[La Red] FUN IN GAMELAND

Ragun, Dos, Hiro & Freya + Light & Maya

Aquí es donde verdaderamente vas a trazar el rumbo de tus acciones, donde vas a determinar tu destino, donde va a escribirse tu historia

Moderadores: Suzume Mizuno, Denna, Astro

[La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor Astro » Lun Nov 28, 2016 7:35 pm

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Nombre: FUN IN GAMELAND

Mundo: La Red

Introducción: En el mundo digital conocido como La Red, una inesperada ola de sincorazón han invadido la rejilla de juegos, forzando a los programas a pedir ayuda a Bastión Hueco para lidiar con el problema. Contando también con la ayuda de Tierra de Partida, los portadores deberán superar los niveles de los distintos juegos mientras acaban con los sincorazón y descubren el culpable del problema.
¡Y todo sin perder ni una vida!

NPC’s:
• Alexis Blackblood
• Dark Light
• Ariasu
• MDP
• CLU
• ???
• ???

Requisitos: Ninguno.

Fecha de inicio: -

Notas:
Se admiten mascotas.

Apuntados:
Participante 1: Sombra
Participante 2: LightHelco
Participante 3: RedXIII
Participante 4: Crystal

Extra 1: Light
Extra 2: Zodiark

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¡Llegáis puntuales, así me gusta! ¿Ha ido bien el viaje, maestro Light? —Ariasu hizo una teatral reverencia, muy exagerada—. Por aquí, caballeros, señorita y... cosa divertida.

Lo último iba por Dos, a quien la maestra se quedó mirando un rato antes de girar sobre sus tobillos, hacerles a todos una seña con la mano, y echar a andar a ritmo ligero hacia el piso inferior de Bastión Hueco.

¿Qué hacían allí tres aprendices y un maestro de Tierra de Partida? Un mensaje de Ariasu, enviado aquella mañana, les había informado de que La Red, un mundo digital con el que la mayoría ya estaban familiarizados, solicitaba ayuda urgente para tratar con una oleada descontrolada de sincorazón; y les proponía que ambos bandos colaborasen en aquella ocasión para solucionarlo.
Tanto Iwashi como Ronin recibieron el aviso, pero dado que Light tenía experiencia en ese mundo y que necesitaba ir cogiendo práctica como maestro, ambos decidieron que fuera él quien se encargase de la tarea. Eso sí, Ronin le obligó a llevarse tanto a Hiro como a Maya como apoyo, y Light pudo incluir también a su propia aprendiza, Dos. Con el grupo de cuatro formado, estuvieron listos para marchar a Bastión Hueco.

Guiados por Ariasu, descendieron a lo más profundo del castillo por unas escaleras, donde llegaron hasta una enorme y peculiar sala desde la que se controlaba el gigantesco ordenador de Bastión Hueco.

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Allí les estaban esperando los que serían sus compañeros de misión: el recién nombrado maestro Alexander Fürst von Wiedererinnerung (Ragun, de toda la vida), junto con Freya. A ambos les habían llamado aquella mañana para que se preparasen para una misión en el mundo digital, y que bajasen a la sala del ordenador en cuanto estuvieran listos. Ragun, como maestro, estaría al cargo.
Cerrando el grupo de Bastión Hueco estaba Alexis, quien apoyada con aspecto aburrido en el ordenador charlaba con una Shinju que trasteaba con el teclado del ordenador mientras preparaba los sistemas.

¡Ya estamos aquíiii! Bien, si alguno tiene que presentarse que lo haga rápido, porque tenemos prisa.

Dejó un momento para que lo hicieran, antes de ir directa al grano.

»Vale, el problema es el siguiente: La Red nos ha mandado un mensaje de ayuda para que eliminemos una oleada de sincorazón que ha infestado una de sus zonas. No tenemos todos los detalles, tendréis que conseguirlos de ellos cuando lleguéis, pero parece que tiene algo que ver con una rejilla de juegos o algo así.

En resumen, que solo sabemos que nos piden ayuda para que os carguéis a unos sincorazón que se les han ido de las manos. Huele un poco mal, pero estaría feo lo de no acudir y tal después de firmar una alianza y todo eso —añadió Shinju, quien mal sentada en la silla seguía tecleando con cuidado. Aunque iba ligera, se notaba que lo hacía con cautela para no fastidiarla.

La alianza, es verdad. Aquí nuestro más reciente maestro, —Señaló a Ragun—. consiguió hace tiempo una alianza, así que en esta ocasión estaréis bien equipados y no tendréis que lidiar con esos programadas tan estirados. Pero he de advertidos que actuéis con cautela, no son nada de fiar. Sobre todo lo de Tierra de Partida. —Fijó su mirada en Light—. Los programas no tienen ninguna alianza con vosotros, acudís como invitados nuestros y como apoyo, así que si causáis algún incidente... Nos pondríais en una situación muy delicada. ¡Maldita burocracia!

Ariasu, todo listo —Shinju apretó una tecla con fuerza y después giró la silla hacía el grupo, orgullosa de su hazaña informática—. Aunque no prometo que alguno acabe con una oreja de más. Era el gitano el que entendía de esto, yo no.

Ariasu le lanzó una mirada de reproche, provocando que la jovencita girase a toda prisa su silla para volver a mirar a la pantalla.

Venga, marchémonos de una vez —protestó Alexis, incorporándose mientras se estiraba.

Estas niñas me van a volver más loca de lo que ya estoy —refunfuñó Ariasu, dando zancadas hasta el centro de la sala—. Colocaros en el círculo del centro y preparaos para el viaje. Si tenéis alguna duda, ahora o nunca.

Alexis, haciendo girar su paraguas en su mano, fue la primera en colocarse. Entre Shinju y Ariasu responderían a las posibles dudas que el grupo tuviera, y en cuanto todos se colocaran en el centro, comenzó la cuenta atrás. El aparato de la pared, que rodeaba un gran círculo rojo, empezó a vibrar y a iluminarse.

¡Buena suerte, pezqueñines! Cuidamelos bien, Raguncito.

Y recordad: si morís en La Red, también moriréis en la vida real —añadió Shinju. Tanto ella como Ariasu y Alexis soltaron unas carcajadas muy poco disimuladas.

Llegó el momento. Del círculo surgieron diversos rayos de luz que fueron impactando en los siete, transformando uno a uno sus cuerpos en cubos de datos que acabaron siendo arrastrados hacia el sistema.

Siguiente parada: La Red.

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¡Bienvenidos a FUN IN GAMELAND!

Nueva trama, así que indicaciones iniciales. Tardaré unas rondas en guardarme una copia de vuestras fichas, así que aprovechad para actualizar fichas o terminar encuentros lo antes posible para que cuenten para esta trama.
Importante: comunicación. Hablad conmigo si tenéis algún problema o si alguna ronda no vais a poder postear o lo haréis más tarde. Voy a ser más firme que otras veces con los límites (esta vez de verdad de la buena), pero si me comentáis alguna cosa suelta soy flexible.

Por lo demás, para cualquier duda, petición, queja, problema, sugerencia, insulto, soborno, o insinuación, no dudéis en mandarme un mensaje privado o hablarme por skype los que me tenéis para preguntar sin miedo. ¡Suerte!

Fecha límite: sábado 3 de diciembre.
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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor Sombra » Mar Nov 29, 2016 12:39 am

Lo que más miedo me daba cuando hice mi primera misión como aprendiz había sido decepcionar al Maestro Kazuki. Todavía recordaba muy bien aquella misión en el Coliseo del Olimpo. Ahora, tras casi cuatro años volvía a sentir aquel mismo miedo pese a que había dejado atrás mis tiempos como aprendiz. Temía no dar la talla como Maestro, decepcionar a Ryota.

Me sorprendía que el Maestro Ryota hubiese accedido a hacerme el examen tras el fracaso de la misión de los círculos mágicos de Tierra de Partida, sobre todo por lo ocurrido con Rubicante. Me llevé la mano a la cicatriz que me había dejado, sabía que podría haber borrado aquella cicatriz, pero no era tan sencillo. Simplemente no quería olvidar su muerte.

Bajé por los telesféricos hasta el sótano de Bastión Hueco, donde Ariasu me había mandado ir para encargarme de una misión en La Red. Conocía el mundo, por lo que confiaba en que sería capaz de moverme por allí con soltura... Al menos más que la última vez.

Recorrí los pasillos sin pensarlo mucho, tras tanto tiempo aquel laberinto no me parecía para tanto. Allí ya estaban Alexis, con quien no tenía demasiada relación y Shinju, que trabajaba en el ordenador metiendo códigos de los que no tenía mucha idea.

Buenos días —hice un gesto con la mano—. No esperaba que ya hubiese gente por aquí. ¿Ariasu fue a recibir a los de Tierra de Partida a la entrada?

Me coloqué cerca de la Maestra para ver como trabajaba y en caso de necesitar ayuda echarle un cable, aunque no sabía como si no tenía ni idea de ordenadores (exceptuando usar Tuipper y cosas de ese estilo). Al cabo de un tiempo terminó por llegar una aprendiza más, la había visto por el castillo cientos de veces, pero nunca había llegado a hablar con ella. ¿Freya se llamaba?

Hey, hola —saludé—. ¿Todo listo para la misión?

Ahora solo quedaba que llegasen los demás.

***


Tras un rato (no demasiado largo) llegaron los que faltaban: Liderando la marcha estaba Ariasu que había guiado a Light, el aprendiz híbrido que había visto en un par de ocasiones, Maya con quien había sido aprendiz de Kazuki y una extraña forma de vida robótica de aspecto femenino. ¿Era la mascota de alguno de los de Tierra de Partida un ayudante robot o una nueva aprendiza?

¡Ya estamos aquíiii! Bien, si alguno tiene que presentarse que lo haga rápido, porque tenemos prisa.

Es un placer, soy Ragun —Me presenté en general, aunque realmente lo hacía por la entidad robótica—. Ey, Light. No le echarías mucha bronca a Gaomón, ¿no? —crucé mis brazos y levanté una ceja algo inquisitivo, aunque solo durante unos instantes. Después de eso sonreí de manera amistosa indicando que era una broma.

Él ya sabía a qué me refería con aquello.

Tras las presentaciones, la Maestra Ariasu nos llamó la atención para ir directamente al grano.

Vale, el problema es el siguiente: La Red nos ha mandado un mensaje de ayuda para que eliminemos una oleada de sincorazón que ha infestado una de sus zonas. No tenemos todos los detalles, tendréis que conseguirlos de ellos cuando lleguéis, pero parece que tiene algo que ver con una rejilla de juegos o algo así.

En resumen, que solo sabemos que nos piden ayuda para que os carguéis a unos sincorazón que se les han ido de las manos. Huele un poco mal, pero estaría feo lo de no acudir y tal después de firmar una alianza y todo eso —añadió Shinju, que seguía tecleando en el ordenador con una postura poco recomendable.

La alianza, es verdad. Aquí nuestro más reciente maestro, —No tardó en señalarme refiriéndose a mí—. consiguió hace tiempo una alianza, así que en esta ocasión estaréis bien equipados y no tendréis que lidiar con esos programadas tan estirados. Pero he de advertidos que actuéis con cautela, no son nada de fiar. Sobre todo lo de Tierra de Partida. Los programas no tienen ninguna alianza con vosotros, acudís como invitados nuestros y como apoyo, así que si causáis algún incidente... Nos pondríais en una situación muy delicada. ¡Maldita burocracia!

