[Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Prólogo de Maka Cross

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Maka Cross » Lun Abr 06, 2015 7:02 pm

Esperé paciente por alguna respuesta suya, que para mi sorpresa me indico que fuera con ella y por supuesto hice caso. No pase por alto aquellas cicatrices ocultas por su cabello, pero preferí no preguntar. Aun pensaba sobre lo sucedido anteriormente con los sincorazón como si lo llevara grabado a fuego en mi cabeza, mientras iba caminando con ella. Me di cuenta que tanto Zac como el Moguri nos seguían, pero yo seguía sin poder mirarles por sentirme mal conmigo misma de no haberles podido proteger. Por otra parte pensé que estaba siendo dura conmigo, pero por otro lado seguía presionándome.

G-gracias… — En mi rostro se pudo apreciar la confusión de su gratitud. — Escucha, y-yo soy… Rebecca… — Deje de mostrar confusión y la escuche atenta. — H-he visto lo que has… hecho… Tu corazón… e-es fuerte, sí…

Primero pensé que de nuevo la que debería de estar agradecida seria yo por lo sucedido, pero por otra parte entendí que ella es quien buscaba por la petición. ¿Mi corazón fuerte? Pregunte mentalmente para mi misma, como si esas palabras me hubieran llegado pero a pesar de eso solo pensaba de que fui algo inútil o débil. Mis ojos se abrieron un poco al ver como alzaba su espada, la cual recordé que tenía en mano cuando uso sus hechizos. Casi inconscientemente mi mano se levanto un poco, pero se paro al instante cuando vi a Zac ponerse unos pasos al frente y por lo siguiente que vi parecía que no estaba de acuerdo con lo que estaba sucediendo.

¡Alto! ¡Ya sé lo que vas a hacer! Quieres que esta chica sea tu aprendiza, ¿verdad? — Mis ojos volvieron a ampliarse con sorpresa, pero esta vez era por verle así a Zac. — ¿En serio vas a aceptar? Fueron ellos, los Caballeros de la Orden — No sabía que contestarle en ese instante, por lo tanto seguí callada. —, quiénes destruyeron Vergel Radiante. Intentaron también atacar la ciudad con Sincorazón utilizando el servicio de correos… ¿Cómo esperas que me crea tus palabras?

¡K-kupó, estás muy nervioso, kupó! Cálmate…

Baje mi mirada, haciendo que los cabellos de mi fleco ocultaran un poco mis ojos. Esto era debido por Zac, ya que este nombró el nombre del mundo en el que había nacido y al cual hace mucho tiempo deje. Tenía la mente echa un lío, pensando en varias cosas que habían sucedido hoy. Cuando subí mi mirada, lo siguiente que vi me resulto molesto mientras trataba de comprender que lo que le hizo al Moguri era porque estaba cabreado.

No… No fuimos nosotros… Fue Ryota…

¿Ryota? ¿De qué estás hablando? ¡Esa arma debería desaparecer para siempre! Los Villanos Finales son los únicos que merecen nuestra lealtad. — Mi ceño se frunció un poco más, mientras los escuchaba.

En ningún momento los interrumpí, era extraño que yo hablara más de lo normal exceptuando cuando explicaba las cosas. Me quedo claro que a Zac no le parecía bien que Becca me hiciera aprendiza. Por otro lado me preocupaba el Moguri, el cual ayudaría al menos después de ''acabar'' por así decirlo todo esto.

Tú corazón… tú corazón es poderoso… P-podríamos enseñarte… muchas cosas…

>T-te necesitamos, Tierra de Partida te necesita… O la Oscuridad… acabará con los mundos…

¿De verdad vas a escuchar sus palabras?

Yo...— Tome una leve pausa, desviando mi mirada. —A pesar de que nos conocimos hoy, me sentí demasiado inútil cuando no os pude defender a ti o al Moguri.— Apreté ligeramente mis puños mientras me sinceraba. —No me importaba salir herida yo, si con eso os salvaba a ambos.— No me atrevía a mirar aun a Zac directamente a la cara. —Si es como dice Rebecca, de que me necesitan...— Hice una corta pausa, a la vez que los miraba con una sonrisa amplia, teniendo mis ojos cerrados. —Iré a ayudarlos si con eso puedo salvar a muchos de ser dañados o al menos protegerlos.

Zac tenía sus razones de desconfiar de la chica. Para mi era la primera vez que me decían que me necesitaban. Así que dicho lo anterior, abrí mis ojos aun teniendo mis dudas sobre que pasara después de mi decisión. Lo único en que nunca dudaría era en echar una mano a cualquiera que la necesite. Cerré por unos leves segundos mis ojos, asintiendo con la cabeza para mi misma acercándome a Rebecca. Estaba dispuesta de tocar su espada y ser su aprendiza así que por ello me acercaría a ella y tocaría su arma, luego de esto iría a ayudar al Moguri por lo que le hizo Zac. Obviamente no me olvidaba sobre la petición del Moguri sobre el mago y de que Zac buscaba también a alguien.

Spoiler: Mostrar
Esta bien, muchas gracias Zeix. X3
Imagen
Avatar de Usuario
Maka Cross
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 172
Registrado: Jue Ene 22, 2015 4:57 am
Dinero: 8,371.54
Ubicación: En mi casa..
Sexo: Femenino
Karma: 0

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Tsuna » Mar Abr 07, 2015 7:32 pm

Yo... A pesar de que nos conocimos hoy, me sentí demasiado inútil cuando no os pude defender a ti o al Moguri. No me importaba salir herida yo, si con eso os salvaba a ambos. Si es como dice Rebecca, de que me necesitan... Iré a ayudarlos si con eso puedo salvar a muchos de ser dañados o al menos protegerlos.

Esa fue su respuesta. Con ojos cerrados y decisión, deseando poder ayudar a los demás, Maka Cross agarró el mango de la Llave Espada por unos instantes, hasta que ésta se evaporara en el aire dejando tras de sí volutas de luz. La maestra Rebecca sonrió desde la distancia con timidez, y asintió con la cabeza segundos después.

No me lo puedo creer… —comentó, decepcionado y llevándose una mano a la frente

En ese momento Maka pudo sentir que algo nuevo nacía en su interior: en su corazón. La luz de la Llave Espada emanaba de su propio corazón, ahora invencible. La maestra volvió a materializar su Llave Espada en la misma mano con la que la había sostenido y se acercó a su nueva aprendiza.

A-ahora puedes invocarla… —rebuscó en uno de sus bolsillos y le tendió a Maka una pieza aparentemente de metal que podía moldear a su gusto— Es la armadura… L-la necesitarás.

Y en cuanto Maka tuviese ambas cosas en su poder, acudiría por supuesto a socorrer al Moguri, todavía tirado en el suelo y algo aturdido por el golpe.

¡Felicidades, kupó! ¡Ahora eres una aprendiza! —se levantó con sus alitas hasta la altura de la chica y giró sobre sí mismo, emocionado— ¡He sido testigo del nacimiento de un nuevo aprendiz, kupó!

No obstante, todo se torció en el último momento. Antes de siquiera dar un paso pudieron ver cómo Zac se alejaba dándoles la espalda y claramente disgustado. Se ajustó las gafas y los observó con malicia; con odio.

No pensaba que esto fuese a ser necesario, pero si los Sincorazón no han dado resultado, tendremos que pasar al plan B.

Spoiler: Mostrar


De inmediato la imagen de Zac se difuminó lentamente en el aire, como si se tratara de un reflejo en el agua sacudido por las ondas y dejando tras de sí a un hombre tan oscuro como siniestro:

Spoiler: Mostrar
Imagen


No soy ningún Zac, niña. Me llamo Zande. Y acabaré con todos estos sucios Portadores aquí y ahora.

El cabello blanco del hombre resaltaba gracias a la luz del sol que comenzaba a desaparecer en el horizonte, resaltando todavía más su oscura piel. Rebecca exclamó un gemido de terror y retrocedió unos pasos, incapaz de creerse lo que estaba sucediendo: había sido descubierta, y todo, gracias a su nueva aprendiza.

Z-zande…

Gracias a ti, niña, he podido encontrar a esta maestra. Y ahora que eres su aprendiza…

¡Detente kupó! ¡No son malas personas, kupó! ¡Tú eres quién me ha…! —pero no pudo decir más

El cuerpo del Moguri cayó al suelo tras un sonoro golpe, inconsciente. Y tras de si ambas pudieron ver a sus verdaderos enemigos:

Spoiler: Mostrar
Imagen
x1

Spoiler: Mostrar
Imagen
x2


Había sido la criatura delgada de largas extremidades la que había golpeado al Moguri desde atrás, en el aire. Esta serpenteó en zigzag hasta colocarse a sus espaldas. Y los otros dos más pequeños se situaron a su lado, bloqueando la salida hacia el segundo distrito. Zande, por su parte, les impedía llegar al distrito primero. Rebecca le dirigió una mirada cargada de determinación a Maka, y preparada para el combate le susurró:

Encuentra a… a Simon…

¡Ambas debéis morir!

¡Estaban en un serio apuro! ¿De verdad había sido buena idea coger la Llave Espada? Fuera como fuese, Zande parecía un tipo realmente poderoso.

Spoiler: Mostrar
Es posible escapar. Piensa muy bien a quién atacar o a dónde intentar ir. Aunque siempre puedes quedarte a luchar junto a Rebecca. En esta ocasión puedes utilizar la Llave Espada en lugar del zapato xD A ver si hay suerte ^^
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Maka Cross » Mié Abr 08, 2015 12:50 am

Cuando tome el mango de la Llave Espada, me sorprendió que esta desapareciera. En mis ojos se vio una leve expresión de sorpresa mientras miraba la palma de mi mano hasta que escuche la voz de Zac. Por parte de él me sentí mal por lo que dijo, pero no podía evitar dejarme dominar o guiar por lo que a mi me parecía que estaba bien. Apreté mi mano derecha, que fue donde había sostenido anteriormente el arma. Al ver que Rebecca había vuelto a materializar su Llave Espada, me quede observándole.

A-ahora puedes invocarla… — Mientras la escuchaba, tome el metal que me ofrecía. — Es la armadura… L-la necesitarás.

¿Podré invocarla? No sabía si tan solo tenía que alzar la mano un poco y llamarla o si requería de algo especial. Luego me quede observando la especie de metal que me había dado Rebecca. Me parecía interesante tener una armadura, en su momento le prestaría más atención. Después de haber terminado de hacer todo eso, por fin había ido a ayudar al pobre Moguri.

¡Felicidades, kupó! ¡Ahora eres una aprendiza! — Fui sorprendida al ser felicitada por él. — ¡He sido testigo del nacimiento de un nuevo aprendiz, kupó!

