[Agrabah] La Amenaza Djinn

Aka Salmón II Participantes: Celeste, Saeko, Fátima y Malik Extras: Saito y Light

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Suzume Mizuno » Mar Ago 09, 2016 9:35 pm

Consciente de que le había dado el golpe final a Kefka —un estremecimiento de placer le subió por la espalda al verlo atrapado entre sus estacas— emprendió rápidamente el vuelo hacia la torre. Había visto que sus compañeros habían salido heridos, pero Nanashi era una curandera de mucho más nivel que ella. Y Lyn no dejaría que Light quedara sin atender solo por ser de Tierra de Partida.

Así que voló rápido, con el corazón en un puño y el convencimiento de que algo estaba mal. Muy mal.

*


Como no parecía haber un peligro inmediato en el exterior, Fátima decidió entrar en la torre, temerosa de que se hubieran topado con una trampa. Tuvo que bajar por unas escaleras de caracol, siguiendo las voces que le llegaban desde sus profundidades.

Cuando llegó al final encontró al grupo intacto y a Badra en un estado terrible. Al fondo había una extraña puerta y Yasmín parecía querer abrirla cortándose de nuevo en la mano. Fátima soltó una exclamación al ver que sucedía lo mismo que en la tumba de Kamra. Ahora podía abrirse. Lanzando una mirada de preocupación hacia Celeste, se apresuró a ir junto a Saeko y Malik.

¿Qué hay ahí, al fondo?

Era una puerta de dos hojas, cerrada por un candado. Por las rendijas se escapaba una luz ominosa, como si hubiera un incendio al otro lado. Tragó saliva.

¿Es él…?

Así que ahí estaba. Fátima sacó un Éter y dio un trago. Bien, estaba más o menos lista. Pero antes…

Corrió al lado de Kamra, que abrazaba a Celeste. La chica estaba desolada.

¿Hay algo en lo que… pueda ayudar?—murmuró—. ¿No funcionan los hechizos curativos?

Escuchó las noticias con expresión sombría y miró con profunda lástima a Badra. No había intercambiado apenas una palabra con ella, pero verla ahí, quemada ya punto de morir…

Pero no era la única, se recordó. Como en China, como en tantos otros sitios. No sólo había una víctima. Lo había aprendido a la fuerza. A veces había que aprender a dar prioridad. Estaba segura de que Badra habría pensado lo mismo. Le apretó con suavidad un hombro a Celeste y luego dijo con voz ronca:

Tenemos que eliminar a Ifrit. Lo siento, de verdad, pero se nos acaba el tiempo. Necesitamos la canción y el artefacto. Porque está allí, ¿verdad?—Aguardó un momento—. Vamos a necesitar todas las manos posibles. O que alguien vaya a buscar a las Maestras y las traiga aquí.—Miró a Celeste, pero no creía que quisiera alejarse cuando Badra se encontraba en tan malas condiciones—. ¿Nos ayudará, señora?—añadió en dirección a Kamra.

Sabía que tenía que esperar a sus Maestras pero, aun así, no quería quedarse quieta ni esperar mucho más. Cuanta más información pudiera reunir, mejor. Como Celeste parecía todavía reticente, Fátima se humedeció los labios y miró de reojo a Malik. Pero no, era Celeste quien tenía la esfera que iban a necesitar….

Y, de pronto, se le ocurrió una cosa.

Señora Kamra, Ifrit es un djinn, ¿verdad?—Esperó su respuesta y alzó un poco la voz, para que la escucharan—: Entonces si le vencemos, ¿habría alguna posibilidad de que curara a Badra? ¿Por mínima que sea?

Fuera una respuesta positiva o no, Fátima se volvería a agachar al lado de Celeste y diría:

Sea como sea, hay que intentarlo, hay que salvar este mundo. Y para eso necesitamos la esfera.

En vez de dársela, Celeste decidió ir con ella. Fátima lo agradeció, imaginando lo duro que tenía que ser alejarse de Badra cuando no sabían si iba a despertarse… pero tenían un deber que cumplir. Pasó al lado de Saeko y Malik y les explicó lo que iba a hacer, mirando de reojo a Aladín. Esperaba que quisiera quedarse atrás, protegiendo a la Princesa:

Fuera una respuesta positiva o no, Fátima se volvería a agachar al lado de Celeste y diría:

Dudo que la puerta sea lo único que contiene a Ifrit, así que voy a acercarme a ver qué hay al otro lado. Tenemos que intentar elaborar un plan, no podemos entrar a ciegas a enfrentarnos con él y tampoco perder tiempo. Por si acaso… Imagino que la canción que nos ha enseñado Kamra sólo servirá cuando Ifrit esté más cansado, ¿no, señora?—inquirió en dirección a la Sultana—. Entonces voy para allá.

Fátima usaría su Llave Espada para intentar abrir la puerta. Si no lo conseguía, suponía que tendría que pedir de nuevo ayuda a Yasmín —y enfrentarse a la ira de Aladín—. Le haría un gesto a quien viniera con ella para que se mantuviera detrás, por si acaso. luego, preparada para lanzar un Dragón de Agua y retroceder en caso de que algo o alguien les atacara, se acercó con cuidado para asomarse y ver qué era lo que les esperaba.

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¡Decisiones tomadas con Denna!

-Éter.

En caso de ataque, lanzará un Dragón de agua para defenderse:

▪ Dragón de agua (HM) [Nivel 22] [Requiere Afinidad a Agua; Poder Mágico 35] [Personalizada] El usuario invoca un dragón de agua de tres metros de longitud y uno de diámetro que embiste al enemigo/s. No tiene por qué ir recto y puede maniobrar trazando curvas para perseguir al objetivo.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Denna » Mié Ago 10, 2016 12:04 am

No va a morirse.

Tan centrada estaba en una respuesta de Kamra que no había oído a Malik acercarse.

¡Lo hará si no..!

Celeste, escúchame —ordenó, y no pude evitar callar y encogerme, intimidada. Era tan mayor y tan autoritario que se me olvidaba que también era un Aprendiz como yo—. No poseo hechizos de alta curación, pero tengo esto, es una ultrapoción.

Me contuve para no ponerme a gritar: «¿Y de qué va a servir? ¡Si ni siquiera Nanashi ha podido hacer nada! Sólo nos queda ese estúpido deseo de esa estúpida lámpara y nadie va a gastarlo en ella». Me mordí la lengua aunque, de todos modos, la idea estaba en el aire.

Él continuó.

Quédatela y dásela, pero tienes que centrarte, ¿de acuerdo?

De acuerdo —murmuré. En eso tenía que reconocer que estaba en lo cierto. Un ataque de nervios no ayudaría a nadie, y menos a Badra. Acepté la ultrapoción a regañadientes, pero las palabras fueron sinceras:—. Gracias, Malik.

Debemos ir a la torre primero —intervino Saeko entonces—. Y con cuidado, todavía tenemos un enemigo escondido por ahí.

Kuja. Me había olvidado de su existencia, lo cual sólo le daba más razón a Malik. Tenía que centrarme.

Asentí en dirección a Saeko, tratando de infundirle algo de la poca calma que luchaba por conservar. Fuera, ante la aparición de Kefka, ella me había apoyado cuando Nanashi y Saito preferían cerrarse en banda a salvar a Badra, y le había pedido la lámpara a la Maestra y todo. Aún habiendo recibido la misma negativa que yo, me sentía muy agradecida. Era algo a lo que aferrarse... sobre todo después del egoísmo de una Maestra y un compañero de bando.

Apreté los puños. Si ya antes me cuestionaba que Saeko fuese la mala de toda esa historia, aquello me había sacado de dudas por completo.

Malik se ofreció a pasar primero e investigar. Kamra asintió. Mientras esperábamos a que volviera, intenté que Badra se tomara la ultrapoción, con mucho cuidado de no tocarla más de lo necesario. No parecía estar ni un poco mejor. Era como si el fuego todavía ardiese en ella y devorara todas las curas que recibía.

Lo siento mucho —le dije en voz baja. Ignoraba si podía oírme o no, pero sentía la necesidad de hablarle—. Te pondrás bien, te lo prometo. Nanashi entrará en razón o yo misma le robaré la maldita lámpara y pediré el deseo por ella. Tú sólo aguanta un poco, ¿vale? Sé que puedes. Has llegado demasiado lejos para caer ahora.

Me quedé junto a ella hasta que volvimos a movernos. De paso —y con cierta irritación— me puse de tal forma que bloqueaba la mirada perdida de Yasmín, que contemplaba a Badra como quien veía un espectáculo de monstruos.

La torre resultó estar despejada, lo cual parecía todavía más sospechoso. Bajamos por unas escaleras hasta un pasillo estrecho, la única estancia que había. Estaba vacío. Sólo destacaba una puerta que barraba el paso al otro lado.

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Kamra se detuvo y dejó a Badra en el suelo. En vista de que íbamos a tener que esperar al otro grupo, tomé asiento junto a ella.

No quiero mentiros, por eso quiero deciros que es posible que no salga de ésta. Escuché tu conversación con la Maestra Nanashi, Saeko. Tienes razón, la lámpara es la única forma de salvarla, da igual cuanta magia apliquemos ahora... Tan solo estamos aplazando lo inevitable.

Contuve el aliento.

¿No hay otra manera? ¿Nada?

Si tuviésemos un equipo de magos sanadores podríamos seguir lanzándole magia curativa hasta que sus heridas empezasen a cerrarse de forma natural, pero ese proceso tardaría semanas —admitió Kamra.

Bajé la mirada hacia la mujer, que a duras penas respiraba. En el fondo lo sabía. Con toda la gente que había visto morir en la hoguera, viendo cómo las llamas devoraban a una persona y llevarse hasta sus gritos en cuestión de segundos... No era muy difícil creer que la magia apenas funcionara contra algo tan destructivo como el fuego.

Puede que la decisión de la Maestra Nanashi suene cruel, pero lo hace para protegeros. —Resoplé, sin molestarme en ocultar mi indignación—. Destruír a Ifrit es algo que no pudimos hacer en su momento y... Cualquiera podría acabar en la misma situación de Badra. Si usa el deseo no podría salvar a nadie más. Si Badra aguanta un poco más... Podría ser curada por el deseo, pero destruír a Ifrit es la mayor prioridad... Incluso si hoy no se libera, lo acabaría haciendo con el tiempo. Nada dura para siempre.

Chorradas. No gasta el deseo porque no le da la gana.

Mi paciencia tampoco duraba para siempre. Ni mucho menos.

Nosotros no somos más importantes que nadie por ser Caballeros —escupí la palabra con desprecio—. Pudimos marcharnos en su momento. Elegimos quedarnos. Badra no tenía esa oportunidad, no con una tribu dependiendo de ella. ¡¿Y qué se supone que haremos cuando vayamos a por Ifrit?! —Terminé por explotar al final—. ¡¿Tumbarla a un lado como si fuese un objeto de decoración y cruzar los dedos para que no deje de respirar?!

»Dejarla en ese estado no ayudará ni a Agrabah ni a nosotros, así que nada de «querer guardar el deseo para otro» ni «cartas de triunfo»
—vociferé, enfatizando las comillas—. Es inhumano.

»Y si Nanashi no es capaz de verlo así, me da igual lo mucho que quiera protegernos. Es una persona horrible.


Dejé que las palabras resonaran contra las paredes del pasillo y murieran en el aire, demasiado ofuscada para poder seguir. De todas formas, ya me había hecho oír.

No me sentía mejor. Ni siquiera un poco desahogada. Más bien al contrario, pues sabía que acababa de perder los estribos inútilmente, y que nada de lo que pudiera decir iba a tener repercusión alguna. No si Nanashi no estaba. No si Kamra no me entendía.

Frustrada, di la espalda a todo el mundo y me centré en Badra de nuevo. Era una estupidez intentar aplicarle mi magia, pero sí que recurriría a otra poción si veía que volvía a estar muy mal; esta vez una de las mías. En eso estaba cuando oí a Kamra acercarse y, sin mediar palabra, me abrazó con fuerza.

Pegué un respingo, más por la sorpresa que por el abrazo en sí.

Celeste, necesito que estés aquí, con nosotros —me susurró—. No todo está perdido, mientras su corazón siga latiendo podrá ser salvada. No pierdas la esperanza.

Eso intento, de verdad, pero... Es difícil. Ya he tenido que ver esto demasiadas veces —le confié. Hice una pausa, pensativa, y luego suspiré—. Siento haber perdido los nervios antes. Pero si Badra muere ahora, será como si nosotros la hubiésemos matado.

«Y no creo que pueda pasar por eso otra vez».

Me volví hacia los demás, avergonzada y asustada y cansada, sin saber cómo actuar. Fátima acababa de llegar también —sola, pero no parecía que hubiese habido problemas con el resto del grupo. Vacilé al ver que se acercaba, preguntándome si habría llegado a escuchar el griterío, pero eso apenas tenía importancia ya. Negué con la cabeza cuando preguntó por las curas, y me limité a dejar que Kamra le explicara mejor la situación.