¿No sería más fácil si ellos también dicen que son de Bastión Hueco? Si les ven conmigo supongo que confiarían en nosotros —propuse—. Si no tenéis inconveniente en mentir, claro.

Conociendo a Light... Jamás diría que era de Bastión Hueco. Era demasiado cabezón incluso si era para su propia seguridad. Sería mejor que no dijese que les había dicho a CLU y a Rinzler que si veían algún miembro de Tierra de Partida los eliminasen.

Ariasu, todo listo —La Maestra Shinju pulsó una tecla de una manera un tanto dramática y se giró hacia nosotros—. Aunque no prometo que alguno acabe con una oreja de más. Era el gitano el que entendía de esto, yo no.

La mirada de Ariasu lo dijo todo. No quería oír hablar de Andrei, y con razón. Había traicionado a Bastión Hueco, y lo que era peor... Se había unido al grupo de Aaron, donde también estaba Chihiro.

Venga, marchémonos de una vez —apresuró Alexis.

Yo no quiero tener más orejas. ¿Seguro que va a funcionar?

Estas niñas me van a volver más loca de lo que ya estoy.

No pude evitar soltar una risa por lo bajo. Al menos lo admitía.

Colocaros en el círculo del centro y preparaos para el viaje. Si tenéis alguna duda, ahora o nunca.

¿Debemos encontrar a alguien que nos de un pase para entrar a la rejilla o vamos directamente hacia allí?

Seguí a Alexis y me coloqué junto a ella.

¡Buena suerte, pezqueñines! Cuidamelos bien, Raguncito.

Lo haré lo mejor posible, Maestra —sonreí nervioso. No estaba tan seguro de que fuese buena idea mandarme tan pronto a una misión con aprendices bajo muy cuidado... Al menos estaba Light también, que tenía algo más de experiencia siendo maestro. Tal vez podía darme algún consejo.

Y recordad: si morís en La Red, también moriréis en la vida real —añadió Shinju provocando que Ariasu y Alexis empezasen a reír a pleno pulmón.

No entendí a que venía la broma, pero no pude evitar reír también por lo tonto que había sonado aquel comentario.

De pronto, unos rayos de luz fueron impactando en nosotros convirtiéndonos en cubos que iban siendo atraídos por el círculo rojo de la pared.

Nunca me ha gustado la virtualización —dije mientras mi cuerpo se desvanecía.

Y ahora que lo pensaba... ¿Qué sería del otro Light? ¿Seguiría en La Red? Tal vez pudiese averiguarlo.

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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor Light » Vie Dic 02, 2016 12:52 am

Tocaba nueva misión. Siguió las órdenes de Ronin y convocó a Maya y a Hiro en la Sala del trono; un moguri buscaría a cada uno y les haría llegar el aviso, por medio de cartas, que especificarían en qué consistía la misión y en qué mundo se llevaría a cabo. Además, se le ocurrió que podía ser una buena oportunidad para que Dos se estrenara en las misiones. En su caso, fue él mismo a buscarla para contarle de manera sucinta la situación y llevarla a la Sala del trono.

Acabas de empezar, pero no te vendrá mal ir aprendiendo de nuestro oficio —le comentaría mientras se dirigían a su destino—. En resumen, vamos a patearle el culo a varios Sincorazón en La Red, un mundo virtual. Cooperaremos con Bastión Hueco. —Hizo una breve pausa—. Ah, espera, no te he hablado de ellos. Bueno, se trata de otra Orden de Portadores como nosotros, pero con ideas bastante diferentes. Son más cercanos a la oscuridad y defienden el equilibrio entre Luz y Oscuridad… en fin, ni yo mismo entiendo muy bien qué piensan, pero bueno. —Dos quizás llegara a detectar que no le caían muy bien—. Algunos son bastante excéntricos, pero supongo que en el fondo no son tan mala gente.

Al final, se reunieron con Maya y Hiro, los otros aprendices que le acompañarían en aquella misión. Esta vez era el único Maestro de Tierra de Partida a cargo, por lo que tenía que admitir que estaba algo nervioso. Esperaba no cometer un error fatal.

Muy buenas. Os presento. Dos, mi nueva aprendiza, Hiro y Maya, aprendices veteranos de Tierra de Partida.

»Toca reunirse con los de Bastión Hueco. Si estáis preparados, nos vamos.
—Abriría el Portal en cuanto todos le dieran su visto bueno.

***


¡Llegáis puntuales, así me gusta! ¿Ha ido bien el viaje, maestro Light? —Light puso una ligera mueca y soltó un seco: «hola»—. Por aquí, caballeros, señorita y... cosa divertida.

¿Recuerdas lo que te dije de excéntricos? —susurró a Dos. Ahora que lo pensaba su aprendiza también era bastante peculiar.

Se limitaron a seguir a Ariasu, quien conocía mejor aquel castillo que ellos. Les condujo a una sala enorme que debía ser la homóloga a la sala de ordenadores de Tierra de Partida que empleaban ellos para ir al mundo virtual.

Allí se encontraron con Ragun, el nuevo Maestro de Bastión Hueco, con Freya, con Shinju y con Alexis. A la última no la conocía demasiado, pero con los demás sí que había participado en algunas misiones (y en alguna que otra aventura absurda). Hizo un saludo general a todos.

¡Ya estamos aquíiii! Bien, si alguno tiene que presentarse que lo haga rápido, porque tenemos prisa.

Le dedicó una mirada a Dos y esta vez dejó que se presentara ella misma ante los demás.

Es un placer, soy Ragun. Ey, Light. No le echarías mucha bronca a Gaomón, ¿no?

Qué va —contestó de manera escueta, sin entrar en detalles—. Por cierto, enhorabuena por tu promoción.

Tras el intercambio breve de palabras, Ariasu fue al grano:

Vale, el problema es el siguiente: La Red nos ha mandado un mensaje de ayuda para que eliminemos una oleada de sincorazón que ha infestado una de sus zonas. No tenemos todos los detalles, tendréis que conseguirlos de ellos cuando lleguéis, pero parece que tiene algo que ver con una rejilla de juegos o algo así. —«Juegos…», esa palabra ya le daba mala espina.

En resumen, que solo sabemos que nos piden ayuda para que os carguéis a unos sincorazón que se les han ido de las manos. Huele un poco mal, pero estaría feo lo de no acudir y tal después de firmar una alianza y todo eso.

Eso mismo estaba pensando. —Se refería a lo que acababa de decir Shinju, también le olía mal a él—. Espero que no nos metan en un juego absurdo de los suyos, estos programas… —Miró a Freya, quien seguramente estaba pensando lo mismo que él. Ambos ya habían experimentado una aventura de lo más absurda en el mundo virtual—. CLU y los suyos son un auténtico problema. En mi última visita escuché que querían meternos en unos juegos y ajusticiarnos, odian a los usuarios. Fijo que esto es una trampa, pero en fin, como dice Shinju hay que jugársela por el bien del mundo. Por cierto, ¿una alianza…? —Aquel detalle mencionado por Shinju le había llamado bastante la atención.

La alianza, es verdad. Aquí nuestro más reciente maestro, consiguió hace tiempo una alianza, así que en esta ocasión estaréis bien equipados y no tendréis que lidiar con esos programadas tan estirados. Pero he de advertidos que actuéis con cautela, no son nada de fiar. Sobre todo lo de Tierra de Partida. Los programas no tienen ninguna alianza con vosotros, acudís como invitados nuestros y como apoyo, así que si causáis algún incidente... Nos pondríais en una situación muy delicada. ¡Maldita burocracia!

Pues si ven mi aspecto más de uno me confundirá con Dark Light, y que yo sepa estaba en busca y captura la última vez… pero se hará lo que se pueda.

«Tron… me preguntó cómo estará», realmente ellos sí tenían una alianza, la habían forjado con aquel programa amigo de los usuarios. Sin embargo, no había vuelto a saber nada de él desde su última misión en aquel mundo.

No tenía muchos recuerdos felices de aquella aventura. En aquella misión, fue engañado y abrió la cerradura —y al contrario que aquella vez, ahora sabía qué conllevaba eso— para salvar la vida de Tron. Realmente esperaba que el mundo no estuviera en peligro por sus acciones. Si ese era el caso, entonces estaba obligado a hacer algo, aunque por su aspecto no fuera el más adecuado para ir a la Red.

¿No sería más fácil si ellos también dicen que son de Bastión Hueco? Si les ven conmigo supongo que confiarían en nosotros. Si no tenéis inconveniente en mentir, claro.

Si es por el bien de la misión y el mundo, no me importa mentir —declaró, aunque no le hiciera gracia la idea de pasarse por alguien de Bastión Hueco—. Pero no sé hasta qué punto tienen información de nosotros, yo por si acaso intentaría mentir lo menos posible, o perderemos del todo su confianza si nos pillan.

»Mejor intentemos no mencionar que venimos de Tierra de Partida a menos que nos pregunten y ya está.


Ariasu, todo listo. —Shinju se giró hacia ellos, orgullosa de su logro con el ordenador—. Aunque no prometo que alguno acabe con una oreja de más. Era el gitano el que entendía de esto, yo no.

La Maestra más veterana le dedicó una mirada de reproche. Acto seguido, Shinju se giró para volver a fijarse en la pantalla.

Venga, marchémonos de una vez.

Yo no quiero tener más orejas. ¿Seguro que va a funcionar?

Eso espero.

Estas niñas me van a volver más loca de lo que ya estoy. Colocaros en el círculo del centro y preparaos para el viaje. Si tenéis alguna duda, ahora o nunca.

¿Puedes darme más detalles de esa alianza, Ragun? ¿Cómo lo conseguiste, les ofreciste algo? Con la mala fama que tenemos allí… —Le daba muy mala espina todo eso de la alianza y no se fiaba ni un pelo de aquellos programas, por eso tenía curiosidad.

«Nos la van a jugar», se mordió el labio. Lo sabía. Y lo peor era que esta vez tenía aprendices a su cargo y no quería enviarles a la boca del lobo.

Tras hacerle la pregunta a Ragun, se colocaría en el lugar que les había mencionado Ariasu. Ya no tenía más preguntas, puesto que el nuevo Maestro de Bastión Hueco ya había planteado la duda que rondaba por su cabeza.

¡Buena suerte, pezqueñines! Cuidamelos bien, Raguncito.

Y recordad: si morís en La Red, también moriréis en la vida real

«Ja, ja, ja», creyó captar la gracia tras rememorar cierto suceso (maldito Hikaru) y la verdad es que no le resultó divertido.

Al fin, el mecanismo se activó y sus cuerpos empezaron a fragmentarse en pequeños cubitos. Les esperaba el mundo digital.

Una vez en La Red, no esperaría demasiado y materializaría cuanto antes su capa para ponérsela y ocultar su cara con ella. La necesitaba para pasar desapercibido por allí.
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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor LightHelco » Dom Dic 04, 2016 3:49 am

No había pasado mucho desde que Dos fuera rescatada por el que ahora era su nuevo amo, o Maestro como se insistía, Light. La droide no tardó mucho en hacerse a su nuevo hogar, más espacioso y bonito que la gris y cerrada nave que usaba el Doctor Tezuka para viajar por el intersticio. Y lo mejor de aquel lugar era su red, datos que antes necesitaba horas para descargarlos, allí en Tierra de Partida lo conseguía hacer en unos pocos minutos.