Mis mejillas adquirieron un leve color rojo un tanto avergonzada por la felicidad del Moguri, también era porque era la primera vez que alguien me felicitaba por algo. No pude evitar mostrar una natural sonrisa suave. Al darme cuenta de que Zac se alejaba volví a sentirme nuevamente mal pensando en si dedicarle alguna palabra más de agradecimiento o algo, porque no me gustaba que los demás se sintieran mal o algo pero me olvide de eso enseguida cuando vi como nos observaba.

No pensaba que esto fuese a ser necesario, pero si los Sincorazón no han dado resultado, tendremos que pasar al plan B.

Los ojos se me ampliaron de sorpresa. ¿Había escuchado bien lo que había dicho?. De repente mi cabeza comenzó a dar vueltas, preguntándome varias cosas a la vez tratando de acallarlas o no pensarlas tanto. Vi como Zac comenzaba a difuminarse, con mi ante brazo frote mis ojos pensando que solo era que estaba viendo mal. Al parar de hacer lo anterior pude ver como Zac había cambiado de aspecto. No podía evitar más mi sorpresa en mi rostro.

No soy ningún Zac, niña. Me llamo Zande. Y acabaré con todos estos sucios Portadores aquí y ahora.

Sentí una leve punzada de dolor en mi corazón. Mi mirada fue cubierta por mi fleco porque baje la mirada por escuchar sus palabras. Al Zac que había conocido en la biblioteca no existía, nada más era un enemigo y lo peor de todo para mi es que era un hombre. A pesar de que solo lo había conocido hoy, había depositado algo de mi confianza inconscientemente en él. Era muy difícil de que yo depositara confianza en gente que no conocía, sobre todo a un hombre por la experiencia que tuve con mi padre. Apreté con fuerza mis manos hasta formarlas en puño, sin levantar aun mi mirada.

Z-zande…

Gracias a ti, niña, he podido encontrar a esta maestra. Y ahora que eres su aprendiza…

¡Detente kupó! ¡No son malas personas, kupó! ¡Tú eres quién me ha…!

Pensé que realmente era mi culpa por haber descubierto a Rebecca por como dijo Zande, en eso le di la razón mentalmente pero por otro lado yo no sabía nada de esto. Me sentí algo ingenua por aceptar su ayuda. Cuando levante un poco mi mirada, me sobre salte al ver como el Moguri fue golpeado por un ser extraño que nunca antes había visto. Mi ceño se frunció demasiado, pero trate de controlar mi ira no con mucho éxito ya que a veces o muchas veces me dejaba llevar por mis emociones.

Encuentra a… a Simon…

¡Ambas debéis morir!

Iba a atacarle de frente a Zande por la ira que estaba acumulando, pero no hice nada al escuchar lo que dijo Rebecca que ahora es actualmente mi maestra. Enseguida deseche la idea de atacar porque sería un blanco fácil. Podría quedarme y tratar de acabar con los seres extraños que estaban bloqueando la salida hacia el segundo distrito y correr hacía el primero pensando que quizás allí estaría Simon, porque recordé que por ahí me había encontrado con él. Mi mirada se había dirigido hacia Zande, pues el bloqueaba directamente el primer distrito pero sabía que él seria más fuerte y yo apenas acababa de convertirme en aprendiz. Ahora comenzaba mis indecisiones, recordé el sucedido que se cometió anteriormente y temí en volver a fallar en ello.

Trataré de hacer lo que pueda..— Suspire profundamente con algo de temor.

No quería volver a fallar, tampoco me parecía bien dejar a un Moguri inconsciente y a mi maestra solos contra todos ellos. Cerré los ojos lentamente. Estire mi mano derecha pedí hasta rogué el poder de la Llave Espada para poder protegerles. Tenía miedo de que no fuera a aparecer, pero al final cuando apareció en mi mano abrí los ojos y la empuñe con fuerza. Por unos instantes mire algo emocionada esto. Asentí con mi cabeza decidida. Había tomado una decisión, y era el tratar de acabar con los seres blancos, empezando por el que ataco al Moguri. Es para que fuese un problema menos, y si es que puedo acabar con ellos luego iría a buscar a Simon porque no confiaba mucho en mi actual poder de ser de mucha ayuda. Mi idea seria cambiada si las cosas se pusieran feas, y si veía que empeoraba estaba dispuesta a quedarme a ayudar a Rebecca.

Spoiler: Mostrar
X'D Al menos ahora quizás si que consiga hacer algo de daño más que un zapato. Por cierto, debo de alagar de que son agradables las canciones que eliges en cada momento ideal. X3 (yo no sabría XD)
Imagen
Avatar de Usuario
Maka Cross
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 172
Registrado: Jue Ene 22, 2015 4:57 am
Dinero: 8,371.54
Ubicación: En mi casa..
Sexo: Femenino
Karma: 0

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Tsuna » Dom Abr 12, 2015 3:26 am

Trataré de hacer lo que pueda..

Rebecca la miró de reojo, con el ceño fruncido e intentando no apartar la vista de los enemigos que analizaban sus movimientos. De momento ninguno estaba dispuesto a atacar.

Tu… Tu corazón es poderoso… No tengas miedo…

Y con las palabras de la maestra Rebecca en su mente, la aprendiza extendió la mano y rogó que la Llave Espada acudiese en su presencia. Un destello cegó a los presentes para dejar tras de sí una reluciente y brillante espada:

Spoiler: Mostrar
Imagen


La famosa Llave Espada emitía un aura mágica y llena de misterio. Maka pudo notar que siempre que lo deseara el arma acudiría a su ayuda, formaba de alguna forma, parte de ella. Zande por su parte gruñó y observó con auténtico odio la escena. Irritado, invocó una larga vara en una de sus manos y se adelantó un paso, a la vez que las criaturas blancas empezaron a caminar lentamente hacia ambas.

¿¡Habéis terminado ya!?

No obstante, Maka supo aprovechar la ocasión con rapidez y se giró, atacando de improviso a la criatura delgada y blanca que estaba frente a la fuente de los perros enamorados, a sus espaldas. El golpe, de alguna forma, consiguió hacer retroceder al monstruo con una fuerza inusual en un aprendiz de ese nivel. Este reaccionó al golpe encogiéndose en sí mismo hasta el punto de volverse una especie de bola, que se mantuvo en el aire unos segundos mientras se desenrollaba ella misma. La maestra no perdió tampoco el tiempo y apuntó con su espada, lanzando un hechizo de agua que consiguió evaporar al monstruo en el acto. Entonces encaró a Zande.

Corre… Ahora.

Zande se lanzó hacia ella y Rebecca se interpuso, bloqueando con su Llave Espada la vara del hombre. Parecía que de momento conseguía mantenerlo a raya, pero pasar a su lado e ir directamente al primer distrito era muy arriesgado, por no decir imposible porque la agarraría de la ropa en un instante y sería su fin. El camino que le quedaba era, pues, el del segundo distrito, bloqueado por los dos pequeños que se habían fijado en la nueva aprendiza.

No vais a salir de aquí…

Fuera como fuese, Maka consiguió saltar al dúo por encima de una zancada y subir por las escaleras hasta la puerta, que abrió sin problemas. El cielo ya empezaba a oscurecerse, y Simon no parecía estar por allí… Y si pensó que había conseguido escapar, estaba muy equivocada. Como por arte de magia, las criaturas blancas se materializaron a su lado y continuaron su persecución, estirando las patas hacia ella de manera extravagante.

Spoiler: Mostrar
Gracias, es la primera vez que me lo dicen xD Respecto a tus acciones, ten cuidado, porque dices de ir a buscar a Simon pero no especificas qué camino, así que he supuesto que vas al segundo distrito porque piensas que pasar por encima de Zande es imposible. Intenta dejar siempre todas tus acciones bien claras =)
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Maka Cross » Dom Abr 12, 2015 8:50 pm

Ya había decidido que es lo que iba a hacer, por ello mi mirada estaba fija sobre aquellos seres de blanco. Quizás era la mejor opción el pasar por el segundo distrito, porque la idea de pasar por donde Zande era complicado por el simple echo de que él era más fuerte para una principiante como yo. Mi mente comenzó a divagar en un par de cosas, tenía algo de miedo pero deje de pensar en esto hasta que escuche a mi maestra decir algo.

Tu… Tu corazón es poderoso… No tengas miedo…

Cuando por fin llame mi Llave Espada, en ese instante pude notar como Zande había invocado una larga vara mientras daba un paso. Pude ver como las criaturas blancas comenzaron a moverse también cuando Zande avanzo un paso, como si lo estuvieran esperando anteriormente. Mi ceño seguía fruncido mientras observaba a nuestros enemigos.

¿¡Habéis terminado ya!?

Al notar que los seres de blancos se acercaban a nosotras, me giré y encaré rápidamente al ser blanco delgado que había atacado anteriormente al Moguri. Me sentí sorprendida al ver como retrocedió después del golpe que le dí, después de todo apenas acababa de convertirme en una aprendiza. Observe como Rebecca lanzó un hechizo a ese ser, haciendo que desapareciera. Esto me sorprendió al ver la diferencia de fuerza.

Corre… Ahora.

Con solo escuchar lo que dijo, asentí decidida con la cabeza. Cuando iba a comenzar a correr hacia el segundo distrito, vi como Zande se lanzó hacia mi pero Rebecca se interpuso bloqueándole con su Llave Espada. Vi la puerta que daba al primer distrito, pero sabía que seria arriesgado ir por ahí. El camino que había escogido era entonces hacia el segundo distrito y después de ahí iría al primero suponiendo que quizás estaría ahí Simon.

No vais a salir de aquí…

No sabía con certeza si seguía en el primer distrito pero era donde me encontré con él. Apreté con algo de fuerza el mango de mi Llave Espada y comencé a correr hacia donde estaban el dúo de enemigos y de una zancada los salte, temía que me cogieran del pie o algo como me hizo el sincorazón de antes pero al final los pude pasar. Seguí corriendo y subí de la misma forma las escaleras llegando a la puerta y abrí un poco acelerada, por suerte no tuve ningún problema en abrirlo. Mire el cielo el cual comenzaba a oscurecer y seguía mi ceño fruncido mientras miraba a cada lado del segundo distrito.

Ahora debo ir al primer distrito..— Susurre para mi misma.

No tenía tiempo para estar buscando en cada lado de esté distrito, así que iría al callejón donde me encontré con Simon. Esperaba que él estuviera ahí aun y que no se hubiera ido, si no estaríamos en graves problemas. Pensé que si al final no lo encontraba, debería de tratar de ir a ayudar a Rebecca diciéndole que no lo encontré o eso es lo que pensaba hacer si no daba con él donde me lo encontré. Al fin de tomar una decisión, fui sorprendida por dos criaturas blancas. Di un paso hacia atrás.

Maldita sea.

