[Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Prólogo de Dos

Si ya has creado tu ficha, pásate por aquí para escribir la primera página de ese gran libro que va a ser tu vida. O échale un vistazo a los amigos y rivales con los que te encontrarás en un futuro.

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor Nell » Lun Oct 31, 2016 1:28 pm

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El equipo de Tezuka, en el que habían incluido a la recientemente habilitada Dos, había partido por órdenes de la Federación Galáctica hacia un punto en el espacio donde se había advertido de la localización de una nave extrañísima. En el informe que les habían pasado, basado en las observaciones del viajero que había dado el parte, apenas se daba una descripción de la misma. Tenía unas dimensiones comparables a la de la nave principal de la Gran Concejal, pero se hallaba en un estado tan gravemente dañado que les habían advertido de que no podrían aterrizar en la misma, ni siquiera llevársela a piezas. Además, de algún modo, aún emitía energía, por lo que ciertos sistemas debían de funcionar.

Aún así, el doctor se sintió interesado en el descubrimiento. Dio por finalizada la exploración del sector en el que llevaban varios días y organizó a su equipo para dirigirse a aquella localización. Necesitaban ver la nave con sus propios ojos para determinar qué era recuperable y qué no. Y si había alguna forma de transportarla a unas instalaciones especiales para investigarla. Al fin y al cabo, tenían que descartar que perteneciera a la Federación y, de darse el caso, intentar desentrañar quién podía haber sido el dueño original.

La razón de que Dos hubiese sido incluida era que la Federación quería que Tezuka y sus mecánicos tuvieran un ojo puesto en ella. Ellos eran los únicos que podrían predecir sus conductas y repararla en caso de una avería inesperada. Además, quizá podían enseñarle el oficio para unirse oficialmente al equipo.

El viaje fue corto. Dos podía aprovecharlo para lo que quisiera: charlar con otros miembros del equipo o entretenerse con cualquier cosa que se hubiera llevado. En cuanto encontraran la nave, Tezuka le había dicho que se lo haría saber. Parecía que había pensado en una misión especial para ella.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor LightHelco » Lun Oct 31, 2016 4:37 pm

Coordenadas establecidas en el punto 28A-4T, motores encendidos, armas cargadas… ¡hora de volar a un nuevo planeta! ¡EXPLORAAAAAAAAR!

Los gritos e imitaciones de ruidos de naves producidos por la robot no pasaban desapercibidos por el resto de los tripulantes y aunque podían llegar a ser molestos, al menos parecía que la mantenían entretenida y lejos… muy lejos de los sistemas reales de la nave. Y es que alguien del equipo de Tezuka había tenido la genial idea de darle una antigua consola a la droide, además de darle una simple orden: Toma esto y entretente con ello.

Los cables de Dos estarían cruzados, si, pero una cosa era cierta y es que seguía las ordenes al pie de la letra. En ocasiones muy al pie de la letra como alguien que le pidió que fuera como una lapa comprobó. Por lo que ahora tenían a una droide metida en una habitación y ayudando al Wombat espacial a salvar el mundo de un malvado empresario.

La nariz de Dos brillaba con fuerza, mostrando lo bien que se lo estaba pasando con aquel jueguecito. Por si había algún sordo a bordo que no lo notara solo por los gritos, claro.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor Nell » Lun Oct 31, 2016 5:14 pm

Estaba tan sumergida en su juego que a Dos le costaría escuchar los golpes contra su puerta. En caso de que no hubiera manera, la persona que insistía en captar su atención entraría y le taparía los ojos a Dos, a modo de broma para que averiguara quien era. Y así, de paso, sacara los ojos de la pantalla.

Era Jan, una miembro del equipo de Tezuka. Pero, aparte de eso, se encargaba de las relaciones con la Federación Galáctica. En otras palabras: todo lo que ocurría en aquella nave lo reportaba a sus superiores.

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El doctor quiere verte. Hemos llegado —le informó.

Jan la acompañó hasta la cubierta, donde Tezuka observaba la nave destruida a través del cristal. Tal y como les habían dicho, estaba destrozada y era inviable un aterrizaje en ninguna parte de ella (que era demasiado grande para ser llevada a trozos). Daba la impresión de que cada habitación, una a una, había reventado su pared para dejar un considerable boquete, de tal forma que no pudiera ser utilizada nunca más.

Además, con su tecnología captaron lo que ya les habían advertido: que había signos de actividad en su interior, a pesar de su lamentable estado. Jan se giró hacia Dos en cuanto le hubiesen puesto en situación.

Quisiéramos encomendarte una tarea. Puede que la nave tenga algún tipo de sistema de seguridad que nos impida acercarnos a ella sin que reaccione a nuestra presencia. Sin embargo, una sola intrusión es más probable que pase desapercibida —le explicó—. Debes colarte dentro y desactivar cualquier mecanismo que encuentres. Tenemos un traje y una pequeña nave para ayudarte en la tarea.

Jan le enseñaría ambos, en caso de que Dos estuviera de acuerdo con la misión y quisiera emprenderla cuanto antes. La mujer no parecía aceptar un no por respuesta, o quizá no lo esperaba (¡al fin y al cabo, conocía a Dos!). El traje le permitiría respirar, mientras que con la nave podría moverse libremente por el espacio. Nada podía salir mal.