Iba a poder preguntarle pronto a su Maestro el porqué de esto, ya que este fue a buscarla aquel día para algo muy importante: Su primera misión como Portadora de la Llave Espada.

Acabas de empezar, pero no te vendrá mal ir aprendiendo de nuestro oficio.En resumen, vamos a patearle el culo a varios Sincorazón en La Red, un mundo virtual. Cooperaremos con Bastión Hueco.

El joven Maestro hizo una breve pausa para permitir a Dos ir archivando sus indicaciones, aunque había varias cosas que no terminaba de comprender en aquella palabras y la primera era Bastión Hueco. En la Federación no había tenido mucho tiempo para actualizar su mapa de mundos y por lo tanto el nombre de Bastión Hueco le era totalmente desconocido.

Ah, espera, no te he hablado de ellos —se dio cuenta entonces Light, procediendo a explicarle quien eran— . Bueno, se trata de otra Orden de Portadores como nosotros, pero con ideas bastante diferentes. Son más cercanos a la oscuridad y defienden el equilibrio entre Luz y Oscuridad… en fin, ni yo mismo entiendo muy bien qué piensan, pero bueno.

Si no es un problema, me gustaría decirle que detecto ciertos niveles de hostilidad hacia estos individuos de los que me habláis, Maestro —puntualizó la robot —. ¿Son enemigos vuestros, Maestro? ¿O hay algún individuo al que le gustaría desmontar a martillazos? Porque si es así, no tenéis más que decírmelo y procederé a la eliminación de tal molesto sujeto.

La respuesta no tardó en llegar, con Light diciéndole que “en el fondo” los miembros de Bastión Hueco no eran mala gente. Aquello confundió bastante a Dos al no entender el término usado por el joven.

Supongo que no habrá que preocuparse por nada, Maestro —aseguró ella —, he memorizado y archivado todo lo que habéis dicho y estoy trabajando en posibles sugerencias en caso de que ese fondo del que hablas no sea muy de fiar.

Con todo hablado, se reunieron con otros dos aprendices. El más alto de los dos parecía no ser del todo humano, su constitución, anatomía y apariencia casaban en gran medida con las de un joven humano de alrededor de la veintena, pero también contaba con unas orejas y cola de color rojizo muy típicas de un perro. La otra si era totalmente humana y mucho más joven que Light y el chico perro, una chiquilla con unas ropas que recordaban a las brujas de los cuentos.

Muy buenas. Os presento. Dos, mi nueva aprendiza, Hiro y Maya, aprendices veteranos de Tierra de Partida —presentó el Maestro a todo el mundo rápidamente, y menos mal que lo hizo, porque Dos ya estaba lista para bombardear a Hiro a preguntas —. Toca reunirse con los de Bastión Hueco. Si estáis preparados, nos vamos.

Como estaba segura de que Light no iba a permitirla retrasar la misión para disipar sus dudas sobre los rasgos canidos de Hiro, la robot no tuvo otro remedio que asentir y pasar por el Portal de Luz que creó su Maestro.

* * *


¡Llegáis puntuales, así me gusta! ¿Ha ido bien el viaje, maestro Light? —los saludó una mujer de ropas verdes y un gorro de lo más peculiar —. Por aquí, caballeros, señorita y... cosa divertida.

La luz de la nariz de Dos parpadeó ante las palabras de la mujer.

¿Cosa… divertida? Vais a tener que disculparme, pero en realidad soy un droide de exploración e investigación de muy alta calidad —corrigió la robot un tanto ofendida.

¿Recuerdas lo que te dije de excéntricos? —le susurró su Maestro tras eso para que nadie más lo escuchase.

No sabría que decirle, Maestro, solo en la nave del Doctor Tezuka había todo tipo de especies orgánicas aparte de la vuestra. Aunque lo que más me molesta es que no sepan apreciar algo de calidad cuando lo tienen delante —la droide insistió en lo dicho por la mujer aun mosqueada.

Para desgracia de Dos, les tocó seguir a la mujer por el castillo hasta llegar a una enorme sala con varios aparatos electrónicos y algo que alegró a la robot para el resto del día: Un ordenador. Había más personas, todas de aspecto humano, en la sala, pero Dos ya le había echado el ojo a la computadora y no tardó nada en acercarse a ella y empezar a escanearla de arriba abajo, con su cola moviéndose a los lados como si fuera la de un perro.

¡Tuercas! Esto es casi como uno de los ordenadores de la Federación, ¡quizás hasta más potente! —la robot alzó la vista para mirar a la chica con el vestido de doncella que intentaba trabajar tranquila —. ¿Cómo es que un mundo de humanos tiene una maquina tan potente? ¿Puede enlazarse con los servidores de la Federación? ¿Me permitirías descargarme una copia de los datos almacenados en él? Fijo que me resultan de utilidad en las misiones, es que estoy cien por cien segura de que me servirán para mucho.

Y las preguntas y peticiones hubiesen seguido, si las primeras presentaciones por parte de los miembros de Bastión Hueco no hubieran empezado. Dos tuvo que dejar de prestar atención al hermoso ordenador y dar su nombre al resto de presentes.

Soy la droide G414-02, más comúnmente conocida entre los seres orgánicos como Dos —se presentó brevemente esta antes de dar una explicación sobre ella —. Soy lo que podría definirse como un droide de exploración e investigación, por lo que almacenaré toda información y documento que hallemos durante la misión.

Y ahí se quedó, porque otros también debían presentarse antes de que Ariasu fuera al grano con el objetivo de la misión que les esperaba. La mujer les contó de como habían recibido un mensaje de ayuda desde un mundo llamado La Red, también desconocido para Dos, y como una molesta ola de Sincorazón estaba causando problemas en un área de aquel mundo. La droide estuvo bastante atenta a todo lo que dijeron el resto de presentes, memorizando todos y cada uno de los nombres y detalles que daban tanto su Maestro como los que iban a ser sus compañeros de viaje. Además, mientras hablaban, se fue acercando al único hombre proveniente de Bastión Hueco, observando su boca por si algo malo o bueno salía de ella. Si el Maestro Light insistía en lo del fondo, sería por algo.

Ragun, ¿verdad? —le preguntó al joven —. Es solo para aclarar una duda que me ha surgido hablando con el Maestro, pero necesito verte la boca para ver si veo a esa persona buena en el fondo, ya que el Maestro ha dicho algo de no ser mala gente ahí o eso he entendido —explicaría Dos y ya si podía, abrirle la boca a Ragun para meter su luminosa nariz dentro y mirar mejor, gente fijo que no vería, pero igual si encontraba una caries.

Se resolviera o no la duda, Dos regresaría con Light justo a tiempo para enterarse como viajarían al mundo. El ordenador que tanto le había interesado, estaba conectado a una maquina a sus espaldas que los virtualizaría e introduciría dentro. Las preguntas que la robot quería hacerle a su Maestro aumentaban, pero estaba segura de que él no iba a poder responderle nada sobre el tema de ser transformados en datos, algo que había hecho sonreír a Dos de oreja a oreja, por lo que tuvo que preguntar una última cosa antes de que la maquina se pusiera en marcha.

Maestro, por curiosidad antes de que nos enfrentemos a los Sincorazón: Cuando dijo lo de patearle el culo a los Sincorazón, ¿se refería a que busquemos su parte trasera y le propinemos una patada ahí? Porque entonces no entiendo para que me enseñó a usar la Llave Espada.

Estaba claro que la droide tenía que aprender algo más que a dominar su nueva arma.
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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor RedXIII » Lun Dic 05, 2016 9:25 pm

Una brisa mañanera agitaba el rebuscado pelo del durmiente Hiro, quien practiaba una de sus peores costumbres; dormir sobre la rama de un árbol.

¡Oiga!

El grito de un malumorado y conocido Moguri sacó al joven de su descanso de tal manera que casi cae de la rama.

¡El mastuerzo ese que se cree que soy un Moguri mensajero ha esmentado que vaya a la sala del trono por la misión! — Aunque el pequeño compañero de Hiro había sido interrumpido en su desayuno, eso no impidió que se lo tomara, ya que portaba en una mano un churro y en la otra una taza con chocolate.

¡¿Pero tú eres imbécil?! ¡Te he dicho que no grites cuando duermo fuera! ¿Sabes lo peligroso que es?

Dijo el rarito que se dedica a dormir en ramas.

Hiro bajó de un salto y robó el churro de Goei, eñ cual devoró de un mordisco.

Sea quien sea, dile que paso, hoy me voy a la tumba del maestro y luego a ver como le va a papá, mamá, el tio Gendo y a Eriks — Ladeó su cuerpo de un lado al otro mientras se escuchaba crujir su cuerpo.

Es una misión en la red, ese sitio que dijo que parecía "una fiesta de coco y de ceros y unos" — La mirada del sabueso se clavó en los entrecerrados ojos de su compañero, quien ignoró aquel gesto.

Cuando quiera, se pasa, pero demore su asistencia demasiado — Le tiró con desprecio el chocolate de la taza.

Está...tibio...

***


Hiro apareció en la nombrada sala con su típica ropa de misión; gabardina roja y chaleco negro con franjas naranjas.

He tenido que cambiarme antes de venir, me habían tirado chocolate por todo el cuerpo.

Light presentó a lo que parecía su nueva aprendiz, quien parecía estar observando al híbrido pelirrojo con algo de interés, esa mirada fue devuelta cuando se percató de su llamativo aspecto.

¿Eso es... una armadura cibernética? — Sin duda sus orejas de perro y su sedosa cola eran eclipsados por los extraños componentes de la chica los cuales no pudo evitar observar durante un rato, tanto que se quedó embobado mientras los demás entraban, quedándose así en la sala del trono solo, o al menos eso creía.

¡Ya vengo, espere! — Gritó Goei, quien acababa de llegar corriendo al lugar. Hiro aprovechó para devolverle lo del chocolate poniéndole la zancadilla y haciendo que tropezara, lo que no esperó es que eso hiciera que rodara sin control y entrara disparado en el portal.

No tendría que haber hecho eso... — Entró en el portal disimulando su acción.

***


Parecía que Ariasu estaba hablando con los aprendices recién llegados, pero Hiro sólo escuchó el final de la frase y su atención sobre ella fue casi nula, ya que encontró a Goei con la cara pegada en el suelo y un poco atontado. Lo cogió entre sus brazos y se lo llevó mientras seguía a los demás.

Cuando llegaron a su destino pudo ver como habían más personas conocidas en la sala, pero no mostró apenas interés en ellas, estaba más atento de su Moguri y del extraño comportamiento de la chica de la armadura, aunque empezaba a creer que eso no era una simple armadura.

Poco tardó en presentarse como un droide, algo que no podía creer, había visto algunos, pero aquel era distinto, parecía más... "humano" que Myrki.

Después de ignorar casi toda la conversación que habían tenido los demás, Hiro se metió junto a ellos en aquel sitio, como la última vez.

No tendría que haber venido... — Susurró.
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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor Zodiark » Mar Dic 06, 2016 6:04 pm

Muy buenas. Os presento. Dos, mi nueva aprendiza, Hiro y Maya, aprendices veteranos de Tierra de Partida.