Quizás debería de quedarme aquí y atacarles, pero eso a lo mejor me tomaría mucho tiempo y no sabría cuanto aguantaría Rebecca contra Zande. Opte por la idea de dejarlos algo débiles o al menos tratar de hacer de que retrocedan y aprovechar eso. Me puse en posición de batalla mientras miraba a mis enemigos para enfrentarme a ellos y conseguir alguna oportunidad de escape hacia el primer distrito. Esperaba poder conseguirlo, pero sabía que no iba a ser fácil.

Spoiler: Mostrar
De nada, sinceramente pensé que ya te lo habían dicho. D: Y si, gracias por el aviso, me fije que no me aclare por esa parte, pero si, es tal y como dices de la decisión que tome. Para la próxima o ahora me aclarare mejor. ^^
Imagen
Avatar de Usuario
Maka Cross
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 172
Registrado: Jue Ene 22, 2015 4:57 am
Dinero: 8,371.54
Ubicación: En mi casa..
Sexo: Femenino
Karma: 0

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Tsuna » Sab Abr 18, 2015 2:40 am

Maka actuó con rapidez, intentando no perder el tiempo para poder avisar a Rebecca cuanto antes. Con Llave en mano, se lanzó a por ambas criaturas blancas. Una de ellas para sorpresa de la muchacha se transformó en una especie de escudo, y su arma inevitablemente pareció rebotar sobre su superficie. Aunque le hubiera hecho daño, no había conseguido que retrocediera. El enemigo restante se transformó rápidamente en una espada blanca y gris, lanzándose hacia la chica sin compasión.

La nueva aprendiza consiguió librarse por poco, pues el filo del monstruo le había pasado rozando el costado de la camisa. Podía sin duda sentirse afortunada. El escudo en cambio no parecía que fuese a moverse, así que avanzó rápidamente y sin perder más tiempo por las callejuelas del distrito en busca de Simon. La plaza de la ciudad seguía como antes, puede que incluso más llena de gente que paseaba libremente de un lado a otro, ahora que la amenaza de los Sincorazón ya no existía.

Y de entre toda esa gente, Maka chocó accidentalmente con alguien...

Spoiler: Mostrar
Imagen


Oh, me temo que te debo una disculpa, pequeña.

Un hombre con pintas rarísimas había sido el culpable de que ella cayese al suelo de culo. Vestía unas prendas doradas que hacían juego con su piel de porcelana, manteniendo una mirada inquisidora sobre su persona. Éste se agachó con cuidado y le tendió el brazo izquierdo, a la espera de que Maka aceptase su ayuda para levantarse.

Y dime, ¿qué se supone que hace una Portadora como tú en mi Ciudad? ¿No estás al tanto de lo que ha sucedido aquí? Los Portadores no son… bueno, digamos que no se ven con buenos ojos.

La gente se había comenzado a fijar en la conversación que mantenía Maka con el misterioso personaje hasta el punto de rodearlos a ambos o cuchichear sobre la escena. Y de entre la multitud, a espaldas de la aprendiza, las dos criaturas blancas que la habían estado persiguiendo aparecieron de nuevo, estirando sus patas de forma exagerada y desproporcionada.

>Yo, el actual gobernante de Ciudad de Paso, merezco al menos una explicación. ¿No te parece?

El famoso Mateus Palamecia había hecho acto de presencia, y Maka no podía seguir avanzando, no al menos con él delante y las criaturas blancas detrás. Siempre podía intentar correr hacia el primer distrito, pero nada aseguraba que alguna persona la retuviese, o el propio Mateus, que no parecía estar por la labor de luchar. ¿Y si probaba a seguirle el juego al líder de los Villanos Finales? Cualquier cosa era posible, su prioridad seguía siendo encontrar a Simon.

Spoiler: Mostrar
Siento mucho la tardanza de esta semana, pero he tenido mucho lío. A ver si conseguimos avanzar, que ya queda poquito ^^
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Maka Cross » Sab Abr 18, 2015 7:32 am

Al tener al fin una decisión en mente, volví a apretar ligeramente el mango de mi Llave Espada y me abalance sobre las criaturas de blanco. Cuando iba a asestarle un golpe a uno de ellos, este para mi sorpresa se había transformado en una especie de escudo lo cual hizo que mi arma rebotara contra esto. En mi rostro se pudo notar la ligera molestia al ver que no había conseguido el hacerle retroceder. Recordé al otro enemigo y cuando me fije en este, se había transformado en una espada. Me aparte como pude, viendo lo cerca que había estado el filo de la espada.

Por los pelos.— Dije con el ceño fruncido.

No sabía como había esquivado lo anterior, pero lo hice y eso me hacia sorprenderme de mi misma. Observe como al enemigo que había atacado, así que aproveche esa ocasión para salir corriendo rápidamente ya que no tenía tiempo para estar enfrentándome directamente a ellos. Por suerte llegué por las callejuelas las cuales estaban más llenas que antes, aunque no tenía tiempo para estar observando el lugar. Así que acelerada con la respiración algo agitada comencé de nuevo a reanudar mi camino. Hasta que lo ultimo que vi fue el pecho de alguien.

Oh, me temo que te debo una disculpa, pequeña.

Me queje por lo bajo, escuchando la voz de un hombre. La apariencia del hombre era demasiado extraño, aunque eso me hizo compararlo con las demás cosas extrañas que he visto. Vi que se agacho y tendió su brazo izquierdo. Recordé inconscientemente a Zande cuando lo había conocido. Lo mire con algo de desconfianza pero no iba a ser una mal educada, así que acepte su ayuda para levantarme agradeciéndole con una ligera inclinación de mi cabeza.

Y dime, ¿qué se supone que hace una Portadora como tú en mi Ciudad? ¿No estás al tanto de lo que ha sucedido aquí? Los Portadores no son… bueno, digamos que no se ven con buenos ojos.

De repente mi mente se había quedado en blanco para dar a paso la indecisión en mi mente. No confiaba en ese tipo para estar contándole lo que estaba pasando, pero tampoco era una mentirosa para estar mintiendo sobre mi situación. ¿Qué es lo que debería de decirle?. Lo primero que me vino a la mente, era que estaba perdiendo el tiempo mientras esté hombre me preguntaba sobre eso. Debería de quitármelo de encima lo más antes posible, para reanudar mi búsqueda. Me sentía algo incómoda también por la gente que nos estaba rodeando, aunque me pareció más extraño que no dijeran nada sobre los seres de blancos.

Yo...— Susurre desviando la mirada, sin saber que decir.

>Yo, el actual gobernante de Ciudad de Paso, merezco al menos una explicación. ¿No te parece?

Al oír lo ultimo que dijo, mi mirada denotando sorpresa se había dirigió hacia él pero trate de calmarme tratando de mostrar total calma. Había tomado una decisión, aunque no del todo segura ya que si no salía de esta Rebecca estaría en un apuro y me culparía siempre de ello. Hice desaparecer la Llave Espada, pero mire a mi alrededor pues no baje la guardia sabiendo que los dos enemigos de blancos podrían atacarme o algo.

Lo siento.— Me disculpe un poco angustiada. —Hace mucho me mude aquí, a este mundo pero.— Mire de reojo alrededor de mi por si acaso y continúe. —Apenas hoy me convertí en una Portadora.— Hice una pequeña pausa.

No me gustaba llamar mucho la atención, pues me hacía poner nerviosa y más por las miradas que tenía en mi por la gente. En ningún momento había bajado la guardia, después de todo sabía que no iba a estar a salvo aun. Sabía que estaba perdiendo un valioso tiempo en esto. Apreté ligeramente mis manos, hasta formarlas en puño. Pedí mentalmente una disculpa a Rebecca por estar tardando tanto.

Nos han atacado tres sincorazón.

Recordé ese momento en el cual me sentí totalmente débil e inútil y luego traicionada. Dije la verdad porque odio las mentiras. Claramente no le conté todo lo que había pasado por la traición de Zande, pero si no tenía más remedio sabía que tenía que acabar contándole todo. Esperaría por si me decía algo y me quedaría entonces para contestarle si ese fuese el caso de que me retuviera por ello. Si no reanudaría mi camino haciéndome paso entre la multitud hacia el primer distrito en busca de Simon porque no tenía que perder más tiempo, sin olvidarme también de los dos seres de blancos.

Spoiler: Mostrar
No te preocupes, como te he dicho ya anteriormente tomate tu tiempo en responder cuando puedas. Espero que todo este bien y claro sigamos avanzando que me muero de ganas de saber que pasara a continuación. X3
Imagen
Avatar de Usuario
Maka Cross
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 172
Registrado: Jue Ene 22, 2015 4:57 am
Dinero: 8,371.54
Ubicación: En mi casa..
Sexo: Femenino
Karma: 0

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Tsuna » Dom Abr 19, 2015 3:16 pm

Spoiler: Mostrar

Mateus no hizo ningún gesto mientras Maka contaba su historia, es más, la dejó continuar todo lo que ella quisiese y asentía de vez en cuando con la cabeza, dándole a entender que estaba atento a sus palabras. Una vez la aprendiza terminase de hablar, Mateus se tomaría su tiempo en responder.

Entiendo, entonces tú también has perdido tu mundo… Y en lugar de ayudarnos, has decidido unirte a tus mayores enemigos, los mismos que posiblemente estuviesen detrás de su caída —Mateus se dio la vuelta, dándole la espalda por unos instantes para observar a las personas que allí se habían reunido. Mientras tanto Maka pudo sentir la presencia de aquellos blancos seres detrás, cada vez más cerca—. Estoy al tanto de lo que ha sucedido con Zande, no tienes por qué ocultarlo —y observó a Maka de reojo, invitándola a seguir adelante con su brazo derecho—. Tenías prisa, ¿verdad? No sería justo que me interpusiese en el camino de una Portadora tan joven e inexperta, así que te concedo el paso.

Y por muy sorprendente que fuera, permitió a Maka continuar su carrera hasta el primer distrito. No le quedaba mucho tramo y nadie a primera vista se interpondría en su camino, pues si el propio Mateus no lo había hecho, ellos no serían quienes le llevasen la contraria, expectantes de lo que estaba sucediendo.

Yo no interrumpiré tus asuntos, pero ellos sí lo harán.

Y como salido de la nada, uno de aquellos seres delgados y blancos —exactamente igual al que Maka había vencido con ayuda de Rebecca— saltó en su dirección desde atrás y le inmovilizó de improviso ambos brazos, llevándolos a su espalda. Antes de darse cuenta la criatura se separaría de ella y se encontraría con que ambas muñecas estaban atadas por un artilugio oscuro muy similar a unas esposas. La diferencia es que estas no tenían cerradura de ninguna clase, sino el símbolo de una hoja ilustrada sobre su superficie; había sido apresada.

Mateus se acercó lentamente hacia ella, observando las manos de la muchacha, ahora inmovilizadas.