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Por cierto, al doctor Tezuka o cualquier NPC mencionado en tu ficha lo manejarás tú. Puedes hacerle intervenir, estando de acuerdo o en desacuerdo, hablando con Dos o con Jan, mientras no sea el protagonista del post.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor LightHelco » Mar Nov 01, 2016 2:13 am

Y la droide siguió jugando a todo volumen, ignorando los golpes en la puerta. Ya estaba a punto de derrotar al jefe de la fase cuando unas manos cubrieron sus ojos.

¡Ah! ¡Nononono! ¡Que alguien me arregle los globos oculares, por favor! —se sacudió Dos desesperada aporreando botones.

Aunque de poco sirvió, ya que pronto pudo escucho el llanto de dolor del gran Wombat espacial tras ser alcanzado con varios misiles. Cuando recuperó la visión, pudo ver la famosa pantalla de Fin de Partida.

Me quedaba tan poco… —lloriqueó la droide, la luz de su nariz apagándose casi por completo.

Recuperada del disgusto, se giró para encarar a la persona que había acabado con su partida perfecta. La luz roja lanzaba rápidos destellos para mostrar que la robot estaba molestar por ello. Su mirada se cruzó con la de Jan, una miembro del equipo del que ahora consideraba su dueño, el Doctor Tezuka. La mujer era bastante importante tanto en el equipo como en la Federación, por lo que Dos se relajó un poco, aunque no echó todo el aire que mantenía en sus mofletes de acero.

El doctor quiere verte. Hemos llegado —informó Jan consiguiendo cambiar totalmente el estado de ánimo de Dos.

Su nariz lanzó un rápido destello a la par que la droide dejaba la consola en el suelo y se levantaba con rapidez.

Si es así, mi prioridad como su droide es no centrarme en estúpidas, pero realmente adictivas y desafiantes, aventuras espaciales… aunque seguramente vayamos a acabar viviendo una aventura espacial de verdad, porque vaya, estamos en el espacio y esas cosas y el equipo se dedica a investigar lugares y… —. Volver a mirar a Jan bastó para que Dos detuviera su monologo —. Cierto, el Doctor. Vayamos.

Dos siguió a la mujer observando todo a su alrededor. Varios miembros del equipo al verla escondían lo que llevaban o saludaban nerviosos. No es que su curiosidad había hecho que ya perdieran dos investigaciones y se atrasara una tercera.

Llegaron a la cubierta donde Tezuka les esperaba. Desde allí también podía verse la recién descubierta nave y el lamentable estado que se encontraba.

Ah, Dos, me alegro que estés aquí y muchas gracias por traerla, Jan —agradeció el hombre sonriente antes de volver a dirigirse a la droide —. Bien, Dos, es hora de que te unas realmente al equipo de investigación y nos ayudes con… ¿Dos, estas escuchando?

Claramente no estaba escuchando, la robot había pegado su cara al cristal y observaba con cara de felicidad la otra nave.

¡Ala que chulada! —exclamó ensimismada —. Es como si le hubiera dado un meteorito gigante, ¡como mola! ¿Eso de ahí son Motores Fulgor? —preguntaba la robot mientras su cola se movía hacia los lados acompañando su alegría —¡Eh! ¡Y ahí se pueden ver restos de un Ala Aero Alfa!

¡DOS, ATIENDE! —gritó finalmente Tezuka empezando a estar cansado de la actitud infantil de la maquina.

Dos se dio la vuelta rápidamente y saludó poniéndose firme.

Sí, Doctor Tezuka. No volverá a pasar, se lo prometo —se disculpó la robot con su nariz parpadeando rápidamente.

El hombre suspiró y puso a la droide al día sobre la nave y la situación en la que se encontraban. Dos asintió a todas las explicaciones y fue guardándolas en su memoria, aunque no de forma muy ordenada debido a que esta aun fallaba más de lo que a nadie en esa nave le gustaría. Aun así, incluso en aquel desorden de datos, que Dos pudiera acordar de todos los detalles palabra por palabra era una gran ventaja.

Memorizado y archivado tal y como a usted le gusta, Doctor —declaró la chica de acero con una sonrisa de oreja a oreja.

Así me gusta, Jan, por favor —Tezuka le pasó el relevo a la mujer para que pudiera explicarle la misión.

Jan se giró para poder hablar con Dos y que esta le hiciera caso.

Quisiéramos encomendarte una tarea —. Aquellas pocas palabras ya sirvieron para llamar totalmente la atención de la droide, su cola balanceándose a los lados de forma animada y la bombilla que era su nariz brillando con bastante intensidad —. Puede que la nave tenga algún tipo de sistema de seguridad que nos impida acercarnos a ella sin que reaccione a nuestra presencia. Sin embargo, una sola intrusión es más probable que pase desapercibida—le explicó—. Debes colarte dentro y desactivar cualquier mecanismo que encuentres. Tenemos un traje y una pequeña nave para ayudarte en la tarea.