Tenemos que eliminar a Ifrit. Lo siento, de verdad, pero se nos acaba el tiempo. Necesitamos la canción y el artefacto. Porque está allí, ¿verdad?

Eso parece. —Yasmín y Saeko se habían aproximado a la puerta, sellada con una magia de sangre o algo así.

Me abstuve de comentar. La idea de dar media vuelta e ir a buscar a Nanashi me horrorizaba, y agradecí que Fátima no me lo ordenara directamente.

Señora Kamra —dijo de repente—, Ifrit es un djinn, ¿verdad? Entonces si le vencemos, ¿habría alguna posibilidad de que curara a Badra? ¿Por mínima que sea?

Tiene... Tiene sentido... Si pudiéramos esclavizarlo, aunque fuese sólo un momento, para salvarla...

Esperé a ver qué decía Kamra. Tener que contar con el monstruo más terrible que había pisado Agrabah antes que en Nanashi parecía una broma, pero habíamos llegado a una situación crítica.

Sea como sea, hay que intentarlo, hay que salvar este mundo. Y para eso necesitamos la esfera.

Saqué el objeto de mi bolsa y apreté los labios. No podía perder la esperanza, no podía quedarme de brazos cruzados, tenía que tener fe...

Entonces vayamos a echar un ojo. La puerta está abierta, pero Ifrit sigue sellado... —Volví a mirar a la sultana, esperando por si me corregía o avisaba de algo—. No deberíamos, uh, correr peligro si no hacemos tonterías.

O eso esperaba.

Dejé que Fátima pasara delante y me detuve un segundo a hablar con Kamra y pedirle que cuidara de Badra. En teoría, la nómada aún tenía por algún lado unas pociones que le había prestado antes de irme con Nanashi a por Lyn, y contaba con que ella pudiera administrárselas si empeoraba. Luego me acerqué a Saeko y a Malik.

Si ella se pusiera muy mal... ¿Lyn podría llevarla a Tierra de Partida? —pregunté con un hilo de voz. Esperaba que los dos entendieran lo que les pedía, aunque no sabía cómo reaccionaría Malik—. Aunque fuese sólo para mantenerla estable.

Era mi última baza para ayudarla. La última civilizada, al menos. Alguna tenía que funcionar.

Con la bola bien sujeta entre las manos, me acerqué hacia la segunda puerta.
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Tsuna » Mié Ago 10, 2016 10:54 pm

Celeste asintió ante las palabras de Saeko, aunque la preocupación en la aprendiz era evidente. Al final recibió la negativa de Nanashi respecto a entregarle la lámpara y pedir el deseo. No estaba de acuerdo con su decisión, así como no lo había estado con muchas cosas en el pasado también, pero ahora lo que importaba era llegar a la torre a salvo. Ya encontrarían el modo de salvar a la hija de Rayim, o eso quería pensar.

Terminaron alcanzando la torre del antiguo palacio, en su interior encontraron unas escaleras de caracol que iban tanto arriba como para abajo, al final terminaron descendiendo, dado que en la parte superior no parecía haber nada de interés. Al fondo encontraron un pasillo con una puerta que mostraba una cerradura:

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Saeko, además de contemplar todo el escenario, seguía pensando en la actitud de Saito y de Nanashi, no quería distraerse, pues todavía quedaba un enemigo desaparecido, Kuja, pero le era inevitable pensar en las palabras de los miembros del Bastión, especialmente las del primero.

Parece que ésto es seguro. No quiero mentiros, por eso quiero deciros que es posible que no salga de ésta. Escuché tu conversación con la Maestra Nanashi, Saeko —pegó un respingo al escuchar su nombre—. Tienes razón, la lámpara es la única forma de salvarla, da igual cuanta magia apliquemos ahora... Tan solo estamos aplazando lo inevitable. Si tuviésemos un equipo de magos sanadores podríamos seguir lanzándole magia curativa hasta que sus heridas empezasen a cerrarse de forma natural, pero ese proceso tardaría semanas.

No, definitivamente eso no podía ser una solución.

>>Puede que la decisión de la Maestra Nanashi suene cruel, pero lo hace para protegeros —Saeko hizo una mueca, no terminaba de estar convencida, ellos arriesgaban su vida día a día y no necesitaban de lámparas mágicas "por si acaso", y Badra era la hija de Rayim, no estaban mostrando respeto ninguno por su vida ni por el antiguo Portador—. Destruír a Ifrit es algo que no pudimos hacer en su momento y... Cualquiera podría acabar en la misma situación de Badra. Si usa el deseo no podría salvar a nadie más. Si Badra aguanta un poco más... Podría ser curada por el deseo, pero destruír a Ifrit es la mayor prioridad... Incluso si hoy no se libera, lo acabaría haciendo con el tiempo. Nada dura para siempre.

Esa explicación sí tenía algo más de coherencia, pero aun así la situación era la que era. Saeko miró a Badra de soslayo, su estado le seguía pareciendo doloroso incluso sin sentirlo ella. Tenía claro que era una mujer con mucha fuerza de voluntad.

Chorradas. No gasta el deseo porque no le da la gana. —estaba claro que ella tampoco aceptaba la decisión de Nanashi.

Nosotros no somos más importantes que nadie por ser Caballeros —lo mismo que pensaba, ellos arriesgaban su vida con solo estar en La Orden—. Pudimos marcharnos en su momento. Elegimos quedarnos. Badra no tenía esa oportunidad, no con una tribu dependiendo de ella. ¡¿Y qué se supone que haremos cuando vayamos a por Ifrit?! ¡¿Tumbarla a un lado como si fuese un objeto de decoración y cruzar los dedos para que no deje de respirar?!

»Dejarla en ese estado no ayudará ni a Agrabah ni a nosotros, así que nada de «querer guardar el deseo para otro» ni «cartas de triunfo». Es inhumano.

»Y si Nanashi no es capaz de verlo así, me da igual lo mucho que quiera protegernos. Es una persona horrible.


Saeko abrió los ojos con sorpresa, por un momento se vio a sí misma reflejada en Celeste, a su antigua yo, la que vivió y luchó en el Castillo del Olvido.

Saeko, ¿puedes ayudarme? —llamó entonces Yasmín—. Necesito que me hagas un corte en la palma de la mano para poder abrir la puerta.

Aladdín se mostró algo brusco con la decisión de hacerle el corte y recordó lo de la pelea en la tumba. Hizo una mueca, no muy convencida tampoco por la actitud del muchacho, ella tampoco le quería hacer daño e incluso se planteó acercarse para decirle que no iba a pasar nada, pero viendo cómo la había tratado Saito, quemó esa idea tan rápido como llegó. No estaba para escuchar regañinas de nadie más. Se acercó a Yasmín dispuesta a hacerle el corte, pero entonces llegó Fátima.

La maestra se adelantó hasta la posición de Celeste, preocupada. Entre tanto ella tenía otra tarea que cumplir: se acercó a Yasmín y cogió con cuidado la palma de su mano, luego invocó su Llave Espada —no estaba dispuesta a usar magia, ni a utilizar su katana para hacer un simple corte—, y se aseguró de mirar a Aladdín por un momento, esperando que el chico estuviese mirando. Quería ganarse su confianza, que comprendiese que ella tampoco quería hacerle daño a nadie.

No te preocupes Yasmín, no te dolerá y me aseguraré de que te recuperes cuanto antes. —esbozó una sonrisa sincera.

Colocó el filo de su Llave sobre la palma de su mano, y asegurándose de que presionaba contra la piel realizó un veloz movimiento en dirección contraria, esperando que la herida no fuese tan grave. Esperó a que Yasmín colocara su mano sobre la puerta para abrirla, y una vez la abrieron encontraron un pasillo con antorchas y cargado de calor. Al fondo se veía otra puerta, con dos hojas, decorada con un corazón y muchas cadenas, así como una luz hipnótica que se filtraba por la parte de abajo.

Si la ayuda de Yasmín resultaba necesaria para abrirla Saeko esperó que utilizara la herida que ya tenía, fuera como fuera al final le terminó entregando una Poción, esperando que con ello se recuperara. Saeko por su parte se bebió un Éter, necesitaba recuperar fuerzas y la batalla iba a comenzar de un momento a otro.

Dudo que la puerta sea lo único que contiene a Ifrit —intervino entonces la maestra Fátima, que había estado hablando con Celeste y Kamra, además de mencionar que necesitaban la canción y el artefacto para derrotarlo—, así que voy a acercarme a ver qué hay al otro lado. Tenemos que intentar elaborar un plan, no podemos entrar a ciegas a enfrentarnos con él y tampoco perder tiempo. Por si acaso… Imagino que la canción que nos ha enseñado Kamra sólo servirá cuando Ifrit esté más cansado, ¿no, señora? Entonces voy para allá.

Mientras veía a la maestra adelantarse, Celeste se volvió a dirigir a Malik y a ella, buscando ayuda. Ciertamente la situación era muy trágica y desesperante, no estaba convencida de que con tantos conflictos fuesen a darle batalla al ser más poderoso que había pisado Agrabah.

Si ella se pusiera muy mal... ¿Lyn podría llevarla a Tierra de Partida?. Aunque fuese sólo para mantenerla estable.

Después de la decisión de Nanashi no sabía qué responder, pero tampoco quería quitarle la esperanza. Confiaba en que Lyn fuera, irónicamente, más humana que Nanashi.

Estoy segura de que la maestra Lyn estará de acuerdo, pero... —bajó un poco la cabeza, seguía pensando que ese tipo de medidas no eran más que parches para alargar el sufrimiento de la mujer. El único modo era usar la lámpara, incluso Kamra lo había dicho.

»Sigo pensando que la única solución es usar la lámpara, no tenemos opción. Y yo soy la última que quiere liberar al visir. Ya arriesgué mi vida una vez para encerrarlo, no lo hago por capricho. —escupió algo hastiada. Sí, había estado a punto de terminar con la cabeza aplastada por culpa de un elefante, todavía recordaba con horror ese momento.

Esperó la respuesta de Malik y mientras el grupo iba llegando, Saeko invocó su Llave Espada y procuró que tanto Aladdín como Yasmín se mantuvieran atrás. Dado el calor que hacía en la sala dudaba que su magia de hielo fuera a resultar útil, así que tocaba usar sus poderes de oscuridad, los cuales siempre causaban conflictos.

Por otra parte Saito había dicho que le hizo daño con su cambio de bando, a él y a los demás, y lo llegaba a entender en cierto punto porque ella misma les dio la espalda ese día, pero si tan en cuenta tenía que era de Tierra de Partida ahora, también debía tener en cuenta que ahora formaban una alianza. El sentimiento de pertenencia al nuevo bando todavía no era muy fuerte en Saeko, no se sentía parte de ningún lado, solo cumplía con sus tareas lo mejor que podía para algún día poder hacer algo por La Orden, hasta el sentimento de aspirar a ser maestra había desaparecido, pero también entendía que con la nueva alianza, esa actitud agresiva que mostraba el chico no tenía tampoco cabida. Y si no quería aceptar sus decisiones, si quería mantenerla en contra de su voluntad en un sitio que no le resultaba cómodo, entonces su decisión de alejarse había sido la correcta.

Si de algo había estado pecando Saeko toda la misión era de intentar que Saito la escuchara por una vez. Incluso si volviese a Bastión Hueco en la situación actual, tenía claro que no iba a volver a querer ningún trato con él.

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Saeko le hace un corte a Yasmín en la palma de su mano para abrir la puerta. Si es necesaria su sangre para abrir la puerta de Ifrit dejará que la utilice, sea como sea al final le dará una Poción para que se recupere.

Saeko por su parte se toma un Éter.
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Tanis » Mié Ago 17, 2016 1:11 am

Cuando entró a la torre, solo, silencioso y alerta, esperó a que cualquier trampa, o que Kuja le saltara encima. No pasó nada de eso así que con un poco más de calma, pero igualmente ojo avizor, examinó la planta y subió por la escalera de caracol. Nada reseñable salvo los restos de los que podía haber sido un almacén. Malik apartó arena y trozos de madera resecos con el pie y bajó hasta la planta de abajo del todo.

Allí sólo había una puerta que no intentó abrir con la Llave. Se quedó a dos palmos de la puerta, examinando su estructura y decoración, pensando en sí detrás se encontraba lo que andaban buscando. Demasiada coincidencia que esa puerta estuviera ahí, bajo tierra. Malik oyó entonces los pasos de los demás y se apartó un poco de ella. No les había atacado nada por sorpresa y habían encontrado un posible acceso a las ruinas subterráneas. Despacio, el aprendiz de acercó a Kamra, que dejaba a Badra en el suelo.

Parece que ésto es seguro.

Malik asintió y dijo:

Estamos solos, alteza, salvo por lo que haya detrás de la puerta.

Se mantuvo a una distancia media de la sultana y la herida, así como también de los demás. Por precaución de quedó entre el grupo y la puerta, por si de pronto se abría.