La Llave Espada puede abrir cualquier cerradura, pero no funcionará con esto. Para liberarte necesitarás un objeto especial, como este que traigo aquí.

Y como si ya hubiese planeado la situación, el hombre sacó de sus ropas una pequeña hoja de cristal y que parecía emitir cierto brillo mágico, por su tamaño cabía sin problemas en la mano de Mateus. Se la mostró a Maka para que la viese bien.

Spoiler: Mostrar
Imagen


>Ya no representas ningún peligro para la ciudad. ¿Entiendes lo que significa?

La gente empezó a abuchearla, llegando incluso a tirarle una lata de refrescos en la cara. Bien podía rendirse de forma definitiva o buscar a Simon, lanzándose contra las personas entre empujones y embestidas para abrirse paso, cosa que no la llevaría muy lejos en ese estado. Los monstruos blancos por su parte habían desaparecido. Mirase a donde mirase, aquellas criaturas no habían dejado rastro alguno. Y Mateus sonreía, por supuesto, había capturado a una aprendiza de la Orden sin siquiera esforzarse.

Y entonces, como su salvación, apareció la bibliotecaria que le había ayudado a ella y al falso Zac durante la tarde. Había cerrado ya y marchaba a su casa, pero de camino se encontró con el arresto de la chica a la que había ayudado. La mujer se interpuso entre ella Mateus, con miedo en su mirada.

—Por favor, déjala marchar. Es solo una niña.

Estaba intentando salvarla. Lo mismo había intentado el Moguri en el tercer distrito, y muy bien no había terminado. ¿De verdad merecía la pena seguir adelante, sacrificando gente? Las personas miraron mal a Maka, a la espera de su reacción. Mateus tampoco comentó nada, sino que se mantuvo expectante. Los cuchicheos sobre los seres blancos tampoco pasarían desapercibidos, pero como parecían estar ayudando a Mateus, la gente lo dejó estar.
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Maka Cross » Dom Abr 19, 2015 9:00 pm

Entiendo, entonces tú también has perdido tu mundo… Y en lugar de ayudarnos, has decidido unirte a tus mayores enemigos, los mismos que posiblemente estuviesen detrás de su caída — Observe con el ceño fruncido, como se daba la vuelta después de lo que me dijo. —. Estoy al tanto de lo que ha sucedido con Zande, no tienes por qué ocultarlo — Mis ojos se abrieron de par a par sorprendida. —. Tenías prisa, ¿verdad? No sería justo que me interpusiese en el camino de una Portadora tan joven e inexperta, así que te concedo el paso.

Le mire extrañada y desconfiada cuando me concedió el paso. Después de lo que dijo, no me daba buena espina. Lógicamente no iba a rechazar eso, así que iba a seguir mi camino. Aun debía de encontrarle a aquel para poder ayudar a Rebecca que estaba en apuros, así que pensaba reanudar mi marcha hasta que lo siguiente que escuche hizo que me quedara en mi sitio.

Yo no interrumpiré tus asuntos, pero ellos sí lo harán.

Me tomo por sorpresa de que uno de esos seres extraños me saltara encima. Estaba inmovilizada, y aunque si pudiera forcejear no iba a resultar de ninguna ayuda porque cuando este se aparto seguían atadas mis manos por otra cosa. Sabía que ya no iba a servir de nada el forcejear para librarme de esas esposas y estaba totalmente desprotegida si no podía usar la Llave Espada. De nuevo ese sentimiento de debilidad me invadía. Dirigí mi mirada con el ceño levemente fruncido hacia Mateus, el cual se acercaba a mi lentamente.

La Llave Espada puede abrir cualquier cerradura, pero no funcionará con esto. Para liberarte necesitarás un objeto especial, como este que traigo aquí.

Observe la hoja de cristal, sabiendo que no me la iba a dar por las buenas. Sabía que ese tipo no era de fiar, después de todo me ve como una enemiga aunque yo misma nunca le haya echo nada. ¿Todo esto me estaba pasando a mi?. Era totalmente desconcertante todo lo que me estaba pasando en tan solo un día, cuando mi vida antes era rutinaria y pasaba desapercibida para los demás como si no existiese. Ahora sucedía un problemas tras otro.

>Ya no representas ningún peligro para la ciudad. ¿Entiendes lo que significa?

¿Un peligro para la ciudad? Nunca dañaría a nadie. Baje un poco mi mirada, dejando que mi fleco tapara mis ojos. Escuchar como la gente me abucheaba no ayudaba mucho y menos que me lanzaran una lata de refresco la cual no esquive, dejando que me impactara en el rostro. Dolió pero no me queje. ¿Acaso estaba mal ser una portadora? Rebecca siendo una me había salvado la vida, no solo la mía también la del Moguri y la del traidor de Zande.

—Por favor, déjala marchar. Es solo una niña.

Eleve la cabeza sorprendida al escuchar que alguien me defendía. La bibliotecaria me estaba tratando de ayudar, eso hizo que mi corazón se llenara. Cerré los ojos con una sonrisa leve. No pensé que alguien trataría de hacer eso por mi, pero no podía dejar que ella saliera perjudicada por ello, así que al abrir los ojos tenía una sonrisa leve y sincera mientras observaba a la bibliotecaria.

Gracias, pero será mejor que no sigas por favor.— Mi sonrisa seguía visible. —Es normal que hagan esto, después de todo lo que ha pasado.— Trate de comprender el punto de sus reacciones. —Pero una cosa esta clara.— Mi ceño se había fruncido más que antes, mirando a Mateus. —Yo no elegí este camino para abusar del poder que se me concedió, si no para ayudar a quienes necesiten de mi ayuda.— Hice una leve pausa. —Y ni tu ni nadie hará que cambie de opinión.

No sabía de donde había sacado ese coraje para soltar esas palabras ante el propio gobernador, pero eran sinceras. Iba a seguir mi camino de buscar a Simon, y no quería que la bibliotecaria saliera perjudicada. Estaba claro de que no me iba a echar atrás, podrían hacer lo que quiera conmigo pero nunca negaría ayudar a los demás. Así que sabía que tenía que hacerme paso entre la gente, pero no quería hacerles daño tampoco con embestidas. Trataba de buscar algún hueco por donde la gente no estuviera tan acumulada, de ese modo tendría una mínima posibilidad de escapar sin usar tanto la fuerza bruta. Aunque estuviera atada y sin poder usar el poder de la Llave Espada, no me iba a rendir.
Imagen
Avatar de Usuario
Maka Cross
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 172
Registrado: Jue Ene 22, 2015 4:57 am
Dinero: 8,371.54
Ubicación: En mi casa..
Sexo: Femenino
Karma: 0

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Tsuna » Mié Abr 22, 2015 11:42 pm

La mujer se viró cuando Maka comenzó a hablar, perpleja y asustada, deseando en su interior que la chica se detuviese para no empeorar las cosas. Mateus no se movió ni un ápice, sino que escuchó sin interrumpir.

Pero una cosa está clara. Yo no elegí este camino para abusar del poder que se me concedió, si no para ayudar a quienes necesiten de mi ayuda —paró, con el ceño fruncido y decidida—. Y ni tú ni nadie hará que cambie de opinión.

Y por primera vez, Mateus sonrió, desafiado por una simple aprendiza. El hombre, todavía con la hoja de cristal sobre la palma de su mano y a la vista de todo el mundo, le dirigió unas palabras a la chica, que ya se abría paso sin problemas entre el tumulto de gente.

Aunque esas sean tus intenciones, tienes dentro de ti la mismísima Llave Espada. El solo poseer ese arma llevará la paz de este mundo a su fin, al igual que sucedió con Vergel Radiante y muchos otros lugares. Y eso te hace una amenaza.

Mateus invocó entonces una larga vara en su mano libre, dispuesto a terminar con ella de una vez por todas. La discusión había llegado demasiado lejos, y no podía permitir que la Portadora saliese de aquel mundo bajo ningún concepto. Dio un paso adelante, preparado para hacer algo y acabar con ella de una vez, pero la señora se interpuso en su camino de nuevo.

—Por favor, no le haga daño, es una…

No pudo continuar. Antes de darse cuenta siquiera una enorme explosión de luz los cegó a todos, incluyendo a Maka. En un principio le pitarían fuertemente los oídos, seguido de un cierto mareo que terminó por hacer que cayera desmayada al suelo. Todo a partir de ahí se volvió negro.

****


Spoiler: Mostrar

...spierta.

La cabeza le dolería como si mil agujas se estuviesen clavando en ella.

Oye m… scuchando?

Todo era borroso a su alrededor, no tardaría en recuperar el sentido y volver a sí misma.

Simon te has pasado.

No digas eso, tenía que sacarla de allí como fuera.

Para finalmente darse cuenta de que se hallaba sobre una cama, en el interior de alguna especie de habitación. A su lado encontró una mesilla de madera en la que descansaba un gracioso candil que iluminaba la estancia. Pocos metros más allá conseguiría vislumbrar tanto a Rebecca como a Simon sentados sobre unas sillas, rodeando una mesa circular en la que había una maceta con flores y algunas galletas con un vaso de leche.

>¿Ves? Parece que esta pequeña ya se levanta.

Oh… um… Me alegra que estés… bien.

Rebecca se volvió a tapar parte del rostro con el cabello, tímida, como si esas trágicas cicatrices le causaran un gran pesar. Su acompañante, en cambio, le ofreció el vaso de leche y las galletas, por muy asombroso que fuera semejante gesto viniendo de él.

Aunque primero deberías presentarte, ¿sabes? En Tierra de Partida hay muchos querubines como tú, y no está mal aprender algunos modales antes de ir allí —se cruzó de brazos y esperó a que Maka se presentara, con una ceja alzada tras sus gafas— Bien, Maka Cross. Imagino que si Rebecca te ha dado la Llave Espada es porque vales, pero tampoco te confíes.

Fue en ese instante cuando la maestra se adelantó, intentando hablar con Maka y haciendo un esfuerzo sobrehumano en ello.

Maka, lo que han dicho Zande y… y Mateus, es mentira.

En efecto —la interrumpió Simon, sabiendo a dónde quería llevar la maestra la conversación—. Los únicos responsables de la caída de Vergel Radiante son ellos, esos Ángeles Caídos bajo el mando de Ryota. Tierra de Partida no tuvo nada que ver con el asunto de Correos, y los Villanos Finales son el único peligro aquí. Lo has hecho muy bien frente a ese hombre, pequeña.

Simon le sonrió, quizás orgulloso del valor que había hecho Maka, escena que no duró demasiado. Rebecca se levantó entonces hacia ella y se sentó en la cama, preocupada.

Estamos en un hotel… Si quieres recoger tus cosas ahora, puedes… p-puedes ir a tu casa… Nosotros te esperaremos aquí.

Si quieres que te acompañemos, tan solo dilo. ¡Oh! Y mira lo que tengo por aquí.