¡Acepto! ¡Acepto! ¡Acepto! —. Saltó la robot hacia adelante mostrando el mismo entusiasmo que cuando vio la nave —¿Dónde debo dejar mi número de serie garabateado de forma ilegible? Aunque… —. Dos se quedó un rato pensativa antes de continuar —. Lo del traje no lo veo muy útil, se supone que esos trajes vienen con bombas de oxigeno para que los seres orgánicos como vosotros podáis sobrevivir en el espacio, pero yo no respiró, puedo absorber aire, pero va a acabar saliendo todo por la primera abertura que haya en mi cuerpo, así que supongo que con la nave será suficiente.

>>Y bien… ¿Cuándo puedo partir?
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor Nell » Mar Nov 01, 2016 9:04 pm

Más bien parece como si le hubiesen dado decenas de meteoritos para inutilizarla sala por sala —observó.

Jan no entendió casi nada de lo que decía Dos. Miró a Tezuka cuando mencionó algo de un autógrafo y, viendo su gesto, decidió pasarlo por alto. La mujer no era una miembro constante en el equipo, ya que la supervisión de la Federación Galáctica no era una imposición. Era la ventaja del doctor Tezuka de ser útil sin tener que rendir cuentas. Por lo tanto, no conocía los defectos de Dos.

El traje te será imprescindible. Nosotros no lo usamos solo para respirar —le aseguró Jan, intentando no esbozar una sonrisa—. Póntelo y, por tu seguridad, procura que esté completamente cubierto.

Cuanto antes partiera, mejor. Jan se ofrecería a ayudarla a equiparse con el traje, que le hacía parecer un globo debido a que las extremidades las hinchaban para recubrirlo con mayor material (además, el que le dieron no era de su talla; ni suyo, encontró un chicle en el bolsillo). Luego le daría instrucciones para manejar la nave, que no era más que un vehículo parecido a un monopatín, con propulsores y poco más. No contaba ni con un mísero rayo láser.

En cuanto estuvo lista, la acompañaron hacia la sala de despresurización, que era apenas un mero trámite inútil para ella. Antes de dejarla sola, Jan le advirtió:

Recuerda: tienes que encontrar la fuente que mantiene activa todavía esa nave y desactivarla. Posiblemente no haya ningún peligro en su interior porque los sistemas defensivos se enfocarán a naves extrañas. Buena suerte.

Y finalmente, a solas, le abrieron la compuerta. La nave de Dos tardó un rato en llegar hasta la otra, puesto que habían decidido mantener las distancias. Había muchas oberturas por las que colarse, aunque por ninguna cabía su vehículo. El traje y el vehículo de Dos estaban unidos por una correa para la seguridad del piloto, aunque Dos podía deshacerse de ella en cuanto quisiera (y dejar atrás su nave). Así que, al llegar, vio varias opciones: o introducirse por el agujero más grande, en el que cabría con la nave y daba a un pasillo; o por uno de los agujeros pequeños al azar, que en general daban a habitaciones separadas del interior.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor LightHelco » Mié Nov 02, 2016 2:24 am

El traje te será imprescindible. Nosotros no lo usamos solo para respirar —le informó Jan debido a la negativa de Dos hacia usar el traje —. Póntelo y, por tu seguridad, procura que esté completamente cubierto.

La robot se rascó la cabeza confusa, pero no iba a ir en contra de una orden así como así y viendo que la mujer se lo estaba diciendo de forma serie y mostrando preocupación, pues mejor sería hacerle caso.

De acuerdo, llevaré el traje si tan importante es su uso para la misión —aceptó finalmente la droide tomando el traje en cuanto Jan se lo diese.

El traje resultó ser de lo más curioso, las extremidades se hinchaban y como estas eran más largas que las de dos (y eso que tenía unas piernas bastante largas), al final acabó pareciendo el muñeco que promocionaba los propulsores de las naves particulares. Dos llegó a fijarse en que el Doctor Tezuka se tapaba la boca y llegaba incluso a girarse un poco para esconder una sonrisa o dos que se le escapaban al ver el aspecto que tenía ahora la chica robótica. Lo peor era que había tenido que recoger su cola, porque ese traje no era suyo y no podían abrirle un agujero para algo tan trivial.

Lo siguiente fue la nave… o aquel monopatín con propulsores que llamaban nave, porque las ilusiones de la robot de poder pilotar una parecida a la del Wombat espacial se rompieron en mil pedazos. Aunque quizás aquel monopatín también fuera divertido. En cuanto lo probase lo sabría.

Antes de que se fueran, Tezuka se acercó a Dos para hablar con ella:

Se que no llevas mucho tiempo despierta tras que te reactiváramos, Dos, es por ello que te pido que tengas cuidado —le pidió el hombre preocupado —. Estoy seguro de que aquel que te creo hizo un grandísimo trabajo y eras una droide estupenda, pero ahora ya sabes que…

El 75% de mis funciones originales se encuentran en un estado lamentable, han sido extraídas para su reparación o no funcionan tal y como deberían —terminó Dos la frase sin dejar de sonreír —. Lo recuerdo perfectamente y se lo preocupado que debe sentirse de que su nuevo y parcialmente funcional droide de investigación se enfrenté a este desafío —. Puso las manos en la cintura y levantó la barbilla orgullosa —. Pero según los planos, estoy capacitada para este tipo de misiones incluso con solo el 10% de mis funciones originales en funcionamiento. No debe preocuparse, Doctor Tezuka, pienso encontrar la respuesta al enigma que se esconde tras esta nave y regresar sin perder ni un solo tornillo.