No quiero mentiros, por eso quiero deciros que es posible que no salga de ésta.

¿No hay otra manera? ¿Nada?

La desesperación en la voz de Celeste hizo que se le encogiera un poco el estómago. Él sabía lo que era que una persona, aunque la hubieras conocido hacía poco, se estuviera muriendo delante de tus narices. Malik se mordió la lengua dentro de la boca. Si Kamra no podía curar a Badra, probablemente nada podía hacerlo...

«Nada, salvo el deseo de un genio».

Escuché tu conversación con la Maestra Nanashi, Saeko. Tienes razón, la lámpara es la única forma de salvarla, da igual cuanta magia apliquemos ahora... Tan solo estamos aplazando lo inevitable. Si tuviésemos un equipo de magos sanadores podríamos seguir lanzándole magia curativa hasta que sus heridas empezasen a cerrarse de forma natural, pero ese proceso tardaría semanas.

No tenían semanas, no tenían siquiera días. Existía el ahora, y existía el ya. Malik miró hacia la puerta y se alejó un poco, volviendo a encararse con ella. Por primera vez no se sintió culpable por no poder solucionar una cosa. Su magia curativa era todavía débil, no era culpa suya no poder... Se esztaba esforzando todo lo que podía todos los días, no era culpa suya... No era culpa de nadie.

>>Puede que la decisión de la Maestra Nanashi suene cruel, pero lo hace para protegeros. Destruír a Ifrit es algo que no pudimos hacer en su momento y... Cualquiera podría acabar en la misma situación de Badra. Si usa el deseo no podría salvar a nadie más. Si Badra aguanta un poco más... Podría ser curada por el deseo, pero destruír a Ifrit es la mayor prioridad... Incluso si hoy no se libera, lo acabaría haciendo con el tiempo. Nada dura para siempre.

Se dio la vuelta, cruzado de brazos, justo cuando Celeste explotaba.

Nosotros no somos más importantes que nadie por ser Caballeros. Pudimos marcharnos en su momento. Elegimos quedarnos. Badra no tenía esa oportunidad, no con una tribu dependiendo de ella. ¡¿Y qué se supone que haremos cuando vayamos a por Ifrit?! ¡¿Tumbarla a un lado como si fuese un objeto de decoración y cruzar los dedos para que no deje de respirar?!

»Dejarla en ese estado no ayudará ni a Agrabah ni a nosotros, así que nada de «querer guardar el deseo para otro» ni «cartas de triunfo». Es inhumano.

»Y si Nanashi no es capaz de verlo así, me da igual lo mucho que quiera protegernos. Es una persona horrible.


Durante un segundo, Malik la miró en silencio, tragando las malas palabras, las malas réplicas y la propia ira que le subía por la garganta. Entonces, sin moverse del sitio, replicó, con un tono de voz duro, pero tan tranquilo que definitivamente no podía pasar por enfado. Celeste era joven y Malik se podía ver a sí mismo en ella, a su edad, enfadado con el mundo, arrogante.

¿Sabes lo que también es inhumano? Sacrificar a miles de personas por salvar a una sola. Creo que todos aquí sabemos lo que es perder a alguien o tenerlo al borde de la muerte. Estamos en guerra y en las guerras la gente muere. —Asumirlo rápido era difícil, uno nunca quería que la muerte llamara a su puerta o en la del vecino. Malik paladeó el regusto amargo de la realidad. Él había estado a punto de morir, varias veces y si estaba vivo era por suerte o divina providencia. Celeste tenía que entenderlo, esas cosas pasaban y aunque el Fin no debería justificar los Medias, a veces no quedaba más remedio—. Agrabah es mi hogar y si tenemos... si tengo, que sacrificar a Badra para salvar el Mundo, para salvar a todas las personas que viven en él y a nosotros mismos usando el deseo de una lámpara en lugar de curarla a ella, entonces lo haré.

»Sé que es duro y que suena monstruoso, Celeste, y lo siento... A veces se tiene que elegir entre el mal menor de dos males. Y el menor de dos males nunca es agradable, pero no te queda más remedio. No nos queda más remedio.

Malik suspiró, esperando no haber molestado más a la muchacha. Estando en tensión, enfadada y rabiosa por la situación de Badra, se esperaba incluso que le atacase. En aquel momento, Fátima apareció por las escaleras y el aprendiz la miró y se acercó a ella buscando signos de una mala pelea. Al no encontrarlos se quedó más tranquilo. Durante las intensas declaraciones de intenciones, Yasmín y Saeko se habían acercado a la puerta, y la habían abierto con la sangre de la princesa. Él se acercó de nuevo a ella, junto a Fátima.

¿Qué hay ahí, al fondo?

No estoy seguro...

Era una puerta de dos hojas, cerrada por un candado. Por las rendijas se escapaba una luz ominosa, como si hubiera un incendio al otro lado. Tragó saliva.

¿Es él…?

Malik asintió con la cabeza. Sí, ahí parecía estar. Cuando la puerta se abrió mostró un pasillo largo, con antorchas que se iluminaron como si saludaran su llegada. A Malik le dio mala espina. Y ahí, al final, se encontraba otra puerta, de cuyas rendijas se desprendían haces de luz naranja. Un enorme candado con forma de corazón cerraba el paso.

Ifrit, a dos pasos.

Sintiendo aun bastante energía y cómo las corrientes mágicas le recorrían los brazos, se dispuso a avanzar para alcanzar la puerta y ser el que abriese el candado. Sin embargo, Celeste se acercó a él y a Saeko.

Si ella se pusiera muy mal... ¿Lyn podría llevarla a Tierra de Partida? —La pena en su voz se le clavó en la piel y miró a Saeko, aunque ella no pudiera hablar mucho sobre la reacción de Lyn—. Aunque fuese sólo para mantenerla estable.

Estoy segura de que la maestra Lyn estará de acuerdo, pero... Sigo pensando que la única solución es usar la lámpara, no tenemos opción. Y yo soy la última que quiere liberar al visir. Ya arriesgué mi vida una vez para encerrarlo, no lo hago por capricho.

Malik se cruzó despacio de brazos. Él no había participado en ninguna otra misión en Agrabah, pero había leído los archivos. No estaba de acuerdo en usar la lámpara sobre Badra, lo había dejado claro, pero sí que podía un poco de esperanza a la muchacha. O al menos, creía que podía.

No te prometo nada, pero... Haré todo lo posible para que la maestra Lyn acceda.

Lyn, a pesar de su carácter explosivo y complicado, tenía uno de los corazones más grandes que se podían tener. No dejaría morir a Badra. En silencio, Malik se aferró a esa idea y siguió al grupo hasta la puerta adelantándose junto a Fátima para ayudarla si necesitaba cobertura. Al tiempo que ella formulaba su hechizo, él invocó el escudo y la Llave, preparado para enfrentarse al djinn.
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Sombra » Jue Ago 18, 2016 4:25 am

Nanashi no respondió a las duras palabras que Celeste le dedicó. La fulminó con la mirada, como si la aprendiza hubiese cometido un grave error al cuestionar sus métodos, que intentaban velar por la seguridad de todo el mundo por muy duros que éstos fuesen.

***


¿Su trabajo? ¿Pretendían distraernos o su objetivo era otro?

Las orejas de Lyn reaccionaron ante las palabras del Maestro. Nanashi se cruzó de brazos pensativa, aunque no tardó en centrarse en la llamada de Light.

Ambos Maestros se acercaron al aprendiz de Bastión Hueco. La herida de su pecho no era para nada bonita, y menos si tenían en cuenta que tenía un cristal de un intenso color rojo en medio y a bastante profundidad.

¿Estás bien, puedes continuar la misión? Déjame mirar. —Preguntó el Maestro—: Ese cristal… no creo que sea una buena idea extraerlo, ¿no?

No, no lo es —secundó Nanashi

Lo he intentado —respondió Saito—. Pero duele, tiene que estar rozando algún órgano. Prefiero esperarme a llegar a Bastión Hueco y allí que se haga lo que tenga que hacerse.

Extraer el cristal no es una operación complicada, pero no sabemos qué es. Ese es el problema —admitió Nanashi—. Quitarlo sin investigar sus propiedades puede ser un peligro. Existen hechizos maléficos que funcionan como un parásito y si se extrae sin unos previos preparativos puede suponer la muerte de su víctima. Kefka es un experto en magia, debemos ser cautos.


Momentos después, el aprendiz rechazó la poción que Light le ofrecía. Lyn oteó los alrededores una última vez, mientras Light se dirigía hacia la torre junto a Saito, que se tomaba un éter.

¿Algún rastro?

Lyn se sobresaltó con la repentina pregunta de Nanashi.

No, nada... —se mordió un labio. Estaba enfadada, pero también muy preocupada—. Deben haber ocultado su rastro con magia ilusoria.

La Maestra de Bastión Hueco asintió con un deje de preocupación. Vencer a Kefka no les había llevado mucho tiempo, y había sido fácil... ¿Pero podían asegurar que después de erradicar a Ifrit no les esperasen fuera con refuerzos? En aquella misión había la friolera cantidad de cuatro Maestros y cuatro aprendices, era un número significativo, y excepto Celeste, los demás eran ya caballeros que llevaban años siendo portadores. Dos Villanos Finales no tenían ni una oportunidad contra todos ellos.

Ambas, no tardaron en comenzar a caminar hacia la torre.

***


Nosotros no somos más importantes que nadie por ser Caballeros. Pudimos marcharnos en su momento. Elegimos quedarnos. Badra no tenía esa oportunidad, no con una tribu dependiendo de ella. ¡¿Y qué se supone que haremos cuando vayamos a por Ifrit?! ¡¿Tumbarla a un lado como si fuese un objeto de decoración y cruzar los dedos para que no deje de respirar?!

»Dejarla en ese estado no ayudará ni a Agrabah ni a nosotros, así que nada de «querer guardar el deseo para otro» ni «cartas de triunfo». Es inhumano.

»Y si Nanashi no es capaz de verlo así, me da igual lo mucho que quiera protegernos. Es una persona horrible.


No, no somos más importantes —admitió Kamra, aún abrazada a Celeste—. Todos tenemos corazón, tenemos amigos, familia, preocupaciones... Pero ahora mismo, nosotros somos los únicos capaces de detener a Ifrit. El sello podría romperse mañana, dentro de un mes, en un año o en diez... Pero Agrabah sufrirá las consecuencias consecuencias si no le ponemos a ésto un punto y final. La magia de un Djinn podría salvar a cientos de personas en un solo instante, usarla en una única persona antes de enfrentarnos a él y no después... Sería un error.

Pero la antigua sultana no fue la única que tenía cosas que decir Kamra se centró nuevamente en Badra, sacó un frasco de Ultrapoción que levitó en el aire y empezó a volcarse sobre la nómada a cuentagotas. Aquello la mantendría viva el tiempo suficiente como para que al volver del combate, pudiesen pedirle el deseo a Yafar.

Malik, que había escuchado todo lo que Celeste había dicho no tardó en responder a sus duras palabras.

¿Sabes lo que también es inhumano? Sacrificar a miles de personas por salvar a una sola. Creo que todos aquí sabemos lo que es perder a alguien o tenerlo al borde de la muerte. Estamos en guerra y en las guerras la gente muere. Agrabah es mi hogar y si tenemos... si tengo, que sacrificar a Badra para salvar el Mundo, para salvar a todas las personas que viven en él y a nosotros mismos usando el deseo de una lámpara en lugar de curarla a ella, entonces lo haré.

»Sé que es duro y que suena monstruoso, Celeste, y lo siento... A veces se tiene que elegir entre el mal menor de dos males. Y el menor de dos males nunca es agradable, pero no te queda más remedio. No nos queda más remedio.

***


Fátima no tardó mucho en llegar y, tras una breve conversación con Malik y Saeko se acercó a la esquina donde Kamra atendía a Badra junto a una preocupada Celeste.

¿Hay algo en lo que… pueda ayudar?—murmuró la Maestra—. ¿No funcionan los hechizos curativos?

La pregunta de la Maestra fue respondida con una mirada de pesar por parte de Kamra.

La magia curativa puede con traumatismos, cortes y heridas de muchos tipos causadas por hechizos pero... —Kamra bajó la mirada—. No es milagrosa. No es capaz de regenerar miembros perdidos ni piel o carne muerta —explicó con un hilo de voz—. Tan solo puedo alargar su tiempo unas pocas horas más.

Fátima agarró el hombro de Celeste con delicadeza.

Tenemos que eliminar a Ifrit. Lo siento, de verdad, pero se nos acaba el tiempo. Necesitamos la canción y el artefacto. Porque está allí, ¿verdad?

Eso parece.

Kamra asintió afirmando lo que la Maestra acababa de decir.

Mientras tanto, Saeko utilizó la punta de su Llave Espada para hacer una herida en la mano de Yasmín. La princesa soltó un leve quejido y una lagrimilla recorrió su mejilla. Se apresuró a limpiársela y colocó su mano sobre la superficie de piedra, que se deslizó para dejar ver un largo pasillo cuyas antorchas se encendieron dándoles la bienvenida.