Simon rebuscó entre sus ropas y sacó una hoja de cristal, la misma que había tenido Mateus en sus manos. Y si se fijaba mejor… ¿No había sido liberada? Pues pese a las palabras de los Villanos Finales, parecía que Tierra de Partida no estaba formada por Caballeros deseosos de sangre y destrucción, sino de gente amable y normal.

Spoiler: Mostrar
Estamos llegando al final ^^
En esta parte sencillamente puedes preguntarle cualquier cosa a Rebecca o a Simon sobre algo que quiera saber Maka, aprovecha bien la oportunidad si así lo deseas. Puedes describir cómo vas a tu casa y recoges todas tus cosas, o bien puedes no hacerlo, todo dependerá de cómo se sienta tu personaje: si tiene miedo a salir, si quiere quedarse durante la noche en el hotel, o bien partir ya a Tierra de Partida.

Si vas a tu casa a recoger las cosas puedes describir con total libertad la escena hasta que vuelvas al hotel.
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Maka Cross » Jue Abr 23, 2015 8:53 am

Aunque le di la espalda a Mateus, sabía que seguía ahí detrás mía mientras me abría paso entre la multitud. Estaba algo sorprendida por la gente, en que no me detuvieran o algo mientras pasaba entre ellos ya que antes me abuchearon y me lanzaron una lata de refrescos la cual no había esquivado anteriormente. Tenía que encontrar aun a Simon, no sabía en el estado que estaría Rebecca en estos instantes y temía del que Zande le hubiera echo algo por todo lo que estaba tardando yo.

Aunque esas sean tus intenciones, tienes dentro de ti la mismísima Llave Espada. El solo poseer ese arma llevará la paz de este mundo a su fin, al igual que sucedió con Vergel Radiante y muchos otros lugares. Y eso te hace una amenaza.

Aun seguía viéndome como una amenaza por solo llevar la Llave Espada, aunque le hubiera dicho como emplearía este poder. Es cierto que algo le paso a mi antiguo hogar, pero prefería evitar pensar en mi mundo ya que es algo que había tratado de dejar atrás en el pasado. Pensé que si me había como una amenaza en este mundo, lo mejor seria irme de nuevo a otro lado aunque costaría pero era mejor eso si con ello conseguía de que la gente estuviera tranquila.

—Por favor, no le haga daño, es una…

Cuando escuche las palabras de la bibliotecaria me fui volteando y apenas cuando había girado un poco no pude ver nada más. Una explosión de luz me había cegado, y mis oídos pitaban por culpa de la explosión. Como tenía las manos atadas, era lógico que no podía llevarme estas a mis orejas o a los ojos. Luego de lo anterior que me había causado la explosión, comencé a sentirme mareada sin saber que estaba pasando. Todo se volvió de repente oscuro para mi, desvaneciéndome cuando sentí que me caía al suelo.

****


Oye m… scuchando?

Cuando estaba recuperando el sentido me dolía a horrores la cabeza, como si esta me fuera a explotar o algo. Fui abriendo los ojos y cuando los abrí al principio todo se veía borroso pero luego pude recuperar poco a poco mis sentidos. Estaba un poco desorientada, pues no sabía donde estaba y antes de prestar atención a las dos personas que estaban ahí le eche una ojeada al lugar en el que me encontraba. ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Es lo único que me preguntaba en esos instantes.

Simon te has pasado.

No digas eso, tenía que sacarla de allí como fuera.

Al final cuando dirigí mi mirada hacia las personas que habían estado hablando me levante un poco hasta quedar algo sentada en la cama. Pensé que lo que veía eran imaginaciones mías, pues en frente mía estaba Rebecca y Simon. Parpadee un par de veces y cerré los ojos por unos minutos para luego abrirlos y seguir viéndolos a ellos dos ahí. No eran imaginaciones mías, lo cual me dejaba un poco atontada sin entender bien lo que había pasado. Algo capto mi atención y fueron las galletas, y el vaso de leche que descansaban sobre una mesa circular.

>¿Ves? Parece que esta pequeña ya se levanta.

Oh… um… Me alegra que estés… bien.

Había agradecido con una leve inclinación de cabeza a Simon por el gesto de haberme ofrecido el baso de leche y las galletas. No quería ser mal educada en no aceptar la leche, a pesar de que no me gustaba sola haría un esfuerzo por bebérmelo. Mi atención se poso ahora en ellos dos por lo recién dicho, sobre todo en Rebecca. Estaba tardando en procesar lo sucedido y lo que estaba sucediendo ahora. Rebecca estaba luchando contra Zande ¿No?. Yo tenía que ir en busca de Simon sabiendo que no le iba a ser de ayuda en el combate a mi actual maestra. Unos seres extraños de blancos me persiguieron y por suerte conseguí seguir hasta la plaza, donde me había chocado con el gobernador. Mis ojos se abrieron de repente de forma amplia después de procesar todo eso.

Aunque primero deberías presentarte, ¿sabes? En Tierra de Partida hay muchos querubines como tú, y no está mal aprender algunos modales antes de ir allí — Me sentí algo avergonzada y me presente ante ellos. — Bien, Maka Cross. Imagino que si Rebecca te ha dado la Llave Espada es porque vales, pero tampoco te confíes.

Aun tenía muchas dudas presentes en mi cabeza, pero aun seguía un poco desorientada. Pensaba preguntarles algunas cosas a ambos sobre lo que había sucedido, pero no pude porque Rebecca se me había adelantado diciéndome.

Maka, lo que han dicho Zande y… y Mateus, es mentira.

En efecto — Mire ahora a Simon, poniéndole atención a lo que decía. —. Los únicos responsables de la caída de Vergel Radiante son ellos, esos Ángeles Caídos bajo el mando de Ryota. Tierra de Partida no tuvo nada que ver con el asunto de Correos, y los Villanos Finales son el único peligro aquí. Lo has hecho muy bien frente a ese hombre, pequeña.

Ante lo ultimo que dijo me elevo el animo. Era extraño para mi que un hombre tuviera un gesto amable refiriéndome a que me ofreció las galletas y el baso. Era evidente que trataba de evitar pensar lo que decían Zande y Mateus sobre lo que había pasado con mi hogar de nacimiento. ¿Debía de darles un voto de confianza a Rebecca y Simon ante lo que decían? A pesar de que yo era alguien que desconfiaba de la gente, sentía que podía depositar mi confianza en Rebecca después de todo me había salvado la vida. Lógicamente pensé que si alguien dice la verdad no te va a atacar o a tratar de matar como hicieron Zande o Mateus aunque sabía que había de todo tipo de personas.

Estamos en un hotel… Si quieres recoger tus cosas ahora, puedes… p-puedes ir a tu casa… Nosotros te esperaremos aquí.

Si quieres que te acompañemos, tan solo dilo. ¡Oh! Y mira lo que tengo por aquí.

Había estado tan metida en mis pensamientos y en escucharles a ellos por lo que decían, que cuando me enseño la hoja de cristal parecida a la que tenía Mateus. Parpadee un par de veces antes y luego mire mis manos enseguida, moviendo estas. ¿Desde cuando las habría tenido desatadas? Ni si quiera me había dado cuenta mientras comía las galletas o bebía la leche sola de que tenía las manos desatadas, de repente me sentí un poco tonta por ello. Tome algo de aire antes de hacerles unas preguntas.

Antes que nada. ¿Rebecca tu estás bien?— Sin hacer una pausa volví a preguntar más cosas. —¿Qué es lo que ha pasado? ¿Qué paso con Zande? ¿La gente estará bien? ¿Y el Moguri?

Evidentemente iba a preguntar por todo eso, ahora que tenía oportunidad quería aclarar mis dudas pues fui paciente esperando que ellos terminasen. Me preocupaba sobre todo del como estaría la bibliotecaria después de haberme defendido, no quería que saliera perjudicada de esto y seria algo que no me perdonaría nunca. ¿Debería de pedirles de que viniesen conmigo? Me sentiría algo débil si hiciera eso, tampoco querría molestarlos pero sobre todo temía de que me volviesen a pillar o pasara algo peor. Había bajado un poco la mirada haciendo que el fleco tapara mis ojos un poco. Como siempre era atacada mentalmente por mi propia indecisión. Aunque no me sentía con ganas de salir, hoy había pasado por muchas emociones.

Os debo una disculpa.— Suspire profundamente. —Rebecca, también lo siento por haber tardado en tener que buscarle a él.— Cerré los ojos. —Quizás seria mejor que no vaya hoy a recoger mis cosas, aunque aun estoy decidiendo que hacer es que no quiero causar más molestias o hacer que salga perjudicado alguien más.— Dije algo dudosa. —Lo siento si os ralentizó.— Me volví a disculpar.

Sabía que ya era muy tarde y seria buena idea salir a ir a buscar mis cosas porque seguramente la gente estaría durmiendo, pero quizás habría alguien armando guardia ahí fuera por los sucesos que habían ocurrido o podía toparme con otro ser extraño de esos que me atacaron y aun no tenía una fuerza considerable como para saber que estaría bien así que ya había tomado la decisión de preguntarles todo lo que no sé a ellos dos. Dependiendo de lo que me dijeran tomaría la decisión de ir a buscar mis cosas y pasar la noche aquí en el hotel. Iría a buscar mis cosas aun teniendo algo de miedo de que me pudiera reencontrar con algún enemigo, lo haría por el mero echo de no ser una carga.

Abrí los ojos y mire a ambos. —Tengo dos preguntas más que haceros.— Esperaría a que alguno de los dos responda si ese fuese el caso. —¿Por qué quieren matar a los portadores?. — Pensé otra pregunta más y me dirigí a Rebecca. —¿Por qué dijiste que mi corazón era fuerte? Yo nunca me he notado ser alguien fuerte o así.— Escucharía atenta lo que me dijera.

Spoiler: Mostrar
Ohh, arigato por avisarme estuve algo indecisa de que decisión tomar al final, así que casi prefiero esperar a lo que respondas tu para tomar una decisión definitiva y así dar paso a describir todo sobre que voy a mi casa y lo demás donde tomo mis cosas. Pido disculpas por eso, es por esperar a ver que digan Rebecca y Simon ante lo recién dicho por mi pj. En serio disculpas, si esta mal entonces me avisas si debo de editarlo y añadirle donde describo lo de la casa. >-<
Imagen
Avatar de Usuario
Maka Cross
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 172
Registrado: Jue Ene 22, 2015 4:57 am
Dinero: 8,371.54
Ubicación: En mi casa..
Sexo: Femenino
Karma: 0

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Tsuna » Mar Abr 28, 2015 9:06 pm

Spoiler: Mostrar

Antes que nada. ¿Rebecca tu estás bien?