Light nos había llamado para una misión (desde que se había vuelto Maestro estaba que no paraba), y al llegar al punto de encuentro me topé con Hiro. Lo que no imaginaba es que también iba a traer a un nuevo aprendiz, y más alguien tan… peculiar.

Hola, soy Maya, de Ciudad Disney, y este de aquí —añadí señalando a Ukki, que estaba como siempre sobre mi hombro jugando con mi sombrero— es Ukki. Encantada —dije saludándola con la mano y sonriéndole.

Intentando no ser demasiado descarada, me fijé en su extraño tono de piel (parecía metálico) y la cola que le salía por detrás. Su rostro no parecía humano. Sus mejillas, sus orejas, su nariz… ¿Qué demonios era aquella chica?

Toca reunirse con los de Bastión Hueco. Si estáis preparados, nos vamos.

Solo espero que no nos toque con la pesada de Ariasu… —comenté por lo bajo tras asentir con la cabeza.
Así pues, sin perder más tiempo, atravesamos el portal de luz hacia Bastión Hueco.

***


¡Llegáis puntuales, así me gusta! ¿Ha ido bien el viaje, maestro Light? —Nos saludó, ni más ni menos que… ella—. Por aquí, caballeros, señorita y... cosa divertida.

Bocazas —pensé en voz alta, maldiciéndome a mí misma, mientras notaba como Ukki aguantaba una risotada.
Al menos me había llamado simplemente “señorita” y no había sacado su artillería de críticas y vaciles típicos.

¿Cosa… divertida? Vais a tener que disculparme, pero en realidad soy un droide de exploración e investigación de muy alta calidad.

Mi giré asombrada y observé a la ¿chica? de nuevo, de arriba abajo, y todo cobró sentido, aunque no dejaba de sorprenderme enormemente.

¿Entonces eres un robot? Pero… estás como… muy bien hecha, ¿no…?

Esperaba no haber sonado grosera, pero realmente estaba asombrada por que se tratase de un ser artificial, construido por el ser humano, y que aun así tuviera una capacidad de razonar y pensar tan avanzada.

Ariasu nos condujo a una sala con ordenadores, bastante similar a la sala de Tierra de Partida que nos permitía acceso a La Red, por lo que deduje que aquella tendría la misma función. Allí, además, estaban Freya y Ragun, a los que saludé sonriente, además de Shinju y Alexis.

¡Ya estamos aquíiii! Bien, si alguno tiene que presentarse que lo haga rápido, porque tenemos prisa.

Me encogí de hombros, a mí ya me conocían de sobra así que no me hacía falta presentarme de nuevo. Supuse que el comentario iba más bien por Dos, la nueva, así que la observé esperando que se presentase como era debido.

Soy la droide G414-02, más comúnmente conocida entre los seres orgánicos como Dos. Soy lo que podría definirse como un droide de exploración e investigación, por lo que almacenaré toda información y documento que hallemos durante la misión.

¿Y de dónde vienes, y quién te construyó? Además, si eres un robot que se dedica a explorar e investigar eres inofensiva, ¿no? ¿Cómo llegaste a ser aprendiza?

»Oh, perdón —dije entonces, dándome cuenta de mi rudeza y llevándome la mano a la boca—. Me ha podido la curiosidad.

Tras las presentaciones, Ariasu intervino para explicarnos cuál era nuestra misión:

Vale, el problema es el siguiente: La Red nos ha mandado un mensaje de ayuda para que eliminemos una oleada de sincorazón que ha infestado una de sus zonas. No tenemos todos los detalles, tendréis que conseguirlos de ellos cuando lleguéis, pero parece que tiene algo que ver con una rejilla de juegos o algo así.

En resumen, que solo sabemos que nos piden ayuda para que os carguéis a unos sincorazón que se les han ido de las manos. Huele un poco mal, pero estaría feo lo de no acudir y tal después de firmar una alianza y todo eso.

Derrotar a unos cuantos sincorazón, lo de siempre, vaya —comenté cruzándome de brazos, un poco molesta. Por una vez esperaba una misión divertida, sobre todo habiendo escuchado aquello de “rejilla de juegos”—. ¿Ninguno sabe nada acerca de esos juegos?

Espero que no nos metan en un juego absurdo de los suyos, estos programas… CLU y los suyos son un auténtico problema. En mi última visita escuché que querían meternos en unos juegos y ajusticiarnos, odian a los usuarios. Fijo que esto es una trampa, pero en fin, como dice Shinju hay que jugársela por el bien del mundo. Por cierto, ¿una alianza…?

¿Entonces en esos juegos nos jugamos la vida? Pues qué bien —dije irónicamente, tras un sonoro suspiro—. Pensaba que serían algo divertido…

La alianza, es verdad. Aquí nuestro más reciente maestro, consiguió hace tiempo una alianza, así que en esta ocasión estaréis bien equipados y no tendréis que lidiar con esos programadas tan estirados. Pero he de advertidos que actuéis con cautela, no son nada de fiar. Sobre todo lo de Tierra de Partida. Los programas no tienen ninguna alianza con vosotros, acudís como invitados nuestros y como apoyo, así que si causáis algún incidente... Nos pondríais en una situación muy delicada. ¡Maldita burocracia!

¿Si acudimos como apoyo significa que pelearemos junto a ellos contra los sincorazón? ¿Y exactamente quiénes son?

Pues si ven mi aspecto más de uno me confundirá con Dark Light, y que yo sepa estaba en busca y captura la última vez… pero se hará lo que se pueda.

Enarqué una ceja y me giré hacia Light, curiosa. Tenía interés en saber qué había ocurrido entre los dos desde aquella ocasión en la que nos enfrentamos (justo tras conseguir los recuerdos de la Maya virtual) y cuál era la situación de Dark Light. Además, también quería saber quién era el tal CLU, así que en cuanto tuviésemos un momento indagaría un poco en el asunto preguntando a Light.

¿No sería más fácil si ellos también dicen que son de Bastión Hueco? Si les ven conmigo supongo que confiarían en nosotros. Si no tenéis inconveniente en mentir, claro.

Asentí con la cabeza. Al fin y al cabo en aquella misión no tenían lugares rivalidades ni bandos, tanto Bastión Hueco como Tierra de Partida teníamos el mismo objetivo: librarnos de todos los sincorazón problemáticos. Y una mentira piadosa no iba a hacer daño a nadie.

Si es por el bien de la misión y el mundo, no me importa mentir. Pero no sé hasta qué punto tienen información de nosotros, yo por si acaso intentaría mentir lo menos posible, o perderemos del todo su confianza si nos pillan.

»Mejor intentemos no mencionar que venimos de Tierra de Partida a menos que nos pregunten y ya está.

Pero me sigue preocupando lo de que relacionen a Light con Dark Light —intervine apoyando el mentón sobre mi mano, pensativa—. ¿No hay ninguna manera de evitarlo? ¿Quizá podemos modificar su apariencia dentro de La Red utilizando algún programa informático, o algo así?

Ariasu, todo listo. Aunque no prometo que alguno acabe con una oreja de más. Era el gitano el que entendía de esto, yo no.

Sí, no nos lo recuerdes —dije dibujando una mueca de asco en mi cara, al recordar a “el gitano” y sus grandes hazañas con ordenadores y mundos virtuales.

Dicho y hecho, nos colocamos en el círculo que se supone nos transportaría al interior de La Red. Agarré la mano a Ukki, que parecía algo nervioso, e intenté calmarlo.

¡Buena suerte, pezqueñines! Cuidamelos bien, Raguncito.

Y recordad: si morís en La Red, también moriréis en la vida real

Las tres empezaron a reír como si del mejor chiste del mundo se tratase, pero yo no entendí qué era tan gracioso, así que enarqué una ceja, confusa, y miré a los demás para ver si ellos comprendían de qué demonios se estaban riendo.

Y sin perder más tiempo, cerré los ojos y agarré fuerte la mano de Ukki, preparada para la virtualización. Una vez dentro de La Red, preguntaría a Light por su contraparte oscura, por CLU y le pediría detalles de lo que fuera que había ocurrido anteriormente en aquel lugar.
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Ronda #2 - FUN IN GAMELAND

Notapor Astro » Jue Dic 15, 2016 9:45 pm

¿Hola? ¿Os acordáis de Datastream? ¿Cuando nos secuestraron a todos y pasamos una bonita tarde? —saltó Shinju, tras que Light propusiese decir que todos eran de Bastión Hueco—. Estáis todos fichados, bueno, menos la nueva de hojalata, así que no colará eso de que todos sois amiguitos del alma del mismo equipo.

Tampoco es que estén en guerra con Tierra de Partida ni nada de eso, así que mientras no hagáis ninguna tontería no creo que haya problemas. Pero vaya, usad la cabeza, tampoco me seáis cazurros.

Yo no quiero tener más orejas. ¿Seguro que va a funcionar?

No.

¿Si acudimos como apoyo significa que pelearemos junto a ellos contra los sincorazón? ¿Y exactamente quiénes son?

Los programas que gobiernan el mundo, su líder se llama CLU. Es más bien como una dictadura, pero eso no es tema nuestro. Supongo que contaréis con ayuda de sus soldados, pero el mensaje tampoco decía mucho. Tendréis que apañaros con lo que descubráis allí, que ya sois mayorcitos.

No hubo más explicaciones, pues el tiempo apremiaba. Además, estaba claro que Ariasu tampoco sabía mucho más: tendrían que descubrir los detalles una vez dentro. Con dos maestros en el grupo, poco tendrían que temer. ¿O sí?

La digitalización fue rápida e indolora, aunque tal vez a alguno le entraran nauseas. Cuando volvieron a abrir los ojos, se encontraban en un mundo totalmente diferente.

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Bienvenidos a la Red.

Aquella voz, femenina y metálica, les recibió. No hizo falta capas, capuchas, o que fuesen a esconderse como sean: habían llegado a una amplia habitación cerrada, con pequeños cubículos en los laterales. Todo negro y con neones brillantes por todos lados, como buen mundo digital.

Se les espera en la sala de reuniones. ―La voz provenía de unos altavoces―. Una vez estén preparados, acceded al ascensor.

Quiere decir que hay que cambiarse. Un consejo: desnudaros primero —dijo Alexis.

Ante la duda que pudieran tener, Alexis dejó claro lo que había que hacer: se metió en uno de los cubículos, cerró la cortina que había para taparse, y tras un momento salió vestida con ropa negra, idéntica a la que llevaba antes pero con neones blancos. El equipamiento clásico de La Red.

Sería el turno de los demás para hacer lo mismo: había cubículos para cambiarse más que suficientes para todos. Solo tenían que entrar, colocarse en un círculo marcado en el suelo, y una máquina les pondría automáticamente ropa de su talla. Con un disco de identificación a la espalda, de regalo. Eso sí, los que no siguieran el consejo de Alexis descubrirían que toda pieza de ropa que llevaran puesta cuando empezara el proceso sería destruida, ups. Tendrían un pequeño armario para guardar la ropa del mundo real, eso sí.
¡Hora de ponerse guapos!

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Es altamente recomendable que todos os cambiéis de ropa, pero no es obligatorio. Eso sí, no cambiarse de ropa tendrá consecuencias más adelante, y no precisamente buenas. Quien avisa no es traidor.