El ambiente cargado y caluroso resultaba agobiante y hacía algo difícil respirar y al fondo del pasillo... Una última puerta sellada con un candado en forma de corazón y una decena de cadenas que salían de él y envolvían la puerta como una tela de araña.


Señora Kamra —dijo de repente—, Ifrit es un djinn, ¿verdad? Entonces si le vencemos, ¿habría alguna posibilidad de que curara a Badra? ¿Por mínima que sea?

Tiene... Tiene sentido... Si pudiéramos esclavizarlo, aunque fuese sólo un momento, para salvarla...

Es... Es una posibilidad —meditó la antigua sultana—. Los Djinn pueden sellarse dentro de casi cualquier tipo. Usualmente los introducíamos en lámparas, aunque algunos vivían dentro de armas u otros objetos. Conozco la magia para enlazar un Djinn a un objeto.

Sea como sea, hay que intentarlo, hay que salvar este mundo. Y para eso necesitamos la esfera.

Celeste cogió la esfera de su bolsa. El antiguo artefacto parecía estar emitiendo una leve vibración, como si esuviese reaccionando a algo. Solo la aprendiza fue consciente de aquello.

Dudo que la puerta sea lo único que contiene a Ifrit, así que voy a acercarme a ver qué hay al otro lado. Tenemos que intentar elaborar un plan, no podemos entrar a ciegas a enfrentarnos con él y tampoco perder tiempo. Por si acaso… Imagino que la canción que nos ha enseñado Kamra sólo servirá cuando Ifrit esté más cansado, ¿no, señora?

—En absoluto. En mi opinión, lo mejor sería que empezasemos a activarla cuanto antes. Cuando la esfera esté activa si se lanza contra Ifrit debería ser suficiente para convertirlo en un ser mortal, eso mermará también sus poderes significativamente.

Entonces voy para allá.

Entonces vayamos a echar un ojo. La puerta está abierta, pero Ifrit sigue sellado... No deberíamos, uh, correr peligro si no hacemos tonterías.

En aquel momento Light y Saito, junto a Nanashi y Lyn aparecieron por las escaleras. El grupo estaba reunido una vez más.

Tras abrir el candado, Fátima empujó un poco la puerta... Y lo que se encontró fue magnífico y espeluznante a partes iguales.

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Lo primero que sintieron todos (incluso los más alejados a la puerta) fue una tremenda ola de calor que hizo que Fátima, que era la que se había asomado primero por la puerta sintiese un fuerte mareo que no duró mucho por suerte. Saeko, Celeste, Malik y Yasmín también se sintieron mareadas, pero fue una sensación mucho menor al estar un poco más atrás.

Una luz rojiza bañaba las paredes, el suelo y el techo. No había antorchas, no eran necesarias en aquel lugar. Se encontraban en un balcón de piedra conectado por una pasarela que se extendía por el borde de la enorme sala del trono hasta unas escaleras que descendían hacia la planta baja de la estancia. Todo el lugar era perfectamente circular, sobre ellos había una cúpula por la que se filtraba algo de arena, que caía en un extremo de la sala. Al fondo podían ver un trono que estaba construido en el suelo y ascendía hasta el techo de una forma un tanto retorcida e imponente y frente a él una enorme esfera roja hecha de cristal en el centro de un charco de lava. No necesitaron bajar por las escaleras para contemplar todo aquel escenario que parecía sacado de las profundidades del infierno.

Todos pudieron comprobar que la esfera que contenía a Ifrit estaba llena de grietas.

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Dentro de la esfera roja, podían identificar una criatura delgada y grande que reposaba en posición fetal. Tenía una gran joroba, una mandíbula similar a la de los cocodrilos y cuernos de toro, pero muchísimo más grandes. Sus garras tanto en sus pies como sus manos eran del tamaño de dagas y con un aspecto extremadamente peligroso. Su piel parecía dura (de hecho, parecía hecha de piedra) y resistente y tenía un tono rojizo que desprendía luz por sí sola. Su cuerpo acababa en una larga cola.

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A simple vista, era como si aquel monstruo hubiese sido concebido como un arma hecha para matar con cualquier parte de su cuerpo con una asquerosa sencillez.

Nanashi y Lyn se acercaron al grupo.

Ahí está... —comentó Lyn tragando saliba. Todos pudieron ver como su cabello se erizaba—. Tal vez sea cosa de mi instinto animal pero... Siento que deberíamos huir y rezar porque el sello dure lo suficiente como para que no veamos a éste monstruo en lo que nos quede de vida.

Y es que todos eran conscientes de que aquella criatura era la que había convertido una verde Agrabah en un páramo desértico. Si estando sellado emitía aquel calor... ¿Cómo sería estando liberado? De por sí, todos podían notar como una energía abrumadora salía desde su cuerpo, era como un volcán a punto de entrar en erupción.

Aladdín, que se había colocado junto a Yasmín miró aterrado al monstruo.

Ni Yasmín ni yo tenemos posibilidades. No tenemos poderes como vosotros, seríamos un lastre —admitió no muy contento—. Cuidaremos a Badra y la mantendremos con vida hasta vuestro regreso.

>>Os deseo suerte.

Kamra avanzó hacia el balcón y se asomó a ver el lugar. La sultana parecía afectada al ver aquel lugar que había sido su hogar en aquel estado. Sus ojos se centraron en un esqueleto que estaba cerca del charco de lava. Casi era imposible de ver, pero allí estaba. La mujer empezó a llorar, sin embargo intentó mantenerse firme.

Debemos acabar con ésto —dijo—. Mi magia afín es de tipo fuego, por lo que no seré muy eficiente contra Ifrit. Tengo algunos hechizos de otros elementos y algunos curativos que podrían ayudar, pero no son mi especialidad.

>>El sello se rompe desde fuera con un hechizo de agua. ¿Alguien quiere hacer los honores? —Kamra sonrió fugazmente.

Primero debemos organizarnos —intervino Nanashi.

Yo entonces estaré en la primera línea. Mi fuerza debería ser suficiente como para entretener a Ifrit y que no se centre más de lo necesario en los demás.

Yo me quedaré en la retaguardia. Lanzaré barreras si veo que es necesario, además de atacar con mi magia.



En cuanto todos estuviesen listos, si nadie lanzaba el hechizo de agua para romper el sello de Ifrit Nanashi lo haría. Al instante, la esfera se cubrió del agua y se convirtió en una bola de piedra volcánica que acabó partiéndose a la mitad. Un par de grandes garras se levantaron desde el interior de la esfera.

El calor se intensificó mucho y los ojos del monstruo se pasearon sobre los presentes. La perpetua sonrisa del monstruo se ensanchó dejando que un denso humo negro se escapase entre los huecos entre sus grandes dientes junto alguna chispa rojiza.

Hambre... —rugió el monstruoso Djinn.

Spoiler: Mostrar
Ifrit:
VIT: ???/???
PH: ???/???

Habilidades:

???

Otros datos:

Inmune a: ???
Débil a: ???


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Malik:
VIT: 64/64
PH: 33/36




Light: [Quemado (2 Rondas) -10 VIT por turno]
VIT: 32/70
PH: 8/66





Saeko:
VIT: 45/60
PH:40/40
*éter retirado



Celeste:
VIT:26/26
PH: 11/26




Saito:
VIT:36/76
PH:37/36
*éter retirado



Fátima:
VIT:32/32
PH: 61/72
*éter retirado


Fecha límite: 24/08/2016
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Suzume Mizuno » Dom Ago 21, 2016 8:35 pm

Cubierta de sudor por el maldito calor que hacía en el pasillo, Fátima se alegró de que las Maestras hubieran regresado con Light y Saito. Pero ya estaba abriendo el candado y no pudo más que hacer un saludo.

Empujó la puerta, conteniendo la respiración. Luego dejó escapar cuando la vaharada de calor la golpeó como una pared sólida. El mareo y el sofoco que la acometió fue tan grande que se tambaleó hacia atrás y tuvo que buscar a Malik con una mano para que la ayudara a mantener el equilibrio.

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Al otro lado les esperaba una suerte de sala del trono, al otro lado de un pasillo, bañada en una luz carmesí que provenía de una especie de esfera roja… en medio de un charco de lava. Fátima no se dejó seducir por la impresionante caverna porque sólo tenía ojos para la gigantesca esfera, que debía contener al djinn. Estaba surcada por grietas.

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Fátima encabezó la marcha desde la terraza de piedra hacia la esfera. A medida que se acercaba, distinguió la figura jorobada del djinn, que parecía una suerte de minotauro mezclado con otras criaturas, como reptiles, e incluso armas blancas.

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Nanashi y Lyn se acercaron al grupo.

Ahí está... —dijo Lyn, que tenía el cabello ligeramente erizado—. Tal vez sea cosa de mi instinto animal pero... Siento que deberíamos huir y rezar porque el sello dure lo suficiente como para que no veamos a éste monstruo en lo que nos quede de vida.

Entonces será mejor que acabemos con él antes de que pueda empezar a matarnos—respondió Fátima con un susurro. Tenía la garganta cerrada. Si hasta Lyn estaba asustada…

Ni Yasmín ni yo tenemos posibilidades. No tenemos poderes como vosotros, seríamos un lastre —reconoció Aladdón—. Cuidaremos a Badra y la mantendremos con vida hasta vuestro regreso.Os deseo suerte.

Fátima lo vio alejarse con una punzada de envidia. Luego se dijo que no fuera estúpida. Si fallaban, ni Aladdín, ni la princesa ni nadie del mundo se salvarían. Respiró hondo y se acercó a Malik. El corazón cada vez le latía más rápido y le costaba mantenerse firme. Vio a Kamra romper a llorar y se mordió el labio inferior.

Debemos acabar con ésto —dijo—. Mi magia afín es de tipo fuego, por lo que no seré muy eficiente contra Ifrit. Tengo algunos hechizos de otros elementos y algunos curativos que podrían ayudar, pero no son mi especialidad.

»El sello se rompe desde fuera con un hechizo de agua. ¿Alguien quiere hacer los honores?

Me ofrezco voluntaria—dijo Fátima, alzando una mano. La voz le tembló más de lo que le hubiera gustado.

Primero debemos organizarnos —dijo Nanashi.

Yo entonces estaré en la primera línea. Mi fuerza debería ser suficiente como para entretener a Ifrit y que no se centre más de lo necesario en los demás.

Yo me quedaré en la retaguardia. Lanzaré barreras si veo que es necesario, además de atacar con mi magia.



Fátima apretó fuerte la mano de Malik y perdió unos segundos mirándole a la cara. Se relajó un poco. Puede que no lo consiguieran, pero al menos estarían juntos cumpliendo con su deber.

Usemos antes el artefacto. Que nadie lo libere hasta que hayamos terminado, por favor —dijo—. Luego lo soltaré yo.

No quería que sus Maestras malgastaran magia. Las iban a necesitar vivas en toda la medida de lo posible. Sobre los demás, no quiso dar órdenes. Cada uno debería saber dónde podría ser de mayor ayuda. Fátima confiaba en que Nanashi les defendería bien y ella misma valoraría si Light y Lyn necesitaban ayuda en el combate directo.

Celeste, si no te importa, lo arrojaré yo contra Ifrit—dijo, señalando la esfera—. Tengo una puntería decente.—Luego miró a Light, que sabía que compartía algunas habilidades con Xefil que resultarían útiles—. Por si acaso de alguna forma fallo, mejor que te mantengas cerca para redigirirla.

Luego miró a Saito, preocupada al ver que tenía el cristal ese clavado. Pero como no decía nada, supuso que estaba lo suficiente bien para pelear… Esperó a que todos los que iban a ayudar con el conjuro se hubieran acercado, respiró hondo, y empezó a cantar sin perder ojo de Ifrit. Algo le decía que no iba a ser tan fácil volverlo mortal.




Era increíble que todavía le diera algo de vergüenza cantar, pero desterró sus miedos a la fuerza. Nadie iba a fijarse en si desafinaba o no. Lo único que importaba era debilitar todo lo posible a Ifrit de inmediato.

Cuando la esfera se hubiera activado, Fátima lanzaría un Aqua hacia la prisión del djinn. Acto seguido cogería la esfera y, apuntando con todo el cuidado, la arrojaría contra Ifrit.

De inmediato el calor pareció aumentar y, con un chasquido, el gigantesco monstruo salió de su prisión. Fátima materializó su Llave Espada, intentando controlarse y vigilar cada uno de sus movimientos. Ifrit esbozaba una sonrisa cruel y entre sus labios escapaban vaharadas de humo negro.

Hambre... —rugió.