La maestra desvió la mirada hacia una esquina de la habitación, sorprendida por la inesperada pregunta de Maka. Se llevó un dedo a la frente, nerviosa, y contestó como pudo:

Um… Sí, no fue nada…

¿Qué es lo que ha pasado? ¿Qué paso con Zande? ¿La gente estará bien? ¿Y el Moguri?

Ey, ey, calma pequeña, de una en una. Tenemos toda la noche, además.

Eso último era muy cierto. Si Maka observaba un gracioso reloj de cuco que colgaba sobre la puerta de la habitación, distinguiría que ya eran… ¡Las dos de la madrugada!

Zande… Al final fue él q-quién se retiró… Sobre el M-moguri...

Pero Rebecca no pudo llegar a decir más. De inmediato y por sorpresa, las puertas se abrieron de par en par, dejando entrar a alguien… El mismo Moguri por el que preguntaba la aprendiza. Éste cerró la puerta con sigilo y cuidado, para acercarse volando con sus alitas a donde Maka.

¡Estás bien, qué alegría kupó! ¿¡Sabes qué!? ¡He decidido unirme a vosotros, a Tierra de Partida! —y giró él solo en el aire— Soy Moglaris, kupó. Y aunque no sé hacer magia… Sí sé hacer muy buenos platos, kupó.

Estaba inconsciente cuando llegué al tercer distrito cargando contigo, pequeña.

D-decidimos traerlo con nosotros...

A continuación un silencio sepulcral se apoderó de la estancia por unos instantes, hasta que finalmente Maka rompería el hielo disculpándose por todo, pues gracias a ella los Villanos Finales habían encontrado a Rebecca, así como el tema de la bibliotecaria, que a saber qué habría sido de esta. Simon suspiró, negando con la cabeza y la mano derecha, como restándole importancia al asunto. Rebecca por su parte sonrió, tímida.

Eso no es nada, estamos acostumbrados a cosas peores, créeme. Y Mateus ya nos había puesto el ojo encima. Si necesitas ir a buscar tus cosas, querubina, yo mismo te acompañaré.

Finalmente, parecía que Maka podría ir a recoger sus cosas a su casa sin problemas con la ayuda de Simon, quién se levantó de la silla para dirigirse hasta la puerta, ajustándose la gorra y ocultando todavía más el rostro. No obstante, la aprendiza quería más respuestas.

Tengo dos preguntas más que haceros.

Dispara.

¿Por qué quieren matar a los portadores? ¿Por qué dijiste que mi corazón era fuerte? Yo nunca me he notado ser fuerte o así.

Pese a que Maka se había dirigido expresamente a su maestra, Simon intervino primero. Parecía tener las cosas más claras, dentro de sus posibilidades.

Nos persiguen porque, según ellos, con la Llave Espada hacemos lo que nos viene en gana. Mateus ya ha hecho aparición en algunos mundos y ha intentado revivir a un antiguo Dios Caído. No fue hace mucho cuando lo sometieron a juicio en la Federación Galáctica —y se cruzó de brazos, cabizbajo—. Pero ese hombre tiene muchos recursos, y se las ingenió para salir inocente. Está claro que tiene algo contra La Orden.

Al final Simon calló, no tenía nada más que decir respecto a ese tema y esperaría en la puerta hasta que Maka se preparase como quisiera. La mirada de Rebecca se serenó, algo muy raro en ella. La maestra asintió con la cabeza y comenzó a explicarle a Maka todo lo relacionado con el corazón.

Maka… Que tengas un corazón fuerte no… no quiere decir que debas ser fuerte físicamente. T-todos tenemos un corazón, y los más poderosos son aptos de portar la Llave Espada. El arma que reacciona ante nuestro… corazón —Rebecca bajó la cabeza e invocó su propia Llave Espada, sosteniendo el arma con ambas manos—. Siempre acude a nuestra llamada. Los Sincorazón, en cambio… Son seres que surgen a raíz de su oscuridad. Sólo buscan más c-corazones, y los nuestros les atraen todavía más… —miró directamente a Maka, con el arma entre sus manos— Decidiste arriesgar tu vida para salvar a tus amigos… No todos lo harían.

Ahora los Sincorazón te perseguirán a ti también, ten cuidado, kupó.

No había mucho más que decir. Simon esperó a Maka ante la puerta y, una vez ambos saliesen en mitad de la noche a las calles, por muy sorprendente que pudiese parecer, no encontraron a nadie peligroso, ni en la ida ni en la vuelta.

Spoiler: Mostrar
No te preocupes, en realidad no me esperaba esa reacción, pero es totalmente válida =)
Por cierto, te he puesto los enlaces a las Tramas donde suceden ambos eventos que menciona Simon, por si te interesa leerlos, no tienen desperdicio ^^
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Maka Cross » Mié Abr 29, 2015 11:55 pm

Cuando le hice la pregunta del como estaba Rebecca, pude observar como se había puesto por ello. Era de lógica que iba a preocuparme por ella, después de todo siempre me preocupaba por los demás antes que de mi misma.

Um… Sí, no fue nada…

Luego de que terminara de hacerle esa pregunta a ella, me dispuse a preguntarle a ambos varias cosas que tenía en duda en esos instantes y que era lógico de que me tenían preocupada.

Ey, ey, calma pequeña, de una en una. Tenemos toda la noche, además.

Rasque mi mejilla nerviosa, pues era cierto de que había preguntado demasiado rápido y todo a la vez. Al menos teníamos toda la noche como dijo Simon, ya que a esa hora seguramente si todo esto no hubiera pasado y siguiera en mi vida rutinaria ya estaría jugando a alguno de mis juegos sin importarme la hora.

Zande… Al final fue él q-quién se retiró… Sobre el M-moguri...

Mis ojos se habían abierto de par en par. ¿Él se había retirado? Relaje la expresión de mi cara. Pensaba que los malos no se rendían hasta matar su objetivo, o eso es lo que había visto en los videojuegos a los que había jugado hace tiempo. Cuando nombró al Moguri, le puse suma atención, porque había recordado que cuando me fui él aun estaba inconsciente en el suelo por el golpe que le había dado el ser extraño de blanco.

¡Estás bien, qué alegría kupó! ¿¡Sabes qué!? ¡He decidido unirme a vosotros, a Tierra de Partida! — Vi como giraba sobre si mismo. — Soy Moglaris, kupó. Y aunque no sé hacer magia… Sí sé hacer muy buenos platos, kupó.

Casi salte de la cama del susto cuando de repente las puertas se abrieron. Pude divisar al Moguri, lo cual hizo que mis ojos se abrieran de nuevo de par a par. El Moguri había cerrado la puerta sigilosamente y luego se acerco a mi. ¿Se había preocupado por mi? Lo había escuchado atentamente y enseguida pase a estar sorprendida a estar feliz por lo que decía. Después de todo parecía que Moglaris era de confianza, en todo momento me había defendido y hasta hubo un momento en el que me felicito cuando me convertí en una portadora.

Estaba inconsciente cuando llegué al tercer distrito cargando contigo, pequeña.

D-decidimos traerlo con nosotros...

Bueno al menos seguía bien en ese entonces, inconsciente pero bien. Me hubiera sentido mal si le hubiera pasado algo, cuando me fui en busca de la ayuda de Simon y los había dejado tanto a Rebecca como a Moglaris solos.

Eso no es nada, estamos acostumbrados a cosas peores, créeme. Y Mateus ya nos había puesto el ojo encima. Si necesitas ir a buscar tus cosas, querubina, yo mismo te acompañaré.

Aunque me hubiera dicho eso, seguía en mi mente de que había sido mi culpa. No me tenia tanta auto estima como para pensar algo bueno sobre mi misma y pocas veces eras las que podía admitir de que algo de mi valía. Igual pensaba como estaría la bibliotecaria, después de todo ella se había interpuesto pero esperaba de que estuviera bien si no seria otra cosa por la cual culparme. Cuando dijo que me acompañaría al final, me sentí algo aliviada pero aun no había terminado.

Dispara.

Era evidente de que casi siempre evitaba rallarme la cabeza con cosas de ese tipo, por el mero echo de que llegaría hasta dolerme la cabeza por todo lo que podría pensar. Por eso evito pensar sobre mi mundo, hasta ahora trataba de evitar pensar en Zande y del como había sido engañada por este y encima tuvo que ser un hombre. A pesar de que evitaba pensar en esas cosas, lógicamente quería saber que es lo que pasaba y sabía que algún día o en cualquier momento no iba a poder evitar que algunas cosas las pensara.

Nos persiguen porque, según ellos, con la Llave Espada hacemos lo que nos viene en gana. Mateus ya ha hecho aparición en algunos mundos y ha intentado revivir a un antiguo Dios Caído. No fue hace mucho cuando lo sometieron a juicio en la Federación Galáctica — Fruncí algo el ceño. —. Pero ese hombre tiene muchos recursos, y se las ingenió para salir inocente. Está claro que tiene algo contra La Orden.

Entonces si o si el gobernador de este mundo era alguien malo. Ya comenzaba a recriminarme a haber aceptado su ayuda para levantarme, lo acepte en ese momento para no ser mal educada a pesar de lo poco confiada que soy con los hombres y ahora aun menos después de lo de Zande. Mis manos formaron un puño cuando las estaba apretando.

Maka… Que tengas un corazón fuerte no… no quiere decir que debas ser fuerte físicamente. T-todos tenemos un corazón, y los más poderosos son aptos de portar la Llave Espada. El arma que reacciona ante nuestro… corazón — Vi como había echo aparecer su Llave Espada. —. Siempre acude a nuestra llamada. Los Sincorazón, en cambio… Son seres que surgen a raíz de su oscuridad. Sólo buscan más c-corazones, y los nuestros les atraen todavía más… — Cuando me miro directamente, me puse algo nerviosa. — Decidiste arriesgar tu vida para salvar a tus amigos… No todos lo harían.

Ahora los Sincorazón te perseguirán a ti también, ten cuidado, kupó.

¿Entonces era eso? Meditaba lo que me había dicho Rebecca. Mi corazón era fuerte por lo que había tratado de hacer. A pesar de que no los conocía en aquel momento en el que nos atacaron, sinceramente prefería arriesgar mi vida y tratar de que escaparan aunque no había salido el plan como había pensado que saldría. ¿Amigos? ¿Podría llamarlos realmente así? ¿Consideraban una amiga a una chica algo anti social como yo? Era evidente de que me esforzaba mucho por tratar de hablar, aunque hubiera veces en la que solo escuchaba atenta lo que decían.

La tendré, gracias.— Les había dedicado una sonrisa amable a Rebecca y a Moglaris.