Viendo lo decidida que estaba, el científico no tuvo otra que dejar que se marchara con Jan tras desearle suerte.

Dos siguió a la mujer hasta la sala de despresurización para que desde allí ya pudiera partir hacia la nave objetivo. Aunque antes, Jan se dirigió por última vez para advertirle de algo importante:

Recuerda: tienes que encontrar la fuente que mantiene activa todavía esa nave y desactivarla. Posiblemente no haya ningún peligro en su interior porque los sistemas defensivos se enfocarán a naves extrañas. Buena suerte.

Memorizado y archivado —aseguró Dos golpeándose el pecho —. Apagaré las luces antes siquiera que podáis empezar a echarme de menos.

En cuanto se abrió la compuerta, Dos puso en marcha el monopatín, saliendo al amplio espacio que formaba el Intersticio de los Mundos, rumbo a la nave sin identificar. Seguramente los que pudiesen verla llegarían a darse cuenta de que a la robot le hizo bastante gracia su pequeña nave, ya que no tardó mucho en intentar hacer alguna que otra cabriola e incluso saludar a los que se encontraban en la cabina.

Tardó un rato en llegar, no es seguro de si por perder el tiempo o la distancia que había entre las dos grandes naves, pero finalmente Dos se encontró volando alrededor del objetivo, buscando alguna apertura por la que poder entrar con su nuevo juguete.

Vaya, todos los huecos son muy pequeños y como deje el transporte aquí, a saber si un cacho de nave lo golpea y lo manda al sistema de al lado —se quejó la droide insistiendo en buscar un hueco —. Y fijo que me echarían la bronca si lo pierdo, ya tengo bastante teniendo que disculparme con el dueño del traje por haberle perdido su sustancia rosácea y masticable —siguió hablando, en esta ocasión refiriéndose al chicle que había perdido sin querer.

Finalmente llegó a ver un agujero en donde la nave cabría sin problemas, opción que tomó sin pensárselo mucho, acelerando con el monopatín para entrar por la abertura y poder estacionar en el interior de la nave. En cuanto estuviera segura de que podía dejar su vehículo, Dos soltaría el enganche que la mantenía asegurada a este y se prepararía para ir en busca de la fuente de energía.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor Nell » Sab Nov 05, 2016 12:43 am

Dos entró por el pasillo, que era lo bastante ancho como para que cupiera con la nave. Llegó a una amplia sala que debía de haber servido antiguamente para reuniones o como parte residencial de la nave. Sin embargo, todo se debía de haber perdido por el espacio, porque no quedaban más que restos difícilmente identificables. Pudo dejar la nave a un lado, incrustada en un hueco para inmovilizarla del todo, y navegar ella misma. Tenía la opción de continuar con el enganche de su traje a la nave (aunque tendría un límite hasta el cual podría llegar) o desprenderse por completo de él.

A partir de ese punto pudo recorrer con libertad la nave. Le resultaba muy similar a la de la Gran Consejera de la Federación Galáctica, aunque había algo en su diseño que no acababa de parecerse del todo a las naves en las que había viajado. No encontró tampoco nada de utilidad, todo se había perdido en el espacio.

Finalmente encontró la sala de control. En el panel pudo comprobar que, efectivamente, algunas funciones de la nave seguían operativas, aunque muy dañadas. El sistema aconsejaba un desalojo inmediato de los integrantes y una urgente limpieza de los baños. No le fue difícil desconectarlo por completo.

Pero, ¿por qué se hallaba encendido? ¿Cómo es que una nave tan dañada había activado mecanismos que no le eran necesarios en aquel estado?

Hay alguien que ha llegado ahí dentro.

Pues mátalo y vente fuera. La diversión ya ha empezado.

Tendría poco menos de un minuto para reaccionar antes de ver a una mujer, con un traje espacial menos aparatoso que el suyo, entrar en la habitación con una pistola láser con la que apuntaría inmediatamente a Dos. ¡Más le valía pensar en algo!
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor LightHelco » Sab Nov 05, 2016 7:45 pm

La robot aparcó la nave en una sala en la que ya no quedaba prácticamente nada. Intentó escanearla con sus ojos y poder trazar en su cabeza un plano de lo que podría haber sido aquella habitación antiguamente, pero tras golpearse la cabeza un par de veces y no sentir que pasaba nada dentro de ella, Dos pudo comprobar que su escáner estaba fuera de servicio, así que iba a ser imposible identificar cualquiera de los restos que flotaban alrededor suyo.

Definitivamente, cuando termine la misión le tengo que pedir al Doctor que me instale un nuevo escáner —empezó a hablar consigo misma mientras abandonaba la sala para recorrer el resto de la nave —. No puedo ser un buen droide de investigación si mis capacidades están tan limitadas, debería tener un escáner y seguramente instrumentos de limpieza en caso de tener que quitarle roña a los objetos. ¡Oh! También una capacidad de memoria mayor y un procesador de voz y traductor de idiomas… un arma tampoco me vendría mal y…

Su listado de funciones y accesorios, (tanto útiles como simples caprichos) continuó hasta que Dos finalmente se dio de bruces con la sala de control. Olvidándose rápidamente de todo el listado, sin guardar una copia de seguridad ni nada sobre este, la robot se acercó sin demora al panel, la luz de su nariz brillando con fuerza.