Fátima no esperó. Corrió, rodeando el charco de fuego. Al mismo tiempo que Light ejecutaba su ataque magnético, ella invocó unos Brazos de Hielo. Dudaba que pudiera retener más que unos instantes a Ifrit, pero si con eso impedía que hiciera daño a Light o le daba tiempo a los demás para atacar, se quedaría satisfecha. Intentaría atrapar y desviar los brazos de Ifrit hacia abajo. Si este trataba de arrastrarla hacia el charco de lava o disparaba algún hechizo en su dirección, Fátima rompería el hielo y se arrojaría a un lado.

Luego activaría un Tirabuzón y usaría los brazos bien para defender a sus compañeros si Ifrit les atacaba con magia, bien para intentar empujar a este si cargaba hacia alguien. Pondría mucho cuidado en no alcanzar a nadie que no fuera Ifrit por error ni en interrumpir sus ataques.

Acto seguido se tomaría un Éter.

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Acciones acordadas con Lait.

-Lanza un Aqua para liberar a Ifrit.

▪ Brazos de hielo (HM) [Nivel 18] [Requiere Poder Mágico 30 y afinidad Agua y Hielo]: Dos largos brazos de agua envuelven los miembros del usuario y salen disparados hacia un enemigo. Si lo captura, dichos brazos se convierten en hielo para asegurar que el objetivo sea incapaz de librarse de ellos a menos que use una habilidad de igual o superior nivel de fuego o tierra. Dura dos turnos.

▪ Tirabuzón (HM) [Nivel 18] [Requiere Afinidad a Agua; Poder Mágico 25] [Personalizada] El usuario invoca dos anillos de agua de cincuenta centímetros de anchura y cuatro de longitud, que giran a su alrededor a modo de ligera defensa: pueden rechazar ataques físicos de hasta nivel 9. Después, puede convertirlos en hasta dos tirabuzones con los que embiste a sus enemigos.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Light » Mar Ago 23, 2016 12:50 am

Para más adelante, si eso. Todavía aguanto.

Asintió y se guardó la Ultrapoción. Nanashi ya lo había dicho: no conocían aquel cristal y por tanto no resultaba seguro extraerlo. En otras palabras, que el aprendiz de Bastión Hueco tendría que cargar con éste por el momento.

«Ese cristal… ¿tendrá algo que ver con lo que esos dos están planeando?», quizás estaba siendo muy paranoico. Light seguía sin ver la lógica de las acciones de los villanos, apenas habían logrado entretenerles lo más mínimo. Dudaba que ese fuera su objetivo.

No encontraron rastro de los Villanos Finales, así que solo quedaba internarse en la torre para reunirse con los demás.

***


En cuanto alcanzaron a los demás, miró apenado a Badra. No habían logrado atrapar a Kefka por desgracia, pero al menos le habían dado una paliza.

Le preocupaba el estado de Badra y quería hacer todo lo posible por salvarla, pero ahora tenía un objetivo mucho más importante en mente. Debían acabar con Ifrit y evitar una catástrofe.

Antes de acercarse a la puerta que empujó Fátima ya notó aquel calor tremendo. Menudo horno, ¿aquella era una señal de que Ifrit se encontraba allí?

Se adentró en la nueva zona con el resto, alerta. El lugar le pareció en cierto modo asombroso, pero ya había visto cosas más sorprendentes y espeluznantes en su vida de aprendiz, como el Castillo del Olvido.

Una luz rojiza iluminaba la extensa y circular estancia: la sala del trono. Desde la parte superior pudo contemplar lo que había en la planta baja: aquella esfera roja que se encontraba en el charco de lava ya atrajo su atención desde el primer momento. No dejó de observarla mientras descendían.

Tras acercarse lo suficiente, agudizó la vista y comprobó varias cosas. La primera, que en el interior de la bola yacía una bestia bastante siniestra y fea, en posición fetal. A ver quién se atrevía a enfrentarla —pues ellos, qué remedio—. La segunda, que la esfera presentaba grietas. ¿Quizás era una señal de que aquel sello no iba a durar mucho?

Igualmente, estaban a punto de romperlo para acabar con Ifrit de una vez por todas.

Nanashi y Lyn se acercaron al grupo.

Ahí está... Tal vez sea cosa de mi instinto animal pero... Siento que deberíamos huir y rezar porque el sello dure lo suficiente como para que no veamos a éste monstruo en lo que nos quede de vida.

No es cosa de tu instinto animal, siento lo mismo. —Tragó saliva mientras se retiraba el sudor de la frente. Solo hacía falta observar a la criatura para que se le pusieran los vellos de punta.

Bueno, al menos no se enfrentaban al Alfa que atacó Tierra de Partida.

Entonces será mejor que acabemos con él antes de que pueda empezar a matarnos.

O la palmemos por el calor.

Ni Yasmín ni yo tenemos posibilidades. No tenemos poderes como vosotros, seríamos un lastre. Cuidaremos a Badra y la mantendremos con vida hasta vuestro regreso. Os deseo suerte.

Es una buena idea.

Debemos acabar con esto. Mi magia afín es de tipo fuego, por lo que no seré muy eficiente contra Ifrit. Tengo algunos hechizos de otros elementos y algunos curativos que podrían ayudar, pero no son mi especialidad.

»El sello se rompe desde fuera con un hechizo de agua. ¿Alguien quiere hacer los honores?
—Light desde luego que no, pues no conocía hechizos de ese elemento.

Me ofrezco voluntaria

Primero debemos organizarnos —sugirió Nanashi.

Yo entonces estaré en la primera línea. Mi fuerza debería ser suficiente como para entretener a Ifrit y que no se centre más de lo necesario en los demás.

Yo me quedaré en la retaguardia. Lanzaré barreras si veo que es necesario, además de atacar con mi magia.

Light permaneció en silencio, pensando qué podía aportar él. Fuerza bruta como Lyn, por supuesto, pero no quería limitarse a eso.

Por lo que ha dicho Kamra, asumo que Ifrit resiste o es inmune al fuego. Entonces, es posible que elementos como Agua o Hielo resulten efectivos contra él. Usadlos y emplearé Libra para confirmarlo y reunir más datos que puedan sernos útiles. Os informaré de ello —anunció.

Usemos antes el artefacto. Que nadie lo libere hasta que hayamos terminado, por favor. —Light asintió—. Luego lo soltaré yo.

Y si fallaba, siempre podría usar las habilidades de Xefil para redirigirla.

Aprovechó aquellos momentos previos al combate para sacar de su mochila varios objetos curativos. Se aplicaría el spray solar para tratar sus quemaduras, seguidamente se tomaría tres bombones y por último dos éteres. Con esto, recuperaría casi toda la magia y sus heridas se sanarían del todo.

Luego ayudaría a Fátima y a otros voluntarios a activar el poder de la esfera. Primero intentaría aprenderse la canción y luego trataría de cantarla lo mejor posible. Al principio le dio un poco de vergüenza, pero pensó que era por el bien del mundo, así que tocaba aguantarse.

Light tomó medidas antes de que su compañera se dispusiera a lanzar el Aqua: en primer lugar activó el Nexo-D de Xefil y adquirió tres de sus habilidades. Como consecuencia, sus ojos se volvieron rojos como la sangre.

Se posicionaría en la primera línea y esperaría a que Fátima invocara el Aqua y arrojara la esfera. Permanecería muy atento, puesto que si su compañera fallaba el tiro debía estar preparado para redirigirla con Magnetokinesis: no perdería de vista la esfera en ningún momento.

Experimentó un agobiante y extremo calor en cuanto la criatura abandonó la prisión y se puso muy tenso. Ifrit, quien sonreía, dejaba escapar por la boca un humo negro.

Hambre...

¡Pues cómete esta! —Liberó una Brecha lunar una vez Fátima le hubiera inmovilizado con sus Brazos de Hielo.

A continuación, utilizaría Libra para empezar a reunir información y permanecería en guardia mientras el resto de presentes lanzaban sus ataques. Se quedaría cerca de algún aprendiz —Celeste mismamente— y no dudaría en protegerlo —a ella o a cualquier otro aprendiz— si lo veía en peligro: cargaría contra Ifrit sin piedad para atraer su atención.

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-Light usa los siguientes objetos: spray solar, tres bombones, dos éteres.

-Activa el Nexo-D de Xefil, gastando 5 PH, y coge tres habilidades:

▪ Libra (HM) [Nivel 7] [Requiere Poder Mágico: 9]. El usuario es capaz de conocer algunos datos de su enemigo, como su balance de poder, alguna habilidad propia, su magia afín, etcétera.

▪ Magnetokinesis (HM) [Nivel 10] [Personalizada] [Requiere Afinidad a Espacio, Poder Mágico: 18] Xefil usa sus poderes espaciales para adquirir un cierto grado de telekinesis durante un turno, permitiéndole mover objetos a distancia, empujarlos con fuerzas invisibles y levantarlos en el aire. Límite de 3 kg.

▪ Tenue (HM) [Nivel 7] [Requiere Poder Mágico: 13]. Vuelve invisible al objetivo temporalmente.


-Usa Libra si o si, y Magnetokinesis también solo si Fátima no logra acertar al lanzarle la bola

- Y usa Brecha lunar: ▪ Brecha Lunar (HC) [Nivel 16] [Requiere Afinidad a Luna; Fuerza: 28, Combate con armas blancas: 22; Habilidad ▪ Onda Lunar] [Personalizada] El movimiento personal de Light mejorado. El personaje realiza un potente tajo que toma la forma de una grande y fiera media luna cortante que avanza en línea recta. Habilidad de gran poder cortante que atraviesa los objetos con menor resistencia que se interpongan.
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor H.S Sora » Mié Ago 24, 2016 9:53 pm

Así que tengo un parásito maligno en mi interior... Genial. Hoy es el día de Saito.

No había dejado de darle vueltas a las palabras de Nanashi. Retirar el cristal sería “sencillo”, pero si no nos informábamos antes podría acabar muerto. Muy gracioso todo, eso me pasaba por ser afín a Oscuridad. Seguro.

Llegamos en ese momento a la sala junto a los demás, que se encontraban abriendo una extraña puerta. Y lo siguiente que noté fue una oleada de calor abrasador, surgido desde lo que parecía el interior de los aposentos de Satanás.

Mis piernas temblaron antes de entrar, porque sabía que al final del camino él estaría allí dentro. El ser capaz de arrasar con una civilización entera, el ser venido del espacio que estuvo a punto de destruir Agrabah.

Ifrit.

Nuestro descenso podía haberse definido de muchas maneras, pero la mejor de todas era la que simbolizaba nuestra bajada hacia las entrañas del mismísimo infierno. La luz rojiza, tan antinatural, lo cubría e iluminaba todo como un manto de lava. El aire era cargado y denso, y tenía la sensación de que cuanto más nos acercáramos a la criatura más se acrecentaría esa sensación.

Ya podíamos ver la planta baja, nuestro destino: circular, coronada por un estrambótico trono en frente del cual había una enorme esfera de cristal rojo. Esta última refulgía a pesar de encontrarse en el centro del fuego mismo.

Estaba agrietada, ya fuera por el paso del tiempo, los esfuerzos del djinn en salir o ambas cosas, pero el hecho estaba ahí. En su interior había una criatura que yacía dormida, su aspecto era aterrador y mezcla de los monstruos mitológicos más atroces que a uno pudieran imaginar.

Ahí está... —Ante la tensión del momento, estuve a punto de tener un infarto por el comentario de Lyn—. Tal vez sea cosa de mi instinto animal pero...

»Siento que deberíamos huir y rezar porque el sello dure lo suficiente como para que no veamos a éste monstruo en lo que nos quede de vida.

Primera y última vez que le doy la razón a un sabelotodo de Tierra de Partida.

Ni Yasmín ni yo tenemos posibilidades. No tenemos poderes como vosotros, seríamos un lastre. Cuidaremos a Badra y la mantendremos con vida hasta vuestro regreso.

>>Os deseo suerte.

Badra. La mujer del desierto que estaba al borde de la muerte, la mujer por la que había visto a Celeste enfrentarse a Nanashi. Esperaba que se salvara, tenía que haber un modo de conseguirlo sin utilizar la lámpara, sin liberar a Yafar en medio de la batalla que iba a librar en medio del infierno.

Debemos acabar con ésto. Mi magia afín es de tipo fuego, por lo que no seré muy eficiente contra Ifrit. Tengo algunos hechizos de otros elementos y algunos curativos que podrían ayudar, pero no son mi especialidad.

>>El sello se rompe desde fuera con un hechizo de agua. ¿Alguien quiere hacer los honores?

Me ofrezco voluntaria—dijo Fátima Laforet.

Primero debemos organizarnos.

Yo entonces estaré en la primera línea. Mi fuerza debería ser suficiente como para entretener a Ifrit y que no se centre más de lo necesario en los demás.

Yo me quedaré en la retaguardia. Lanzaré barreras si veo que es necesario, además de atacar con mi magia.