Al fin había tomado una decisión, aunque claro me había tomado su tiempo como siempre en decidirme. Me fui levantando de la cama, teniendo en mente en tener cuidado con los sincorazón ya que parece que le atraen más los corazones de los portadores según me dijeron. Ya me había preparado mentalmente para salir a ir a buscar mis cosas, a pesar de que quien me acompañaba era Simon un hombre. Trate de restarle importancia. Después de todo había sido amable conmigo, me había salvado y también encima me iba a acompañar a recoger mis cosas pero lógicamente trataría de no bajar la guardia de nuevo con los hombres. Una cosa era ser educada con la gente y otra confiar.

Gracias por acompañarme y lo siento por las molestias.— Dije.

Es lo único que me atreví a decirle cuando salimos del hotel. Observe el cielo oscuro por unos instantes, para luego proseguir el camino. Todo era algo nuevo para mi, no pensaba que fuera a dejar a la casa en la que me instale hace tiempo y menos este mundo pero si era por ayudar a los demás era lógico de que iría a cualquier lugar por ello. Después de tanto caminar, habíamos llegado al primer distrito donde estaba mi casa aunque realmente era un pequeño apartamento. Mire hacia los dados antes de entrar, por si alguien nos siguiese. No había bajado la guardia después de todo lo sucedido pero era sorprendente de que de momento no había sucedido nada de camino hacia aquí. Busque entre mis ropas la llave del portal para entrar y subir por las escaleras. En verdad si hubiera un ascensor, no subiría ahí por miedo de que se quedara parado o cualquier cosa de película de miedo.

Puedes entrar si quieres.— Ofrecí a modo de agradecimiento por acompañarme.

Le escucharía si fuese el caso de que dijera algo, si no entraría e iría directamente a buscar una maleta en la cual comenzaría a meter las cosas. Si entraba, podía ver lo simple que era la casa con sus cosas básicas para vivir ya que yo no era muy dedicada a decorar o es algo que me daba igual. Lo primero que abarcaba en mi mente eran los juegos y la consola que fui a cogerlos como si mi vida dependiera de ellos dejando estos dentro de la maleta. Esa maleta la había usado cuando me fui por primera vez de mi antigua casa. Fui a un pequeño armario y comencé a tomar la poca ropa que tenía y a colocarlas dobladas dentro de la maleta la cual se podía notar que era algo grande.

¡El señor Miau!.— Exclame al recordarlo.

Me regañe mentalmente por no haber ido primeramente por mi peluche preferido. Estaba descansando el peluche sobre la almohada de la cama, lo cogí si en tal caso Simon hubiera entrado escondería el peluche rápidamente en la maleta, si no le dedicaría un abrazo a mi querido peluche que duraría un par de minutos.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Después de eso, había ido al baño, tomando el cepillo de dientes los cuales igual los guarde en la maleta tranquilamente. ¿No me faltaba nada más? Me preguntaba yo misma. Ya tenía todo lo que era importante para mi. Abrí mis ojos al recordar una guadaña que aunque no tuviera nada especial a mi si que me había llamado la atención. Cuando recordé la guadaña fui hacia un lado de mi cuarto y la vi descansando contra la pared. Había sido un regalo de mi madre, que me lo había enviado cuando aun nos enviábamos cartas porque sin razón alguna dejo de hacerlo. Reí un poco nerviosa mientras lo veía, no sabía en que estaba pensando mi madre como para darme un regalo así. Lo agarre y lo deje descansando al lado de la maleta.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Ya una vez metido todo en la maleta, agarre la maleta y sentí que pesaba pero aun así cargue con ella. Luego agarre la guadaña con la mano libre y antes de salir le eche una ojeada a mi casa. Mi expresión era un tanto seria. Pensaba fríamente de que no me dejaba nada atrás, nadie me echaría de menos. No me tenía tanto auto estima como para pensar de que al menos alguien me echaría de menos. ¿La bibliotecaria me echaría de menos? No lo sabia, pero aun así esperaba de que estuviera bien.

Ya termine.— Avise a Simon.

Ya había salido de mi hogar, seguía alerta de que nadie nos estuviera persiguiendo o lo que sea por ello miraba a cada lado de forma disimulada. Aunque por otro lado tenía temor porque estaba algo oscuro las zonas, y yo odiaba las cosas que parecían de terror. Si Simon hubiera dicho algo durante ''el paseo'' que nos dimos, le hubiera escuchado o dicho algo pero si en tal caso de que no hubiera dicho nada seguiría como si nada entonces el camino de vuelta al hotel con él. Estando sorprendida por dentro de no haberme topado con ningún enemigo.

Spoiler: Mostrar
He puesto una img de la forma de la guadaña que tiene y del peluche, he estado viendo otros temas antes por si acaso no se podía y así no meter la pata. XD Arigato les echare una ojeada, porque me ha entrado curiosidad sobre ese tío. D:<
Imagen
Avatar de Usuario
Maka Cross
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 172
Registrado: Jue Ene 22, 2015 4:57 am
Dinero: 8,371.54
Ubicación: En mi casa..
Sexo: Femenino
Karma: 0

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Tsuna » Lun May 04, 2015 2:38 am

Spoiler: Mostrar

Gracias por acompañarme y lo siento por las molestias.

Eres demasiado modesta, pequeña. —comentó Simon, mientras bajaban hasta la puerta del hotel para salir a la calle

El camino hacia el exterior estuvo dominado por un sepulcral silencio, donde podían escuchar solamente sus pisadas o los latidos de su corazón. Estaba todo a oscuras, las calles también. Al salir el grito de los grillos alcanzó sus oídos, sumado a la fresca brisa de la noche, hacía del camino hacia su casa un paseo agradable.

Sin embargo, si Maka pensaba que todo iba a ser un camino de rosas estaba muy equivocada. Nada más entrar en el primer distrito Simon la agarró rápidamente de un hombro, desviándose ambos por un estrecho callejón que les obligó a dar la vuelta a la manzana. Fuera lo que fuese que viese Simon, la chica no pudo averiguarlo. De momento estaban a salvo, y era lo que importaba. Así pues, alcanzaron el portal de su apartamento sin mayores problemas.

Puedes entrar si quieres.

El hombre no respondió, sino que se ajustó la gorra y se apoyó junto a la puerta, aprentemente con la cabeza gacha. Gracias a su gabardina Maka no pudo averiguar si estaba mirando al suelo o si estaba atento a todo su alrededor, posiblemente se tratase de lo segundo, así que no tenía nada que temer. Él se quedaría fuera vigilando.

La aprendiza se tomó su tiempo para recoger sus pertenencias en privado, y mirar por última vez la que había sido su casa desde entonces. Al salir pudo comprobar que Simon ya no se encontraba allí, sino que se había alejado un poco, hasta la entrada del portal. Se impresionó al verla cargando con la guadaña.

No me digas que te vas a traer eso contigo… —esperó una respuesta suya, y concluyó— Ten cuidado, no te vayas a cortar. Los aprendices novatos soléis ser muy patosos con eso.

Tras un profundo suspiro de cansancio, Simon esperó a que Maka le abriese la puerta para salir a la calle, y una vez allí continuaron su camino hasta el hotel, tomando la misma ruta que les llevó hasta el apartamento.

****


¡Ya estáis aquí, kupó!

Al entrar de nuevo en la habitación del hotel, tanto Moglaris como Rebecca se encontraban sentados frente a la mesa circular, jugando a lo que parecía una especie de ajedrez. Las piezas blancas eran los Caballeros de la Llave Espada, y las piezas negras los Sincorazón. Por la tonalidad de colores que había sobre el tablero no era difícil imaginar que estaba ganando la maestra, la cual controlaba al parecer las piezas blancas.

H-hola…

Pero Becca, qué haces jugando a estas horas. Recoge todo, que nos vamos ya a Tierra de Partida.

La maestra empezó a recoger lentamente las piezas para guardarlas en el interior de una caja. Maka podía ayudarla o no, si no lo hacía, sería Moglaris el que llevaría a cabo la tarea. En cuanto estuvo todo listo, tras unos dos o tres minutos, Simon sacó de su ropa lo que parecía una especie de mando con diversos botones en su superficie. El hombre no lo pensó dos veces y presionó uno de ellos. En ese momento todo le empezó a dar vueltas a Maka, que se vería de pronto dentro de lo que parecía una especie de cabina con varios asientos y muchos mandos en la parte delantera.

Sentaos todos y abrochaos los cinturones. Estamos en mi nave, esta nena se llama Fahrenheit y nos dejará en Tierra de Partida en un momento.

Desde el interior Maka no pudo ver su aspecto, pero sí parecía bastante grande. Durante el viaje no sucedió nada, incluso Rebecca aprovechó para hablarle sobre la Llave Espada:

Maka, sobre la armadura… Para invocarla solo necesitas… presionar la pieza que te entregué antes.

La maestra hizo lo suyo con su propia armadura, y una luz cegadora la envolvió de arriba a abajo por un momento. Al poco su cuerpo quedó recubierto por un manto de metal morado:

Spoiler: Mostrar
Imagen


P-prueba a hacerlo tú… Cuando puedas, claro…También puedes invocar un Glider, que te ayudará a v-viajar entre mundos. Es suficiente con lanzar el Llavero al aire.

Es asombroso, kupó.

Si Maka se fijaba a través del cristal, vería el conocido como intersticio entre los mundos. Se trataba de un lugar enorme con nubes de gases de diferentes colores de un lado para otro, recubierta de estrellas en la lejanía e incontables asteroides. Incluso le parecería haber visto una ballena volando por ahí, pero fue tan breve, que le habría resultado casi una ilusión.

****


Spoiler: Mostrar

Tras al menos quince minutos de viaje terminaron alcanzando el famoso mundo de la Orden de la Llave Espada: Tierra de Partida. Se trataba de un lugar enorme con un majestuoso castillo coronando los cielos. Era de noche, por supuesto, y apenas había nadie en el exterior. Maka comprobaría que algunas ventanas estaban encendidas, dando a entender que algún que otro aprendiz tenía insomnio. Y sujetadas al castillo, se encontraban dos enormes cadenas doradas gigantes que conectaban con las montañas. Todo bajo estas, era un enorme manto de nubes que apenas dejaba entrever lo que había al fondo.

La Nave aterrizó en una colina a las afueras, y allí pudieron bajar hasta pisar la hierba fresca por la lluvia reciente. La famosa Fahrenheit tenía un aspecto imponente:

Spoiler: Mostrar
Imagen


Estamos aquí, en Tierra de Partida, kupó. Increíble.

Maka… Antes de ir al castillo, p-prueba a invocar tu Glider y tu armadura.

Simon no bajó de la nave, sino que decidió quedarse dentro. Sus razones tendría. Maka en cambio tenía algo de tiempo para observar el panorama, y una vez invocara sus armas, Rebecca la acompañaría hasta su respectiva habitación, dentro del castillo.

