Re: [Especial Libre] San Valentín
Publicado: Sab Feb 18, 2012 8:04 pm
Ivan suspiró de aburrimiento. Tanto tiempo tomado para preparar la serie de trampas a su "víctima" para que al final no apareciese. Para colmo, seguramente estaría escribiendo una nueva carta en vez de ir hacia allí... O peor aún, chivándose a Nanashi. ¡Y todo lo que él quería hacer era una buena acción para su compañero! Claro, una buena acción con intereses ocultos, pero una buena acción después de todo. Tras aquello, Kit se prometió que volvería a ayudar a nadie en mucho tiempo.
Finalmente, el aprendiz engreído se hartó de la espera y salió de la biblioteca, con el propósito de volver a su habitación y estudiar algún nuevo hechizo. Al salir, encontró otro de los moguris con pajarita volando cerca de allí. Suspiró y se acercó a él.
—Eh, tú —llamó la atención a la criatura; una vez le hizo caso, le lanzó el objeto que había quitado al muchacho—. Toma, te regalo un colgante. Estaba por ahí perdido, haz con él lo que quieras.
—Sí, je, je, mío mío, je, je...
Con un poco de (mala) suerte, el aprendiz encontraría al moguri y recuperaría su amuleto, aunque Kit esperaba que le costase una pelea tonta como mínimo, pues parecía que al moguri le había gustado mucho el artefacto. Ivan se fue de allí, preparado para el empacho que se daría aquella noche con las tartas de queso, y que le acabaría provocando una caries más tarde... Pero aquello ya sería otra historia.
Finalmente, el aprendiz engreído se hartó de la espera y salió de la biblioteca, con el propósito de volver a su habitación y estudiar algún nuevo hechizo. Al salir, encontró otro de los moguris con pajarita volando cerca de allí. Suspiró y se acercó a él.
—Eh, tú —llamó la atención a la criatura; una vez le hizo caso, le lanzó el objeto que había quitado al muchacho—. Toma, te regalo un colgante. Estaba por ahí perdido, haz con él lo que quieras.
—Sí, je, je, mío mío, je, je...
Con un poco de (mala) suerte, el aprendiz encontraría al moguri y recuperaría su amuleto, aunque Kit esperaba que le costase una pelea tonta como mínimo, pues parecía que al moguri le había gustado mucho el artefacto. Ivan se fue de allí, preparado para el empacho que se daría aquella noche con las tartas de queso, y que le acabaría provocando una caries más tarde... Pero aquello ya sería otra historia.
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