Por lo que ha dicho Kamra, asumo que Ifrit resiste o es inmune al fuego. Entonces, es posible que elementos como Agua o Hielo resulten efectivos contra él. Usadlos y emplearé Libra para confirmarlo y reunir más datos que puedan sernos útiles. Os informaré de ello

Me rasqué la cabeza, intentando pensar en qué podría hacer yo. No tenía ni idea de las debilidades de Ifrit y por mucho que Light nos las contara, no estaba seguro que poder hacer mucho más que atacarle con Oscuridad.

Si tuviera otra afinidad quizá...

Usemos antes el artefacto. Que nadie lo libere hasta que hayamos terminado, por favor. Luego lo soltaré yo.

Asentí y me acerqué a la Maestra de Tierra de Partida. Cogí el móvil e inicié la grabación que había hecho de cuando Kamra había cantado en su tumba, acompañándola con mi propia voz. Traté de recordar los ensayos del festival de Ciudad de Halloween, no sería tan difícil hacerlo.



Seguí cantando, plasmando la magia en mi voz para que el artefacto que Fátima sostenía se acabara activando tarde o temprano. No pararía hasta ese entonces, que sería cuando la prisión que había encerrado tanto tiempo a ese demonio se deshiciese por nuestra propia mano.

Las garras fueron lo primero que salió al exterior, junto otra sacudida de calor mucho peor que la que había sentido antes de entrar. El vaho de oscuridad que salía del hueco de su propia sonrisa fue suficiente como para que me estremeciera con su presencia.

Hambre...

Los dos Maestros novatos de Tierra de Partida fueron los primeros en atacar, y yo no podía quedarme atrás. Apunté con mi mano y tanteé el terreno mediante una Flama Tenebrosa, echando a correr por el lado contrario al que se había ido Fátima. Si no había ningún Aprendiz peleando de cerca con él, lanzaría una Explosión de Oscuridad.

Ahora que lo pensaba, quizá podía darle un abrazo con el cristal que todavía tenía incrustado en el pecho.

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▪ Flama tenebrosa [HM] (Nivel 3) [Requiere afinidad con Oscuridad] El usuario lanza una veloz bola de oscuridad que avanza en linea recta hasta diez metros. Ataque de oscuridad de nivel bajo.

▪ Explosión de Oscuridad (HM) [Nivel 9] [Requiere Afinidad a Oscuridad; Poder Mágico: 13] Crea una bola de oscuridad de tamaño medio, la cual se divide en otros 3 orbes más pequeños que explotan simultáneamente.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Tsuna » Jue Ago 25, 2016 11:20 pm

No te prometo nada, pero... Haré todo lo posible para que la maestra Lyn acceda.

Saeko escuchó la respuesta de Malik con cierta pesadumbre encima. Había escuchado el discurso que le dijo a Celeste respecto al deseo de la lámpara, y sus puntos de vista, el suyo, el de Kamra y el de la maestra Nanashi, eran de sentido común, pero Celeste tenía razón también. Saeko mantenía su opinión de que nunca habían necesitado de una lámpara para salir con vida de situaciones terribles, y alargar el sufrimiento de una persona solo por si acaso le seguía resultando injustificado. Aunque si Ifrit era tan poderoso como mencionaban, tanto como para destruir toda Agrabah de nuevo... entonces no parecía una locura.

Se cruzó de brazos tras darle la Poción a Yasmín mientras pensaba en todo eso.

Dudo que la puerta sea lo único que contiene a Ifrit, así que voy a acercarme a ver qué hay al otro lado. Tenemos que intentar elaborar un plan, no podemos entrar a ciegas a enfrentarnos con él y tampoco perder tiempo —logró escuchar Saeko el plan, al que prestó atención—. Por si acaso… Imagino que la canción que nos ha enseñado Kamra sólo servirá cuando Ifrit esté más cansado, ¿no, señora?

En absoluto. En mi opinión, lo mejor sería que empezasemos a activarla cuanto antes. Cuando la esfera esté activa si se lanza contra Ifrit debería ser suficiente para convertirlo en un ser mortal, eso mermará también sus poderes significativamente.

Entonces voy para allá.

Entonces vayamos a echar un ojo. La puerta está abierta, pero Ifrit sigue sellado... No deberíamos, uh, correr peligro si no hacemos tonterías.

Entonces el plan no había cambiado, tan solo tenían que activar el artefacto que encontraron en el campamento y debilitar a Ifrit. Por alguna razón Saeko pensó que no iba a ser tan fácil. Antes de darse cuenta escuchó los pasos de un grupo numeroso de personas a sus espaldas, se trataba del otro grupo, los que se quedaron luchando contra Kefka. Estuvo muy tentada de preguntar si de verdad lo habían derrotado con tanta facilidad o qué, no le parecía muy normal aunque con tres maestros quizá...

Desvió la vista en otra dirección al ver la silueta de Saito, no quería tener ningún contacto con él, pero sí miró de reojo un par de veces ese cristal que tenía clavado y se sintió un poco culpable.

Fue entonces cuando la maestra Fátima empleó su Llave Espada para abrir el candado de la puerta. Funcionó, y en cuanto se abrió una ola de calor los abrasó a todos. Saeko, pese a estar alejada, sintió un leve mareo y empezó a sudar, tardó unos momentos en adaptarse al nuevo ambiente. Y lo que vieron al otro lado fue cuanto menos poco esperanzador, no parecía un sitio muy seguro.

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Una especie de cueva circular y profunda, desde la bóveda del techo caía arena, y muy al fondo logró entrever un antiguo trono retorcido y destrozado por igual, parecía muy antiguo. No pasó desapercibida la esfera frente a él, sobre un charco de lava y con la figura de una criatura en posición fetal en su interior. Saeko abrió los ojos como platos, imaginando que aquel monstruo de aspecto tan peligroso se trataba de Ifrit, el que puso en peligro la antigua Agrabah y cayó desde el espacio. Cientos de preguntas pasaron por su mente en ese momento, pero no tenía tiempo que perder.

Ahí está... Tal vez sea cosa de mi instinto animal pero... Siento que deberíamos huir y rezar porque el sello dure lo suficiente como para que no veamos a éste monstruo en lo que nos quede de vida.

No es cosa de tu instinto animal, siento lo mismo.

Entonces será mejor que acabemos con él antes de que pueda empezar a matarnos.

Saeko tragó saliva ante semejantes declaraciones, no la hacían sentir muy segura. El corazón se le aceleraba por momentos. En ese momento intervino Aladdín, que con razón se quiso retirar, y ella tampoco iba a estar dispuesta a que lucharan contra esa bestia.

Ni Yasmín ni yo tenemos posibilidades. No tenemos poderes como vosotros, seríamos un lastre —Saeko hizo una mueca, era la verdad—. Cuidaremos a Badra y la mantendremos con vida hasta vuestro regreso.

Tened cuidado. —se despidió preocupada.

>>Os deseo suerte.

Debemos acabar con ésto —intervino Kamra, que hasta entonces había estado asomada al balcón—. Mi magia afín es de tipo fuego, por lo que no seré muy eficiente contra Ifrit. Tengo algunos hechizos de otros elementos y algunos curativos que podrían ayudar, pero no son mi especialidad.

>>El sello se rompe desde fuera con un hechizo de agua. ¿Alguien quiere hacer los honores?

Saeko tenía magia de hielo, pero ya estaba convencida desde hacía un rato que no iba a ser muy efectiva en ese entorno.

Me ofrezco voluntaria.

Primero debemos organizarnos.

Yo entonces estaré en la primera línea. Mi fuerza debería ser suficiente como para entretener a Ifrit y que no se centre más de lo necesario en los demás.

Yo me quedaré en la retaguardia. Lanzaré barreras si veo que es necesario, además de atacar con mi magia.

Saeko meditó por unos momentos qué debía hacer, qué estrategia adoptar... Un pensamiento pasó fugazmente por su cabeza, y era la idea de no volver a ponerse en primera línea y atacar como mejor creía. El combate contra el Antoleón había sido el límite, ella misma se lo dijo cuando salió por los pelos de su embestida. Contra Gabriel, y durante más ocasiones siempre había sido una temeraria, incluso estuvo dispuesta a sacrificarse. Pero ya no lo estaba. No quería volver a ponerse en peligro de esa forma, y aunque se sintió un poco cobarde... presentía que era la opción más sensata. Se quedaría en la retaguardia, donde disponía de más seguridad hasta no estar segura de a qué se estaban enfrentando.

Por lo que ha dicho Kamra, asumo que Ifrit resiste o es inmune al fuego. Entonces, es posible que elementos como Agua o Hielo resulten efectivos contra él. Usadlos y emplearé Libra para confirmarlo y reunir más datos que puedan sernos útiles. Os informaré de ello

Asintió con la cabeza, meditando lo del hielo.

Usemos antes el artefacto. Que nadie lo libere hasta que hayamos terminado, por favor. Luego lo soltaré yo.

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Todos se prepararon entonces para el combate. Tenía que cantar la misma canción que había escuchado de Yasmín, aunque en el fondo Saeko dudaba que fuese a tener una voz como la suya, nunca antes había cantado tan en serio. No dudó tampoco en hacerlo, sentía que a los demás tampoco les parecía agradable cantar en presencia del resto, así que apechugó y cantó, intentando imitar a Yasmín todo lo posible.

Pasaron unos momentos hasta que el artefacto volvió a estar activo, y cuando vio a la maestra Fátima adelantarse para liberar a Ifrit el corazón casi se le salió del pecho. Estaba sudada y muerta de calor, terriblemente nerviosa y preocupada por Aladdín, Yasmín y Badra. No iba a ser una batalla fácil.

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Ante el contacto con el agua la esfera donde se encontraba sellado Ifrit se agrietó, supo de inmediato que no había vuelta atrás. Invocó de nuevo su Llave Espada y tragó la poca saliva que le quedaba, posicionándose detrás de los maestros: Lyn, Fátima y Light.

Hambre... —habló entonces la criatura, emitiendo hilillos de humo negro a través de sus fauces.

Saeko estaba muy nerviosa, pero esperó a poder coordinarse con los maestros. Se sentía muy intimidada frente a aquel ser, pero no podía quedarse sin hacer nada. En cuanto encontrara una apertura, ya fuera si lograban inmovilizar a la bestia, o esta se detenía en cierto momento, Saeko apuntó lo más rápido que le permitieron sus brazos y disparó desde su Llavero un hechizo Hielo+.

Quería estar segura de que la magia de hielo era realmente efectiva contra Ifrit, de lo contrario iba a tener que cambiar de estrategia, y en caso de que no lo fuera tampoco quería malgastar magia en sus hechizos protectores de hielo. No se mantuvo quieta en ningún momento, sino que intentó siempre guardar una distancia prudente contra el Djinn. Y en caso de poder defender a Celeste de un golpe fatal, intentaría interponerse con su Llave Espada.

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Saeko se mantiene en la retaguardia, siempre en movimiento y manteniendo distancia con Ifrit, para esperar el momento oportuno y disparar:

▪ Hielo+ (HM) [Nivel 15] [Requiere Hielo; Poder Mágico: 16]. Proyectil de hielo más grande y lineal, con ciertas posibilidades de congelar y más potente.
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Denna » Vie Ago 26, 2016 1:20 am

Antes de que Fátima abriera la puerta, realmente pensé que podríamos conseguirlo.

Antes de que el calor —sofocante, húmedo, agobiante, casi doloroso— nos azotara a todos de golpe, llegué a creer que el plan funcionaría.

Antes de traspasar el umbral, me permitía tener algo de esperanza.

No tenía ni idea de dónde me había metido.

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«El infierno existe y nos estamos adentrando en él». A pesar de la intensa temperatura, tuve que morderme el labio para que nadie oyera cómo me castañeteaban los dientes. «Dios mío, no puedo. No puedo hacerlo».

Paralizada y con el estómago revuelto, sólo me obligué a andar en cuanto Nanashi pasó cerca. Ahora sí que me arrepentía del numerito de antes, sobre todo de la parte de «estamos aquí porque lo hemos decidido nosotros». ¡Para qué lo gritaría! Recordar no sólo mis palabras, sino también la réplica de Malik, me mareó todavía más.

¿De verdad estaba siendo egoísta?

Suspiré, con las yemas de los dedos clavadas en la esfera. No sabía ni en qué creer. Miré de reojo a la Maestra de Bastión Hueco, que avanzaba con su característica altivez; y a Saito, que no quedaba muy lejos de mí, tan tranquilo con ese horrible cristal clavado en el pecho.

Pero sólo podía pensar en lo que ocurriría si alguno de nosotros moría ahí abajo. Al menos, supuse, no habría que viajar muy lejos para ir al infierno.

Las escaleras parecían estirarse y alargarse y no acabar nunca. No quería llegar al final. Sabía lo que esperaba ahí abajo. Mi corazón martilleaba con fuerza, mucha fuerza —seguro que Ifrit podía escucharlo. Todo era rojo. Me crispaba los nervios. Pronto empecé a ver sombras amenazadoras por todas partes, y las lágrimas en mis ojos dejaron de ser a causa de la luz.