Una vez listos (o no), solo tendrían que apretar el botón al final de la sala para que unas puertas se abrieran y les recibiera un amplio ascensor. No tenía panel de control, así que tuvieron que esperar a que todos entrasen y las puertas se cerrasen solas. Enseguida notaron que empezaban a ascender.

Un consejo, Tierra de Partida: dejad hablar al maestrillo —comentó Alexis, señalando con el pulgar a Ragun—. Estos programas son unos tocapelotas de cuidado, cuanto menos se hable con ellos mejor o acabaran encontrando alguna excusa para acusaros de algo.

Hubo un pequeño temblor que sacudió todo el ascensor.

»Como nos quedemos colgados aquí dentro me como al mo...

La chica no pudo terminar la frase. El ascensor se paró de pronto, todas las luces se apagaron y hubo otro temblor, este más fuerte que el anterior. Sin apenas tiempo para que pudieran reaccionar, el suelo metálico desapareció entre pequeños datos y un fogonazo de luz envolvió a todos. Notarían que caían caían al vacío, pero que eran incapaces de mover ni un músculo del cuerpo, como si estuviesen congelados.

Uno a uno, cayeron.

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Un duro golpe contra el suelo les devolvería a la realidad. Todos encontrarían el mismo escenario: en mitad una especie de túnel, con luces de neón (seguían en La Red, sin duda) que no iluminaban demasiado, como si estuvieran algo estropeadas. Un extremo del túnel estaba totalmente a oscuras, mientras que el otro tenía algo de luz al fondo del todo. Además, estaban completamente solos (a excepción de aquellos con mascota, que seguía a su lado).

Bueno, no completamente solos. Del lado oscuro empezaron a aparecer pares de ojos amarillos. Sincorazón de tipo Sombra, que avanzaban con decisión hacia el portador con ganas de pegarle un bocado a su corazón. Había muchísimos, y parecía que no paraban de salir de las sombras del túnel.

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x???

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¿Opciones? Luchar o correr. O una mezcla de ambas, pero por mucho que fuesen el tipo de sincorazón más débil había muchísimas y parecían no tener fin. Además, tendrían que apañárselas solitos.

¡Sálvese quien pueda!

Crystal abandona la trama, así que contad como si Freya nunca hubiese estado en la primera ronda.

Fecha límite: martes 20 de diciembre.
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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor Light » Lun Dic 19, 2016 11:28 pm

Tampoco es que estén en guerra con Tierra de Partida ni nada de eso, así que mientras no hagáis ninguna tontería no creo que haya problemas. Pero vaya, usad la cabeza, tampoco me seáis cazurros.

Sí, señora… —dijo con cierto hastío: estaba deseando dejar Bastión Hueco.

¿Si acudimos como apoyo significa que pelearemos junto a ellos contra los sincorazón? ¿Y exactamente quiénes son?

Los programas que gobiernan el mundo, su líder se llama CLU. Es más bien como una dictadura, pero eso no es tema nuestro. Supongo que contaréis con ayuda de sus soldados, pero el mensaje tampoco decía mucho. Tendréis que apañaros con lo que descubráis allí, que ya sois mayorcitos.

No hacía falta ni mencionar que no le agradaban nada ese tal CLU y sus subordinados. Se consideraban enemigos de los usuarios, después de todo. No le inspiraban ninguna confianza.

Tras la resolución de las dudas, se sometieron al proceso de digitalización y fueron enviados a La Red.

***


Bienvenidos a la Red.

Aquella voz femenina y metálica les recibió. Light se dedicó a mirar a su alrededor y comprobó que se hallaban en una habitación cerrada, iluminada por neones que le resultaban bastante familiares, muy propios de aquel mundo digital.

Se les espera en la sala de reuniones. Una vez estén preparados, acceded al ascensor.

Quiere decir que hay que cambiarse. Un consejo: desnudaros primero.

Tú también ponte la ropa de La Red, Dos, aunque seas un robot. Será mejor si pasas desapercibida, ya sabes ―le aconsejó.

De momento no se colocó la capucha, pues Shinju ya le dijo que les habían fichado a todos. Por tanto esperaba que no le confundieran con su copia corrupta. Si eso la emplearía ante multitudes de programas, para no ir llamando la atención innecesariamente.

Light imitó a la aprendiza de Bastión Hueco, Alexis, y se metió en su cubículo para cambiarse. Guardó todas sus prendas en el pequeño armario que les dejaban antes de colocarse en el círculo. Una máquina se encargaría de ponerle una ropa adecuada para aquel mundo digital: el típico traje negro con luces de neón. Además, ahora llevaba un disco de identificación en la espalda.

Con su nueva indumentaria, abandonó el cubículo. Si no había sido el último esperaría a que todos terminaran. Si alguien decidía no ponerse las prendas de neón, le miraría con mala cara e insistiría para que se cambiara. Lo último que le faltaba era que hicieran aquella misión aún más difícil.

En cuanto se reunieron, pulsó el botón que se encontraba al final de la sala. Se metieron en el ascensor, que no tardó en iniciar la subida.

Un consejo, Tierra de Partida: dejad hablar al maestrillo. Estos programas son unos tocapelotas de cuidado, cuanto menos se hable con ellos mejor o acabaran encontrando alguna excusa para acusaros de algo.

Tú conseguiste esa alianza, después de todo —dijo a Ragun, apoyando la idea de Alexis. Además, con lo bruto que era él a veces, seguro que la fastidiaba. Por muchos títulos de Maestro que tuviera eso no cambiaría, al menos en el corto plazo.

El ascensor se agitó, por alguna razón que desconocía, provocando que Light pusiera una mueca. ¿Se habría averiado?

»Como nos quedemos colgados aquí dentro me como al mo...

Otro temblor, más fuerte que el anterior. Pero ahí no quedó la cosa, las luces del ascensor se apagaron, se produjo un fogonazo y el suelo… se esfumó.

Light no pudo reaccionar de ninguna manera, ni fue capaz de mantenerse en el aire con sus alas: su cuerpo estaba completamente paralizado y eso le angustiaba una barbaridad. Y caía… a alguna parte, o a ninguna, a saber qué iba a ser de ellos.

***


Light gruñó tras recibir aquel fuerte golpe y maldijo a aquel mundo.

«¿Debería sorprenderme? No», su primera visita a aquel mundo ya había resultado muy perturbadora, aquello no era nada.

«Ten cuidado», le alertó Gaomon, desmaterializado aún.

Se levantó del suelo con rapidez y echó un vistazo al lugar. No sabía por qué se encontraba ahí exactamente, y lo peor de todo: no sabía dónde estaban los demás. De alguna forma, se había separado de ellos. Probó a llamarlos en voz alta, por si alguno contestaba.

¿No se suponía que tenían que ir a una sala de reuniones? ¿Qué demonios hacía en ese oscuro túnel? Estaba claro que seguía en La Red, pero no le encajaba nada. A menos que aquella agradable caída fuera una forma de recibir a los invitados. O a menos que todo fuera una trampa y quisieran matarlos.

Y sí, le parecía más probable lo segundo.

Unos ojos amarillentos y siniestros, de lo más familiares, no tardaron en alertarle.

Lo que me faltaba —murmuró, poniendo los ojos en blanco. Invocó su Llave Espada en el acto.

Las Sombras habían acudido a recibirle y les agradeció el gesto a las primeras que se acercaron con potentes y rápidas estocadas. Sí, al principio optó por hacerlas frente, pues aquellos Sincorazón de bajo nivel no deberían ser en principio un problema para él…

Pero sí que supusieron un problema cuando comprobó que conformaban un ejército enorme. Iban apareciendo cada vez más, no parecían acabar nunca.

«Pues ahí os quedáis».

Visto que no se veía capaz de hacerles frente, decidió optar por una retirada. Comenzó a correr a toda velocidad por el túnel, con la intención de dejarlas atrás. No guardaría la Llave Espada todavía, pues la emplearía si alguna de aquellas criaturas intentaba impedirle la huida de alguna forma.

«¿Dónde cojones están estos?», se preguntó una y otra vez, irritado. ¡Empezaban bien!

Aquella misión era un suicidio, lo sabía desde el principio.
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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor Sombra » Mar Dic 20, 2016 3:09 am

Soy la droide G414-02, más comúnmente conocida entre los seres orgánicos como Dos. Soy lo que podría definirse como un droide de exploración e investigación, por lo que almacenaré toda información y documento que hallemos durante la misión.

Eso suena muy útil —comenté.

Momentos después, G414-02 se aproximó a mí, me di cuenta de que parecía estar muy pendiente de mi rostro por alguna razón. Tal vez era por mis ojos, cosa que no me sorprendería.

Ragun, ¿verdad?

—asentí con la cabeza algo extrañado.

Es solo para aclarar una duda que me ha surgido hablando con el Maestro, pero necesito verte la boca para ver si veo a esa persona buena en el fondo, ya que el Maestro ha dicho algo de no ser mala gente ahí o eso he entendido —explicó la novata.

Light, ¿qué se supone que le ha...? ¿Aaaaah? —balbuceé cuando las manos de G414-02 se metieron en mi boca a la par que intentaba meter su nariz en ella.

No tardé mucho en agarrarla de las manos y apartarla sin resultar demasiado brusco, pero sí bastante sorprendido.

Oye, no sé si tu software tiene que ver con algo llamado Skynet o con dentistas... ¡Pero eso no se hace! —reproché—. Y no, no soy una muñeca rusa como para tener una versión de mi mismo más pequeña dentro.

Dicho aquello, la reunión pre-misión continuó.

La mayor duda surgió respecto a la apariencia de Light, al fin y al cabo DarkLight era una persona non grata en La Red y que tuviesen el mismo aspecto... Podía acarrear serios problemas, no había sido muy inteligente hacerle participar en esta misión. Tal vez Fátima o Lyn hubiese sido una mejor opción, sin embargo no compartí aquel pensamiento. No lo pensaba de forma maliciosa, pero no quería que Light se lo tomara a mal.

***


¿Hola? ¿Os acordáis de Datastream? ¿Cuando nos secuestraron a todos y pasamos una bonita tarde? —dijo Shinju tras mi propuesta sobre hacer que los de Tierra de Partida se hiciesen pasar por miembros de Bastión Hueco—. Estáis todos fichados, bueno, menos la nueva de hojalata, así que no colará eso de que todos sois amiguitos del alma del mismo equipo.

Tampoco es que estén en guerra con Tierra de Partida ni nada de eso, así que mientras no hagáis ninguna tontería no creo que haya problemas. Pero vaya, usad la cabeza, tampoco me seáis cazurros.

Eso espero... —comenté. Temía que CLU recordase algo que desearía no haber dicho nunca.

¿Si acudimos como apoyo significa que pelearemos junto a ellos contra los sincorazón? ¿Y exactamente quiénes son? —preguntó Maya momentos después.

Hice amago de contestar, pero Ariasu fue más rápida.

Los programas que gobiernan el mundo, su líder se llama CLU. Es más bien como una dictadura, pero eso no es tema nuestro. Supongo que contaréis con ayuda de sus soldados, pero el mensaje tampoco decía mucho. Tendréis que apañaros con lo que descubráis allí, que ya sois mayorcitos.

Dicho aquello, el virtualizador se activó. Solo esperaba que lo de tener orejas nuevas no fuese irreversible.