Spoiler: Mostrar
Bueno, nos acercamos al final. Tienes total libertad para usar la imagen que quieras en la armadura y en el Glider. También puedes describir cómo llegas a tu habitación y la decoras o qué sucede con Maka una vez esté allí. Este será tu último post del Prólogo, espero que te haya gustado mucho, tanto como a mí escribirlo =)

Por cierto, el peluche del señor Miau es una monada xD
Avatar de Usuario
Tsuna
57. Ferrocustodio I
57. Ferrocustodio I
The Unknowns
 
Mensajes: 1680
Registrado: Mar Ene 03, 2012 5:12 am
Dinero: 691,216.48
Banco: 0.00
Ubicación: Perdida en el océano.
Sexo: Femenino
Clan: The Unknowns
Estantería de objetos
Karma: 17

Re: [Ciudad de Paso] Aprende a confiar

Notapor Maka Cross » Lun May 04, 2015 11:05 pm

Eres demasiado modesta, pequeña. — Escuche que me decía eso, pero no respondí.

En verdad el silencio no me molestaba, en cambio si se hacia silencio en un momento de pelea o algo con una persona ya me sentiría incómoda. Cuando entramos al primer distrito me lleve la sorpresa de que Simon me hubiera agarrado de uno de mis hombros para luego irnos por un callejón, me preguntaba que es lo que habría pasado para que él hubiera echo eso pero no pregunte. Después de haber llegado a mi casa y haberme tomado mi tiempo para coger las cosas, ya había salido de esta. Vi como Simon estaba algo alejado de donde lo había visto cuando me había ido a mi casa a recoger mis cosas.

No me digas que te vas a traer eso contigo… — Le afirme con un ''claro''. — Ten cuidado, no te vayas a cortar. Los aprendices novatos soléis ser muy patosos con eso.

Había inflado un poco las por el comentario que dijo, me sentí como si fuera una niña jugando con cosas peligrosas. Abrí la puerta. Estaba claro que me iba a traer la guadaña, era importante por ser un regalo de parte de mi madre y seria como un recuerdo de ella. Ahora que lo recordaba, siempre cuidaba la guadaña a pesar de que no la usara. Seria raro el ver a una chica corriendo de un lado y hacia otro con una guadaña en la mano, seguramente me hubieran metido en una celda o algo.

****


¡Ya estáis aquí, kupó!

Cuando ya habíamos entrado a la habitación del hotel, vi como Moglaris y Rebecca estaban jugando al ajedrez. Yo nunca había sido buena en los juegos de mesa. Les había dedicado una leve sonrisa cuando escuche decir eso a Moglaris, para luego mirar las piezas del ajedrez que me resultaron un tanto curiosas las piezas.

H-hola…

Pero Becca, qué haces jugando a estas horas. Recoge todo, que nos vamos ya a Tierra de Partida.

No pude evitar el ayudar a guardar las piezas de ese ajedrez, así que ayude a Rebecca enseguida después de haber dejado la guadaña apoyada en una pared y la maleta descansando en el suelo claro. Cuando ya estaba todo listo, había agarrado de nuevo la guadaña con mi mano derecha y la maleta con la mano izquierda. Vi como Simon había sacado una especie de mando extraño, luego de que el le diera a uno de esos botones todo comenzó a darme vueltas. Pensé que de nuevo me iba a desmayar o algo, pero de repente vi que estábamos en una cabina.

Sentaos todos y abrochaos los cinturones. Estamos en mi nave, esta nena se llama Fahrenheit y nos dejará en Tierra de Partida en un momento.

Arquee una ceja para luego hacer caso a lo que había dicho él, sin soltar mi maleta ni la guadaña me senté en uno de los asientos y me abroche el cinturón. Parecía que todo estaba tranquilo.

Maka, sobre la armadura… Para invocarla solo necesitas… presionar la pieza que te entregué antes.

En verdad no esperaba que me fueran a hablar, así que cuando la escuche sentí como mi corazón daba un pequeño salto. La mire atenta, escuchando lo que me decía de la armadura y eso me hizo recordar el objeto que ella me había dado y que yo lo había guardado hace horas ya. Cerré los ojos por la luz cegadora que le había envuelto y cuando los abrí vi que estaba cubierta por una especie de armadura que para mi era bonita.

P-prueba a hacerlo tú… Cuando puedas, claro…También puedes invocar un Glider, que te ayudará a v-viajar entre mundos. Es suficiente con lanzar el Llavero al aire.

Es asombroso, kupó.

Como dijo Moglaris, si que era asombroso. Estaba claro que iba a hacer ambas cosas, pero era mejor cuando estuviéramos en tierra. Prefería hacerlo en un sitio llano por si metía la pata y le hacia algo al lugar en el que estábamos, es que pensaba que cosas terribles podría pasarle a la nave y eso era algo que me asustaba. Trataba de aparentar normalidad a pesar de que siempre mi mente me ayudase a torturarme mentalmente sin mi consentimiento. Durante el camino, mantuve mi mirada fija por el cristal. Observando lo que había fuera, por un instante pensé ver una ballena pero me dije a mi misma mientras sonreía nerviosa y negaba lentamente pues seria ilógico ver una ballena volando por el espacio en vez de estar en el océano.

****


Cuando ya habíamos llegado no pude evitar formar una perfecta ''o'' con la boca, admirando el lugar. Los nervios comenzaron a aflorar, me había causado buena impresión con tan solo verlo desde el cristal. Imaginaba de que habrían más aprendices como yo pero seguramente trataría de evitarlos por ser algo anti social, evidentemente trataba de dejar eso de lado y relacionarme pero a veces aunque diera un par de pasos volvía al punto de partida muchas veces. Cuando ya habíamos aterrizado, bajamos de la nave y por fin pude ver que es lo que nos estaba llevando.

Estamos aquí, en Tierra de Partida, kupó. Increíble.

Maka… Antes de ir al castillo, p-prueba a invocar tu Glider y tu armadura.

Rebecca me había sacado de mis pensamientos, y la mire a ella ahora. Asentí con la cabeza con los nervios aun a flor de piel, pero obviamente como había pensado anteriormente. Iba a invocar ambas cosas ahora, primero seria la armadura y luego seria el glider. De nuevo deje la maleta descansando en la hierba y sobre esta deje la guadaña. Tome algo de aire y saque la pieza que parecía ser de metal, la apreté un poco mientras cerraba los ojos. Sentí que algo comenzaba a invadirme, pensé que no iba a poder invocarlo pero pensé como cuando la Llave Espada. Así que igual hice lo mismo de rogar de que apareciera la armadura.

Spoiler: Mostrar
Imagen


Cuando abrí los ojos me sentí sorprendida, mirando lo que apenas podía ver cubierta por la armadura. Luego alce mi mano para rogar a mi Llave Espada de que me prestara su poder y apareció. Mire con algo de nervios a mi Llave Espada, para luego asentir lentamente. Dudaba de si lanzarla o no, quizás ni se transformaba y luego tendría que ir a recogerla como si jugara con un arco o algo así aunque esto nunca lo haya echo. Al final la lance al aire un poco lejos y mirando fijamente la Llave Espada esta se ilumino de repente y cuando vino a mi, tenía otra forma.

Spoiler: Mostrar
Imagen


¡Wow!

Es lo único que pude exclamar por ambas cosas, mis mejillas habían adquirido un leve carmín. Se me notaba muy emocionada dejando de lado los nervios que sentía antes, como si fuera una niña pequeña jugando con un nuevo juguete aunque claro esto no eran juguetes. Antes de haber echo esto, lógicamente le había dedicado un tiempo a ver el lugar donde me encontraba. Me preguntaba porque Simon no había bajado, pero decidí de restarle importancia.

Pensé que no lo lograría.— Se me escapo sin querer eso, prefiriendo haberlo guardado para mi.

Cuando hice desaparecer el glider y la armadura, volví a sentirme algo nerviosa al no saber que decir. Tome la maleta donde anteriormente la tenía y la guadaña igual. Le comencé a dar vueltas de que esperaba no decepcionar a Rebecca, después de todo me había elegido como a una de sus aprendices. Trataría de hacerme fuerte y poder ayudar a aquellos que requieran de ayuda, pensé que seguramente trataría de hacer todo eso sola para no molestar a nadie.

Te agradezco que me acompañes y lo siento por las molestias.— Le dije a Rebecca.

Esperaba no estar molestándole por que me acompañara, lógicamente si iba yo sola me iba a acabar perdiendo al ser un sitio nuevo para mi. Durante el camino me dedique a observar a cada lado, admirando cada vez más el lugar. Parecía ser que de cerca se veía mejor el lugar, a pesar de que me sentía nerviosa sabía que acabaría acostumbrándome. No tenía nada que decirle, pues aunque forzase a mi cabeza que palabras decirle nada salía de ahí. Habíamos llegado al fin al lugar donde me quedaría, de nuevo me forcé a decirle algo antes de entrar a mi nuevo cuarto.

Muchas gracias por todo Rebecca sensei.— Le había sonreído algo leve.

Esas gracias era por todo lo que había pasado en Ciudad de Paso. Esperaría si ella tuviera que decirme algo, si no entonces entraría a mi cuarto cerrando la puerta después y comenzaría a colocar las cosas en su sitio. Primero encendí la luz y deje la guadaña apoyada en una parte de la pared, algo alejada de mi cama. Al dejar la maleta sobre la cama, la abrí y saque primero al señor Miau y lo coloque sobre la almohada de la cama. Luego la ropa en el armario y por ultimo mi queridos juegos los coloque en una estantería que había por ahí, dejando las consolas colocadas también de forma ordenada.

Por fin acabe.— Suspire, mirando como había quedado todo.

En verdad no tenía muchas cosas por colocar, pero lo había dicho como si me hubiera pegado la vida en ello. Me acerque a mi maleta y la cerré, dejándola en alguna esquina para que no estorbase. Cuando ya había terminado me aproxime a una ventana y la abrí. Me quede observando la zona desde la ventana, mi expresión se torno algo seria pensando de que ahora este seria mi nuevo hogar. No olvidaría todo lo que me había pasado en Ciudad de Paso, aunque hubiese veces que tratara de no pensar en ciertas cosas. Apreté mi mano hasta formarla en un puño, pensando en que a partir de ahora en adelante me esforzaría más.

Spoiler: Mostrar
Terminado. òwo)/ En verdad me encanto demasiado, me ha sacado sonrisas y me ha echo meterme de lleno en la trama por lo que iba sucediendo en cada momento. Igual a sido un gusto y gracias, sinceramente me costo encontrar como seria el señor miau. X//D
Imagen
Avatar de Usuario
Maka Cross
6. Pirata
6. Pirata
 
Mensajes: 172
Registrado: Jue Ene 22, 2015 4:57 am
Dinero: 8,371.54
Ubicación: En mi casa..
Sexo: Femenino
Karma: 0

AnteriorSiguiente

Volver a Prólogos

¿Quién está conectado?

Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 1 invitado

cron