¡Lo encontré! —exclamó victoriosa, posando sus manos sobre el panel —. Veamos que tienes que contarme, panelito.

Toqueteando varios botones, Dos consiguió ver como varias funciones de la nave estaban activas y operativas. No eran cosas muy importantes a simple vista, luces, el sistema de limpieza de los baños… nada fuera de lo normal. Aunque seguía siendo extraño que todo eso estuviera en marcha cuando la nave se encontraba en tal desastroso estado.

Una pena que no pueda sacar mi cola de este traje, podría intentar acceder de forma directa al sistema de control de la nave y descargar cualquier archivo que me indicara que es lo que había pasado —se lamentó la droide terminando de desactivar la nave desde el panel —. Fijo que este lugar debía estar tan monitorizado como la nave de la Federación, el poder acceder a dos o tres cámaras fijo que habría sido algo por lo que todos me felicitasen.

>>Dos, la increíble droide de investigación que descubrió el misterio tras la nave abandonada
—recitó cambiando su voz como pudo y extendiendo las manos para darle más énfasis a la frase —. Que tuercas, vamos a intentar conectarnos. Fijo que Jan solo exageraba con lo del traje porque nunca ha visto una droide de alta calidad como yo.

Dos fue a quitarse el casco de su traje espacial cuando escuchó un murmullo a su espalda. Nada más darse la vuelta, se encontró con una mujer enfundada en otro traje espacial, y menos globo que el suyo, apuntándole con lo que parecía ser un arma de fuego… o laser para ser más exactos.

La bombilla de la chica de metal parpadeó varias veces mientras esta salía del asombro de encontrarse amenazada por un arma.

¿Hola? Si viene por lo de la nave, puede estar tranquila, ya que me he encargado de desactivar todas las funciones y sistemas que se encontraban en marcha en ella. No debe de darme las gracias —le dijo con bastante poca modestia la robot —. Aunque si lo que buscaba no era desactivarlo porque por alguna razón vive en esta destartalada nave, entonces debo disculparme y reiniciar nuevamente el sistema para dejarlo tal y como estaba —. Dos se quedó un rato pensando lo que decir —. Pero sinceramente, le aconsejaría el limpiar los baños, según los datos, los cuales he memorizado y archivado en mi fantástica memoria, se encontraban cerca de crear una nueva clase de gérmenes que mutados con residuos y minerales espaciales, podrían dar vida a una raza de lo más peligrosa, se lo aseguro.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor Nell » Mié Nov 09, 2016 2:01 am

La rimbombante charla de Dos fue lo bastante confusa como para que la mujer se lo pensara antes de disparar.

¡Gracias por la información, nadie te la había pedido! Puedes dejarlo activo de nuevo, si quieres. Lo haré yo de todas formas para seguir atrayendo a estúpidos como vosotros.

En esta ocasión no se entretuvo más y disparó. Erró el tiro, y no por poco, y algo en la espalda de Dos estalló. La maquinaria comenzó a producir ruidos extraños, que a la robot le sonarían muy parecidos a algo así como "¡miradme todos, voy a explotar mucho!". La mercenaria debió de pensar lo mismo, porque retrocedió para cubrirse con la pared del pasillo. Sin embargo, no llegó a hacer nada más allá que chisporrotear, pero ayudó a Dos a salvar un pellejo que no sabía que tenía en peligro.

Dentro de su traje sonó una voz de alarma. Alguien intentaba ponerse en contacto con ella mediante una llamada, pero por mucho que lo intentara, no podía establecer la comunicación. Entonces hubo una explosión de verdad, sí, pero en otra parte de la nave. Les llegó la reverberación, ya que todo se sacudió. La mujer soltó una maldición.

¿Qué ha sido eso? —Miró por la ventana y lo que vio le hizo refunfuñar—. ¡No, hoy no!

Y se olvidó por completo de Dos, volviendo por el pasillo que había venido. Había salvado su culo mecánico. Sin embargo, cuando mirara por la ventana, comprobaría que el panorama no era demasiado bueno. La nave en la que se encontraba estaba rodeada por pequeños vehículos de aspecto muy extraño, que los ocupaban una especie de criaturas oscuras. Además, más allá, vería dos naves grandes: una era la del Doctor Tezuka... y la otra era una nave enemiga que les estaba atacando.

Podía intentar volver con Tezuka, aunque quizá las naves nuevas intentaran interceptarla. Usar la nave destrozada era inviable, no se movería; aunque podía probar a utilizar sus armas, como cañones o láseres (eso sí, cómo funcionaran ya era otro cantar...). O podía quedarse quieta a esperar a que pasara el caos. Allí estaría segura. Casi segura.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor LightHelco » Jue Nov 10, 2016 4:05 pm

¡Gracias por la información, nadie te la había pedido! —soltó la mujer de mala gana tras haberse recuperado de la confusión por la reacción de Dos —[/i]. Puedes dejarlo activo de nuevo, si quieres. Lo haré yo de todas formas para seguir atrayendo a estúpidos como vosotros.[/i]

Por la conducta tan violenta que muestra, diría que la frase correcta es ‘Para no seguir atrayendo a estúpidos, pero realmente útiles y carismáticos, como vosotros’ —corrigió Dos a su manera justo segundos antes de que la mujer disparase.