El camino nos dejó frente al trono del Diablo. Para entonces ya tenía la esfera abrazada contra mí, como si pudiera volcar todo mi miedo y desesperación dentro de ella. Una enorme bola roja cubierta de grietas se interponía entre nosotros y el monstruoso asiento.

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Ahí está...

Y dentro, dormido, Ifrit.

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Me quedaba sin aire, pero eso no impidió que empezara a susurrar casi histérica:

Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui...

Oí las voces de Lyn, Fátima, Aladdín y Kamra comentar algo de fondo. Movimiento a mis espaldas, pero no le presté atención alguna. Tenía los ojos clavados en la bestia encerrada, en las garras, la cola, los cuernos... Historias cruzaron mi mente, sobre ángeles y demonios y dioses y hombres. Fueron pensamientos fugaces, eclipsados por el djinn —el demonio— y mis rezos.

¿Respondería Dios a alguien maldito?

Yo me quedaré en la retaguardia. Lanzaré barreras si veo que es necesario, además de atacar con mi magia.

...Iesus. Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus...

Por lo que ha dicho Kamra, asumo que Ifrit resiste o es inmune al fuego. Entonces, es posible que elementos como Agua o Hielo resulten efectivos contra él. Usadlos y emplearé Libra para confirmarlo y reunir más datos que puedan sernos útiles. Os informaré de ello.

Usemos antes el artefacto. Que nadie lo libere hasta que hayamos terminado, por favor. Luego lo soltaré yo.

...nunc, et in hora mortis nos...

Celeste —interrumpí el contacto visual con Ifrit, pegando un respingo—, si no te importa, lo arrojaré yo contra Ifrit. Tengo una puntería decente.

Pestañeé con fuerza. No creía poder disimular los ojos llorosos, pero por intentarlo que no quedara. Seguí la mirada de Fátima hacia la esfera, que vibraba ante la cercanía del djinn. Asentí. Se la tendí con una mano temblorosa, torpe. No me veía capaz ni de seguir sosteniéndola.

C-claro, toda tuya —farfullé.

Me retiré para quedar detrás de Saeko. No me veía capaz de cantar; sólo hablar ya me parecía una empresa tan complicada como volar. Intenté seguir en voz baja la melodía, pero me perdía en los versos y fallaba las notas más sencillas.

Sólo podía rezar para que funcionara.

«Ave Maria, gratia plena, Dominus tecum. Benedicta tu in mulieribus, et benedictus fructus ventris tui, Iesus».

El hechizo cayó sobre la prisión de Ifrit. No me atreví a parpadear. La esfera roja se transformó, primero cubierta de agua y luego en piedra.

Se hizo el silencio más absoluto.

Y entonces se partió por la mitad.

Contuve un sollozo. Las garras se abrieron paso y terminaron de romper su cárcel. Después salió el calor, como si también hubiese estado encerrado con el djinn ahí dentro.

Nos miró a todos. Despacio, regodeándose. De su sonrisa escapaban volutas de humo y fuego.

«Sancta Maria, Mater Dei, ora pro nobis peccatoribus nunc, et in hora mortis nostrae...».

Hambre...

«...Amén».


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¡Celeste se queda en un rinconcito muerta de miedo! Sorry not sorry. Después de que Ifrit ataque, usará sobre quien tenga menos VIT:

Cura (HM) [Nivel 5] [Requiere Poder Mágico: 7]. Cura las heridas más leves y alivia un poco la fatiga.

Y si causa quemaduras en alguien, le ofrecerá a esa persona un Spray solar.
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Tanis » Sab Ago 27, 2016 3:13 am

Nada más ver que el resto del grupo los alcanzaba, Malik hizo honor a su pequeña promesa incierta y se acercó a Lyn. No creía que fuera acceder a la petición de Celeste, pero por intentarlo no perdía mucho. Lyn tenía buen corazón, no dejaría morir a la nómada y menos siendo la hija de Rayim, quizá..

Maestra Lyn —dijo, una vez estuvo frente a ella, de forma confidencial para que el resto no escuchara—. Badra no va a salvarse a no ser que se use la lámpara. No es unánime que se vaya a utilizar para sanarla, pero... Celeste quisiera que podamos llevárnosla a Tierra de Partida para curarla y mantenerla a salvo.

Dijera lo que dijera la maestra, Malik inclinaría un poco la cabeza a modo de gesto de respeto y se adelantaría hasta alcanzar a Fátima.

Tras las puertas de aquel caluroso pasillo se encontraba una cueva aun más calurosa. Malik, criado en Agrabah, sintió que se sofocaba como nunca antes lo había hecho en su vida. Agarró la mano de Fátima, para ayudarla a mantener el equilibrio y ayudarse a sí mismo a mantenerse de pie. De repente las fuerzas parecieron abandonarle y empezó a sudar demasiado para su gusto. Pero al fin lo habían encontrado. Allí, al fondo de lo que parecía ser una sala del trono cavernosa, tras otro pasillo infernal, se encontraba Ifrit, encerrado en una enorme esfera carmesí, sobre un charco de lava fulgurante.

Malik tragó saliva, o lo intentó. La garganta seca le hacía daño e intentó humedecerse los labios. Fue inútil, tenía la lengua como un trapo.

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Tras Fátima como un guardaespaldas, caminó hacia la esfera lo suficiente como para adivinar la forma de Ifrit que dormía dentro. En comparación con Leviatán, Ifrit era terriblemente monstruoso y feo.

Ahí está... —dijo Lyn, con el pelo casi erizado—. Tal vez sea cosa de mi instinto animal pero... Siento que deberíamos huir y rezar porque el sello dure lo suficiente como para que no veamos a éste monstruo en lo que nos quede de vida.

Malik chasqueó la lengua, aun mirando la esfera. Si la propia Lyn quería echar a correr, era que enfrentarse al monstruo iba a ser arduo, difícil y casi un suicidio. Pero tenían la lámpara, tenían el artefacto, debían vencerlo y destruirlo. Si conseguía romper el sello por sí mismo, terminaría en Agrabah y calcinaría hasta los cimientos de la ciudad. Al notar por el rabillo del ojo que Fátima se acercaba él, desvió la vista de la esfera y miró a la muchacha. Estaba muerta de miedo, como él. Era la misma sensación que le producía mirar a Leviatán, la consciencia de estar antes un ser que podía pestañear y matarte. Se obligó a calmarse todo lo que pudiera.

Debemos acabar con ésto —dijo Kamra—. Mi magia afín es de tipo fuego, por lo que no seré muy eficiente contra Ifrit. Tengo algunos hechizos de otros elementos y algunos curativos que podrían ayudar, pero no son mi especialidad.

»El sello se rompe desde fuera con un hechizo de agua. ¿Alguien quiere hacer los honores?

Abrió la boca ara ofrecerse, pero Fátima le adelantó.

Me ofrezco voluntaria.

Primero debemos organizarnos —dijo Nanashi.




Malik se quedó junto a Fátima y convocó su Llave para estar preparado para cuando liberasen al djinn. Sentir su mano en los dedos hizo que se aferrara a ella con miedo. Tenía la sensación de que no iban a conseguirlo, que Ifrit los mataría.

«Bueno, al menos moriremos juntos».

Acompañó el cántico de Fátima con un tarareo porque no se sabía la letra. No ayudaría mucho a debilitar a Ifrit, pero quería dar todo lo posible de sí. La voz de Fátima ayudó a que se calmara y concentrara, con la vista fija en Ifrit. Tenía aferrada la Llave con las dos manos, apuntando a la esfera y al djinn preparado para cuando se liberase. Por una vez se sintió más que útil de conocer hechizos de agua y poder atacar todo lo que pudiera con ellos. Preparó a su vez, de forma mental, el primer conjuro: Hidrobala.

En cuanto la prisión de Ifrit se rompió, Ifrit se liberó y cayó al charco de lava. Una expresión cruel y monstruosa se formó en su rostro.

Hambre... —rugió.

Al mismo tiempo que los demás, Malik atacó. Se quedaría de momento a distancia, lanzando tantas Hidrobalas como sus energías le permitiesen. Correría y se apartaría de cualquier ataque de Ifrit, sin pararse mucho a pensar. Y en cuanto pudiera, se bebería un éter para recuperar fuerzas y aguardaría al veredicto de Light sobre las debilidades de Ifrit. Si confirmaba debilidad a Hielo, utilizaría sus dos Copos de Nieve. Si no, utilizaría de nuevo todas las Hidrobalas que pudiera, manteniéndose siempre a distancia.

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Malik usa Hidrobala tantas veces como pueda antes de beber un éter. Usa sus Copos de Nieve si Light confirma debilidad a Hielo. Vuelve a usar tantas Hidrobalas como sus PM le permitan
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Sombra » Vie Sep 02, 2016 1:36 am

La canción, cantada en un idioma ancestral. La lengua de la magia resonó por toda la estancia. El conjunto de todas las voces, incluyendo a Kamra tuvieron un efecto poderoso, ya que la carga de utilizar dicho hechizo se dividió entre todos. La esfera reaccionó abriéndose levemente y separándose en varias piezas que flotaban alrededor de un núcleo brillante: El arma definitiva. La Maestra Novata, que poseía la esfera estaba preparada para lanzar el hechizo.

***




Sabiendo el peligro al que se enfrentaban nadie quiso arriesgarse a que Ifrit diese el primer paso. La primera en actuar fue Fátima, la mujer convocó unos Brazos de Hielo que sujetaron con firmeza al demonio... Durante apenas unos segundos. Pero fue suficiente para mantenerlo quieto y lanzar la esfera.

El objeto impactó contra Ifrit y explotó momentos después. El aura rojiza que rodeaba al demonio se desvaneció, lo que provocó que soltase un desgarrador rugido de furia. Sus ojos, inyectados en sangre se clavaron en Fátima.

El monstruo de fuego se revolvió con fuerza partiendo los brazos de hielo con poco esfuerzo y dio un salto hacia Fátima, sin embargo éste fue frenado en seco por Light. La Brecha Lunar impactó contra su cuerpo impidiendo que aplastase a la Maestra, que ya preparaba sus Tirabuzones, a su vez. El Maestro Light utilizó Libra, descubriendo algunos datos interesantes sobre su enemigo.

La bestia lanzó una mirada furtiva a Light y se movió hacia él dándole un potente zarpazo a modo de venganza que lo lanzó contra el trono. El Maestro se vio herido, pero Nanashi no tardó en lanzarle un Cura + que sanó casi todo el daño que acababa de recibir.

Saito lanzó la Flama Tenebrosa contra el monstruo, hacíendole tan poco daño que apenas lo notó. Viendo aquello, Saito se apresuró a utilizar otra de sus habilidades: Explosión Oscura, lo que hizo que Ifrit no viese venir lo que se le venía encima.

El Hielo + de Saeko fue más dañino que los hechizos de Saito, sin embargo. La aprendiza notaría que el daño que debería haber hecho con su hechizo debería haber sido mayor. No fue la única en atacar, Malik comenzó a disparar Hidrobalas a diestro y siniestro, aunque no todas lograron acertar a la criatura.

¿¡Se puede saber qué haces!? —se escuchó de pronto—. ¡Reacciona! —le gritó.

Si alguno giraba la cabeza, verían como Nanashi se acercaba con paso apresurado a Celeste, que estaba en shock. Si Celeste aún no respondía, Nanashi se encargaría de hacer que respondiese asestándole un bofetón que no dolió en el momento, pero que seguro que le dejaría una marca que iba a escocer mucho después.

Lyn rodeó a Ifrit en aquel momento golpeando con sus puños las piernas del monstruo. La articulación del ser cedió, haciendo que hincase una rodilla mientras que Kamra pasaba corriendo al frente clavando su Llave Espada en el abdomen del Djinn.

¡La esfera funciona! —anunció Kamra al ver que podían herir a la criatura.

Como respuesta, el monstruo abrió sus fauces soltando una intensa llamarada que la mujer pudo esquivar sin problema. Sin embargo, Ifrit no estaba dispuesto a dejar que nadie escapase a su fuego. Continuó lanzando fuego por la boca dirigiéndola hacia Nanashi y Celeste... Fue entonces cuando el tirabuzón de Fátima entró en acción. No solo apagó el ataque, sino que golpeó al monstruo con fuerza. Aquello provocó que el djinn no pudiese ver bien por unos instantes, dio un amplio salto otra vez cayendo sobre Malik, que acabó en el suelo. La criatura levantó su zarpa y la bajó a gran velocidad clavándola en su hombro. El Aprendiz sintió como su herida ardía literalmente haciendo que incluso su sangre parecíese haberse vuelto magma que recorría su interior.



Spoiler: Mostrar
Nombre: Ifrit
Nivel: X
VIT: 480/666
PH:70/70

Habilidades:
Aliento íngeo [Nivel 16] (HM) Ifrit escupe una potente llamarada que puede dirigir allí donde mire. Eso le permite quemar a más de un enemigo, aunque mientras más enemigos queme con su ataque menos potencia tiene el ataque.
???
???
???
???
???
???