***


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Bienvenidos a la Red.

Miré alrededor confuso. Una voz femenina fue lo que nos recibió a aquella gran habitación, no había nadda extremadamente llamativo. Era una sala negra llena de neones, en los laterales había una especie de cubículos que bien podían pasar por probadores de un centro comercial.

Se les espera en la sala de reuniones. ―Continuó hablando aquella voz metálica―. Una vez estén preparados, acceded al ascensor.

Quiere decir que hay que cambiarse. Un consejo: desnudaros primero —apuntó Alexis.

Tú también ponte la ropa de La Red, Dos, aunque seas un robot. Será mejor si pasas desapercibida, ya sabes ―pidió a continuación Light a su aprendiza. Que duro tenía que ser tener a una robot que tomaba las cosas de manera literal.

Vi como Alexis se dirigía a uno de los cubículos. Hice lo propio yendo a otro de aquellos lugares y cerré la cortina, me desvestí y guardé mis prendas dentro de un pequeño armario, tras aquello me puse el traje de La Red gracias a un peculiar aparato que me vistió por sí mismo. Simple, pero elegante. Aquellos neones que tenía el traje le daban un aspecto futurista, y su color negro era precioso sin duda. Lo único malo es que era tal vez demasiado ceñido, era como si no llevara nada... Aunque aquello lo hacía especialmente cómodo, pero se sentía raro no sentir que llevaba pantalones ni una camiseta. Además, una desventaja de tener un traje ceñido era que mi brazo sincorazón destacaba especialmente su diferencia respecto a mi brazo humano. A mi espalda llevaba un disco de identificación, ya lo había visto más veces. Era un objeto muy importante para los habitantes de La Red. Recogí los objetos que había traído para la misión (pociones, éters, el bastón de la moto de luz...) y salí del cubículo para esperar al resto.

Una vez todos nos cambiamos nos dirigimos al fondo de la sala, donde Light pulsó el botón haciendo que unas puertas se abrieran. No tardamos en encontrarnos con un ascensor bastante amplio, busqué algún panel para escoger el piso... Pero no había ninguno.

Una vez todos entramos las puertas se cerraron y comenzamos a ascender.

Un consejo, Tierra de Partida: dejad hablar al maestrillo —Alexis me señaló—. Estos programas son unos tocapelotas de cuidado, cuanto menos se hable con ellos mejor o acabaran encontrando alguna excusa para acusaros de algo.

Tú conseguiste esa alianza, después de todo.

Y supongo que por tu parecido con DarkLight no confiarían mucho en tus palabras... —murmuré resignado. Era mi primera misión como Maestro, no estaba preparado para algo así.

Dark... ¿Qué habría sido de él? Sabía que ahora estaba corrompido, pero mis recuerdos del Reapers Game me obligaban a querer ayudarle de algún modo.

Ya me preocuparía más tarde de DarkLight, tenía que tener en cuenta cosas mucho más inminentes que aquello.

<<Piensa, piensa... Solo tienes que hablar como la Maestra Nanashi. Con confianza para que me tomen en serio...>>

En ocasiones deseaba ser como era cuando todavía era aprendiz de Tierra de Partida. Cuando no entendía los sentimientos humanos y por tanto, era frío y calculador en cualquier situación. Ahora había cambiado demasiado... Y cometía errores humanos.

De pronto, hubo un temblor.

Como nos quedemos colgados aquí dentro me como al mo...

Las luces se apagaron dejando unos momentos de tensión, sentí como el suelo desaparecía bajo mis pies tras un destello. Traté de materializar mis alas de oscuridad, pero fue imposible. Era como si me hubiese congelado.

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Me di un fuerte golpe contra el suelo y me levanté tan rápido como pude aún dolorido. Estaba solo en un túnel con algunas luces de neón típicas del mundo, aunque aquellas estaban algo apagadas. ¿Dónde estaban los demás?

Pero no hubo tiempo para pensar en aquello, de una de las zonas del túnel (la más oscura) empezaron a aparecer unos pocos ojos amarillos, al principio pensé en enfrentarme a ellos, pero cuando vi como se iban agolpando y apareciendo decenas de aquellos ojos (y no parecía que fuesen a parar de aparecer) empecé a temer que meterme allí sería un suicidio.

Por fortuna, tenía mi moto de luz. La había comprado hacía algún tiempo y a penas había podido utilizarla más de un par de veces, pero aquella era una buena ocasión para utilizarla.

Saqué el bastón y di un salto en plancha mientras activaba el artefacto para escapar de allí y dejar atrás a los sincorazón lo más rápido posible.

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¿Había sido todo un error del ascensor o los programas nos habían tendido una trampa? Tenía que averiguarlo, y más importante aún, ¿qué coño había ocurrido con los demás?
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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor RedXIII » Mié Dic 21, 2016 1:57 am

Bienvenidos a la Red.

Como si de un sueño tratara, habían pasado de estar en la sala de Bastión Hueco a un mundo que parecía sacado de una novela futurista.

Se les espera en la sala de reuniones. Una vez estén preparados, acceded al ascensor.

Quiere decir que hay que cambiarse. Un consejo: desnudaros primero.

Hiro se quedó un poco aturdido ante la idea de tener que cambiarse, pero se le pasó al escuchar el sonoro grito de Goei.

¡¡¡¡¡WAAAAAAAAAAAAAAA, PERO QUÉ ES ESTO!!!!! — Por alguna extraña razón, parecía que Goei había sido el único del grupo que había sufrido... una corrupción, pues había pasado a ser una figura más delgada y menos definida... un ser de pixeles en dos dimensiones.

Hiro intenó aguantar la risa al ver lo que le pasaba a su compañero e intentó mirar hacia otro lado

Hasta tu voz suena en baja calidad, jejeje... — Susurró —No te preocupes, con surte sólo es temporal... jejeje.

¡Claro, como no es usted quien ha pasado a ser un puñado de pixeles!.

El Moguri, indignado, resopló mientras Hiro se dirigía a uno de los cubículos. Mientras caminaba hacia ellos se quitó la gabardina, chaqueta y camisa, y lo guardó todo en el bolsillo especial, que terminó atándose a la cintura.

El torso del pelirrojo fue cubierto por una camisa de tirantes bastante moderna, con una decoración luminiscente bastante freak, los pantalones pasaron a un tono más oscuro y también recibieron dicha decoración, al igual que los demás accesorios que tenía, como la capa desgastada (A excepción de sus brazaletes). Unos cascos cubrían las orejas del mestizo y su frente.

A su lado, otra cápsula se abrió, un espeso humo salió de ella, y dentro de este se podía presenciar una extraña figura. Poco a poco la figura pasó a ser más clara.

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Saludos — Dijo una voz robotica que le sonaba familiar —Mi nombre es RoboGoei. He sido actualizado exitosamente a una versión no corrompida y 100% útil — Parecía que el Moguri había sufrido varios errores al entrar en aquel mundo, los cuales habían terminado convirtiéndolo en un robot (O eso quería aparentar).

¿Qué coño...?— Aquello superó a Hiro, quien tuvo que darse la vuelta e ignorar a su compañero. Caminó hasta el ascensor con los demás.

Un consejo, Tierra de Partida: dejad hablar al maestrillo. Estos programas son unos tocapelotas de cuidado, cuanto menos se hable con ellos mejor o acabaran encontrando alguna excusa para acusaros de algo.

Tú conseguiste esa alianza, después de todo.

El mestizo dejó caer una sonrisa falsa, como si estuviera indicando que iba a seguir las órdenes de Alexis, pero en realidad no tenía ninguna intención de hacer caso a lo que le ordenaran, si algo caracterizaba al alocado perro era su carácter complicado.

El ascensor se paró de golpe con un brusco forcejeo. Las luces se apagaron y otro temblor lo sacudió. El suelo, que hasta hacía unos segundos pisaban con seguridad, se desvaneció repentinamente, haciendo que todos cayeran por el hueco.

Cayó en seco contra el suelo, no estaba muerto, era evidente, pero tampoco había sido agradable. A los pocos segundos de la caída de Hiro, se escuchó el choque del metal contra el suelo, parecía que RoboGoei también había caído.

Estamos solos — Dijo, observando sus alrededores —¿O tal vez no...? — Se percató de la presencia de una pequeña sombra a lo lejos, pero poco tardó en ver los pequeños puntos amarillos que iban apareciendo en la oscuridad.

RoboGoei le aconseja que empiece a correr.

Correr... je — Hiro tiró al suelo un pequeño cubo que hizo aparecer su flamante y potente moto roja —Con esta preciosidad vamos a volar — Arrastró a RoboGoei hasta la moto y lo encajó en el hueco trasero, a continuación dio un salto y se colocó en su sillón, colocó delicadamente las manos sobre el manillar. El amansado vehículo empezó a rugir cual fiera, y en un visto y no visto empezó a acelerar como si no hubiera un mañana.

¿Rumbo? Dirección contraria a los Sincorazoes.
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No hagas click aquí, despertarás a la conejita.

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Oh, no, hiciste, click, has despertado a la conejita.

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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor LightHelco » Sab Dic 24, 2016 6:32 pm

Aunque no eran los resultados que ella esperaba, Dos pudo saber que los miembros de Bastión Hueco (o al menos al que ella asaltó) no contaban con ninguna versión bondadosa de ellos mismos en el interior. Lo cual la dejó más confusa, supuso que se le tendría que acabar preguntando al Maestro.

Parece que ha sido un error por mi parte, así que espero que me puedas perdonar, prometo no volver a hacer algo igual —. Dos se quedó un segundo procesando lo siguiente que iba a decir —. Aunque le sugiero que vaya a visitar a un dentista pronto, creo que uno de sus molares está empezando a formar eso que los orgánicos con dientes llamáis, caries. Eso o tenéis restos de vuestro desayuno en él.

Tras dejar marchar al Maestro de Bastión Hueco, Dos pasó a ser el punto de interés de otra aprendiza. La joven que se había presentado como Maya se abalanzó sobre la droide con varias preguntas. Claramente la robot no tuvo ningún problema con responderlas:

No te preocupes con lo de mostrar curiosidad, causo ese efecto en el 90% de los seres orgánicos, el 10% restante o no se interesan por nada o están muy acostumbrados a las construcciones robóticas como yo —aclaró Dos contenta por ser el centro de atención —. Desafortunadamente hay varias preguntas que no podré responder, ya que mi antigua memoria fue robada y los pocos datos que mantuvo mi cerebro están en parte corrompidos borrando la identidad de aquellos que me crearon o el motivo exacto por la que fuimos construidos mis hermanos y yo —explicó la droide para responder a la primera pregunta —. En un principio en mis planos se especificaba que era la droide con el menor potencial ofensivo de entre mis hermanos, pero aun así puedo ensamblar diferentes tipos de armas —. Le mostró las clavijas de sus muñecas —. Por lo que puedo llegar a defenderme en caso de peligro. Sobre el cómo me reclutó el Maestro Light, supongo que necesitaría un tiempo que creo que con el que ahora no contamos, pero no me importa relataros mis aventuras con el Maestro en el espacio.

Con todo eso terminado, el grupo pudo finalmente ser digitalizado y enviado al lugar en donde realizarían la misión, la primera para Dos como Portadora de la Llave Espada.

* * *


Bienvenidos a la Red.