La droide no necesitó ni esquivarlo, aunque si que reaccionó intentando moverse a un lado y con la nariz lanzando flashazos del susto. La maquinaria a la espalda de Dos fue la que sufrió el impacto, empezando a hacer ruidos de lo más preocupantes. Tanto ella como la mercenaria retrocedieron ante la inminente explosión de la maquina, porque eso era lo que estaba diciendo con tanto “clink” y “clang”, que iba a explotar.

Pero esta nunca se produjo por suerte. Dos fue calmándose y con ello la luz de la bombilla apagándose. Y tras una maquinaria explosiva, le toco al traje de la droide ponerse a hablar, una llamada.

¡Ah! ¡El Doctor debe haberse enterado de que he ejecutado la misión con éxito y quiere felicitarme y ascenderme en la pirámide jerárquica de su trabajo —se imaginó la droide intentando buscar el botón para aceptar la llamada.

No llegó a establecerla, ya que entonces, la explosión que no se había producido, llegó. Aunque no de su maquinaría, si no de otra parte de la enorme nave. Toda la nave se sacudió de arriba abajo poniendo a prueba las capacidades de Dos para mantener el equilibrio. En su estado actual, ninguna.

¿Qué ha sido eso? ¡No, hoy no! —. Escuchó Dos gritar a la mujer desde el suelo del cual intentaba levantarse.

Antes de que pudiese preguntarla qué ocurría, la mercenaria salió corriendo de la sala y perdiéndose en el pasillo. Dos se rascó el casco intentando saber que tornillo se le había aflojado, poco tardó ella misma en descubrirlo cuando al mirar por la ventana se encontró con un panorama que solo había visto en su videoconsola.

La nave en la que se encontraba estaba totalmente rodeada de vehículos de tamaño pequeño y pilotados por una especie de criatura que no había visto nunca y tampoco coincidían con ninguna de las que tenía en sus archivos. Aunque aquello no era lo peor, ¡lo peor llegó cuando vio junto a la nave de Tezuka otra de parecido tamaño atacándola!

La droide gruñó de rabia. No podía quedarse ahí parada, tenía que salvar a su actual dueño o la persona más similar a ese término.

Espera… Jan dijo que esta nave contaba con su propio sistema de seguridad y eso significa que tiene… —una sonrisa cruzó el rostro de Dos de oreja a oreja —. ¡Un montón de armas!

Sin perder el tiempo, Dos salió corriendo en busca del lugar en donde podría acceder a los láseres, misiles y otros que tuviera la nave. En cuanto llegase, estiraría los dedos para hacerlos crujir y centrarse en esas molestas naves pequeñas.

Yo me pasé el minijuego del Wombat espacial a la primera —diría en alto para seguidamente empezar a activar y descubrir cómo funcionaban todas aquellas armas.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor Nell » Mar Nov 15, 2016 1:34 am

Dos descubrió enseguida que las armas seguían operativas y listas para entrar en acción. Lo que no pudo prever es que fueran incontrolables. Por mucho que intentara redireccionarlos hacia los objetivos que la misma nave detectaba como agentes extraños (y volatilizables), estos se lanzaban en cualquier dirección menos en la correcta. Los misiles zumbaron alrededor, buscando las naves pequeñas de las criaturas sin atinar en ninguna; los láseres, en cambio, se lanzaron a través del espacio hacia las naves grandes, y por suerte no dio a la de Tezuka, pero tampoco a la otra. Pero sí interrumpió la lucha entre ambas al verse obligadas a esquivarlos.

Entonces, la nave de Tezuka viró por el espacio y se dispuso a darse a la fuga. La nave pirata continuó intentando derribarla para asaltarla, aunque el trabajo de los láseres se lo dificultó hasta que llegó un momento en el que el equipo de Tezuka estaba a salvo. Habían puesto la suficiente distancia de por medio como para escapar del asalto. Y lo único que habían tenido que dejar atrás para conseguirlo era a Dos.

Hacía rato que la nave había dejado de responderle. La última orden que cumplió, activando los cañones y los láseres, fue demasiado para el sistema, que terminó de descontrolarse. Volvió a producir chispazos y a advertir que se desalojara con la mayor prisa posible la nave. Además hubo una nueva sacudida, como si se zarandeara a propósito para indicarle a Dos que saliera de allí cuanto antes.

Sin embargo, ¿adónde iba a ir? La nave de Tezuka se había marchado. Los piratas aún seguían persiguiéndoles desesperadamente, en la distancia, pero podían tirar la toalla y volver en cualquier momento. Dos aún tenía su nave lista para viajar adonde fuera, aunque en el exterior seguían esas pequeñas naves zumbando por alrededor; o podía echar un vistazo más a fondo a aquella nave abandonada, por si encontraba una cápsula de escape o algún cacharro que le sirviera para salvarse.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor LightHelco » Vie Nov 18, 2016 11:13 pm

¡Ratatatatata! ¡Le han dado a Cooper! —vociferaba Dos mientras usaba de forma descontrolada las armas, casi sin darse cuenta de que ningún laser o misil acertaba en los objetivos que ella quería —. ¡Vais a probar plomo!

