lentamente los ojos y se me fue la vista hacia el pequeño ser azul que pedía desmesuradamente que le explicara las cosas.

Me estaba empezando a molestar y eso no era bueno."Cambiar de tema será lo mejor"

-Lo siento azulado. Son cosas mías, mi antigua vida, mis recuerdos... —sentencié el tema—. Ya nos veremos pequeño portador de la Llave Espada, he de irme.

Dicho esto, me agaché para pasar la mano por su fino cabello azul y dibujé una sonrisa forzada. Me dí la vuelta haciendo una simple reverencia y me limpié las lágrimas que me brotaban de los ojos para que no se notara. Con paso firme me dirigí hacia el castillo, iba observando el raro panorama que se presentaba ante mí. Vaya unos personajes. No era culpa del azulado pero en aquel momento lo último que necesitaba es enfadarme conmigo misma. Es más, la edad del pequeño ser azulado rondaría los diez años, aún era un niño. "Me pregunto de donde habrá venido"

Había bastante más gente ahora que cuando había llegado, a diferencia de lo que sería normal, iba aumentando según entraba la noche. Dos aprendices hablaban entre ellos sobre la LLave Espada, no les di importancia. No sentía curiosidad por nada en aquel momento. Necesitaba poner las cosas en orden, demasiados sentimientos y nuevas experiencias habían entrado en mí en aquellos últimos días. Lo único que había conseguido a mi pesar fue una honda tristeza.

-Mañana será otro día... —susurré para que nadie me oyera—.

[Sombra]

Tras un buen rato tumbado en aquel banco decidí levantarme para seguir un poco más con mi entrenamiento, daría unas cuantas vueltas más y esperaría a que el poste de entrenamiento quedara libre ya que al parecer Saxor y otro más estaban allí hablando allí a la par que entrenaban.

El viento empezaba a levantarse y sin previo aviso una fuerte ráfaga de viento me quitó la bufanda arrastrandola velozmente hacia las vallas del mirador.

Seguramente al levantarme se había soltado y por ello se había acabado saliendo volando con aquel viento racheado.

Empecé a correr alzando mi mano tratando de alcanzarla esperando que no saliera volando sobre las vallas y la perdiera irremediablemente.

[Sheldon]

Enok se sentía raro en aquel lugar. Había llegado hacía unos escasos minutos y ahora observaba lo que ocurría de forma absorta. Todo era diferente y Enok no sabia si sería mejor que su antigua y anhelada vida. No había visto a su maestra desde que había llegado y se sentía desolado ahora que aquella simpática chica que tenía por maestra no apareció por ningún lugar; incluso creyó que se había olvidado de él.

<< Supongo que todo será igual que antes. Nadie querrá hablar conmigo y me despreciará...Como si me importara. >>

El chico comenzó a caminar por aquel lugar para investigar un poco. Para empezar, vio a una chica junto a un ser extraño azulado el cual le dejó algo desconcertado, había visto perros medio-humanos, bichos negros llamados 'sincorazones' he incluso llaves-espadas como la que poseía, pero nunca se había encontrado con seres de otros mundos.

Enok siguió observando las instalaciones hasta que vio que una especie de serpiente ondeaba en el aire. Lo peor de todo era que, 'eso' se dirigía hacia él. La figura empezó a visualizarse de una forma más nítida hasta que Enok se dio cuenta de que se trataba de solo una bufanda, algo monótona, eso si... Aún así, el chico consiguió atraparla. Instantes después un chico algo misterioso se acercó a él.

- ¿Es tuya esta bufanda? - pregunto Enok ocultando el rostro.

[Chibi]

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Lo siento Saxor, confundí el pelele con otra expresión que usamos en mi casa xD. Al menos no afectó demasiado al rol uU

—¿Mi mundo? -farfulló Andros, ladeando la cabeza. Entonces se acordó de que ninguno de ellos provenía del mismo mundo y dio un golpe con la palma de la mano a su frente, riendo con suavidad-. Cierto, a veces se me olvida lo de que hay varios mundos... -sonrió, despeinándose.

Miró unos segundos al cielo despejado y cerró los ojos, pensando una manera adecuada de definir Port Royal. Encontró la palabra adecuada pasados unos instantes, sonriendo nuevamente, haciendo un gesto con la mano. Sí había una forma de explicar lo que pasaba en aquel mundo, era con esa palabra:

—Piratas. Port Royal es... un sitio portuario, con varias mansiones por la zona, sobre todo si te acercas al centro. Como hay gente con dinero pues... muchas veces van piratas allí, pudiéndose quedar varios días en la zona para armar algún lío. En cualquier caso, siempre aparecen los guardias del gobernador a ayudar... -tras darle un curioso tono en la última palabra de la frase, se quedó un rato callado, intentando saber qué más decir-. Bueno, claro... hay varias islas allí, desde luego... Aunque conozco muy pocas. No tuve tiempo a aprender demasiada geografía, solo a moverme por el juego...

Colocó el colgante por el interior de la camisa y sonrió a Saxor, riendo con suavidad. Ahora que aquel chico había hablado, tenía más ganas de saber de donde provenía él. Seguramente, con más información en la mano, podría conocer mucho mejor su situación.

—Tu turno para hablar, ¿cómo es el sitio de donde vienes? Muy diferente al mío por lo que veo -afirmó, señalando sus vestimentas con un gesto de la mano. Sinceramente, poco tenían que ver las unas con las otras.

[Saxor]

Aquel chico, Andros, se había llevado la mano a la frente, dejando claro de que se acababa de dar cuanta.

- A todos nos pasa- Dije con amabilidad. La verdad, tenía suerte de que hubiera otros mundos, pues estar más tiempo en mi mundo natal me habría vuelto loco.

Una zona portuaria... Nunca había visto un puerto, pues lo único que había conocido era la ciudad. Decía que había piratas. Sin duda, era un mundo medieval. La verdad, se veía muy diferente a mi mundo natal, antes y después de la invasión.

- ¿Juego...?- Me extrañó mucho oír esa palabra. Esto no era un juego, pero a lo mejor era una expresión medieval.

Señaló mi ropa. Es verdad que nuestras ropas eran muy diferentes. Mis pantalones vaqueros era imposible se se hubieran hecho en la Edad Media.

- Mi mundo es... era... Vergel Radiante. Era un mundo lleno de luz, donde las flores crecían por todos lados de la ciudad. Una palabra para definirlo era "luz". Pero ya no. Los sincorazón han destruido por completo la ciudad y devorado la luz. Ahora se llama Bastión Hueco y una palabra para defirlo es "oscuridad".

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EDIT: ¡Feliz año a todos!