Una voz femenina y metálica los recibió, aunque a Dos había cosas que le interesaban más que unas simples voces y eso era el propio mundo en donde se encontraba.

Vaya, ¿si os digitalizarais dentro de mi cabeza llegaríais a un lugar como este? —preguntó curiosa Dos dando sus primeros pasos por la Red —. Por lo que veo los niveles de gravedad son iguales a los de los mundos humanos, lo cual me hace preguntarme muchas otras cosas. Aunque… —. La chica robotica se quedó mirando a su nariz, la cual parpadeaba con un brillo diferente, incluso le había cambiado el color de rojo a blanco —, es extraño, parece que el venir aquí me ha alterado para ir acorde a las leyes de este mundo. ¿A alguno le ha pasado lo mismo?

Pero todos parecían estar igual que cuando entraron, lo cual confundió más aun a la robot que intentando aclarar sus dudas, solo encontraba más preguntas sin respuesta.

Se les espera en la sala de reuniones. Una vez estén preparados, acceded al ascensor. —volvió a hablar la voz de antes.

Quiere decir que hay que cambiarse. Un consejo: desnudaros primero.

Dos se giró hacia Light, esperando a cualquier orden o consejo ante aquella petición, después de todo, la droide no llevaba ninguna prenda encima salvo su pañuelo y tampoco es que la necesitara. Pero antes de poder conseguir esa respuesta, apareció el Moguri de Hiro de la nada… bueno, no de la nada, la cosa era que había estado en una posición en que la chica robótica no había podido verlo. Pero ahora que lo hacía, poco tardó en ir hasta él y darle un ligero golpe con su dedo.

¡Fascinante! Parece que un error en la máquina de digitalización ha hecho que el Moguri haya quedado a medias de ser devuelto a su cuerpo normal —. La cola de Dos se movió de lado a lado mostrando lo encantada que estaba de tener al animal en ese estado —. Me pregunto porque se habrá debido este error, pero lo que está claro es que el resultado que nos ha dado es increíble. Siendo bi-dimensional, puedes hacer tu cuerpo desaparecer ante los ojos de nuestros posibles enemigos —. Agarró al Moguri para volver a ponerlo de lado y ver si volvía a dejar de verlo —. Quizás incluso puedas pasar por debajo de las puertas y colarte por zonas estrechas, es una grandísima ventaja que puedes usar a tu favor y al nuestro. Además, te da un aspecto retro y encantador, a mí me gustas más así que como peluche.

Dejo marchar al Moguri en caso de que se empezara a quejar por ser toqueteado de aquella manera y volvió con su Maestro, el cual le aconsejó que se pusiera la ropa de aquel mundo. Y nuevamente Dos se preguntó qué clase de atuendo podría llevar ella. No queriendo quedarse atrás, la droide se metió en uno de los cambiadores que había en la sala. Allí dentro una pequeña maquina la esperaba para recoger la ropa de la robot y darle una nueva, pero lo que hubo fue un cruce de miradas curiosas entre los dos.

Si te vale, yo también me estoy preguntándome que look me favorece más.

Finalmente la maquina empezó a cubrir por completo a Dos de negro y grabar con luces de neón blancas, los circuitos más importantes de esta, dejándola así como una figura totalmente negra que solo podía verse por las luces que la cubrían, la nariz y el pelo de neones blanco que se le habían quedado. La transformación terminó cuando la maquina colocó un disco a su espalda.

Prefiero no preguntar la razón de esto, pero mola mucho. Gracias, compañero —se despidió la droide volviendo junto a su Maestro —. Si alguno tiene que entrar, aviso que quizás se hayan quedado sin tela negra tras que yo pasara.

Cuando todos estuvieron listos y Dos dejó de intentar subirse en el nuevo y mejorado Moguri, entraron en un ascensor bastante amplio en donde se supone que subirían a la sala de reuniones.

Un consejo, Tierra de Partida: dejad hablar al maestrillo. Estos programas son unos tocapelotas de cuidado, cuanto menos se hable con ellos mejor o acabaran encontrando alguna excusa para acusaros de algo. —sugirió la chica del paraguas con un vocabulario que a la droide no le terminaba de gustar.

Su Maestro también insistió en que fuera Ragun el único que hablara y realmente iba a ser lo mejor, a saber que podía ocurrir si Dos abría la boca antes de tiempo. Pero por seguir las ordenes de Light, se mantendría calladita durante toda la visita.

Si es que había alguna visita claro, porque a medio camino el ascensor se detuvo y las luces se apagaron de forma que lo único que se veían eran los neones de sus ropas.

Maestro, ¿quiere que intente arreglarlo? —se ofreció la robot moviendo su cola con la clavija USB en activo.

No se llego a realizar tal arreglo, ya que el ascensor se sacudió y en unos instantes, el suelo a sus pies se desmaterializo lanzándolos a todos al vacio.

* * *


Dos aterrizó sobre una superficie bastante dura, tuvo que dar las gracias a las gomas que cubrían sus pies por no rompérselos. La droide miró alrededor suyo, encontrándose a si misma en un oscuro túnel con luces de neón. Eso sí, estaba sola.

¿Maestro? —llamó a Light dando unos pasos por la zona confundida, la luz de su nariz iluminando con menos intensidad —. Ya sé que quiere ponerme a prueba, pero irse sin mí es ser muy desconsiderado.

Durante poco tiempo estaría sola, ya que entonces un millar de ojos amarillos la observaron desde las sombras del túnel.

Sincorazón… en buen momento me quedo sola, que aun no tengo mucha práctica en el combate —se quejó la droide invocando su Llave Espada —. Bien, hagamos memoria de las clases, los Sincorazón Sombra son la especie más débil de Sincorazón, hasta un novato podría vencerlas. Aunque les gusta ir en número así que si te encuentras con uno demasiado grande, huye —. Dos hizo memoria de todo lo que había conseguido reunir de ellos antes de llegar a una solución —. Memorizado todo… ¡hora de salir de aquí!

Y sin pensárselo más veces, empezó a correr en la dirección contraria a las Sombras.

Se que el Maestro se sentiría super orgulloso de mí, pero la idea de que desmonten en mi primera misión ¡no me atrae nada en absoluto!
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Re: Ronda #2 - FUN IN GAMELAND

Notapor Zodiark » Mar Dic 27, 2016 1:00 pm

Bienvenidos a la Red.

Recorrí la estancia con la mirada, buscando al emisor de aquella voz, sin éxito, así que llegué a la conclusión de que procedía de los altavoces que allí se encontraban. ¿Quién era? ¿Dónde estaba?

Se les espera en la sala de reuniones. Una vez estén preparados, acceded al ascensor.

¿”Preparados”?

Quiere decir que hay que cambiarse. Un consejo: desnudaros primero

Enarqué una ceja y observé confusa a Alexis, sin saber bien qué quería decir. A pesar de ello, seguí sus instrucciones y me acerqué a uno de los armarios. Discretamente, por si había mirones, me quité toda la ropa y la guardé en el armario, colocando con delicadeza mi sombrero. A continuación, quité el casco y los pantalones de Ukki y los puse al lado de mi ropa.

Vamos —Cogiendo a Ukki en brazos, entré en el cubículo.

Primero puse a Ukki en el círculo para ponerle lo que se suponía iba a ser ropa nueva. Qué sorpresa al ver que sobre el mono apareció una especie de traje cibernético, negro, con toques de color azul marino y lucecitas amarillas que se iluminaban de forma muy bonita, parpadeando en ocasiones. En los ojos, tenía una especie de visor, como unas gafas de realidad virtual, con una línea de color azul. En la cabeza tenía un casco nuevo, negro y marino, con una bombilla también de color azul.

¡Vaya, Ukki, estás genial!

Saqué a Ukki del cubículo y llegó mi turno. Cerrando los ojos, me puse de pie sobre el círculo y esperé. Al cabo de unos segundos, abrí de nuevo los ojos y observé el resultado: un traje muy parecido al de Ukki, negro y con toques grises, con luces rojas, rosas y moradas, y en la cabeza un sombrero, bastante más pequeño que mi sombrero original, de color negro con detalles rojos.

Nosotros ya estamos listos —dije a los demás saliendo del cubículo, con Ukki en el hombro.

Me reuní con ellos una vez estuvimos todos preparados, y pulsamos el botón que abrió la puerta que teníamos frente a nosotros. Entrando, algo atemorizada por no saber qué clase de “juegos” nos depararían, vi que se trataba de un ascensor.

Un consejo, Tierra de Partida: dejad hablar al maestrillo —dijo Alexis refiriéndose a Ragun, cuando el ascensor comenzó a ascender, ante lo que asentí con la cabeza—. Estos programas son unos tocapelotas de cuidado, cuanto menos se hable con ellos mejor o acabaran encontrando alguna excusa para acusaros de algo.

De pronto hubo un temblor, y el ascensor se movió bruscamente, haciéndome perder un poco el equilibrio. Agarré a Ukki en brazos para que no se cayera, mientras clavaba la mirada en Alexis.

Como nos quedemos colgados aquí dentro me como al mo...

Y fue entonces cuando el ascensor paró en seco, momento en el que solté a Ukki en el suelo, y las luces se apagaron.

¿Qué pasa?

Otro temblor, mucho más fuerte, que me hizo caer al suelo. Asustada, miré a los demás, y entonces noté como el suelo empezaba a desaparecer.

¿Qué…? —musité, respirando de forma acelerada.

Y entonces, un potente destello de luz me hizo perder la conciencia durante apenas unos segundos. Lo siguiente que experimente fue una angustiosa sensación de estar cayendo al vacío, sin poder mover ni un músculo. Me sentía impotente y, sobre todo, aterrada. ¿Era aquello el fin? ¿Y Ukki y los demás…?

Un golpe seco me hizo volver en mí, y tras comprobar que seguía viva y podía mover mis extremidades, confirmé que aquello no había llegado a su fin, y que me encontraba tumbada en el suelo, boca arriba. A continuación, noté algo cayendo sobre mi tripa, y al observarlo, vi que era Ukki. Menos mal que había amortiguado el golpe.

¿Dónde estamos…? —murmuré levantándome, dejando a Ukki a un lado, y observando mi entorno.

Una especie de túnel oscuro, con unas luces de neón tenues, que parecía el escenario de una película de terror. Y lo peor es que no había ni rastro de Light, Ragun, Alexis ni la chica robot.

Pero lo más aterrador era que, a pesar de no estar mis compañeros, sí teníamos compañía, y para colmo era multitud: un cúmulo de ojos amarillos y brillantes comenzaron a aparecer a uno de los lados del túnel. Sincorazón, y además muchos.

Maldita sea… No podemos solos con tantos —musité apretando los dientes, furiosa e impotente, mientras daba algunos pasos hacia atrás para coger carrerilla—. ¡Ukki, nariz!

El mono entendió perfectamente lo que quería decirle, y llenando sus mofletes de aire aguantó la respiración.

¡Dulce… —exclamé concentrado todo mi poder mágico en la garganta— Aroma!

Dejando una corriente de aire embriagador tras de mí, eché a correr en la dirección opuesta para huir de aquellas crueles bestias.
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Ronda #3 - FUN IN GAMELAND

Notapor Astro » Vie Dic 30, 2016 10:06 pm

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Dos


Aunque la intención de Dos fue huir de las sombras, su velocidad no fue suficiente. Poco a poco, y aunque la salida hacia la luz estaba cerca, los sincorazón se acercaban más y más hasta que llegó un punto en el que se abalanzaron sobre la robot. En un principio pudo defenderse con su Llave Espada, pero poco tardó en caer al suelo cuando un grupo numeroso saltó sobre ella.