En un momento, uno de los láseres casi alcanzó la nave de Tezuka. Dos soltó los mandos inmediatamente del susto. Aquel laser perdido había servido para alejar a la nave enemiga de la del doctor, pero el saber que casi se lo cargaba había puesto en alerta a la robot. Aunque más le alertó lo que hizo seguidamente, ya que nave de Tezuka viró y empezó a alejarse rápidamente de ella.

¿Eh? ¡Tuercas, que me dejan aquí! —se sobresaltó la droide —. Piernas, para que os doy aceite todos los días, ¡sacadme de aquí!

Aunque no le llevaron muy lejos, ya que la nave se sacudió nuevamente, haciendo que tropezara otra vez. Todos los sistemas de alarma se activaron indicando el desalojo de la nave, pero entre que los cazas pequeños seguían ahí fuera esperando a que alguien abandonara la nave y que para su vehículo espacial iba a ser imposible alcanzar la nave de Tezuka, Dos se encontraba en una situación muy peliaguda.

Tuercas, poco me ha durado el reseteo —se quejó la droide intentando pensar cómo salir de aquello —. Espera —se le encendió la bombilla (literalmente) tras darle vueltas —. Esa mujer que estaba en la nave. Yo no he visto a nada salir, así que fijo que sigue aquí y ¡además tendrá una forma de volver!

Dos golpeó palma con puño, una sonrisa cruzándole la cara de oreja a oreja.

La buscaré y me agarraré a su pierna hasta que me saque de ahí. Si es que soy una genio.

Con el plan listo, la robot se puso a buscar a la otra pasajera antes de que todo se derrumbara.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor Nell » Mar Nov 22, 2016 9:37 pm

Encontró la nave de la mujer en el exterior, junto a uno de los boquetes. Era más grande que la suya, más parecida a una de exploración que el monopatín cutre que le habían dado a ella. La mercenaria la había dejado a propósito entre varios escombros para asegurarse de que nadie la viera desde fuera, aunque desde el interior era visible. Y era una suerte que con el balanceo y las sacudidas de la nave destrozada no hubiese sido dañada.

Dos vio la puerta de entrada, un agujero con botón de emergencia exterior. Prácticamente era una invitación. Pudo entrar a una cabina, ya que la nave solo contaba con una cubierta central y dos salas colindantes, una el cuarto de baño y otra el dormitorio. La mercenaria estaba inclinada sobre los controles, aunque la nave le indicó de inmediato que la puerta acababa de abrirse. Se giró y se enfureció al ver a Dos.

¡Tú!

Desenfundó la pistola y esta vez sí, disparó. Dos recibió la bala en el abdomen. Puede que fuera de metal, pero seguía doliendo. Y mucho. Además comenzó a sentirse debilitada, justo cuando la mujer estaba a punto de dar otro disparo, tras comprobar el acierto del segundo. No obstante, cambió de opinión, poniendo una cara pensativa.

Quizá valgas algo.

Se acercó a Dos y, por mucho que la chica intentara resistirse (si lo hacía), la mujer consiguió empujarla al suelo y maniatarla las manos a la espalda, sujetarle los pies para juntarlos y amordazarle la boca. Luego la cogió, como si fuera un saco, y la encerró en el dormitorio, echando la llave para asegurarse de que su invitada no salía. Y todo esto con la bala aún en su cuerpo.

La nave pirata despegó, con Dos dentro, retenida como rehén. ¡Y se había dejado el monopatín!

* * *


Light navegaba por el espacio (en nave, en glider o nadando), pensando en sus cosas (o no). Ahora que era Maestro podía viajar gracias al Portal, aunque ese día justo no lo utilizó, sino que había preferido el método tradicional. Habría sido un grato paseo de no ser porque una nave cercana se acercó directo hacia él para que, a una prudente distancia, le llegara una voz a su casco/monitor de una comunicación establecida con la misma.

Hola, ¿puedes ayudarme? Mi nave se ha roto y necesita reparación. No sé mucho y podría quedarme varada en cualquier momento —le dijo la navegante.

Desde el interior de la nave, Dos podía escuchar desde su encierro la voz de la mercenaria atracando a un pobre inocente a través de la puerta, así como la posible respuesta de la víctima. En caso de que el bueno de Light aceptara, la nave abriría su escotilla para permitirle la entrada (aunque si iba en glider, este no cabría por ella, tendría que entrar solo el Maestro).


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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor Light » Mié Nov 23, 2016 11:18 pm

Light, quien regresaba a Tierra de Partida de una misión, navegaba por el espacio con su vehículo glider. Los recientes días había empleado muy frecuentemente el pasillo luminoso —acababa de aprenderlo y no le quedaba otra que practicar, pues tenía que dominarlo— y aquel día le apetecía volver al método tradicional. Tampoco le convenía perder la práctica con el glider.

Tarde o temprano se percató de que una nave espacial se aproximaba directamente a él. Light, extrañado, se viró hacia aquel vehículo y detuvo el suyo propio.