Cuerpo ígneo [Nivel X] (HC) La temperatura del cuerpo de Ifrit es lo suficientemente alta como para abrasar lo que agarra tras unos instantes. Sus golpes pueden producir quemaduras.

Otros datos:
Absorbe fuego (Potenciador de fuerza (x1.1)
Débil a Agua (Daño x1.2)
Resistencia contra Hielo (Daño x0.4)
Resistencia contra Natura (Daño x0.4)


Spoiler: Mostrar
Malik:
VIT: 40/64 [Quemdado 2 turnos (-10 VIT por ronda)]
PH: 14/36
*Éter retirado


Light:
VIT: 65/70
PH: 35/66
*Retirado Spray Solar, Bombones x3, éter x2


Saeko:
VIT: 45/60
PH:25/40


Celeste:
VIT:26/26
PH: 11/26


Saito:
VIT:76/76
PH:10/36


Fátima:
VIT:32/32
PH: 45/72
*Éter retirado


Fecha límite: 09/09/2016
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Light » Jue Sep 08, 2016 1:18 am

El combate se inició y no tardaron en intercambiar ataques con la bestia ígnea. Light, por su parte, acertó con su Brecha Lunar y procedió a analizarle con Libra. A cambio, recibió un poderoso y doloroso zarpazo que lo lanzó hacia el trono.

Por suerte, el dolor y la herida no tardaron en desaparecer (casi por completo), pues la Maestra Nanashi le sanó con un hechizo. Light manifestó su agradecimiento con un simple «gracias» y se colocó en posición de batalla.

«Esta puta bestia es dura», concluyó tras comprobar su poder.

Sin desviar la vista de la criatura, siguió analizando todos los datos que le ofrecía Libra. Empezó a compartirlos con todos tras el Hielo+ de Saeko.

¡Absorbe Fuego y resiste Hielo y Natura! ¡Es débil a Agua! —Miró en dirección a Fátima y sonrió a su compañera con complicidad—. ¡Ya sabes qué hacer! —Estaba seguro de que la magia de la Maestra novata iba a dolerle una barbaridad.

¿¡Se puede saber qué haces!? ¡Reacciona!

Light fue testigo de la escenita que protagonizaron Nanashi y Celeste. La aprendiza de Bastión Hueco parecía aterrada. ¡Cualquiera diría que fuera su primera misión como Portadora! (¿quizás lo era? En ese caso lo lamentaba).

Sí, en parte podía comprender el miedo que experimentaba, en especial si era una novata. Las primeras misiones de Light tampoco fueron demasiado agradables (de hecho, su primer combate real en serio fue contra Hisa Wix).

Badra ahora mismo está luchando con todas sus fuerzas para vivir. Estoy seguro de que no se va a rendir, ¡y tú tampoco puedes rendirte! ¡Agrabah depende de nosotros ahora mismo y hay que luchar! —le recordó.

No había mucho tiempo para discursos, ya que estaban en pleno combate. Tras dedicarle aquellas palabras se unió a los que se estaban enfrentando a la bestia.

¡La esfera funciona!

A continuación, Ifrit intentó quemarles con su habilidad Aliento ígneo. La jugada le salió mal, gracias a la defensa de agua creada por Fátima. Sin duda, combatirle con aquel elemento era la mejor estrategia que podían seguir, una pena que Light no lo dominara.

Quizás no se le daba bien la magia, pero aún así su fuerza bruta podía servir para salvar a un aliado.

Malik, que tenía al demonio de fuego encima, recibió entonces un zarpazo. Light no lo dudó y se lanzó a por la bestia, dispuesto a golpearle con su más poderosa Embestida para alejarle del aprendiz.

Sin bajar la guardia, le protegería —se interpondría entre el Djinn y Malik— mientras se recuperaba. Si la bestia hacía ademán de atacarles, además intentaría pararle en seco con una Brecha lunar a bocajarro. También usaría su descomunal llave a modo de escudo para intentar bloquear sus ataques.

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▪ Embestida (HC) [Nivel 18] [Requiere Fuerza: 18; Velocidad: 13; Resistencia: 15]. Arremete rápidamente contra el rival, golpeando de frente fuertemente. Puede causar aturdimiento.

▪ Brecha Lunar (HC) [Nivel 16] [Requiere Afinidad a Luna; Fuerza: 28, Combate con armas blancas: 22; Habilidad ▪ Onda Lunar] [Personalizada] El movimiento personal de Light mejorado. El personaje realiza un potente tajo que toma la forma de una grande y fiera media luna cortante que avanza en línea recta. Habilidad de gran poder cortante que atraviesa los objetos con menor resistencia que se interpongan.
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor H.S Sora » Sab Sep 10, 2016 12:14 am

La lucha había comenzado, un estallido brutal de ataques y hechizos proporcionados por los Maestros había conseguido que Ifrit quedara algo desconcertado… al principio. Pero al menos había sido suficiente como para que la esfera legendaria que Fátima llevaba impactara y estallara contra el Djinn.

Un aullido de dolor resonó por todos los recovecos del escenario, como si se tratara de una promesa de venganza. Una venganza que no iba a tardar en cumplir. Por muchos años que llevase encerrado, seguía siendo una criatura mágica capaz de librarse de nosotros de un zarpazo, tal y como acababa de hacer con Light.

Aunque por suerte Nanashi no iba a dejar que nada nos pasara, ella cubría nuestras espaldas.

Aproveché ese momento de distracción para lanzar mis hechizos que, aunque apenas sirvieron de algo, le permitieron a Saeko atacar con una fuerte magia de hielo que pareció hacerle mucho más daño que mis anteriores ataques.

Me alejé comprobando que la magia que me quedaba era escasa, pero aún daba para un último golpe. ¿Qué clase de hechizos debía usar ahora? Incluso si pudiese usar Profanus, necesitaría acercarme demasiado a Ifrit para conseguir darle. Y quizás ni aún así conseguiría atravesar su piel...

¡Absorbe Fuego y resiste Hielo y Natura! ¡Es débil a Agua!

Exhalé una bocanada de aire, contrariado por completo: yo no me especializaba en Agua, pero por lo menos no absorbía la Oscuridad. Por algo se empezaba. Y si podía herirle, también podía acabar matándole, sin necesidad de utilizar una Afinidad concreta.

¿¡Se puede saber qué haces!?

Me giré, perdiendo de vista a Ifrit, pero para encontrarme con una escena desoladora: Celeste estaba inmóvil, Nanashi se acercaba a ella con paso decidido.

¡Reacciona!

El golpe resonó. Mi amiga pareció volver en sí, y aunque no estaba demasiado lejos no fui capaz de entender lo que le decía. Light trató de darle ánimos, y yo no pude hacer otra cosa que intercalar mi mirada entre ella y la combinación de ataques que Kamra y Lyn estaban llevando a cabo.

¡La esfera funciona!

Ifrit no tardó en responder con una potente llamarada que trató de dirigir hacia la Dama de Hierro y mi amiga, pero fue detenido en el acto por un ataque acuático de Fátima Laforet, lo que le llevó a atacar a Malik y a herirle en el hombro en un desesperado intento de atacarnos.

Light se lanzó a su rescate sin pensárselo, típico de alguien de Tierra de Partida, mientras que yo en el fondo maldecía no poder hacer nada. Rebusqué por mi bolsa, hasta dar con algo que había obtenido hacía un tiempo… varios corazones de caramelo, que permitían lanzar un hechizo básico de Aqua.

Bingo.

Me tomé un Éter, aunque acercarse a Ifrit podría llegar a ser un verdadero problema...

No es por juzgar, pero ¿seguro que puedes pelear con eso ahí clavado?

Alcé las comisuras de los labios, parecía que Celeste todavía podía luchar. Llevaba la armadura puesta, y la Llave Espada en la mano.

Antes estaba mucho peor. —Me encogí de hombros—. Habrá que acabar con esto y volver al Bastión para que me lo quiten, mejor darnos prisa.

Mi amiga alzó un escudo.

Te cubriré. Tú tienes magias útiles con las que hacerle más daño.

Vamos.

Empezaría a tirar los Aqua contra Ifrit, y utilizaría Baile de Sombras en la de Celeste para defenderla por si Ifrit decidía centrarse en nosotros.

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Acciones acordadas con Denna~~

—Saito se toma un Éter.

—Corazón de caramelo pequeño (hechizo Aqua) x3 (Aunque tenga 5).

Baile de Sombras (HM) [Nivel 10] [Requiere Poder Mágico: 15, Afinidad a Oscuridad] El usuario concentra su poder mágico de tal manera que puede controlar y modificar la sombra de un objeto o persona (incluido él mismo) durante un turno. La sombra controlada puede modificarse para que adquiera otra forma diferente (garras, puntas afiladas...) para que esta salga a la superficie y ataque, pero no puede ser separada de su dueño. Debilidad ante ataques relacionados con la luz.

PD: Esta última habilidad la utilizará para proteger a Celeste y atacar a Ifrit en caso de que él fuera a atacarlos.
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Muchas grácias por el avatar Mepi ^^
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Re: [Agrabah] La Amenaza Djinn

Notapor Suzume Mizuno » Sab Sep 10, 2016 5:08 am


Cuando Ifrit saltó hacia ella, el corazón se le subió a la garganta y supo que no iba a poder esquivarlo lo sufriente rápido. Entonces Light intervino para defenderla y la criatura freó en seco. Fátima aun así se alejó, sin aliento y cubierta de un sudor frío a pesar del inenarrable calor que hacía en la estancia.

¡Absorbe Fuego y resiste Hielo y Natura! ¡Es débil a Agua! —gritó Light, que debía haber hecho un Libra, y miró hacia ella con una sonrisa cómplice—¡Ya sabes qué hacer!

¡Cuenta conmigo!

Escuchó a Nanashi gritar algo mientras los demás atacaban y Fátima le dedicó un instante de atención antes de ponerse en marcha de nuevo al ver que Lyn conseguía hacer doblar una rodilla a Ifrit.

¡La esfera funciona! —exclamó Kamra.

«¡Vamos cuanto antes no se vaya a pasar el efecto o algo!», pensó Fátima.

Ifrit comenzó a vomitar fuego, como si fuera un maldito dragón, y cuando fue a atacar a Nanashi y Celeste, Fátima desplegó su Tirabuzón. Contuvo un salvaje grito de triunfo cuando consiguió derribar al monstruo. Pero entonces este saltó a por Malik… Y lo hirió en un hombro.

Durante un instante, Fátima no pudo reaccionar. Sólo mirar con horror a Malik caer hacia atrás. El corazón se le detuvo. Y, luego, él se movió y Fátima recordó cómo respirar.

¡HIJO DE PUTA!—gritó, tan furiosa que ni se fijó en que Light ya acudía a ayudar a su pareja. Sus ojos resplandecieron cuando se tornaron azules, al mismo tiempo que activaba su Estilo. Extendió una mano a un lado y siseó—: ¡Gran Ondina!

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La esencia de agua respondió a su llamada y, sin desplegar los labios, Fátima ordenó:

«¡Corta el paso a esa criatura cada vez que intente atacar a mis compañeros y atácalo con todas tus fuerzas situándote a su espalda, que no te acierte!»

Mientras Ondina obedecía sus órdenes, Fátima sacó un Éter y lo vació de un trago. Luego, además, masticó rápidamente tres Bombones de chocolate. Ahora que había recuperado parte de su magia y que su afinidad con el Agua se había incrementado, se sentía preparada para pelear… Y aunque una parte de ella seguía aterrorizada ante la presencia de Ifrit, la otra gritaba que no iba a permitir que tocar a Malik ni a sus compañeros si ella estaba para impedirlo.

Esperó unos instantes, para asegurarse de que no golpearía a ninguno de sus amigos. Es más, intentaría aguardar a que Ifrit estuviera entretenido con Gran Ondina, bien porque esta le atacara por la espalda o estuviera deteniendo alguno de sus ataque.s Entonces cogería aliento y arrojaría un Dragón de agua que manipularía para rodear a Ifrit si este lo venía venir y perseguirlo en caso de que intentara huir.

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-Fátima activa el Estilo.

▪ Gran Ondina (HM) [Nivel 28] [Requiere Afinidad a Agua; Poder Mágico: 44]. Ondina, una esencia de agua, acude a las órdenes de Fátima con más fuerza que en su forma original y ataca con su espada de agua a los objetivos durante tres rondas. Puede ser dañada y rechazada, pero se reformará al poco tiempo para seguir peleando.

-Éter.

-3 Bombón de chocolate (restaura 15 puntos de vida y 5 PH)

▪ Dragón de agua (HM) [Nivel 22] [Requiere Afinidad a Agua; Poder Mágico 35] [Personalizada] El usuario invoca un dragón de agua de tres metros de longitud y uno de diámetro que embiste al enemigo/s. No tiene por qué ir recto y puede maniobrar trazando curvas para perseguir al objetivo.
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¡Gracias por las firmas, Sally!


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