Pero entonces, un fuerte golpe de viento lanzó volando a las sombras, liberando a Dos. Una figura se plantó a su lado, agarrándola con brusquedad para que se levantase.

¡Muévete!

Se trataba de Light, su maestro. ¡Salvada! Pero había algo diferente en él. Para empezar, su traje ahora había pasado de tener neones blancos (como los de todos cuando se subieron al ascensor) a ser verdes. Además, sus ojos eran dorados. ¿Qué le había pasado? ¿Acaso era él?

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Blandiendo una espada de luz, Light lanzó una onda de energía azul para rechazar a los sincorazón. Volviendo a tirar de Dos, salió corriendo en dirección al final del túnel: hacia la luz.


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Todos


Hiro y Ragun, aprovechándose de sus vehículos, fueron los primeros en llegar. Maya llegó poco después, habiendo tenido un camino despejado gracias a su Dulce Aroma. Light fue el siguiente, pero él había tenido más complicaciones al haberse tenido que abrir paso a espadazos entre las sombras.

El lugar al que llegaron fue un amplio espacio circular, que les recordaría casi al instante a la arena de un coliseo. Eso sí, el techo estaba cerrado con la misma estructura típica de La Red. Escapar volando no sería una opción.
Aquella zona también estaba infestada de sincorazón sombra, aunque al ser un espacio abierto resultaba más fácil moverse.

Dos llegó a los pocos minutos, saliendo de su túnel acompañada por su salvador. Los ojos dorados de aquel Light se clavaron primero en los de Light y luego en los de Ragun. Su identidad resultaría evidente para los que vivieron Datastream: era Dark Light. Hizo un gesto entre desagrado y enfado, y tras soltar a Dos arremetió contra un grupo de sincorazón cercanos con brutalidad.

¡¡Buscad al jefe!! ―vociferó.

Puede que al principio no comprendieran lo que quería decir, pero cuando en medio de la arena surgió un nuevo sincorazón, lo comprenderían. Se trataba de una sombra, pero diferente a las otras en el tamaño: ¡era enorme! Una Gigasombra, más grande incluso que un Grandullón.

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¡Hay que destruirlo, rápido!

Dark Light intentó acercarse hasta la Gigasombra, pero los otros sincorazón menores le frenaban el paso. El jefe, mientras, pareció centrar su atención en Maya y Ukki, empezando a avanzar en su dirección.

¿Se fiarían de las palabras de quien en el pasado fue su enemigo?

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Nota: de momento no contabilizo los PH porque no he cogido las fichas todavía, pero no os flipeis.

Fecha límite: viernes 6 de enero. Feliz año~
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Re: [La Red] FUN IN GAMELAND

Notapor Light » Mar Ene 03, 2017 11:02 pm

Light corrió, apartando a los Sincorazón que le estorbaban a base de espadazos, hasta que llegó resollando a una estancia circular. Parecía una arena de coliseo (¿ya les habían metido en un juego absurdo de los suyos, tan pronto?), y no había ninguna vía de escape a simple vista, para su desgracia.

Cuando llegó, allí ya se encontraban Hiro, Ragun y Maya. Sin perder de vista a las Sombras que acechaban por allí, se juntó con sus compañeros y se colocó en posición de batalla, porque se imaginaba que tendrían que lidiar con aquellos Sincorazón para seguir avanzando (y sobrevivir).

En pocos minutos vino la sorpresa. Y en parte el alivio también, porque Dos seguía de una pieza gracias a su salvador.

¡Tú! ―Abrió los ojos de golpe tras ver a dicho salvador. Se trataba de su propia réplica, el Light creado por Andrei en el Reaper’s Game. En su último encuentro había sido víctima de Erased… y no sabía a ciencia cierta si todavía seguía corrupto, y por ende si era un aliado o un enemigo. Pero aquellos ojos dorados le daban muy mala espina...

¡¡Buscad al jefe!! ―exclamó la copia tras arremeter contra algunas criaturas.

Era una Sombra mucho más grande que las demás, ya se había enfrentado a una aberración igual (o al menos parecida) en Nunca Jamás. Parecía que tanto Dark Light como ellos estaban en el mismo barco, de momento, por lo que confiaba en él.

¡Hay que destruirlo, rápido!

Será lo mejor. ¡Gaomon, ayúdale!

Su mascota se materializó en su forma de gran tamaño para arremeter contra las Sombras que estorbaban a Dark Light. Para esto, ejecutaría Luna protectora. Luego continuaría atacando a los Sincorazón menores a base de mordiscos y placajes: la prioridad del eidolon sería apoyar a Dos y a Dark Light, les ayudaría a acabar con las Sombras cercanas a ellos.

Light, en primer lugar, apartaría a base de espadazos a las Sombras que le acosaran y arremetería a toda velocidad con un Aturdidor para detener (al menos un poco) el avance del Sincorazón jefe. Le golpearía en alguna de las piernas con la habilidad.

¡Ragun, Maya, centrémonos en la Sombra gigante! ―le sugirió al otro Maestro y a la aprendiza. Sabía que ambos contaban con un muy buen poder ofensivo, así que con suerte aquella criatura no les duraría mucho. Estaba seguro de que Gaomon y el resto lo harían bien contra las Sombras.

Light, en guardia, esperaría a que Ragun y Maya lanzaran sus ataques y después vendría otro suyo: una fiera Brecha lunar.

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Nótese que he quitado la negrita de mis dialogos, para no confundirnos con Dark Light

▪ Luna protectora (HC) [Nivel 6] [Requiere afinidad a Luna; Fuerza: 6; Resistencia: 10; Elasticidad: 6] Inesperadamente, la mascota toma la forma de una flotante esfera de luz que gira en círculos hasta tres veces, embistiendo repetidamente contra los enemigos próximos que rodeen a su invocador, normalmente. Técnica poco dañina y con escaso alcance, pero que puede hacer retroceder a los enemigos.

▪ Aturdidor (HC) [Nivel 8] (Fuerza: 12) Aturde a los enemigos cercanos con un solo golpe, impidiéndoles lanzar ataques físicos.

▪ Brecha Lunar (HC) [Nivel 16] [Requiere Afinidad a Luna; Fuerza: 28, Combate con armas blancas: 22; Habilidad ▪ Onda Lunar] [Personalizada] El movimiento personal de Light mejorado. El personaje realiza un potente tajo que toma la forma de una grande y fiera media luna cortante que avanza en línea recta. Habilidad de gran poder cortante que atraviesa los objetos con menor resistencia que se interpongan.
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Re: Ronda #3 - FUN IN GAMELAND

Notapor Sombra » Mié Ene 04, 2017 2:35 am

No tardé en dejar atrás a los sincorazón con mi moto. El pasillo se abrió tras un rato mostrando un espacio de forma circular similar a la arena del coliseo. El techo estaba cerrado y no parecía haber más salidas, vi a Hiro llegar también en su propia moto.

¿Todo bien? Yo he tenido que escapar de una horda sincorazón―Le pregunté alzando la voz. Frené cerca de la zona central de la sala y comprobé que tenía todas sus extremidades en su sitio mientras analizaba un poco el lugar, que también estaba infestado de sombras―. Espero que los demás nos encuentren ―comenté con un tono algo preocupado. Desconocía si los demás llegarían al mismo lugar en el que nosotros estábamos, o por si el contrario habíamos sido separados y había tenido la suerte de encontrar a uno de los aprendices de Tierra de Partida.

Por fortuna, no tardó en llegar Maya, noté el olorcillo de una de las habilidades características de la joven bruja. No necesité mucho tiempo para deducir que ella también debía haberse encontrado con una horda sincorazón y había escapado con la ayuda de su Dulce Aroma.

No mucho después llegó Light, que parecía haber tenido más problemas en llegar que Hiro y Maya. Si los tres habíamos llegado... Solo faltaba la robot.

¿Pero y si no llegaba? Era demasiado novata, no sería capaz de escapar de una horda, Maya se había valido de sus habilidades y Hiro y yo de nuestras motos. A Light no le debía haber supuesto mucho problema llegar, pero era verdaderamente fuerte. El problema era Dos, ella no sería capaz de enfrentarse a más de dos o tres sombras a la vez.

Con la llave espada materializada fui eliminando a los sincorazón que fuesen acercándose mientras esperabamos.

¡Tú! ―escuché exclamar a Light mientras me deshacía de varias sombras.

Mis ojos se dirigieron hacia el pasillo que Light estaba mirando con sorpresa... Y con razón estaba sorprendido, no solo estaba Dos sana y salva, también un viejo conocido: DarkLight.

Sentí como algo oprimía mi pecho al rememorar los recuerdos de mi copia virtual, la réplica de Light y la mía habían sido compañeros y muy buenos amigos durante el Reaper´s Game... Pero en algún momento Dark Light se había corrompido por Erased Data... Había sido horrible luchar contra él. Pero había ayudado a Ban en mi otra incursión en el mundo y ahora a Dos, estaba claro que incluso si la oscuridad le había tocado la bondad de Light seguía residiendo en él, incluso si sus ojos relucían con aquel brillo dorado tan similar a los míos.

¡¡Buscad al jefe!! ―exclamó la réplica creada por Andrei.

No tardamos en encontrar una Sombra muchísimo más grande que el resto que la rodeaban.

¡Hay que destruirlo, rápido!

Será lo mejor. ¡Gaomon, ayúdale!

El eidolón no tardó en aparecer arremetiendo contra algunas de las sombras que atacaban a Dark. Parecía que tenía ayuda de sobra por allí. Light no dudó en lanzar uno de sus poderosos mandobles contra la criatura.

¡Ragun, Maya, centrémonos en la Sombra gigante!

¡Entendido! ―acepté―. ¡Hiro! ¿Puedes darnos cobertura, por favor?

>>Dark, proteje a Dos.

Empecé el combate contra la Gran Sombra corriendo hacia ella y dándole un primer golpe con la espada tratando de situarme a su espalda. Cuando lo consiguiese (si no me veía capaz lo haría de todos modos) haría aparecer el Rinkaku que había robado a aquel sincorazón pulpo y golpearía al Alfa con los tentáculos y mi Llave Espada. Si la sombra intentaba atacarme emplearía mis tentáculos para impulsarme hacia arriba y me dejaría caer en picado contra ella para hacerle daño extra con mi propio peso.

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▪ Rinkaku (HC) [Nivel 30] [Elasticidad 30, Afinidad a Oscuridad] De la espalda de Ragun surgen cuatro tentáculos escamados que cuentan con una gran fuerza. El personaje puede utilizarlos como si fuesen extensiones de su cuerpo, por lo que tiene diversos usos. Tras dos rondas se deshacen. No pueden ser destruídos, pero el daño que reciban se transmitirá también a Ragun.
▪ Flama Tenebrosa+ (HM) [Nivel 16] [Requiere: Poder Mágico 16, Flama Tenebrosa] El usuario lanza una veloz bola de oscuridad que avanza en linea recta indefinidamente. Provoca una pequeña explosión al impactar en algo.
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