Le llegó entonces un mensaje a su casco.

Hola, ¿puedes ayudarme? Mi nave se ha roto y necesita reparación. No sé mucho y podría quedarme varada en cualquier momento.

«Vaya, qué putada».

Me temo que no soy un experto en reparar naves, lo siento. Pero, por probar, puedo intentar ayudarte de alguna manera.

No tenía prisa y no le importaba entretenerse un poco por una buena causa: así que se acercó del todo a la escotilla, desmaterializó su glider —la armadura, por si acaso, se la dejaría equipada de momento— y se introdujo en la nave averiada.

Y si no podía hacer nada en su nave, siempre podía materializar su nave gumi (de ser posible) y llevarla.

Ni se imaginaba que estaba entrando en una nave pirata.
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Re: [Espacio Profundo] Entre escombros y recuerdos

Notapor LightHelco » Jue Nov 24, 2016 1:48 am

¡Ahí está! —exclamó Dos de alegría acercándose a la nave tan rápido como el traje le permitía.

No le costó nada encontrar la entrada y menos le costó hacer un comentario respecto a lo fácil que era abrirla, porque seguro que la mercenaria estaba deseando volver a verla.

¡Hola! ¿Me echabas de menos? —anunció la robot a pleno pulmón su llegada en cuanto entró por la puerta y vio a la mujer.

Con una sonrisa ingenua, Dos se dispuso a explicar sus razones para entrar en la nave así de sopetón, pero claro, el que asaltaran su vehículo de tal manera no debió de hacerle ni pizca de gracia a la mujer.

¡Tú!

A la droide no le dio tiempo a decir nada, ya que nada más verla, la piloto desenfundó y disparó el arma. Y en esta ocasión acertó de lleno. La bala atravesó el acolchado traje espacial y se introdujo en el metálico cuerpo de Dos, seguramente le había dado en alguna zona sensible, porque ella estaba segura de que el metal con la que se le había construido era más duro.

Verdad o no, lo cierto es que el disparó la empezó a debilitar al haber dañado algunos cables y sistemas menores.

¡Ay! ¡Ay! ¡Ay! —sollozó dolorida la droide llevándose una mano al abdomen —. Jo, que yo venía de buenas, si solo quiero volver con el Doctor Tezuka y…

Le tocó cerrar la boca al ver que el cañón de la pistola seguía apuntándola. Por suerte esta vez no hubo disparo, debido a que la mercenaria tenía una idea mejor para deshacerse de Dos.

Quizá valgas algo.

¿Valer algo? —preguntó confusa —. ¡Espera, espera, espera! No puedes venderme así como así y que sepas que mi precio sería alto. Que soy una droide de primera cali… ¡Ay!

La mujer la empujó en ese momento para tirarla al suelo. Dos intentó defenderse, pero entre que el traje ahora estaba totalmente desinchado, y era toda una molestia, y que se encontraba más débil tras el disparo, su atacante no tuvo problema alguno en ponerla boca-abajo y amarrarle las manos, algo bastante curioso debido a que las manos de esta eran muy diferentes a las de un humano normal.

¡Esto es maltrato electrónico! ¡Fijo que eres de las que golpean su ordenador cuando le cuesta abrir el Word!

Si quería seguir insultándola, Dos se quedaría con las ganas, porque aquella mercenaria no tardó nada en taparle la boca para que no pudiera seguir con su verborrea. Ya tenía mala suerte la robot, que estaba construida para que su sistema de voz necesitara del movimiento de labios, porque si no hubiera sido así, fijo que se habría llevado ese segundo balazo.

Incapaz de moverse, Dos fue levantada por la mujer como si se tratara de un saco y lanzada al interior del dormitorio con el que contaba la nave y encerrada con llave en el interior. Dos no pudo hacer nada más que mirar la puerta cerrada y empezar a arrepentirse un poco de haber tenido aquella idea. Un poco solo, porque estaba segura de que esa mujer no iba a saber valorar una droide única y en el universo como ella.

No fue hasta un tiempo después que escuchó a la mujer hablar con alguien, invitándole a entrar. La luz de su nariz se iluminó alertada por la presencia de una nueva víctima de aquella bruta o un aliado. Al poco descubrió que era una víctima y supo que debía alertarla, ¿pero cómo? Sin poder mover los labios, su modulador no funcionaba y con ello no podía reproducir ningún sonido.

La robot intentó pensar algo, mirar en la oscura habitación por si podía usar cualquier cosa para desatarse. Tuvo que concentrarse mucho para que la luz de la nariz pudiera iluminar la sala como ella quisiese. Y fue cuando hizo eso que encontró su solución al problema. Arrastrándose hasta la puerta, acercó la nariz todo lo que pudo a la parte de abajo para que la luz pasara al otro lado de esta y empezó a encender y apagar la bombillita para mandarle un mensaje de socorro al nuevo pasajero.

Corto, corto, corto, largo, largo, largo, corto, corto, corto… ¡vamos! ¡Qué todos deberían saber código Morse, tío!” pensó nerviosa repitiendo el mensaje de forma continua, aunque con los nervios en ocasiones se le escapaban flashazos incorrectos.

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Edit de un code salvaje mal colocado.
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